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Reflexiones sobre el IX Campeonato Mundial de Atletismo

   
Profesor de Educación Física
Entrenador Nacional de Atletismo
(Argentina)
 
 
Jorge de Hegedüs
jhegedus@sinectis.com.ar

 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 65 - Octubre de 2003

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    Como es de conocimiento de nuestros lectores, entre el 23 y 31 de Agosto del corriente año se disputó el IX Campeonato Mundial de Atletismo en la ciudad de París. El lugar de realización de dicho torneo ya marcaba un singular foco de atracción no solamente para los amantes de este deporte, sino también para todos aquellos que deseaban optimizar su acervo cultural. Pues bien la "ciudad luz", de antigüedad milenaria, ofrecía todos estos atractivos. Pero, ¿qué se puede destacar específicamente sobre este evento deportivo mundial? A este respecto se realizarán algunas consideraciones.


La organización del IX Campeonato Mundial de Atletismo

    En este aspecto sólo caben elogios. La maquinaria de trabajo puesta en marcha por los galos puede ser equiparada con la precisión de los suizos. Todo estuvo calculado, se pensó en cada aspecto que "insume" un compromiso de este nivel. Antes que nada cabe destacar la majestuosidad del Stade de France, su estructura, sus comodidades, como también el sentido de responsabilidad de todos aquellos que se movían dentro del estadio en la faz organizativa. Todo el personal del estadio como también los miembros de la IAAF actuó con mucha responsabilidad, no solamente para la mayor eficacia de los eventos atléticos, sino también para todos aquellos que trabajábamos en el aspecto de la información. Todas nuestras necesidades trataron de ser solucionadas, y no solamente por un simple aspecto "reglamentario" sino también por una verdadera orientación humanitaria. El brillo se pudo destacar también en los distintos eventos realizados fuera del estadio, como ser las maratones. No siempre se puede ver una carrera que se desarrolla sobre calles que en algún momento las "pisó" el cardenal Richelieu, Luis XIV, XV, XVI, Napoleón, Talleyrand, Felipe de Orleáns y en épocas más recientes Clemenceau y el General De Gaulle. Correr la maratón sobre los Campos Elíseos, pasar por el "Arco del Triunfo" y la Torre de Eifel, ha sido realmente una experiencia emocionante no solamente para los franceses, sino también para todos nosotros los visitantes que de algún modo hemos cubierto este magno evento. Así entonces no solamente los atletas participaron en dichas especialidades, sino también todo el pueblo parisino, el cual tuvo contacto y disfrute directo en dicha situación.


El nivel de rendimiento

    En este aspecto se puede destacar que este Campeonato Mundial no ha sido de los mejores. No puede ser comparado desde el punto de vista técnico con el disputado, por ejemplo, en 1993 en la ciudad de Stuttgart, Alemania. En ese entonces en dicha ciudad germana, se marcó un verdadero "hito". Se pudo ver el accionar de atletas de la envergadura de Linford Christie, Carl Lewis, Michael Johnson, Javier Sotomayor, Serguei Bubka, Mike Powel, las carreras de relevos que presentaban distintas naciones, especialmente los Estados Unidos. En cambio este campeonato disputado en París dejó bastante que desear especialmente en los eventos de velocidad. No se bajaron los 10" en los 100m, los 20" en los 200m, los 44" en los 400m y los 1:44" en los 800m. Y así se pueden destacar varias disciplinas atléticas. Es como si se hubiera producido un gran vacío con el retiro de los atletas anteriormente mencionados, y no hubo una "reposición" de la misma calidad.

    Esta carencia técnica se pudo constatar prevalentemente con los Estados Unidos. Es cierto que el país del norte fue el que acumuló la mayor cantidad de medallas. Pero todos esperaron mucho más de ellos. Los norteamericanos no cuentan en la actualidad con corredores por encima de los 400 metros, ni saltadores ni lanzadores.

    Es un hecho que los Estados Unidos conforman una nación muy dedicada al deporte, pero al igual que los latinoamericanos los cuales damos neta prevalencia al fútbol y ahora también al tenis, en ellos la dedicación se produce con gran énfasis en el béisbol el "fútbol" (no el "soccer") y el básquetbol de la NBA. Se pudo notar, especialmente ahora, la poca atención que le prestan al noble deporte del atletismo. Para ejemplificar esto sólo mencionaremos lo que ocurrió en la carrera de relevos de 4 x 400m, la cual se definió a favor de los norteamericanos. Esto se logró sin poca dificultad. En años anteriores la posta de relevos de 4 x 400m de esta nación era verdaderamente un "dream team". El solo nombrar a los distintos cuatrocientistas que durante casi 10 años formaban dicho equipo nos proporciona una idea cabal de lo que se llegó a rendir: Andrew Valmon, Quincy Watts, "Butch" Reynolds, Derek Mills, los hermanos Harrison, Antonio Pettigrew y el gran Michael Johnson. Según la elección del momento la carrera de relevos la conformaban 4 de algunos, o "cualesquiera" de estos corredores. Las diferencias con respecto a otros equipos, y a veces sin Michael Johnson, era realmente "sideral", y en algunos casos la luz que había entre la cuarteta del norte llegaba a ser con respecto a "los demás" de casi media recta.

    Pues bien, en París apenas si fue de medio metros, y ello gracias al coraje y valentía del afroamericano Jerome Young sobre el francés Marc Raquil. Los norteamericanos registraron en esta ocasión 2:58.88 mientras que los franceses se llevaron la medalla de plata mediante espléndidos 2:58.96min: ¡apenas 80 centésimas de diferencia a favor de los primeros!

    También se apreció un retroceso en los cubanos y también en los rusos, los cuales prácticamente no cuentan con corredores varones, teniendo su "peso específico" sobre los saltadores y lanzadores.

    En cambio se pudo apreciar un buen rendimiento en el "nivel medio". Esto se pudo comprobar en que se batieron nada menos que 75 récords nacionales, lo que marcó el progreso de varios países.

    Solamente en las dos marchas atléticas se obtuvieron "Mejores Marcas Mundiales". Esta responsabilidad cayó sobre el ecuatoriano Jefferson Pérez en los 20 kilómetros, mientras que en los 50 sobre el polaco Robert Korzeniowski: 1:17:21h.para el primero y 3:36:03h. para el segundo de los mencionados.

    Es indudable que las defecciones de Maurice Green, Tim Montgomery, Marion Jones y Paula Radcliffe fueron factores determinantes con relación a este problema, es decir, la falta de brillo al torneo. Aquí hay que resaltar también otro aspecto, los efectos de la longevidad de varios atletas.


Los atletas "veteranos"

    Es un hecho cierto que con los años la optimización de los métodos de entrenamiento y el aporte de la ciencia han contribuido a prolongar la "vida" del atleta. Varios de ellos han obtenido registros excelentes pasados los 30 años, edad que hasta hace pocas décadas atrás se consideraba como el límite por sobre el cual ya el deportista tenía que retirarse: pasados los 30 años el deportista era considerado "un viejo" para el alto rendimiento. Sin embargo el no surgimiento de nuevas figuras ha hecho que varios atletas se han mantenido en el alto nivel hasta incluso pasados los 35 y aún los 40 años de edad. Se mencionarán algunos de estos casos.

Gail Devers

    Atleta norteamericana próxima a cumplir 37 años de edad. Recordemos que ya había sido Campeona Olímpica en Barcelona en 1992. Luego de ello siguió una exitosa carrera como velocista y corredora de vallas cortas en varios juegos olímpicos y campeonatos mundiales. En esta ocasión, en París, llegó a la final de los 100m. ocupando el 8vo. lugar con 11.11. Sin embargo su verdadera especialidad eran las vallas cortas, en donde aspiraba a llevarse la medalla de oro. Tuvo mala suerte pues en la semi final golpeó uno de los obstáculos lo que la desequilibró, perdió el paso y de esta manera no pudo clasificarse para la final. Muchos habíamos pensado que esto sería para ella la piedra de toque para el abandono del atletismo competitivo. Sin embargo pocos días más tarde en el "meeting" de Mónaco Gail Devers se rehabilitó del traspié literal que tuvo en París y registró excelentes 12.45s. para los 100m. con vallas. Esto abre sus posibilidades para seguir estando al tope de las mejores corredoras de vallas de la actualidad.

Marlene Ottey

    Esta velocista oriunda de Jamaica sí que constituye un ejemplo de longevidad: cuenta con 43 años de edad. Dicha corredora (la cual en la actualidad representa a Eslovaquia) ya había sido medallista en Moscú, 1980 (bronce en los 200m) y lo siguió siendo prácticamente en todos los Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales. En París ya no cosechó medalla alguna, pero llegó hasta los cuartos de final en donde registró 23.22s. ¡Toda una hazaña para una persona del sexo femenino con 43 años de edad! Marlene Ottey anunció que seguirá compitiendo (¡!).

Jearl Miles Clark

    Especialista en velocidad prolongada: 800 y 400 metros. Actualmente cuenta con 37 años. Tiene registros de 49.40s en los 400 m. y 1.56"40 en los 800 (récord nacional de los Estados Unidos). Quedó eliminada en las instancias preliminares de los 800 metros con 2.04.21min. Pero en donde se la vio verdaderamente aguerrida y con un enorme coraje fue en la carrera de relevos de 4 x 400 en donde se llevó la medalla de oro. Corrió en el tercer relevo y resistió con mucha fuerza la presión de sus respectivas rivales de Rusia y Jamaica. De todas maneras suponemos que a estas alturas Jearl Miles se despedirá del atletismo competitivo mediante esta brillante performance de su parte. Estados Unidos debe de encontrarle una digna sustituta.

Jonathan Edwards

    Otro atleta que siempre ha dado brillo al atletismo internacional. Este atleta de origen londinense y de profesión Físico ya cuenta con 37 años de edad y fue precisamente en el Campeonato Mundial disputado en Göteborg, Suecia, 1995, en donde estableció el récord mundial en el triple salto con 18.29m. En Sidney 2000 fue campeón olímpico y en el Campeonato Mundial de Edmonton (2001) nuevamente logró el máximo título. En París sólo obtuvo el 12mo. lugar con 16.33m. Este gran atleta - científico reconoció el paso de los años (sobre sus piernas...) y oficialmente se despidió del público siendo intensamente ovacionado.

Lars Riedel

    Este gigantesco discóbolo alemán (1.99m) dio nuevamente su presente en el Campeonato Mundial de París. En realidad los lanzadores, por su especialidad, tienen generalmente una mayor longevidad deportiva. Si bien Riedel, contando ya con 36 años de edad, no obtuvo medalla dado que alcanzó el 4to. puesto, no por ello vio mermado su rendimiento dado que efectuó un excelente lanzamiento de 66.28m. Sigue siendo un lanzador plenamente vigente y quizás en Atenas 2004......

Jan Zelezny

    Este magnífico lanzador de jabalina checo sigue estando a la altura de las circunstancias al igual que Riedel, pero con la ventaja de que sigue siendo el récord del mundo en la especialidad: 98.48m (1996). En París arrojó el dardo a 84.09, sin perder en absoluto su calidad técnica que le hemos visto en años anteriores. Estamos que seguirá dando que hablar.


La actuación de las atletas y un asunto a considerar

    Este es un punto que merece especial atención. ¿Cuál es el motivo? Es que en el sector de las damas, en las disciplinas de velocidad, velocidad prolongada, saltos y lanzamientos, desde hace varios años los registros topes, es decir, en lo que constituyen la mayoría de los récords mundiales, estos no pueden ser superados. Hay que hacer resaltar que los mismos siguen vigentes desde la década de los ochenta del siglo pasado. Para tener un verdadero espectro del problema observemos el siguiente cuadro:

    De todos estos registros el único que ha sido modificado ha sido el lanzamiento de la jabalina, pero el mismo ha sido producto de un asunto reglamentario dado que al implemento se le corrió el c. de g. (a partir de 1999) de la misma forma que se hizo en años anterior en el caso de los varones. Por todo esto caben las siguientes interrogantes: ¿Cómo es posible que ante el avance del deporte en todos sus aspectos estos registros se estén perpetuando en la eternidad de los tiempos? ¿Por cuál motivo, contando en la actualidad con una excelente optimización de la metodología de entrenamiento y con mejores conocimientos en los aspectos bio funcionales, es que las atletas de las distintas especialidades estén tan lejos de los topes mundiales de los años ochenta?

    Esto nos lleva a suspicacias en cuanto a la validez de aquellas marcas, y en las cuales incidieron factores nada éticos. ¿Por qué motivos Marion Jones y Kelly White están tan alejadas de las marcas de Florence Griffith en los eventos de velocidad? La misma interrogante se plantea con relación a la gran mexicana Ana Guevara con respecto a la alemana Koch en los 400m y María Mutola y Jarmila Kratochvilova en los 800. Nuestra suspicacia se puede acrecentar con relación a los lanzamientos y aún los saltos atléticos.

    El organismo que rige el deporte del atletismo, la IAAF, debe de poner su mira sobre este problema. Quizás hasta sea necesaria una decisión como por ejemplo, eliminar todos los récords mundiales establecidos en la década de los ochenta del siglo pasado, es decir: "borrón y cuenta nueva". Esto daría mayor transparencia al rendimiento atlético y otorgaría "pureza" a los distintos registros, especialmente en el sector de las damas. Parece haber un consenso entre los periodistas especializados de todo el mundo que asistieron al Mundial de París sobre este asunto. Las atletas de la actualidad no pueden competir "contra" los registros establecidos hace tantos años.

    Recordemos que en varias especialidades, con la mejor metodología del entrenamiento, apenas si se están produciendo registros de principios de los años setenta (¡?). Por esta causa, tomando de una vez por todas una decisión verdaderamente valiente, la IAAF daría a las atletas de la actualidad un verdadero incentivo con relación a producir nuevas marcas sin la participación de elementos exógenos. ¡Esta decisión hay que tomarla cuanto antes!

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