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La acción tutorial en la actividad física

   
Ldo. en Educación Física. Dr. en Humanidades
Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte.
Universidad de Zaragoza
 
 
Alberto Nuviala Nuviala
anuviala@posta.unizar.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen

    La orientación en el mundo de la Actividad Física es la intervención realizada por los profesionales de la Educación Física y el Deporte, en cualquier ámbito procurando asegurar la mejor práctica. Orientar es aconsejar y dirigir evitando tomar decisiones irreflexivas e intuitivas.
    Las acciones tutoriales dependen del ámbito de práctica física y de la edad y/o fases de la vida deportiva. Nos encontramos en el campo profesional de la actividad física con dos situaciones, en lo que a la acción tutorial se refiere, muy diferentes: el ejercicio profesional dentro del contexto educativo y la actuación profesional fuera de éste
    Palabras clave: Actividad Física. Orientación. Objeto acción tutorial.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 75 - Agosto de 2004

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1. Introducción

    Al hablar de Educación Física y de Deporte es habitual encontrarse con preguntas tales como: ¿A qué edad es conveniente iniciarse en una práctica deportiva determinada? ¿Qué consecuencias positivas o negativas tiene un determinado sistema de trabajo? ¿Este niño puede tener éxito en una modalidad deportiva? ¿Puedo ayudar a solucionar los problemas sociales más habituales de los adolescentes? ¿El éxito deportivo reside en la edad de inicio de la actividad física?...

    Nos encontramos con actividades, en determinados entornos, que se enseñan nadar, esquiar, lanzar… casi antes que andar. Es muy difícil encontrar otros ámbitos de la vida en los que la disposición por aprender y querer enseñar sea tan grande, lo cual tiene ventajas y alguna que otra desventaja. Los profesionales de la Actividad Física por esta razón debemos ser muy cuidadosos a la hora de orientar a nuestros alumnos o atletas en su práctica física.

    Las Leyes educativas pretenden asegurar la calidad de la enseñanza, siendo este uno de los retos fundamentales de la educación del futuro. Sin duda, el principal responsable de esa calidad será el profesor; el cual, junto con su capacitación a nivel profesional, debe cumplir diferentes funciones, que no se centran únicamente en la organización, puesta en práctica y control del proceso de enseñanza-aprendizaje sino que además, debe centrarse en otra función de gran relevancia, la de asumir la orientación y acción tutorial en los ámbitos escolar, personal y profesional.

    En el ámbito de la actividad física no reglada, educativamente hablando, es habitual que los deportistas, niños o adultos, accedan a la práctica de una forma espontánea, sin ninguna orientación, lo que origina una rápida frustración y un abandono inmediato de la misma. Con el desarrollo de esta profesión, poco a poco se deben ir orientando de una forma más racional a los deportistas o practicantes hacia la modalidad o práctica deportiva en la que puedan tener más éxitos, o incluso, en la definición de objetivos a alcanzar con la misma.


2. La orientación en el mundo de la actividad física

    Siguiendo a Gosálbez (1990), podemos decir que la orientación es un proceso mediante el cual se ayuda y aconseja al individuo a fin de que logre la máxima ordenación interna y la mejor contribución a la sociedad. Lleva implícito el conocimiento de las aptitudes, intereses, rasgos de la personalidad y necesidades que siente el sujeto para su propia realización, a fin de poder aconsejarle acerca de sus problemas, asistirle en la formulación de planes y proyectos para aprovechar al máximo sus facultades, ayudarle a tomar decisiones y realizar las adaptaciones precisas para promover su ajuste y bienestar en la vida. El proceso orientador debe durar, como parece lógico, hasta muy avanzada la vida, ya que esta ayuda, consejo y adaptación es más o menos necesaria en toda ella.

    Según este mismo autor (Gosálbez, 1990), la orientación perseguiría los siguientes objetivos:

Cambios en la conducta.

  • Permitiendo mejores relaciones sociales que hagan más eficaz su trabajo, rendimiento académico o su misma vida.

  • Facilitar la madurez en la conducta, disminuir las tensiones psicológicas y conductas defensivas, lograr una mayor tolerancia a la frustración y un mejor funcionamiento a las tareas vitales.

Salud mental.

  • Lograr la propia integración, adaptación y positiva identificación con otros.

  • Prevenir o modificar los factores patógenos que puedan producir desajustes o desequilibrios mentales.

Resolución de problemas.

  • Ayudar a resolver los problemas que se plantean al alumno.

Desarrollo personal.

  • Lograr una mayor madurez personal que permita controlar los impulsos y dar respuestas apropiadas a la hostilidad y ambigüedad.

  • Capacitar al alumno para la toma de decisiones en los momentos importantes.

  • Hacerle ver sus posibilidades para que conozca la situación real en que se encuentra y pueda decidir él con libertad y plena responsabilidad.

  • Informar y dar a conocer el campo que se le ofrece para su realización vocacional.

    Afirmaremos por tanto, que la orientación en el mundo de la Actividad Física es la intervención realizada por los profesionales de la Educación Física y el Deporte, en cualquier ámbito y modalidad de ésta, que tiene por objeto procurar la mejor práctica, el desarrollo armónico de los sujetos y la consecución de los objetivos propuestos para los deportistas. Orientar es aconsejar y dirigir evitando tomar decisiones irreflexivas e intuitivas.

    Cualquier orientación ha de procurar soluciones realistas, adaptadas a los alumnos o atletas y al ámbito al que pertenezcan. La finalidad de la orientación va a centrarse en mejorar o ayudar al proceso de entrenamiento, entendiéndolo como un proceso pedagógico y técnico, que con el suficiente apoyo científico, realizado con actividades físicas, tiene como fin alcanzar los fines propuestos para la práctica deportiva.

    El entrenamiento deportivo es un proceso que debe asegurar una buena salud, una educación, un desarrollo físico armonioso, un dominio técnico-táctico y un alto nivel de cualidades físicas (Platonov, 1988). La posibilidad de consecución de estas metas en los diferentes ámbitos de práctica deportiva, no radica únicamente en la realización de las tareas, sino en la selección de las mismas en función del deportista y del fin propuesto, es decir, de una orientación correcta de la práctica deportiva.

    Ámbitos de trabajo o actuación de los profesionales de la Educación Física tenemos tantos como posibles manifestaciones de la actividad física. Para no extendernos en exceso, tomaremos la propuesta de Boné (1999), quien enmarca todas las manifestaciones del deporte en dos grandes grupos, que marchan en caminos divergentes, demandados y condicionados por diversas realidades:

  • El primer grupo está formado por el deporte-espectáculo, integrado por deporte resultado, el deporte competición, el deporte de base y el profesionalismo deportivo, impulsado y condicionado por demandas económicas y sociopolíticas. El fin principal de este grupo es el estudio de los problemas que se plantean en la competición o en la preparación de ésta, para lograr los mejores resultados deportivos posibles.

  • El segundo grupo, deporte-práctica, en el que se sitúan el deporte en la edad escolar (escolar y extraescolar), deporte-salud, deporte ocio, deporte esparcimiento... Ésta es la línea del llamado deporte para todos, es la consideración del deporte en su primitiva y sencilla realización en forma de ejercicio corporal voluntario, no sometido a estructuras organizativas. Entendemos la Actividad Física como un medio de desarrollo del individuo de forma integral a través del movimiento.



Figura 1. Fines de la Actividad Física en los diferentes ámbitos


3. Etapas y objetivos en la acción tutorial

    Nos encontramos en el campo profesional de la actividad física con dos situaciones, en lo que a la acción tutorial se refiere, muy diferentes: el ejercicio profesional dentro del contexto educativo y la actuación profesional fuera de éste

    El comienzo de la acción orientadora está muy definido en el mundo de la Educación Física escolar. Todo este proceso de enseñanza aprendizaje comienza con la aparición del niño en la escuela, extendiéndose desde la Educación Primaria hasta finalizar los estudios universitarios. A lo largo de este periodo de tiempo podemos encontrarnos con situaciones conflictivas que precisan alguna decisión. Las acciones emprendidas en este campo vienen marcadas por los objetivos y contenidos secuenciados en las distintas programaciones.

    Mucho más complejo resulta el orientar a las personas que en su tiempo de ocio o en su actividad profesional se acercan al mundo de la actividad física. No existe, como veremos a continuación, una edad común de inicio en este tipo de prácticas. Junto a ello, la primera orientación que se ha de realizar con estas personas es la de matizar sus posibilidades y marcar los objetivos a conseguir. Hecho que se ve dificultado, en la mayor parte de las ocasiones, al no disponer de los medios necesarios, humanos y materiales, para definirlos.

    Volviendo al mundo de la Educación Física escolar, entendida como la ciencia que ayuda al hombre en su desarrollo intencional, en el desarrollo de sus facultades de movimiento y con ello del resto de facultades personales, siempre a través de la motricidad, las acciones básicas en la orientación dentro de este espacio profesional son las siguientes:

  • Detección de puntos débiles: cualidades o capacidades que poseen los individuos, y que por distintos motivos, hereditarios o ambientales, no se encuentran en la norma del grupo de edad al que pertenecen.

  • Determinación de factores de dificultad: situaciones o actividades que suponen un obstáculo demasiado grande para poder superarlo.

  • Establecimiento de planes correctivos: adaptaciones curriculares y refuerzos educativos.

  • Diagnóstico de aptitudes: nivel de un individuo o un grupo en relación a unos determinados parámetros.

  • Pronóstico de posibilidades: predisposición hacia la práctica de determinada modalidad deportiva en función de las aptitudes y motivación.

  • Orientación personal: actividades que puedan ocupar el tiempo libre o mejoren ciertas inquietudes individuales.

  • Orientación profesional: determinar el currículo deportivo de una persona para que se dedique profesionalmente a la enseñanza de la actividad física y deportiva.

    A continuación presentamos una propuesta en la que relacionamos las acciones tutoriales referidas a la variable edad y ámbito educativo.


Figura 2. Acciones tutoriales en el ámbito educativo

    El segundo y gran ámbito de actuación de los profesionales de la Actividad Física, es el entrenamiento deportivo, en el que distinguimos diferentes momentos siguiendo con el concepto de itinerario deportivo definido por Puig (1996). El itinerario es el resultado de relacionar la evolución personal con la práctica deportiva realizada en cada momento.

    El itinerario deportivo no tiene una única edad de inicio. Al deporte podemos acceder a diferentes edades puesto que encontramos actividades deportivas competitivas dirigidas a edades muy tempranas. Existen modalidades que inician a sus deportistas hacia los 5 años e incluso menos y otras, la gran mayoría, que lo sitúan alrededor de los 8-9 años.

    Consta de diferentes etapas, siendo el proceso más habitual el pasar por una etapa de aprendizaje, seguida por una de competición, que puede derivar rápidamente en el mundo de la recreación o en la especialización. Lo que parece claro es que existen dos vías diferentes en el itinerario deportivo: la recreativa y la competitiva que puede ser a su vez de alto nivel o no.

    La vía competitiva es posiblemente la más conocida, pero no la más habitual entre los practicantes. Dentro del itinerario competitivo podemos encontrar diferencias en la configuración de éste según se trate de alto nivel o no. En primer lugar, es necesario destacar que no se observa una especialización prematura en la competición, ni para los deportistas de alto nivel, ni para los que no pertenecen a éste. Pero lo que sí parece evidente es que los niños acceden antes que las niñas a la competición. Dentro de esta vía, predomina a lo largo de su vida la modalidad deportiva elegida, en la cual la persona se ha especializado. En la etapa de máxima intensidad competitiva se observa el abandono total de otras actividades, aspecto que cambia hacia el final de la carrera deportiva, realizando nuevos ensayos en otras actividades con una finalidad recreativa.

    Los itinerarios competitivos son ordenados y continuados, resultado de haberse centrado en un deporte e ir supeditando los otros a las exigencias de la disciplina deportiva principal.

    Por su parte, los itinerarios de tiempo libre tienen una configuración diferente. La etapa de competición no siempre se presenta y, cuando existe, suele ser transitoria y breve sin llegar a consolidarse. En la mayoría de los casos se pasa del aprendizaje al tiempo libre. Por lo cual se observan más deportes practicados y con estructuras internas de naturaleza menos competitiva. Los itinerarios no son ordenados, hay más cambios de actividad y en consecuencia más irregulares.

    Ya hemos visto como el itinerario deportivo se va configurando a través de tres niveles de práctica: aprendizaje, competición y recreación. El paso a través de estas fases se produce con un cierto orden, siendo la duración en cada uno de ellos muy diversa. El aprendizaje tiene lugar en las primeras edades. Suele seguirle una experiencia en el mundo de la competición, situada en torno a los 12-18 años, que solamente es consolidada y persiste si la persona ha elegido la opción del alto nivel. Finalmente, la opción del deporte recreación adquiere relevancia a partir de los 19 años.

    En el ámbito del entrenamiento deportivo, sea competitivo o de tiempo libre, los técnicos deben solucionar los problemas que se plantean en lo referente a:

  • entrenamiento

  • competición

  • marcas o resultados

    Los objetivos de trabajo deben centrarse en:

  • la elaboración de un proceso pedagógico dirigido a mejorar el resultado de la práctica (sea del tipo que sea)

  • la formulación de principios generales y específicos que resuelvan los problemas de las disciplinas

  • la construcción concreta de planes de entrenamiento (de competición o de recreación)

    Como se puede apreciar la complejidad y la diversidad de la actuación tutorial de los deportistas es mucho mayor, recordemos que en muchas ocasiones se juega con el futuro personal y con la salud del individuo. En líneas generales podemos decir que las actuaciones del "entrenador-tutor" van a ser:

  • Iniciar a los deportistas en la práctica deportiva y valorar el paso por las distintas fases del proceso de entrenamiento: el entrenador deberá tener en cuenta la importancia de obtener el máximo provecho de cada una de las fases del proceso.

  • Detectar y seleccionar los talentos deportivos: intervención muy arriesgada y comprometida, debido principalmente a la falta de recursos objetivos con los que se cuenta para realizar esta acción.

  • Delimitar el campo de acción del deportista: puesto específico que ha de ocupar, modalidad deportiva o prueba, disciplina...

  • Control e individualización del entrenamiento: dos de los principios básicos del entrenamiento deportivo.

  • Análisis sobre los resultados obtenidos: valorar los resultados en relación con los objetivos previstos, a fin de tomar las decisiones que se consideren oportunas en cada caso

  • Establecimiento de objetivos asequibles: ser realistas en el establecimiento de objetivos, en relación con las características y posibilidades de la persona que debe conseguirlos

  • Establecimiento de planes: seleccionar los medios y sistemas de trabajo que permitan la consecución de los objetivos establecidos



Figura 3. Acciones tutoriales en los ámbitos de la actividad física recreativa y competitiva


4. Manifiesto de las intenciones referentes a la intervención tutorial en el mundo de la E.F. y el Deporte

    La actividad física cada vez tiene más importancia en la sociedad actual. El número de personas que se ponen un chándal es cada vez mayor. "Todos" estamos seguros de que esta práctica desarrolla armónica y globalmente al individuo.

    Los padres, los deportistas y la administración confían cada vez más en un grupo de personas, los profesionales de la actividad física y el deporte, que ejercen un tremendo impacto en la población en general y especialmente entre los más jóvenes. Los técnicos, desgraciadamente no siempre tienen la formación adecuada y las decisiones que toman están fuera de lugar.

    Como conclusión sobre las orientaciones que han de tomar estos profesionales, debemos decir que sus orientaciones han de permitir:

  • Practicar y hacer disfrutar del deporte y de la competición en el sentido más amplio.

  • Considerar a los deportistas como personas con posibilidad de decisión y capacidad de resolver los problemas que se le planteen.

  • Respetar la identidad y el desarrollo del individuo.

  • Hacerle ver sus posibilidades para que conozca la situación real en que se encuentra y pueda decidir él con libertad y plena responsabilidad.

  • Permitir mejores relaciones sociales que hagan más eficaz su trabajo, rendimiento académico o su misma vida. Logrando su integración positiva con otros.

  • Facilitar la madurez en la conducta, disminuir las tensiones psicológicas y conductas defensivas, lograr una mayor tolerancia a la frustración y un mejor funcionamiento a las tareas vitales.

  • Informar y dar a conocer el campo que se le ofrece para su realización vocacional.


Bibliografía

  • ANTÓN, J.L. (1989). Entrenamiento deportivo en la edad escolar. Granada, Unisport.

  • ANTÓN, J.L. (1990). Balonmano. Fundamentos y etapas de aprendizaje. Gymnos Madrid.

  • BAYER, C. (1986). La enseñanza de los juegos deportivos colectivos. Hispano europea.

  • BONÉ, A. (1999). Análisis del Deporte de un Territorio. Evolución del sistema deportivo en Aragón. Zaragoza: Mira Editores.

  • BLÁQUEZ, D. (1986). Iniciación a los Deportes de equipo. Edita: MR. Barcelona.

  • BLÁQUEZ, D. (1995). La iniciación deportiva y el deporte escolar. Editorial Inde Barcelona.

  • GARCÍA MANSO, J. Y OTROS (1996). Planificación del entrenamiento deportivo. Editorial Gymnos. Madrid.

  • GOSÁLBEZ CELDRÁN, A. (1990). Técnicas para la orientación psicopedagógica. Cepe. Madrid.

  • HAHN, E. (1988). Entrenamiento con niños. Editorial Martínez Roca Madrid.

  • LASIERRA y LAVEGA (1993). 1015 Juegos y formas de iniciación a los deportes de equipo. Paidotribo Barcelona.

  • PUIG, N. (1996). Joves i esport. Barcelona: Generalitat de Catalunya.

  • RIERA, J. (1989). Aprendizaje de la técnica y táctica deportivas. Inde. Barcelona.

  • RUIZ, L.M. (1987). Desarrollo motor y actividades físicas. Gymnos. Madrid.

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