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Cuantificación del entrenamiento de natación de
un triatleta mediante el índice subjetivo de fatiga

   
*Facultad de Ciencias de la Educación Blanquerna
Universidad Ramón Llull, Barcelona
** Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña
Universidad de Lleida
(España)
 
 
José Ramón Callén Rodríguez*
joseramoncr@blanquerna.url.es  
Alfonso Blanco Nespereira**
ablanco@inefc.es  
Assumpta Ensenyat Solé***
aensenyat@inefc.es
 

 

 

 

 
Resumen
    Para cuantificar el índice subjetivo de fatiga utilizado en el entrenamiento de natación de un triatleta se han obtenido sus valores mediante diferentes procedimientos de cálculo. El índice subjetivo de fatiga de las sesiones sido relacionado con el volumen (tiempo de nado), las intensidades física (velocidad media) y fisiológica (frecuencia cardiaca media) y con la carga cardiovascular (número de latidos totales). Se analizaron 40 sesiones de entrenamiento acuático de un triatleta de nivel nacional, que nadaba distancias comprendidas entre 1500 y 5200 m, siempre en zonas de intensidad con el objetivo de desarrollar el metabolismo aeróbico. Los valores de la frecuencia cardiaca media (entre 130,6 y 141,1 lpm) y la velocidad media de nado (entre 0,97 y 1,02 m/s) fueron similares en todas las zonas de intensidad. La mayoría de las sesiones supusieron valores de carga cardiovascular pequeña (inferior a 8.000 latidos totales), siendo solamente de nivel medio las sesiones aeróbicas de metabolismo glicolítico (9.242,5 latidos totales).
    Los índices de fatiga basados en las sumas parciales de los volúmenes de trabajo (tiempos o distancias de nado) se correlacionaron más estrechamente con el nivel medio de frecuencia cardiaca total de la sesión, siendo el más relacionado el que emplea los tiempos de nado de los contenidos de las sesiones (r = 0,82) (p < 0,01).
    Junto con la utilización de monitores de ritmo cardíaco y aplicaciones informáticas, el índice subjetivo de fatiga permite un mejor control del entrenamiento al establecer una escala particular para cada nadador, lo cual contribuye a un entrenamiento más individualizado.
    Palabras clave: Natación. Entrenamiento aeróbico. Índice subjetivo de fatiga. Carga.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 95 - Abril de 2006

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1. Introducción

    El triatlón es una especialidad deportiva de resistencia que combina tres actividades cíclicas de desplazamiento realizadas consecutivamente: nadar, pedalear y correr. El Ironman, una de las distancias oficiales del triatlón, consta de 3,800 m a nado, 180 km pedaleando sobre la bicicleta a continuación, y para finalizar una maratón (42,195 km) corriendo.

    Para la preparación de una prueba cuya duración oscila entre las 8 h (en los triatletas profesionales) y las 17 h (límite oficialmente establecido), los triatletas realizan una gran cantidad de entrenamiento aeróbico en las tres especialidades. En natación, el entrenamiento es semejante al de un nadador de larga distancia (5.000 m en aguas abiertas), estimulando fundamentalmente el metabolismo aeróbico al ser el principal responsable de la producción de energía durante la prueba.

    Dentro del mismo, las zonas de entrenamiento:

  • aeróbica regenerativa (AER, A0);

  • aeróbica lipolítica (aeróbico ligero, AEL, A1);

  • aeróbica glicolítica (aeróbico medio, AEM, A2); y

  • capacidad aeróbica (aeróbico intenso, AEI, A3), son las más solicitadas por su semejanza con las características de una prueba de resistencia de duración larga IV (Neumann, 1990).

    El esfuerzo del triatleta viene determinado, fundamentalmente, por la interacción del volumen y la intensidad. El volumen hace referencia a la distancia nadada y/o al tiempo empleado en nadar dicha distancia. La intensidad se define a partir de variables físicas (velocidad de nado o frecuencia de brazadas); o fisiológicas, principalmente la frecuencia cardiaca (FC) registrada mediante monitores de ritmo cardiaco, y/o el lactato sanguíneo determinado por micrométodo a partir de muestras de sangre.

    También dicho esfuerzo puede ser determinado mediante procedimientos de cálculo de la carga a partir de formulas que engloban al volumen e intensidad del trabajo realizado. A este grupo pertenecen procedimientos como los TRIMP (Banister, 1991), las Unidades de Entrenamiento (Mújika y cols., 1996), el Índice Subjetivo de Fatiga (ISFA) (Rivas, Navarro, Muñiz, 2001) y la frecuencia cardiaca total de la sesión (Korcek, 1980).

    El ISFA es un índice calculado sobre la base del tiempo que el nadador está trabajando en cada zona de intensidad objetivo del entrenamiento, ponderado por un valor determinado de forma subjetiva (tabla 1). Mediante el ISFA se pretenden controlar los procesos de carga y descarga dentro de los diferentes ciclos del entrenamiento.

Tabla 1. Zonas de entrenamiento aeróbico en natación (Rivas, Navarro, Muñiz, 2001).

    La frecuencia cardiaca total de la sesión (FC total) es uno de los procedimientos más sencillos para determinar la carga de trabajo en los deportes de resistencia. Su medida en latidos totales, es obtenida en base a la suma de los valores de latidos por minuto registrados durante el tiempo total de nado de la sesión y representa el trabajo cardiovascular total realizado.

    En el entrenamiento de natación, solamente Rivas y cols. (2003) han validado externamente los valores del ISFA al correlacionarlos con la apreciación subjetiva del esfuerzo, el peso corporal y la FC basal de nadadores a lo largo de varias temporadas. Mientras que la correlación entre la frecuencia cardiaca basal y el ISFA ha sido significativa, y en las zonas de entrenamiento aeróbico los valores del ISFA parecen ser adecuados, en las zonas anaeróbicas de tolerancia al lactato y de máxima velocidad, el ISFA sobrevalora la percepción de los nadadores.

    Sin embargo, no se han realizado estudios que relacionen el ISFA con el trabajo externo y el esfuerzo interno del nadador durante la propia sesión de entrenamiento para validarlo con la propia actividad de preparación de nadadores y/o triatletas y con la respuesta de su organismo ante la misma. Por dicho motivo, los objetivos de este estudio han sido:

  • determinar los valores de velocidad, ISFA, FC media y FC total en sesiones de entrenamiento de natación de un triatleta;

  • relacionar los valores del ISFA con los de FC media y FC total de dichas sesiones de entrenamiento de natación; y,

  • comparar los valores del ISFA obtenidos mediante diferentes procedimientos de cálculo.


2. Material y métodos

2.1. Sujeto

    Las sesiones de entrenamiento de natación fueron realizadas por un triatleta no profesional (32 años de edad, 1,76 metros de altura, 71 kilogramos de peso), con una experiencia previa de seis años de entrenamiento y competición a nivel nacional e internacional en distancias esprint, olímpica, "B", y Ironman.


2.2. Procedimiento

    Se realizó el seguimiento de varias sesiones de entrenamiento de natación durante la preparación para un Ironman". Durante las mismas, la FC fue registrada con un monitor de ritmo cardiaco "Polar XTrainer-plus" (Polar Electro) a intervalos de cinco segundos. Se calculó la FC media de la sesión (lpm) y la FC total (latidos totales) del tiempo de trabajo de cada sesión, mediante el software Polar Precision Performance (Polar Electro), en base a las FC obtenidas durante los contenidos de entrenamiento.

    El volumen de trabajo, a partir de la distancia total nadada en cada sesión, fue calculado por el tiempo empleado en nadar dicha distancia. La intensidad de la sesión, expresada en velocidad media de nado (m/s), fue calculada al dividir el volumen de metros nadados entre el tiempo requerido para cubrir dicha distancia.

    El ISFA fue calculado de cuatro formas diferentes, en base a las distancias o los tiempos empleados en la sesión de entrenamiento, siempre ponderando por el valor correspondiente a la zona objetivo del entrenamiento (ver tabla 1).

  • ISFADISUM (ISFA de distancias sumadas): suma de los productos parciales de la distancia nadada en cada zona multiplicada por el ISFA de la zona correspondiente.

  • ISFATISUM (ISFA de tiempos sumados): suma de los productos parciales del tiempo nadado en cada zona multiplicado por el ISFA de la zona correspondiente.

  • ISFADIDIV (ISFA de distancias divididas): media ponderada de la suma de los productos parciales de la distancia nadada en cada zona multiplicada por su ISFA, dividiendo dicha suma entre la distancia total de la sesión.

  • ISFATIDIV (ISFA de tiempos divididos): media ponderada de la suma de los productos parciales del tiempo nadado en cada zona multiplicado por su ISFA, dividiendo dicha suma entre el tiempo total de nado de la sesión.


2.3. Análisis estadístico

    Los datos han sido tratados mediante procedimientos de estadística descriptiva y analítica. Los resultados de la estadística descriptiva se expresan mediante la media aritmética, desviación estándar (DE) y rango (valores mínimo y máximo). La comparación entre medias se realizó mediante la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney, siendo el nivel de significación elegido de p < 0,01. La correlación entre variables fue determinada mediante el coeficiente de correlación de Pearson, siendo el nivel de significación elegido de p < 0,01.


3. Resultados

    Del entrenamiento realizado por el triatleta se han analizado 40 sesiones, 38 efectuadas en piscina de 25 metros, y dos en aguas abiertas, con distancias totales de nado entre 1500 y 5200 metros. Algunas sesiones estaban centradas en una sola zona de intensidad (A1 ó A2), mientras que otras eran de carácter mixto, trabajando en dos o tres zonas de intensidad (tabla 2).

Tabla 2. Frecuencia y volumen de las sesiones de entrenamiento.

    La intensidad física de las zonas de entrenamiento, en base a la velocidad media de nado, se muestra en la tabla 3. En ella se aprecia como la velocidad se incrementa muy ligeramente al pasar a una zona más intensa, pero sin que existan diferencias significativas entre los cinco objetivos empleados. Las sesiones de A1 y A2 presentan la misma velocidad, mientras que las que combinan A1+ A2 fueron nadadas a una velocidad ligeramente superior a la alcanzada cuando solamente se entrenaba A2.

Tabla 3. Velocidad media de nado (m/s) en las zonas de entrenamiento (* p < 0,01).

    La tabla 4 presenta la intensidad fisiológica de las zonas de entrenamiento en base a la FC media del tiempo de nado. Solamente se han observado diferencias significativas entre las sesiones de A1 con respecto a A1+A2, donde aumenta casi 10 lpm. Un incremento similar (+ 10,4 lpm) sucedió al comparar las sesiones de A2 con respecto a las de A1, pero sin ser estadísticamente significativo.

Tabla 4. FC media (lpm) obtenida en las zonas de entrenamiento (* p < 0,01).

    La FC total de la sesión de las zonas de entrenamiento se muestra en la tabla 5. Los valores promedio de latidos totales aumentan alrededor de 1.500 latidos totales al pasar a una zona más intensa, excepto cuando se utiliza A3 en combinación con otras zonas, donde disminuyen. Las sesiones de A2 fueron una media de 3.014 latidos totales superiores a las de A1; sin embargo solamente se han observado diferencias significativas entre los valores de FC total de las sesiones de entrenamiento con objetivo A1 con respecto a las de A1+A2.

Tabla 5. Carga media de la sesión (latidos totales) en las zonas de entrenamiento (* p < 0,01).

    La tabla 6 muestra los valores medios de los ISFA calculados. Los ISFA basados en medias ponderadas (ISFADIDIV e ISFATIDIV) presentaron valores medios similares a los propuestos originalmente en la tabla 1. Sus valores se incrementaron al utilizar zonas de entrenamiento más intensas, excepto cuando se entrena A3 junto con otros objetivos. Las sesiones de A2 se incrementan en casi dos unidades al valorarlas con respecto a las de A1, tal como se propone en la tabla 1. Solamente se han observado diferencias significativas entre los valores medios de las sesiones de A1 con respecto a los otros cuatro objetivos, pero no entre todos los demás objetivos entre sí.

Tabla 6. Valores medios de los ISFA en las zonas de entrenamiento (* p < 0,01)..

    Los ISFA acumulativos basados en sumas (ISFADISUM e ISFATISUM) también presentaron valores promedio que se incrementaron al utilizar zonas de entrenamiento más intensas, excepto cuando se entrena A3 junto con otros objetivos. Se observaron diferencias significativas entre los valores medios de las sesiones de A1 con respecto a A1+A2, A2 y A3+A2, pero no entre todas las demás zonas entre sí.

    En la tabla 7 se presentan las correlaciones entre las variables obtenidas durante las sesiones de entrenamiento. El tiempo de nado se correlaciona significativamente con la carga (FC total), los ISFA basados en la suma de los valores de los contenidos de entrenamiento (ISFADISUM e ISFATISUM) y el ISFATIDIV.

    La intensidad presenta características opuestas; mientras que la velocidad media de nado no se correlaciona significativamente con ninguna variable, la FC media presenta una correlación moderada con la carga y todos los ISFA, siendo más elevada con el ISFA basado en la media ponderada de las distancias nadadas (ISFADIDIV).

    La FC total muestra niveles de correlación significativos con todos los ISFA, especialmente con aquellos basados en la suma de tiempos o distancias de los contenidos de las sesiones. El ISFA más relacionado es el ISFATISUM, mientras que los ISFA en base a la media ponderada de las distancias/tiempos de nado presentan valores moderados de correlación.

Tabla 7. Correlación entre las variables de entrenamiento analizadas (* p < 0,01).


4. Discusión

    Las sesiones de entrenamiento de natación del triatleta supusieron valores similares en promedio de FC media y velocidad media de nado, mientras que los niveles de carga cardiovascular (FC total) fueron bajos y medios. Los ISFA basados en las sumas del volumen de trabajo se correlacionaron más estrechamente con el nivel medio de carga cardiovascular de la sesión, siendo el ISFATISUM el más relacionado.

    Sin embargo este trabajo ha sido realizado en base a un solo deportista y con un número total de sesiones de entrenamiento pequeño, las cuales se distribuían de forma irregular, siendo muy pocas las que tenían como objetivo la zona A2 y ninguna de A3.

    Las velocidades medias de nado de las diferentes zonas de entrenamiento fueron muy semejantes, oscilando en un rango comprendido entre 0,84 y 1,02 m/s. Por dicha semejanza no permiten diferenciar claramente las distintas zonas de intensidad objetivo del entrenamiento. También, seguramente, puede ser debido a la falta de control de la velocidad, ritmo o tiempo empleado en cubrir las distancias de nado, lo cual seria recomendable realizar y que no suele hacerse en este tipo de entrenamiento.

    Esta pequeña variación de la velocidad se reflejó en la FC media de la sesión, que también fue muy semejante en las diferentes zonas de intensidad, al oscilar entre un rango de 130 a 141 lpm. El intervalo de la FC media de todas las sesiones de entrenamiento osciló entre 115 y 150 lpm, valores indicativos de una FC muy aeróbica, tal como indican las zonas de intensidad A0 y A1 de Rivas, Navarro y Muñiz (2001) (ver tabla 1), la zona I de Mújika y cols. (1996), las zonas I y II de Absaliamov (1984) y la zona V de Bompa (1983) (tabla 8).

Tabla 8. Denominación y características de las zonas de entrenamiento aeróbico en natación según varios autores.

    Esto supone que el nadador considera que entrena en las zonas de intensidad A2 y A3, cuando generalmente se encuentra entrenando en la zona A1. Como consecuencia los valores de FC media de los contenidos de trabajo son inferiores a los previstos o los necesarios para estimular los procesos de adaptación que se requieren para la competición.

    La utilización de zonas de intensidad en el entrenamiento de natación, valorando con un índice cada zona, es un rasgo característico de este deporte cíclico de resistencia. Así, Absaliamov (1984) propuso un sistema de índices de intensidad relativa (I.I.R.) para valorar cinco zonas de entrenamiento en la natación competitiva. La zona I de trabajo aeróbico de recuperación viene definida por un I.I.R. con valor 1. La zona II a nivel del umbral anaeróbico es definida por un I.I.R. con valor 2; mientras que la zona III de potencia aeróbica presenta un valor de I.I.R. de 4. Las zonas anaeróbicas: IV (tolerancia láctica) y V (máxima velocidad), vienen definidas por I.I.R. con valores de 8 y 10, respectivamente.

    Mujika y cols. (1996) también propusieron un sistema de niveles de intensidad para el entrenamiento a partir de los resultados en competición y los niveles de lactato hemático de un test progresivo de nado. Las intensidades I, II y III representan velocidades de nado inferior (˜ 2 mmols/l), igual (˜ 4 mmols/l) y ligeramente superior (˜ 6 mmols/l) al umbral de acumulación del lactato en sangre, respectivamente. Niveles de lactato sanguíneo de ˜ 10 mmols/l, provocado por altas intensidades de nado definen la intensidad IV, y el entrenamiento de esprint con máxima velocidad representa la intensidad V. El valor de los coeficientes que ponderan los cinco niveles de intensidad del entrenamiento son, respectivamente, 1, 2, 3, 5 y 8.

    Del mismo modo que el ISFA, dichos coeficientes se multiplican por la distancia (kilómetros) nadada en cada zona de intensidad del entrenamiento. La estimulación o estrés provocado por un ciclo determinado del entrenamiento (sesión, semana) es la suma de las distancias nadadas en cada intensidad multiplicadas por su coeficiente de intensidad, más el volumen del entrenamiento en seco.

    Navarro (Rivas, Navarro, Muñiz, 2001) considera nueve zonas dentro del entrenamiento de los sistemas energéticos en la natación. A las indicadas en la tabla 1 se añaden las zonas PAE (potencia aeróbica) con un valor del ISFA de 6; CLA (capacidad anaeróbica láctica) con un ISFA de valor 7; PLA (potencia anaeróbica láctica) con un ISFA de 8; CALA (capacidad anaeróbica aláctica) con un ISFA de 9; y PALA (potencia anaeróbica aláctica), con un valor del ISFA de 10.

    La determinación de la FC total de la sesión fue propuesta por Korcek (1980) como un sistema de medición de la carga de las sesiones de entrenamiento en futbolistas profesionales, en base a la suma de los latidos totales de dichas sesiones y en función del objetivo de trabajo de las mismas. Se establecieron tres niveles consecutivos, de modo que una sesión de carga pequeña no superaba los 8.000 latidos totales; una sesión de carga media oscilaba entre 8.000 y 14.500 latidos totales; y, finalmente, entre 14.500 y 25.000 latidos totales suponía una sesión de carga grande.

    El estrés provocado por las sesiones de entrenamiento también ha sido medido contabilizando el número total de latidos durante el período de un día. Anderson (2002) hace referencia a investigaciones alemanas en deportistas de elite, donde un día intenso de entrenamiento supone más de 105.000 latidos, alrededor de 85.000 latidos para un día moderado, mientras que un día suave o de recuperación supone solo 72.000 latidos.

    La mayoría de las sesiones de entrenamiento de natación del triatleta supusieron valores de carga calificados como pequeños, dado que solamente las del objetivo A2 superaron en promedio el valor de 8.000 latidos totales y, por ello, son calificadas como medias. Esto puede ser debido a que el tiempo real de nado osciló la mayoría de las veces alrededor de 50-60 minutos, y ninguna sesión duró más de 85 min, al nadar habitualmente distancias comprendidas entre 2.500 y 5.000 metros.

    Las sesiones con el objetivo de A2 supusieron casi 3.000 latidos totales más que las de la zona de intensidad A1. Con el objetivo de A3, los valores en promedio fueron inferiores en FC total a objetivos de menor intensidad, seguramente porque el volumen de entrenamiento de A3 era pequeño, y se juntaba con contenidos de A2 ó de A1+A2 que tenían mayores volúmenes de trabajo.

    Los resultados de este estudio solo se pueden aplicar al entrenamiento aeróbico, que es el tipo de trabajo que hizo el triatleta para su prueba, sin que ningún contenido de preparación estuviese centrado en el metabolismo anaeróbico (PAE, CLA, PLA, CALA o PALA). Seguramente, en las zonas anaeróbicas de alta intensidad, las diferencias entre las variables analizadas podrán ser mayores entre sí, y más en comparación con las zonas aeróbicas, al ser superior la velocidad de nado y, por tanto, la respuesta orgánica del nadador. En aquellas, los valores del ISFA son más elevados (entre 6 y 10) y, seguramente, su correlación será bastante diferente.

    Esto ha sido observado en los trabajos de Rivas y cols. (2003), los cuales observaron que, en las zonas de entrenamiento de tolerancia al lactato y de máxima velocidad (CALA y PALA), el ISFA sobrevaloraba la percepción subjetiva del esfuerzo de los nadadores.

    De los cuatro ISFA calculados, los más adecuados parecen ser los de tipo acumulativo, especialmente el ISFATISUM, basado en los tiempos de nado, puesto que presentó mayor correlación que los demás. Además permite indicar el volumen real de nado al acumular las duraciones de los contenidos parciales de la sesión. Esto requiere medir los tiempos de nado de todos los contenidos de entrenamiento, lo cual es un poco engorroso en natación, y que no suele realizarse habitualmente. Sin embargo, en la actualidad existen monitores de ritmo cardíaco y aplicaciones informáticas (como el software AETN-SPYCE) (Rivas, Navarro, Muñiz, 2001) que facilitan el registro de los datos de las sesiones de entrenamiento y calculan, de forma automática, una serie de variables relacionadas con el mismo, entre ellas el ISFATIDIV.

    Serian precisos nuevos estudios valorando los niveles del ISFA en las diferentes zonas de intensidad, desde A1 hasta metabolismo anaeróbico aláctico (CALA y PALA); y en nadadores de distintas especialidades (velocidad, mediofondo, estilos, gran fondo), no solamente de pruebas de fondo y que, además, empleasen distintos métodos de trabajo en cada zona de intensidad objetivo del entrenamiento.

    También seria necesario estudiar el comportamiento del ISFA en nadadores con diferentes niveles de rendimiento, con el objetivo de establecer una escala del ISFA particular para cada nadador, de modo que el entrenamiento respete el principio de la individualización, una de las premisas básicas para conseguir una mejora de rendimiento.


5. Conclusiones

  • El ISFA es un índice que permite definir la intensidad de cada zona objetivo del entrenamiento utilizada y valorar el esfuerzo realizado por el nadador o triatleta durante una sesión de entrenamiento de la resistencia. Mediante el mismo se pretenden controlar los procesos de carga y descarga dentro de los diferentes ciclos del entrenamiento.

  • El ISFA puede elaborarse en base a las distancias o los tiempos de nado de los contenidos de trabajo de la sesión, siendo más recomendable estos últimos al indicar el volumen real de nado realizado.

  • El ISFA se correlaciona significativamente con la carga cardiovascular de la sesión (FC total), especialmente cuando se basa en la suma de los tiempos de nado de los contenidos de las sesiones.

  • Mediante la FC total es posible determinar y valorar en una escala la carga de trabajo en los deportes de resistencia, al indicar el trabajo cardiovascular total realizado.

  • Es aconsejable medir los tiempos de nado y controlar el ritmo de las distancias nadadas para diferenciar las velocidades adecuadas de las zonas objetivo del entrenamiento que se pretenden entrenar.


Referencias bibliográficas

  • Absaliamov, T. (1984). Controlling the training of top level swimmers. En: Cramer, J.L. (ed). How to develop olympic level swimmers (pp. 13-22). International Sports Media. Helsinki.

  • Anderson, O. (2002). Heart Rate Monitor Reviews - Warning: reliance on a heart monitor can seriously damage your performance. Peak Performanceonline.co.uk www.pponline.co.uk/encyc/physiology.htm [Consulta: 22/03/02]

  • Banister, E.W. (1991). Modeling elite athletic performance. En: MacDougall, D.J., Wenger, H., Green, H. Physiological testing of the high performance athlete (pp. 403-424). Human Kinetics. Champaign.

  • Bompa, T. (1983). Theory and methodology of training. Kendall and Hunt. Duberque

  • Korcek, F. (1980). Nuevos conceptos en el entrenamiento del futbolista. El Entrenador Español de Fútbol, 4: 45-52.

  • Mujika, I., Busso, T., Lacoste, L., Barale, F., Geyssant, A., Chatard, J.C. (1996). Modeled responses to training and taper in competitive swimmers. Medicine and Science in Sport and Exercice, 28(2): 251-258.

  • Neumann, G. (1990). La struttura della prestazione negli sport di resistenza. Rivista di Cultura Sportiva, IX(20): 66-72.

  • Rivas, A., Martin, R., Pampin, V., Penas, J.A., Braña, S. (2003). Using the perceived exertion to analyse the differences between external and internal load: an attempt to associate weight indexes to training zones in swimming. En: Müller, E., Schwameder, H., Zallinger, G., Fastenbauer, V. Eds. Book of Abstracts 8th Annual Congress of the European College of Sport Science (pp. 226). Salzburg: Institute of Sport Science.

  • Rivas, A., Navarro, F., Muñiz, D. (2001). Planificación y control del entrenamiento de natación. Software AETN-SPYCE Versión 1.0. Gymnos: Madrid.

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revista digital · Año 11 · N° 95 | Buenos Aires, Abril 2006  
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