Lecturas: Educación Física y Deportes
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Revista Digital


MEXICO, EN SUS REGIONES
SOCIOCULTURALES DEPORTIVAS
Enrique Rivera Guerrero (México)
tiburon_hmo@yahoo.com


Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.
Estudiante de maestría en Comunicación en la Universidad Veracruzana.

Una primera versión de este trabajo fue presentada como ponencia en el IX Encuentro del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC) realizado en marzo de 1997 en Santiago de Querétaro, Querétaro, México.

Luis Hernández Resumen
Las prácticas culturales son característica propia de las regiones a las que pertenecen; estas se forjan y surgen de la historia y de su particular desarrollo. Consideramos al deporte como un campo cultural arraigado en la región a la que pertenece y tan diferente como cualquier manifestación cultural propia de la zona de la que estemos hablando, así como heredado de generación en generación e importante en la formación y el moldeamiento del hábitus.
En este artículo hacemos un recorrido por diversas regiones de México, con énfasis en la región noroeste y en la parte central del Golfo de México, en las que observamos y reflexionamos en torno a dos deportes populares en este país, el fútbol y el béisbol.

Palabras clave: Deporte. Cultura. México. Fútbol. Béisbol.


Presentación, justificación y preguntas
El deporte es cultura, véase como la manifestación simbólica de las prácticas sociales o desde el producto dirigido a las masas; es una actividad en la que hay practicantes, espectadores, público, difusores, empresarios, mensajes. Podremos analizar cada uno de los elementos que, interconectados en los campos de organización de la sociedad (económico, político, cultural, social), ha sido desdeñado por los científicos sociales. Tal vez esto se debe a que lo tenemos todos los días, presentado como forma de actividad alienante. Pero cada dos años (ya sean juegos olímpicos o mundiales de fútbol) nos acordamos de esta actividad lúdica, de gran valía para la humanidad.

"¿Cómo puede explicarse que un fenómeno social que arrastra o atrae a millones de aficionados en el mundo entero no sea desentrañado y analizado por la ciencia social?", se pregunta Julio Mafud, específicamente respecto del fútbol. Según Norbert Elias y Eric Dunning, hay tres aspectos que han llevado al deporte a tener cada vez mayor importancia social; éstos son: 1) el hecho de que ha cobrado fuerza como una de las principales fuentes de emoción agradable; 2) el hecho de que se ha convertido en uno de las principales medios de identificación colectiva, y 3) el hecho de que ha llegado a constituirse en una de las claves que dan sentido a las vidas de muchas personas. (Elias/Dunning, 1992:266) Los dos últimos puntos son los que destacamos en el presente artículo, con el deporte como identificador de una colectividad regional y su incorporación en el hábitus y consumo cultural de un público competente en dicho campo.

Por otra parte, nos hemos percatado de que la línea de investigación en el campo cultural deportivo ha sido poco abordado en México. "La visión del deporte, hace algún tiempo dejó de ser superficial, porque las ciencias se han aplicado sobre él, ya buscando el resultado, la educación o, simplemente un mejor conocimiento de esa realidad sociocultural" (Rodríguez, 1995).

El deporte ha sido relegado a elementos de poca importancia sociológica. Norbert Elias y Eric Dunning apuntan que esta actividad:

"(...) no se ha considerado objeto de reflexión e investigación sociológica porque se le ha encasillado en el lado que todos juzgan negativo dentro del imbricado complejo de dicotomías convencionalmente admitidas, como las que existen entre "trabajo" y "ocio", "mente" y "cuerpo" (...) Es decir, en términos de la acentuada tendencia occidental hacia el pensamiento reduccionista y dualista, (...) es catalogado como una actividad trivial, recreativa, orientada hacia el placer, que emplea el cuerpo más que la mente y que carece de valor económico. En consecuencia, no se considera que plantee problemas sociológicos de importancia comparable a los relacionados con los "serios" temas de la vida económica y política. Y sin embargo, a pesar de su abandono comparativo, el deporte constituye razonablemente un campo de considerable importancia social –que al menos en la medida en que los sociólogos asuman con seriedad que la suya es una ciencia englobadora de la sociedad que se ocupa de las sociedades en todos sus aspectos– requiere teorización e investigación sociológicas". (Elias/Dunning, 1992:13-14)

En cuanto a las ciencias de la comunicación, Claudia Benassini encuentra que el binomio deporte-televisión "ha mostrado un interés creciente por parte de los investigadores, pero constituye una veta todavía poco explorada por los estudiantes de las carreras de comunicación quienes, dado su interés en el tema y sus derivaciones, pueden hacer múltiples aportaciones".

Al encaminarnos en el tema deportivo como objeto de estudio y la difusión periodística, un primer punto de partida bien puede ser la ciudad de Hermosillo, Sonora, situada al noroeste del país. Encontrar los elementos aquí presentados para la delimitación de las zonas socioregionales en México fue –en muchas de sus partes– producto de la observación realizada en los viajes que hemos tenido la oportunidad de hacer.


Crónica para ilustrar
La música de la banda sinaloense se escucha a varias cuadras a la redonda del estadio de béisbol de Hermosillo. Es la pausa entre ining e ining, cuando uno de los equipos contendientes se dispone a tomar su turno al bat, y el otro se acomoda para soltar los brazos sobre el diamante.

Son los días fríos de otoño. Aquí la gente bebe otra marca de cerveza, y además de las palomitas, las frituras de harina de trigo, mejor conocidos como "duros", los refrescos, las papitas, los cacahuates y los cerillos, se venden tacos de carne asada, burritos de machaca y quesadillas, que, como su nombre lo sugiere, son de queso. Es una tarde-noche de béisbol de la Liga Mexicana del Pacífico en la capital del estado de Sonora.

El estadio "Héctor Espino González" luce una entrada regular; las causas pueden ser el clima frío de la estación o el hecho de que el equipo local tiene una temporada perdedora. Por el sonido local sigue la música con la melodía "El sinaloense", que suena a todo volumen, destacando el sonido de la tuba y la tambora. En Hermosillo se aprecia un gusto musical compartido por toda la región del Pacífico norte, tan arraigado culturalmente en sus habitantes como el deporte que esa noche se juega, el béisbol.

¿Porqué se identifica a la región noroeste con el béisbol?, ¿porqué hay fútbol en Tijuana, Baja California?, ¿porqué el basquetbol es el deporte de arraigo en el estado de Chihuahua?, ¿cómo es que se forman más futbolistas profesionales en el Distrito Federal y los estados de Jalisco y Guanajuato?, ¿porqué en los estados de Sonora, Sinaloa y Veracruz nacen más beisbolistas?, ¿qué sucedió en la ciudad de Hermosillo, considerada como ciudad beisbolera, que hacia 1994 había más niños (7 de cada 10) jugando al fútbol?, ¿porqué en la ciudad de México el tipo de programación televisada favorita es el relacionado con el deporte (con un 18% de preferencia)?, ¿qué características hay en el norte de Sonora para que sea basquetbolero, y en el sur para que sea beisbolero, mientras que en la franja fronteriza norte del estado de Tamaulipas también se comparte el gusto por el Rey de los deportes, y al sur del mismo estado se juega el fútbol?, ¿algo tiene que ver la historia, el clima, la corpulencia física, el desarrollo empresarial y la inmigración con el deporte que se practica en cada una de nuestras regiones?

"Por las funciones sociales que el deporte cumple en nuestros días, podemos hablar de éste como un bien cultural" (Vásquez, 1991:26). Pensemos en un bien cultural arraigado, con raíces históricas y tan diferente como cada manifestación particular a cada paso que demos sobre el territorio nacional. "Así somos los mexicanos. Además de jarochos, poblanos, michoacanos o regiomontanos nuestro corazón es chiva, águila, cementero, rayo, puma, potro, etcétera" (Hernández, 1996:4).


Cultura y comunicación
El concepto cultura es inseparable del hombre, sus acciones y su organización, sus objetos y sus manifestaciones simbólicas; ésta "(...) es dinámica y se haya envuelta de manera permanente en el acontecer histórico y en la actividad mental de los individuos." (Gil, 1993:126) Este carácter es el que nos podrá ayudar en esta investigación, donde la entenderemos como la manifestación simbólica de las prácticas sociales.

Cuando se habla de comunicación "suele hacerse dentro de dos sentidos: a) como práctica cultural, o sea como productos de comunicación que materializan y vehiculizan ciertos sentidos, y b) como proceso en el que complejamente se elabora la relación de comunicación y sus productos" (González; 1994). Parafraseando al autor citado, habremos de volver visible cómo se ha forjado, desde cuándo y en qué diversos espacios nuestro objeto de estudio: la identificación regional del deporte en México.

La cultura también es tradición, no solamente ancestral, hecha por otras comunidades en la historia. Existen tradiciones contemporáneas, esto vale igualmente en relación con el deporte; "¿Cómo es que se ha constituido la tradición del béisbol en la costa del Pacífico o en la costa del Golfo de México; porqué se constituye la tradición del fútbol en el Altiplano?" 1 .

Según Antonio Alcoba, probablemente no exista en nuestra sociedad una actividad generadora de más símbolos y signos que el deporte. La propia actividad necesita de una serie de ademanes y gestos; la vestimenta de cada disciplina es diferente, así como los emblemas y logotipos de clubes, etcétera. Pensamos que esta proliferación de colores y logotipos, de símbolos, pasa de generación a generación al seguir éstas a los clubes. "Pero una cosa es clara: el deporte ha generado un lenguaje propio con variantes lingüísticas que, a su vez, han enriquecido el lenguaje del hombre. Es decir, su práctica originó una serie de expresiones y esos vocablos, al multiplicarse y expandirse, formaron un idioma particular de la actividad deportiva" (Alcoba, 1993:155).


Públicos, hábitus y oferta cultural
Por público cultural entendemos a los agentes sociales no especializados que poseen las disposiciones (inculcadas o adquiridas) con las que son capaces de evaluar, apreciar y valorar los discursos y los objetos de una oferta cultural. Éstos están incorporados por el hábitus, que configura esquemas de percepción, orientación y acción. "Es el origen y base de los estilos de vida, se incorpora durante la socialización en la vida familiar, y se va modulando y afinando en función de su contacto con nuevas situaciones y ofertas" (González; 1994).

La oferta cultural es la presencia en el ambiente geográfico de posibilidades de acceso a los bienes culturales, posibilidades ofrecidas, entonces, por el campo cultural, entendido como el sistema de relaciones sociales especializadas en la generación, la presentación y la difusión de las representaciones sociales. El hábitus "cambia y se transforma en medida que, en una sociedad específica, operan condiciones que la distinguen respecto a otras", (Manriquez, 1994).


La región
De acuerdo con Claudia Benassini, por televisión "en las transmisiones regionales y estatales el béisbol ocupa un lugar central, a diferencia de lo que ocurre en las transmisiones nacionales". Creemos que las llamadas transmisiones nacionales, al ser generadas desde la capital del país, difunden el deporte de arraigo de la región centro del territorio nacional. En cambio la tradición del béisbol en otras zonas regionales "obliga" a las televisoras de la misma magnitud a transmitir este deporte en su lugar de influencia.

La región es otro de los conceptos centrales en esta investigación, y "tiene tal cantidad de aristas para su comprensión, que sería difícil incorporarlos en toda su extensión. Ellos van desde fenómenos geográficos, ecológicos, lingüísticos, étnicos, políticos, hasta actividades económicas y procesos culturales y sociales" (Ocampo 1996:44). En estos procesos consideramos inserto al deporte, que pensamos es particular de regiones específicas del país de acuerdo con lo que analizamos adelante.

Ocampo dice que una definición simple del concepto región es la de ser un espacio geográfico demarcado. Lo regional "da idea de geográfico, pero aquí no habrá de identificarlo como territorio físico, que aunque lo comprende, no se agota en él". Comprendemos que la región sociocultural va más allá de ciertos límites observables físicamente (características naturales o las fronteras políticas). Ocampo continúa: "podemos hablar mejor de un espacio definido por sus características similares que le confieren relativa autonomía. Mientras que lo geográfico nos proporciona el horizonte epistemológico territorial para los estudios regionales" (Ocampo 1996:43).


Región sociocultural, tradición y deporte
Una de las manifestaciones de cultura se presenta en la memoria colectiva como tradición. En nuestro caso trataremos de descubrir el deporte como actividad arraigada en las distintas regiones de México, con énfasis en dos deportes según el desarrollo histórico de las regiones donde se practica y goza el gusto por el fútbol y el béisbol. "Es preciso darse cuenta que el interés y el deseo de practicar un determinado deporte son expresión de una serie de inclinaciones que tienen profundas raíces" 2 .

Tomemos en cuenta que la tradición, para ser tal, debe renovarse; si se detiene, desaparecerá. Por lo que la tradición se preservará gracias a la memoria y los recursos de la población que la mantendrá viva. La región o procedencia geográfica es una de las variables en las mediaciones de referencia 3 del sujeto receptor. El hecho de que a Hermosillo se le considere como ciudad beisbolera, y que en esta ciudad, al referirse a los "sureños" del país, se les identifique con el fútbol, viene a hacernos reflexionar sobre las respectivas incorporaciones del deporte en la memoria colectiva y el sistema de las disposiciones que interiorizan los gustos, las prácticas y los estilos de vida.

Según Gilberto Giménez, "la región sociocultural nace de la historia, de un pasado vivido en común por una colectividad, asentada en una porción de territorio. De este origen se deriva un estilo de vida en particular, que confiere identidad a la colectividad considerada" 4 . Además, se puede pensar que la región es originada por los significantes primarios de la simbología, ligados a la territorialidad (factores naturales y ecológicos), elevando a la dignidad de símbolos las condiciones territoriales de la región.

En nuestro estudio relacionaremos este concepto con las particularidades territoriales climáticas, que determinan cierta exigencia de desgaste físico para practicar determinado deporte. El esfuerzo corporal para la puesta en práctica del deporte es facilitado o no por las condiciones climatológicas de las respectivas regiones. Le sigue el modelo étnico familiar, "identificación que se remite a un pasado, a un patrimonio, y a una herencia cultural compartidos" 5 , tal como lo expondremos con el desarrollo histórico del deporte en las regiones de México, y con las influencias de personajes y grupos extranjeros que, ligados simbólicamente a sus comunidades, promovieron su deporte en nuestro país.

Le siguen la proliferación de los símbolos secundarios (la música, la alimentación, las fiestas, el tipo humano característico de la región, entre otros, de lo anterior surge la identificación socioregional en la relación de los habitantes con ésta "en el proceso subjetivo que genera un sentido de pertenencia y cierto grado de lealtad con la región" 6 .

Con lo expuesto y considerando que "las prácticas culturales tienen expresiones únicas para el caso de un espacio social demarcado territorialmente" 7 , determinamos que existen regiones que se identifican con cierta disciplina deportiva, como lo hemos entendido: el deporte incorporado en el hábitus, "primeramente encauzado en el núcleo familiar" 8 . Encontramos que la tradición y la identificación de ciertos deportes en las distintas regiones de nuestro país coincide con su particular desarrollo histórico, al hacer el cruce de variables con el dato de. los primeros partidos de fútbol y béisbol en México. En esta investigación intentamos saber si esto se realiza en la práctica hereditaria y la apropiación de sentido en el encauce familiar de las comunidades y regiones en su desarrollo histórico. Como ya lo hemos señalado, la región sociocultural nace de la historia, de la herencia, de un pasado vivido en común. Sumergiéndonos en la historia, buscaremos las razones que nos permitan explicarnos lo que ocurre hoy en día, al estudiar el pasado en relación con un proyecto futuro.

Consideramos a la historia de los agentes y los campos culturales como imprescindibles, dentro de la multidimensionalidad que existe para tratar de comprender la formación de los públicos y las ofertas culturales, ya que: "Toda práctica de elección, valoración, lectura y 'consumo' de bienes culturales se cruza por lo menos en dos trayectorias, a saber la historia de las estrategias, producciones y productos de los agentes y las instituciones especializadas en la cultura, entretejida con la historia de las disposiciones de los agentes que se han convertido en sus públicos en calidad de 'consumidores', de miembros, de fieles, de fans, de seguidores, de votantes, de militantes" 9 .

El pasado define conciencia histórica, hábitos y costumbres. Como lo hemos entendido, la primera forma de encauce del hábitus es la familia, que nos dictará los caminos posibles de las formas y los modos de vida; por ello es importante referirnos a la historia en los orígenes del hábitus, de las ofertas y de las instituciones del campo cultural referido, el deportivo.


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Revista Digital
Año 4. Nº 13. Buenos Aires, Marzo 1999.