efdeportes.com
La representación motora en el aprendizaje y
retención de una habilidad deportiva

   
Licenciado en Educación Física - UEPA
Master en Ciencias y Juegos Deportivos - UMCC, Cuba
Profesor de la Universidad Federal de Amapá
 
 
Alvaro Adolfo Duarte Alberto
alvarod@ig.com.br
(Brasil)
 

 

 

 

 
Resumo
    Este artículo es parte de una tesis de maestría presentada en el año 2001, en la Facultad de Cultura Física de la Universidad de Matanzas, Cuba. En síntesis tras destacar algunas contribuciones sobre la importancia de los aspectos de mayor relevancia investigativo en la actualidad, en el campo de la Psicología del deporte, el estudio de las Representaciones de Motoras, y la unidad denominada imagen-acción. En ese sentido, en el aprendizaje y retención de una habilidad deportiva, se precisa también, de una gran nitidez de determinados componentes psicológicos, y el componente psicológico que permite determinar en el ámbito mental la imagen de los movimientos con todos sus detalles nítidamente establecidos, es la Representación Motora.
    Palabras clave: Psicología del deporte. Representación motora. Habilidad deportiva.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 85 - Junio de 2005

1 / 1

Introducción

    Actualmente el deporte alcanza un lugar destacado entre los fenómenos sociales en todo el mundo. En este sentido la competencia deportiva ha sido desarrollada como un instrumento de valorización y comunicación entre los pueblos. A partir de esto, entrenadores y deportistas se esfuerzan por desarrollar la multitud de componentes que contribuya a alcanzar la forma adecuada del rendimiento deportivo. Por ello es necesario una estrecha relación del deporte con las ciencias donde la aplicación constante de los conocimientos teóricos y metodológicos del deporte moderno, potencien las investigaciones científicas y recomendaciones prácticas, a fin de obtener un mejor desempeño deportivo. El entrenamiento deportivo exige de los deportistas un perfeccionamiento de sus niveles de preparación física, técnico-táctico y principalmente psicológico. Uno de los aspectos de mayor relevancia investigativo en la actualidad, en el campo de la Psicología del deporte, lo constituye el estudio de las Representaciones Motoras, y la unidad denominada imagen - acción.

    En ese sentido, la preparación psicológica evidencia que en el desarrollo cualitativo de la actividad deportiva se precisa también, de una gran nitidez de determinados componentes psicológicos. Y el componente psicológico que nos permite determinar en el ámbito mental la imagen de los movimientos con todos sus detalles nítidamente establecidos, es la representación motora.

    El lograr la calidad de las representaciones motoras de los fundamentos técnicos es una meta a alcanzar por los entrenadores. A través de ésta, el deportista desarrollará un programa mental que le servirá de pauta en la apropiación, entrenamiento y perfeccionamiento de sus hábitos motores, en el sentido de ejecuciones técnicas más eficientes.

    Por lo tanto, como ya se conoce, la profundización de la relación entre la calidad que posee cada fundamento en el ámbito mental, en el plano subjetivo, componente interno de la acción, y el componente externo de la misma, o sea, la acción propiamente dicha, son expresadas en una determinada calidad técnica y su utilización racional y efectiva en el momento más adecuado.


Caracterización de la representación motora

    A partir de los años 50, la literatura científica vinculada a la Psicología del Deporte comienza a prestar especial atención a la esfera de la representación motora como elemento indispensable del aprendizaje y perfeccionamiento motor. P.A. Rudik, A. Z. Puni, N.A. Bernstein, J. Nitsch, A.V. Rodionov, K. Blischke, H. Eberspächer, Heuer H. Hoffmann, J. T. Schack, J. Wiemeyer, entre otros, han realizado valiosos aportes a esta temática, le han dedicado gran atención a la misma y en la actualidad se encuentran dentro de los que han contribuido a los mayores aportes teóricos y prácticos. En general se han encaminado los esfuerzos a la determinación del papel del modelo mental interno sobre el proceso de aprendizaje motor y la calidad de la ejecución, los medios para su creación y perfeccionamiento, la influencia de la motivación y las emociones en la misma, la estructura de los detalles técnicos en la memoria, así como su dinámica. Esta esfera científica constituye hoy en día uno de los objetos de estudio más importante de la teoría del aprendizaje motor desde el punto de vista psicológico. Para una mejor comprensión de las representaciones acerca de los movimientos, es necesario considerar el concepto de las representaciones del mundo exterior, en forma de imágenes, donde P. A. Rudik (1990, p.128), expresa que:

"Las imágenes concretas, intuitivas de los objetos y fenómenos, que surgen como resultado de la percepción del mundo exterior, no desaparecen sin dejar huella, sino que continúan conservándose durante un tiempo determinado en nuestra conciencia. Estas imágenes de los objetos y fenómenos del mundo exterior que se han conservado en la conciencia, y que se formaron sobre la base de percepciones y sensaciones anteriores, se denominan representaciones".

    De esta manera, las Representaciones Motoras, durante el proceso de apropiación, entrenamiento y perfeccionamiento de una acción motora, reflejan en la conciencia del deportista las particularidades o detalles exteriores de los movimientos técnicos deportivos en forma de imágenes. Así, en el dominio de movimientos difíciles y complejos, es imposible sin imágenes plenas, correctas, claras y precisas acerca de las acciones.

    El contenido de la Representación Motora, son las imágenes del movimiento que se quedan grabadas en el cerebro del deportista, a partir de las informaciones del entrenador como: explicaciones, demostraciones y otras. Esas imágenes completas y evidentes, permite al deportista crear un modelo interno que le servirá de patrón ideal en la ejecución del movimiento deportivo. Esas imágenes, se nutren de los estímulos visuales, auditivos, propioceptivos, lógico verbal, táctil y vestibular. Además de estos estímulos se incorporan también en formas de imágenes internas, los sonidos que se emiten del balón cuando choca con las manos durante el recibo en el balonmano, la carrera de impulso para ejecutar un remate en el voleibol, un tiro a la portería y otros, como también el grado de esfuerzo muscular, la velocidad a desarrollar y las direcciones de las acciones. Para el dominio de la técnica de los movimientos, el deportista necesita de representaciones claras y precisas acerca de las acciones. Así, la enseñanza del movimiento, a partir de la estructuración de las imágenes, constituye la base de la realización de secuencias completas de movimiento, tomándose en cuenta las buenas calidades de las imágenes previas en la formación de la representación.

    En el proceso de formación de la Representación Motora de un determinado movimiento, P. Kunath, citado por A. Abraham (1988, p.24), señala que hay dos etapas: la creación de la imagen y de perfeccionamiento de la misma. Sobre la primera el referido autor describe que:

"El objetivo fundamental del entrenador será la elaboración del modelo primario de la acción que se apoya en la estructura espacial, dónde se sitúan las piernas hacia dónde girar las caderas, hacia dónde el movimiento de los brazos, etc."

    En esta etapa, las imágenes que se crean en la mente del ejecutor, se caracterizan por imágenes generales del movimiento en conjunto: de sus partes principales y da secuencia de la acción. En este periodo, las imágenes se nutren de los estímulos visuales. De este modo, las imágenes se producen incompletas, indiferenciadas e imprecisas, pero los procedimientos de descripción verbal del esquema detallado de toda la acción, ya en esta fase, ayudan a crear una imagen completa del movimiento. La segunda fase de formación de la representación motora, se denomina de perfeccionamiento de la imagen, sobre esto, el citado autor expresa:

(...) "su objetivo es el mejoramiento ilimitado del modelo interno y los aspectos esenciales a desarrollar son: la coordinación de los movimientos simultáneos parciales y la estructura dinámica del ritmo del ejercicio."

    Ya en esta etapa, los deportistas reflejan las imágenes con características de una máxima claridad y diferenciación. El movimiento se vuelve más detallado, perfecto y preciso. En estas imágenes se le concede una importancia cada vez mayor a los estímulos propioceptivos y vestibulares, con el objetivo de la estructuración de imágenes claras, completas, diferenciadas, correctas y vinculadas entre sí. Así, la representación de los movimientos de acuerdo con las cualidades de sus imágenes, permite al deportista, la asimilación de las particularidades o detalles del movimiento, como también rectificar y perfeccionar la dirección, rapidez y el grado de fuerza de su acción motora. Sobre esto, A. F. D. Sasco (1984, p.101), plantea que:

(...) "se considera a la representación, de acuerdo con sus contenidos sensoriales y lógicos, una imagen compleja que unifica las particularidades del movimiento, tomando en cuenta todas sus relaciones. Durante el aprendizaje de las acciones deportivas, el proceso de representación del movimiento está sujeto a un desarrollo gradual, caracterizado inicialmente por una imagen rudimentaria donde están relacionados los parámetros del movimiento (espacio, tiempo y fuerza) a un nivel visual; solo después es que se desarrolla más completamente como imagen visual motora, para llegar a ser fundamentalmente motora. Estas condiciones permiten al deportista poder reflejar las particularidades principales del movimiento, así como sus especificidades".

    Además de su estructuración, las representaciones del movimiento también cumplen determinadas funciones, entre estas A.T. Puni y T. T. Dzhamgarov (1979, p.64), destacan que las más importantes son: de programación, de entrenamiento y de regulación. La primera es la principal en la asimilación y durante el proceso de formación de la técnica deportiva. La segunda es responsable por el efecto entrenador, elevando la exactitud y rapidez de los movimientos, a través de la ejecución mental de los movimientos denominado de entrenamiento ideomotor. Sobre esto, los referidos autores afirman:

(...)"la efectividad especial del entrenamiento ideomotor, cuando la ejecución mental de la acción está acompañada de una verbalización, o sea la enunciación de los elementos ejecutados, de los elementos en voz alta y después, para sí, en el lenguaje interno, acentuando de esta forma la atención en los así denominados puntos de apoyo, momentos difíciles o viceversa en los elementos de la acción insuficientemente consolidados. Todo esto testimonia una alta significación de la ejecución mental de la acción motriz como procedimiento que acelera y eleva la cualidad y el dominio de estos y de la predisposición para la ejecución de la acción."

    El entrenamiento ideomotor adquiere gran importancia como medio eficaz de aprendizaje y mejoramiento de movimientos difíciles y con alto grado de coordinación. Richard Frester, citado por A. Abraham (1998, p.30), plantea que el entrenamiento ideomotor se aplica:

"Como un medio de desarrollo de los componentes, como complemento del entrenamiento cuando no se posee posibilidades de amplia variación del mismo, permite un aumento del volumen sin que medie una elevación de la carga física y la mayor eficacia se alcanza cuando se están perfeccionando movimientos complicados desde el punto de vista de la coordinación."

    El entrenamiento ideomotor, además de su importancia en el aprendizaje y perfeccionamiento de un movimiento a través de la imaginación del mismo, también puede generar confianza en el deportista, permitiendo al mismo un mejor control de sus estados emocionales. Otras cuestiones que deben tomarse en cuenta sobre el entrenamiento ideomotor, de acuerdo con Gabriele, citado por R. A. Schmidt (1989, p.186), son las siguientes:

  1. El entrenamiento ideomotor puede envolver la práctica de aspectos cognitivos, simbólicos y de toma de decisión.

  2. El entrenamiento ideomotor puede permitir al deportista la repetición de acciones posibles y estrategias, estimando los probables resultados en la situación real.

  3. El entrenamiento ideomotor puede permitir contracciones musculares diminutas, muy pequeñas para producir una acción, que simulen el movimiento real.

  4. El entrenamiento ideomotor puede dar confianza al perfeccionamiento deportivo, permitiendo el dominio efectivo del estrés y de la ansiedad.

    En la función de regulación de la representación motora, se destaca el proceso de autorregulación de la ejecución realizada por el deportista. A través de esta el ejecutor marca el ritmo de ejercicio por medio de la palabra. A esto se puede denominar de automandatos. Al respecto, A. T. Puni y T. T. Dzhamgarov (1978, p. 69), expresan:

(...) "la activación del lenguaje interno en el proceso de representación de la acción motriz eleva considerablemente el efecto de entrenamiento y el efecto de asimilación práctica de la acción estudiada. Pero, más efectivas aún son las influencias verbales directrices incluidas en el proceso de la ejecución práctica de la acción estudiada."

    En el proceso de asimilación y perfeccionamiento de las imágenes del movimiento, las palabras desempeñan un papel positivo en la regulación del pensamiento, donde el deportista las utiliza, durante el aprendizaje de secuencias de movimientos, para sí o en voz alta.


Particularidades del modelo interno

    Las imágenes que son reflejadas en la conciencia del deportista, determinan la estructuración de modelos que como patrón ideal sirve de orientación a la acción estudiada. Así, para una efectividad en la aplicación de informaciones de un determinado movimiento deportivo en una variedad de situaciones, un modelo por el cual el deportista va a guiar sus acciones necesita ser establecido lo más preciso posible en el ámbito mental.

    El modelo interno se considera como un flujo de informaciones interiorizadas por el deportista en forma de imágenes, que provienen de diversos tipos de estímulos. En la creación de las imágenes del movimiento planteado, se considera primeramente la información sensorial como la toma de decisión desde la planificación hasta la ejecución de la respuesta. En toda la variedad de procesos sensoriales activados en la formación de las imágenes motoras, la orientación visual adquiere la mayor importancia,, sobre todo, en las primeras etapas de su formación. Al respecto del éxito de esta información en la estructuración del modelo, V. P. Zinchenko, citado por P. A. Rudik (1990, p.133), señala:

"La efectividad de la orientación visual al construir el modelo inicial de la imagen motora que se forma, se encuentra en dependencia directa de la intensidad de los esfuerzos volitivos que se desarrollan en este caso. La búsqueda visual del objeto al estructurar la imagen primaria se lleva a cabo según determinadas regularidad."

    Además de los rasgos espaciales del movimiento, que se reflejan por medio de las informaciones visuales, forman parte también los temporales y los de fuerza. Los rasgos temporales aseguran la selección y el procesamiento de la información sobre el tiempo y el ritmo del movimiento a través de los estímulos auditivos. Ya los rasgos de fuerza del movimiento, son efectuados por medio de las sensaciones musculares motoras. Todas estas informaciones que provienen de las sensaciones y percepciones son llevadas al mecanismo central de procesamiento, dónde el deportista toma estas informaciones y determina como relevante el plan de ataque a la respuesta. Varios elementos hacen parte de este componente. Siendo un de los principales la memoria. Es necesario obtener de la memoria que estrategias fueron utilizadas en el pasado y como funcionaron; enseguida las mismas deben ser utilizadas en el desarrollo de estrategias de una situación actual. Con relación a este tema, A. T. Puni y T. T.Dzhamgarov (1979, p.69) escriben:

"Los procesos de la memoria garantizan la conservación de la imagen de larga duración y la operativa; su reproducción y reconocimiento. Es muy importante que como consecuencia de la constante repetición de la acción estudiada en el proceso de enseñaza y durante su ejecución en busca de resultado, las imágenes conservadas en la memoria y reproducidas son estables completas y no pierden su nitidez."

    En la creación, corrección de errores y estabilización de las imágenes del movimiento, el deportista organiza un plan de acción efectivo en la producción de una respuesta específica. En esta organización de los componentes de la respuesta, el deportista va a guiar sus imágenes en el orden apropiado tomando en cuenta los niveles de fuerza y tiempo como estrategia en la emisión de una respuesta eficiente. Cuando esta repuesta es bien elaborada, la información hará parte del programa mental indicando que la misma puede ser utilizada otra vez, desde que los estímulos halla sido percibidos de la misma manera. Si la respuesta no fue eficiente, las informaciones sobre los errores serán archivadas en la memoria. Después la ejecución de la respuesta y la comparación con el movimiento planificado, el deportista toma la decisión llevando en consideración un concepto general del patrón motor que le parece ser efectivo. Por lo tanto, el desarrollo de la capacidad de reunir muchas informaciones de diferentes fuentes y tomar decisiones, sugiere que el deportista tenga que construir, corregir y perfeccionar las imágenes del movimiento que se le halla quedado en su mente. Estas imágenes, permiten al deportista crear un modelo que le servirá como patrón ideal en la orientación, regulación y ejecución de sus movimientos.


El lenguaje interno

    La importancia del proceso de lenguaje se apoya en la relación que existe entre la palabra y la conciencia. Esto permite al deportista apropiarse de los componentes lógicos en el aprendizaje, regulación, ejecución y representación de los movimientos deportivos.

    Al utilizar el lenguaje, el hombre es capaz de pensar de una forma generalizada y abstracta. En el proceso de adquisición del lenguaje, el hombre primeramente utiliza el habla socializada, con la función de comunicación y contacto personal. A lo largo de su desarrollo, la persona utiliza el lenguaje como instrumento del pensamiento, con la función de adaptación personal. A este proceso se le llama lenguaje interno, como señala P. A. Rudik ( 1990, p.246):

"El lenguaje interno es el lenguaje para sí mismo y al utilizarlo no nos dirigimos a otras personas, pero tiene una importancia esencial en la vida del hombre, ya que está relacionado con su pensamiento, participa en todos los procesos mentales dirigidos a la solución de algún problema (por ejemplo: Cuando tratamos de comprender una fórmula matemática compleja, entender alguna cuestión teórica, trazar un plan de acciones etcétera."

    Por eso, el lenguaje interno apoya los procesos psicológicos más complejos como: procesos de pensamiento, de autorregulación, de planificación de la acción y del propio funcionamiento afectivo-volitivo. Aunque pensamiento y lenguaje esté relacionados con la dimensión cognitiva del funcionamiento psicológico, mecanismos fundamentales de la constitución de la persona, como un ser social, están envueltos en la internalización del lenguaje. L. S. Vygotsky, citado por M. K. O. Taille (1991, p.82), se refiere a esto expresando:

"Las palabras desempeñan un papel central no solo en el desarrollo del pensamiento, pero también en la evolución histórica de la conciencia como un todo. Una palabra es un microcosmo de la conciencia humana."

     En el medio deportivo, el lenguaje interno permite al deportista la identificación racional y lógica de una acción motora como: su apropiación, su regulación y su ejecución por medio de la representación completa acerca de los movimientos deportivos.


Consideraciones finales

    La calidad de las Representaciones Motoras en el aprendizaje y retención de los fundamentos técnicos deportivos, es una meta a alcanzar por los entrenadores. A través de ésta, la acción propiamente dicha, será expresada en una determinada calidad técnica, efectiva en el momento más adecuado.

    A pesar de constituir la Representación Motora de las acciones deportivas, el programa de acción mental por el cual se guía el deportista para realizar la acción, son muy pocos los entrenadores que dirigen su atención hacia las tareas que deben llevar a cabo para su creación y perfeccionamiento y mucho menos hacia el control de sus deficiencias, sobre todo, por no estar muy difundidas las técnicas de diagnóstico que se han venido desarrollando, y porque además se encuentran raramente incorporadas a los programas de Psicología del Deporte que se imparten en los centros superiores de formación de especialistas en entrenamiento deportivo.


Bibliografía

  • ABRAHAM, A. Estudio de las calidades de la representación motora en la técnica de bateo de los jugadores de softbol de la ESPA de la provincia de Matanzas. Tesis de Maestría. Facultad de Cultura Física de la Universidad de Matanzas,1998.

  • BETANCOURT, H. Estudio sobre el contenido de la representación motora en voleibolistas matanceros. Tesis de Maestría. Facultad de Cultura Física de la Universidad de Matanzas, 1997.

  • LEÓN, N. S. T. La llave del éxito. Preparación para el éxito deportivo. Puebla: BUAP, 2001.

  • MACIEL, U. K. Estudio de algunos componentes de la representación motora del remate en voleibol. Tesis de Maestría. Facultad de Cultura Física de la Universidad de Matanzas, 2001.

  • PUNI, A. T.; DZHAMGAROV T. T. Psicología de la educación física y el deporte. La Habana: Científico Técnica, 1979.

  • RODIONOV, A. B. Psicología del deporte de altas marcas. Moscú: Vipo Vneshtor Giizdat, 1990.

  • RUDIK, P. A. Psicología. Moscú: Planeta, 1990.

  • SARDIÑAS, M. Estudio de la representación motora en jugadores de balonmano categoría 15-16 años de la ESPA de Matanzas. Tesis de Maestría. Facultad de Cultura Física de la Universidad de Matanzas, 1998.

  • SASCO, A. F. D. Nociones de psicología de la educación física y el deporte. La Habana: Pueblo y Educación, 1984.

  • SCHHMIDT, R. Aprendizagem e performance motora: dos princípios à prática. São Paulo: Movimento, 1993.

  • TAILLE, Y. et al. Teorias psicogenéticas em discussão. São Paulo: Sumus, 1992.

  • WIEMEYER, J. Interne Bewgungsrepresentation. Grundlanger, Probleme und Perspektiven. Köln. Bps Velarg Köln, 1994.

Otros artículos sobre Aprendizaje Motor

  www.efdeportes.com/
http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
   

revista digital · Año 10 · N° 85 | Buenos Aires, Junio 2005  
© 1997-2005 Derechos reservados