efdeportes.com
Test Romero para la medición de la fuerza
específica de los jugadores de tenis

   
-Licenciado en Cultura Física ISCF Manuel Fajardo. Habana, Cuba.
-Licenciado en Educación Física.
Universidad Simón Bolívar. Guayaquil, Ecuador. -Doctor en Fitness y Fisiología del Ejercicio.
Pacific Western University, Hawai, USA.
-Profesor de Fisiología del ejercicio y teoría y metodología del entrenamiento deportivo.
-Representante regional (México y el Estado de la Florida)
del Instituto Tudor Bompa (Tudor Bompa Systems).
-Consultor para América Latina del Tudor Bompa Systems
-Director del International Research and Tennis Development Institute.
-Presidente de Sankakuhoshinkai Jujutsu World Organization.
 
 
Dr. Hermes Romero Alfonso
fisiologo@univision.com
(EE.UU.)
 

 

 

 

 
Resumen
    Desde tiempos inmemoriales los científicos del deporte han estado preocupados y ocupados en encontrar nuevos métodos y medios para el incremento del potencial atlético y el mantenimiento de la integridad física de los deportistas, así como para resolver muchos problemas en el campo de las ciencias del deporte. En este trabajo perseguimos el propósito de dar respuesta a una gran problemática del tenis: La falta de métodos confiables y válidos para evaluar de forma específica los niveles de fuerza de los jugadores. Habiendo escogido la muestra más representativa: Veinte jugadores y cuatro entrenadores del circuito de tenis profesional, utilizamos los métodos de encuesta, entrevista y observación, una investigación con el objetivo de diseñar una metodología para optimizar el proceso de entrenamiento y control de la fuerza específica de los jugadores de tenis.
    Palabras clave: Tenis. Fuerza.
 
Abstract
     To much time ago, sport scientists have been worried and busy, trying to find new methods and tools to improve the athletic performance and to keep the athletes' physical integrity, as well as to solve many problems related to sports applied sciences. Our purpose making this investigation is to answer a big trouble about tennis: The lack of valid and credulous methods to measure and evaluate the tennis players' strength levels at a specific way. To make this research we selected the most representative investigation group: Twenty professional tennis players and four top ranked tennis coaches. We used surveys, interviews and scientific observation, all of this, to design a new methodology to optimize the sport training process and to control the specific strength levels in tennis players.
    Keywords: Tennis. Strenght.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 85 - Junio de 2005

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Introducción

    Una enseñanza efectiva de la cultura física se basa fundamentalmente en un conocimiento profundo de la estructura y de las leyes del desarrollo de las funciones dinámicas del organismo humano. (Meinel, 1981). La teoría del movimiento en el deporte reúne las enseñanzas sobre la esencia del movimiento en la práctica deportiva, su desarrollo intrínseco, sus formas aparentes y sus relaciones causales o genético - condicionales, para que todo ello sirva eficientemente a la práctica y pedagogía deportiva. (Ibidem, 1981). "La tarea general del estudio de los movimientos del hombre en la biomecánica deportiva consiste en evaluar la efectividad de la aplicación de las fuerzas para el logro más perfecto del objetivo planteado". (Donskoi - Zatsiorski, 1988). El estudio de los movimientos en la biomecánica deportiva está dirigido, en última instancia, al hallazgo de las formas perfeccionadas de las acciones motoras y al conocimiento de la mejor forma de realizarlas.

     Antes de abordar la elaboración de las formas más perfeccionadas de las acciones, resulta conveniente valorar las ya existentes. De aquí se deduce la tarea de la determinación de la efectividad de las formas de ejecución de la acción que se estudia. Es imprescindible conocer de qué depende la efectividad de la acción, en qué condiciones se produce y cómo resulta la forma más eficiente de ejecutar dicha acción. Para esto hay que valorar la perfección de las acciones como la correspondencia de los movimientos con el objetivo planteado. (Ujtomski, 1986). La solución completa de esta tarea, básica para el deporte, ofrece al entrenador el material imprescindible para llevar a cabo un proceso de entrenamiento científicamente fundamentado.

     Al revisar las tareas parciales de la biomecánica deportiva, vemos que estas consisten en el estudio de las cuestiones fundamentales siguientes: (Donskoi-Zatsiorski, 1988).

  1. Estructura, propiedades y funciones motoras del cuerpo del deportista.

  2. Técnica deportiva racional.

  3. Perfeccionamiento técnico del deportista.

     Como las particularidades de los movimientos dependen del objeto de los movimientos (el cuerpo humano), en la biomecánica deportiva se estudia la estructura del aparato locomotor, sus propiedades mecánicas y sus funciones (incluyendo los indicadores de las cualidades motoras), considerando rigurosamente las particularidades; ejemplos: sexo, edad, años practicando el deporte, influencias del nivel de entrenamiento, etc. Más brevemente, el primer grupo de tareas consiste en el estudio de los deportistas mismos, de sus particularidades y posibilidades.

     Para tener una actuación efectiva en las competencias, el deportista debe dominar la técnica que resulte más racional para él. La perfección de las acciones motoras depende de cuáles son los movimientos que las forman y cómo están estructuradas dentro de ellas.

     El factor más importante a la hora de determinar el potencial de un deportista es sin duda su dotación genética; que incluye, además de las características antropométricas, los rasgos heredados desde el punto de vista cardiovascular, miofibrilar entre otros, así como las cualidades que varían con el entrenamiento. Tales como la fuerza y sus manifestaciones, la resistencia y sus manifestaciones, la rapidez y sus manifestaciones y todas las demás capacidades motrices condicionales y coordinativas.

     Otro factor que tiene un profundo efecto sobre el rendimiento es la idoneidad de los entrenamientos previo a las competiciones.

     El científico del deporte no puede cambiar los factores que vienen determinados por la herencia, sin embargo puede aconsejar una estrategia de entrenamiento, óptima según la dotación genética de cada deportista y las condiciones del deporte practicado. Para formular un programa o estrategia de entrenamiento óptima en dependencia de los factores antemencionados primeramente debe implementarse la realización de pruebas de control fisiológico, elegidas y administradas de forma adecuada.

     Estas pruebas pueden ser administradas en laboratorios o en el terreno.

     Los resultados obtenidos en dichas pruebas son la base o sirven de pauta para la selección de las cargas adecuadas de entrenamiento

     Las evaluaciones realizadas en el laboratorio deben considerarse como una ayuda para el entrenamiento y no como una panacea que todo lo resuelve, debido a que estas pruebas tienen muchas limitantes como: No pueden predecir el grado de mejora del potencial atlético de un deportista, ya que no se pueden simular fácil y confiablemente dentro de un laboratorio, las exigencias fisiológicas del deporte a medir.

     Para que un programa de evaluación fisiológica sea verdaderamente efectivo debe cumplir al menos con las siguientes características:

  • Que las variables evaluadas sean realmente importantes en el deporte en cuestión.

  • Que las pruebas seleccionadas sean válidas y confiables.

  • Que las pruebas sean administradas con absoluta rigidez o estandarización.

    Pero sobre todo.

  • Que los protocolos de medición sean específicos del deporte estudiado.

     Para algunos deportes puede ser aconsejable o incluso necesario evaluar a los deportistas por medio de pruebas de terreno.

     Los resultados obtenidos en las pruebas de terreno no son tan confiables como en un laboratorio, pero tienen mayor validez debido a su especificidad, siempre y cuando sean controladas todas las variables ajenas que entorpezcan o falseen los datos obtenidos.

     Las pruebas de terreno son la única alternativa para deportes como el tenis donde el científico no puede simular de forma efectiva las condiciones fisiológicas de su práctica en un laboratorio. Desafortunadamente no existen protocolos específicos para la evaluación fisiológica de los jugadores de tenis, lo que se convierte en una problemática para los entrenadores.

     Algunos jugadores de tenis se dirigen a centros especializados en la evaluación y control del rendimiento atlético para someterse a varios exámenes, pero los protocolos empleados en estos exámenes muchas veces no sólo no son específicos para el tenis, sino que son empleados a cualquier atleta sin distinción del deporte que practique. Esto les da un carácter de general, incluso para muchos otros deportes. De nada sirve someter a un jugador de tenis a estas pruebas bajo protocolos generales si los resultados que se obtienen no son válidos ni confiables.

     Además de perder el tiempo se emplean recursos y se invierte, capital vanamente. Lo peor de todo al usar estos protocolos, es que se establecen programas de entrenamiento basados en parámetros fisiológicos falsos.

     A la hora de elaborar protocolos de estudio fisiológico usando pruebas de terreno, éstas también deben cumplir con los requerimientos anteriores, pero utilizando pruebas de terreno es más fácil medir variables importantes ya que se escogerían elementos técnicos específicos del deporte medido.

     Estas pruebas contarían en sí con un alto potencial de validez y confiabilidad por sus cualidades.

     El control de validez y confiabilidad estaría asegurado por la correcta estandarización de las pruebas y el control de todas las variables ajenas.

     Al intentar llegar a una metodología más exacta para la evaluación fisiológica de la fuerza específica de los jugadores de tenis, que contribuyera de forma más precisa a obtener criterios objetivos para una correcta elaboración del programa de entrenamiento de la fuerza y control del rendimiento, nos planteamos el siguiente problema científico:


Desarrollo

    A partir del planteamiento de nuestro problema científico se definen como:


Objeto de estudio

    El proceso de preparación física de los jugadores de tenis.


Campo de acción

    La investigación está centrada al desarrollo y la evaluación de la fuerza especifica de los jugadores de tenis.


Objetivo General:

    Conformar una metodología para optimizar el proceso de entrenamiento y control de la fuerza específica en jugadores de tenis.

Objetivo Específico:

    Establecer un protocolo para la evaluación fisiológica de la fuerza específica de los jugadores de tenis.


Hipótesis

     La muestra estuvo constituida por cuatro entrenadores experimentados y veinte jugadores del circuito profesional de tenis ATP; cada uno de ellos con varios años de experiencia profesional y resultados deportivos significativos. (Ranking ATP).

  1. Se hizo una revisión de la bibliografía especializada para establecer las características de la fuerza en la ejecución de las acciones específicas dentro de la cancha de juego y proponer una estructura de prueba.

  2. Se elaboró un protocolo para encuestar a entrenadores y jugadores del circuito.

  3. Se realizó un pilotaje para control de validez del protocolo de encuesta propuesto:
    Realizamos al azar preguntas aisladas de la encuesta a algunos sujetos de la muestra seleccionada, para así corregir posibles errores técnicos en el enfoque de la misma y valorar su funcionabilidad.

  4. Se encuestaron entrenadores y jugadores del circuito profesional de tenis, de este modo:

    • Obtuvimos los elementos esenciales para la conformación de la estructura de la prueba propuesta para la medición de la fuerza específica.

    • Determinamos el modo de control de las variables ajenas.

  5. Se entrevistaron entrenadores experimentados del circuito con el propósito de analizar las respuestas de la encuesta realizada y obtener conclusiones.

  6. Se diseñó el protocolo de prueba propuesta para la evaluación de la fuerza específica de los jugadores de tenis.

  7. Se realizó un pilotaje de la prueba para determinar su validez y corregir los posibles errores: Sometiendo a la prueba a algunos jugadores para corregir errores o reajustar elementos técnico - metodológicos de la misma.

  8. Se entrevistaron entrenadores y jugadores del circuito con el objetivo de obtener una valoración del protocolo propuesto.

  9. Se hicieron los ajustes pertinentes del protocolo de evaluación fisiológica de la fuerza específica propuesto.

  10. Se confeccionó el protocolo final: Test Romero de fuerza específica.


Fundamentación de la investigación

     Las cualidades motrices condicionales son elementos muy importantes en el entrenamiento deportivo y el desarrollo de las mismas constituye en sí uno de los factores más relevantes de la preparación deportiva. (Verkhoshansky 1985). La fuerza como cualidad motriz posee un lugar distinguido dentro de este contexto, ya que en el caso del tenis posee una marcada influencia en el cometido técnico - táctico y el rendimiento de un jugador depende en gran medida de sus niveles de fuerza específica.

     Lo primero que se debe hacer cuando se analiza esta cualidad es definirla.

     Según Ozolin, la fuerza es la capacidad que posee el hombre para oponerse a una resistencia externa a través de sus contracciones musculares. (Ozolin 1971).

     Esta cualidad motriz es un componente esencial para el rendimiento de cualquier deportista y su acondicionamiento satisfactorio depende de una comprensión completa de todos los procesos que intervienen en su producción. (Siff - Verkhoshansky 2000)

     La fuerza es un fenómeno relativo que depende de numerosos factores; es por tanto esencial que estos se describan de forma precisa al valorar los niveles de su desarrollo.

    De modo que no tiene sentido hablar de fuerza absoluta sin especificar las condiciones bajo las que esta es generada.

     La fuerza; contrario a lo que muchos consideran, no depende fundamentalmente del tamaño muscular, sino de los músculos adecuados, óptimamente contraídos por una estimulación nerviosa efectiva. Esta es la base actual de su entrenamiento.

     De ahí que lo primordial no es qué músculos participan en uno u otro movimiento sino de que forma lo ejecutan.

     La estructura es una consecuencia de la función, donde la hipertrofia es una respuesta de adaptación a la estimulación neuromuscular.

     De esta forma, la estimulación nerviosa produce dos efectos básicos de adaptación.

  • Un efecto funcional.

  • Una hipertrofia muscular o efecto estructural.

     Así pues, el principio fundamental del entrenamiento de la fuerza se basa en que todo aumento de sus niveles comienza con la estimulación neuromuscular.

     De estos elementos surgen dos tipos básicos de entrenamiento de la fuerza:

  • El entrenamiento funcional.

  • El entrenamiento estructural.

     La fuerza tiene muchos factores limitantes, pero la fatiga es de los de mayor importancia. La fatiga determina la capacidad para mantener determinado tipo de esfuerzo, por ello cuando hablamos de desarrollo de la fuerza es necesario tener este elemento muy en cuenta.

     Sobre todo cuando se trata de manifestaciones asociadas a la resistencia o a trabajos prolongados de fuerza.

     De ahí la necesidad de tomar en consideración cualquier elemento relacionado con la producción y el grado de fatiga después de una actividad prolongada como en el juego de tenis.

     La fatiga es un factor limitante de la producción de la fuerza asociada a la resistencia o a trabajos prolongados de fuerza (Janssen, MD. 2001).

     Entonces se hace necesario plantear que en la valoración de los niveles de fuerza en el tenis tienen necesariamente que estar implicados los elementos que caracterizan la fatiga.

     Por lo tanto, cuando valoramos el nivel de desarrollo de la fuerza específica en los jugadores de tenis sería irrelevante omitir dichos parámetros.

     Muchos reconocidos científicos de las ciencias del deporte coinciden en reafirmar la superioridad del principio de la especificidad del entrenamiento sobre cualquier otra forma de ejercitación, de hecho las investigaciones más recientes corroboran esta tesis y han señalado varios aspectos de la misma:


Especificidad de la contracción muscular

     Los patrones con los que se realiza la contracción muscular varían de un movimiento a otro, y desde el punto de vista deportivo puede plantearse categóricamente, incluso que los músculos trabajan de manera diferente en cada movimiento deportivo.

     La corteza de los grandes hemisferios cerebrales no conoce de músculos, sólo entiende de movimientos (Jackson 1968).

     Es decir; en otras palabras: en nuestra corteza cerebral están establecidos los movimientos deportivos como estereotipos dinámicos, los cuales para ser ejecutados requieren la movilización coordinada de una serie de grupos musculares, bajo condiciones preestablecidas. (Pavlov 1927)

     Dichas condiciones suponen la contracción ordenada y regulada de cada uno de los músculos que garantizan el movimiento, bajo regímenes de contracción también preestablecidos en el estereotipo.

     Esto viene un poco a opacar la tradicional idea de solamente ejercitar los músculos implicados en uno u otro movimiento o técnica deportiva de forma general y bajo la utilización de ejercicios también generales con resistencias de cualquier tipo.

     Esta idea errónea ha sido soportada hasta nuestros días por muchos entrenadores.

     Desde siempre se han realizado programas de entrenamiento de la fuerza dirigida a los músculos que participan en uno u otro deporte a través de la ejercitación general con pesos o resistencias.

     El hecho de que en un movimiento (sea deportivo o no), los músculos trabajan en conjunto; movilizándose algunos como agonistas, otros como antagonistas, unos como estabilizadores y auxiliares y otros garantizando funciones secundarias no menos importantes, tira en el suelo la teoría del aislamiento muscular que sostienen los bodybuilders.

     Es imposible aislar un grupo muscular de forma que trabaje solo en la realización de cualquier movimiento.

     En este sentido, el patrón de movilización muscular baja como una eferencia desde los grandes hemisferios de la corteza del cerebro para cumplimentar una tarea conciente como es la realización de determinada técnica deportiva; siendo diferente para cada caso en particular. (Guyton 1984).

     Significa que la participación muscular siempre será diferente en cada movimiento deportivo en diferentes deportes, variando en el orden de contribución de cada grupo muscular y el tipo o régimen de contracción de cada uno de ellos.


Especificidad del patrón de los movimientos

     Tal como es el caso de la diferencia en la participación muscular para cada una de las acciones o técnicas deportivas, determinadas por la especificidad de las contracciones, existe una especificidad del patrón de los movimientos.

     Este elemento va estrechamente vinculado al tema de la especificidad de la contracción muscular y si lo hemos separado de éste, se debe al hecho de que es necesario su análisis minucioso por separado.

     Sabemos que el patrón de movimientos en una técnica deportiva está determinado por un estereotipo dinámico que se forma en cada deporte particular, pero incluso entre deportistas del mismo deporte existen distinciones en este sentido.

     Las diferencias del modelo de movimiento producen resultados significativamente distintos, aunque los grupos musculares involucrados sean virtualmente los mismos.

     La mejora del rendimiento es básicamente el resultado de un aumento de la capacidad neuromuscular y el aumento de los niveles de fuerza sólo es tangible cuando se valora con el mismo patrón de movimiento específico. (Sale - MacDougall, 1981).

     En otras palabras; no se logra prácticamente nada al medir la fuerza a un deportista a través de la realización de pruebas cuyos patrones de movimientos disten de los patrones de los movimientos específicos de su deporte.

     Igualmente, el diseño de un programa de entrenamiento de la fuerza satisfactorio depende de una completa comprensión de los factores que afectan el desarrollo de ésta como cualidad motriz en su manifestación específica.

     La tarea primordial es determinar cuales de estos factores pueden ser modificados por el entrenamiento físico y que métodos son los más eficaces y seguros para ello.

     Algunos de estos factores son estructurales y otros funcionales, sin embargo los factores estructurales sólo proporcionan el potencial para producir fuerza ya que como se menciona anteriormente, ésta es más un fenómeno neuromuscular que explota este potencial para generar actividad motora.

     La realización de ejercicios dirigidos solamente al desarrollo general de los músculos implicados en los movimientos deportivos garantiza la parte estructural de los


Especificidad de la velocidad de los movimientos

     Cada movimiento deportivo difiere en la velocidad con que es realizado. Este hecho supone entonces la irrelevancia de la medición de la fuerza específica de los jugadores de tenis a través de la realización de pruebas de fuerza con pesos u otro movimiento cuya velocidad difiera de la velocidad de los movimientos del tenis.


Especificidad de la fuerza de contracciones

     No se contraerán con la misma fuerza los músculos cuando se realiza un ejercicio en halterofilia; por ejemplo, que cuando se realiza un golpe de tenis.


Especificidad del reclutamiento de las fibras musculares

     Del mismo modo no se reclutan de la misma forma las fibras musculares en uno u otro ejercicio o movimiento específico.


Especificidad metabólica

     El metabolismo se adapta de forma muy específica a la intensidad y la duración de la modalidad deportiva, hasta el punto que el desarrollo excesivo de un tipo de cualidad física puede tener un efecto negativo sobre otro tipo.

     Este hecho determina la necesidad de desarrollar programas específicos de trabajo físico - deportivo para cada deporte, suponiendo la valoración de los niveles de desarrollo fisiológico a través de pruebas específicas.


Especificidad de la adaptación bioquímica

     Los cambios bioquímicos inducidos por el entrenamiento dependen del carácter específico de las cargas. De esta forma también sucede con la fatiga. (Coyle 1995).


Especificidad de la fatiga

     Diferentes tipos de trabajo muscular producen manifestaciones diferentes de fatiga.

     El ritmo de recuperación de la fatiga después de regimenes de ejercicios diferentes o de la utilización de patrones de movimientos o técnicas deportivas distintas también es diferente.


Especificidad de la flexibilidad

     A muchos les puede parecer extraño que se trate la flexibilidad en este análisis cuando lo que estamos estudiando es el desarrollo de la fuerza, pero en realidad estas cualidades están tan estrechamente relacionadas que es imposible estudiarlas por separado.

     Sobre todo en lo que respecta al papel que juega cada una de ellas en los movimientos deportivos.

     Tradicionalmente se le ha considerado a la flexibilidad como una capacidad motriz condicional independiente.

     De hecho se han elaborado muchos programas para el control y desarrollo de la misma y se han aplicado indistintamente por entrenadores de muchos deportes diferentes.

     Nosotros consideramos a la flexibilidad (como cualquier otra cualidad motriz) como una cualidad específica de cada deporte e incluso en cada articulación por separado. En este sentido podemos plantear que la flexibilidad no es igual en todas las articulaciones del cuerpo, aún cuando los programas generales de control de la flexibilidad frecuentemente recomiendan valorar sus niveles solamente con la medición de la flexión ventral del tronco en la posición de sentado. Lo cual es un error garrafal.

     Al igual que la fuerza, la flexibilidad se manifiesta de forma específica en cada deporte. En el caso del tenis; la flexibilidad esta estrechamente relacionada a la fuerza.

     En muchos movimientos (elementos técnicos) específicos en el tenis la aplicación de la fuerza está asociada a una gran amplitud articular.

     En estos casos la fuerza específica en la ejecución técnica de los movimientos (golpes) del tenis, se manifiesta como fuerza explosiva - flexibilidad, debido a la antemencionada gran amplitud articular con la que deben ser ejecutados los mismos.

     Estos planteamientos ponen en relieve que tanto el desarrollo como la evaluación de las cualidades motrices en el tenis o de cualquier otro deporte, debe relacionarse en con sus características biomecánicas específicas.

     Las diferentes posibilidades de transmisión de movimiento muestran que la dirección en que este se lleva a cabo, puede ser en sentidos muy distintos. Al profundizar en el estudio y análisis, vemos que existe una relación regular entre la dirección de la transmisión y la tarea motriz:

     Si la tarea consiste en dar impulso a un objeto externo (la pelota; caso que nos ocupa), o en una acción de fuerza sobre el medio externo, se da una transmisión del movimiento de las extremidades al tronco en dirección al objeto móvil.

     Podemos pues formular una ley de dependencia de la dirección de la transmisión respecto a la tarea propuesta al movimiento: "la transmisión del movimiento se efectúa en la misma dirección que la acción dinámica planteada"; unas veces en dirección al objeto que debe ponerse en movimiento, otras en dirección a la masa principal del cuerpo. (Meinel, 1981). (Grosser, 1993), (Meinel-Schnabel, 1995), (Fleisig y col. 1999).

     De lo expuesto anteriormente se deduce "que la transmisión de movimiento es un rasgo esencial de los movimientos deportivos". Y, ¿qué es lo que condiciona la sucesión observada; cuáles son sus causas fundamentales?

     Desde el punto de vista físico tenemos lo siguiente: en la sucesión de tronco y extremidades o viceversa se realiza una transmisión de energía mecánica.

     Aunque hay autores (con los cuales estamos de acuerdo) que plantean que la explicación de la transmisión de movimiento como transmisión de energía no es del todo exacta, sino que sería más exacto hablar de "transmisión de impulso".

     Es decir utilizar la magnitud física "impulso" (calificada también como "cantidad de movimiento), dado que este representa una magnitud vectorial, en el sentido de que, para la transmisión de movimiento no interesa respecto a la tarea motora la energía total del sistema, sino sólo la energía cinética que actúa en una dirección determinada. La magnitud vectorial "impulso" expresa de forma más o menos implícita este contexto.

     Al estudiar la técnica deportiva se investigan sistemas materiales (aparato locomotor) y sistemas de procesos de ejecución de la acción (teniendo en cuenta el aseguramiento energético de los movimientos y la dirección de estos procesos).

     "La composición del sistema de movimientos son sus elementos: aquellos movimientos de los cuales consta el sistema." (Donskoi-Zatsiorski, 1988).

     Como las acciones motoras se ejecutan mediante los movimientos de las partes del cuerpo y de todo el cuerpo en el espacio y en el tiempo, en el sistema de movimientos se distinguen sus elementos, ya sea a partir de un indicador espacial, o de su indicador temporal. (Ibidem, 1988).

     Para perfeccionar el sistema de movimientos es importante conocer no solo de cuáles movimientos está compuesto (composición del sistema), sino también como se ha organizado en un sistema integral, o sea, como se han agrupado todos los elementos; en fin: cuál es la estructura del sistema).

     La estructura de un sistema de movimientos no es más que las leyes más formadas y determinadas por la interacción de sus elementos (subsistemas). Entre la multitud de elementos agrupados en el sistema de movimientos, existen leyes muy complejas de interacción e interrelación.

     Por una parte, los elementos, al estar relacionados entre sí, se ayudan unos a otros. Coadyuvan al perfeccionamiento del sistema, generan al sistema mismo y a sus particularidades. Tales relaciones, en esencia, son formadoras del sistema. Por otra parte, son también inevitables las interferencias reciprocas internas. (Ibidem, 1988). En nuestro caso, las interferencias más frecuentes que surgen dentro del sistema pueden dividirse en dos grupos. En primer lugar; están las descoordinaciones de la tracción muscular.

     Es imposible coordinar de manera idealmente exacta el comienzo y el final de los esfuerzos musculares; la rapidez de incrementos de estos, su decremento, etc. En el acto motor toman parte cientos de músculos, en el trabajo de cada uno de los cuales son inevitables las desviaciones.

     En segundo lugar; en las cadenas biocinemáticas complejas, durante los movimientos con aceleraciones, surgen múltiples fuerzas internas: de inercia, elásticas, de reacción, etc. Estas fuerzas se trasmiten por las cadenas biocinemáticas, se reflejan, chocan, lo que también provoca interferencias substanciales que son imposibles de prever.

     Las velocidades y aceleraciones, como características espacio-temporales conjuntamente con las características temporales determinan el carácter del movimiento.

     Así, todas las correlaciones de los movimientos en el espacio y en el tiempo se determinan por su estructura cinemática, por el hecho de cómo estén organizados externamente.

     Las partes del cuerpo humano poseen propiedades inerciales (masa, momento de inercia), por eso el incremento de la velocidad, el frenaje o deceleración del movimiento y la variación de su sentido se producen sólo cuando se aplican fuerzas.

     Las estructuras dinámicas son precisamente esas leyes fundamentales de conjugación de las fuerzas.

     Las estructuras dinámicas de los movimientos se estudian a partir de las características biomecánicas dinámicas, utilizando también las características cinemáticas.

     No importa que músculos participen en uno u otro movimiento deportivo a la hora de seleccionar los ejercicios de desarrollo de la fuerza.

     Sólo importan sus patrones y particularidades fisiológicas, bioquímicas, biomecánicas y por qué no, sicológicas (todas específicas).

     De esta forma no interesa en determinado elemento técnico deportivo qué músculos por separado participan en su realización.

     Tampoco es relevante medir los niveles de fuerza de cada uno de ellos por separado a través de ejercicios o pruebas generales como por ejemplo press de banco para pectorales o sentadillas por detrás para cuadriceps.

     Como se mencionó anteriormente la participación muscular en uno u otro movimiento especifico siempre será diferente aún cuando los músculos implicados sean los mismos en cada uno de ellos. Las diferencias estarán siempre marcadas por las características propias de los movimientos.

     Según la segunda ley de Newton que plantea la fórmula de la fuerza: F = m x a. Siendo la m la masa y a la aceleración seria igual de fuerte un sujeto "A" que mueva una gran masa con una pequeña aceleración que un sujeto "B" que mueva una masa pequeña con una gran aceleración.

Ejemplo 1: Suponiendo que "A" mueve una masa de 80 kilos con una aceleración de 12 m/seg.2 "B" mueve una masa de 12 kilos con una aceleración de 80 m/seg. 2

     Ambos sujetos poseen igual valor de fuerza. Despejando la fórmula resultaría una fuerza para ambos igual a 960 Kg./m./seg. 2

     Aunque los valores numéricos sean iguales para ambos sujetos el desempeño funcional no será el mismo en uno u otro.

     En el juego de tenis el desempeño de la fuerza se manifiesta como en el caso del sujeto "B". El peso de las bolas no es considerable y prácticamente invariable, al igual que el de la raqueta, sólo varía la aceleración de esta última.

     La variación resultante en el aumento de la fuerza esta garantizada entonces por el incremento en la aceleración de los movimientos (de la raqueta) en la ejecución de los golpes.

     Si nos basamos en esto estaríamos planteando que es más fuerte entonces el jugador que acelera más sus golpes.

     Pero la aceleración como categoría física es prácticamente imposible de medir en un movimiento de tenis. En tenis es comúnmente medida la velocidad de la bola en los servicios o saques.

     Si la raqueta estuviera inmóvil en el instante en que la bola choca contra ella, en lugar de cuerdas contara con una superficie de impacto dura y casi inflexible y la bola no viniese ya con una velocidad en sentido contrario al cual se trata de despedir con el golpe, sino que se le pega estando esta en una posición estática e inmóvil, entonces la velocidad con que sale la bola despedida de la raqueta pudiese ser tomada en cuenta según la tercera ley de Newton; "… a cada acción le corresponde una reacción de igual magnitud".

     El hecho de que la raqueta es acelerada desde atrás hacia delante para impactar una bola que se viene con una velocidad del lado contrario de la cancha, sumado a la tensión de un encordado flexible en la zona de impacto de la bola, hace improbable que pueda considerarse la velocidad de la bola como indicador de la aceleración de la raqueta para calcular la fuerza del golpe.

     El cálculo no deja de ser imposible desde el punto de vista matemático, pero es demasiado complejo y el control de todas variables implicadas es muy difícil como para ser funcional.

     La velocidad de la bola sólo es tomada en consideración en el caso del saque, ya que en esta técnica la bola es lanzada hacia arriba y se golpea hacia delante casi en caída libre después del toss, por lo tanto la fuerza de impacto puede traducirse en la velocidad de salida de la bola, sin tener que tomar en consideración variables como la tensión del encordado, la flexibilidad de la raqueta, entre otras variables.

     Sólo en el servicio es relevante entonces la valoración de la fuerza del golpe a través de la medición de la velocidad de salida de la bola usando para esto un radar de velocidad.

     En el juego de tenis la fuerza puede ser medida de forma cualitativa. Obviando algunos golpes como los drops shots, y algunos otros tiros como globos y toques de boleas, la generalidad de los tiros llevan fuerza, sean rasos o con cierto grado de topspin.

     Desde el punto de vista táctico las bolas profundas (tiradas con mayor fuerza) son las más efectivas y factibles. Los factores anteriores suponen la posibilidad de utilizar la profundidad efectiva de los tiros como medio para valorar la fuerza de los mismos.

     A pesar de que el tenis se juega sobre varias superficies diferentes: clay, hard, grass, rebound ace y carpet, los golpes se realizan solamente desde dos patrones posturales diferentes posibles: uno; desde la parada o plantada y dos; desde la deslizada.

     El primero se usa en los juegos sobre superficies como hard, grass, rebound ace y carpet, mientras que sobre clay o arcilla los golpes se originan mayormente sobre el deslizamiento.

     Este segundo patrón demanda mayor uso de la fuerza en las acciones, no sólo en la ejecución de los golpes sino también en los cambios de dirección en las carreras sobre la línea de base y otros cambios dentro de la cancha.

     La transferencia de la fuerza desde la cadera hacia el brazo de golpeo es más difícil debido a la posición en que queda el jugador después de una deslizada profunda o amplia, por lo que el nivel de esfuerzo es mucho mayor.

     A esto se suma el trabajo potente de frenaje o fuerza excéntrica de la musculatura de las piernas en el desliz antes de la rápida contracción concéntrica en el momento de impacto y la dificultad aumentada del regreso al otro lado.

     La duración de los partidos de tenis puede prolongarse varias horas, pero incluso en los partidos más cortos la fuerza de los golpes y las acciones específicas del juego no debe disminuir a causa de la fatiga. Tal disminución es una contra táctica que puede desencadenar la pérdida del juego.

     Este hecho significa que en los momentos en que comienza a aparecer la fatiga, la fuerza se manifiesta como fuerza resistida o fuerza resistencia.

     Y debido al carácter explosivo de los movimientos, entonces su manifestación específica sería como fuerza explosiva - resistencia.

     Una correcta medición de esta cualidad especifica supondría entonces tener en cuenta de los aspectos que se mencionan anteriormente.

     Un protocolo específico para la evaluación de la fuerza en los jugadores de tenis tendría necesariamente que incorporar, además de los elementos técnicos del juego, mediciones y valoraciones de los niveles de lactato sanguíneo y de frecuencia cardiaca. Estos son indicadores objetivos del estado de fatiga producida por el ejercicio.

     Además, debido al carácter de precisión del juego de tenis, requerido por las líneas y la altura de la red, el protocolo de evaluación de la fuerza tendría que incluir además un índice de precisión. Primero debido a que la fuerza de los golpes no es burda, sino que está estrechamente ligada a la ejecución técnica precisa y control del movimiento.

     En segundo lugar porque la fatiga tiene como uno de sus síntomas la descoordinación de los movimientos y la pérdida de precisión y control.

     Estos dos últimos elementos tácticos son piedras angulares en el rendimiento de un jugador. Se sabe que mientras menos falible se sea en los tiros más posibilidades de ganar los puntos y mantener el partido habrá.

     Haciendo un análisis de los datos obtenidos en el desarrollo de la investigación llegamos a lo siguiente:

     La evaluación fisiológica de la fuerza específica de los jugadores de tenis debe ser a través de la realización de un protocolo específico; valga la redundancia, donde estén incluidos todos los elementos del juego.

1. Hemos escogido la técnica forehand mas conocida como derecha, debido a diversas razones:

     Es el tiro con se domina en el juego.

     Es el tiro donde debe aplicarse la mayor cantidad de fuerza en comparación con la técnica de backhand o revés.

     La gran mayoría de los jugadores encuestados, así como los entrenadores les da un calificativo de "no natural".

     Refiriéndose al hecho de que su realización provoca en ocasiones muchos problemas y determina en mucho si un jugador tiene o no un buen juego.

2. La superficie escogida para la realización de la prueba ha sido definitivamente clay o la arcilla.

     Esta superficie es "la más lenta", denominándola así cada uno de los jugadores y entrenadores del circuito, en referencia a la velocidad de rebote de la pelota, la cual de hecho marca la velocidad del juego.

     En esta superficie la pelota rebota y pica perdiendo velocidad, debido a la absorción de la energía cinética de la misma que ocurre en la arcilla.

     Este hecho supone la aplicación de una mayor fuerza a la pelota o una mayor aceleración de la raqueta. En otras palabras en la arcilla debe serse aún mas fuerte pegándole a las bolas. De hecho; y como dato curioso, los jugadores bajan tensión al encordado de las raquetas cuando juegan en esta superficie.

     Esto facilita una mayor capacidad de despedida de la bola desde las cuerdas de las raquetas en el momento del impacto. Ayudando a que la bola "corra" aún más.

     Los tiros desde el fondo de la cancha pueden ser hechos de dos formas posibles desde el punto de vista táctico: paralelos y cruzados. Los tiros paralelos son muy efectivos, pero tienen un inconveniente.

     La red es más alta por la paralela.

3. Los tiros cruzados son nuestros elegidos para la realización del protocolo debido a dos razones: Primero, la red es más baja por la vía cruzada y segundo, la distancia que debe recorrer la bola es mayor. Por otro lado la derecha cruzada es el tiro que más se usa dentro del juego. El primer aspecto supone fallar menor cantidad de veces en la red y el segundo la aplicación de una mayor fuerza en el tiro.

4. Hemos escogido lanzar la bola con la mano para la realización de la prueba ya que como bien han arrojado las encuestas; debe emplearse mucho más fuerza cuando se golpea una pelota que es dejada caer en el suelo con la mano que cuando viene con fuerza por parte del contrario.

5. Aunado a lo anterior el sujeto evaluado deberá realizar unos pequeños pasos de ajuste desde el centro de la línea de fondo hasta la esquina de la misma para pegar su derecha con deslizada y open stance, o con la pierna diestra al frente en el sentido de la deslizada.

     Este detalle asegura el empleo de la transferencia de toda la fuerza desde la cadera hacia la raqueta en la ejecución del golpe y los correspondientes pasos de regreso al medio del a línea de base.

     El factor resistencia tiene una importancia capital tal como habíamos planteado anteriormente, de este modo la cantidad de bolas tiene que ser un elemento fundamental en la conformación del protocolo e indicador importante en la evaluación de la fuerza especifica. Así, el uso de un canasto de bolas, con la mayor cantidad de las mismas será un detalle a tener en cuenta.

6. Hemos concebido que el sujeto evaluado deba pegar la mayor cantidad de bolas posibles en la prueba.

     Teniendo en cuenta la efectividad de los tiros se utilizará la precisión (tanto en lo referente a las líneas como la red) como un indicador importante en la evaluación.

     De este modo se restarán puntos a los tiros fallidos fuera de las líneas o dejados en la red. En este sentido las antemencionadas bolas serán contadas en el score pero su puntuación afectará el resultado final.

7. La cancha será marcada delimitando tres zonas: La zona 1 y la zona 2 y la zona 3. La delimitación de zonas será de la siguiente forma.

Figura 1.

     Se trazará una línea justo en la mitad entre la línea de saque y la línea de fondo quedando marcadas tres zonas del fondo hacia delante respectivamente 1, 2 y 3. La zona 1 será la zona profunda (zona de color rojo) , la zona 2; zona media (zona de color azul) y la zona 3 la zona de ataque (zona de color verde) . (Figura 1).

     Obviamente las bolas de mayor puntaje serán las bolas en zona profunda, decreciendo el puntaje a medida que se acercan a la red.

8. El puntaje será otorgado como sigue: Las bolas en zona (1) obtendrán 3 puntos, las bolas en zona (2) dos puntos y las bolas en zona (3) 1 punto.

     Los puntos son anotados en una planilla de recogida de datos:

    La razón de tal evaluación es la siguiente:

    El 100% de los encuestados y entrevistados plantearon que las bolas profundas son las más efectivas, de igual modo se supone que para lanzar estos tiros profundos es necesario mantener niveles óptimos de fuerza.

     Cuando las bolas comienzan a caer cortas en la cancha del contrario, este último aprovecha para atacarnos y forzarnos cada vez más. De aquí que la zona profunda o zona (1) sea la más efectiva, la zona (2) todavía es una zona de seguridad; sólo cuando los tiros son muy rápidos o pican con buen efecto (sidespin), la zona (3) es una zona sumamente peligrosa, de aquí nuestra definición de zona de ataque ya que el contrario no dejará pasar la ocasión para atacar.

     Para controlar el efecto de la fatiga se ha concebido la cantidad máxima efectiva de bolas que cada jugador evaluado sea capaz de pegar. Esta es en si la forma de evaluación de nuestro protocolo, ya que no proponemos tablas de baremación.


Test Romero de fuerza específica

Figura 2

     El jugador "J" parado en la mitad de la línea de fondo, separado de de esta última tanto como esté acostumbrado a jugar.

    Un segundo sujeto "A" (se recomienda que este sujeto sea el profesor o entrenador experimentado), lanzará una bola a la vez en el momento que el jugador ha llegado al punto de partida (punto medio de la línea de fondo).

     La bola debe ser lanzada suavemente en caída libre, evitando un rebote fuerte, además, la zona de rebote debe ser un cuadro marcado de un metro al cuadrado utilizando como dos de sus lados la línea lateral de singles y la línea de fondo (Cuadrado amarillo figura 2).

     La posición del sujeto "A", debe ser en la mitad entre la línea de saque y la de fondo, justo delante del centro del cuadrado de rebote de la bola. (Cuadrado color fucsia, figura 2).

     Un tercer sujeto "B", parado en la mitad de la cancha por fuera de la línea lateral de dobles (Cuadrado marrón, figura 2), dotado de una tabla de control (tabla 2), controlará el número y puntaje de tiros.

     De los cuales, cuantos fallidos (fuera y en la red), cuantos en zona 1, cuantos en zona 2 y cuantos en zona 3. Los tiros fallidos serán contados, pero su puntuación será cero.

     Se lanzarán tantas bolas hasta el rechazo del sujeto evaluado, teniendo en cuenta que la fatiga es el límite de su desempeño. Una vez que en jugador evaluado no pueda seguir el ejercicio a causa de la fatiga, se detendrá el mismo. Este tiempo se tomará como tiempo de prueba. El resultado será una evaluación cuantitativa: cantidad de tiros efectivos por zona y tiempo total de prueba, y una evaluación cualitativa: porcentaje de tiros por zona en relación al total de tiros.

     La evaluación de la prueba se hace de manera individual por cada sujeto, comparando los resultados en pruebas consecutivas para valorar su evolución en el desarrollo de la fuerza especifica. También se podrán hacer comparaciones entre jugadores.


Conclusiones

     Tras el análisis minucioso de los resultados obtenidos en este trabajo investigativo hemos arribado a las siguientes conclusiones:

     La hipótesis planteada en nuestra investigación fue aceptada, de tal modo la evaluación de la fuerza de los jugadores de tenis a través de un protocolo de prueba especial de terreno que posea todos los componentes de la funcionabilidad de los movimientos del tenis, no solo provee un nivel elevado de confiabilidad de los resultados obtenidos, sino que muestra una relación directa de los datos obtenidos con el rendimiento deportivo de los jugadores.

     Hemos encontrado una solución a nuestro problema científico arribando a un protocolo de pruebas de terreno capaz de evaluar objetivamente y con criterio fisiológico la fuerza específica de los jugadores de tenis.

     Tras el desarrollo de nuestra investigación hemos ido encontrando algunos detalles importantes:

     Obviamente; como sabemos, los niveles de fuerza varían con la edad, pero en el caso del tenis las dimensiones de la cancha son las mismas desde las primeras etapas del aprendizaje.

     Nosotros creemos que este elemento debe ser analizado y modificado y aunque lo recomendamos mas adelante quisiéramos hacer algunas consideraciones al respecto.

     En la Fundamentación de nuestra investigación, analizábamos la importancia de la fuerza como cualidad motriz en el desarrollo y el rendimiento táctico del jugador de tenis. Y los elementos tácticos no deben variar de una etapa a otra del aprendizaje, mas bien el jugador debe aprender la dinámica de juego desde el principio. Si nos basamos en este planteamiento, tomando en consideración dos factores antes analizados: La profundidad de las bolas como elemento decisivo en el desempeño táctico del jugador; que depende en gran medida de los niveles de fuerza específica del mismo.

    Y que las dimensiones de la cancha son las mismas para los principiantes o jugadores que comienzan a aprender a jugar.

Podemos concluir con lo siguiente:

    Primero. El protocolo propuesto sólo servirá para los jugadores con niveles de fuerza suficientes para lograr cumplimentar la tarea que se propone, o por lo menos que cuenten con los elementos funcionales necesarios para tal fin: Juveniles y profesionales.

    Segundo. Debido a la supuesta improbabilidad que de momento tiene el cambio o ajuste de las dimensiones de las canchas de acuerdo a las etapas de aprendizaje o grupo de edades, debe desarrollarse un protocolo para la medición de la fuerza especifica de los jugadores infantiles o júniores en el caso de usar las canchas habituales.

     Solamente en caso de que se realicen investigaciones que arrojen como resultado dimensiones de cancha que se ajusten a los primeros grupos de edades, entonces podría manejarse el protocolo propuesto en esta investigación utilizando dichas canchas.

     Es muy importante seguir investigando en el área fisiológica para obtener protocolos confiables que nos garanticen una valoración válida del estado de nuestros atletas.

     Recomendamos a todo aquel científico encargado de la fisiología del ejercicio aplicada al tenis, que retome el tema que estamos encarando con esta investigación para seguir validando el método de estudio fisiológico propuesto por nosotros. Siempre estaremos en este sentido en la más sincera disposición de colaborar.

     Nosotros tomamos la fuerza como piedra angular del rendimiento de los jugadores de tenis, pero es recomendable seguir estudiando esta cualidad, así como todas las demás cualidades motrices importantes para el desarrollo atlético de los jugadores.

     Un detalle importante que surgió en el transcurso de nuestra investigación es el hecho del desarrollo ontogénico de la fuerza. Respecto a este tema nos hicimos una interrogante que queremos dar a modo de recomendación.

     Recomendamos a los especialistas encargados del tenis que se realicen investigaciones que arrojen como resultado medidas adecuadas de canchas por grupo de edades.

     Este elemento importante se debe al hecho de que la fuerza es un elemento crucial del rendimiento técnico táctico de los jugadores del tenis, y tanto su desarrollo ontogénico en relación a esto, como la diferencia de sus niveles por grupo de edades, presupone que las medidas oficiales de las canchas de tenis no están acorde con los primeros grupos de edades.

     Este elemento quizás sea uno de los elementos perturbadores de la velocidad de asimilación técnico - táctica del juego del tenis en las primeras etapas.

     Como recomendaciones generales a los especialistas de otros deportes queremos hacer las siguientes:

     Que se realicen investigaciones como esta en cada deporte, pues como mencionamos en la Fundamentación de este trabajo; la problemática científica que enfrentamos y tratamos de solucionar con esta investigación también esta presente en otros deportes.


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revista digital · Año 10 · N° 85 | Buenos Aires, Junio 2005  
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