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Efectos del trabajo aeróbico en la fuerza
explosiva de las extremidades inferiores

   
Universidad de Málaga
(España)
 
 
Dr. José Carlos Fernández García
Dr. José Luis Chinchilla Minguet
Francisco Montoro Escaño
Jorge Montoro Escaño

jcfg@uma.es
 

 

 

 

 
Resumen
    Es sabido que es de difícil conjunción contener un alto nivel de fibras de contracción lenta y de contracción rápida. Es decir explicado desde el punto de vista práctico no es posible ser rápido y resistente a la vez, para ello lo que se pretende valorar en este estudio es en qué cuantía afecta un entrenamiento enlentecedor de fibras musculares en tareas que requerirán de las fibras rápidas.
    En el presente artículo se presentan las diferencias resultantes, tras un proceso de entrenamiento de un grupo de estudiantes de Educación Física, de modo que se ejercitaba en un programa de resistencia para la mejora de la capacidad aeróbica por medio de carreras con el objetivo de observar en qué medida se veían alteradas las cualidades físicas que necesitaran de la fuerza explosiva de las extremidades inferiores.
    Antes y después del periodo de entrenamiento, realizado durante doce semanas, cuatro días por semana, se pasó un test en los que se valoró la capacidad de salto horizontal a pies juntos, la velocidad de desplazamiento, la velocidad de desplazamiento a saltos, así como la capacidad aeróbica de modo indirecto por medio del test de Cooper
    Palabras clave: Resistencia. Velocidad. Fuerza explosiva. Transferencias.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 62 - Julio de 2003

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Introducción

    Durante los últimos años han sido varias las investigaciones que se han dedicado a profundizar sobre la interacción del entrenamiento de varias cualidades al mismo tiempo con el objetivo de solucionar algunas cuestiones para mejorar el rendimiento en esfuerzos intensos de media y larga duración.

    Respecto a los trabajos realizados en los que se conjugaban entrenamiento de fuerza y resistencia puede afirmarse que cuando se realizan entrenamientos de fuerza a alta intensidad y bajo volumen asociado a un entrenamiento de resistencia de volumen de trabajo alto e intensidad media, el resultado es que mejora la resistencia pero no la fuerza (Dudley et al, 1985; Hickson, 1980; Hunter et al, 1987). Sin embargo, el los trabajos en los que se han empleado intensidades moderadas o bajas de fuerza y un volumen alto con trabajos de resistencia de intensidad y volúmenes altos, se producían efectos beneficiosos para las dos cualidades entrenadas (Bell et al, 1991; Nelson et al, 1990; Sale et al, 1990)

    En general parecen incompatibles un entrenamiento aeróbico y uno de fuerza máxima pero no se han presentados estudios suficientemente claros respecto a las actuaciones de la fuerza en combinación con las posibles manifestaciones en las que se usan como recursos energéticos las vías predominantemente aeróbicas.

    Uno de los trabajos aclaratorios en este sentido es el presentado por García Manso (1994) en el que se estudió a 20 sujetos que mostraban diferencias estadísticamente significativas respecto a su VO2 máx, encontrando los siguientes valores respecto a diferentes manifestaciones de fuerza estática y dinámica:

    El trabajo de Widrick et al. (2002) valoró la relación entre la fibra muscular y la hipertrofia, el contenido proteico isoforma y la máxima concentración de Ca++ activado en la función contráctil seguida de un breve período de entrenamiento en ejercicios de resistencia. Para ello 6 sujetos varones (27 + 1.35 años) participaron durante 12 semanas en un programa de entrenamiento progresivo de resistencia. Los resultados mostraron que el pico de potencia absoluto de las fibras incrementaron la fuerza, mientras la potencia normalizada del volumen de las fibras no cambió. A nivel de los puentes cruzados, los efectos del entrenamiento de resistencia a corto plazo fue cuantitativamente mayor respecto a la hipertrofia, la potencia absoluta así como el crecimiento proporcional en las fibras de la fuerza activa que cualitativa, dado que no se encontraron cambios respecto al cociente entre la fuerza activa/área de la sección transversal o en el cociente Potencia/volumen de las fibras.

    Baquet et al (2001) realizaron un estudio para analizar los efectos de un programa de entrenamiento aeróbico de alta intensidad durante una hora, por un período de 10 semanas en el transcurso de sus clases de Educación Física, valorando los efectos sobre su condición física para un grupo de entre 11 y 16 años, de los cuales 243 chicas y 260 varones pertenecieron al grupo experimental y 21 chicas y 27 chicos al grupo control. Ambos grupos realizaron 3 sesiones/semana de una hora de duración de Educación Física escolar. Antes y tras el período experimental los dos grupos realizaron las pruebas de la batería EUROFIT. Durante las 10 semanas de aplicación del tratamiento, el grupo experimental realizó una horade ejercicio físico fuera del horario lectivo. Estas sesiones específicas consistieron en ejercicios intermitentes cortos (10 segundos, entre el 100%-120% de la máxima velocidad aeróbica. Los resultados mostraron una influencia significativa en la prueba de salto (2.9%, P< 0.05), y en la carrera de 20 metros ida y vuelta (Course Navette) (3.8% p<0.001). Para el Grupo Control no se registraron mejoras en los resultados de la batería EUROFIT. Los autores concluyen su trabajo sosteniendo que este entrenamiento de alta intensidad no sólo mejora la capacidad aeróbica sino también el salto y que bien guiada, una adecuada intensidad de entrenamiento es necesaria para un mayor y deseable desarrollo funcional.

    La investigación realizada por Obert et al. (2001) estudiaba el efecto de 13 semanas de entrenamiento aeróbico en la potencia máxima desarrollada durante un test de fuerza velocidad en chicos y chicas prepúberes. Para ello eligió una muestra compuesta de 33 chicos/as de entre 10-11 años, de los cuales 17 participaron dos veces a la semana en sesiones de una hora en un programa de carrera y los 16 sujetos restantes hicieron de grupo control. La potencia máxima fue medida durante un test de fuerza-velocidad realizado en un cicloergómetro. La fuerza y la velocidad fueron determinadas a través de la potencia máxima. La masa muscular de las extremidades inferiores fue evaluada mediante absorciometría dual de rayos X. Tras el proceso de entrenamiento la potencia máxima aumentó incluso cuando la masa muscular se vio alterada por el proceso de crecimiento (pot. Máx: 23%, Masa musc. Extrem. Inferiores: 18%; P<0.001). Respecto a la fuerza evaluada mediante potencia máxima esta también sufrió mejoras tras el entrenamiento cuando se tuvo en cuenta la masa muscular de las extremidades inferiores (P<0.001). Además, no se observaron cambios en el grupo control en las variables estudiadas. Las diferencias entre los grupos de estudio muestra que la potencia máxima y la fuerza fueron obtenidas tras el entrenamiento. Las conclusiones de este estudio resaltan la relevancia efectiva de un programa de entrenamiento aeróbico para incrementar la potencia máxima durante ejercicios a corto plazo en chicos/as prepúberes

    Gorostiaga et al. (1999) investigaron para determinar los efectos de 6 semanas de entrenamiento de fuerza máxima en la condición física y en el estado de la serum hormona en 19 adolescentes de 14-16 años jugadores de balonmano, divididos en dos grupos, uno de ellos entrenó sólo balonmano (n=10) y el otro además de su deporte entrenó fuerza máxima (n=9); un tercer grupo, grupo control, lo formaron 4 porteros (n=4). Tras las 6 semanas del período de entrenamiento el grupo de fuerza máxima mostró un incremento de la fuerza máxima dinámica de los extensores de las rodillas (12.2%; P<0.001) y en la musculatura de las extremidades superiores (23%; P<0.001), mientras que no se observaron cambios en los otros dos grupos. Diferencias similares fueron encontradas en la fuerza isométrica máxima unilateral en la extensión de la rodilla. Al realizar una prueba de resistencia submáxima, se encontró un descenso significativo en la concentración de lactato sanguíneo en el grupo que sólo practicó balonmano durante el experimento, aunque no se encontraron estos cambios en los otros dos grupos. Por último, un incremento significativo (P<0.001) se observó en la testosterona. Para los autores los resultados sugieren que la adición de 6 semanas de entrenamiento con las condiciones precitadas dan por resultado una ganancia de la fuerza máxima y de la velocidad pero a costa de comprometer las ganancias en la fuerza explosiva de las extremidades inferiores así como de la carrera de resistencia.

    Los estudios de Panton et al.(1990) evalúan el efecto del entrenamiento aeróbico en el tiempo de reacción y la velocidad de movimiento en 49 sujetos sanos de entre 70-79 años, también se tuvieron en cuenta el tiempo promotor y el tiempo motor. El proceso de entrenamiento duró 6 semanas y los sujetos fueron distribuidos al azar en un grupo de carrera-marcha (n=17), otro grupo de entrenamiento de la fuerza (n=20) y un grupo de control (n=12). Las mejoras en la capacidad aeróbica fueron débiles respecto a la disminución del tiempo de reacción (r= 0.30, P>0.05). Respecto al análisis de la covarianza se reveló que no había diferencias significativas (P<0.05) entre los tres grupos una vez transcurrido el tiempo de entrenamiento ni para el tiempo promotor, ni en el tiempo motor, ni en el caso del tiempo de reacción. Concluyen los autores de este estudio que tras los 6 meses de entrenamiento aeróbico y de fuerza no se inducen cambios significativos ni en el tiempo de reacción ni en la velocidad de movimiento para este grupo.

Material y método

    El material que se ha empleado en la investigación consistió en un cronómetro marca Casio modelo HS-1000 registrando hasta la milésima de segundo, una cinta métrica calibrada marca Cóndor de fibra de vidrio para la realización de la prueba de salto horizontal. La superficie en la que se realizaron las pruebas era sintética, concretamente Taraflex, plana y en una instalación cubierta para las pruebas de salto y velocidad y una pista de atletismo de 400 mts en el caso del test de Cooper.

     La muestra estaba compuesta de 9 sujetos (n=9), estudiantes de educación física (maestro especialista), de sexo masculino con una edad de 20 (+ 1.35).

    Los participantes debían realizar un test y un postest en los que se valoraban sus capacidades de salto horizontal con el protocolo de la batería EUROFIT, carrera a máxima velocidad durante 30 metros con salida parada, carrera a saltos a máxima velocidad durante 30 metros con salida parada con el protocolo de Legido (1996), así como el test de Cooper, consistente en realizar una carrera de 12 minutos en la que se debe cubrir la mayor distancia posible. Se sometieron a un programa de entrenamiento durante doce semanas, cuatro días por semana. Con anterioridad a cada sesión de entrenamiento los participantes realizaban un calentamiento tal y como describe Fernández García, J. C. (2001), consistente en un periodo de activación por medio de 10 minutos de carrera continua, más 5 minutos de movilidad articular y amplitud de movimiento mediante ejercicios activos libres (García Manso, J.M., Navarro Valdivieso, M. Y Ruiz Caballero, J. A., 1996).

    El proceso experimental para el grupo constó de dos fases de entrenamiento la primera de ellas transcurrió durante las seis primeras semanas y consistió en:

Tabla 1.- Plan de entrenamiento de las seis primeras semanas.

    Con objeto de evitar la adaptación, se propuso un segundo plan de entrenamiento en el que se incrementaron ligeramente tanto el volumen como la intensidad para las seis últimas semanas del período experimental:

Tabla 2.- Plan de entrenamiento de las seis últimas semanas.


Resultados

    Seguidamente se presentan en la tabla 3 los resultados obtenidos, media y desviación típica, por los participantes en la investigación, apareciendo los datos según el pretest y el postest.

    Para el análisis de los datos se ha utilizado el paquete estadístico SPSS 11.0, teniéndose en cuenta todas las marcas registradas en cada uno de los ensayos de cada una de los test, después se ha calculado la media y la desviación standard de las tomas que ha constado el apartado indagatorio. Para la estadística de contraste se ha empleado la t-Student para muestras pareadas cuando se ha tratado de constatar las diferencias antes y después del período experimental, tomándose como diferencia significativa p=0.05.

Tabla 3.- Resultados de la investigación


Gráfico 1.- Dinámica del salto horizontal pretest-postest

    En la variable "salto horizontal", realizado según el protocolo de la batería EUROFIT, se ha detectado una mejora respecto a la toma inicial de datos, dado que se pasa de 215,11 cms en el pretest a 218, 77 en el postest, sin que las diferencias aparecidas puedan considerarse significativas estadísticamente.

Gráfico 2.- Dinámica del tiempo de la carrera a saltos 30 mts. pretest-postest

    Respecto a la variable de "tiempo en la carrera de 30 metros a saltos", se ha observado una mejoría de tal modo que el tiempo empleado en realizar esta prueba ha descendido de 5,23 segundos a 4,63 segundos lo que si supuso una mejora significativa.

Gráfico 3.- Dinámica de los saltos en la carrera de 30 mts a saltos pretest-postest

    En cuanto a la variable de "saltos en la carrera de 30 mts" al igual que las dos anteriores ocasiones se ha puesto de manifiesto una mejoría, aunque sin ser significativa estadísticamente, dado que se reduce el número de saltos empleados entre el pretest y el postest.

Gráfico 4.- Dinámica de la carrera de 30 mts pretest-postest

    Para la prueba de "velocidad 30 mts" no sólo el entrenamiento supuso mejoría sino que además se produjo de un modo significativo dado que se obtuvo una mejoría de alrededor de 2 décimas de segundo durante las dos tomas de datos.

Gráfico 5.- Dinámica del Test de Cooper pretest-postest

    Al medir la variable "Test de Cooper", no sólo se observaron mejorías sino que además estas fueron significativas estadísticamente.

Tabla 4.- Correlación de Pearson


** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).


Discusión

    En este estudio hemos valorado como ha afectado un entrenamiento aeróbico al rendimiento mostrado en la realización de diferentes pruebas que requieren especialmente de las fibras rápidas, como son test de medición de la velocidad y la fuerza explosivo-elástica.

    A nivel de la condición física general podemos decir que la mejora es visible, a pesar de que la orientación de la carga de entrenamiento es específica de resistencia. Esto lo podemos explicar bajo el principio de unidad funcional, que hace referencia a la respuesta global del organismo ante una carga concreta; o atendiendo al síndrome general de adaptación "Conjunto de respuestas funcionales adaptativas inespecíficas ante cualquier estímulo agresor o estrés, que altere el equilibrio homeostático".

    Como es lógico, las mayores ganancias las encontramos en la capacidad física básica en la que se centra el entrenamiento, la resistencia. Pero también hay mejoras en el test específico de velocidad, y también, aunque un poco menores en el de fuerza explosiva. Estas mejoras se confirman en la prueba de carrera a saltos, ya que se mejora más en e tiempo de la carrera (dependiente de la velocidad), que la suma de saltos (donde influye algo más de forma específica la fuerza explosiva).

    Posiblemente si los sujetos tuvieran un gran desarrollo de la condición física, especialmente de la velocidad o de la fuerza explosiva, un trabajo específico de la capacidad aeróbica implicaría una transferencia negativa sobre las otras capacidades físicas básicas (principio de especificidad).


Conclusiones

  • Se produce una mejora considerable de la capacidad aeróbica como cabía esperar.

  • En todos los test realizados en los que se mide la velocidad y la fuerza explosivo-elástica encontramos mejoras, siendo significativas (aparte del test de Cooper como es evidente), la velocidad en 30 metros, y el tiempo de la carrera a saltos de 30 metros.

  • Estas mejoras en las pruebas en las que se solicitan las fibras rápidas se acentúan especialmente debido al margen de desarrollo de la condición física que tienen estos sujetos.

  • Se podría decir que el trabajo aeróbico ha influenciado más sobre la velocidad que sobre la fuerza explosivo-elástica. Hay una mayor transferencia debido a la mayor similitud en la naturaleza de la carga.

  • Es muy probable que por el tipo de entrenamiento, las mejoras en velocidad y fuerza no se deban a factores estructurales, sino más bien a factores neurológicos (coordinación intermuscular e intramuscular).


Bibliografía

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