Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital


NATACION INFANTIL ARGENTINA
La historia educativa que me tocó vivir

Beatriz Pérez de Antico (Argentina)
Profesora Nacional de Educación Física
especializada en Educación Psicomotriz


Resumen
Si bien Argentina no se ha caracterizado por ser un país de actuaciones relevantes en este ámbito competitivo, el área pedagógica de la natación infantil se ha consolidado definitivamente durante los últimos 30 años.
La Capital Federal, centro del desarrollo cuali – cuantitativo, tiene aproximadamente 25.000 niños que reciben sus clases a través del Plan Municipal de Natación. Además, cientos de escuelas privadas de natación infantil, atienden hoy gran parte de la población preescolar y primeros grados de la EGB.
Muchos factores convergieron en la concreción de esta realidad. La constante búsqueda de fundamentos, dio lugar a la transformación de la pedagogía tradicional. El enfoque psicomotor del aprendizaje, se difunde hoy constantemente en provincias del interior y a países vecinos como Brasil y Uruguay. Algunas de las consideraciones pedagógicas que caracterizan la originalidad de esta estimulación psicomotriz, y su diferencia con los planteos tradicionales, son desarrolladas sintéticamente en esta presentación.
Palabras clave: Pedagogía. Educación Acuática Infantil. Estimulación psicomotriz del desarrollo. Actividades acuáticas. Argentina.


Antes de la década del 70, la enseñanza de natación en Buenos Aires se distribuía entre academias que ofrecían aprender a nadar en 10 clases, la Escuela Argentina de Natación para Bebes, de Patricia Cirigliano, o el aprendizaje técnico impartido en clubes a alumnos mayores de seis años, muchas veces a cargo de los guardavidas del natatorio. Todos ellos ofreciendo la enseñanza en un corto plazo.

A partir de los años 70 comenzó en Buenos Aires el florecimiento de la corriente educativa en natación.

EDAI, Escuela de Actividades Infantiles, marca los primeros pasos en este rumbo:


Poco después, Burbujas, Escuela de Natación Infantil, orientó el cambio desde el aprendizaje deportivo, hacia la estimulación psicomotriz del desarrollo. La valorización del juego como motivador y la utilización de gran variedad de elementos pedagógicos, comienza a multiplicarse hasta hoy, en los cientos de escuelas privadas que pueblan Buenos Aires.

Beatriz Pérez de Antico La década del 80 marcó el auge y el esplendor de las escuelas privadas de natación. Ello permitió mejorar la pedagogía específica. Los cursos de capacitación reflejaron la madurez. Así, entre otras, en 1987 las "I Jornadas de Natación Infantil" sintetizaron para el ámbito docente, diez años de estudios sobre el funcionamiento del sistema equilibratorio humano y la importancia de su libre regulación en el aprendizaje acuático. Asistimos así, a la clarificación del proceso equilibratorio, que comienza con la adaptación de la posición bipedestal al medio acuático, como posibilitador de los cambios posturales de las diferentes posiciones hidrodinámicas. Ello nos permitió comprender que las flotaciones (ventral o dorsal), o los desplazamientos invertidos (subacuático o zambullidas) podían ser estimulados directamente a través de las vías sensoriales correspondientes. Ya no había procesos mágicos, incomprendidos en tales logros.

Autores como Wallon, Ajuriaguerra, Quiros, Costallat, Schrager, Bobath, Le Boulch, fundamentaron nuestra labor en esta ardua y fascinante tarea de estimular el "aprender a aprender", partiendo del "aprender a enseñar".

El tono, como modulador energético de los procesos atencionales y emocionales, nos brindó la comprensión de los motivos desencadenantes del miedo en el aprendizaje acuático.

Las bases neurológicas que conducen el aprendizaje, guiaron la elección metodológica en sus diferentes etapas.

La actividad acuática es ya, desde entonces, una estimulación que acompaña la vida escolar de un alto porcentaje de la población infantil en esta Capital. Los natatorios climatizados se multiplicaron, junto a los materiales didácticos de estimulación y la instalación de plataformas que reduzcan la profundidad, supliendo con ingenio los déficits de infraestructura. Ello permitió a los niños aprender desde puntos de apoyo estables.

Luria, Da Fonseca, Loyber, reafirmaron e integraron nuestra labor educativa. Piaget, Merlau Ponty y sus anclajes cognitivos en el espacio nocturno, nos abrieron las puertas a la comprensión del espacio acuático. Observamos a su luz, disciplinas como el nado sincronizado o el hockey subacuático, que fuera del tradicional criterio competitivo, multiplican las posibilidades de transferir su potencialidad corporal.

A partir de 1992, fecha en que fue presentado este enfoque en el III Encuentro Latinoamericano de Psicomotricidad, en San Pablo, Brasil, el interés desde el exterior nos reafirmó en nuestra labor. El Congreso Mundial de Educación Acuática Infantil realizado en Oaxaca 1997, dio identidad a nuestro proceso, conquistando desde entonces, el nombre de Educación Acuática Infantil. Mi presentación en Oaxaca fue "La Estimulación del Desarrollo Psicomotor a través de las Actividades Acuáticas". Tono, Equilibrio, Lateralidad, Noción de Cuerpo, Tiempo y Espacio, Praxias globales y Praxias finas, los siete Factores Psicomotores manifestados por Luria, ilustrados en conductas espontaneas de nuestros alumnos en los primeros años de vida.


Identidad pedagógica
Para enunciar una propuesta pedagógica, podría reafirmar el criterio anterior, articulando a él los niveles de integración del aprendizaje humano, desarrollados por Schrager en su libro "Lengua, lenguaje y escolaridad". Las tres primeras ntegraciones: Tónico-postural-antigravitacional, Sensorial y Motriz, se concretan y evidencian a través de las acciones del cuerpo. Las tres siguientes: Integración corporal, Espacial y Simbólico-lingüística, corresponden a nociones y creaciones que pueden desarrollarse simbólicamente cuando la motricidad llega a prescindir de la corteza cerebral para su comando. El séptimo nivel, o integración Volitiva, implica el libre uso de sus decisiones en el accionar para insertarse en el último, integración Psico-socio-cultural.

Toda escuela que busque la evolución del hombre como objetivo, debe respetar las pautas de desarrollo anteriormente citadas.

¿Cómo?

El tono será el primer factor a considerar. De la seguridad emocional dependerá la experimentación motriz. El tono, desde el criterio energético de la personalidad, establecerá los vínculos con el entorno, familiar y docente, con sus roles característicos y diferenciados. Estos patrones vinculares se reeditarán luego, a lo largo de su vida. Hace más de una década, la Prof. Marta Sanz rescató, en nuestro medio, la importancia de los roles familiares en la natación del bebé. Transitando desde el término "matronatación", empleado por la Prof. Cirigliano, a la denominación "natación precoz" empleada por la Prof. Sanz.

La natación del bebé no es dominio de la mamá, y el docente no es centro en el aprendizaje, como mucho se acostumbra en el ámbito deportivo.

No nos confundamos. ¿Es la natación del bebé, o la de los adultos que condicionan su aprendizaje? Si es la del bebé, se debe estar atento al lenguaje corporal, a sus solicitudes tensionales, a sus deseos posturales, a sus necesidades biológicas. Esto está más allá de toda técnica, de todo programa determinado por motivaciones adultas: "¡No debe ahogarse mi hijo en el verano!" Responsabilidad del padre que no justifica adiestrar a un niño.


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http://www.efdeportes.com/
Año 3. Nº 11. Buenos Aires, Octubre 1998.