APUNTES SOBRE LA VIOLENCIA EN EL FUTBOL ARGENTINO

El otro partido
En lo futbolero también coincide que hay un cambio muy grande en la composición de clases de las tribunas. Lo que resalta en casi todas es la aparición de la clase media, desde un punto de vista masivo que signa, mientras que el comienzo de la historia del fútbol, la presencia masiva en las tribunas era el nuevo proletariado industrial.

Estoy hablando siempre de Europa. Hay un estudio de campo de un alemán, citado en un informe de la revista brasileña Veja de mediados de 1975, en cinco grandes ciudades que incluyó a San Pablo en Latinoamérica, y cuatro europeas que son Madrid, Hamburgo, Londres y Milán. A juicio de este científico social, las conclusiones encontradas era que el cambio de condiciones sociales en la composición de clase de las tribunas se debía a cambios producidos en la clase obrera. Uno de esos cambios fundamentales había sido el acceso a la vivienda. Cuando habían desaparecido las condiciones de miserabilismo de la primera etapa del industrialismo capitalista, mejorándose condiciones de vida en cuanto a horarios de trabajo, acceso a una vivienda propia, obras sociales, espacios para el esparcimiento familiar en conjunto, adiós al fútbol.

Cuando desaparecen esas condiciones, cuando aparecen las obras sociales, cuando aparece la posibilidad de otro tipo de recreación, el obrero masivamente se retira de las canchas de fútbol y es reemplazado por estos otros sectores medios que también han sufrido alteraciones, entre otras, que en su mayoría son producto del ascenso social, de la dichosa movilidad. Lo que también es evidente en este cambio, es un cambio absoluto de relación entre el público y el espectáculo, y un cambio total, absoluto y cualitativo en la táctica y estrategia del fútbol. Para alguien como el español Vicente Verdú, este cambio táctico y estratégico obedece, como retraso tardío, a los que se habían operado en el campo bélico donde la invasiones masivas al estilo Napoleón, al estilo Hitler, al estilo que con tanto éxito repitió EE.UU. en Vietnam, estaba dando lugar a una nueva concepción de la guerra: la deterrence, la force de fraper, el poder de disuasión, el abroquelamiento para defenderme y que el otro no se descuide porque por la grieta va lo fulminante de un ataque comando y mortal.

Surge lo que para algunos es el otro partido o lo que para un italiano como Antonio Roversi es el campeonato de la crueldad. Hay un fenómeno absolutamente paralelo que empieza a darse en la tribuna y en el espectáculo, o si ustedes quieren, hay una definición muy buena que da Eduardo Archetti cuando los ubica como protagonistas primarios y protagonista secundarios. Estas alteraciones hacen que todo empiece a andar por andariveles totalmente diferentes.

Una de las curiosidades para puntualizar con respecto a nuestro país es que a pesar de gozar de la condición de periferia del Mundo Desarrollado, la aparición de grupos organizados data de fines de 1958, casi una década antes que donde inventaron el fútbol y por cierta lógica ramplona también tendrían que haberle inventado la violencia organizada. En el caso nuestro, tendríamos que hablar de incipientes grupos organizados porque a fines de 1958 todavía se hablaba de barras fuertes, aunque con una estructura, organización, ubicación e institucionalización que estuvieron desde el primer momento. Para hablar solamente de lo futbolero y no apartarnos de lo futbolero, eso fue evidente con los colapsos sufridos por el traspaso de lo que con orgullo durante décadas se llamo fútbol argentino a otro de alta competitividad, ultracomercializado, industrializado, esto es, a Fútbol S.A. Lamentablemente no se ha estudiado el fenómeno, pero en lo que hace a los jugadores que les toco vivir en carne y psicología propia estas mutaciones fueron la encarnación de quizá uno de los casos de transculturalizacion mas drásticos, me atrevo a decir que mucho mas hondo que el que sufre el provinciano obligado a dejar el terruño y afincarse, totalmente indefenso, como vuelto a nacer, pero sin entorno familiar, en la gran ciudad.

Esto influyó sobre todo en los jugadores de fútbol, se notó particularmente en los jugadores de fútbol. Roberto Perfumo ha dado testimonio varias veces de eso, porque a él le toca como generación ser un joven futbolista formado en la vieja escuela y cuando empieza a surgir como figura aparece el nuevo fútbol de correr, transpirar y patear pelotas o contrario, lo que se ponga en el camino. O sea que queda a caballo entre los dos tiempos. El explica precisamente la violencia que había en los primeros años del '60 dentro de las canchas de fútbol por el total temor con que salían a jugar, ambivalentes entre lo que les mandaba el instinto y los que les inculcaban en las arengas entre semana. Para el, ese miedo tenia su correlato en la agresividad, en como se jugaba fuerte y como terminaban a las trompadas la mayoría de los partidos. A su juicio, también en la actualidad el miedo es el rige desde la táctica y la estrategia de juego hasta la conducta de dirigentes, técnicos, jugadores e hinchas. Es bueno tenerlo en cuando porque como apuntaba H. M. Ruitenbeek en El individuo y la muchedumbre, casi seguro que citando a Heidegger, no hay mas que un solo miedo, y este es el miedo a la muerte...

También hay constancia documental que en los primeros años de los '60 ya aparecen las primeras barras bravas organizadas y pagadas, que ya no son mas barras fuertes, sino que la denominación es la actual, y que los cambios hay que buscarlos exactamente de la misma forma en que se dieron en la concepción de lo futbolero y en la estructura institucional de los clubes: aquí es donde nace la Religión del Resultado y que todo medio será valido para lograrlo.

Otro cambio cualitativo que se produce en conductas a nivel masivo es que mientras el ciclo en el llamado fútbol tradicional, para los varones, era al comienzo ir con el papá por primera vez a la cancha cuando tenía 5 ó 6 años, empezar a ir solo como primer salto de independencia allá por los 11 ó 12, empezando primero junto con los ritos de iniciación sexual, los primeros ritos de iniciación en la violencia, ir solo a la cancha y tener los primeros piedrazos con la policía y los contrarios más o menos por la adolescencia, luego venían los noviazgos informales y las primeras objeciones a ese fanatismo, con el primer noviazgo oficial y formal el comienzo del retiro, que se efectivizaba con el casamiento, la luna de miel y la primera etapa del casamiento, por lo común coincidente con un embarazo. El ex bravío retornaba a la cancha para retomar el ciclo: de la mano de su primogénito, si era varón capaz que lo asociaba al club antes que anotarlo en el Registro Civil, y allí recomenzaba el ciclo, pero ya no se paraba con los de la bandera, sino un paso al costado, con los mas veteranos y menos belicosos, pero no menos verborrágicos y gritones.

El barra brava deja de cumplir el ciclo clásico de retirarse para pasar a convertir a la cancha y el entre semana sobre todo porque a mi juicio la violencia entre semana, la violencia oculta, es la mas importante y la decisiva en el fútbol, no la espectacular de sábados y domingos en la organización industrial actual del fútbol.

Pero para el barra brava comienza una vida con un hábitat diferente, así como se convierte para el jugador que vive dentro del club porque salvo el lunes que tiene asueto, el resto de los días vive adentro del club y cuando no vive adentro del club lo llevan a una concentración para llevarlo de ahí al estadio y jugar el partido. Pasa a ser un grupo familiar sustituto. Hay cantidad de testimonios al respecto, muy abiertos y jugosos, dicho en reportajes y expresados en un juicio oral, con una condena pendiente sobre la cabeza, con absoluto dramatismo: habían estado a punto de matar porque perjudicaban a su familia, esto es, al club de sus amores. Y nada de metáforas. Textual.

Travestismo de punta
Que en Argentina aparezca ya en 1958 una casi formada barra brava y a partir de 1960/61 ya la barra brava con todas las características actuales, sin ser un país central, es un signo distintivo que tendría que llamar la atención. Sobre todo porque a partir de la implementación del fútbol espectáculo, Argentina va a conseguir en pocos años dos titulo mundiales, un subcampeonato del mundo, 20 copas Libertadores, creo que más o menos una cantidad similar de sudamericanos y varios lauros mas. Abracemos la verdad de los resultados, como decía el folleto conmemorativo de cuando Estudiantes de La Plata hizo aquella campaña y nunca mas.

Desde este punto de vista, la vitrina que exhibe la AFA en cuanto a resultados es categórica. La verdad que tenemos que mirar es, que pasó atrás de esto, qué fue lo que se implantó, de la mano de Alberto J. Armando, de la mano de Valentín Suárez y Antonio Vespucio Liberti, fue el otro de la troika, tres hombres provenientes del peronismo. Estamos hablando de fines de la década del '50, y tres hombres provenientes de lo más rancio del peronismo, se mudaron en aquel entonces a lo más rancio del liberalismo económico e implantaron en la AFA el modelo que tres décadas después se iba a implantar en la macrosociedad. Con esto quiero destacar solamente que en nuestro país el fenómeno se dio exactamente en forma inversa las demás sociedades, donde ese modelo económico llego a las estructuras del fútbol luego de ser implantado en la sociedad. Tal como ocurrió con Chile, por ejemplo, y por esos las barras datan de varios anos después de ser impuesta la receta de los Chicago Boys.

Se habla de las constantes violaciones al código penal de las barras bravas, es cierto, pero que barra brava fue instrumentada dentro del fútbol exclusivamente para violar otras leyes como, por ejemplo, las de la oferta y la demanda que teóricamente tendrían que regir sin cortapisas para legitimar el sistema. Salvo las figuras notorias, muy notorias que por su prestigio, su peso y su trascendencia pueden llegar a imponer las condiciones económicas que ellos quieren, el resto de los jugadores de fútbol están sujetos a la ley de la oferta y la demanda del dirigente que cuando se lo contradice o lo va a visitar acompañado o le manda visitas directamente y lo convence, contra todo lo que se pueda creer, no por agresiones físicas, no por la violencia de objetos contundentes, sino por algo hoy palpable y creciente que la barra aplico primero que nadie: el conocimiento como factor de poder. No es necesario molerle los huesos a palos a alguien cuando gracias a algún periodista amigo se puede hacer publico algún detalle que poco menos significa para el deportista casquivano una muerte cívica.

Hay un caso concreto, que voy a evitar dar el nombre, por un problema de decoro, pero un jugador de uno de los cinco equipos grandes, en un momento de un enfrentamiento con un presidente del club que sigue roncando y aspira a ser gobernador de la ciudad de Buenos Aires, no se ponían de acuerdo con las cifras y ese muchacho estaba en pleno apogeo de su carrera; este dirigente tiene la costumbre de ir a todas estas reuniones con dos o tres barra bravas, jamás le han pegado a nadie, jamás han levantado el tono de voz. Van, tocan el timbre, él habla solo y sus acompañantes los escuchan. Es notable el poder de persuasión. Al otro día el retobado firma más mansito que un cordero. La mafia rociando lluvias de balas con las ametralladoras Thompson a cilindro sirven para escenas baratas y repetidas de los filmes de Hollywood. Al mafioso le interesa imponer su poder; jamás hacer ruido o llamar la atención.

Otro caso es el del jugador Miguel Batalla, que vino de Cipolletti, integrante del equipo de Quilmes que salió campeón en el '78. En Quilmes tuvo una temporada de buena actuación, lo compra San Lorenzo, llega a este club, como hizo saber después el propio jugador, va al primer entrenamiento, sale del primer entrenamiento, está uno de los custodios que acaba de morir de SIDA, el Poli Invernizzi, hombre absolutamente de confianza del director técnico de turno y de la comisión de turno, empleado del club para colmo, lo llama a aparte y le dice:

-Mirá, pibe: no sabemos quien sos, no sabemos si sos buena o mala persona, pero te quiero decir que no nos caíste bien, así que andate buscando otro club porque en San Lorenzo no vas a jugar nunca,

Efectivamente empieza una campaña de hielo, de desprestigio contra Batalla, y se tuvo que ir de San Lorenzo. Esto de bajar el pulgar y cumplir ordenes del tipo fatalista o divina, la barra un poco imita al total autoritarismo y feudalismo que reina en el fútbol con los directores técnicos, los presidentes de clubes y todo eso azaroso y misterioso con que está recubierto pretendidamente la actividad futbolera.

La segunda característica distintiva de la violencia del fútbol argentino frente a la europea, particularmente a la inglesa, gira sobre el hecho de que en un país donde 40 años después se va a inaugurar oficialmente en el gobierno la macrosociedad, la instauración de la economía social de mercado, acá en el fútbol empezó 30 años antes. En Europa era reflejo lo que pasaba en el fútbol de las relaciones sociales ya establecidas de mucho antes.

Cuando en el '66 aparecen los grupos organizados en Inglaterra, los bolsones de marginales en las grandes ciudades industriales formaban parte del paisaje y con el gobierno de Margaret Tatcher este fenómeno va a alcanzar su apogeo, se va a cristalizar. Si querer entrar en una discusión sobre este tema, pero como que en esos países hay paño para cortar en el sentido que la violencia futbolera pueda llegar a ser, como casi suspiran muchos, un reflejo de lo brutal e injusto de las relaciones sociales. El mismo The Times que cite antes, no me acuerdo ahora si cuando fue lo de Sheffield o lo de Heyssel, pero con alguna de esas catástrofes fue, toco fondo al interrogarse con honestidad intelectual como era posible que estallaran estos hechos cuando los llamados índices macroeconómicos estaban mejor que nunca y que no había tal violencia ni por asomo cuando los obreros, sobre todos los mineros, trabajan 16 horas, vivían en una pieza que se llovía, comían una vez al día y el salario apenas si les alcanzaba para lo que era un remedo de vida. ¿A santo de que la tragedia en un macrosociedad que brilla en el consumismo y los megashopping?

Esto son datos de la realidad. Yo le de doy mi propia interpretación y mi propia lectura. Sucede que no quiero venir a hablar de mi propia interpretación, de mi lectura, sino de tirarlo como un dato que uno se lo lleva por delante, le guste o no le guste. Por este lado es donde la teoría del reflejo, lo especular, ha hecho agua no solo teórica, a pesar de que sigue gozando de cada día mas adeptos, porque no hay muerto nuevo o tragedia que suceda en un estadio para que sobre todo los medios masivos no le encuentren que se trata de la válvula de escape de tal o cual presión social que se venia insinuando.

Isidorito Cañones es futbolero
Creo que una de las características diferenciativas, propias de la violencia del fútbol argentino, es su total institucionalización desde el nacimiento y que arrastra la misma perversión de quien los hace nacer así como perder casi una década en reconocer que el fútbol argentino era profesional y jugar a un amateurismo marrón y bastante canallesco y sucio. Es el día de hoy que siguen ocultando la condición de sociedad anónima que tienen los clubes y siguen hablando de los sentimientos con un cinismo escalofriante. La DGI cada tanto amenaza con una razzia que no se va a producir nunca, pero los clubes de fútbol, todos, particularmente los grandes, no pueden soportar la mas mínima auditoria. Entra dentro de lo milagroso como hacen egresar tanto dinero con tan pocos ingresos.

Hoy el club Independiente tiene un pasivo de 22 millones de dólares, acaba de contratar a un director técnico que es un ex-jugador de ellos, en 330 mil dólares al año, esto da 30 mil dólares de sueldo mensuales, sin contar los premios. Ahora resulta que si concurre a una asamblea del club Independiente, el socio José Pérez, jubilado, 140 pesos por mes y se discute, ¿qué puede discutir?. Frente a 22 millones de dólares que están cuoteados entre seis o siete, entre los que se encuentran los hermanos Grondona, uno de ellos esperando el puesto hereditario de presidente de la FIFA, lo único que puede hacer el jubilado de marras y el resto de la masa societaria, cada vez mas esmirriadas, es ir a jugar a las bochas.

O sea que lo de las sociedades civiles sin fines de lucro es para la paleontología. Han desaparecido, han desaparecido porque no existen, ahora, los siguen manteniendo como formulación legal, con Grondona a la cabeza, con Macri a la cabeza, por más que Macri tire dinero plástico, ya River tiró dinero plástico, Vélez tiró dinero plástico, va a terminar hasta Villa Dálmine tirando dinero plástico, y en los últimos dos años nadie se explica qué es lo que está pasando. Como datos de la realidad, a mano, tenemos a un Alvin Toffler que nos dice que la desocupación va a ser cualitativa, no cuantitativa, en el Paraíso Capitalista que él imagina, pero por acá esta siendo de las dos y más cuantitativa que otra cosa. Al ocio de los países centrales por el incremento de la automatización y al ocio creciente de la periferia porque no hay nada para hacer tiene que ser rellenado con algo para entretener para que no haya estallidos. Daría la impresión que el fútbol, multiplicado en mil torneos y repetidos hasta el hartazgo en directo, como en diferido, puede ser un paliativo para el aburrimiento existencial creciente.

A mi criterio, otra característica distintiva del fenómeno de la violencia del fútbol, aparte de esto como si fuera poco, de esta especie de inversión de procesos, de llevarse a las patadas con las leyes de la sociología general , creo que es aparente, absolutamente aparente, que el fútbol en la Argentina sea un reflejo tardío de las relaciones sociales existentes en la macrosociedad, sino que entre nosotros fue una microsociedad erigida en modelo social Y esto no es llevarse a las patadas con la sociología general. Las excepciones no deshacen regla; por el contrario las ratifica. También me gustaría dejar apuntado la gran riqueza de material documental que hay sobre este particular, en especial en los ´60, con Alberto J. Armando a la cabeza, entre otros, proponiendo al fútbol como mentís a la lucha de clases en su ortodoxa versión marxista. Los popes futboleros argentinos fogonearon ideología sin parar en medio de la Guerra Fría y nunca hubo una respuesta seria, académica, metodológica, sobre lo que ellos significaban, el mensaje que enviaban, el valor del juego como formador de cultura, y que el modelo impuesto a partir de 1989, obviamente a grandes líneas, responde al esquema del Fútbol Empresa primero y Fútbol Espectáculo después de los Armando, Liberti y Suárez de fines de los 50. Con condimentos muy especiales, diferenciativos del modelo español que quisieron copiar: fútbol empresa, si, pero subvencionado por el Estado, con la violencia en todas sus formas para imponerlo, y las transformaciones no para dar lugar a una relación social, sino para abulonar el feudalismo innato que tiene el fútbol en su origen.


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Lecturas: Educación Física y Deportes.
Año 2, Nº 8. Buenos Aires. Diciembre 1997
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