Tulio Guterman
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Jorge de Hegedüs
Enviado especial

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Estamos prácticamente a 24 horas del comienzo de las competencias del VII Campeonato Mundial de Atletismo en la calurosa ciudad de Sevilla. Para todos aquellos que provienen del hemisferio Sur, caso de la Argentina, se puede sentir el brusco cambio de temperatura, del Buenos Aires con -10, hacia los +36 grados de la Andalucía.

De todas maneras existe gran entusiasmo, y toda esta maravillosa ciudad ya está disfrutando de lo que prometen las futuras jornadas atléticas: toda Sevilla está viviendo el Atletismo. El centro de prensa es una verdadera Torre de Babel por la variedad de idiomas: español, francés, ruso, alemán, sueco, finlandés, húngaro, para citar solamente algunos de los muchos idiomas que se pueden estar escuchando continuamente.

En el día de mañana tendremos las finales de salto con pértiga (mujeres) y lanzamiento de bala y 20 km marcha (varones), aunque la mayor atención está depositada en lo que ocurrirá en los 100 m ya del día domingo.

El Mundial de Atletismo es, para muchos, el tercer evento de mayor trascendencia mediática en el mundo del deporte, junto a los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol.

Estos verdaderos superatletas de fin de siglo, la elite del Atletismo internacional, se encontrará en Sevilla, sede del evento, en busca de medallas, orgullo y dinero.

Durante los próximos días, en este sitio, las 24 horas y desde cualquier región del planeta en donde te encuentres, podrás vivir junto con nosotros lo más significativo que se vayan produciendo en el nuevo Estadio de la capital de Málaga, en el sur de España. Podrás consultar toda la información técnica, resultados y comentarios sobre este importante evento.

Un reducido pero entusiasta grupo de latinoamericanos llega con posibilidades de acceder a los primeros puestos: a los ya clásicos marchistas mexicanos y velocistas brasileños, se agregan las saltadoras de Argentina, la potencia de Cuba y los corredores caribeños. España cuenta con la localía y espera repetir los éxitos iniciados desde el despegue de los Juegos Olímpicos Barcelona '92.

Se esperan también nuevos récords mundiales. Maurice Green espera vencer en los 100 metros; el checo Tomas Dvorak en el decatlon, intentando superar los 9.000 puntos en la suma total de las pruebas, y la casi imbatible Marion Jones. Los africanos que desde hace ya mucho tiempo son protagonistas...

La competencia atlética excede hoy el mero enfrentamiento sostenido en el Cituis, Altius, Fortius. Los y las atletas compiten con un evidente soporte científico y tecnológico, mucho más allá de sus meros recursos naturales, lo cual metaforiza la socieda de este fin de siglo. Se escenifica también la lucha de empresas que compiten en un mercado global; y la de los marginados y desconocidos que intentan encontrar un lugar heroico en el mundo.

Estamos frente a hombres y mujeres, de distintas razas, religiones y nacionalidades, bordeando los límites del riesgo, poniendo sus cuerpos detrás de la obtención de marcas, récords y victorias, intentando dejar una huella indeleble, una marca singular en la historia del Atletismo moderno.

Entre cuestionado y apoyado, entre la trampa y la corrupción, entre la seguridad y la inutilidad, el control antidoping será otro de los protagonistas de la competencia.

Entre pedidos de inocencia y la trampa, entre la sorpresa y las denuncias a los servicios secretos, entre el paternalismo de hacer el bien a los atletas y los reclamos de mejores marcas, entre pruebas y contrapruebas, los espectadores esperan que las cosas sean como deben ser.

Entre quienes se rasgan las vestiduras defendiendo el juego limpio y las sorpresas generalizadas, las muestras de orina seguirán dando positivo o negativo, mientras los espectadores incrédulos suplican que el primero sea primero, que el segundo sea segundo y así sucesivamente.