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Situaciones críticas y no críticas de juego en tenis de competición.
El control de la acción deportiva y su influencia sobre el rendimiento.
Un estudio de campo. Tesis doctoral

   
Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Madrid

Leída el 21 de Mayo del 2004 en el Departamento de Psicología Biológica y de la Salud
Universidad Autónoma de Madrid.
Director
Dr. Don Bernardo Moreno Jiménez (Facultad de Psicología de la UAM)
Calificación
Sobresaliente cum laudem por unanimidad.
 
 
Dra. Maria Teresa Iriarte Rego
info@flowandgrow.de
(España)
 

 

 

 

 
    El problema de estudio de este trabajo está relacionado con el problema volitivo de regulación de la actividad deportiva ante la aparición de dificultades y obstáculos durante la competición en tenis como pueden ser la superación de situaciones críticas y la superación del fracaso en este tipo de situaciones. En este sentido existen dos tipos de disposiciones de control de la actividad dirigida a una meta: la orientación a la acción y la orientación al estado que se diferencian en su forma de regulación de la ejecución. Los resultados sugieren que los jugadores OE al tener la ventaja de jugar con su servicio se preocuparon de manera excesiva por la situación, su resultado y consecuencias. Esta preocupación les llevó a considerar en exceso contenidos irrelevantes a la tarea, a mantener intenciones inadecuadas que no pueden ser ejecutadas y en definitiva a un procesamiento excesivo de información que produjo déficit en el rendimiento. En las situaciones en las que tuvieron la responsabilidad del punto durante un partido igualado no fueron capaces de autorregularse y de poner en marcha las estrategias de regulación volitiva de forma adecuada a las exigencias de la situación. Este desajuste del equilibrio de los procesos que intervienen en la autorregulación en dependencia con las demandas de la competición, ha podido ser observado también en la presente investigación a nivel psicofisiológico y emocional.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 95 - Abril de 2006

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1. Planteamiento general

    La presente tesis doctoral se ha dedicado al estudio de los factores que influyen cuando un jugador de tenis, al enfrentarse a situaciones críticas o importantes para el desarrollo de un partido, no es capaz de rendir de acuerdo a sus posibilidades y pierde el control sobre su juego.

    Para ello se ha propuesto una definición de situación crítica que permite una descripción externa y objetiva de las distintas situaciones importantes de juego, y que permite una clasificación de las mismas en situaciones críticas y no críticas. Se ha igualado el concepto de situación crítica con el de punto crítico y se han analizado de forma sistemática todos los puntos de un partido, diferenciando entre puntos críticos y no críticos durante los juegos al servicio y durante los juegos al resto. También para el planteamiento de la investigación se ha partido del supuesto de que toda actividad deportiva es un comportamiento intencional, que está relacionado con factores motivacionales y volitivos, de organización y regulación de la conducta. El problema de estudio propuesto está, por tanto, vinculado con el problema volitivo de regulación de la actividad ante la aparición de dificultades y obstáculos durante la competición como pueden ser la superación de situaciones críticas y la superación del fracaso en este tipo de situaciones.

    El encuadre teórico de la investigación se ha efectuado siguiendo la teoría del control de la acción propuesta por Julius Kuhl (1983, 1985, 1994) que se ocupa del estudio de los principales problemas volitivos (inicio de la acción, persistencia y superación de obstáculos) y que ofrece un andamiaje de modelos que permiten buscar soluciones experimentales a temas cotidianos como son los procesos que intervienen cuando las personas no son capaces de hacer aquello que se han propuesto. La aportación más importante desde la teoría, y que más ha repercutido en las investigaciones de los últimos años es, sin duda, la propuesta que realiza Kuhl (1983) sobre la existencia de dos tipos de disposiciones de control de la actividad dirigida a una meta: la orientación a la acción y la orientación al estado. Estas dos disposiciones se diferencian en su forma de regulación de la ejecución y en su forma de poner en marcha las distintas estrategias de control volitivo. Los individuos con una orientación a la acción (OA) se caracterizan por una tendencia a poner en marcha todos los procesos mentales para pasar del estado actual al estado deseado (cambio de la situación).

    A pesar de la aparición de situaciones difíciles o de fracaso, los jugadores con una disposición a la acción hacen todo lo posible por realizar las tendencias a la acción dominantes y activan todos los procesos cognitivos y emocionales necesarios para realizar las intenciones en marcha y así alcanzar sus objetivos. Los jugadores OA, ante dificultades en la ejecución de una tarea enfocan su atención hacia la acción, y hacia la realización de los objetivos deseados. En tenis, por ejemplo, una orientación a la acción podría observarse en un juego en el que se sacan los mejores golpes en los momentos más difíciles (hacer un "as", un golpe ganador desde el fondo de la pista o un buen "passing") o en el que se cambia a una táctica más exitosa.

    Estos son comportamientos dirigidos a la meta y que traen los resultados esperados. Por el contrario, los jugadores con una orientación al estado (OE) se caracterizan porque inhiben los procesos de control volitivos y por una tendencia a analizar estados pasados, presentes y futuros (análisis de la situación) que obstaculizan la ejecución de la intención y de los objetivos perseguidos. Es decir, ante dificultades en la ejecución durante la competición, los jugadores OE enfocan su atención hacia estados internos y externos, apareciendo una preocupación excesiva que dificulta la acción y la realización de los objetivos deseados. En tenis, una orientación al estado se podría observar en un tipo de juego incontrolado lleno de fallos y riesgos innecesarios como puede ser hacer dobles faltas, fallar un golpe desde el fondo que se ha podido golpear de forma cómoda y jugar de forma precipitada principalmente en situaciones importantes.

    Los resultados de las investigaciones realizadas desde la Psicología del Deporte en las que se analiza la influencia de las distintas disposiciones de control de la acción sobre el rendimiento deportivo (Strang, Wegner y Schwarze, 1987; Heckhausen y Strang, 1988; Beckmann y Trux, 1991; Sahre, 1991; Roth, 1991, 1993; Beckmann y Kazén, 1994; Haschke, Tennigkeit y Kuhl, 1994; Strang, Iriarte Rego y Buckhardt, 1995), apoyan los supuestos de Kuhl en el sentido de que efectivamente son los jugadores orientados al estado los que tienen más problemas a la hora de superar situaciones difíciles, y por tanto, rinden peor en situaciones de estrés.

    Especialmente en deportes que exigen una alta regulación (por ejemplo el baloncesto, fútbol, tenis), y cuando tienen que cerrar la jugada o hacer el punto. Otros estudios, sin embargo, encuentran que en deportes de fuerza puntual y corta duración (por ejemplo en algunas disciplinas de atletismo) los sujetos orientados al estado obtienen mejores marcas (Beckmann, 1987; Heckhausen, Janssen, Strang y Schirmer, 1987). Según los resultados anteriores, los jugadores orientados al estado actúan de forma menos efectiva y más precipitada en disciplinas deportivas que exigen un alto grado de regulación y ante situaciones difíciles, de modo que movilizan más recursos físicos y psíquicos, que gastan más rápidamente.

    Estos déficit de rendimiento serán tanto más agudos cuanto más importante sea la tarea (al tener que ganar un punto crítico cuando el partido es igualado), y cuanto más fracasos se experimenten en este tipo de situaciones (por ejemplo, fallar varios golpes importantes). No obstante, ninguno de los estudios citados (exceptuando el de Sahre, 1991) ha sido realizado en situación natural de competición, lo que hace dudar sobre la validez ecológica de los resultados obtenidos.

    Del mismo modo, en la mayoría de los trabajos la aparición de situaciones críticas y la experiencia de fracaso ha sido inducida de forma experimental (Strang, Wegner y Schwarze, 1987; Heckhausen y Strang, 1988; Roth, 1991, 1993; Haschke, Tennigkeit y Kuhl, 1994; Iriarte Rego, 1999). Atendiendo al problema planteado, a las explicaciones teóricas encontradas desde el modelo de Kuhl, a la investigación empírica realizada hasta el momento y a las propuestas hechas por distintos autores (Beckmann y Strang, 1991) se tuvieron en cuenta algunos aspectos principales para la elaboración de la presente investigación: 1) Utilizar la competición deportiva como el marco de análisis de procesos de control volitivo en la que se produce la experiencia de éxito y fracaso de forma natural y de este modo aumentar la validez ecológica de los resultados estudiando situaciones críticas naturales del juego de competición. 2) Analizar los factores que pueden estar influyendo sobre la ausencia de resultados significativos a nivel psicofisiológico que demuestren el supuesto mayor gasto energético de los deportistas orientados al estado. 3) Llevar a cabo una investigación que incluya el análisis sobre el mayor déficit de control emocional supuesto para los deportistas orientados al estado. 4) Comprobar la influencia de las distintas disposiciones de control volitivo o de autorregulación sobre factores conductuales (de rendimiento), psicofisiológicos y cognitivo-emocionales durante la competición deportiva, y de este modo intervenir y favorecer la aparición de un estado individual de máximo rendimiento.

    Se llevó a cabo una investigación en situación natural de competición en tenis, es decir un estudio de campo, por considerar esta disciplina como un deporte de "control" que ofrece el marco adecuado para el estudio de este tipo de problemas volitivos. Y se planteó como objetivo general de investigación, el análisis de la influencia de las dos disposiciones al control de la acción (OA vs. OE) sobre el rendimiento en tenis, el comportamiento emocional entre puntos y sobre factores psicofisiológicos, durante las distintas situaciones naturales de competición (situaciones críticas vs. situaciones no críticas). Se partió de la hipótesis general de que existen diferencias significativas entre los sujetos con diferentes disposiciones para el control de la acción durante las situaciones críticas y no críticas de juego, en cuanto al rendimiento durante un partido, su respuesta emocional entre puntos, y la frecuencia cardiaca como medida objetiva psicofisiológica. Se supuso además, que estas diferencias serían más marcadas si el partido es igualado, es decir si se juega por lo menos un set igualado de 10 o más juegos durante un partido.


2. Método

2.1. Sujetos

    La muestra utilizada para el análisis de datos estuvo compuesta por 24 jugadores del sexo masculino de las ligas regional y provincial de la federación alemana de tenis con una media de edad de 26,47 años. Los sujetos juegan al tenis de competición desde hace 18,03 años participando en las competiciones de su club de tenis y otros campeonatos regionales y nacionales. Entrenan 6,22 horas a la semana durante la temporada de competición y 3,68 horas a la semana fuera de temporada.


2.2. Variables independientes y dependientes

     Las variables independientes en este estudio fueron la disposición hacia el control de la acción deportiva (OA vs. OE) y la variable situacional (situaciones críticas vs. situaciones no críticas). La orientación a la acción (OA) y orientación al estado (OE) se midió a través de la Escala de Control de Acción (Hakemp, Kuhl, 1990). Para la operacionalización de la variable situacional se optó por delimitar la definición de situación crítica y no crítica a la de punto de juego crítico y no crítico. Puntos críticos de juego fueron definidos en este trabajo como todos los tanteos de un partido en los que el resultado del siguiente punto lleva a ganar o perder un juego, el set o el partido con excepción del tie-break que por la importancia de todos sus puntos será considerado como una unidad y todos sus puntos como tanteos críticos.

    Como variables dependientes se tuvieron en cuenta variables comportamentales de rendimiento, variables psicofisiológicas, variables de estructura temporal de juego y variables emocionales. Variables de rendimiento. Se distinguió entre el rendimiento de los jugadores al servicio y al resto atendiendo a tres niveles de ejecución: nivel de golpe técnico (primer y segundo servicio, restos de primer y segundo saque), nivel de puntos (puntos perdidos al servicio y al resto, y puntos perdidos después del segundo servicio) y nivel de juego como variable de proceso (puntos perdidos en serie durante un juego).

Variable Psicofisiológica. Para la evaluación del componente psicofisiológico se utilizó la medida de frecuencia cardiaca (FC), empleando para su registro aparatos con un sensor ajustado al pecho que grabó el ritmo cardíaco durante todo el partido. Se recogieron los valores de FC para cada uno de los puntos jugados justo antes de la ejecución del primer saque. Se calcularon posteriormente los valores medios distinguiendo entre los puntos al servicio y los puntos al resto.

Variables temporales. Se distinguió entre la duración de los puntos (segundos jugados para cada punto de partido desde que comienza el movimiento del saque que pone la bola en juego hasta que acaba el punto) y el tiempo entre puntos (tiempo que transcurre desde que termina un punto hasta que comienza el siguiente) para todos los puntos jugados al servicio y al resto.

Variables Emocionales. El estudio de las reacciones emocionales se realizó mediante el análisis de las acciones y gestos corporales de los jugadores al finalizar los puntos como descripción del componente expresivo de las emociones. Se analizaron únicamente las conductas de protesta realizadas después de perder un punto según un sistema de categorías de observación que permitiese decidir si un jugador muestra o no gestos de protesta después de perder un punto. Las conductas de protesta analizadas fueron: "Uso inadecuado de la bola", "Uso inadecuado de la raqueta", "Discusión", "Chillar/gritar", "Mover la cabeza diciendo "no", "Levantar las manos quejándose", "Taparse la cara", "Dejar caer la cabeza, los hombros y los brazos", "Ejecutar golpe técnico", "Quedarse parado", "Mover las manos hacia abajo", "Otros".

    Se distinguió durante el análisis entre el porcentaje de gestos de protesta después de perder un punto (frecuencia de aparición de la secuencia: punto perdido, gesto de protesta), y el porcentaje de puntos ganados (secuencia del tipo: punto perdido, gesto de protesta, punto ganado) y de puntos perdidos (secuencia del tipo: punto perdido, gesto de protesta, punto perdido) después de gesto de protesta durante los juegos al servicio y durante los juegos al resto.


3. Resultados y conclusiones

    Fueron grabados un total de 12 partidos de individuales, 26 Sets, 227 Juegos y 1539 puntos de los cuales 468 fueron puntos críticos y 1071 no críticos. De los 468 puntos críticos observados, 222 fueron bolas de juego, 176 bolas de break, 22 bolas de set, 22 bolas de partido y 26 puntos de tie-break ó muerte súbita. La mitad de los partidos tuvieron al menos un set igualado, es decir un set con 10 o más juegos (6:4, 7:5, 7:6 y todos los resultados con diferencia de dos juegos). Se llevaron a cabo análisis de varianza de medidas repetidas para determinar el efecto de las distintas situaciones en dependencia con el control volitivo de la acción sobre todas las variables dependientes consideradas. El análisis de los datos se realizó sobre todos los sujetos de la muestra (n=24) e independientemente de si éstos jugaron partidos igualados o no igualados, y sobre los sujetos de la misma muestra que jugaron partidos igualados (n=12).

    Se partió de la hipótesis general de que existen diferencias significativas entre los sujetos con diferentes disposiciones para el control de la acción (OA vs. OE) durante las situaciones críticas y no críticas de juego, en cuanto al rendimiento durante un partido, su respuesta emocional entre puntos, y la frecuencia cardiaca como medida objetiva psicofisiológica. Se supuso además, que estas diferencias serían más marcadas si el partido es igualado.

    Para la variable de rendimiento se esperaba que los jugadores OE rindieran peor en situaciones críticas a nivel de golpe técnico (más fallos de primer servicio y dobles faltas, más fallos de resto al primer y segundo servicio), a nivel de punto (un número mayor de puntos perdidos al servicio y al resto), y a nivel de juego (más puntos perdidos de forma consecutiva durante un juego) que los jugadores OA. En situaciones o puntos no críticos no se esperaban diferencias significativas entre los dos grupos de jugadores.

    Para la variable psicofisiológica se esperó que bajo situaciones difíciles, los tenistas orientados a la acción estuviesen más concentrados y focalizados en la acción, poniendo en marcha todos sus recursos fisiológicos y obteniendo valores de frecuencia cardiaca más elevados tanto en situaciones críticas como no críticas de juego. La diferencia será significativamente mayor en situaciones críticas, especialmente cuando el partido es igualado. Para las variables emocionales se partió de la hipótesis de que todos los jugadores mostrarán mayor número de respuestas emocionales de protesta después de perder un punto crítico o importante que después de perder un punto no crítico. No habría diferencias significativas entre ambos tipos de jugadores. Los competidores OE tendrán un menor control emocional, de modo que ante estos escapes emocionales perderán con mayor frecuencia el siguiente punto tanto en situaciones críticas como no críticas de juego. Los jugadores OA, por el contrario, les resultará más fácil inhibir estos estados emocionales y podrán ganar con más frecuencia el siguiente punto. La diferencia entre ambos tipos de jugadores será mayor en situaciones críticas de partido y si el partido es igualado.

    Los resultados indican que la definición de puntos críticos y puntos no críticos planteada desde una perspectiva objetiva y externa no ha influido de la manera esperada sobre la actuación de los dos grupos de jugadores analizados. Parece que son otro tipo de situaciones las que están determinando las diferencias encontradas entre los jugadores OA y jugadores OE en cuanto a su nivel de regulación y control durante la competición, como son tener que jugar al servicio (tener la responsabilidad del punto) cuando la competición es igualada. Efectivamente, únicamente durante los partidos igualados se pudieron encontrar diferencias significativas entre ambos tipos de jugadores a todos los niveles de rendimiento. Es decir, los jugadores OE en este tipo de partidos y al jugar con su servicio tuvieron una actuación peor a nivel de golpe (ejecución técnico-táctica), a nivel de punto al jugar con el segundo servicio (resultado) y a nivel de juego (proceso). Atendiendo a los supuestos de la teoría del control de acción de Kuhl los resultados sugieren que los jugadores OE al tener la ventaja de jugar con su servicio se preocuparon de manera excesiva por la situación, su resultado y consecuencias.

    Esta preocupación les llevó a considerar en exceso contenidos irrelevantes a la tarea, a mantener intenciones degeneradas que no pueden ser ejecutadas y en definitiva a un procesamiento excesivo de información que produjo déficit en el rendimiento. En las situaciones en las que tuvieron la responsabilidad del punto durante un partido igualado no fueron capaces de autorregularse y de poner en marcha las estrategias de regulación volitiva de forma adecuada a las exigencias de la situación.

    Este desajuste del equilibrio de los procesos que intervienen en la autorregulación en dependencia con las demandas de la competición, ha podido ser observado también en la presente investigación a nivel psicofisiológico y emocional. En deportes de alta regulación, como es el tenis, los jugadores con una mayor capacidad de autorregulación serán capaces durante todo el partido de ajustar sus recursos energéticos a las demandas de la competición y de activarse de forma óptima cuando la situación lo requiere. En efecto, los jugadores OA pudieron adaptar sus recursos de forma óptima a las situaciones importantes de juego obteniendo valores de frecuencia cardiaca más altos principalmente al jugar al servicio puntos críticos y si el partido es reñido. Se adaptaron de forma más adecuada a las exigencias de la tarea y diferenciaron entre las distintas situaciones. Mientras que los jugadores OE regularon su nivel de activación con relativa independencia del tipo de partido y sin diferenciar la situación de juego.

    Los análisis realizados sobre la aparición de reacciones emocionales durante el partido después de perder un punto, y su influencia sobre el rendimiento en el siguiente punto, indican que los jugadores OA al enfrentarse a situaciones de fracaso con el propio servicio son capaces de inhibir las emociones negativas y de activar emociones positivas. Esta capacidad de inhibir emociones negativas en situaciones de fracaso aumenta su capacidad de autodeterminación y de acción, y se muestran durante la competición más activados, más flexibles, más lúcidos e independientes.

    Mientras que los jugadores OE, no sólo no son capaces de controlar sus emociones en situaciones importantes y críticas que determinan el desarrollo de un partido, sino que además no regulan de acuerdo a las exigencias de la situación de juego, perdiendo más puntos al servicio después de mostrar emociones negativas cuando el partido es igualado. Ante el fracaso con el propio servicio aparecen estados de preocupación excesiva, lo que produce una autoinhibición y se muestran durante el partido más pensativos, más pasivos, más rígidos y conformes. En tenis, y atendiendo a los resultados presentados, a la hora de investigar el control de la actividad y su regulación hay que tener básicamente en cuenta el tipo de partido (igualado vs. no igualado), el tipo de situación (crítica vs. no crítica) desde la perspectiva subjetiva del jugador y el tipo de tarea (jugar al servicio vs. jugar al resto).

    Una de las posibilidades que ofrece esta investigación desde un punto de vista aplicado es el análisis de las situaciones objetivas y externas que determinan un partido. Se puede realizar un análisis de rendimiento que permita evaluar en qué situaciones o fases del partido durante los juegos al servicio y durante los juegos al resto, los jugadores son capaces de sacar su mejor tenis y de ganar los puntos con su juego, y en que fases cometen errores no forzados al jugar puntos importantes. Una vez que el jugador es consciente de lo sucedido en la pista (pensamientos, emociones, comportamiento, reacciones fisiológicas y las consecuencias de éstas) y una vez evaluada su tendencia a preocuparse excesivamente por fracasos anteriores (Inventario de Control Volitivo), se podría elaborar un guión de acción que incluyese de forma detallada lo que el jugador quiere pensar, sentir y hacer ante estas situaciones importantes de partido. Incluso se puede asociar una sola palabra o imagen "clave" a toda la información contenida en él, de forma que se pongan en marcha automáticamente las acciones deseadas que faciliten un estado ideal de ejecución y de máximo rendimiento.


Referencias

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