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Transiciones, efectos biomecánicos, fisiológicos y de

rendimiento en la sucesión de las disciplinas del triatlón

 

Licenciado CC. Actividad Física y el Deporte.

Doctorando Rendimiento Deportivo

Diploma Estudios Avanzado

FPI Laboratorio Entrenamiento Deportivo. Toledo

Vicente Javier Clemente Suárez

vicente.clemente@uclm.es

(España)

 

 

 

Resumen

          En el presente trabajo se hace una revisión bibliográfica de las investigaciones realizadas dentro del estudio de las transiciones de la modalidad deportiva del triatlon. Se pretende dar una visión de todos estos trabajos y las conclusiones y aplicaciones derivadas de ellos que permitan comprender mejor esta disciplina deportiva y especialmente el hecho más característico de ella, las transiciones.

          Palabras clave: Triatlon. Transiciones

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 136 - Septiembre de 2009

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1.     Revisión bibliográfica de los últimos 15 años

    A continuación se expondrán los trabajos de investigación referentes a los efectos que tienen las diferentes fases del triatlon en el organismo de los triatletas y diferentes enfoques a la hora de llevar a cabo las transiciones con el objetivo final de la mejora del rendimiento de los triatletas. De esta forma Vleck et al (2006) estudiaron las consecuencias del rendimiento en natación, ciclismo y carrera a pie en el resultado global de un triatlon de distancia olímpica con drafting. Después del estudio llegaron a la conclusión de que un menor rendimiento en la prueba de natación puede llevar a un mayor trabajo del triatleta en las fases iniciales del ciclismo en un triatlon olímpico de categoría elite y esto puede influenciar el rendimiento de la posterior carrera a pie (Vleck, Burg, & Bentley, 2006).

    También se sabe que la sucesión de la natación el ciclismo y la carrera a pie de un triatlon olímpico (1.5 km de natación, 40 km de ciclismo y 10 km de carrera a pie) provoca una fatiga de los músculos inspiratorios, hecho que se muestra en una disminución en la fuerza y en la resistencia de estos músculos después de realizar un triatlón de estas características (Boussana, Galy, Matecki et al., 2003).

    Chollet et al (2000) investigaron el efecto de nadar detrás de otro triatleta en la respuesta metabólica (VO2 y [La]) y en las características de la brazada [velocidad de nado longitud, frecuencia e incide de brazada (velocidad de nado x longitud de brazada)]. Para ello seis triatletas altamente entrenados realizaron dos pruebas máximas de 400 m de natación, una con drafting (nadando detrás de otro triatleta) y otra sin drafting (nadando solo). No se encontraron diferencias significativas entre el VO2 de cada prueba [66.7 (1.7) ml/kg x min vs. 65.6 (1.2) ml/kg x min, respectivamente], la concentración sanguínea de lactato fue menor en la prueba con drafting [9.6 (0.9) mmol/l vs. 10.8 (0.9) mmol/l, respectivamente] y la longitud y el índice de brazada incrementó significativamente mientras que la frecuencia de ciclo se mantuvo igual, además la velocidad en los 400 m se mantuvo mientras que el la prueba sin drafting disminuyó.

    Con este estudio se puedo observar como los nadadores más rápidos y musculados lograban mayores ganancias en el rendimiento y en el incide de brazada con el drafting. Por lo tanto el drafting en natación aumenta el rendimiento de los triatletas en la prueba y contribuye a mantener estables los parámetros de frecuencia y longitud de brazada durante 400 m de natación (Chollet, Hue, Auclair, Millet, & Chatard, 2000).

    Peeling et al (2005) comprobaron al realizar un triatlon sprint experimental (750m de natación, 20 km de ciclismo y 5 km de carrera a pie) que si se realizaba un nado al 80-85% del tiempo de una prueba de natación (750m, como la natación de un triatlon sprint) la velocidad del ciclismo era mayor que si se nadaba al 98-102% del tiempo de la misma prueba de natación. Además el tiempo total del triatlon fue más rápido al 80% que al 100% de la velocidad de nado del test. En el nado al 100% se daban mayor número de brazadas que al 80 y 90% y se acumulaba mayor concentración de lactato sanguíneo que al 80% de la velocidad del test de natación. Se pudo comprobar que la natación a una intensidad menor que la de un esfuerzo aislado similar al tiempo de la prueba, tiene mejoras significativas sobre el ciclismo y el rendimiento global del triatlón (Peeling, Bishop, & Landers, 2005).

    Delextrat et al (2003) estudiaron la influencia de tres tipos de nado en el gasto energético de una prueba de 15’ de ciclismo a una intensidad de un 5% mayor que el umbral ventilatório (método de Wasserman et al, 1973). Los tipos de nado fueron, solo con brazos, solo con piernas y con los brazos y piernas, sobre una distancia de 750 m. Se pudo comprobar como la natación con los brazos y las piernas y solo con los brazos produjo un aumento significativo en el gasto energético en el ciclismo en comparación con una prueba de ciclismo antes de los 15’ de ciclismo que se realizaban después de nadar, pero la eficacia en los 15’ de ciclismo no mostró diferencias significativas entre el nado con los brazos y las piernas y solo con los brazos. Con este estudio se pudo poner de manifiesto que un nado intenso y corto aumentaba el gasto energético durante el ciclismo, debido a los ajustes en termorregulación, el trabajo respiratorio y el consumo adicional de oxigeno durante la natación. Esto muestra que la adaptación durante el ciclismo no depende del trabajo de los músculos de los miembros inferiores durante la natación (Delextrat, Bernard, Vercruyssen, Hausswirth, & Brisswalter, 2003).

    Millet & Bentley (2004) compararon la respuesta fisiológica en ciclismo y el coste energético de la carrera a pie después del ciclismo en triatletas elite junior (masculino y femenino) y senior (masculino y femenino). Se vio como los triatletas de elite senior pueden ser distinguidos de los junior elite principalmente por tener un mayor pico de potencia en ciclismo y un menor aumento en el coste energético corporal total de la carrera a pie después del ciclismo en chicas y por un mayor umbral ventilatório en chicos (Millet & Bentley, 2004).

    En un estudio en el que se simulaba la transición de natación a ciclismo, en el cual se realizaron dos grupos experimentales T1, que efectuaba un test incremental de VO2 max de ciclismo y luego un test de intensidad constante de miembros superiores (natación) más un test incremental con los miembros inferiores (ciclismo); y T2 que realizo un test de esfuerzo continuo al 80% del VO2 max. en ciclismo y luego un test de intensidad constante de miembros superiores (natación) más un test e esfuerzo continuo al 80% del VO2 max. en ciclismo. Los resultados de este estudio muestran una mejora en la aclaración de lactato producido por el ejercicio de los miembros inferiores cuando este ejercicio se realizaba después de un ejercicio con los miembros superiores. Esta reducción podría ser debida a un aumento en la oxidación del lactato o a la participación de la gluconeogénesis de los músculos de los miembros superiores, parcialmente depleccionados de glucógeno. La concentración de ácidos grasos libres aumento después del ejercicio del miembro superior y el cociente respiratorio calculado al 60, 85 y 100 del VO2 max. fue significativamente menor durante T2 que durante T1.

    Estos resultados sugieren que el uso de sustratos lipiditos estimulados por el ejercicio de los músculos de los miembros superiores no afectan al rendimiento durante el ejercicio de los miembros inferiores en términos de potencia aeróbica máxima y VO2 max. (Lepers, Bigard, Hausswirth, & Guezennec, 1995)

    Los posibles efectos biomecánicos y cardiorrespiratorios en la carrera a pie posterior en un triatlon provocados por el segmento de ciclismo fueron estudiados por Hue et al (1998). Para ello comparo los resultados obtenidos al realizar una carrera a pie de 10 km después de haber montado en bicicleta durante 40km con una carrera a pie sola de 10km. Se pudo observar como el VO2, VE, VE/VO2, VE/VCO2, la frecuencia respiratoria la frecuencia cardiaca fueron mayores en la carrera a pie después de realizar el ciclismo que cuando se realizo sola (51.7 (3.4) vs. 48.3 (3.9) ml/kg.min, ;100.4 (1.4) L/min vs. 84.4 (7.0) L/min; 24.2 (2.6) vs. 21.5 (2.7) 25.2 (2.6) vs. 22.4 (2.6); 55.8 (11.6) vs. 49.0 (12.4) respiraciones/min y 175 (7) vs. 168 (9) p/min respectivamente). Además el tiempo en alcanzar un estado estable de FC y VO2 era más corto (1 y 2 minutos respectivamente) y más largo para el VE (7 minutos). Sin embargo las variables biomecánicas (frecuencia y longitud de zancada) no se vieron modificadas en la carrera después del ciclismo en comparación con la carrera sola. Esto hace pensar que los primeros minutos del segmento de carrera a pie después del ciclismo en un triatlon experimental eran específicos con respecto a las variables cardiorrespiratorias, VO2 y no específicos a las variables biomecánicas (O. Hue, Le Gallais, Chollet, Boussana, & Prefaut, 1998).

    Heiden & Burnett (2003) determinaron el efecto del ciclismo en la actividad electromiográfica de varios músculos de las piernas (vasto lateral y medial y bíceps femoral) en una carrera a pie posterior. Para ello los sujetos de estudio (10 triatletas de elite) realizaron 40 km de ciclismo seguidos de 2 km de carrera a pie (CIC) y 10 km de carrera a pie seguidos de otros 2 km de carrera a pie (CC). Se realizo la medición electromiográfica en el kilómetro 0, 1 y 2 de la carrera a pie de 2 km. Se observaron cambios en el nivel de activación del Vasto medial durante la fase de vuelo de la carrera a pie entre las tres diferentes mediciones de la carrera a pie. También se encontraron diferencias en la duración de la activación del vasto lateral durante los 2 km de carrera a pie. Los resultados obtenidos en este estudio muestran como se producen grandes cambios en la función muscular cuando se cambia de pedalear en la bicicleta a correr a pie, esto indica la necesidad de un entrenamiento específico de las transiciones de ciclismo a carrera a pie. Este entrenamiento podría mejorar el rendimiento y reducir el riesgo de lesión de los triatletas (Heiden & Burnett, 2003).

    Boussana et al (2002) investigaron el efecto del ciclismo en el rendimiento de los músculos respiratorios en una carrera a pie posterior. Cinco triatletas de elite y seis triatletas de nivel nacional, realizaron un test incremental de VO2 máx. y de umbrales ventilatorios en ciclismo y otro test de 20’ de ciclismo seguidos de 20’ de carrera a pie al 85% del VO2 máx. Los resultados mostraron como los triatletas de nivel nacional tenían menos mecanismos de adaptación en los músculos inspiratorios que los triatletas de elite. Esto ocasiona una ventilación mayor lo que provoco un aumento en la fatiga de los músculos inspiratorios en el grupo de triatletas de nivel nacional (Boussana et al., 2002).

    Este mismo autor comparo los efectos de una prueba de ciclismo y una carrera a pie posterior en el rendimiento de los músculos respiratorios durante la sucesión del ciclismo a la carrera a pie realizada en un triatlón. Hipotizó que el rendimiento de los músculos respiratorios disminuiría por la posición agachada en la bicicleta y que posteriormente en la carrera a pie este cambio se revertiría debido a la posición vertical de la carrera. Para comprobarlo realizo cuatro tests diferentes: 

  1. test incremental de VO2 max en ciclismo; 

  2. test de 20’ de ciclismo; 

  3. test de 20’ de carrera a pie; 

  4. test de 20’ de ciclismo + 20’ de carrera a pie. 

    Los tres últimos test fueron todos al 75% del VO2 max.

    En las pruebas midió la resistencia de los músculos respiratorios el dia antes y 30’ después de las pruebas 2, 3 y 4. También midió la fuerza de los músculos respiratorios en presión de expiración máxima (PEM) y en presión de inspiración máxima (PIM) de la capacidad residual, antes y 10’ después de las pruebas 2, 3 y 4.

    Pudo comprobar como disminuía la PIM y la resistencia de los músculos respiratorios después del ciclismo y después del ciclismo más la carrera a pie, comparados con los valores antes de la prueba. Sin embargo la PIM y la resistencia muscular no disminuyeron significativamente después de la carrera a pie. Por lo tanto los autores concluyeron que la intensidad moderada del ejercicio no inducía una disminución en el rendimiento de los músculos respiratorios. Además la fatiga de los músculos respiratorios inducida por el ciclismo previo fue mantenida y ni revirtió ni empeoró por la sucesiva carrera a pie (Boussana, Galy, Hue et al., 2003).

    Vercruyssen et al (2005) estudiaron el efecto de tres tipos de cadencias de pedaleo en los últimos 10’ de ciclismo en una posterior carrera a pie; en las respuestas metabólicas (VE, VO2 max, FC y concentración de lactato sanguínea), parámetros cinemáticos (frecuencia y longitud de zancada) y el tiempo hasta la fatiga en la carrera a pie posterior al ciclismo.

    Los tres tipos de de cadencia de pedaleo fueron:

  • Cadencia libre (CL)

  • Cadencia libre – 20% (CL-20)

  • Cadencia libre + 20% (CL+20)

    Se realizó una prueba de 30’ de ciclismo al 90% del umbral anaeróbico (método de Bishop et al, 1998) durante los últimos 10’ se realizaban los tres tipos de cadencia, al acabar se efectuaba una carrera aun 85% de la velocidad máxima (hallada en un test incremental, aumentos de 1,5 km/h cada 3’ empezando a 9 km/h) hasta la fatiga.

    Se pudo comprobar como existen diferencias significativas en el tiempo de carrera hasta la fatiga entre la CL-20 y CL y CL+20 (43% y 37,3% menos respectivamente). En los 30’ de ciclismo CL-20 tubo menos FC, VO2 max, VE y concentración sanguínea de lactato que CL y CL+20. En la carrera a pie la Frecuencia y Longitud de zancada, FC, VO2 max, VE y concentración sanguínea de lactato no presento diferencias significativas entre grupos (Vercruyssen, Suriano, Bishop, Hausswirth, & J., 2005).

    También Garry (2005) estudió el efecto de tres diferentes tipos de cadencias de pedaleo en el rendimiento de una carrera a pie de 10 km. Para ello ocho triatletas hombres amateur realizaron un test inicial de carrera a pie de 10 km y un test máximo de ciclismo (6’ a 100W + incrementos de 15W cada 30” hasta el agotamiento con una frecuencia de pedaleo similar a la de competición). Después tenían que hacer tres transiciones de: 65’ de ciclismo con cadencia libre (CL), cadencia libre +15% (CL+15) y cadencia libre -15% (CL-15) al 70% de la potencia máxima hallada en el test máximo de ciclismo; más una carrera a pie de 10km.

    Se midieron variables fisiológicas (VE, VO2, RER, RPE, FC y [La]), biomecánicas (Frecuencia y longitud de zancada, ángulo de la cadera en el apoyo y despegue del pie con el suelo, ángulo de la rodilla en el apoyo y despegue del pie en el suelo y velocidad de carrera). Se pudo ver que la velocidad de carrera en los primeros 500 m de carrera a pie era más alta con cadencias altas en el ciclismo (CL+15) que con cadencias bajas (CL-15); además las cadencias bajas estaban asociadas a unos valores más bajos de FC y VE en la carrera a pie que las cadencias altas en ciclismo (152 p/min vs. 159 p/min y 97.8 L/min vs. 111 L/min respectivamente para FR y VE); se pudo ver el empeoramiento de la carrera a pie después de realizar una prueba de ciclismo comparado con una carrera a pie sola; los datos de este estudio concluyen que no hay efectos significativos de la cadencia de pedaleo en ciclismo en el rendimiento en una carrera a pie posterior (Garry, 2005).

    En otro trabajo de estas características se comparaban los efectos producidos en la carrera a pie después de realizar tres tipos diferentes de cadencias de pedaleo (60, 80 y 100 rpm) en ciclismo. El protocolo experimental constaba de una prueba de 20’ de ciclismo al 80% del VO2 max. y luego una carrera a pie de 3 km; además se realizaba una carrera a pie de 3 km sin montar antes en bicicleta. Se puedo observar como con 80 y 100 rpm en el ciclismo, la longitud zancada y la velocidad de desplazamiento de la carrera a pie eran superiores que cuando se iba a 60 rpm, además estas revoluciones se asociaron con consumos de oxigeno mayores en carrera a pie que las cadencias de 80 y 100 rpm. (Bernard et al., 2003)

    Galy et al (2004) al comparar dos transiciones distintas: 20’ Ciclismo + 20’ de carrera a pie (C1+CP2) y 20’ de carrera a pie + 20’ de ciclismo (CP1+C2) en cinco triatletas, vieron como la hipoxémia arterial inducida por el ejercicio era mayor en la carrera a pie que en el ciclismo en (CP1+C1) pero no se encontraron diferencias significativas entre la carrera y el ciclismo en (C1+CP2). Además comprobaron que la liberación del factor atrial natriuretico (hormona involucrada en la homeostasis, el control del agua corporal, concentración de sodio y de adipositos)era menor en el ciclismo cuando este sucedía a la carrera a pie (Galy et al., 2004 ).

    La natación seguida del ciclismo de un triatlon olímpico provoca en la posterior carrera a pie una hiperventilación, aumento de la frecuencia cardiaca, disminución en la capacidad pulmonar e hipoxémia. Esto puede ser debido a la intensidad del ejercicio, a la fatiga de los músculos ventilatorios, a la deshidratación, al daño en las fibras musculares, al cambio en el metabolismo hacia la oxidación lipídica y a la depleción de los depósitos de glucógeno después de los 40 km de ciclismo. El coste energético de la carrera a pie incrementa debido a las alteraciones cinemáticas. Es necesario un entrenamiento específico de las transiciones para aumentar la habilidad de unir el ciclismo y la carrera a pie óptimamente, lo cual mejora la eficacia corriendo (Millet & Vleck, 2000).

    Hausswirth et al (2001) estudiaron las respuestas fisiológicas (VO2, VE, FC y concentración sanguínea de lactato) de dos tipos de formas de ir en ciclismo en el rendimiento de la carrera a pie en un triatlón simulado (0.75 km nadando, 20 km ciclismo, 5 km carrera a pie).

    La primera forma de ir en ciclismo fue dando relevos cada 500 m con otro sujeto (C1), la segunda forma fue ir a rueda de otro sujeto todo el segmento de ciclismo (C2). Se realizaron dos triatlones simulados, uno para cada forma de ir in ciclismo. Se analizo el VO2, VE, FC durante el ciclismo y la carrera a pie y la concentración sanguínea de lactato al finalizar cada uno de los segmentos del triatlón.

    Se puedo ver como el VO2, VE, FC y concentración sanguínea de lactato de C2 fueron significativamente más bajos en ciclismo que en C1. Durante la carrera a pie el VO2, VE, FC y concentración sanguínea de lactato fueron significativamente más altos en C2 que en C1. También se vio una mejora en la velocidad de carrera después del ciclismo en C2 (17.87 km/h) que en C1 (17.15 km/h) para una misma velocidad en el segmento de ciclismo. Esto demuestra como el drafting continuo (C2) ahorra energía durante el ciclismo y crea las condiciones para mejorar el rendimiento en la carrera a pie (Hausswirth et al., 2001 ).

    Al comparar el efecto en el nivel de rendimiento de la respuesta pulmonar en triatletas en una carrera a pie precedida de una prueba de ciclismo, se vio como los triatletas de élite habían desarrollado una respuesta específica a la sucesión del ciclismo y la carrera a pie en comparación con triatletas de nivel nacional y regional. Los resultados de las pruebas (30’ ciclismo + 20’ de carrera a pie) mostraron como el ciclismo inducía un incremento significativo en el volumen residual y en la capacidad funcional residual en los triatletas de élite, además el aumento de la frecuencia respiratorio fue significativamente mayor en el grupo de triatletas de élite durante los primeros 8 minutos de la carrera a pie (O. Hue, Galy, Le Gallais, & Prefaut, 2001).

    Garside et al (2000) estudiaron la repercusión en el rendimiento en 10 km de carrera a pie después de realizar 40 km de ciclismo con dos tipos de geometría de cuadro, uno con una geometría de 73º y otro con una geometría de 81º. Para ello ocho triatletas realizaron 40 km de ciclismo al 70% del VO2 pico y después un carrera a pie de 10 km. Tanto el rendimiento en la carrera a pie como en la combinación del ciclismo y la carrera a pie fueron mayores con la geometría de 81º que con la de 73º, estas mejoras eran muy destacables en los primeros 5 km de carrera a pie y no eran evidentes en los segundos 5 km. Estas mejoras podrían ser debidas al cambio de posición sobre la bicicleta ocasionado por la angulación del cuadro de la bicicleta que minimizaría los cambios adversos en la disponibilidad de sustratos, termorregulación, cardiovasculares y factores biomecánicos que se producen en la fase de ciclismo, además de atenuar los cambios negativos en la respuesta cinemática y fisiológica en la carrera a pie (Garside & Doran, 2000 ).

    Al comparar los efectos en el rendimiento que tiene el realizar el segmento de ciclismo solo o con drafting (ir a rueda de otro sujeto) en un triatlon de distancia sprint (0.750 km de natación, 20 km de ciclismo y 5 km de carrera a pie) en ocho triatletas de nivel internacional se pudo ver como el VE, VO2, FC y [La] fueron significativamente menores cuando hubo drafting y la velocidad de carrera al bajarse de la bicicleta fue superior cuando se fue a rueda de otro sujeto que cuando se fue solo. Además VE, VO2 FC y [La] eran significativamente más altos al correr después de realizar el segmento de ciclismo solo que al hacerlo con drafting. Estos resultados mostraron que el drafting en el segmento del ciclismo permite a los triatletas ahorrar energía durante el ciclismo y crea las condiciones para mejorar la actuación en la carrera a pie, obteniendo los beneficios más altos en esta los corredores más fuertes (Hausswirth, Lehenaff, Dreano, & Savonen, 1999).

    Galy et al (2002) investigaron el efecto de una carrera a pie en la respuesta cardiorrespiratoria en el desarrollo de una prueba de ciclismo seguida. Realizaron tres tipos de pruebas, un test incremental de ciclismo (C1), 20’ de carrera + 20’ de ciclismo (CR) y 20’ de ciclismo a la misma intensidad que el segmento de ciclismo de la prueba anterior (C2). Se midieron además de los parámetros respiratorios la concentración sanguínea de lactato. El segmento de ciclismo de CR mostró unos resultados de VE, VE/VO2 y FC mayores que en C2. La carrera a pie induce un incremento en la concentración de lactato. Se puede ver como el ciclismo después de una carrera a pie induce una respuesta metabólica y cardiorrespiratoria especifica (Galy, Hue, Boussana, Le Gallais, & Prefaut, 2002 ).

    Al estudiar el efecto de entrenar la transición de ciclismo a carrera a pie, mediante una sucesión de transiciones cortas de ciclismo a carrera a pie, en el rendimiento del ciclismo y de la carrera a pie de un triatlon se vio como después de realizar un entrenamiento con transiciones cortas y otro entrenamiento normal en doce triatletas competitivos durante seis semanas no se indujo una mayor mejora en el rendimiento del ciclismo ni de la carrera a pie al realizar transiciones cortas en comparación con un entrenamiento normal. Sin embargo indujo una mejora significativa en la transición de ciclismo a carrera a pie. Esto indica que entrenando las transiciones cortas de ciclismo a carrera a pie se puede ayudar al triatleta a desarrollar mayor habilidad y adaptaciones fisiológicas durante este periodo crítico de la prueba de triatlón (O. Hue, Valluet, Blonc, & Hertogh, 2002 )

    Bentley et al (2003) estudiaron el efecto de un test incremental de ciclismo un la respuesta fisiológica durante un test incremental de carrera a pie y la relevancia que pudieran tener los resultados en el rendimiento de un triatlón sprint. Los resultados indican que bajo condiciones controladas, un test incremental de carrera a pie puede ser realizado con éxito 5 horas después de realizar un test incremental de ciclismo. Además la velocidad máxima de carrera a pie registrada durante el test incremental de carrera a pie es la variable que más correlaciona con la velocidad media durante 5 km después de 20 km de ciclismo en triatletas bien entrenados (Bentley, McNaughton, Lamyman, & Roberts, 2003).

2.     Líneas de investigación actuales abiertas

    Como se muestra en la revision bibliografica los temas más estudiados han sido las repercusiones que tienen cada uno de los segmentos de un triatlon con el que le sigue. Podemos hacer 3 grandes grupos de efectos a estudiar.

  1. Fisiologicos. Como la FC, VE, VO2, VE/VO2, RER, la concentración sanguínea y de lactato… entre otros.

  2. Biomecanicos. Como la frecuencia y longitud de brazada, la frecuencia y longitud de zancada, angulos de los cuadros de ciclismo...

  3. Rendimiento. Tiempos y velocidades en cada una de las pruebas.

    La mayoria de los estudios estan centrados en la última transición (ciclismo-carrera a pie), posiblemente por ser la más transcendental a la hora de obtener la victoria, ya que es donde los triatletas ganan o pierden la carrera.

3.     Propuesta de nuevas líneas de investigación futuras

    Como propuesta para nuevas investigaciones expondría la necesidad de estudiar los efectos de la toma de alimentos en el segmento del ciclismo en el rendimiento posterior de carrera a pie y en el propio ciclismo. Como parámetros de estudio destacaría los siguientes:

  • Tipo de alimento a tomar: monosacáridos, disacáridos, aminoácidos, vitaminas, minerales, combinaciones…

  • Presentación de dichos alimentos: sólido, gel, disueltos en agua…

  • Momento de la toma: primera parte del segmento de ciclismo, mitad del ciclismo, antes de la transición…

Bibliografía

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revista digital · Año 14 · N° 136 | Buenos Aires, Septiembre de 2009  
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