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El desarrollo de la percepción visual y
su comprensión psicopedagógica al
deporte de boxeo estilo olímpico

   
*Prof. Auxiliar. Investigador Comisión Científica
de la Federación Nacional de Boxeo
**Prof. Titular. Jefe de la Comisión Científica y
Técnica de la Federación Nacional de Boxeo
 
 
Misael Salvador González Rodríguez*
Dr.C. Alcides Sagarra Carón**

misaelsgr@yahoo.com
(Cuba)
 

 

 

 

 
Resumen
    En la preparación psicológica del deportista se precisa de un desarrollo y control en la percepción visual, proporcionando así los niveles de habilidades necesarios para recoger la información exterior con mayor prontitud (durante los entrenamientos y competencia). En ocasiones la superación deportiva del boxeador dependerá de una mejora visual; atendiendo a que este fenómeno psicológico forma parte destacable dentro del proceso de regulación y retroalimentación de los movimientos voluntarios e inteligentes del cuerpo. Tomando en cuenta estas consideraciones se elaboran en la Cátedra Nacional de la Escuela Cubana de Boxeo, entrenamiento psicopedagógicos sustentados en los enfoques de la teoría y metodología del entrenamiento deportivo, que permite el empleo racional de los componentes de la estructura del macrociclo, esencialmente en los niveles de la mesoestructura, para el empleo de los componentes organizativos del proceso pedagógico y sus concepciones metodológicas las que se hacen efectivas en la unidad de entrenamiento, que permite la planificación y a la vez facilita la dirección del proceso del entrenamiento perceptivo visual.
    Palabra clave: Entrenamiento perceptivo motriz. Técnicas ofensivas y defensivas. Boxeo olímpico.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 98 - Julio de 2006

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1.1. Introducción

    Es inadmisible reflexionar en el tema del entrenamiento perceptivo visual, desde una sola perspectiva, por ello nos hemos comprometido en aunar lo más armónicamente posibles argumentos de carácter científicos acerca de diferentes ciencias aplicadas al deporte, indagando o atendiendo en todo momento este proceso psicológico y de modo especial los mecanismos de percepción y decisión del deportista (Sagarra, A. 1988). Desde la rica filosofía de este eminente científico presentamos, una aproximación teórica que nos permita el entrenamiento psicológico de la percepción visual.


1.1.2. Reflexiones necesarias acerca de personalidad y la actividad como fundamento psicológico necesario en el desarrollo de la percepción visual; criterios científicos

    La personalidad posee, como una de sus características fundamentales, su carácter activo, el mismo se aprecia en el hecho de que ella se forma y se desarrolla en la actividad, y a la vez regula su actividad. En este sentido aparece la vivencia como la unidad psicológica de análisis en la vida del hombre, y que tiene su expresión en la realidad, teniendo como elemento particular que puede ser inmediata y directa, permitiéndonos comprender lo que el sujeto experimenta en función de las influencias que recibe y lo que el propio sujeto aporta en correspondencia al nivel de desarrollo que denota o que ha alcanzado su personalidad.

    Teniendo en cuenta esta posición de análisis, nos resulta muy necesario acercarnos al papel de la vivencia en el progreso psíquico del niño, relacionando este termino con el concepto de situación social del desarrollo, donde Vigotsky, advertía en la vivencia aquella unidad psicológica, las cuales expresan por un lado, lo experimentado por el niño y por el otro lado, lo que el niño aporta a esta vivencia y que a su vez, se determina por el nivel alcanzado anteriormente en el individuo, ante estas reflexiones aparece por este mismo autor su conclusión acerca de las funciones psíquicas superiores, revolucionando el pensamiento psicológico contemporáneo y estableciendo la especificidad cualitativa de las funciones psíquicas, las cuales según el autor, está mediatizada por la conciencia, por signos y símbolos que posibilitan una representación de la realidad, en la que se destacan las complejas operaciones que el hombre como sujeto histórico - social realiza por medio de los contenidos que conforman su bagaje de experiencia, imprimiéndole a su comportamiento un sello propio. Este mismo autor, teniendo en cuenta la consecuencia de desarrollo que aparecen en la conciencia, producto de su condición sistémica, compleja e integral, considero como la misma es la vía a través de la cual aparece lo externo con un sentido propio y personal.

    Siguiendo este hilo conductor, nos parece pertinente citar el trascendental enfoque psicológico de lo histórico culturalista de S. L. Vigotsky, lo cual fundamenta la comprensión acerca de la formación y desarrollo de los procesos psíquicos de la personalidad. En este sentido, S. L. Rubinstein (1964) y A. N. Leontiev (1981), argumentaron y dieron a conocer el enigma de la actividad, es decir el proceso mediante el cual el individuo respondiendo a sus necesidades y su relación con la realidad, adopta determinadas actitudes hacia la misma. S. L. Rubinstein (1964), formula y desarrolla el principio básico de la unidad de lo psíquico y la actividad, afirmando que la acción del hombre representa una unidad de lo externo y lo interno, de la misma forma "La unidad conciencia y conducta, la cual se personifica en los componentes sujeto - objeto..." (S. L. Rubinstein, 1964: 104).

    Desde este interesante enfoque psicológico, es que podemos señalar como a través de la actividad el hombre adquiriere su representación cognitiva, a la vez que surgen los sentidos psicológicos personales, que expresados en vivencias, actúan como fuertes impulsoras y dinamizadores para su comportamiento, permitiéndonos así, un acercamiento científico-metodológico a la comprensión de la actividad como constructo psicológico y pedagógico para esta investigación. De esta forma, el autor de la tesis, advierte la primacía que alcanza la preparación psicológica y específicamente la percepción visual en la construcción del acto motor.

    Al respecto Delgado, M (1986), define como el niño adquiere con mucho tiempo antes del control suficiente sobre los movimientos de seguimiento de sus ojos, la habilidad para seguir una pelota en movimiento, pero sin embargo solo meses después conseguirá interceptarla y atraparla con sus manos. Este mismo autor considera que la maduración preliminar del funcionamiento perceptivo visual sé ira repitiendo durante todo el proceso de desarrollo bio - psico - socio - cultural del niño.

    Según los estudios en el área de la psicología del desarrollo, describen como el niño empieza a coger objetos, a los cuales prestará atención durante muy pocos minutos, o bien intentará llegar a ellos primero arrastrándose y después gateando, estos actos le permitirán utilizar los dos lados del cuerpo y los dos ojos de forma coordinada. En este sentido el fenómeno de locomoción, forma parte básica en el desarrollo de la coordinación, control neurológico, motor y visuomotor del niño donde aparejado a este proceso evolutivo también se incrementa la perceptiva visual.

    Delgado, M (1986), entre otros especialistas, exponen como a los 6 meses, la percepción visual se empieza a realizar mas armónicamente entre los dos ojos (etapa binocular), los ojos se alinean y empiezan a mirar simultáneamente el mismo objeto, el niño hace ensayos calculando las distancias y mejora todos los movimientos oculares con él gateo.

    Al partir del primer año de vida hasta aproximadamente los tres años, la percepción visual madura igual que la organización neuronal. El niño mantiene un equilibrio más preciso entre el lado derecho y el lado izquierdo, delante y detrás, consolidándose el patrón contralateral. Por ello desde los tres años hasta los seis años de vida se desarrolla completamente todo el sistema visual, facilitando el esquema corporal, la lateralizad y direccionalidad y surge el movimiento coordinado, dirigido y organizado en el campo visual del niño, lo cual permitirá que se inicie en la practica deportiva. Posterior a los seis años hasta los doce, tiene lugar la madurez del sistema visual. En esta etapa se debe consolidar una percepción visual eficaz, que irá ligada con el buen rendimiento docente y deportivo del novel boxeador.

    Como conclusión parcial y retomando al catedrático Delgado, M (1986), debemos señalar que no nacemos viendo, sino con la capacidad de aprender a ver, que los niños no heredan la percepción visual genéticamente, sino que deben ser aprendidas. Y no debemos de olvidar que la función visual es un proceso de ilustración, es evidente que puede reeducarse, por tanto, reviste de un valor extraordinario, la planificación y dirección de su entrenamiento en la fase de iniciación deportiva.


1.1.3. El proceso psicológico sensación - percepción visual y su expresión en el entrenamiento deportivo: criterios científicos

    En la práctica del boxeo, se producen cambios auténticos no solo en el sistema nervioso, sino también en la esfera psicológica, donde se destacan los receptores o analizadores, que según A. Rodiónov, N, Jodádov y I, Degtiariov, (1982), son la actividad analítica sintetizadora del sistema nervioso central, que provee la concordancia de los movimientos con las situaciones cambiantes del combate, donde sobre los deportistas actúan numerosos y diversos estímulos.

    Por ello, hemos asumido en nuestras explicaciones al filósofo ruso Séchenov (1863), cuando planteó, "…que los procesos psíquicos no son pasivos, sino que tienen una estructura reflectora". En este sentido la especialista (Trigueros, C 1991: 3) define que el acto motor va a depender de dos factores: la sensación y la percepción. De aquí que en el desarrollo de los mismos intervengan: un estímulo y un receptor. Según el profesor Cohen (1991), nos describe como en el reflejo sensación - percepción se establece una relación definida de la siguiente forma:

  • Estímulo es "una energía que produce actividad nerviosa en un receptor y que podemos responder". Se puede decir, por ejemplo que la luz activa al ojo, el sonido al oído y el calor a la piel.

  • Receptor o Analizador es "una estructura anatómica sensible a los estímulos por la que respondemos a un tipo de energía especifica."

    Los receptores se ubican en cada sentido, y son una o un grupo de células "sensibles a un tipo especifico de energía" (Davidoff, 1994, p.152). Por ello un receptor responde a más de un tipo de energía, sin embargo lo hace sensible a un estímulo adecuado y parcialmente notable ante un estímulo inadecuado.

    Una vez descritos estos procesos, se hace necesario analizar la base fisiológica de la senso -percepción, ya que según Davidoff (1994), considera que la acción de los mismos se puede dividir en tres subprocesos, es decir la:

  • Detección. Intervienen los analizadores o receptores, tanto los internos como externos.

  • Transducción y transmisión. Procesos donde se convierte la energía de una forma a otra (la energía en una señal electroquímica que el sistema nervioso transmita).

    Estos procesos cognitivos sensación y percepción obedecen a la LEY PSICOFISICA, sobre las condiciones de rango y umbral:

  • Rango: son las características de un estímulo que lo hacen perceptibles.

  • Umbral: es la intensidad mínima para que se aprecie un estimulo. Dentro del umbral existente:

- Umbral absoluto: intensidad mínima necesaria.
- Umbral diferencial: mínima intensidad que hace falta para que se aprecie la diferencia entre un estímulo y el anterior.

    Teniendo en cuanta esta manifestación de reflejo, al llegar él estimulo a los "receptores y el cerebro" es procesado con relativa simplicidad, formándose el conocimiento sensorial, el cual analizaremos, iniciándolo a partir de la teoría de diversos medios y autores como son:

Enciclopedia de la psicología: donde se describe que es un hecho psíquico elemental, resultante de la acción de un excitante sobre un receptor sensorial (órgano de los sentidos, músculos, viseras) que a través de los nervios, transmite la información a un centro nervioso.

Enciclopedia Larousse: Efecto que alguna cosa, o sus cualidades, produce los sentidos.

    Los autores Forgus (1979) y Mayoral (1982), lo definen como la recepción de información a través de los sentidos, es decir, la captación de energía física por medio de los órganos sensoriales y transformados en impulsos nerviosos que son codificados e interpretados por el cerebro, en las áreas del cortex cerebral.

    En este orden el especialista Goldstein (1992), plantea que la sensación es una experiencia básica y simple, producida por estímulos y relacionada con la función de los receptores sensoriales. Según Czerwinski (1993), lo entiende como el mecanismo de reflejar un determinado rasgo de un proceso o un fenómeno.

    En los estudios de Pinillos (1981), proyecto que la cualidad de cada sensación va a venir definida no por el tipo de estímulo recibido, sino por el receptor excitado en cada caso y el autores Fernández, B, H (1987: 103) citando a Petrovski, define la sensación como el proceso psíquico cognoscitivo más simple, representado a través de un reflejo de cualidades aisladas de los objetos y fenómenos del mundo material, así como de los estados internos del organismo, dando resultado a la acción de los estímulos materiales en los receptores correspondientes. En este sentido el autor de esta tesis se adscribe a este fundamento.

    A diferencia de la sensación, según la enciclopedia universal sopena, la percepción es "la sensación interior resultante de una impresión material, hecha por los sentidos".

Enciclopedia de la psicología: Es un análisis superior del mundo, debido al mismo tiempo a la sensibilidad y la inteligencia.

Enciclopedia Larousse: Recepción y elaboración, en los centros nerviosos superiores, de los datos proporcionados por los órganos de los sentidos. Es decir "constituye el punto donde la cognición y la realidad se encuentran.

    Además (Neisser, 1976), (Roca, 1991), expone que la mejor forma de entender la percepción está en unir criterios del comportamiento humano y criterios de organización de la naturaleza. Es decir, percibir es un comportamiento, al igual que sentir, y ambas pertenecen al género humano. Por ello el proceso psíquico de la sensación, sería la respuesta de los sentidos a los cambios de energía, y la integración perceptiva es la condicionalidad reactiva dependiente de la historia individual del estímulo recibido.

    Desde estos planteamientos se desprende para este autor como percibir no es sentir, aún cuando lo implica, luego la principal diferencia entre ambos términos es la participación activa del sujeto que se produce en el proceso de recepción del estímulo.

    Para Batalla (1990). El mecanismo perceptivo es el conjunto de procesos encargado de obtener la información proveniente tanto del entorno como del propio sujeto y de esta forma, aportar la información necesaria para el desarrollo de la acción motriz. En este sentido el autor Fernández, B, H (1987, pag 114) citando a Petrovski, A, definen este reflejo del objeto en una compleja integración de sus distintas cualidades, como resultado de la estimulación sobre nuestros órganos receptores, es decir, el reflejo del objeto en forma de imagen concreta e inmediata.

    Desde este enfoque el profesor García (1998), considera que existe una relación directa entre las situaciones de dificultad perceptiva y las soluciones combativas, dividiendo el esquema perceptivo en dos fases temporales. En la primera, se recogen los cambios que se producen en el organismo una vez recibido el estímulo, siendo específica al mismo (Identifying Response). Kantor (1980) y añade que esta fase está determinada por:

  • Las experiencias previas con muestras similares.

  • Los límites tanto de los receptores como de la capacidad del organismo para responder.

    Una vez identificada la respuesta o realizada la conducta de búsqueda, se relaciona con respuestas pasadas, sirviendo de estímulo para dar soluciones diferentes.

    En el área de la psicología cognitiva, encontramos como Luria (1981), relaciona la percepción con el pensamiento como un proceso activo y complejo donde intervienen varios órganos de los sentidos o analizadores, destacando como peculiaridad de la misma, de forma que la percepción sigue a la sensación, siendo ésta la encargada de crear formas mentales, representaciones internas del mundo exterior, que hacen posible el conocimiento. Es decir, la construcción de imágenes reconocibles a partir de un conjunto de estímulos que son recibidos a través de la sensación y por separado. Estas fases son:

  • Recepción de los estímulos a través de los sentidos.

  • Análisis de las sensaciones sobre la base de datos de la memoria y la motivación.

    Es decir, la información es un continuum perceptivo que se inicia en la detección del estímulo, hasta su identificación, pasando por la discriminación y el reconocimiento. Para Schmidt (1988), estas fases se resumirían en; detección y reconocimiento. Este reflejo de detección sería la determinación por el sujeto de la presencia o ausencia de un estímulo, siendo un factor sensorial. La discriminación es la fase que permite diferenciar que información es relevante y cual no, mediante un proceso comparativo. Ya en la fase de reconocimiento la memoria interviene activamente, de forma que se rescatan las experiencias anteriores para reconocer mejor lo que se observa.

    Desde este enfoque cognitivo, las sensaciones se van elaborando y cambiando hasta convertirse en experiencias perceptivas, mientras que en la línea conductual, se entiende que es el organismo el que responde a los cambios que se producen en el entorno sin existir procesamiento de la información, de forma que las respuestas estarían vinculadas unas a otras por las experiencias previas del sujeto (Roca, 1991). De

    En nuestro estudio, nos hemos centrado en la percepción visual, por ser el que aporta la mayor información sobre el medio en que desarrollamos nuestra actividad. Estas concepciones, nos exige estar a tono con los hechos que se dan entre las acciones combativas y la capacidad perceptiva visual del boxeador escolar, los cuales en sus realizaciones ofensivas o defensivas manifiestan un feedback externo, allí nos agenciamos que son varios los factores que influyen en el acto. (Fig. 1)


Fig. 1. Esquema de la respuesta motriz en el boxeador.
  • Los estímulos sensoriales durante las situaciones combativas: no todas las acciones combativas son iguales, esto hace que cada situación sea algo nuevo para los receptores visuales del boxeador.

  • El analizador o receptor (reflejo): según el grado de desarrollo, se percibirá la acción mejor o peor, y especialmente los receptores visuales, ya que el 85% de la información externa que recibimos es a través de este proceso psíquico cognoscitivo.

  • El proceso de la percepción visual: aquí influyen dos factores: las experiencias previas, es decir, a mayores experiencias en la práctica del boxeo, mejor nos desenvolveremos en situaciones semejantes, y como segundo elemento el boxeador tendrá en sus regulaciones conscientes la nitidez necesaria para determinar cómo debe proceder ante las disímiles situaciones del combate.

  • Selección de respuesta: es más "realista", es decir, según las capacidades del boxeador se elegirán las acciones ofensivas o defensivas de acuerdo con sus actitudes combativas y aptitudes personales.

  • Adaptación de la respuesta a las situaciones espacio - temporales: una vez elegida la respuesta ya solo nos queda adecuarla al espacio y tiempo en los que se desarrolla la acción.

  • Respuesta: es la acción observable de todo este proceso.

    Después de un profundo análisis psicológico de estos argumentos, y partiendo de una perspectiva cognitiva, hemos podido constatar, cómo en los combates de boxeo predomina la velocidad de cambios informativos, expresándose en un elevado número de estímulos ofensivos o defensivos, que exigen niveles entrenables de la percepción como premisa del rendimiento psicológico.

    Estas condiciones nos acercan al sistema de acción y la percepción, lo cual nos hace entender como la información perceptiva visual, tras llegar al córtex visual primario, es derivada a través de dos vías de procesamiento diferentes (Baizer, Ungerleider y Desimore, 1991; Goodale y Milner, 1992; Goodale, 1993; Neisser, 1994; Goodale, 1996; Goodale y Humphrey, 1998). Aunque el concepto no era nuevo (Schneider, 1969), fueron Ungerleider y Mishkin (1982). Estas ideas coincidían con las de Schneider (1969), que sostenía que el córtex visual primario jugaba un papel fundamental en la identificación del estímulo, mientras que el colículo superior (o téctum óptico) era el responsable de localizar los estímulos. Estas vías dorsal y ventral posibilitarían las dos funciones principales de la percepción visual (Goodale y Humprey, 1998) y Goodale y Milner (1992) resumieron que:

  • La vía ventral está relacionada con la percepción visual del objeto (¿qué vemos?) Y tiene una mayor importancia en la construcción de la representación perceptiva del mundo y de los objetos que hay dentro de él. El procesamiento de la información por la vía ventral permitiría a un mono, por ejemplo, reconocer una fruta madura colgada de un árbol.

  • La vía dorsal está relacionada con la percepción visual espacial (¿dónde vemos?) y realiza el control visual de las acciones dirigidas a los objetos del espacio. El procesamiento de la información por esta vía proporcionaría al mono datos sobre la localización, el tamaño y la forma de esa fruta, para que el animal pudiera llegar a ella y agarrarla con su mano, para luego llevarla a la boca.

    Por lo tanto, ambos sistemas procesarían una información semejante, pero los parámetros de los objetos son tratados de forma distinta para transformarlos en percepciones o en eferencias que dirijan la acción hacia el objeto. En este sentido cabe destacar la teoría de Neisser (1994) sobre los sistemas de acción y percepción donde el autor definió los conceptos de "sistemas de reconocimiento" y "sistemas de percepción directa", los cuales tienen semejanzas con el sistema de percepción y acción respectivamente.

    De hecho, las funciones que llevan a cabo ambos sistemas se complementan y las distintas estructuras cerebrales que los componen tienen interconexiones (Goodale, 1993). Por lo tanto, una vez se ha seleccionado un objeto, ambos sistemas de procesamiento de la información perceptiva visual trabajan simultáneamente, aunque la naturaleza de la información visual es transformada de manera muy diferente. Esto nos proporciona una experiencia perceptiva visual genérica (a través de la vía ventral) y otra adicional durante la realización de la acción (a través de la vía dorsal). Hay evidencia de que, aunque trabajen de manera independiente, el sistema de percepción y el sistema de acción están interconectados, permitiendo la comunicación y cooperación entre ellos (Milner y Goodale, 1995).

    Según se ha indicado por A. Rodiónov, N, Jodádov y I, Degtiariov, (1982), consideran que las exigencias psico - físicas del boxeador, demandan una alta movilidad de los procesos nerviosos, es decir que las rápidas alternancias de los procesos de excitación e inhibición, benefician la contracción y relajación de los músculos, lo cual asegura la rapidez en las reacciones del período latente, proceso que transcurre en forma paralela al mejoramiento de la coordinación de los movimientos voluntarios del boxeador.

    Radíoniov, A, Judádov, N, Degtiariov, I, (1983), entre otros, consideran a la percepción visual es el analizador más importante para lograr el éxito en el perfeccionamiento del aprendizaje técnico - táctico o estratégico del boxeador de alto rendimiento. Otra relación directa de las percepciones visuales se manifiesta en la iniciación deportiva, donde el novel boxeador requiere con mayor rigor la participación consciente, activa y creadora del proceso pedagógico del entrenamiento; máxime cuando éste debe programar y regular conscientemente su cuerpo en movimiento, en condiciones excepcionalmente cambiantes, en pos de alcanzar los objetivos planteados para la formación y superación deportiva. El autor de esta tesis a partir de lo antes señalado, considera que estos son elementos importantes que los pedagogos debemos tener en cuenta para iniciar adecuadamente las estimulaciones o entrenamientos psicológicos en nuestros niños.

    No quisiera terminar sin mencionar las necesidades perceptivas visuales que se producen en la actividad del boxeo escolar, ya que se ven inundado de percepciones que tiene que analizar y seleccionar, por lo que las primeras actividades en la preparación psicológica de los deportistas en este sentido deben ser sencillas, tratando de resaltar aquellos estímulos que sean más importantes, para progresivamente complicarlas buscando que la percepción visual se realice lo más adecuadamente posible. Esperamos en la próxima publicación explicar la experimentación de las habilidades visuales durante la preparación perceptiva visual en los boxeadores de alto rendimiento.


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