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Influencia del calzado en las
lesiones de nuestros alumnos

   
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Responsable de fitness del portal edites
 
 
Antonio Yeste Calle
antonioyestecalle@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    En este artículo se tratan los diversos aspectos que influyen en la elección de una zapatilla y de la importancia de las misma como elemento de prevención de accidentes y lesiones deportivas. Se explican las características más relevantes que deben tener las zapatillas en función de la morfología del pié y del tipo de apoyo. También se hace referencia a los aspectos a considerar para comprar un modelo lo más adecuado a sus características personales. La última parte del artículo trata sobre los aspectos que deben aprender a valorar los alumnos en el calzado, además de su cuidado y mantenimiento.
    Palabras clave: Pié. Calzado. Deporte. Calidad
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 92 - Enero de 2006

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I. Introducción

    En la actualidad, en las clases de Educación Física se producen una gran cantidad de lesiones por la indumentaria de los alumnos, especialmente por el tipo de calzado con el que asisten.

    Cuando nuestros alumnos van a la tienda a comprarse unas zapatillas, lo primero que miran es la estética de las mismas, dejando al margen otras características más importantes.

    Los profesores de Educación Física deben tratar de hacer ver a sus alumnos que la elección del calzado adecuado para la práctica de ejercicio físico, es algo importante para la prevención de accidentes y lesiones.

    Debemos concienciar a los niños que cada deporte es diferente y que el atleta no necesita las mismas zapatillas que el tenista y éste que el jugador de balonmano. Cada deporte y cada persona tienen unas características especiales que les va a hacer diferentes al resto, por lo que no deben usar el mismo tipo de zapatillas.

    Numerosos estudios demuestran que la posibilidad de sufrir una lesión, es mayor si las zapatillas que usamos no son las adecuadas (Koepsell, 2004).


II. Morfología del pie en el apoyo

    Durante la carrera, el pie puede adoptar muy diversas formas, principalmente: pronación, neutro y supinación.


A. Pronadores

    La pronación significa un exceso de empuje hacia el interior del pie de apoyo. La pronación provoca torceduras en el pie, la espinilla y la rodilla, causando grandes molestias. Este tipo de dolores ocurren por el excesivo acercamiento de la zona subtalar de ambos pies, algo que puede minimizarse con la elección de un calzado apropiado.

     McKenzie (1985), relaciona el exceso de pronación con la aparición de la condromalacia, una afección muy común que afecta el funcionamiento de la rótula, además del síndrome tibial medio, síndrome tibial posterior y tendinitis aquilea. Debido a que la rotación de la tibia puede producir fuerzas que exceden la rotación compensatoria del fémur, ciertas lesiones de la articulación de la cadera también pueden ser consecuencia de una pronación excesiva en los pies.


B. Neutro

    Se produce una apoyo ideal, con el pie en completa estabilidad y alineado en todos sus segmentos.


C. Supinadores

    La supinación, es un empuje insuficiente del pie hacia el interior en el momento del apoyo, que provoca que la pisada se incline hacia el exterior. En este caso el calzado se desgasta en el extremo lateral externo.

    El pie supinador trae consigo otros problemas, ya que esta característica biomecánica ha sido asociada con varios tipos de afecciones en los corredores, tales como el síndrome de la banda iliotibial, la fascitis plantar y la tendinitis aquilea. Las personas con arco alto, pies que se desvían hacia afuera o con los tendones de Aquiles tensos, tienden a ser supinadores.


* pie derecho. Muestra un pie pronador y otro supinador.


III. Consideraciones sobre el pie

    Para recomendar el zapato más adecuado, es necesario conocer la función y el funcionamiento del pie. El pie se convierte en el aceptor inicial de las fuerzas verticales durante la marcha. Absorbe y minimiza estas fuerzas mediante la flexibilidad del tobillo y la pronación.


* En la imagen se observa como el tobillo contacta en el suelo desde una postura supinaza y va progresando hasta una pronada con el objetivo de absorber la fuerza.

    Posteriormente en la fase de impulsión, realiza una supinación para tratar de obtener una mayor fuerza.

     Los arcos plantares pueden intervenir en estos movimientos. Para conocer el arco plantar, no basta con hacer la prueba de la huella dejada por el pie sobre un papel, ya que la estructura del pie durante la carrera cambia respecto a la posición estática, por lo que habrá que hacer un análisis tanto en movimiento como parado. Los corredores con pies cavos, con grandes arcos, no pronan lo suficiente y tienen menos flexibilidad en el tobillo, lo que lleva a absorber de manera insuficiente las fuerzas. La consecuencia directa de ello, es falta de flexibilidad en los gemelos y el soleo, lo que provoca un mayor riesgo de lesión, como pueden ser: roturas de tibia y fémur por exceso de estrés, tendinitis del tendón de Aquiles, fascitis plantar.

    Por el contrario, los corredores con pies planos, pueden llegar a tener hiperpronación, lo que lleva a que todo el peso del cuerpo vaya a parar a la zona central del pie.

    Esto conlleva a su vez una rotación excesiva de la tibia, que incrementa el estrés de la pierna y la rodilla. Se asocia la hiperpronación a lesiones como: dolor de la rótula, tendinitis poplítea, tendinitis del tibial posterior, tendinitis del tendón de Aquiles, fascitis plantar, tendinitis del tibial posterior, tendinitis plantar y fracturas por estrés de los metatarsianos.


IV. Consideraciones a tener en cuenta para elegir las zapatillas deportivas

    Son varios los factores a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión, ya que según diversos estudios el distinto tipo de zapatillas que cada persona elija para practicar actividad física o simplemente para el uso durante su vida diaria, va a tener repercusiones en cuanto a la posibilidad de sufrir lesiones (Baker 1991). Según el tipo de zapatillas, se podrían reducir las lesiones entre 37-56%. (Maj, 2005).

    Los principales factores a la hora de elegir la zapatilla son:

  1. Disciplina deportiva o tipo de deporte que se vaya a practicar: las zapatillas tienen diseños especiales en función de los diferentes movimientos que requiere cada deporte, facilitando la práctica del mismo y protegiendo de posibles lesiones. En la actualidad disponemos de zapatillas especiales para correr, para deportes en los que se realizan desplazamientos cortos y bruscas frenadas como el tenis o el baloncesto, para deportes en otros predominan los saltos, para diferentes terrenos, etc.

  2. La superficie o terreno sobre el que realizaremos el deporte. Una misma actividad, como correr, jugar al fútbol… se puede practicar sobre superficies duras, blandas, deslizantes, etc. como asfalto, cemento, tierra, arena, madera, superficies sintéticas, etc.

  3. La morfología del pie: no todas las personas pisan igual, ni tienen el mismo tipo de pie. Hay pies cavos, normales y planos. También hay pronadores, neutros o supinadores, y en función de los dedos tenemos pies griegos ( el segundo dedo dominante), egipcios (el primer dedo dominante) o cuadrados (el primer y segundo dedos igual de largos). Por lo tanto habrá que probar entre todos los modelos y elegir el que mejor se adapte al pie y a la pisada de cada uno.


V. Zapatillas para cada morfología

  1. Pronadores: es conveniente contar con un calzado que brinde control de movimiento y estabilidad, con suelas medias firmes para limitar la pronación. Es recomendable un modelo que cuente con postes medios de doble densidad que ayuden a estabilizar el arco longitudinal del pie para que el impacto contra el piso sea parejo y reducir así, el efecto de la pronación. Es recomendable una tecnología que ofrezca una combinación de soporte y amortiguación para los pronadores medios y severos.

  2. Supinadores: deben utilizar un calzado que permita la pronación. En este caso, los zapatos ligeros son los mejores, ya que permiten un mayor movimiento del pie. También los zapatos con suelas medias más suaves o acojinadas son convenientes para contrarrestar la falta de movimiento. En este tipo de calzado se remueve el material de la suela media para reducir el peso del calzado.
    Los deportistas con un elevado arco plantar suelen tener falta de pronación y se les recomienda unas zapatillas con horma curva y con una adecuada amortiguación.

  3. Los alumnos con pies planos: tienen hiperpronación, por lo que se les recomienda zapatillas que aporten estabilidad con horma semicurva a recta.

  4. Arcos plantares normales, pueden tener unas zapatillas "normales" en cuanto a estabilidad y amortiguación, aunque se recomienda una amortiguación suficiente para absorber las fuerzas.

    También existen otros factores que influyen en la elección del calzado deportivo, es importante saber que las zapatillas que para una persona son las ideales para otra pueden no serlo, ya no solo por el tipo de pie y la pisada, sino por elementos como el peso del individuo, el desarrollo muscular, flexibilidad, etc.


VI. Aspectos a considerar en la zapatilla

    Los principales aspectos son: estabilidad, control, amortiguación y ligereza (Allan, F; 2004)

  • Estabilidad: Las zapatillas basadas en la estabilidad son bastante adecuadas, ya que aparte aportan una buena amortiguación, calidad y durabilidad. Suelen ser semicurvas y aportan estabilidad en la zona posterior y flexibilidad en la anterior. La media suela esta fabricada para tratar de minimizar la pronación, por lo que están recomendadas para pronadores y personas con bajo arco plantar.

  • Control: son las zapatillas más rígidas y están diseñadas para limitar la hiperpronación. Suelen tener una horma recta que ofrece estabilidad y apoyo. Son los más pesados y duraderos. Son adecuados para los hiperpronadores y personas con arcos plano

  • Amortiguación: Son las zapatillas más flexibles y cuya media suela es más blanda con el objetivo de absorber en mayor grado las fuerzas verticales. Suelen tener en la media suela: gel, cámaras de aire… Son las que menos apoyo ofrecen. Suelen ser curvas o semicurvas. Son adecuadas para corredores con déficit de pronación y personas con los arcos plantares altos.

  • Ligereza: este tipo de zapatillas están diseñadas para la velocidad, por lo que son las que se usan en competiciones.


VII. Consejos a los alumnos para comprar unas zapatillas

  • Lo más importante de todo es no seguir la relación ESTETICA- PRECIO - CALIDAD, que es la que habitualmente se usa. Lo ideal es seguir CALIDAD - PRECIO - ESTETICA, aunque este es un punto personal de cada uno y en el que sólo se pueden dar consejos.

  • Ir a tiendas especializadas en material deportivo. Evitar grandes almacenes e internet, ya que no hay posibilidad de probarlas.

  • Saber el tipo de zapatillas que necesitamos en función de las características de nuestro pie.

  • Tener en cuenta que las zapatillas que dan buen resultado a un deportista no tienen por que ser buenas para otro.

  • Usar el calzado apropiado para cada deporte y superficie

  • No fiarse en el nº de las zapatillas, ya que puede haber diferencias entre las distintas marcas y modelos.

  • Es recomendable probarse las zapatillas después de una pequeña caminata para que los pies estén algo hinchados como cuando se practique deporte.

  • Llevar los calcetines que vamos a llevar normalmente.

  • Probar varios modelos y caminar con ellos, fijarse en no tener ninguna molestia que pueda convertirse en un mayor problema al hacer deporte.

  • Debidos a las diferencias morfológicas entre hombres y mujeres es aconsejable utilizar zapatillas especificas para el propio sexo.

  • Si tienes plantillas ortopédicas, probarte las zapatillas con ellas.


VIII. Recomendaciones a nuestros alumnos para el cuidado del calzado y la prevención de lesiones

  1. Hay que tener en cuenta el estado del desgaste de la suela y el kilometraje puesto que la mayoría de los modelos están diseñados para hacer un determinado número de kilómetros y horas de entrenamiento, entre 800 y 1500, a partir de los cuales los sistemas de amortiguación se ven afectados. Se deben cambiar con frecuencia para no arriesgarse a una lesión.

  2. Airear el calzado para que los sistemas de amortiguación recuperen, es recomendable el uso de más de un par y alternarlos para darles descanso.

  3. Atar las zapatillas adecuadamente, ya que hay modas que consisten en utilizar el calzado deportivo sin atar y que son muy peligrosas ya que el pie se mueve en exceso dentro de la zapatilla y no es sujetado convenientemente. Tampoco de deben atar con demasiada tensión para evitar cortar la circulación en el pie.

  4. No utilizar para entrenar las zapatillas que se usan para la calle.

  5. Si las zapatillas tienen plantillas interiores se deben cambiar con frecuencia.

  6. No lavar las zapatillas en la lavadora ya que pueden perder parte de sus propiedades.

  7. No fiarse por el estado de la suela, ya que suelen estar fabricados de materiales más resistentes que el resto de la zapatilla.


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revista digital · Año 10 · N° 92 | Buenos Aires, Enero 2006  
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