EL ESPACIO ACUATICO
Beatriz Pérez (Arg.)

Palabras clave: Espacio acuático, enfoque psicomotriz.

Resumen
Los objetos están, pero no existen para nosotros mientras no creemos mentalmente su representación intelectual. A partir de entonces permanecerán aún sin estar presentes. Desde el nacimiento, el yo se conforma progresivamente en esta discriminación del mundo.

Imágenes, relaciones y direcciones aprehendidas bajo la acción de la gravedad son parte del psiquismo del aprendiz de natación. Pero el mundo subacuático tiene leyes, características y relaciones diferentes. Entran así en conflicto ambas realidades, la acuática a percibir, y la terrestre representada.

La gravedad, por ejemplo, se encuentra encubierta en fuerzas de empuje que recibe el cuerpo del medio en que se desplaza. Los mecanismos reflejos que posibilitan al hombre la bipedestación deben readaptarse. Las reacciones defensivas a cambios posturales bruscos que compensan la pérdida de equilibrio terrestre, afloran sistemáticamente en el aprendizaje acuático.

La lógica terrestre construida : "a todo cambio brusco corresponden golpes contra el piso, dolor, roturas, retos", debe cambiar por la lógica acuática donde a las mismas sensaciones orgánicas corresponden: "el mecerse suspendidos en un medio que acaricia nuestra piel". Hasta su aprendizaje, se desencadenan así conflictos emocionales.

La orientación postural vivenciada, es identificada socialmente con vocablos suficientemente estables "arriba - abajo, cabeza - pies", "adelante - atrás, lo que ve - lo que no ve". Frente a los cambios posturales estas relaciones pierden adherencia al esquema postural, exigiendo la adaptabilidad psíquica a la relatividad de dichas estructuras.

El espacio acuático es un espacio sin objetos, que nos envuelve, del que no podemos tomar distancia, que se diluye en nuestras acciones perdiendo su referencia de orientación.

Las diferentes leyes, reaprendizajes posturales, correlatos emocionales pertinentes, y la necesidad de relativizar la estructura espacial terrestre para conquistar la adaptación y precisión en las actividades acuáticas, debe considerarse tanto en el aprendizaje inicial como en el entrenamiento más exigente de los deportes subacuáticos.


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Lecturas: Educación Física y Deportes. Año 2, Nº 7. Buenos Aires. Octubre 1997
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