Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital

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Referencias bibliográficas por autor


BREVE MIRADA CRITICA SOBRE LA
REVISTA BRASILEÑA DE CIENCIAS DEL DEPORTE

Fernanda Simone Lopes de Paiva, Silvana Vilodre Goellner, Victor Andrade de Melo (Brasil)


En el año 1998, el Colegio Brasileño de Ciencias del Deporte (Colégio Brasileiro de Ciências do Esporte - CBCE), conmemora sus 20 años de fundación y arduo trabajo apuntando a la promoción e incremento de las investigaciones en el área de la Educación Física y las Ciencias del Deporte. El conocimiento producido encuentra espacio para su difusión, reflexión y debate principalmente a través de publicaciones (revista científica, boletín informativo, anales y libros1) y reuniones científicas, organizadas y/o realizadas por la dirección nacional de CBCE, por sus Secretarías Estatales o en co-participación con otras instituciones, como la Sociedad Brasileña para el Progreso de las Ciencias (Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciências - SBPC), a modo de ejemplo.

La Revista Brasileña de Ciencias del Deporte (Revista Brasileira de Ciências do Esporte - RBCE) también se dispone a completar 20 años de publicación interrumpida2 , hecho notable en un país en donde no siempre el financiamiento para periódicos científicos puede ser garantizado por las agencias gubernamentales de promoción e investigación y donde el área de Educación Física y Ciencias del Deporte estuvo mucho tiempo lejos de gozar de algún reconocimiento académico.

Sin ser los únicos responsables, CBCE y RBCE tuvieron un papel protagónico en la conquista de este espacio/reconocimiento que, aún no siendo disputado y construido en forma armoniosa y 'evolutiva', fue dejando un sello dentro de las luchas simbólicas propias del campo científico3 . La Revista, órgano oficial de divulgación del Colegio, de publicación cuatrimestral, tiene una trascendencia peculiar en este proceso, justamente porque es ella la que vuelve público un conocimiento que es/fue concebido como digno de ser conocido como 'verdadero' por la comunidad comprometida con el área.

Reflejando esta lucha convergente, en que está en juego el monopolio de la autoridad y de competencia científica4 , no es de extrañar que a lo largo de la trayectoria de su publicación, la RBCE haya sido portadora de artículos, ideas y representaciones que expresan sentidos y significados tan diferentes acerca de lo que es Ciencia, Educación Física, ciencias del deporte, deporte y construcción científica en Educación Física y Ciencias del Deporte. Es posible observar tres momentos/movimientos5 al interior de la Revista en que esos sentidos y significados pueden ser tipificados, por contraste: de neutralidad científica y política; de denuncia y de compromiso político; y de necesidad de intervención calificada. Tales momentos/movimientos poseen las siguientes características:

a) momento/movimiento de neutralidad científica y política
Hasta mediados de la década de los '80, las representaciones preponderantes eran que la ciencia y la práctica científica son neutras y 'poseen' la verdad. Hacer ciencia significaba medir y acumular datos. La Educación Física era entendida como capacitación física de individuos e implicaba la práctica sistemática o asistemática de la actividad física o del deporte (sinónimo de práctica de una modalidad deportiva). Las Ciencias del Deporte6 consistían, entonces, en importar los conceptos de las ciencias (biológicas, mayoritariamente) para la instrumentación de una 'mejor' forma de realizar actividades física y/o practicar deportes7 .

B) momento/movimiento de denuncia y de compromiso político
Desde mediados de la década de 1980 hasta sus finales, el mayor énfasis recayó sobre las representaciones de que la ciencia y la práctica científica son instancias ideológicas y deben trabajar para una 'transformación social'. El trabajo científico implicaba analizar un dato de la realidad como forma de posibilitar la interferencia en el mismo intentando conservarlo o transformarlo. La Educación Física era entendida como una actividad escolar que debería saber ofrecer y avalar experiencias motoras adecuadas a cada fase etaria y a la individualidad del alumno, a partir del conocimiento de sus principios fisiológicos y neuromotrices. El deporte era 'parte' de la Educación Física, debiendo ser enseñado en la escuela respetando las capacidades y potencialidades de los alumnos. Las 'ciencias del deporte' pasaban a ser la propia Educación Física transformada en ciencia, teniendo ésta el predicado 'del movimiento', 'de la motricidad humana', 'del deporte' (en singular) o 'de la Educación Física'.

C) momento/movimiento de intervención calificada
Desde los inicios de la década de 1990 hasta ahora, podemos observar una nueva re-significación: ciencia y práctica deben discutir en su dimensión epistemológica su dimensión política e ideológica, englobando al primer movimiento del saber científico analizar y teorizar sobre un dato fenoménico, buscando una instrumentalización crítica para una posible y necesaria intervención en la realidad. Se pasa a tener una mayor claridad en la delimitación del término Educación Física, remitiendo éste a la disciplina curricular que tematiza el movimiento humano, la cultura física y/o corporal. El deporte es uno de esos elementos pasibles de ser tematizados en su práctica, pero también es considerado como uno de los fenómenos socioculturales más significativos de la modernidad, que puede ser abordado a partir de diversas miradas científicas y cuya realización más acabada se establece como la Educación Física a partir de discusiones vinculadas al ocio. Las ciencias del deporte aquí representan un entendimiento y una apropiación valorativa de que es posible y necesario tratar desde el punto de vista científico fenómenos referidos a las diferentes temática que comprenden, entre otras, la práctica pedagógica en Educación Física, la practica de las actividades físico-deportivas, el deporte, el ocio, el movimiento, el cuerpo, las políticas públicas para áreas afines (educación, deporte, ocio, etc.).

Esta caracterización nos permite percibir instituciones diversas dentro del campo que remiten a la notoriedad, en diferentes momentos, de las diferentes concepciones y/o grupos en lucha por la construcción de sentidos. En tanto, es necesario tener en claro que esta lucha no puede ser reducida a la traducción del interés interesado -o para propio provecho- de cientistas/intelectuales en detentar el poder de nominación a partir de motivaciones propias o particulares de individuos o grupos. El campo académico contempla también una expresión de interés interesante, aquel que, por así decir, es la curiosidad fundante que mueve toda la creencia de que es posible, racionalmente, conocer. En este sentido, posibilitan el progreso de la ciencia porque son capaces de volver evidentes e inteligibles los fenómenos y, consecuentemente, el conocimiento del mundo.

En el área de la Educación Física y las Ciencias del Deporte, a lo largo de estos 20 años, implicó un progreso en la reflexión acerca del trabajo propiamente académico que le cabe a los cientistas del deporte. Cientistas del deporte entendidos aquí como los intelectuales de diversas formaciones preocupados en pensar y debatir con cientificidad el amplio abanico de temáticas que atraviesan la práctica pedagógica en Educación Física y se refieren al fenómeno deportivo, a partir de una gama bastante diversa de problemáticas y abordajes.

Analicemos como ese progreso -es necesario reiterar que no se dio en forma espontánea y sin conflictos- aparece registrado en el tipo de publicación vehiculizada por la RBCE.


En los inicios de la década de 1980, sobresale aquellas primeras representaciones sobre ciencia, trabajo científico, Educación Física, ciencias del deporte y deporte. La construcción de sentido que se perseguía era dar crédito al hacer, acreditar la viabilidad del hacer ciencia en un país del tercer mundo, 'con rigor y calidad', siguiendo el 'modelo' (y no necesariamente una referencia teórico-metodológica) de aquello que se consideraba era la investigación 'descriptiva' o 'empírico-analítica', dejando de lado la sofisticación de los equipamientos disponibles en los laboratorios, en favor de la sencillez de recolectar datos en el borde del campo con lápiz, planilla, cronómetro y cinta métrica. Además de ésto, se consideraba que los profesionales de la Educación Física debían transformarse en cientistas del deporte o, por lo menos, debían implementar en su práctica pedagógica una actitud científica de intervención.

Aunque con distorsiones y equívocos sobre el trabajo académico, estas ideas traían en su interior por lo menos dos visiones interesantes: las Ciencias del Deporte no era un privilegio de sofisticados laboratorios que comenzaron a ser implementados en Brasil en la década de los '70; es el profesor de Educación Física quien debía 'fundamentar' -aunque de forma muy particular- su práctica. En las páginas de la Revista, para citar algunos ejemplos textuales, esta idea central y aquellas representaciones también aparecían simbolizadas:

a) sobre las ideas centrales

"(...) el modelo de investigador sensato, intentando traer soluciones al mundo a partir de la limitación de las cuatro paredes de su laboratorio no nos parece el más adecuado a la dinámica del área de las Ciencias del Deporte en el tercer mundo. Sin embargo, con eso no estamos diciendo que queremos ver a los cientistas en ropa deportiva... Por otro lado, tampoco es nuestra intención plantear que todos los profesionales de las Ciencias del Deporte deben volverse investigadores. Pero sí que desarrollen una actitud científica frente a los hechos maravillosos que ocurren en (...) el trabajo con la actividad física" (MATSUDO, 1981, p.16).

Y, más adelante,

"(...) es necesario que desarrollemos en nuestra área una tecnología que atienda nuestras prioridades de Tercer Mundo y que estemos atentos a 'cientificismos de laboratorios de muchas máquinas y pocas neuronas'" (ibid., p. 19).

b) en cuando a las representaciones

"(...) es necesario atender a las construcciones de baterías de tests, donde el tiempo utilizado y el material requerido para cada test debe ser el mínimo posible, pues las variables de aptitud física necesitan ser medidas para que podamos (...) prescribir entrenamientos o analizar la actuación del escolar en las clases de educación física" (PEREZ, 1980, p. 22).

"El test sociométrico puede ser aplicado en cualquier grupo (...) En el área deportiva podemos citar: clases de educación física, equipos deportivos, municipales y hasta selecciones nacionales" (CAVASINI, MATSUDO, 1980, p. 17).

"El médico no tiene formación específica para [prescribir actividad física a un individuo teniendo como base criterios científicos]; el profesor de educación física desconoce aspectos médicos de la actividad física (...) Este lugar está vacío..." (ARAÚJO, 1981, p.13).

"(...) la 'Medicina' se alió al 'Deporte' (...) Actualmente, en el área de las Ciencias del Deporte, la evaluación de la aptitud física es tema de gran interés por parte de los investigadores (...) [el curso de educación física] promueve la práctica de la actividad física (...) pensando en términos de actuación futura de esos 'profesores' a nivel escolar, clubes y academias (...)" (DUARTE, MATSUDO, 1981, p.28).

"Esperamos que con la publicación de este tema, los métodos más apropiados y sencillos -para medir la flexibilidad- puedan ser parte del día a día del profesional de la Educación Física" (SILVA, 1985, p.162).

Es de destacar que este tipo de manifestación terminó por conducir a la banalización de que podría/puede ser una de las formas de abordaje de los fenómenos de la Educación Física y del deporte. Las investigaciones descriptivas y empírico-analíticas fueron reducidas a meras contrastaciones sometidas -muchas veces sin adecuación8 - a tratamientos estadísticos, hechos a partir de indagaciones insubstanciales, separadas de toda problematización. Muchas de esta indagaciones podrían ser 'contestadas' a través de consultas a libros didácticos ya publicados. Este 'hacer científico' admitía -cuando admitía- una bajísimo grado de reflexión teórica y ningún tipo de teorización.

De manera general, los 'artículos científicos' se presentaban como vulgatas, consistiendo en la consideración de un problema problemático que no era problematizado (ejemplos: saber la diferencia entre la performance entre un grupo entrenado y otro no entrenado, medir la velocidad de un grupo de escolares, comparar los niveles de aptitud entre dos individuos gemelos homocigotas), en la descripción minuciosa del material y 'método' o técnica utilizada para contrastación, seguida de la exposición y discusión de los datos recogidos y conclusión, no conclusiva, que más 'investigaciones' sobre la temática deberían ser llevadas a cabo. Para rematar, una lista de referencias bibliográficas inmensa que intentaba dignificar el artículo y el autor. Algunas contenían sólo artículos de autores extranjeros, otras varias referencias a trabajos anteriores del propio autor...

La línea editorial de la revista encomendaba, al mismo tiempo que apuntaba, el camino a ser seguido por las Ciencias del Deporte: desarrollar modelos brasileños de evaluación médico-deportiva con el uso de tecnología simple y barata, traducidos en tests de alta aplicabilidad que podían ser utilizados por los profesores de Educación Física y Cientistas del Deporte a gran escala en las escuelas, clubes y gimnasios, de manera tal que de esta gran masa de niños y adolescentes beneficiados pudiesen surgir nuestros mejores deportistas. Este espíritu de 'elevar' al profesor de Educación Física a la categoría (?) de cientista del deporte alcanza su mayor expresión en el editorial del número 2 del volumen 2 de la RBCE:

"(...) el profesor de Educación Física no puede ser más considerado como el hombre fuerte de buena voluntad que 'recreaba' a los alumnos entre clases de biología y matemática. (...) Hoy, más que nunca, él esta envuelto en el proceso global de formación sociocultural de nuestros jóvenes; hoy él debe asociar su silbato y su cronómetro al trabajo de laboratorio de fisiología del ejercicio, hoy él es responsable por el surjimiento de atletas y por el desarrollo de sus potencialidades; en resumen, él hoy no es más el 'profesor de gimnasia', sin el maestro en ciencias del deporte" (1981, p.4).

A partir de mediados de la década de los '80 el tono de las publicaciones va cambiando, ya que cambia la dirección del propio Colegio. La RBCE no se mantiene incólume a esta reordenación. Las representaciones en aquella época vigentes acerca de la ciencia, del hacer científico, Educación Física, ciencias del deporte y deporte son difusas, toda vez que remiten a referencias diversas. Una es la discusión llevada a cabo por la dirección y otros comprometidos en la administración de la institución, otras es la 'comunidad académica' -aquella que participa de los congresos y publica en la revista- que comparte o todavía está impregnada de las representaciones anteriores. En suma, no había una unidad polifónica como en la perspectiva anterior. La idea-fuerza de este momento era que, reconociendo la no neutralidad de la ciencia, el CBCE debería comprometerse con la producción, fomento y difusión de conocimientos en una perspectiva 'más actualizada', que acompañe a los seres humanos hacia su emancipación. En ese sentido, esta idea aparecía expresada en el editorial del número 1 del volumen 10 de la RBCE:

De la pretensión inicial de incentivar la producción científica, se tiene actualmente la idea de que el desarrollo científico, también en el área de las ciencias del deporte, se da bajo determinadas condiciones históricas y de acuerdo con determinados intereses (...). Esa perspectiva de comprensión nos ha conducido a considerar la imprescindible necesidad de integrarnos al resto de las organizaciones de la sociedad civil y que apuntan también a la democratización de la ciencia, entendiendo ésto como parte del acceso de la mayoría, tanto al proceso de producción, como al usufructo del conocimiento científico, por ser éste en nuestra sociedad, uno de los principales elementos de emancipación y de humanización, y por tanto, instrumento de lucha de los intereses de clase" (1988, p.4)

La RBCE, entretanto, atravesaba por lo menos por dos problemas fundamentales que comprometían, de cierta forma, la fuerza de esta idea central: la falta de recursos financieros para la publicación de la revista y la escasez de producción académica (artículos) sometidos a consideración. Además, se configuraba un perfil editorial impreciso y muy diverso. Varios colaboradores de la dirección del CBCE escribieron editoriales y no los suscribieron9 . Lo que llama la atención es que antes y después de éso, esa función siempre le correspondió al editor de la Revista, o, más recientemente, al director científico, en el caso de un número de la revista dedicado a los anales de los Congresos Brasileños de Ciencias del Deporte (Congressos Brasileiros de Ciências do Esporte - ConBraCEs).

Gran parte de los artículos publicados en ese momento presentaban 'los viejos' y los 'nuevos' problemas. Los 'viejos' eran coherentes con las representaciones hegemónicas del período anterior. Los 'nuevos' provienen de los intentos de producción de artículos bajo la forma de ensayos. Algunos de estos 'estudios' -como eran, entonces, denominados- proponían manifestaciones por lo general poco fundamentadas y sin dar a conocer las constataciones obvias, también carentes de problematización. Los tratamientos estadísticos eran substituidos por bricolages de citas ajustadas a una miscelánea de asuntos, autores y/o categorías, cuando no en profesión de fe.

En lo que atañe a las representaciones, exactamente por la no existencia de unidad polifónica, éstas aparecen en la publicación bajo diferentes formas. La concepción de ciencia y el hacer científico, más ligada a las manifestaciones de la dirección, se vuelve pública en los editoriales, en el Boletín Brasileño de Ciencias del Deporte, en el boletín Pensando Alto10 , en la correspondencia oficial, y además está presente en algunos (pocos) artículos y temas libres presentados en los ConBraCEs. En relación a las representaciones de Educación Física y deporte, sus espacios de circulación son también algunos artículos y temas libres. La ideas de Educación Física transformada en -o vinculada a- una ciencia puede ser observada en la producción de Manuel Sérgio (que defiende la tesis de la Ciencia de la Motricidad Humana, en la cual la Educación Física sería su "brazo" pedagógico) publicada en la Revista, y también en otros manifestaciones, como en los ejemplos siguientes:

"Colocarse frente al problema (...) presentándole el método más compatible, es la cuestión a ser resuelta por los seres que construyen esa ciencia vuelta hacia la motricidad humana(...)" (EDITORIAL, 1986, p.55).

"Entendemos que la ciencia del movimiento humano, en cuanto saber elaborado, sistematizado y que pretende ser transmitido y asumido, es simultáneamente actividad intelectual y material (...)" (SOARES, 1986, p.90).

"La Ciencia de la Motricidad Humana cuestiona la educación física y el deporte en la forma como acontecen (...) actualmente en las escuelas (...)" (FEITOSA, 1986, p.40).

Pero, a pesar de las dificultades, ya en este momento, la RBCE fue portadora de elementos que
estimulaban hacia un cambio de rumbo en la producción del conocimiento en el campo de la Educación Física y las Ciencias del Deporte.

Desde el punto de vista académico, es posible destacar tres textos: el de Lino Castellani Filho (1983), el de Válter Bracht (1986) y el de Carmen Lúcia Soares (1986). El primero se presenta como pionero en la Revista en buscar una reflexión sobre la Educación Física a partir de categorías socio-filosóficas; los dos últimos, partiendo de diferentes puntos de análisis, apuntaban a la emergencia -en el doble sentido- de una discusión: la necesidad de una reflexión teórica densa y seria acerca de la práctica pedagógica en Educación Física.


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Lecturas: Educación Física y Deportes
Revista Digital

http://www.efdeportes.com/
Año 3. Nº 11. Buenos Aires, Octubre 1998.