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IX Campeonato Mundial de Atletismo
París, 23 al 31 de Agosto

Día Tres
Lunes 25-08
París 2003
Día Dos
Domingo 24-08
Día Uno
Sábado 23-08
Día Cero
Viernes 22-08


Tulio Guterman
Producción digital


Jorge de Hegedüs
Desde el Estadio


    Después de la final de los 100 metros la corredora francesa Christine Arron, clasificada en sexto lugar expresó: "obviamente estoy desilusionada por no haber ganado una medalla…tuve una buena partida y por ello esperaba un mejor final del que tuve y considerando que previamente y durante este año ya había vencido la mayoría de las rivales en esta final…no sé lo que me pasó promediando la carrera. Después de la semifinal pensé honestamente que podía ganar la competición…Intervenir en un Campeonato Mundial en la propia casa es una oportunidad única. Ahora me concentraré en la carrera de relevos en donde esperamos ganar una medalla."

    Por su parte la vencedora Kelli White dijo que: "aún ahora después de la carrera no puedo creer que soy la campeona del mundo…si algunos meses atrás me hubieran dicho que aquí sería la ganadora, seguramente no les habría creído…Estoy tan excitada que no creo poder dormir esta noche aun pensando que todavía tengo varias carreras el día martes. Pero trataré de dar lo mejor de mi parte. El Campeonato Mundial ha sido para mi una piedra de toque…quisiera continuar hacia mayores logros.

Lanzamiento del martillo para varones

    Así como ocurrió oportunamente con el lanzamiento de la bala, lo mismo ocurrió con el martillo dado que 12 gigantes inclinaron la pista de su lado. Pero no hay que llamarse a engaño, pese a tratarse de personas de gran volumen corporal, no por ello son lentos; mas aún, se mueven dentro del círculo con una velocidad increíble y con la coordinación comparable a la de un gimnasta haciendo sus ejercicios de suelo.

    Finalmente el bielorruso Iván Tikhon se impuso con tres lanzamientos por encima de los 80 metros (x; 80.69; 81.77; x; x; 83.05m) El húngaro Adrian Annus obtuvo la medalla de plata para su país mediante un lanzamiento de 80.36m mientras que el japonés Koji Mirofushi el bronce con un tiro de 80.12m. Desde el punto de vista técnico podemos expresar que prácticamente todos estos atletas desarrollan sus lanzamientos mediante 4 giros. En esta especialidad participó solamente -y como ya lo informáramos oportunamente- el lanzador argentino Juan Ignacio Serra como el único representante de todo el continente americano.

Kim Collins y su gran victoria en los 100 metros

    Desde estas mismas páginas ya habíamos expresado las dificultades que tendrían algunos de los favoritos en la disciplina de pista más rápida. Maurice Green ya había quedado eliminado en su respectiva semifinal visiblemente lesionado (como secuela de una fractura que tuvo durante el invierno del 2002). Tampoco habíamos visto en buena forma al atleta de Barbados Obadele Thompson que había figurados en los primeros niveles en las grandes competiciones internacionales de los últimos tiempos y que tenía como mejor registro nada menos que 9.87 s. para la distancia. Tampoco estaba el triniteño Ato Boldon en la forma atlética de otros tiempos (9.86s.). Por esta causa existía gran incógnita en el público en cuanto a quién podría ser el vencedor de esta clásica disciplina atlética. Veamos lo que ocurrió entonces en esta gran final.

    Al sonar el disparo el inglés Darren Campbell mostró la mejor reacción (0.112). Los primeros metros fueron cubiertos por todos mediante la moderna y llamativa técnica de la flexión del tronco (como "inclinados" hacia el frente y la cabeza "gacha"). Pero nadie cedía un centímetro. Todo el grupo de los ocho atletas avanzaba como una "pared", la cual apenas si tenía mínimas "oscilaciones". Nadie ponía distancia con el resto, hecho que mantenía la incertidumbre tanto de los asistentes en el Stade de France como también a los millones de televidentes. De esta forma transcurre toda la carrera y así también es como cruzan la meta. La incógnita persistía en cuanto a quién sería el vencedor. Se tuvo que recurrir al rigor de la "foto finish". Lo sorprendente de esto es que aún con este sistema la incógnita persistía. Ello se entiende desde el momento en que entre el primer y cuarto clasificado apenas si hubo… 1 centésima (¡¿?!). Finalmente el ajustado ganador fue Kim Collins de la isla San Kits por sobre Darrell Brown de Trinidad y Darren Campbell de Inglaterra, que se llevó la medalla de bronce. A título informativo ha aquí el resultado final.

    Aquí surgen entonces las preguntas, ¿Quién es Kim Collins? Y para los que no conocen mucho la geografía, ¿dónde queda San Kits? En cuanto a esto último aclaramos que es una pequeña isla situada en el Caribe, con una población aproximada de solamente unos 45 mil habitantes. La capital o sede del gobierno se llama Basseterre. En otras palabras, todos sus habitantes hubieran tenido cómoda cabida en el Stade de France. En cuanto a este velocista, no es ningún desconocido dado que ya ha sido campeón de los 100 y 200 metros del Imperio Británico. Cuenta como mejor registro 9.98 para los 100. El reconocimiento del gobierno de su país hacia él es de tal magnitud, que una de las calles de Basseterre lleva el nombre de….Kim Collins. Además de ello viaja con pasaporte diplomático, como verdadero embajador de su país y de esta forma nunca tiene que cumplir las conocidas normas del control en las aduanas.

Salto con garrocha (pértiga) para damas

    Gran victoria de la rusa Svetlana Feofanova la cual se impuso con 4.75m, el mejor registro de la temporada. Demostró gran solvencia técnica, con un solo fallo en los 4.70. La medalla de plata correspondió para la alemana Annika Beker con 4.70, y otra rusa, Yelena Isinbayeva logró el bronce con 4.65. La campeona del mundo, la norteamericana Tracy Dragila tuvo que conformarse con el 4º puesto. En realidad a esta atleta de 32 años no se le puede pedir más. Ya había sido campeona del mundo en Sevilla (1999 - 4.60m), en Edmonton (2001 - 4.75m) como también campeona olímpica en Sidney (2000 - 4.60). Las tres primeras clasificadas en esta nueva disciplina atlética para las damas tienen un gran futuro por delante dado que la edad de las mismas oscila entre los 21 y 23 años de edad.

El Triple Salto y la gran sorpresa

    Teniendo en cuenta la lógica decadencia del recordista mundial de la especialidad, el británico Jonathan Edwards, el cual ya cuenta con 37 años de edad, como también el bajo rendimiento de los saltadores de la ex - órbita socialista del este, el panorama se le presentaba "en bandeja" a los tres atletas cubanos: Yoandri Betanzos, David Girald y el muy conocido nuestro Toelbi Quesada. Sin embargo el primero de ellos tuvo que "conformarse" con la medalla de plata, Giralt por su parte con el cuarto puesto y Quesada apenas en el noveno lugar. A la cima del podio subió un sueco, Christian Olsson el cual fue el neto dominador de la prueba. En efecto, este rubio nórdico tuvo 5 saltos por encima de los 17 metros. Para poder entender el nivel de su victoria podemos aclarar que su peor salto fue de 17.33m. Y el cubano Betanzos ocupó la segunda colocación con 17.28m. Es cierto que Olsson efectuó el último intento con 5.33m., pero sabiéndose ya ganador efectuó el "jump" prácticamente saludando al público. He aquí el desarrollo de los 3 medallistas:

1. Christian Olsson - Suecia. 17.72 - 17.52 - 17.50 - 17.52 - 17.34 y 15.33
2. Yoandri Betanzos - Cuba. 17.28 - 16.94 - x - 17.23 - x - x.
3. Leevan Sands - Bahamas. 16.74 - 17.15 - 17.26 - 16.95 - 17.02 - 17.21.

Salto en Alto (altura)

    Aquí también se han visto figuras nuevas. Cuba no presentó atletas en esta disciplina, y los norteamericanos lo hicieron con saltadores prácticamente en iniciación. Incluso los de la órbita del Este Oriental se mostraron muy por debajo de su tradición. El vencedor fue el sudafricano Jacques Freitag con 2.35m mientras que la plata fue para otro saltador sueco, Stefan Holm, el cual hizo 2.32 mientras que el canadiense Mark Boswell también sobrepasó la varilla a la misma altura que el citado anteriormente. La competencia fue muy peleada y prolongada. En su totalidad se llevaron a cabo nada menos que 99 saltos. El público en ningún momento tuvo preferencias, pues al igual que en otras disciplinas, y aún con la participación de algún atleta francés, siempre estimulaba a todos los atletas a viva voz y con enérgicos aplausos. Nos llama la atención el hecho que los atletas suecos ya han obtenido su tercera medalla en este torneo mundial.


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