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Errores en el modelo técnico deportivo en
la iniciación al judo (I): O Soto Gari

   
*Profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación y
del Deporte de Pontevedra (Universidad de Vigo),
Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Doctor y Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte por la Universidad de León
**Licenciado en Ciencias de la actividad física y del deporte.
Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Universidad de Vigo.
 
 
Dr. Alfonso Gutiérrez Santiago*
ags@uvigo.es  
Iván Prieto Lage**
ivan_lage@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     El presente estudio tiene como objetivo conocer los errores más frecuentes producidos en alumnos universitarios durante su iniciación a la técnica de Judo denominada O Soto Gari. Para ello, se realizó un análisis videográfico -mediante el uso de la metodología observacional (Anguera, Blanco, Losada y Hernández, 2000)- de la ejecución técnica de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la Universidad de Vigo que cursaron la asignatura "Deportes de adversario con fines recreativos" durante aproximadamente 4 meses. Los resultados, analizados mediante estadísticos descriptivos con el paquete de software SPSS 12.0.1, muestran como el corto recorrido de la acción de siega tanto en su fase ascendente como descendente, así como la falta de extensión del pie que realiza esta propia acción, son los errores más frecuentes.
     Palabras clave: Judo. Técnica. Error. Iniciación. O Soto Gari.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 99 - Agosto de 2006

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1. Introducción

    En la mayoría de las ocasiones, la bibliografía especializada (Grosser y Neumaier, 1986) diferencia entre conceptos como técnica deportiva o modelo técnico deportivo. Desde nuestro punto de vista, dicha distinción es vital, ya que, en este caso en particular, nos posibilita delimitar con claridad el objeto de estudio de la presente investigación. Así, se entiende como técnica deportiva el conjunto de movimientos o gestos motrices eficaces y económicos que nos van a permitir la obtención del máximo rendimiento, de tal forma que se adapten a la situación competitiva y al reglamento (Grosser y Neumaier, 1986).

    De este modo, y en esta misma línea, según los precedentes autores, un modelo técnico deportivo se refiere al patrón ideal de movimiento específico de una disciplina deportiva que representa el objetivo al que pretendemos llegar a través del entrenamiento técnico.

    Según lo indicado hasta el momento, y teniendo en cuenta las conocidas clasificaciones deportivas propuestas por diferentes autores (Hernández Moreno, 1994; Parlebas, 1988), el papel que desempeña la técnica en las distintas disciplinas deportivas es importante, pero dicha importancia no es igual en todas ellas. De esta forma, en los deportes denominados por Hernández Moreno (1994) de cooperación-oposición, es necesario adaptar la técnica a la situación de juego, influyendo de forma muy considerable otras variables como la táctica. De igual modo, y según este mismo autor, existen otros deportes que se denominan psicomotrices o individuales, donde no hay un adversario que interactúa de forma directa sobre nuestra ejecución, lo cual supone que la técnica en este tipo de disciplinas deportivas tiene una importancia muy elevada. Por otra parte, nos encontramos con aquellos deportes denominados de oposición (Hernández Moreno, 1994), dentro de los cuales están ubicados los deportes de lucha, en los que la ejecución técnica a realizar está relacionada directamente con las acciones llevadas a cabo por nuestro adversario.

    A colación con las indicaciones de Grosser y Neumaier (1986), y concretamente para el caso del Judo, durante la etapa de iniciación de este deporte -sea cual sea la edad de la que estemos hablando-, se persigue la enseñanza-aprendizaje del modelo técnico deportivo, debido, entre otras cosas, a que se trata de un modelo que encaja en dicha etapa -además de otra serie de propuestas que no son objeto de estudio de esta investigación- . Durante ésta, los entrenadores comprueban como los judokas cometen, una y otra vez, los mismos errores en la ejecución de las acciones técnicas; razón por la cual, proponen todo tipo de adaptaciones, feedbacks y ejercicios encaminados a su corrección, para así perfeccionar el modelo técnico deportivo.

    Por otro lado, efectuando un repaso de las publicaciones existentes sobre la doctrina del Judo, podemos observar fácilmente como la gran mayoría de estos manuales fundamentalmente se limitan a describir, de una forma más o menos detallada, el modo de ejecutar las distintas técnicas. En un menor porcentaje, los autores, además de describir la técnica, también hacen mención a los típicos errores que se pueden encontrar a la hora de realizar una técnica concreta. Dichas menciones, imaginamos, están basadas en la experiencia personal de los autores.

    Por ello, en base a todo lo anteriormente señalado, el objetivo de este estudio es analizar, por sexo, los errores más frecuentes que se producen en la ejecución de la técnica de proyección O Soto Gari en alumnos universitarios, estableciendo una herramienta que pueda servir a los distintos profesionales del Judo como soporte técnico en el proceso de enseñanza-aprendizaje.


2. Material y método

    El estudio se ha llevado a cabo en la ciudad de Pontevedra (España), más concretamente en el Pabellón de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte (Universidad de Vigo) y en el tatami del Centro Gallego de Tecnificación Deportiva (C.G.T.D.).

    La muestra ha estado compuesta por los alumnos de la asignatura de "Deportes de adversario con fines recreativos" del último año -4º- de la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte -Universidad de Vigo-, durante los cursos 2003/2004, 2004/2005 y 2005/2006, alcanzando un total de 141 alumnos, de los cuales 65 eran mujeres y 76 hombres, con edades comprendidas entre 21 y 30 años.

    La ejecución de la técnica O Soto Gari ha sido filmada durante el examen práctico de dicha asignatura en un tatami de 10X10 metros. En este examen, los alumnos deben ejecutar siete técnicas diferentes, cuatro de proyección (Nague Waza) y tres de control (Katame Waza).

    Los ejecutantes deben realizar una técnica de cada uno de los grupos que la escuela Kodokan establece como criterio de clasificación (Técnicas de brazo -Te Waza-, técnicas de pierna -Ashi Waza-, técnicas de cadera -Koshi Waza-, técnicas de sacrificio -Sutemi Waza-, técnicas de inmovilización -Osae Waza-, técnicas de estrangulación -Shime Waza- y técnicas de luxación -Kansetsu Waza-). La elección de dicha técnica la realiza el profesor basándose en un criterio de aleatoriedad. Y, debido a que los alumnos son instruidos en más de una técnica de cada grupo, no todos han efectuado O Soto Gari durante el examen práctico. Por ello, la muestra final de la ejecución de esta técnica ha quedado reducida a 39 ejecuciones, de las cuales 20 pertenecen a hombres y 19 a mujeres.

    El criterio fundamental de elección de este tipo de población está basado en la dificultad para conseguir un número elevado de sujetos que posean unas características homogéneas y que hayan recibido las enseñanzas de un mismo modelo técnico fuera de la enseñanza reglada -con el fin de evitar elementos que puedan distorsionar los resultados finales-; razón por la cual nos hemos decantado por la población señalada anteriormente. Por otra parte, hemos desechado como muestra, dentro del propio grupo de estudio, aquellos alumnos que hayan tenido a lo largo de su vida un contacto directo con el deporte del Judo.

    La recopilación de datos se ha realizado mediante una grabación con dos cámaras de vídeo digital (Samsung VP-D70 y Samsung VP-D301), utilizando en ambos casos un plano entero con un enfoque normal (Lomas, 1996). Las cámaras se han dispuesto de forma horizontal sobre dos trípodes, a una altura de 1,50 metros, situadas de forma diagonal una de la otra y aproximadamente a 2 metros del borde del tatami. Posteriormente se realizó una edición de las distintas muestras obtenidas mediante el programa informático Pinnacle Studio 9.1.2.

    Además del sexo (variable independiente), la variable fundamental que hemos estudiado en esta investigación es el error técnico (variable dependiente), mediante una metodología de tipo observacional (Anguera, Blanco, Losada y Hernández, 2000); concretamente, basándonos en las afirmaciones de Heinemann (2003), podemos manifestar que el tipo de observación realizada ha sido estandarizada, abierta y no participante. Posteriormente, se efectuó un visionado de los vídeos donde se analizó la técnica en cuestión, determinando y categorizando los distintos errores cometidos en la ejecución de las mismas, así como la frecuencia de éstos.

    Así, para una mejor compresión de los resultados, es conveniente, en primer lugar, mostrar una descripción del modelo técnico utilizado en la enseñanza de esta proyección:


Técnica O Soto Gari

    Ambos judokas, Tori y Uke se agarran en posición natural derecha. Tori, con la mano derecha, tratará de elevar y empujar hacia atrás el cuerpo de su adversario, a la vez que, con la mano contraria, tira hacia el lado derecho y hacia atrás, provocando un desequilibrio de forma diagonal en la dirección descrita anteriormente. De esta forma, el cuerpo de Uke debe quedar equilibrado únicamente por uno de sus pies -para el caso, el derecho-.

    Simultáneamente, el pie izquierdo de Tori se sitúa de forma paralela, en el plano frontal, al pie derecho de Uke, aunque alejado de forma exterior unos 15 cm. aproximadamente. El ejecutante debe poner en contacto su pectoral derecho con el mismo pectoral del cuerpo de su rival, manteniendo un firme equilibrio de su cuerpo con su pie izquierdo, a la vez que flexiona la articulación coxo-femoral de su pierna derecha hacia el frente hasta formar un ángulo de 90º aproximadamente. La articulación de la rodilla, al igual que la del tobillo derecho de Tori deben permanecer extendidas durante esta acción. Desde esta posición, Tori desciende vigorosamente su pierna derecha hacia atrás, segando la pierna que mantiene en equilibrio a Uke -la siega se efectúa sobre la parte posterior del muslo-, al mismo tiempo que inclina el tronco hacia delante unos 90º, efectuando una proyección del cuerpo de su rival hacia atrás. En esta fase es muy importante sincronizar esta acción con la que deben efectuar los brazos. El brazo derecho empujará al cuerpo de Uke hacia atrás y el izquierdo tirara hacia atrás y hacia el lateral.


3. Resultados

    Una vez descrita la técnica objeto de estudio, y tras el análisis y observación de las diferentes ejecuciones realizadas por este grupo de estudio, los errores que se han constatado son los siguientes:

Error 1. La mano izquierda de Tori permanece en posición de agarre, sin efectuar ninguna acción de desequilibrio durante la fase de Kuzushi de la proyección.
Error 2. La mano derecha de Tori permanece en posición de agarre, sin efectuar ninguna acción de desequilibrio durante la fase de Kuzushi de la proyección.
Error 3. El desequilibrio que Tori efectúa con su mano izquierda a Uke durante la fase inicial de la acción técnica es únicamente hacia atrás, en el plano sagital.
Error 4. Tori efectúa un desequilibrio con ambas manos hacia delante cuando los judokas se encuentran en posición natural de agarre.
Error 5. El agarre inicial que efectúa Tori con su mano izquierda se sitúa a la altura del hombro derecho de Uke.
Error 6. El pie de apoyo de Tori, en el momento en el que se inicia la acción de proyección se sitúa detrás, en el plano sagital, de la línea imaginaria que formaría la prolongación de los pies de apoyo de Uke.
Error 7. El pie de apoyo de Tori, en el momento que se inicia la acción de proyección se sitúa delante, en el plano sagital, de la línea imaginaria que formaría la prolongación de los pies de apoyo de Uke.
Error 8. Existe una gran separación en el plano sagital entre el pectoral derecho del cuerpo de Tori y el pectoral del cuerpo de Uke durante la acción de proyección.

Error 9. Se produce una desincronización entre la acción de desequilibrio que efectúan los brazos en la primera fase de la proyección y el contacto del pectoral derecho de ambos judokas. Tori golpea vigorosamente con su pectoral en la zona pectoral de Uke y posteriormente realiza la acción de desequilibrio con los brazos.
Error 10. Tori mantiene una flexión pronunciada de la articulación de la rodilla, en torno a los 90º, en el momento en el que realiza la flexión de la articulación coxo-femoral para efectuar la acción de siega sobre la pierna de Uke.
Error 11. El tobillo de Tori, durante la acción de siega, forma un ángulo recto con respecto a la pierna. No se produce extensión del mismo, mantiene la posición natural.

Error 12. La flexión de la articulación coxo-femoral de Tori forma un ángulo en su fase ascendente, como máximo, de entre 30º y 45º con respecto a la verticalidad.
Error 13. La flexión de la articulación coxo-femoral de Tori forma un ángulo en su fase ascendente, como máximo, de entre 10º y 30º con respecto a la verticalidad.

Error 14. La acción de la siega se interrumpe en su fase intermedia. La pierna que siega, contacta con el suelo una vez que pasa por la verticalidad y proyecta a Uke. La extensión de la articulación coxo-femoral solo llega a formar un ángulo con respecto al tronco de entre 0º y 25º.
Error 15. La acción de siega se interrumpe en su fase final, una vez que el cuerpo de Uke es proyectado, ya que la articulación coxo-femoral no completa la extensión sino que solo llega a formar un ángulo de entre 25º y 40º con respecto a la verticalidad.
Error 16. El brazo derecho de Tori acompaña al cuerpo de Uke durante la fase final de la proyección, hasta que el cuerpo de su compañero contacta con el suelo.

Error 17. La flexión de tronco de Tori durante la acción de siega es insuficiente, ya que su tronco no sobrepasa los 45º de flexión con respecto a la verticalidad.
Error 18. Durante la fase final de la siega, coincidiendo con la flexión de tronco y una vez que la pierna que siega ha pasado por la verticalidad y continúa el recorrido hasta su extensión se produce una flexión a nivel de la articulación de la rodilla.
Error 19. Tras la acción de siega, Tori apoya la pierna que realiza dicha acción como maniobra reequilibradora.
Error 20. Tori no tira hacia arriba con su mano izquierda de la manga derecha del judogui de Uke, para controlar su caída, cuando el cuerpo de su adversario ya ha sido proyectado.
Error 21. La acción de siega se efectúa con poca velocidad, reduciendo la eficacia de la proyección.
Error 22. Tori, tras la ejecución de la técnica, se desequilibra hacia delante. Corrige su posición con el apoyo de su mano derecha.
Error 23. Tori, tras la ejecución de la técnica, se desequilibra hacia delante. Corrige su posición con el apoyo sucesivo de su pierna izquierda.

    A continuación, tras la descripción de los errores observados en las distintas ejecuciones de O Soto Gari, presentamos, en la siguiente tabla, la frecuencia y el porcentaje de los errores constatados en el grupo de estudio (n=39).

    Como podemos observar, el grupo de sujetos estudiado ha cometido un gran número de errores diferentes. De todas formas, se aprecia como algunos de ellos se producen de forma más habitual que otros. De los 23 errores registrados, casi la mitad de ellos son cometidos con una frecuencia muy baja (1-5 sujetos), por lo que no se pueden considerar relevantes. Se observa como el Error 11, el Error 12 y el Error 15 son los más frecuentes. Estos tres errores se corresponden con la acción de siega que Tori efectúa sobre el cuerpo de Uke durante la proyección.

    Con el objetivo de facilitar la comprensión de los resultados mostrados en la anterior tabla y como posible herramienta útil en el proceso de entrenamiento técnico de la técnica O Soto Gari, se ofrece, a continuación, los errores que con más frecuencia han sido cometidos.


4. Discusión

    Al tratarse de un trabajo pionero en la investigación de este deporte, nos vemos obligados a efectuar una discusión sustentándonos en las opiniones y reflexiones aportadas por los diferentes autores en los múltiples manuales técnicos consultados. Así, tras un periodo de consulta en bases de datos y en revistas de investigación específicas, no se ha encontrado ningún trabajo que analizara el objeto de estudio de esta investigación; pero sí se ha obtenido una investigación parecida, en la que se estudiaron los errores más frecuentes de la técnica de Judo O Soto Gari (Suárez y Cortegaza, 2003), aunque, en este caso, no constataron la metodología utilizada.

    Por ello, se ha efectuado una revisión bibliográfica, consultando prestigiosas obras de Judo, tanto de ámbito nacional como internacional, con el fin de analizar las explicaciones que los autores realizan sobre las técnicas de este deporte. Algunos de los autores de estas obras se limitan a realizar únicamente una descripción detallada de la técnica. En cambio, otros ofrecen además un apartado específico de errores más frecuentes o de puntos fundamentales. Estas indicaciones, que posiblemente estarán basadas en la experiencia personal y profesional de los autores, coinciden, tal como indicaremos, en la mayoría de los casos, con los errores más frecuentes obtenidos en nuestra investigación tras el análisis observacional del grupo de estudio.

    De este modo, Gleeson (1977) ya recogía como uno de los puntos a evitar, el hecho de no extender el pie en la acción de siega, lo cual constituye el error más frecuente que se ha observado en este estudio: "Se lanza la pierna izquierda hacia delante, con el pie y los dedos estirados al máximo" (p.189). De igual manera, González y González (2002) también reflexionan sobre este aspecto de la técnica en su apartado de errores más comunes: "Llevar flexionado el tobillo del pie derecho" (p.140). Por su parte, Kolychkine (1989) concreta un poco más este aspecto, indicando que no sólo es importante mantener esa extensión durante la fase de acción de siega, sino que se debe evitar la rigidez.

    Por otro lado, son varios los autores que afirman que es primordial para una correcta ejecución de O Soto Gari el amplio recorrido de la acción de siega. Así, Franco de Sarabia (1985) afirma lo siguiente: "Al barrer [segar] la pierna, Tori no debe tocar con el pie en el suelo; éste debe describir un medio círculo de adelante a atrás" (p.42). La incorrecta ejecución de esta acción ha sido causa de dos de los errores más frecuentes en este estudio (Error 12, Error 15). Otros autores, tanto de ámbito nacional como internacional, concuerdan con la afirmación de Franco de Sarabia (Gleeson, 1977; Kolychkine, 1989; Pérez, 1974).

    El contacto del pectoral de Tori con el de Uke en la fase de Tsukuri de la proyección, ha sido señalado también por los maestros de este deporte como uno los puntos importantes de la ejecución de esta acción (González y Artímez, 2002; González y González, 2002; Kobayashi, 1995; Kudo, 1979; Uzawa, 1981). La ausencia de este contacto se observa en gran parte de las acciones ejecutadas por los judokas que han formado parte de este análisis.

    De igual modo, son numerosos los alumnos que cometen el error de mantener el tronco erguido durante la fase del Kake, sin acompañar con su tronco la acción final de la proyección. Autores como Carmemi (1989) o Gleeson (1977) hacen hincapié en la importancia de sincronizar la acción de siega con la flexión de tronco: "Simultáneamente al barrido [siega], el tronco es lanzado hacia delante y abajo…" (p.189). En esta misma línea se muestran otros autores (Franco de Sarabia, 1985; González y Artímez, 2002; González y González, 2002; Kobayashi, 1995; Kudo, 1979; Uzawa, 1981).

    Asimismo, se observa una tendencia, no comentada por los autores, de acompañar con el brazo derecho el cuerpo de Uke hasta que éste contacta en el suelo. Este error ha sido cometido por casi la mitad de los alumnos estudiados.

    Además, la falta de acción de desequilibrio del cuerpo de Uke hacia el lateral y hacia atrás con el brazo izquierdo, causa de un gran número de errores en este estudio, también es recogida en la bibliografía específica. (Carmemi, 1989; Dando, 1995; Fernández, 1985; Franco de Sarabia, 1985; Gleeson, 1977; Kobayashi, 1995; Kolychkine, 1989; Kudo, 1979; Pérez, 1974; Rudek, 1964; Taira, (?); Uzawa, 1981).

    Finalmente, destacamos un error que se ha producido de forma notoria, reflejado en la bibliografía especializada (García, Del Valle, Díaz y Velázquez, 2006), y que corresponde a la colocación del pie de apoyo de Tori durante la acción de la proyección. Así, Taira, Herguedas y Román (1992) afirman que "El pie izquierdo de Tori ha de situarse paralelo al pie derecho de Uke…" (p.252). La colocación, tanto delante como detrás del pie izquierdo de Uke, se observa en uno de cada tres judokas analizados, provocando, de este modo, imperfecciones en la ejecución de O Soto Gari.

    Hay algún otro error o punto fundamental que los diferentes autores señalan en sus obras. De todas formas, debemos señalar que éstos no han sido observados en los sujetos estudiados.


5. Conclusiones

    Una vez realizado el análisis videográfico de la técnica O Soto Gari y tras un proceso de interpretación del mismo, las conclusiones de este estudio son las siguientes:

  • Los errores que con más frecuencia han sido cometidos por este grupo de estudio en la ejecución de la técnica O Soto Gari son la falta de extensión del pie de la pierna que siega, así como el corto recorrido de dicha acción tanto en la fase ascendente como descendente.

  • También se ha observado que muchos de los alumnos no se ayudan con su brazo izquierdo para desequilibrar el cuerpo de Uke hacia el lateral y hacia atrás en la primera fase de la proyección.

  • La falta de contacto del pectoral de ambos judokas durante la fase de Tsukuri también es uno de los errores más habituales. Del mismo modo, la situación incorrecta del pie de apoyo de Tori durante la proyección ha sido observada frecuentemente.

  • Se ha constatado que muchos de los alumnos acompañan el cuerpo de Uke con su brazo derecho hasta el momento del contacto del compañero con el suelo.


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