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Historia del fútbol: evolución cultural

   
Profesor de Teoría e Historia del Deporte
Universidad Miguel Hernández
(España)
 
 
Dr. Jesús Paredes Ortiz
jparedes@umh.es
 

 

 

 

 
Resumen
     Este artículo presenta un estudio sobre la evolución cultural del fútbol: de juego a deporte. Realiza un recorrido histórico y ofrece una visión antropológica del fútbol, desde las sociedades originarias hasta principios del siglo XX. Habla sobre la importancia del juego y de lo humano y sobre los juegos de pelota. Desde sus raíces como juego, desarrolla la evolución cultural del fútbol, como fenómeno social y cultural, utilizando el modelo de Elman Service (1963), reestructurado por Morton Fried (1975) y adaptado por Blanchard y Cheska (1986).
    Palabras clave: Historia. Antropología. Evolución. Cultura. Fútbol. Juego. Deporte.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 106 - Marzo de 2007

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Introducción

I. El juego y lo humano

    Aparece como algo consustancial a la especie humana, el juego es tan antiguo como la propia humanidad. El ser humano ha jugado siempre, en todas circunstancias y cualquier cultura. Desde la niñez el ser humano ha jugado más o menos tiempo y a través del juego ha ido aprendiendo pautas de comportamiento que le han ayudado a convertirse en adulto y por tanto a vivir. Las personas necesitan del juego y no sólo en la niñez sino a lo largo de toda su vida. Los juegos conceden a posibilidad de seguir siendo niño sin perder la condición de ser adulto.

    El juego es una respuesta psicobiológica a la vida. Me atrevería a afirmar que la identidad de un pueblo está fielmente unida al desarrollo de sus juegos, que a su vez son generadores de cultura. Podemos partir de la tesis de que el juego es un importante pilar en el proceso de humanización, un fenómeno antropológico único, es una constante en todas las civilizaciones, ha estado siempre unido a la cultura de los pueblos, a su historia, a la tradición, costumbres, a lo mágico, a lo sagrado, al amor, al arte, a la lengua, a las guerras; han servido de comunicación entre pueblos, facilitando la comunicación entre los seres humanos.

    Muchos son los motivos por o para los que jugar y a su vez el juego es autotélico. Observamos que jugar se convierte en la primera asignatura en la vida del ser humano, no tiene ni convocatoria ni fecha concreta para aprenderla, se puede aprender en cada momento porque acompaña al ser humano durante toda la vida, ¿puede haber algo más importante?. El juego debe tener un papel predominante y debiera apuntar a la búsqueda del equilibrio vital, a la realización personal y social. Apoyo la teoría de Felskenian (1978) que nos invita a reflexionar acerca de un objetivo de la educación tan natural como sencillo "Sería ideal que el objetivo de la educación fuera la felicidad". De esta manera el juego cumpliría un rol de garantía humanística, convirtiéndose en un buen camino para la formación en la vida.

    Rojas (1998) va más allá al realizar una afirmación tan categórica como hermosa "la meta del hombre en la vida es ser feliz". Sin duda siguiendo esta hipótesis, el juego sería herramienta clave en la educación y en la recreación, pues contribuye a alcanzar la felicidad porque precisamente en él está parte de nuestra felicidad, ayuda a conocernos a nosotros mismos y contribuye a alcanzar una meta en la vida, conociendo a los demás y adaptarnos al entorno.

    Los juegos de pelota, y particularmente el fútbol, ofrecen una estructura lúdica que conecta parte del "yo" y de "lo social", así como los valores y contradicciones de la cultura. El fútbol, como fenómeno social total y como universal cultural del nuevo milenio, como juego y deporte es un fenómeno global que ofrece una estructura y cumple con la misión de cubrir la necesidad lúdica que tiene el ser humano en la vida.


II. El juego y la pelota

    Ya hemos visto que los juegos constituyen una respuesta vital, quizás sea ésta la explicación de por qué nos gusta tanto jugar. Pero, de manera especial, los juegos que más gustan, los que encantan a pequeños y grandes, y en los que más disfrutan desde hace miles de años, son los juegos de pelota. El juego de pelota se remonta a los primeros albores de la historia.

    Probablemente sea la esfera la forma geométrica más generalizada en el Universo, desde el descubrimiento del átomo del filósofo Demócrito; y sin duda, es la pelota, esfera de cualquier materia, el elemento lúdico más primitivo, el más usado en juegos de niños y hombres. Por tocar la pelota en un solo punto el plano que lo sustenta, es sumamente sensible al más mínimo impulso o el más ligero desnivel de plano de sustentación, moviéndose con extraordinaria facilidad, conservando siempre su equilibrio sobre cualquier punto de superficie.

    Las bayas esféricas, los frutos redondos o los cantos rodados sirven a los animales jóvenes, para descargar en sus juegos sus vitales e incontenibles energías vegetativas. De igual manera, los niños, desde muy temprana edad, se sorprenden, gustan y disfrutan con la fácil movilidad de las formas esféricas. Pero nos damos cuenta que de manera activa o pasiva, el ser humano cuando acaba su adolescencia sigue atraído de forma especial por los juegos de pelota.

    En un primer momento de la historia, cuando el ser humano necesitó para sus juegos formas esféricas de distinto tamaño, peso y elasticidad, utilizó las naturales que tenía a mano, y a modo artificial las manipuló, construyéndolas así de diferentes materias: de hueso, de piedra, de madera, de barro cocido, de metal, de vidrio, con adornos o sin ellos, con o sin color, para todos los gustos para saciar la necesidad del juego.

    El ser humano evoluciona hacia un estrato técnico más elevado y confeccionaría las pelotas con materias como la arena, crin, hierbas verdes o secas, con fundas de forma esférica hechas con corteza, de harinas, de burdo tejido o de cuero, y más adelante devanaría, en torno a un núcleo elástico o neutro, como fibras elásticas, vegetales o animales (vejiga hinchada y cuero de animal).

    Pero la confección de la pelota evoluciona y así surgen las mejores pelotas, hechas de un material más elástico, más sensible a la acción de quien juega y a la reacción del impulso dado por la propia pelota. Hablamos de las mejores pelotas, hechas con la goma americana, las macizas de ulli o caucho, usadas por los precortesianos de Méjico y de América Central. Más tarde aparece la pelota, de goma también, pero huecas, de caucho vulcanizado, producto industrial del siglo XIX que revoluciona los deportes, especialmente el fútbol.

    También hay pelotas que no botan, neutras; se suele decir de las pelotas elásticas que son pelotas vivas, sensibles a cualquier empuje, que botan en el pie, en el puño, la rodilla y cabeza, en el suelo o la pared; las pelotas muertas, sin embargo, que no botan, se usan desde la antigüedad grecorromana hasta nuestros días, han sido de arena, de harina, de salvado... y las pelotas vivas de crin, de trapo y lana, de corteza, de corcho, de bejuco, vidrio, marfil o goma: maciza o hueca, caucho o cuero.

    Entre sus formas más antiguas citamos las de barro pintado del viejo Egipto, las trenzada de fibras vegetales de la Indochina, las de ocho piezas de cuero y rellenas de pelo de la Antigua China, las de madera, las prensadas de pelo animal, las de vejiga de animal hinchadas de aire, las hechas con plumas, las de hierba, las de caucho macizo y elástica de la América Precolombina.

    La pelota debe considerarse el arquetipo de los instrumentos o materiales del deporte. La pelota es como la tierra: redonda, símbolo de humanidad, como el átomo, y el mundo, como el universo, es el signo de microcosmos personal y del macrocosmos social. La pelota nos simboliza la vida del ser humano y la vida del ser humano en el mundo, símbolo de vida, interna y externa, búsqueda de un espacio vital en la tierra, la pelota es en la vida, a su vez, lo que mejor se escapa a las leyes de la vida. Sobre la tierra tiene la extraterritorialidad de un átomo, una bomba, un proyectil, un mensaje domesticado. El aquí, el allí, el ahora, el mañana, lo material, lo espiritual, lo real, lo mágico, la bondad, la fe, la ilusión, el sueño, la razón, la imaginación, la posibilidad de crecer, de amar, de movernos, de progresar, de abrirnos con y hacia el mundo, de crear. La pelota o el balón simboliza los estados vitales del ser humano: lo corporal, lo psíquico, lo emocional y lo espiritual.

    Consideramos que el fútbol, como juego de pelota, por su implicación física, psicológica y emocional debiera desempeñar en el siglo XXI un rol de garantía humanística.


III. El fútbol: evolución cultural

    No deja de ser curioso que entre todos los juegos de pelota, los que más han llegado a las gentes han sido los de puerta. Pero especialmente el juego de pelota que ha fascinado a grandes y pequeños, a lo largo de toda la historia hasta la actualidad ha sido el fútbol, rey de todos los juegos. El ser humano tiene un ansia, una necesidad de jugar que queda totalmente colmada con este juego, tanto de manera activa como pasiva, y en cada una de las etapas evolutivas. El fútbol ofrece una respuesta vital al ser humano, que tiene necesidad lúdica.

    Buscando en la tradición de este juego, el fútbol tiene unas raíces muy profundas. Nos parece más adecuado, para seguir la pista de este fenómeno social y cultural, utilizar el modelo de Elman Service (1963), reestructurado por Morton Fried (1975) y adaptado por Blanchard y Cheska (1986). Este modelo establece cinco niveles de adaptación socio-cultural.


    1. Sociedades originarias (Banda de nivel I a nivel V)

    Banda de nivel I. Pueblos Nativos

    Los nativos australianos. En la actualidad se conocen varios tipos de juegos de pelota practicados por estos aborígenes y que aparecen registradas por distintos etnólogos (Roth, 1902; Howitt, 1904; Perry, 1923; Harney, 1952; Moncrieff, 1966; Salter, 1974).

    Los nativos practican distintos juegos de pelota. En el norte del continente se jugaba a lanzar y atrapar la pelota. Los participantes, divididos por grupos, se lanzaban la pelota de unos a otros mientras los del grupo opuesto intentaban interceptar el lanzamiento y atrapar la pelota. Según Roth, este juego era practicado por los kalkadun, quienes le llamaban "el juego de los canguros" porque la pelota es de cuero de canguro y los saltos y movimientos de los jugadores se asemejan a los de estos animales. Hay algunas variantes de este juego, entre ellas la practicada por los kurnai con una pelota hecha con un escroto de canguro relleno con hierba seca. El juego oponía a dos grupos locales y consistía en pasarse la pelota los del mismo grupo de forma no interrumpida y manteniéndola fuera del alcance de los adversarios. El juego podía durar variar horas sin interrupción. En la tribu djnghali se juega diariamente al juego de pelota, con sus dos variantes: con los pies y con cualquier superficie- en esta última modalidad se puede golpear la pelota con cualquier superficie del cuerpo, excepto las manos-. Se practicaba con una pelota hecha de hierba seca amarrada con un cordel y embadurnada con cera de abeja. En la primera modalidad de juego, la pelota sólo se puede desplazar con los pies y se intenta mantener fuera del alcance del contrario.

    El juego de pelota era la distracción favorita de las tribus wotjobaluk, wurunjerri y kurnai. El juego de pelota constituye un índice clánico del grupo totémico concreto. Dos de los segmentos de un clan se juntan para jugar contra dos segmentos de otro; o cuando toda la tribu se halla reunida por razón de algún ceremonial, los dos pares de adversario acampan a ambos lados del río. Durante las reuniones ceremoniales el par de subclanes afines se enfrenta indefectiblemente con el otro par.

    Podemos asegurar que estas actividades son inseparables de la vida social y son parte de su cultura y cumplen las siguientes funciones: enseñar a los jóvenes a comportarse como hombres, ayudar al mantenimiento de la forma, facilitar la socialización, invitar a participar de forma activa en el sistema judicial, planificar y preparar la lucha, resolver conflictos y conservar y difundir el acervo tribal de las poblaciones primitivas.


    Los esquimales del ártico. Los esquimales son uno de los pueblos cazadores primitivos más característicos del mundo. La vida esquimal se distingue por su jovialidad, el buen humor generalizado y el ingenio en el uso de distracciones para ocupar su tiempo de ocio. Una de ellas es la práctica de juegos de pelota. (Glassford, 1976; Bilby, 1923; Boas, 1888; Hoebel, 1954):

    Los esquimales practican una especie de fútbol, el akraunak, que se juega con pelotas de piel, de formas y tamaños variables, rellenas de hierba, musgo, plumas, virutas o incluso huesos de ballena.

    Las porterías se marcan sobre la nieve a una distancia variable y los capitanes eligen a los componentes de su equipo entre los jóvenes y viejos, hombres y mujeres, indistintamente, siempre procurando que las fuerzas estén equilibradas antes de empezar el partido. Los jugadores se colocan al lado de su portería y el balón, que solo puede ser golpeado con el pie, se lanza al centro del terreno juego para que salgan los dos equipos a intentar hacerse con el control de la pelota y empezar el ataque hacia la portería del equipo contrario. Cuando un equipo logra cruzar con el balón la portería contraria, se declara vencedor del juego.


    Banda de nivel II. Sociedades organizadas en tribus

    Estas sociedades están formadas esencialmente por asociaciones de grupos de nivel I y sus técnicas de supervivencia pasan por la caza, la recolección, la horticultura, el pastoreo y una economía de trueque entre bandas, con mayor nivel de intercambio que los grupos que hemos analizado anteriormente. Pertenecen a este nivel de sociedad: la tribu navajo, de América del Norte, la tribu de los chukchi de Europa Septentrional y Siberia.

    Los navajos. Son del Sureste americano. Constituyen un grupo atabasco parlante inmigrado del Canadá entre los siglos XIV y XV. Originariamente formaban parte de un gran grupo apache. (Blanchard y Cheska, 1986).

    Para este grupo humano una actitud fundamental en la vida es el sentido del humor así como la necesidad manifiesta de disfrutar y una profunda sensibilidad lúdica. Sensibilidad lúdica que se manifiesta en los juegos incrustados en su propia tradición y en los asumidos al entrar en contacto con la sociedad americana.

  1. El juego de pelota, es un deporte tradicional navajo, denominado "ndashdilka". Se practicaba en un campo delimitado por dos porterías marcadas y muy alejadas una de otra. Se juega con una pelota hecha con piel de venado rellena de semillas, que se lanza a ras de suelo con gran velocidad, y con un bate de madera de punta no curvada y mango recubierto de corteza de tronco. Se declara vencedor al primer equipo que logra traspasar con la pelota la línea de portería contraria.

  2. La práctica de los juegos tradicionales persigue estas funciones: conservación de las cualidades necesarias para la vida pastoril y para la vida nómada; distracción; oportunidad de interacción social en el seno de la comunidad; reconocimiento del carácter y valores de la tribu.


    Los chukchi. Su nombre, chuckchi, se deriva del aborigen chau'chu (rico en renos). Forma parte de un importante grupo de pueblos pastores de renos que se extiende desde el norte de Europa hasta la costa ártica de Siberia. El centro de su vida económica es el reno y tienen varios dispositivos para cuidar y explotar los rebaños --trineos, cabestros, tirantes.

  1. Los juegos de pelota no tienen una reglamentación específica, salvo que pueden desplazar la pelota con mano y pies.

  2. Los juegos tradicionales en esta sociedad, persiguen reforzar y mejorar las aptitudes indispensables para sobrevivir en su eco hábitat; expresar su mitología con sus fórmulas sagradas; mejorar la sociabilidad interna y externa del grupo y perfeccionar las cualidades físicas de los que participan.


    Banda de nivel III. La jefatura

    La evolución del ser humano introduce cambios en las estructuras económicas, sociales, políticas y religiosas. El deporte refleja ese cambio adaptándose a él. Como resultado de esta evolución aparecen las sociedades de nivel III, que se caracterizan por una mayor densidad de población, la tendencia a un mayor asentamiento, los cambios en el sistema de subsistencia y la aparición de la jefatura como rasgo principal. Las relaciones siguen siendo familiares y los sistemas jerárquicos se establecen de manera que cada cuál tenga iguales posibilidades de acceso a los bienes y servicios pero no igual acceso al "status" de prestigio. El liderazgo político es hereditario, y el jefe es miembro de un clan o familia concreta. En cuanto al deporte, requiere equipos más complejos, reglamentos más sofisticados y unidades de competición más amplias (Firth, 1979). Me interesa analizar, por su esencial importancia, a los a los choctaw.


    Los choctaw. Son descendientes de las poblaciones prehistóricas del Mississippi que constituyeron una cultura floreciente durante el período de 500 a 1500 d. C. El jefe tenía un poder limitado, su autoridad se imponía por medio de sus cualidades de mediador en los conflictos que surgían en el seno de la comunidad. La religión formaba parte de una cosmología en la que el sol era considerado como fuente básica de poder sobrenatural. Tenían la figura del alikchi ("hechicero o curandero"), "milagreros" con poderes sobre la lluvia, "profetas" y distintos tipos de "brujos y brujas", todos ellos tenidos por depositarios de poderes sobrenaturales (Shallins, 1972).

    La descripción del juego que juegan los indios americanos nos llega en el año 1634. Los indios de esta región, como también en la región de Massachussets, jugaban con una pelota de cuero, rellena de crin, empujándola con los pies a través de un campo llano de una milla de largo, para meterla en la portería contraria señalada con dos palos hincados en la tierra en cada uno de los extremos del campo. Los equipos son de diez jugadores cada equipo; con frecuencia la partida dura uno o dos días, marcándose en el campo la situación de la pelota al suspenderse el juego (Tudela de la Orden, 1966).


    Banda de nivel IV. El estado primitivo

    Los grupos humanos de nivel IV viven de la agricultura y difieren del nivel anterior, las jefaturas, en que el estado está estratificado, tiene el monopolio del poder y crea su propia legalidad. La estratificación conlleva la existencia de clases sociales. La población de los estados primitivos es mayor y la ley tiende a definirse en términos territoriales más que familiares. Analizamos la actividad lúdica del estado primitivo zulú.


    La sociedad zulú. Están localizados en el estado de Natal, en África del Sur y forman un pueblo de pastores de bovinos, cabras, ovejas, gallinas. Son cultivadores de maíz, sorgo, calabazas y boniatos. Complementaban estos recursos con la caza y la recolección. Su cultura es reveladora de una tecnología del hierro muy avanzada. La descendencia familiar es patrilineal y el sistema social se fundamenta en la existencia de un complejo sistema de clases. El rey era dueño de todo y ejercía su autoridad por medio de un sistema de jefes de distrito y de un ejército permanente. Todas las tierras pertenecen al rey y a los miembros de su familia, que formaban la clase superior. La religión de los zulúes se centraba en el culto a los antepasados, a los dioses, a otros shamanes y magos especializados (Service, 1963), Bryant (1970):

    Es el juego preferido, el fútbol permite no sólo expresar las ansiedades y tensiones anónimas de la vida urbana sino también manifestar de forma moderna y aceptable la agresividad y la hostilidad que reinan entre las poblaciones de las grandes ciudades de la República. Además, los equipos de fútbol tienen sus propios brujos, que tienen como finalidad aumentar con su magia la eficacia de su equipo al tiempo que sus maleficios perjudican al equipo oponente. Cuando se sospecha que un jugador está hechizado puede ser dado de baja, además de no ser alineado, por miedo a que el hechizo se extienda a otros jugadores (Scotth, 1961).


    Banda de nivel V. El Estado Arcaico

    La civilización primaria se caracteriza por la aparición de ciudades, por una agricultura dotada de labranza y sistemas de regadío, por la existencia del sistema de escritura, de la ciencia y de leyes codificadas y tecnologías militares complejas. Como ejemplo de estas civilizaciones arcaicas aparecen los estados mesopotámicos (Sumer), el egipcio, el chino, el indio y los estados mesoamericanos (Blanchard y Cheska, 1986).


    Estados Mesopotámicos. En estas sociedades la actividad lúdica se hace más compleja. Precisan instalaciones, equipos especializados e instituciones deportivas. Aparecen dos nuevos fenómenos: el gran número de aficionados y el profesionalismo. Se encuentran restos arqueológicos, que confirman esta realidad. Por ejemplo hay una placa votiva de 23 x 5,5 cm. que constituye la prueba más antigua de la práctica deportiva. Representa tres parejas de luchadores en distintas fases del combate, y contiene manifestaciones no sólo de lucha sino de boxeo y de caza deportiva, así como de juegos de pelota. Procede del período dinástico temprano de la civilización sumeria (3000-1500 a. C.). Las actividades básicas de los estados urbanos primitivos son el atletismo, la lucha, el tiro, la gimnasia, los deportes acuáticos y los juegos de pelota (Palmer y Howell, 1973).


    Estado Egipcio. En el viejo Egipto aparecen pintadas pelotas de barro e imágenes de juegos de pelota. El único legado que nos queda son algunas pelotas, conservadas por la sequedad del aire y que se pueden contemplar en los museos de El Cairo, Londres y Berlín. Las pelotas son de colores, hechas de piel o de trenzado de punto estrecho, cosido con tendones a puntadas en cruz; las pelotas están rellenas de salvado o de juncos. Había también pelotas de palmera trenzadas y otras de arcilla o loza fina.

    En el Egipto Prehistórico las pruebas son más abundantes Las pruebas descubiertas en las tumbas denotan la presencia de juegos de pelota, especialmente en un equipo lúdico supuestamente del período predinástico, hacia 3000 a. C. (Abdou, 1973). Restos arqueológicos más recientes pertenecientes a las dinastías faraónicas demuestran la existencia de celebraciones deportivas y festivas como la caza, la cetrería, la pesca, la danza, el tiro con arco, la natación, las carreras pedestres, la equitación y los toros. Asimismo aparecen ciertas actividades deportivas (saltos acrobáticos, lucha con cuerda, juegos de tiro y lanzamiento y juegos de pelota) que estaban reservadas a las clases dominantes (Palmer y Howell, 1973). En Egipto se dan las primeras manifestaciones de juegos de pelota Uriel Simri, 1973) y aparecen pinturas murales de las tumbas de Bemi Hassan de principios del II milenio antes de Cristo que reproducen una serie de actividades realizadas por mujeres con pequeños objetos esféricos.


    Estado Chino. En la china prehistórica, bajo el mandato de la dinastía Chou (1100-800 a. C.), los juegos y el tiro con arco son muy importantes en la vida cotidiana. En concreto, el tiro con arco adquiere un protagonismo en la vida social que permitía incluso medir la valía de un hombre por su destreza en el tiro, por lo que se usaba como prueba para la elección de funcionarios (Sasajima, 1973). Durante la en la dinastía Han (206-a.C-.25 d.C.) los chinos ya practicaban el fútbol (Giles, 1906; Diem, 1966; Guillet, 1971); Mandell, 1986; Blanchard y Cheska, 1986).

    La civilización china es la que nos ofrece la más antigua historia del deporte y la primera sistematización y generalización del uso de las actividades físicas y deportivas, que aparecen pormenorizadas en su método básico de educación física: el cong-fu, creado en el 2700 a. C. (Diem, 1966).

    En los tiempos primitivos la educación comprendía las seis artes liberales: música, danza, aritmética, literatura, esgrima, guía de carros. Diem considera a Huang-ti el introductor el fútbol (ts'u-chu), con el que pretendía inculcar a sus soldados habilidad y espíritu de colaboración. Desde le milenio tercero en adelante es mencionado. Se jugaba con dos equipos de diez jugadores y desde épocas muy remontas existía una división táctica. Se menciona al portero, quien, si la pelota no cruzaba su puerta tenía que devolverla al campo y otro jugador

    En la dinastía Han (206 a.C-25 d.C.) los chinos practicaban el fútbol (Giles, 1906). El emperador Huang-Ti creó como entrenamiento militar un juego que consistía en patear una pelota de trapo rellena de pelos de caballo, en un principio. Posteriormente, a partir del siglo VI d. d. C., la pelota estaba formada por ocho piezas de cuero, completamente redonda e hinchada con aire; la técnica para hinchar la pelota era un enfriamiento y calentamiento sucesivo. El juego se denomina ts´u-chü (ts´u: jugar con el pie; chü: pelota). Aparece en el tercer milenio, se menciona por primera vez en el año 2697 a. C., en un "manual de ts´u-chü", de 25 capítulos, redactado en la época de la dinastía Han.

    El desarrollo del juego tiene lugar en un campo de forma rectangular, que se podía jugar con el pie y consistía en hacerla pasar entre dos estacas de bambú de cinco metros de altura, clavadas en el suelo y unidas entre sí por un cordón de seda, que estaban en las líneas de fondo. El campo quedaría limitado por dos bambúes de cinco metros de altura y algunos travesaños, que formaban la portería. El espacio entre ellos estaba cerrado en parte por una red; había que hacer pasar con el pie la pelota por los huecos que la red dejaba, para conseguir el tanto.

    El juego se jugaba entre dos equipos de más de diez jugadores, entre los cuáles uno asumía la dirección. Aparecen mencionados cometidos tácticos, por ejemplo se habla del capitán y del portero, quien si la pelota no había entrado por su meta, debía devolverla al campo de juego para que otro jugador se la cediera al capitán del equipo, quien reanudaba el encuentro. También se menciona la técnica del juego, se describen más de setenta jugadas con todo detalle. En las normas se especifica once casos considerados como faltas y otros diez casos en los que se debía suspender el juego.

    La victoria era el resultado de distintos cálculos de puntos: grandes y pequeños. El equipo ganador era recompensado con banquete de manjares, frutas y vinos; el equipo perdedor recibía insultos, atropellos y a veces incluso apaleados. Se sabe que había jugadores capaces de realizar acrobacias con la pelota, y no sólo con el pie. Así aparece un sacerdote del Tao, descendiente de Confucio, K´ung Kuei, ha pasado a la posteridad como famoso y muy hábil jugador capaz de golpear la pelota con las distintas superficies de sus dos pies, y acariciar la pelota con los hombros, la cabeza, rodillas y muslos, e incluso era capaz de hacer rodar la pelota alrededor de su cuerpo.

    El legado de este juego no nos traduce con claridad la dinámica del juego ni la puntuación, si que nos consta que debemos pensar que el ts´u chü como un juego de exhibición o presentación del arte de jugar a pelota. De dinastía en dinastía continuó la costumbre, aparecen relieves de monumentos anteriores a Cristo, grabados, cuadros y jarrones. El juego era representado, muy a menudo, en pinturas y obras de arte de la época, catalogadas como obras de "rebelión de los espíritus celestiales" o de "movimiento divino".


    Estado Japonés. En Japón, el estrecho enlace entre la pelota y la religión se ha mantenido hasta hoy día. La ceremonia del kemari todavía pertenece al ritual del sintoísmo. Es probable que cierta variación del fútbol chino, el del corro, haya pasado al Japón. Lo cierto es que adopta en el año 587 de la era cristiana por el emperador, razón por la cual sigue siendo hasta la fecha como un privilegio de la más alta nobleza, los samurais. Todos los años, el kemari se celebra junto al templo de Tonomine, en la provincia de Yamato, siguiendo los antiguos ritos y reglas.

    El campo de juego se halla situado en las inmediaciones de un santuario y anteriormente estaba limitado por cuatro árboles ceremoniales: un pino, un enebro, un sauce y un cerezo. Hoy día el campo es cuadrado de 14 x 14 metros y está delimitado por cuatro estacas de bambú, y todavía es el sacerdote quien guarda la pelota, de piel de ciervo, sin vejiga de caucho, en el templo y la lleva al campo, fijada sobre una rama de enebro.

    Los nobles participantes visten modelos antiquísimos de ceremonial, con zapatos especiales, sombreros de paja y anchas vestiduras de ricos bordados. Juegan al kemari en corro, la pelota se golpea con los pies y con los muslos y el sacerdote, como árbitro, se sienta en el borde del campo, junto a él un reloj de arena. El juego consiste en mantener el balón en el aire durante veinte minutos.

    El kemari fue un juego respetuoso, una actividad educativa, en la cuál se utilizaba la pelota sin ánimo competitivo, sino con el único objetivo de aprender y respetar a los compañeros de juego. Los participantes deben jugar con gracia y cortesía sin chocar unos con otros. Gracias al fomento imperial, en la actualidad subsisten dos clubs "kemaristas" en la antigua residencia de Kyoto.


    Estado Hindú. A partir de las invasiones sería cuando se incorporan a la civilización hindú, entre otras los juegos de pelota (Rajagopalan, 1973).

    Desde este análisis sobre los juegos de pelota de los grupos humanos, entre los niveles I al V, queremos expresar las siguientes consideraciones:

  • Es difícil establecer distinciones cualitativas entre las instituciones deportivas características de los distintos niveles evolutivos, pues la mayor parte de las mismas son sólo cuantitativas.

  • Debido al reducido número de análisis antropológicos específicos de un deporte determinado, resulta delicado hacer generalizaciones sobre las características de los juegos de pelota en los diferentes niveles de la escala evolutiva.

  • No obstante, dado que las actividades deportivas como manifestaciones lúdicas, recreativas y competitivas forman parte de la vida y de la estructura social y son reflejo de la cultura de la sociedad, las características a escala de la sociedad deberán manifestarse en los juegos de pelota. Esto significa que si los sistemas culturales de dos poblaciones sufren variaciones, sus instituciones lúdicas y/o deportivas también experimentarán cambios en el mismo sentido.


    Las sociedades Maya y Azteca.

    La actividad deportiva prehistórica más estudiada y controvertida es el juego de pelota, denominado tlachli por los aztecas y pok-ta-pok por los mayas. Los investigadores han encontrado muchos campos de juego, representaciones pictóricas, utensilios, mecanismos del juego y gran número de referencias históricas y etnológicas. Este juego que hunde sus raíces en la prehistoria, presenta, en los estudios antropológicos un gran número de incógnitas que no han podido ser satisfactoriamente contestadas, como el origen y el lugar de aparición, el significado y el desarrollo del juego, normas, dimensiones económicas, sociales, políticas y religiosas del acontecimiento. Este juego de pelota, con algunas variantes se sigue jugando en México.

    En Méjico y América Central el juego de pelota pertenecía a una ceremonia, que ya se practicaba 1500 años a. C. con una pelota de caucho. A partir de hallazgos arqueológicos, se ha elaborado la hipótesis de que el origen del juego de pelota habría venido determinado por la presencia de ulli -caucho-, con las que se confeccionaban las pelotas para el juego. Concretamente destacan la región de Tabasco y el sur de Veracruz -principal ciudad productora de este material-. Es precisamente en esta zona donde apareció el primer gran desarrollo cultural de Mesoamérica -1200 a 200 a. C.-Realmente no se puede asegurar que se jugase al fútbol, aunque los indios de la selva amazónica boliviana aseguran que un juego de pelota tiene orígenes remotos, y consiste en correr detrás de una pelota esférica de goma maciza y la intención del juego es meterla entre dos palos sin hacer uso de las manos.

    Entre los indios de México y América Central jugaban a la pelota, generalmente con la rodilla y la cadera o con el antebrazo, aunque tenemos pruebas sobre el juego de pelota con el pié en Teotihuacán - capital de la cultura del período clásico inicial (0 al 600 d.C.)-, ya que en las pinturas murales de uno de los palacios de la ciudad, llamado Terpantintla, y en las pinturas de Chichén-Itzá aparecen escenas en las que hay una serie de pequeños personajes jugando a pelota con el pie y con la rodilla, también aparecen diversas modalidades del juego. La forma de juego más difundida en esta época, consistía en golpear la pelota con la cadera, pero hay un hombre que la golpea con los pies y se evidencia la utilización de marcadores. Aparece, también, un mural de más de mil años que muestra un azteca jugando la pelota con la pierna izquierda en Tepantitla. Cuando el juego finalizaba, la pelota llegaba a su fin: el sol llegaba al amanecer después de traspasar la muerte. Entonces para que el sol naciera, había de haber sangre en sacrificio. Los aztecas tenían la costumbre de sacrificar a los vencedores. Antes de cortarles la cabeza, les pintaban el cuerpo en franjas rojas. Los elegidos de los dioses daban su sangre en ofrenda, para que la tierra fuera fértil y el cielo generoso

    En América, desde Méjico al Paraguay, los indios mostraban una agilidad increíble en los juegos de pelota. La construcción de las primeras canchas de juego se incrusta en la prehistoria de la civilización maya (200-300 d. C.). Estas canchas son rectangulares, con el suelo pavimentado y en forma de Y, lo que ha impulsado a determinados antropólogos a atribuir al pueblo maya la paternidad de este juego de pelota (Blom, 1962; Olsen, 1974; Humphrey, 1981).

    En el siglo XVIII, un sacerdote jesuita español que se encontraba en las misiones del Alto Panamá describió así el juego como costumbre de los guaraníes: "no lanzan la pelota con la mano, como nosotros, sino con la parte superior del pie descalzo".

    Sin entrar en polémicas, ya que no es propósito de nuestro estudio, lo cierto es que los mayas construyeron el mayor número de canchas de diferentes tamaños que oscilan entre 10 y 165 metros, como los de Copán, Palenke, Tikal, Uxmal, Kaminaljuyén y Chichen-Itza. Los campos de juego de pelota se llamaban tlachtli, estaban rodeados de cercas de piedra o de tierra, solían estar dedicados, en México al dios del sol "Huitzilopochtli", en otros lugares a los del día, la noche, la luna y las estrellas. Las reglas del juego eran muy similares de unos lugares a otros y los principios básicos del reglamento se respetaban en todas partes: en el juego sólo compiten equipos con el mismo número de jugadores, entre 2 y 11, y se podía mantener o impulsar la pelota con cualquier parte del cuerpo, excepto con las manos y los pies. El gol consistía en introducir la pelota en la zona extrema y opuesta de la cancha y se declaraba vencedor al equipo que marcaba primero el número de goles pactados antes del juego. Se utilizaba una pelota de caucho que oscilaba entre 20-30 cm. de diámetro y entre los 2,270 y 3,630 kilogramos de peso.

    Otro juego más parecido al actual es el balón. Rabelais (1535), al describir la abadía de los telemitas, distingue el juego de pelota de otro que su héroe Gargantúa "jouait a la grosse balle, et la faisait bondir en l´aire autant du pied que de poing" (Muñoz Olave, 1928). La pelota grande, que se impulsaba con pies o con el puño cerrado, se refiere al balón actual. Hasta dividirse el football del rugby, se permite el golpeo con pies y manos. En Europa no se estilaban las pelotas infladas recubiertas de cuero: el juego era conocido en Méjico, Centro América, Antillas, Colombia, Venezuela y Amazonas. Tenían campos a propósito, de anchura y largo señalado con líneas a modo de porterías, con asientos de piedra alrededor para los espectadores, y tribunas de honor, donde los caciques y señores se acomodaban en duhos o asientos preciosamente tallados. El modo de jugar, y su semejanza con el juego europeo lo describió minuciosamente la primera autoridad en "Historia de las Américas", Fernández Oviedo (1920), quien se cuestionaba que el deporte, hoy tan en boga, lo hemos aprendido de los indígenas americanos, como el fumar. Insiste el historiador "En Italia ya lo jugaban antes de descubrir América, en el siglo XV; y con el nombre castellano "calcio" - balompié- y vi jugar un juego de pelota muy gruesa, tan grande como una botija de arroba, o más grande, y la llamában balón o palon. Y en especial lo vi en Lombardía y en Nápoles muchas veces, a gentiles hombres: y dábanle patadas a aquella pelota o balón con el pie, y en la forma de juego pareciere mucho al que es dicho de los indios". Al respecto se refiere el Padre Gumilla diciendo que sin tanta solemnidad pero no con menos furia y maña, el mismo juego era practicado entre salvajes y refiriéndose a una destreza bárbara en el juego que poseían los indios Otomacos de Orinoco (Bayle, 1966).

    Estos juegos de pelota de las sociedades maya y azteca, tienen los siguientes objetivos:

  • El juego constituye una buena preparación física, psíquica y espiritual para la vida.

  • El juego era una forma de guerra, y además de una preparación bélica.

  • El juego posee un profundo significado ritual.

  • El juego explica la situación del hombre en el cosmos.


    2. Sociedades Secundarias

    Etruria y Creta

    Pruebas arqueológicas demuestran que alrededor del año 600 a. C. Se practicaban en Etruria ciertas actividades deportivas, entre ellas los juegos de pelota (Howell y Sawula, 1973).

    En el período minoico de la antigua Creta el deporte fue una institución importante y compleja. Son muchas las pruebas aportadas en las que abundan las descripciones de los juegos, así como del equipo que se utilizaba para practicarlos. Los minoicos practican juegos de pelota (Evans, 1921). La civilización cretense presenta una afición muy viva por estos juegos (Guillet, 1971).


    Raíces griegas

    Hay una gran influencia griega en las actividades lúdicas de otras civilizaciones. Pericles decía que para un hombre no era vergüenza la pobreza sino la actividad. Se ambicionaba la fama. Dicha aspiración al honor motivaba la alegría agonal y la búsqueda de la perfección para de esa forma servir a la comunidad. El honor y el areté eran la principal razón de vivir entre los griegos. El pueblo griego consideraba que la perfección no era posible sin la belleza del cuerpo, por lo que en la paideia la actividad física era fundamental. Los dos elementos de la educación, para los griegos, eran la gimnasia y la música. La gimnasia designaba el conjunto de ejercicios físicos, y la música englobaba todas las artes de las Musas. Los nombres de Platón y Aristóteles han quedado unidos a los dos principales gimnasios de Atenas, donde impartieron sus enseñanzas, el primero al de la Academia y el segundo al del Liceo. Dato significativo de la importancia del deporte en la educación y como función higiénica es que se recibía a los alumnos de los gimnasios con una inscripción en la puerta "Sácate tus vestidos y juega con nosotros, si no vete".

    La pelota se utilizaba en diversos juegos, pero el juego de pelota con el pié nunca despertó demasiado interés entre los helenos. Sin embargo en tiempos de Aristóteles y de Platón fueron estudiadas las trayectorias de la pelota y los rebotes en relación con la densidad del aire y con la fuerza de la gravedad, habiendo dejado escritas más de veinte páginas sobre diferentes golpeos, y estilos, como hoy día se entiende, estudios de biomecánica.

    Los griegos denominaban generalmente a los juegos de pelota con el nombre de sphairistikè, su práctica es habitual ya en el siglo IV a. C. En resumen, los griegos practicaron los siguientes juegos de pelota (Diem, 1966; Guillet, 1971; Mandell, 1986):

    Los juegos de pelota se practicaban a pie o a caballo. La pelota se rellenaba de plumas, lana o pelo y se usaban balones de vejiga de cerdo que se calentaba sobre cenizas para estirarla. Los juegos de pelota no figuraron nunca en los programas de los juegos atléticos aunque eran muy practicados por el pueblo griego y constituían la esferística (sphaeristerium). Había numerosos tipos de juegos de pelota, pero no ha sido posible reconstruir sus reglas de forma precisa. Se conocía el juego de lanzar y pasar la pelota, practicado por niños y también adultos; la feninda, juego de pases y fintas que se asemeja al balonmano; el aporaxis, parecido al frontón, que se jugaba con pelotas pequeñas; el urania, similar al rugby que se jugaba con un balón más grande. En este juego había que alcanzar la pelota al vuelo, aunque no se indica si la pelota debía ser impulsada con manos o pies; el harpaston, que recuerda los juegos de balón; el shadere machis, que se jugaba con una vejiga de buey rellena con tierra, en forma de pelota; el coricos, especie de saco de arena colgado del techo, que había que rechazar con las diferentes partes del cuerpo. Y por último un juego muy posiblemente introducido en la Hélade por los fenicios, llamado episkyros, episkoros o episkouros, en el que se impulsaba una vejiga llena de arena que hacía las funciones de pelota que se podía golpear con el pié. La pelota, representada con gran frecuencia en los monumentos griegos, simbolizaba la juventud o el arte de curar. En su Tratado de Gimnasia, el famoso médico Galeno que debía realizar severas críticas contra los atletas, recomienda la práctica de los juegos de pelota, además de hacer referencia a unas tablas de ejercicios para el entrenamiento de los atletas y precisa una serie de ejercicios con balón y los distintos ejercicios para lograr la buena posición, la colocación, la puntería y la potencia.

    En tiempos de Platón y de Aristóteles fueron estudiadas las trayectorias de la pelota y los rebotes en relación con la densidad del aire y con la fuerza de gravedad, habiendo dejado escritas más de veinte escritos sobre diferentes sobre el estudio de los golpeos o si se prefiere biomecánica. Es interesante advertir que en las comedias de Antífanes, hay expresiones como "pelota larga, pase corto, pelota adelantada...". Así como asegurar que en el mármol de una tumba griega de cinco siglos antes de Cristo, aparece un hombre golpeando la pelota con la rodilla.


    Raíces romanas

    Cuando el emperador Teodosio I, en su lucha contra el paganismo, publicó en el año 292 un edicto prohibiendo los Juegos Olímpicos de la antigüedad en los que se celebraba la belleza y la fuerza del cuerpo y de esto hacían un culto a los dioses ya se manifestaba el pensamiento romano que conquistó a Grecia: el entrenamiento sólo se entendía con el fin de darles valor y grandeza a las legiones. El esfuerzo desinteresado ya no se valoraba. Los juegos de pelota y los baños quedaban exclusivamente para los ricos. Los gladiadores que atraían a las masas a los espectáculos del circo eran profesionales. La estética y las emociones provocadas por una lucha leal se habían convertido en crueldad y salvajismo.

    Con influencia griega, Mercurialis (1573) en su obra "De Arte Gimnástica" habla de los juegos de pelota, diferenciándolos en: follis, la pila trigonalis, la pila spaggánica y el haspartrum. Los romanos denominaban a los torneos de juegos sphaeristerium y a los juegos de pelota sphaeromachia. Su afición por los juegos de pelota de los que se conocen tres tipos básicos: el invicem dare, consistente en pasarse la pelota; el expulsim ludere, que consiste en golpear o hacer botar la pelota; el datatim ludere, que consiste en lanzar alternativamente la pelota; y el raptim ludere, que consiste en luchar por la posesión de la pelota.

    Hay que subrayar el juego de las legiones romanas haspartrum, nombrado por Marcial, Séneca y Antilo, en el que todo era permitido, se jugaba de una manera extraña, ya que el campo de juego era el límite entre dos pueblos, ganaba el bando que conseguía llevar con los pies el balón hasta la puerta de la iglesia del pueblo contrario. Se lograba penetrar en terreno contrario cometiendo todo tipo de brutalidades en el juego, por lo que resultaban heridos muchos participantes, a quienes había que cuidar antes y después de los partidos.

    Dicen los escritos de la época que Julio César era bastante bueno con las dos piernas y que Nerón, gran aficionado y tramposo, no adornaba la técnica del juego, aunque hacía trampas para que se hablara de su buen juego.

    La decadencia romana quizás debida al abandono de los aspectos positivos de su educación, hizo que las actividades deportivas sufrieran un estancamiento y retroceso, incrementado supuestamente por la lógica aversión que poco a poco iban teniendo los cristianos hacia las actividades imbuidas de un sentido pagano. Parece ser que este juego evoluciona al calçio medieval.


    3. Sociedades medievales

    Durante la Edad Media, la soule se jugaba por toda Francia, pero especialmente es un juego de Normandía. Se practicaban dos modalidades; la "soule" corta, que se jugaba en un terreno de juego delimitado y con un gran número de jugadores (pudiendo llegar hasta 100), consistía en llevar la pelota (ve sícula de cerdo inflada de gran tamaño) al otro extremo del campo; y la "soule" larga, que consistía en llevar la pelota desde un pueblo a otro. Este juego se jugaba con un balón, cuyas medidas variaba, era de cuero y relleno de hierba. Se trataba de llevar el balón a un punto determinado del campo contrario, hacerlo pasar entre dos postes o, incluso, hacerlo atravesar por un aro cubierto de papel. Generalmente los partidos se organizaban con motivo de una fiesta. Para formar los equipos se enfrentaban los habitantes de dos pueblos, o bien a los casados contra los solteros. Aquellos que no tenían posibilidad de participar en los torneos utilizaban este juego para satisfacer su violencia, que incluso, en ocasiones, acababan en accidentes mortales.

    Este juego fue muy popular entre los campesinos y los estudiantes y se mantuvieron vivos a pesar de todas las prohibiciones y el rechazo de la aristocracia.

    Aunque en un principio este juego era practicado sólo por el pueblo, encontramos noticias que indican que el propio rey Enrique II de Francia fue brillante en el juego "Y, de hecho, el rey no jugaba un partido en que Ronsard no fuera siempre llamado a su lado. Una vez, entre otras, habiendo planeado el rey una partida para jugar al balón en Pré-aux-Clercs, donde a menudo se tomaba esta diversión, por ser un ejercicio de los mejores para robustecer y devolver la juventud, no quiso que se jugara sin Rossard. El rey y los suyos vestían librea blanca, y monsieur de Laval, capitán del otro equipo, la llevaba roja. Allí, Ronsard, que estaba en el equipo del rey, lo hizo tan bien, que Su Majestad dijo en voz alta que él había sido la causa de la ganancia obtenida en la victoria" (Gillet, 1971).

    En Francia, durante el reinado de Enrique II, la soule y los juegos se popularizaron, ya que incluso el rey los practicaba. Bajo la influencia francesa, por el matrimonio de María Estuardo con Francisco II, rey de Francia, en el año 1558 estos juegos se introdujeron en la Corte de Escocia.

    Hay constancia escrita (hacia el año 1000) de este juego, siendo muy popular durante los siglos XI, XII y XIII. Al principio, los partidos de "soule" se jugaban durante los días festivos de Navidad y la vigilia de Cuaresma, y, posteriormente todos los domingos. A causa del gran número de participantes y de los contactos y amontonamientos que se producían en el juego, su práctica empezó a ser peligrosa, produciéndose, de cuando en cuando, alguna muerte. Llegando a ser su práctica tan violenta que se prohibió en el año 1369, aunque tradiciones locales lo mantuvieron- sobretodo el martes de carnestolendas- en Bretaña, Normandía y Picardía, donde adoptó características de juego regional a principios del siglo XX.

    En el siglo XV, el harpastrum renació en las ciudades italianas, especialmente en Florencia y Padua, bajo la forma del calcio. Durante el Renacimiento se jugaba en Italia. En un primer momento, el quico del calcio fue un juego de la nobleza y pasó luego a ser practicado por la burguesía y más tarde, se convirtió en juego popular, un pasatiempo y también en un juego de mascarada del carnaval.

    El juego de persecución es el giocco del calcio (es en realidad el juego que más se asemeja al fútbol actual). En un primer momento, el calcio fue un juego practicado por la nobleza y pasó luego a ser practicado por la burguesía. Más tarde, se convirtió en un pasatiempo, en una mascarada de carnaval. La tradición del gioco de calcio era florentina y se consideraba que existía un auténtico calcio florentino, como recoge de Bardi en su "Discorso sopra el giuoco del calcio florentino" publicado en 1580 y reeditado sucesivamente en 1615, 1673, 1688, 1766, 1898, y 1931. En el calcio primitivo se permitía empujar la pelota con el pie, rodar por el suelo, cogerla con las manos y correr pero no lanzarla. Las dimensiones del campo eran de 100 por 50 metros. El terreno de juego estaba delimitado por unos postes de 1 metro y 20 centímetros, que cuando se traspasaba daba lugar a una "caçia", que daba lugar a un cambio de campo. Los jugadores a las dos faltas eran cambiados y se jugaba desde que salía el sol hasta que se ponía. Se jugaba de enero a marzo; cada equipo vestía una indumentaria que permitía distinguirlos y el número de jugadores por cada equipo era de 27: 15 "innanzi" o delanteros; quince metros más atrás, 5 "sconciatori" o enlaces; diez metros más atrás, 4 "datori innanzi" o medios y 3 "dato addietro" o defensas de zona. Los Papas Clemente VII, León X y Urbano VII eran adeptos a este juego en su juventud.

    Es un juego que se juega en público entre dos equipos de gente joven. A pié y sin armas, esforzándose ambos equipos en pasar una pelota de tamaño regular, llena de aire, al campo contrario. Las dimensiones del campo eran de 100 por 50 metros y podría jugarse desde que salía hasta que se ponía el sol.

    Se jugaba sobre un terreno bien delimitado; los jugadores vestían ropa de terciopelo o de seda, de colores diversos; la pelota debía sobrepasar la línea de fondo del campo contrario con lo que se conseguí un punto o "caccia". Se jugaba, indistintamente, con manos y pies, pero no podía sobrepasar la altura de los jugadores. Al principio participaban entre 20 y 40 jugadores por equipo, que se distinguían con colores diversos. El primer lanzamiento, para abrir el partido, se otorgaba por sorteo y se realizaba con el pie desde el centro del campo.

    La tradición del juego aparece en Florencia, en donde se considera que hubo un calcio florentino, como recoge Bardi en "Discorso sopra el gioco del calcio florentino" editado en 1580. En el calcio primitivo se permitía empujar la pelota con el pie, rodar por el suelo, coger la pelota con las manos y correr pero no lanzarla con las manos, solo se puede pasar y lanzar con el pie. Se jugaba tradicionalmente entre los meses de enero y de marzo; cada equipo vestía una indumentaria que permitiera distinguir a los jugadores de diferente equipo y jugaban 27 jugadores por cada equipo.

    Los equipos se distribuían en 15 innanzi o delanteros, 5 sconciatori o enlaces, 4 datori innanzi o medios y 3 datori addiestro o delanteros. Los delanteros debían progresar impulsando la pelota con los pies, los enlaces y los medios, para impedir el ataque de los contrarios podían "placar", y se producía una scaramuggia, falta que producía una especie de melé en la que los defensas intentaban recuperar la pelota y despejar su campo con los pies, ayudándose con las manos.

    En la actualidad, una vez por año, se practica el calcio en Florencia y permanece vivo en el recuerdo. Este juego, del que la Federación Italiana de Fútbol asegura que en Florencia radica el origen del fútbol, se practicó hasta el año 1700, siendo adeptos del juego los papas Clemente VII, León X y Urbano VII.

    Defensores del origen del fútbol en este juego argumenta que el juego del haspartrum, del que evolucionó el calcio, fue importado por las legiones romanas a las Galias y tuvo su entrada en Inglaterra con las tropas de Guillermo de Poitiers "El Conquistador", a partir del año 1066.

    Sobre ello, hay que decir que siglos después de que legionarios romanos llevaran el novedoso juego a las Islas británicas, en 1314, el rey Eduardo II estampó su sello en una cédula real en la cuál condenaba este juego plebeyo y alborotador "estas escaramuzas alrededor de pelotas, de las que resultan males que Dios no permita".

    Documentos medievales hablan de "jugar con un fútbol", no de "jugar al fútbol", la pelota con la que se jugaba se llamaba fútbol, era una vejiga de animal inflada y forrada de cuero. Los habitantes de Cornwall practicaban el fútbol bajo el familiar nombre de hurling, que consistía en competir con carreras por valles y montes, atravesando ríos para depositar la pelota en portería contraria. El fútbol se disputaba en montoneras, y no había límite de jugadores, ni de tiempo ni de faltas, esto hacía que hubiera muchas víctimas en los enfrentamientos, que disputaba un pueblo entero contra otro, empujando a patadas la pelota hacia la meta, que por entonces era una rueda de molino. Poco a poco se fueron introduciendo en el juego normas, principios tácticos como repartición de cometidos y de evitar las melés.

    Los juegos populares formaban parte de la comunidad medieval, una clase de ritual tradicional era representada por el fútbol. Todo lo que la gente hacía estaba imbuido profundamente de la religión. Se afirma que la esencia de una sociedad popular tradicional en la Edad Media conforma una sociedad sagrada. Esto explicaba que cada año los Martes de Carnaval la práctica del fútbol retara todo tipo de prohibiciones de reyes y alcaldes y amenazas de magistrados. Aparece un informe del Castillo de Corfe, en Dorsetshire, fechado en 1553 que nos aporta detalles que afirma que el fútbol es un ritual tradicional. Los Marmolistas jugaban anualmente con una pelota de cuero como ceremonia de carnaval. Después de ser elegidos los oficiales de la asociación, se iniciaba con la norma de que cada miembro que se hubiera casado el año anterior pagaba "un chelín por matrimonio", esto aseguraba a las esposas a atener apéndices que trabajasen para ella en caso de enviudar. El último hombre en casarse el año anterior era eximido del pago, en cambio debía aportar la pelota de cuero para el juego. Al día siguiente, el miércoles de Ceniza, la pelota se llevaba al señor del feudo, al que se le entregaba una libra de pimienta como pago habitual por un antiguo derecho de vía que la asociación reivindicaba. Una vez hecho esto, los jugadores jugaban un partido de fútbol en el terreno para el que reivindicaban este derecho. El fútbol pertenecía a un ritual solemne con solemnidad oficial y celebración festiva y popular, como cosa natural.

    Los reyes solían prohibir este juego por ser sangriento. Una de las primeras prohibiciones tuvo lugar en Londres, mediante una proclama real dada a conocer en nombre de Eduardo II por el lord alcalde, durante el año 1314: "Y dado que se producen grandes alborotos en la Ciudad debidos a ciertos tumultos ocasionados por los numerosos partidos de fútbol en los campos públicos, de los cuales muchos males pueden llegar a surgir -Dios no lo permita- ordenamos y prohibimos, en nombre del rey, bajo pena de encarcelamiento, que tal juego sea practicado de aquí en adelante dentro de la Ciudad". En 1349, Eduardo III encuadró el fútbol entre los juegos "estúpidos y de ninguna utilidad". Una orden del rey Eduardo III a los alguaciles de Londres en 1365, es ilustrativa: "Orden de proclamar que todo varón con plenas facultades físicas de la mencionada ciudad, los días festivos en que esté ocioso utilice en sus deportes arcos y flechas o perdigones y proyectiles, prohibiéndoles bajo pena de encarcelamiento mezclarse en el lanzamiento de piedras, palos y tejos, fútbol u otros juegos vanos sin valor; pues los habitantes del reino, nobles y sencillos, solían en otro tiempo practicar el mencionado arte en sus deportes y con la ayuda de Dios ganaban en honor para el reino y ventaja para el rey en sus acciones de guerra; pero ahora el dicho arte está casi completamente en desuso y el pueblo se ocupa en los juegos antes dichos y en otros juegos deshonestos, derrochadores o vanos, por lo que el reino se quedará probablemente sin arqueros.

    También hay edictos contra el fútbol firmados por Enrique IV en 1410 y Enrique VI en 1547. El fútbol en esa época confirmaba el poder estimulante de las prohibiciones, pues cada vez se jugaba más y mejor. En 1592, en "Comedia de los errores", Shakespeare recurre al fútbol: "¿Me habéis tomado por pelota de fútbol?. Vos me pateáis hacia allá y él me patea hacia acá. Si he de durar en este servicio, debéis forrarme de cuero". Años después, en otra obra de Shakespeare, el conde de Kent insultaba de esta manera: "¡Tú, despreciable footballer!".


    4. De la sociedad moderna a principios de siglo XX

    Los educadores de este país se encontraban inmersos en el espíritu de endurecimiento de John Locke. El movimiento físico tomó otra dirección y evolucionó de manera natural hacia el movimiento deportivo rápidamente entre los escolares de las Publics Schools.

    Los educadores, bajo la dirección de Thomas Arnold (1785-1842, quien fue durante 12 años rector del Public School of Rugby) descubren el valor pedagógico del deporte, el fair play, las normas, el entrenamiento, la competición y la organización deportiva. Thomas Arnold, ordenado sacerdote y especialista en rugby, elabora para la viciosa y peligrosa juventud del momento, una alternativa más, que cala en lo más hondo. Este pedagogo quiso fomentar en sus alumnos la afición por los juegos reglamentados con el fin de desarrollar en ellos cualidades de la iniciativa, la solidaridad, la competitividad y el juego limpio ("fair play"). Su idea educativa rompe directamente con las rígidas disciplinas del siglo XIX, basándose en la estrecha relación profesor y alumno, sin menospreciar el aspecto intelectual y el moralismo. Promulga su teoría y convierte en pocos años el deporte, no sólo en actividad escolar sino en actividad de masas, transformando los viejos internados en campos de deporte. El deporte se imparte dentro de las clases de educación física. El deporte es considerado como un medio hacia la solidaridad, la camaradería y la buena educación social. Las costumbres y la voluntad de jugar se empiezan a contemplar y a tipificar y se reflejan en los reglamentos; se planifica y se organizan el entrenamiento y la competición.

    La relajación progresiva de los vínculos, que asegura la cohesión de las comunidades tradicionales a fines del siglo XVIII y a principios del XIX, tiene como consecuencias que ya no integran los antiguos juegos de pelota. En Inglaterra, sin embargo, gracias a su adopción del nuevo sport por parte del desarrollo deportivo aristocrático- burgués y especialmente a la personalidad de Thomas Arnold y de la adopción por parte de los alumnos procedentes de las capas acomodadas que frecuentaban las Public Schools, los juegos de pelota mantendrían importancia. El juego de pelota sería un entretenimiento organizado de forma autónoma por los estudiantes. Hasta 1930, los juegos de pelota conservan sus características originales de los colegios: organización difusa, informal, práctica con reglas no escritas, cambiantes que evolucionan. Cada institución educativa construye su propia tradición en los deportes en general y los deportes de pelota en especial. Se prima la fuerza física y la espontaneidad para que la persona no destaque sino el colectivo, la comunidad educativa.

    Con Thomas Arnold, rector del Rugby College, aparece una nueva pedagogía deportiva, el descubrimiento de unos nuevos valores pedagógicos en la práctica deportiva. "El team deportivo es un aprendizaje de vida; del hábito de colaboración con los compañeros de equipo se adquirirá el hábito ciudadano de la convivencia, el juego limpio, son máximas arnoldianas que dejaron abiertas al deporte moderno una serie de posibilidades y efectos educativos". (Cagigal, 1975).

    En Inglaterra, de la mano de Arnold, aparece en los últimos años del siglo XIX la expresión "sport" en su sentido contemporáneo. Con ella resucita en Inglaterra el antiguo sentido deportivo. Este fenómeno resurge con los mismos valores que fundan la sociedad industrial. El deporte moderno se difundió poco después por Europa y alcanzó otros continentes. Con este estímulo y ayudado por el resurgimiento de la idea olímpica de Pierre de Fredi, Barón de Coubertin y la organización de los Juegos Olímpicos Modernos, se fomenta la afición por las actividades deportivas regladas y competitivas por todo el mundo. Fue entonces cuando el concepto de deporte tal y como hoy lo concebimos recobra su forma y significación originales.

    El fútbol sufre un progresivo desarrollo, muy rudimentario en un principio, pues sólo se trataba de pasar una pelota que podía empujarse con las manos o con los pies, entre equipos de 200 jugadores y su práctica , sobre todo en los centros docentes va adquiriendo su forma actual:

  • Se jugaba una vez al año, en las fiestas comprendidas entre la Candelaria y el 1º de mayo.

  • Se formaban dos equipos, pero el número de jugadores no estaba establecido.

  • La pelota era de cuero, cosida y rellena de aserrín. El juego se solía comenzar en el centro de la ciudad y la pelota podía ser empujada con todas las partes del cuerpo. El juego se iniciaba a las 14 horas y duraba hasta la puesta de sol.

  • Conseguir el gol consistía en introducir la pelota en la meta contraria. Las porterías estaban situadas una, al Este y otra, al Oeste de la ciudad.

  • El equipo que vencía se quedaba la pelota.

  • A medida que se desplazaron los juegos a las afueras de las ciudades se empezó a jugar en campos que tenían dos porterías. Progresivamente se va reduciendo el número de jugadores y se normalizan reglas.

  • A partir de 1830, bajo la influencia de la industrialización de Inglaterra aparece una reforma en las Publics Schools, un proceso de cambio que favorecería la evolución y práctica del football. Este cambio del deporte en la enseñanza vendría en un primer momento impulsado por Thomas Arnold, director del Rugby College (1828-1840), preocupado por la educación de los niños. Introduce el deporte en la escuela, impulsa la práctica del juego al dotarlo de normas precisas, puestas por escrito, haciéndolo menos brutal y más susceptible de ayudar a conseguir el control, la formación del carácter y la autodisciplina: aparece así el "fair play".

  • Thomas Arnold introduce el football en práctica para la reforma educativa. Esto favorece las normas de juego como fundamento del juego, reglas precisas por escrito, de un juego menos brutal y que implica el control del jugador, ayudando a forjar así su carácter y personalidad.

  • A partir de estas ideas, pero por obra de la generación de directores que preceden a Thomas Arnold, se gesta el nacimiento del fútbol moderno. Aparecen entonces las dos modalidades de este deporte: el fútbol rugby y el dribbling game, futuro fútbol asociación. Es objeto de regulación las dimensiones del terreno de juego, las formas de la pelota o balón y la duración de los encuentros.

  • En 1845, en la Rugby College, aparecen las primeras reglas escritas. Estas reglas buscan la finalidad de restringir el uso de las patadas y otros métodos físicos violentos, y prohibir el uso de navvies, botas con punta de hierro que se usaban habitualmente.

  • En 1845, las Publics Schools se reúnen para reglamentar oficialmente el deporte. Las más antiguas y de mayor renombre, Eton y Harrow. Crean entonces reglas que prohíben el uso de las manos en el juego y las patadas en la tibia: el dribbling game. Rugby en cambio acordó jugar con manos y pies: el rugby. En 1863, unos representantes de algunos clubs de Eton, Westminster y Harrow se reúnen en Londres, en la Feemason´s Tavern, para intentar armonizar los diversos reglamentos en vigor y así facilitar los encuentros. Se decide adoptar las reglas de Cambridge y fundan al mismo tiempo una especie de federación, la English Football Association. También estaba presente el representante del colegio de Rugby, que rechaza adherirse a esta iniciativa y crea su propia organización, la Rugby Football Union en 1871. Esto produce la separación entre el Asociatión football o soccer y el Rugby Football o rugger. A finales de la década de 1850, se crea otra federación entorno al club de Sheffield, con unas reglas diferentes. Pero en 1877 se adhiere a la Football Association, se unifican las reglas del juego y se crea en 1871 la Cup -la copa de Inglaterra- que implica partidos fuera de los círculos de proximidad.

  • El fútbol evoluciona bajo dos modalidades determinadas por el tamaño y la forma del campo de juego. Cuando el espacio era relativamente pequeño (Charterhouse School, Westminster, Eton) se desarrolló el dribling game o soccer. En Winchester y Harrow, donde se dispone de grandes espacios abiertos se impone el rugby. Cada modalidad tenía sus reglas que, a veces, se mezclaban entre sí. La presentación pública del rugby se produce en 1858. En los primeros momentos se crean grandes polémicas respecto a la determinación del reglamento, pero en 1871, al fundarse la Rugby Football Union, adopta su forma actual. Por otra parte, la primera asociación de fútbol, el Forest Club, inicia su andadura en 1857 y, seis años más tarde, se funda The Football Association, que unifica el reglamento. Este dribbling game o soccer se ha convertido en el deporte por equipos más popular en la actualidad: el fútbol.

  • En 1860 se acuerda que se alineen 11 jugadores en cada equipo y por partido. El guardameta podrá utilizar los brazos además de los pies: 1 guardameta y 10 delanteros.

  • En 1863 se redacta el primer reglamento del fútbol (football asociación), en el que también se ratifica que cada equipo juegue con 11 jugadores sobre el campo con la siguiente formación: 8 delanteros, 1 tres cuartos, 1 defensa medio y un guardameta. Es importante señalar que el juego se caracterizaba por acciones individuales marcadas por incursiones vigorosas hacia la portería contraria. Dominaba el esfuerzo y el contacto físico, la habilidad técnica cumplía un papel secundario. El gol era fruto de la fuerza, consecuencia de poder superar al contrario "a tranzas y barrancas". Es la primera entidad futbolística codificada de reglas de fútbol.

  • A finales de la década de 1860 se instaura el descanso del sábado por la tarde, en provecho de la clase media. Hecho que favorecería a que los partidos de fútbol tuvieran más espectadores.

  • En 1866 se crea la regla del "fuera de juego". Para no incurrir en la falta, era necesario que hubiera tres o más jugadores entre la portería y un atacante. La portería estaba delimitada por dos postes laterales (como en rugby) y en este año se delimita con un travesaño a 5,50 metros del suelo.

  • Hasta 1871 ningún jugador puede tocar la pelota con la mano, ni siquiera para detenerse ni colocarse la pelota en los pies.

  • En 1870, un equipo escocés, el Queen´s Park, introduce el pase. A partir de este momento el juego evoluciona progresivamente hacia un juego colectivo, a adquirir importancia la profundidad del equipo en ataque. Y la formación del equipo se organiza en líneas de defensa, media y delantera: 3 defensas, 1 medio y 7 delanteros.

  • En 1871, aparece el guardameta que empieza a utilizar casi exclusivamente las manos y a ubicarse debajo de la portería, puede defender la portería con todo el cuerpo y este puesto requiere una disposición física, técnica, táctica y estrategia específicas.

  • En 1871 se juega la Copa de Inglaterra.

  • En 1872 aparece la figura del árbitro. Hasta entonces los jugadores sancionaban ellos mismos las faltas que cometían.

  • En 1872 se juega el primer encuentro internacional de naciones entre Inglaterra y Escocia.

  • En 1873 se reglamenta el corner. Se impone el juego de pases en Escocia.

  • En 1874, el ataque lo forman siete jugadores de los que tres son delanteros centro. Atrás aparece la figura del medio centro y a finales del mismo año, por iniciativa del equipo de Cambridge, se reduce el ataque a cinco delanteros; esta norma se extiende por las islas Británicas y perdurará en todo el mundo hasta finales de la década de 1920. El juego, en un principio, consiste en golpear y chutar la pelota hacia el campo o portería contraria, controlándola (es una herencia de las Public Schools). El equipo atacante conserva la pelota e intenta superar a la defensa, que está compuesta por tres jugadores. En definitiva, el juego busca la hazaña personal, destacando la individualidad en el juego, y esto dará reputación a los jugadores y al equipo.

  • En 1875 se reducen las dimensiones de la portería, se baja el travesaño a la altura de 2,44 metros. La cinta se sustituye por un travesaño de madera. La portería siempre ha sido confeccionada con ángulos rectos. Es conocida por arco porque los estudiantes de las Public Schools utilizaban de porterías las arcadas de los patios y el arquero es quien defiende la portería. En los palos se marcaban los goles, con pequeñas muescas

  • En 1875 aparece aparecen dos medio centros en el esquema de juego; quedando tres defensas, dos centrocampistas y cinco delanteros Este esquema ofrece un mayor equilibrio entre la defensa y la delantera, y se puede establecer un efectivo sistema de marcaje. Este sistema se mantiene hasta los mundiales de Uruguay, en 1958.

  • En 1876, se creó en Londres la International Football Association Board y de manera definitiva, aparece el juego de pases, o passing game, que sustituye al juego de regates o dribbling game. Esto se debe a que el juego colectivo de los obreros empieza a suplantar al individualismo burgués y a que los espectadores, que cada vez son más numerosos, exigen una belleza y resultado en el juego que vendrá por la espectacularidad, y esto no puede llegar sólo por la acción individual sino por la naturaleza colectiva del juego, de inspiración escocesa. Esto aporta al regate, el pase y el desmarque y las acciones combinadas, significa la aparición de la táctica en los partidos de fútbol.

  • En 1880 el árbitro hacía uso del cronómetro y decidía cuando empezaba y cuando acababa un partido y tenía el poder de expulsar a alguien si infringía las normas con peligro. Seguía y decidía, es decir arbitraba desde fuera del campo y a gritos.

  • En 1882 se autoriza saque de banda con las manos.

  • En 1888 doce clubes fundan la Football League y organizan un campeonato nacional, bao la autoridad de la FA.

  • En 1890 se crea la Irish League.

  • En 1890, las áreas de las porterías fueron pintadas con cal y se traza un círculo en el centro, desde se realiza el saque inicial de partido. Asimismo las porterías tienen red, y al quedar la pelota atrapada se evitan dudas en los goles.

  • En 1891 se crea la Scottish League.

  • En 1891, el árbitro entra en el campo de juego desde donde juzga el partido. La Gaceta de Westminster había publicado una lista de jugadores lesionados, heridos e incluso algún muerto, esto hace que para proteger a los jugadores, y sobretodo a los delanteros, el árbitro puede hacer uso de un silbato y aparece la regla del penalti, que se pita desde los doce metros de la portería.

  • En 1892 la Football League crea una segunda división y concurre a ella la Southern League, del sur de Inglaterra, en 1894.

  • Muchos clubes nacen en torno a las parroquias, en movimientos de la época que surgen en la iglesia, los Muscular Christians cuando cobra una especial significación en la primera aparición de los clubs de fútbol, ya que en 1880, el 25% de los clubes activos surgen de esta modalidad. Aston Villa, Blackurn, Bolton Wanderers, son un ejemplo de ello.

  • Otra modalidad de aparición de clubes serían los pubs; son la segunda institución creadora porque están en el centro de la vida asociativa, ofrecen uniforme, también un lugar donde ponerse y cambiarse de uniforme y disponen de un terreno.

  • Una tercera modalidad son los clubes que se forman alrededor de la empresa, que aparecen a partir de 1870, ejemplos son el Sheffield, el Arsenal o el Birmingham. A finales de la década habría más de veinte clubes de empresa. Arnold Hills, propietario de la fábrica siderúrgica Thames Ironworks funda el club de West Ham. Pero el más famoso sería el equipo de los empleados ferroviarios, el Manchester United.

  • Habrían otras modalidades como que otros clubes surgirían de los cricket clubs o se crean en barrios obreros y mayoritariamente surgirían de los antiguos alumnos de College.

  • Aparecen nuevas federaciones: en 1882 y en Birmingham formada por cincuenta y dos clubes; en Lancashire formada por treinta clubes en 1878 y por ciento catorce en 1886; en 1882 y en Norfolk y Essex formadas por cuarenta clubes. Pero todas estas federaciones dependen de la federación central Football Association, que hace respetar las normas del International Board, fundado en 1883. Un millar de clubes están afiliados a la FA.

  • Acaba el siglo y con él acabó el monopolio británico, y con los británicos el fútbol se esparce por el mundo. El fútbol no tiene fronteras porque no las conoce y se esparce tan rápido como el fuego, superando montañas, desiertos y bosques; viaja tan puro como el agua a través de ríos y océanos, vuela como las nubes por el aire y se aposenta como la tierra en todos los pueblos o países.

  • Ya hemos visto que en Inglaterra, la transformación del juego popular y polimorfo en el fútbol Asociación fue un desarrollo prolongado dirigido hacia una mejor regulación y uniformidad en sus reglas. Este proceso culmina en 1863 con la codificación del juego. El primer club que aparece en Dinamarca es en 1876; en España se funda en 1878; en Alemania se crea en 1880, aunque Konrad Koch ya había fundado una escuela de fútbol en Brunswick en 1874; en Holanda en 1870; en Suecia en 1879; en Bélgica en 1880; en Italia en 1890; en la Antigua Checoslovaquia en 1892; en Rusia en 1892; en Francia en 1893; en Italia en 1895; en Yugoslavia en 1896; en Hungría en 1896; en Suiza anglosajona en 1880 y en Suiza germánica en 1879; en Portugal en 1906.

  • En 1904, el día 21 de mayo se funda en París la F.I.F.A., nombrándose como presidente al Sr. Robert Guérin. Está constituida por las federaciones de Francia, España, Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Suecia. Se le adhieren posteriormente las federaciones de Alemania y Austria.

  • 1908 se convirtió en deporte olímpico. Se celebró la primera competición internacional con motivo de los IV Juegos Olímpicos. Participan: Inglaterra, Francia, Holanda, Dinamarca y Suecia.


IV. Parte final: fútbol y sociedad.

    El fútbol se convierte en una bandera con todos los colores, es una moneda común, es un idioma internacional. Hace que se entiendan niños, adultos y viejos de manera inmediata sin ningún otro vínculo de comunicación.

    El fútbol es un reflejo de la sociedad actual, se ha convertido en una manifestación ritual y en espejo simbólico de la estructura social de nuestra cultura. El rito, el mito y el símbolo están presentes en muchas de las manifestaciones que se dan en este deporte. Podríamos justificar esta manifestación cultural interpretando la impresionante afirmación del filósofo e historiador Carl Diem (1966), quien afirmaba que: "La realización explosiva del mundo civilizado en forma de estallido deportivo como la protesta viva de nuestras fuerzas animales contra la restricción de movimientos impuesta por el tecnicismo".

    El fútbol ha sido uno de los fenómenos sociales más importantes del siglo XX y durante el nuevo milenio adquiere más fuerza. Su práctica no conoce fronteras y se practica en los cinco continentes independientemente del nivel social o cultural de sus gentes. El mundo se mueve al ritmo del balón (el calendario puede modificarse o anularse dependiendo de la importancia de los partidos), desde los patios de colegio a los estadios deportivos a los barrios marginales.

    Hoy por hoy, el fútbol es sinónimo de satisfacción, cánticos, modas, pasión, sentimiento, culpa, odio, agonismo, lucha, negocio, guerra, amor, prensa, poesía, política incluso de vida...

    La importancia y éxito del fútbol, se reconoce ya en su juego precedente el "ts´u chü". Los intelectuales de la antigüedad lo reflejaban, prueba de ello es esta inscripción que aparece en China dedicada al fútbol (Poeta chino, años 50-136 d. C.):

Redondo es el balón, cuadrado el campo
igual a la imagen de la tierra y del cielo.
la pelota pasa sobre nosotros como la luna
cuando los dos equipos se enfrentan.
Se ha nombrado a los capitanes
y dirigen el juego
según el inmutable reglamento.
Ninguna ventaja para los parientes,
no ha lugar a partidismos; en cambio,
reina la decisión y la sangre fría
sin error ni omisión.
Y si todo esto es necesario para el ts´u chü,
cuánto más lo será en la lucha de la vida
.

    En un primer momento, el fútbol como juego antes que como deporte, mantuvo la sencillez propia de otras actividades enraizadas en la misma naturaleza humana. Cuando nos referimos en la actualidad al fútbol, nos referimos a algo tan claro y que evidencia un fenómeno socio-cultural y educativo, tan conocido, y sin embargo es uno de los fenómenos más polémicos, algo tan fascinante como complejo. El significado del fútbol hoy, es algo distinto de lo que fue y significó en otros tiempos. Su significado se ha ido modificando, puesto que es un hecho social y como tal es reflejo de la evolución de la propia sociedad, sobre la que a su vez ejerce una importante influencia.

    El fútbol, como primer exponente del deporte, es un fenómeno que adquiere a diario un gran impacto dentro de las diferentes sociedades. Es una práctica humana tan significativa en nuestra época como pocos fenómenos sociológicos puedan serlo, forma parte de la cultura contemporánea, es un pilar en el que con fortaleza se apoya la historia cultural de nuestro tiempo. Tan sólo la música ha representado un fenómeno socio-cultural equiparable al deporte, aunque de dimensión y naturaleza diferentes.

    Podemos empezar a entender la importancia sociocultural de este deporte cuando leemos a Cagigal (1957): "El deporte es algo que existe; intrínseco a la naturaleza humana; que se manifiesta, que se ha manifestado siempre donde el hombre ha existido...El deporte es una realidad metafísica del hombre. Es decir, que dondequiera que se da el hombre se da el deporte y sólo en el hombre se puede éste concebir". Evidentemente a esta construcción del deporte ha ayudado, como representativo que lo es, de manera fundamental el fútbol.

    Parafraseando a Diem (1966), más interesante es, si cabe, la consideración del fútbol desde una visión cosmogenética y metafísica, cuando se refería al deporte como recuerdo y renovación de cósmicas fuerzas vitales. En esta línea, y considerando al rey de los juegos o como "el deporte por excelencia", el fútbol se convierte en propiedad de lo humano, ya que la categoría general del deporte es la del comportamiento humano.

    El fútbol es un capaz de convocar la globalidad del ser humano en sus distintos niveles de conciencia y expresión, y también de obtener los núcleos de ritualidad entre ambientes diversos y heterogéneos de lo social. El fútbol, como una tela de araña, abarca los distintos campos de la naturaleza humana y contribuye en la construcción cultural. Como juego, el fútbol asume el deber estratégico de ofrecer una estructura lúdica que conecte parte del yo con lo social, así como presentar la expresión de los valores y de contraindicaciones de una cultura pluralista.

    Para finalizar, diremos que es necesario estudiar el fútbol como comportamiento humano único, e indagar en la realidades antropológicas: corporal, de movimiento y lúdica. Sería conveniente, pues, "bucear" en los factores antropofilosóficos que configuran las metas del fútbol, tanto juego y como deporte, que son: lograr satisfacer su potencial humano de desarrollo; lograr adaptarse y controlar el mundo que le rodea; poder relacionarse con los demás; lograr realizarse personalmente; alcanzar el bienestar social de quienes lo disfrutan; y contribuir para conseguir un proyecto de vida.


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