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El juego de 'La romana o Roma' desde 

la postguerra hasta la década de los '70

 

Estudiante 3º LCCAFD. Facultad del Deporte.

Universidad Pablo de Olavide, Sevilla

(España)

Francisco Ignacio Martínez Cabrera

nasio_111@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En este artículo se muestra un juego popular practicado con una herramienta de herrero. Esta actividad tiene varias opciones y, muchas de ellas, se asemejan a otros juegos populares. Tratamos aquí de mostrar una visión completa, relacionándolo con la época, indicando quienes, cuando y donde se practicaba, así como su técnica, evolución y decadencia. Mostramos además la relación que tiene este elemento lúdico con otros conocidos.

          Palabras clave: Juego tradicional, La Romana. Historia

 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 144 - Mayo de 2010

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Introducción

Imagen 1. Juego de “La roma”

    Una de las formas de entretenimiento en la localidad de Baeza (Jaén) era un juego conocido con el nombre de “la roma” o “romana”. Este juego suscitó nuestra atención por su simpleza, facilidad y por que pensamos que representaba de algún modo la situación de la época. Existen otras modalidades muy similares a nuestro juego, como son: “el juego de la lima” o “el rongo”, citados entre otros por Latorre y cols (2008).

Situación de la época

    Antes de comenzar con la estructura y dinámica del juego en sí, nos situamos en las décadas de la post Guerra. En esta época, escasa de medios para casi todo el mundo, los juegos de entretenimiento practicados deberían ser fáciles de poder practicar, y que no requieran unos instrumentos específicos que pudieran encarecerlo y que este se pudiese practicar en cualquier sitio. Después de la guerra civil española, la situación social era la que se puede esperar después de un conflicto bélico. Este motivo, pudo originar que el país estuviese en un declive tanto deportivo como a nivel de juegos practicados por los niños.

    Debido a esta situación, los juegos practicados por los niños debían ser juegos que no necesitaran de un gasto económico, con instrumentos de juego fáciles de conseguir y que no solicitara una instalación específica. Entre los juegos que poseen estas características, encontramos nuestro juego, “la roma”, llamado así por el material que se empleaba.

    La roma (o lima) era un material empleado en la herrería, carpintería, etc. Este material estaba presente en la mayoría de las viviendas, ya que en aquella época, debido a la escasez de medios, en la mayor parte de las viviendas había instrumentos para realizar distintos trabajos de carpintería, fontanería, albañilería, etc., es decir, las personas tenían instrumentos propios para subsanar los imprevistos que pudiesen surgir sin tener que recurrir a un especialista.

Metodología

    Hemos utilizado cuestionarios como medio para obtener información. El cuestionario ha sido realizado a personas que han tenido una relación directa con la práctica (individuos de la época). Hemos contado también con la colaboración de un herrero, quién nos ha revelado el material utilizado (nos mostró a su vez otros materiales con los que se solía jugar), ayudado a entender el juego de otra forma y enseñado la elaboración del instrumento del juego. No ha sido posible adquirir ninguna imagen ni archivo de la época donde pudiera haber información acerca del mismo.

    Simulamos la práctica de este juego junto a un familiar que había vivenciado en su propia persona nuestra actividad. Nos fue mostrando las distintas formas de juego, técnicas más empleadas, distintas variantes, así, tuvimos la agradable sorpresa de suscitar el interés de viandantes que pasaban junto a nosotros mientras jujj gábamos al juego. Al vernos practicar algo que antaño era practicado por ellos, nos aportaron gran cantidad de datos del juego, mostrando otras modalidades de juego, etc.

El juego

    Siguiendo la clasificación que estableció Moreno Palos en 1993, nuestro juego se encuadraría dentro de “los juegos y deportes de lanzamiento de precisión”. Utilizaba un implemento el cuál había que lanzarlo a un lugar determinado.

Instrumentos

Imagen 2. La roma

    La roma era un instrumento alargado que tenía una especie de púas en su cara experta que se usaba sobre todo para limar y esculpir la madera o el hierro. Como vemos en la imagen 2, este instrumento era cilíndrico, con un extremo si púas que servía de agarre. Esta superficie de agarre era lisa y alargada, terminando en un pico. En ocasiones estaba recubierta por un mango de madera que facilitaba su manejo. El hecho de ser un instrumento abundante en las casas y la posibilidad de utilizar otros instrumentos semejantes (que nombraremos a continuación), hizo que este juego adquiriera gran popularidad y fuese practicado con mucha frecuencia. En ocasiones, en lugar de utilizar este instrumento, se podían usar otros como por ejemplo una lima o triángulo.

Imagen 3. Lima o triángulo

    Como se puede observar en la imagen 3, la lima tiene una estructura similar. A diferencia de la roma original, este posee tres caras, aunque el mango tiene las mismas características: liso, alargado y son un extremo afilado. En otras ocasiones, se acudía a un herrero, quien con un hierro alargado (por ejemplo los empleados en las estructuras metálicas de las obras), daba punta a uno de los extremos según quisiese la persona que iba a jugar, alargando y afilando el mismo.

¿Cómo se jugaba?

    El juego se basaba principalmente en tirar la roma (u otro de los materiales mencionados) y conseguir clavarla en un sitio determinado. El juego más simple consistía en dibujar un círculo en la tierra e intentar clavarla dentro.

Imagen 4. Juego del círculo

    Se delimitaba una zona de lanzamiento situada a una distancia establecida entre los jugadores. El objetivo era clavar la roma dentro del círculo. Si no se conseguía clavarla o se clavaba fuera, el jugador se quedaba unos turnos sin tirar, dejando su roma dentro del círculo. El resto de compañeros intentaba darle para deteriorarla. Conforme se iba acertando, se iba aumentando la distancia de lanzamiento.

Imagen 5. Personas jugando a “la roma” sobre un círculo

    Otra modalidad de juego era dibujar un círculo semejante a una diana (círculos concéntricos). A cada redondel se le otorgaba una puntuación. Una vez terminado un determinado número de lanzamientos, se sumaban las puntuaciones y ganaba el que más tenía. El número de lanzamientos se determinaba antes de comenzar. También se podía variar la distancia de lanzamiento en función de los participantes.

Imagen 6. Juego de “la roma”, modalidad “diana”

    Otra forma distinta de juego surgió como mezcla con otro juego muy popular en aquella época, la tejuela. Esta variante consistía en, sobre el mismo dibujo de la tejuela o tejo, lanzar y clavar “la roma” en todos y cada uno de los cuadrados, siguiendo un orden del primero al último. Si la roma no se clavaba o se clavaba fuera, se tendría que intentar tirar a ese cuadro de nuevo. A partir de ahí surgió la modalidad de dibujar cuatros en el suelo aleatoriamente, y a partir de ahí, ir clavando sucesivamente la roma en cada uno de ellos hasta completar el circuito.

Imagen 7. Juego de “la roma”, modalidad similar al “tejo”

Técnica de lanzamiento común del juego

    La roma se lanzaba de tal modo que el extremo más afilado se clavase en la tierra. Cuanto más afilado estaba, más fácil era que se clavara.

    La sujeción del instrumento para lanzarlo era la siguiente:

Imagen 8. Forma de sujeción de “la roma”

    La imagen 8 ha sido tomada de un antiguo practicante de este juego, el cual nos ha enseñado la técnica de lanzamiento (Imagen 9), así como la sujeción de la misma. La técnica de lanzamiento era una circunducción del hombro desde atrás hacia delante, terminando con la palma de la mano hacia abajo. En esta secuencia de imagen se puede apreciar el gesto técnico más utilizado:

Imagen 9. Acción técnica de lanzamiento común de “la roma”. Secuencia de lanzamiento

    Esta técnica era la más empleada, aunque también había otras formas de lanzarla. La mostrada en la imagen 9 era la más común ya que era la más fácil para manejar el instrumento para la edad de los participantes.

¿Quién, cuándo y donde se practicaba?

    La roma lo jugaban los niños de edad en torno a 8 y 13 años. Solían practicarlo los niños (salvo excepciones de alguna niña). Las niñas preferían otros juegos como la tejuela, el diábolo, los aros…

Imagen 10. Distintas superficies sobre las que se practicaba “la roma”

    Normalmente se jugaba en cualquier fecha del año y en cualquier momento, compaginándose con otros juegos de la época como la peonza, los aros, las 4 esquinas, las canicas… Era posible jugar en cualquier superficie donde la roma pudiese clavarse. Aquí mostramos dos ejemplos de distintas superficies donde podía jugarse:

    Las distintas superficies (más o menos duras como vemos en la imagen 10) hacían que con el paso de los años, se fuera especializando más en el tipo de la roma. En ocasiones, se acudía a un herrero y se le encargaba la fabricación de una roma con más o menos punta, más o menos pesada, más o menos alargada…

    Normalmente se jugaba entre amigos por simple diversión, aunque en algunas ocasiones se practicaba entre distintas pandillas, entre las cuales se organizaban unas pequeñas competiciones en las que algunas veces había pequeñas apuestas.

Decadencia de La Roma

    Este juego se ha ido dejando paulatinamente de practicarse. La roma fue desapareciendo hasta finales de la década de los 70. Desde entonces, no tenemos datos que muestren que se ha practicado con cierta continuidad. Entre las posibles causas encontramos los avances que han ido surgiendo a lo largo de estos años. A medida que pasaban los años, nos hemos ido encontrando con más medios y formas diversas de entretenimiento, por lo que estos juegos más tradicionales pasaron a un segundo plano frente a otros más modernos y que se fueron introduciendo de otros países.

    También ha contribuido el cambio en las infraestructuras, ya que aumentó el número de viviendas, las calles se asfaltaron… por lo que era más complicado encontrar un sitio para poder jugar. Por este motivo de infraestructuras, podemos llegar a la conclusión de que en todos los lugares no se extinguiría por igual, sino que en las ciudades al estar más urbanizadas, es probable que se practicara en menos medida que por ejemplo en los pueblos. Por último, los numerosos instrumentos de ocio que surgieron en esa época, hicieron variar las costumbres a lo largo del tiempo. Estos son por ejemplo la televisión y más adelante, las videoconsolas, ordenadores, Internet, etc.…

Imagen 11. Persona jugando a la roma

Relación con otros juegos populares de la época

    El origen de “la roma” resulta algo incierto, pero otros juegos populares conocidos tuvieron su influencia sobre el ejercicio que presentamos y, sobre todo, en las distintas formas de práctica. Pensamos que debido a que de estos juegos tenemos antecedentes más lejanos, “la roma” ha utilizado algunas modalidades de distintos juegos para adaptarlos a este juego. Una de estas actividades es “El trompo”. Este juego, siguiendo a autores como Plath (1998), pese a su origen incierto, se tiene conocimiento de algunas peonzas del año 4.000 a C. Algunos autores como Herrador, y cols. (2009) han descrito algunos de los juegos practicados con las peonzas. Entre ellos están el rompe-trompo y el saca-trompo, ambos con unas características semejantes. En ambos hay una peonza en el interior de un círculo y en ambos hay que golpearlas, bien para sacarlas del círculo o para intentar romperlas. Como podemos ver, esta modalidad es muy similar a una de las modalidades de la roma ya mencionada.

Imagen 12. Juego del trompo

    Otro juego que pensamos que puede tener influencia sobre la roma, es la rayuela o tejo. Su origen algunos autores lo relacionan con los juegos lineales conocidos en tiempos de las civilizaciones egea, griega y romana. En el tejo, en una de las modalidades de juego citadas por Herrador y Latorre (2007), se iba lanzando un tejo o piedra en cada una de las casillas dibujadas en el suelo para, posteriormente, recorrer las casillas saltándose la casilla lanzada. Esto tiene relación con otra modalidad de juego de la roma, en el que se iba lanzando a distintos cuadros desde una misma posición (incluso se llegaba a jugar sobre la misma superficie que antes se había usado para jugar a la rayuela).

Imagen 13. Juego del tejo

    El otro juego que se asemeja es la diana. Este juego consistía en clavar unos dardos en determinados lugares de una serie de círculos concéntricos para obtener una puntuación determinada. Otra modalidad del juego de la roma recordamos que era lanzar a unos círculos concéntricos (cada uno con una puntuación determinada) con puntos determinados.

Imagen 14. Juego de la diana

La roma en el ámbito educativo

    Si observamos las características de este juego, podría tener aplicabilidad en el ámbito educativo. Según Batalla, (2000), el lanzamiento es la acción de desprenderse de un objeto vigoroso de uno o ambos brazos, y dentro de los lanzamientos lo consideraríamos como un lanzamiento de precisión, ya que hay que lanzarlo sobre un blanco determinado. Sería por tanto un elemento útil para emplearlo en edades tempranas como forma de desarrollo de las Habilidades motrices básicas. Si tenemos en cuenta a Ruiz, L (2004), entre los 6 años y la adolescencia es cuando los aprendizajes se asimilan con mayor rapidez y cuando más se deben incentivar. Aceptamos así la aplicación de “la roma” en la educación.

    Siguiendo a Herrador y Latorre (2008), debemos tener unas pautas de prevención de riesgos en esta práctica en el ámbito educativo. Para ello, debemos confeccionar unas normas viendo el instrumento con el que estamos tratando (objeto de hierro macizo y punzante). Dejaremos al alumnado normas claras para el juego. Prohibiremos la recogida del material para volver a lanzarlo hasta que todo el mundo haya lanzado. Delimitaremos una línea de lanzamiento, la cual nadie podrá rebasarla hasta el fin de la partida (todo el mundo detrás del que lanza). Tendremos en cuenta la superficie donde lanzamos “la roma” ante la posibilidad de que el instrumento pudiese rebotar ocasionando algún peligro. Si fuese necesario, modificaríamos algún elemento del juego como medida de prevención de algún posible riesgo.

    “No hay que olvidar que los juegos tradicionales son unos bienes culturales, y como tales, deben ser rescatados del olvido y practicados para que no desaparezcan, ya que han servido de diversión y entretenimiento físico a nuestros antepasados”. López y cols (1998).

Conclusión

    Una vez que hemos comprendido el juego de “la roma”, llegamos a la conclusión de que el juego ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, señal de la aceptación que tuvo entre los niños de la época, hasta que llegó un momento en el que, por la evolución y el paso del tiempo, fueron apareciendo otras formas de pasar el tiempo libre y unos nuevos hábitos de vida que hicieron que esta práctica se fuera perdiendo con el tiempo. Pensamos que la roma fue un juego muy extendido y practicado por los niños de la época que hemos estudiado. Este juego, como cualquier otro, fue sufriendo modificaciones a lo largo del tiempo, surgiendo varias modalidades del mismo. Poco a poco y debido al cambio en los hábitos de la sociedad española, este juego fue dejándose de practicar paulatinamente hasta la fecha.

Bibliografía

  • Batalla, A. (2000). Habilidades motrices. Barcelona: Inde.

  • Enlaces uruguayos: http://www.enlacesuruguayos.com

  • Herrador Sánchez, J. Sauceda Balsera, J.A. y Rodríguez Abreu, M. (2009) El trompo en la filatelia. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 138. http://www.efdeportes.com/efd138/el-trompo-en-la-filatelia.htm

  • Herrador, J. y Latorre, P. (2008). Prevención de riesgos y accidentes en la práctica físico- deportiva. Madrid: Gymnos.

  • Latorre, P; Ayala, I; Sánchez, M y Herrador, J. (2008). Actividades lúdico-tradicionales de la Loma de Úbeda: Una propuesta práctica interdisciplinar en el siglo XXI. Juegos, cancionero y anecdotario. Universidad de Jaén.

  • Moreno Palos, C. (1993). Aspectos recreativos de los juegos y deportes tradicionales en España. Madrid: Gymnos.

  • Plath, O. (1998). Origen y folclor de los juegos en Chile. Grijalbo. Santiago de Chile.

  • Ruiz, L. (2004). Desarrollo motor y actividades físicas. Madrid: Inde

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