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Estado actual y problemática del estudio de la
composición corporal en las artes danzarias cubanas

   
Centro Nacional de Escuelas de Arte
(Cuba)
 
 
Hamlet Betancourt León, MSc.
hamletbleon1974@yahoo.es
 

 

 

 

 
Resumen
    Las artes danzarias son practicadas por miles de muchachas desde edades tempranas en toda Cuba. El poco peso corporal para la estatura para la bailarina en estas manifestaciones ocasiona problemas con el cumplimiento de este canon estético y técnico. Las bailarinas recurren a la asistencia médica de especialistas que manejan las herramientas de la Antropología Nutricional pero desconocen los procedimientos cineantropométricos y los criterios artísticos técnicos de figura de los maestros de especialidad. Por otra parte, en los centros especializados en el estudio del movimiento en el deporte nunca se han realizado investigaciones que ofrezcan instrumentos válidos para la predicción de la composición corporal de los deportistas cubanos. Los métodos que generalmente se utilizan para la estimación de la composición corporal no cumplen con el criterio de especificidad poblacional y generalmente no contemplan el cálculo independiente del componente muscular. En este trabajo se aborda el estado actual de los estudios de la composición corporal en las artes danzarias cubanas teniendo en cuenta la necesidad que de ellos tienen las bailarinas y las problemáticas existentes para que las estimaciones sean reales.
    Palabras clave: Ballet. Danza. Composición corporal. Cineantropometría.

Ponencia presentada en el III Congreso Nacional de Nutrición Clínica. La Habana, Junio 2005
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 93 - Febrero de 2006

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    El entrenamiento físico que realizan los bailarines de ballet y danza durante las clases de especialidad, los ensayos y representaciones escénicas delinean su figura. Aunque las dimensiones corporales y proporciones, con su gran carga hereditaria, constituyen requisitos importantes para seleccionar y entrenar atletas y bailarines al más alto nivel, es necesario estudiar las relaciones entre los componentes de la composición corporal (Mészáros et al., 2000).

    El movimiento danzario cubano cuenta con más de mil bailarines estudiando en escuelas de ballet y danza, con edades entre los 9 y 18 años de edad, quienes se preparan para integrar alguna de las más de 40 Compañías profesionales del país. Estas poblaciones no son estudiadas por especialistas con la regularidad requerida, si tenemos en cuenta su alto nivel técnico artístico y los grandes volúmenes de actividad física a que son sometidas regularmente. La alta incidencia de problemas del peso corporal, que se manifiesta en disímiles dietas y ejercicios extras, es solucionada generalmente y primariamente por el propio estudiante bailarín afectado y el maestro de especialidad en sus contextos (Betancourt et al, 2003).

    En un estudio longitudinal realizado en la Escuela Nacional de Ballet se obtuvo que las Tablas de Peso para la Edad y Peso para la Talla, vigentes en el sistema de salud pública de Cuba, no describen los cambios de peso para la edad ni las relaciones de peso para la estatura en el ballet para los bailarines de ambos sexos de los grupos de edades estudiados (Betancourt, 2004). Debido a que los bailarines de ballet y danza constituyen una población morfológicamente y socialmente especializada, previamente seleccionada entre miles de aspirantes, los procedimientos para estimar la composición corporal no deben ser los estipulados por la Antropología Nutricional vigentes en Cuba.

    Por otra parte, el criterio de gordura o delgadez de los maestros de especialidad no está basado en el peso o incluso su composición en una edad determinada; sino en la apreciación visual de volúmenes y proporciones del cuerpo de sus estudiantes a partir de la cual se emite un criterio sustentado en la experiencia exitosa del proceso de enseñanza (De Saá y Hermida, 2003). Este hecho limita extraordinariamente el papel del médico en el diagnóstico y solución del problema, pues desde su hospital o consultorio no cuenta con todos los conocimientos antropológicos, nutricionales y artísticos para solucionar el problema chocando su acción, muchas veces no reconoce el hecho de que existe un problema, con los intereses de los bailarines.

    Internacionalmente no se registran muchos trabajos que describan la morfología del artista durante su formación y constituyan referencia para la evaluación de nuestros bailarines. Equipos de Investigación de la Universidad de la Habana, el Centro Nacional de Escuelas de Arte y el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos han realizado mediciones antropométricas puntuales en la enseñanza artística durante los últimos años cuyos resultados por diversos factores de índole subjetiva y objetiva son poco conocidos y aplicados en la enseñanza artística (Martínez et al, 1986; Ramírez, 2000; Díaz et al., 2003).

    El problema de la figura del bailarín es multifactorial y complejo por lo que no será resuelto nunca a partir de una medición externa que no incide sobre el fenómeno en si mismo y generalmente no lo entiende y lo subvalora. Un Laboratorio de Desarrollo Físico donde los profesionales midan a los estudiantes, utilizando los procedimientos cineantropométricos adecuados, e interactúen y eduquen biológicamente a los maestros de especialidad parece ser, a la luz del conocimiento actual, la única acción coherente que incidirá en el control de la figura de los bailarines y el proceso metodológico de la enseñanza del arte.

    Los problemas de peso corporal en el ballet y la danza deben ser abordados regularmente con un estudio antropológico que señale el estado físico. Deben estimarse los porcentajes y cantidades de masa grasa y masa muscular del sujeto en un momento dado, debido a las variaciones que tienen estos componentes con el entrenamiento y su relación con el rendimiento. Las medidas de solución de este problema, una dieta y un plan de ejercicios adecuados, tienen que ser diseñadas y controladas a partir del conocimiento de su efecto en la composición corporal de los sujetos y del criterio artístico técnico del maestro. ¿ Cuál procedimiento utilizar para estimar la composición corporal de los bailarines que exprese el fenómeno realmente y a la vez sea factible de hacer y repetir en nuestro contexto?

    Las técnicas de determinación in vivo de la composición corporal, como las imagenológicas, los métodos físico químicos y las ecuaciones de predicción a partir de la evaluación de mediciones antropométricas permiten estimar las masas corporales, con diferentes grados de error de predicción y costo económico, en grupos grandes de sujetos. En la actualidad la validación de las técnicas de la composición corporal en vivos tomadas como referencias o reglas de oro parecen haber llegado a un punto muerto, pues los resultados contradicen la evidencia primaria aceptada en los estudios de disección de cadáveres realizados por Clarys et al (1985). Los resultados pueden ser tan variables y tener tanto rango de error que incluso se pueden predecir porcentajes grasos negativos en una población determinada empleando los métodos bicompartimentales desarrollados a partir de la densitometría por desplazamiento de agua (Adams et al., 1982).

    Por esa razón, el criterio de peso graso mínimo saludable y óptimo a tener en cuenta en el proceso de medición cotidiano depende fundamentalmente del método utilizado para la determinación de la masa grasa. En ausencia de normas de composición corporal, derivadas de metodologías así validadas, el control individual del peso del bailarín se debe realizar a partir de la reevaluación en el tiempo de sus propios resultados, utilizando procedimientos que cuantifiquen la masa grasa y la masa muscular. Esta inoperancia de las ecuaciones de predicción limita la generalización de los resultados de unas poblaciones a otras y no permite definir valores normativos que cuantifiquen el fenómeno que se está suscitando en la realidad.

    Las características propias de nuestra población de arte danzario y el estado actual de los métodos de predicción de la composición corporal desarrollados en el país, que no permiten cumplir con el criterio de especificidad poblacional, limitan la estimación a la evaluación de mediciones antropométricas en ecuaciones de predicción desarrolladas en otros contextos. A las artes danzarias cubanas le sería apropiado generar sus propios métodos doblemente indirectos, por sexo y grupo de edad, a partir de la medición de su población en un laboratorio cubano que contara con equipamiento técnico para realizar una estimación antropométrica y plestimográfica de la masa grasa de los bailarines. En la estimación de la masa muscular el método multicompartimental de Ross y Kerr (1991) cumple con las premisas teóricas adecuadas que validan su uso para la predicción independiente de este componente.

    El estudio sistemático de la composición corporal correlacionado con el criterio de desempeño artístico y desarrollo físico del maestro y de salud de un especialista médico establecería las normas ideales y reales de los valores de masa grasa y masa muscular y sus porcentajes respectivos en una población de bailarines según el nivel técnico, la edad y el sexo. La cuestión principal no es bajar de peso, sino cambiar la figura a expensas de una reducción de la grasa corporal, sin perder significativamente masa muscular, ni afectar el aprendizaje continuo de la técnica artística y los procesos normales de crecimiento, maduración y desarrollo.


Referencias

  • Adams, J.; Mottola, M.; Bagnall, K.M. y K.D. McFadden: Total body fat content in a group of professional footballers. Canadian Journal Applied Sport Science, 17: 36-40, 1982.

  • Betancourt, H.; Governa, A. y J.C. Albizu-Campos: Estilo de vida de bailarinas de la Escuela Cubana de Ballet. En: Memorias del V Taller Internacional Mujeres en el Siglo XXI, Publicación Digital, ISBN 959-7164-515; La Habana, 2003.

  • Betancourt, H.: Estudio longitudinal de la figura del bailarín de la Escuela Nacional de Ballet. Tesis de Master en Antropología, Facultad de Historia y Filosofía, Universidad de la Habana. Localizada: Universidad de la Habana, Facultad de Historia y Filosofía. Noviembre, 2004.

  • Clarys, J.P.; Martin, A.D. y D.T. Drinkwater: Gross tissue weights in the human body cadaver dissection. Human Biology, 56: 459 473, 1985.

  • De Saá, R. y M. Hermida: Comunicaciones Personales en clases, ensayos, presentaciones y entrevistas en la Escuela Nacional de Baller. 2003.

  • Díaz, M.E.; Reboso, J.; Martínez, A.; Toledo, E.; Wong, I.; Moreno, V. y D. Matos: Desarrollo físico y estado nutricional en estudiantes de ballet. Ponencia en el VIII Simposio de Antropología Física "Luis Montané", Universidad de La Habana, Febrero, 2003.

  • Martínez, A.J.; Carmenate, M.M.; Bello, O.; Coyula, R. y O. González: Composición corporal, somatotipo y proporcionalidad en bailarines del Ballet Nacional de Cuba. En: Estudios de Antropología Biológica. IV Coloquio de Antropología Física "Juan Comas". UNAM, D. F. México, pp: 373-377, 1986.

  • Mészáros, J.; Mohácsi, J.; Szabó, T y I. Szmodis: Anthropometry and competitive sport in Hungary, Acta Biologica Szegediensis, 44(1-4):189-192, 2000.

  • Ramírez, A.: Informe de resultados de investigación. Departamento de Investigaciones y Desarrollo, Centro Nacional de Escuelas de Arte de Cuba, 5ta E y 94, 5E04, Miramar, Playa, La Habana. 2000.

  • Ross, W.D. y D.A. Kerr: Fraccionamiento de la masa corporal: un nuevo método para utilizar en nutrición clínica y medicina deportiva. Apunts, 18: 175-187, 1991.

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