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Principales consideraciones acerca del
entrenamiento de la concentración en el fútbol

   
Licenciado en Psicología (UAM)
Doctor en CC. Actividad Física y el Deporte (UAM)
Profesor de la Facultad Formación del Profesorado y Educación (UAM)
Responsable del Área Psicología del
Deporte del Rayo Vallecano de Madrid S.A.D.
Profesor de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol (FFM)
Profesor del Máster de Psicología del Deporte (UAM-COE)
 
 
Ricardo de la Vega Marcos
ricardo.delavega@uam.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El presente artículo trata de remarcar la importancia que tiene el entrenamiento específico e integrado de la concentración en el fútbol profesional y semiprofesional revisando, de un modo breve, sus principales variables y repercusiones. El punto claro de referencia se enmarca en la comprensión integral del fútbol, en donde la táctica es su esencia principal, para tratar de vertebrar, a partir de ella, una lógica en el entrenamiento psicológico de esta variable tan representativa del trabajo que realiza el psicólogo del deporte en la actualidad.
    Palabras clave: Psicología del Deporte. Concentración. Atención. Entrenamiento psicológico.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 60 - Mayo de 2003

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Introducción

    La concentración es una de las claves más importantes que se pueden poner al servicio del deportista para mejorar su rendimiento tanto en la competición como en los entrenamientos. De hecho, las alusiones a la concentración son muy frecuentes entre los futbolistas y los entrenadores, algunos ejemplos podrían ser los del tipo: "tienes que estar más atento a la jugada...", "la falta de concentración al principio ha marcado el desarrollo del encuentro..." o "si este jugador no saltase al campo tan descentrado sería un excelente futbolista...". Es muy frecuente incluso escuchar como se explica un mal partido por la falta de concentración, ya sea en momentos críticos puntuales o durante todo su desarrollo.

    La concentración se define como:

    "La focalización de toda la atención en los aspectos relevantes de una tarea, ignorando o eliminando los demás. Lo específico de la concentración es que se trata de dirigir la totalidad de la atención y no sólo una parte de ella a la tarea que estemos ejecutando" (González, 1996).

    En este sentido podemos afirmar que en la concentración hay dos aspectos fundamentales: por un lado está la atención en las señales ambientales pertinentes, eliminando por tanto las que no lo son, y por otro está el mantenimiento de ese foco atencional.

    Un ejemplo del primer aspecto al que hacemos alusión sería el de un penalti: está claro que el jugador debe tener la máxima seguridad posible y que su foco atencional debe centrarse en el balón, en la portería y, a lo sumo, en el portero, puesto que son las tres variables que participan en la acción. Los demás estímulos que pueden distraerle de su óptima actuación deberán dejarse fuera (pensemos por ejemplo en el portero que coge el balón y pretende ponerle nervioso colocándolo él mismo; o en el público que le silba para provocarle el error en el lanzamiento, etc.). El aspecto más importante, en este sentido, consiste en analizar cómo la misión de un jugador se centra en descentrar al adversario que cuenta con la ventaja "a priori" (puesto que realiza el primer movimiento), de tal forma que el portero debe intentar descentrar al jugador y hacerle dudar para que su atención se centre en aspectos a los que no debe atender (uno de los principales enemigos de todo jugador son sus propios pensamientos de duda sobre su capacidad, pensamientos que, como ya vimos en temas anteriores, tienen más probabilidad de aparecer si la situación se evalúa como amenazante).

    Respecto al segundo aspecto, resulta esencial comprender sus connotaciones diferenciales respecto al primero: una cosa es estar concentrados en un momento concreto, y otra diferente (aunque pueden y es deseable que se den a la vez) es ser capaz de mantener esa concentración durante un periodo de tiempo prolongado, puesto que 45 minutos de duración mínima de cada parte es un tiempo significativo en donde esta variable y su dominio resultan fundamentales.

    Todos podríamos enumerar multitud de ejemplos y situaciones experimentadas por nuestros propios jugadores de manera individual y por los equipos en su conjunto, en donde hemos podido comprobar la importancia de esta variable para conseguir el rendimiento óptimo en el partido.


Imagen 1. Los momentos previos a la competición son básicos para comenzar el
partido con un nivel de concentración y de preparación mental adecuado.

    El modelo teórico de referencia y organizativo del cual partimos y sobre el que profundizaremos en algunas de sus principales variables es el siguiente:


Figura 1. Principales variables que se encuentran relacionadas con la concentración.


1. Los estilos atencionales y su aplicación al fútbol

    Desde un punto de vista práctico, los deportistas deben conocer la existencia de distintos estilos atencionales, que ponen en conexión los diferentes focos de atención y las distintas situaciones de ejecución. Esta diferenciación es importante porque cuando hablamos de atención nos estamos refiriendo, en realidad, a varios niveles en los que puede manifestarse, de manera que distinguirlos es absolutamente necesario debido a que un jugador puede dominar adecuadamente uno de estos estilos, pero tener más dificultades en dominar los demás.

    Nideffer (1980, 1985, 1989) definió cuatro estilos o tipos atencionales basados en una clasificación referida a dos dimensiones: la amplitud y la dirección. La amplitud se refiere a la cantidad de información a la que debe prestar atención el deportista en un momento determinado; es reducida cuando presta atención a un número limitado de estímulos y amplia cuando la presta a un gran número de estímulos. Por otro lado, la dirección se refiere a la capacidad para dirigir la atención hacia objetos externos al propio deportista (atención externa) o para dirigirla hacia sí mismo (atención interna).

    De la combinación de las dos dimensiones y de sus posteriores divisiones resultan cuatro estilos diferentes de concentración, que se corresponden a cuatro modos diferentes de focalizar la atención:

  • Atención amplia - externa. Se produce cuando el deportista centra su atención en un importante número de estímulos y en estímulos fuera de él mismo. Se corresponde sobretodo con situaciones de evaluación, es decir, es la adecuada para reaccionar a las situaciones rápidamente cambiantes del juego, (como puede ser la puesta en marcha de un contraataque).

  • Atención amplia - interna. El deportista se fija en su estado físico o mental. Es el tipo de atención adecuado por ejemplo para analizar y planificar mentalmente una estrategia de juego ante una situación dada.

  • Atención estrecha - externa. El deportista focaliza su atención en un estímulo concreto del entorno (por ejemplo en la escuadra derecha en el lanzamiento de una falta).

  • Atención estrecha - interna. Se produce cuando el deportista dirige la atención sobre sí mismo. Es la adecuada para prepararse para ejecutar una acción mediante el repaso mental o para examinar el nivel de tensión.

 
EXTERNA
INTERNA
AMPLIA

Uno de los aspectos más importantes de la atención en el fútbol es la capacidad de percibir una buena amplitud del campo visual.

Un desplazamiento es un buen momento para analizar las sensaciones que se tienen para afrontar el partido.
ESTRECHA

Resulta esencial que el portero en los saques de esquina focalice su atención en el balón y esté entrenado para superar los contactos que se producen en este tipo de acciones.

Es importante que el jugador centre su atención en algún pensamiento puntual o en su misión táctica en el partido para que salga concentrado.

Tabla 1. Distinción de los principales estilos atencionales aplicados al fútbol.


2. Relación entre el nivel de activación y la atención

    Es importante que el entrenador conozca y comprenda la relación que se establece entre el nivel de activación y la concentración, puesto que de ello depende la importancia que, en parte concedamos al entrenamiento en la discriminación del nivel óptimo de activación.

    Lo que por ahora conocemos y nos demuestran las investigaciones es que todo jugador que se encuentre excesivamente relajado (con su N.O.A. bajo), amplia su foco atencional demasiado, de manera que atiende a más estímulos que los que realmente le son pertinentes y, por otro lado, todo jugador que se encuentre excesivamente tenso (N.O.A. muy alto), reduce su foco atencional demasiado, de manera que no procesa estímulo significativos y relevantes para la acción.

    Una de las consecuencias prácticas es que todo proceso de entrenamiento de la concentración debe estar precedido por un estado óptimo de activación que facilite lo que se pretende asimilar (relación evidente con el tema de aprendizaje motor).


3. El entrenamiento en concentración

    Un aspecto primordial en la mejora de la concentración de los futbolistas, consiste en percibir que ésta debe llevarse a cabo desde una aplicación práctica de los contenidos de base entrenados con los jugadores, hasta su contextualización en el marco del campo de entrenamiento. Este tipo de entrenamiento tendrá en cuenta el aumento progresivo de la dificultad en función de los estímulos presentes en el fútbol. En Uriondo (1997), encontramos el siguiente análisis de las variables a tener en cuenta en el planteamiento de situaciones de entrenamiento de la visión de juego en función de las exigencias atencionales que implica:

Tabla 2. Principales variables implicadas en el fútbol cuya manipulación nos va a
permitir mejorar la concentración en los entrenamientos.

    Cada una de estas variables y de grados de dificultad que implican puede estar en la base de los ejercicios que planteemos para la mejora y el entrenamiento de los focos de atención externos, ya sean amplios o estrechos.

    El éxito del entrenamiento atencional que realicemos estará en función del escalonamiento que establezcamos sobre las situaciones del juego y su nivel progresivo de dificultad, nivel que, como vemos en el cuadro, podemos establecerlo fácilmente con la ayuda y la colaboración del entrenador. Así por ejemplo, en el entrenamiento del foco externo-amplio comenzaremos por pocos estímulos muy llamativos y por poca movilidad de los mismos, a estímulos cada vez más similares a los del propio juego con los movimientos y acciones características del mismo.

    Merece la pena considerar también la importancia que en el entrenamiento de la capacidad atencional tiene la toma de conciencia de todas las variables, situaciones y acciones que un jugador puede encontrase en el desarrollo de un partido de fútbol (De la Vega, 2000, 2003). En este sentido un trabajo esencial es el de mostrar, mediante el empleo de vídeos y la realización de reuniones, los estímulos principales a los que debe prestar atención el jugador.

    En el caso de los focos internos el trabajo es también importante pero lo centraremos en los espacios de recuperación que pueden producirse en un partido, aunque una parte importante del trabajo que puede realizarse en este sentido lo veremos más adelante al hablar del tema del control del pensamiento.

    Por otro lado, respecto al tiempo de mantenimiento de la atención, el trabajo debe centrarse, en un primer momento, en las dificultades específicas que hayamos encontrado en el jugador. Un jugador que está poco tiempo concentrado porque se distrae en cuanto escucha que su entrenador le da instrucciones o le echa una "bronca", no es igual que aquél que, sistemáticamente, a los quince minutos del partido se desentiende del mismo y parece "como si no jugara".

    Los pasos a seguir en esta dimensión del control temporal de la atención o capacidad de concentración estarían en función de su origen. Si este está en falta de hábito, deberíamos estudiar y analizar bajo que condiciones entrena el jugador porque si sólo se le exige una concentración mantenida durante poco tiempo, cabe esperar entonces que en el momento de la competición también lo haga (lo que se entrena se refleja en las competiciones). En este caso podría proponerse un aumento constante de la concentración prolongada y de forma encadenada, de manera que se llegase a los tiempo medios establecidos en los estudios que realizan análisis funcionales del tiempo de juego y de participación en los futbolistas (tiempos que se encuentran también distribuidos en mayor o en menor medida en función del puesto de juego que se ocupa).

    La relación entre nivel de fatiga física y mental y el nivel de concentración puede expresarse como sigue:

Figura 2. Relación existente entre nivel de fatiga física y el nivel de concentración

    Si el problema fuese de intermitencia, es decir que un jugador un partido está muy concentrado durante el tiempo preciso y en otros partidos está "fuera", entonces tenemos una razón para pensar en una evaluación exhaustiva sobre las causas que pueden estar interfiriendo en esa falta de atención que pueden ser, como es lógico, de diferentes tipos (como pensamientos negativos, ausencia del control de pensamiento, una ansiedad muy elevada que impide la atención precisa, etc).

    Por lo tanto, a modo de resumen sobre esta dimensión, deberemos poner un énfasis especial en el proceso de evaluación y de especificidad que requiere el trabajo con el jugador de que se trate (como en nuestro caso podría ser FT).

    Un nuevo aspecto que debemos destacar por la importancia que tiene su entrenamiento para la obtención de una buena capacidad de concentración, es la rapidez en el cambio de foco atencional, que podemos entrenarla perfectamente mediante el diseño de situaciones en las que manipulemos como variables independientes los tipos de cambios entre los diferentes focos atencionales y la rapidez en las que se realizan, de manera que estructuremos sesiones de entrenamiento donde se produzcan situaciones que obliguen al cambio de foco atencional y se pueda evaluar el resultado encontrado y la intención en los gestos1 .

    Mediante la ayuda de un simple cronómetro y del registro en vídeo de los diferentes ejercicios de entrenamiento, podemos ir analizando los niveles de mejora que se producen en el rendimiento del jugador, estableciendo de esta manera el seguimiento adecuado de su rendimiento en lo que a la rapidez de cambio de foco atencional se refiere.

    Por ultimo, el mantenimiento de la atención ante estímulos distractores vamos a entrenarlo utilizando un simple proceso de Desensibilización Sistemática (D.S.), de manera que vamos a establecer un encadenamiento inverso en función de los estímulos individuales que supongan la distracción para, a partir de ahí, ir poco a poco eliminando los factores que suelen ir asociados a ese tipo de distracciones (por ejemplo el ruido o gritos del público están asociados con una tasa cardiaca más alta, un aumento de la sudoración, etc.). Este proceso podemos trabajarlo encubierto si el nivel de imaginación que posee el sujeto es el adecuado (Relación con el tema de visualización ya presentado).

    Este mismo entrenamiento podremos llevarlo a cabo con otras técnicas de modificación de conducta como puede ser la habituación o exposición paulatina a los estímulos distractores, o la inundación, consistente en la presentación del estímulo ansiógeno distractor de manera directa y continua (no paulatina), de manera que producimos el fenómeno de la habituación de una forma mucho más rápida (aunque también más traumática).


4. Algunas consideraciones finales

    El entrenamiento de la capacidad de concentración de los jugadores no debe ser, como ya hemos comentado, ajeno a la realidad del entrenamiento deportivo del jugador. Si bien es cierto que con frecuencia los psicólogos del deporte hemos abusado del trabajo individualizado con los jugadores para enseñar y trabajar algunas técnicas aisladas a la propia realidad futbolística, no lo es menos el interés actual que existe por integrar el entrenamiento psicológico dentro de la dinámica habitual del equipo para lo que, sin duda alguna, deberá llevarse a cabo un tipo de trabajo grupal en el propio campo de entrenamiento que potencie las capacidades psicológicas de nuestros jugadores.

    Un ejemplo de este tipo de trabajo es el que en la actualidad se está llevando a cabo con las categorías inferiores del Rayo Vallecano de Madrid S.A.D., en donde se está integrando el entrenamiento en habilidades psicológicas básicas, como la concentración, al quehacer cotidiano de los jugadores. Este rol, mucho más cercano a la realidad deportiva y a los beneficios futbolísticos que se pueden obtener del trabajo psicológico, abre nuevas vías de investigación y entrenamiento que deberán ofrecer frutos numerosos sin demasiada demora.

    Por último, debemos destacar el creciente interés investigador en torno al ámbito de la concentración aplicada al fútbol, en donde debemos destacar el intento por analizar las relaciones que se producen entre el dominio atencional y los juegos y ejercicios que se pueden realizar en los entrenamientos (Morilla, 1995; Morilla, 2002 a y b), así como la utilidad de algunas pruebas como la de Toulouse-Pieron para comprender en qué aspectos dentro de la capacidad de concentración deben mejorar los jugadores (Mendelsohn, 2000; Mora et al., 2001). Pese a estos intentos nuestra línea de pensamiento, de trabajo e investigación gira más alrededor de la idea de la génesis de pruebas de campo que sean sensibles a la realidad del fútbol, por lo que adoptamos un enfoque más puramente ecológico hereditario de una de las líneas vigentes que más actualidad poseen en la educación física en su vertiente investigadora, puesto que si eliminamos el conjunto de variables que participan directamente en la acción motriz estaremos perdiendo, sin lugar a dudas, una parte muy valiosa de la información que deseamos obtener.


Referencias bibliográficas

  • DE LA VEGA, R. (1999). "La reflexión sobre las acciones motrices en el fútbol: el golpeo de balón". Tesina de investigación no publicada. Universidad Autónoma de Madrid: Facultad de Psicología.

  • DE LA VEGA, R. (2000). "La mejora del rendimiento en los saques de esquina: propuesta de un programa psicológico de entrenamiento para porteros de fútbol basado en la toma de conciencia". Madrid: Tesina del Máster de Psicología del Deporte (UAM-COE).

  • DE LA VEGA, R. (2003). "Desarrollo del metaconocimiento táctico y comprensión del juego: un enfoque constructivista aplicado al fútbol". Tesis Doctoral no publicada. Universidad Autónoma de Madrid.

  • GONZÁLEZ, J. L. (1996). El entrenamiento psicológico en los deportes. Madrid. Editorial Biblioteca Nueva.

  • MENDELSOHN, D. "Test de Toulouse - Piéron aplicado a jugadores de fútbol profesional Club El Porvenir". Lecturas de Educación Física y Deportes, http://www.efdeportes.com/, 2000.

  • MORA, J.; ZARCO J.; BLANCA, M. "Atención-Concentración como Entrenamiento para la Mejora del Rendimiento Deportivo en Jugadores Profesionales de Fútbol". Revista de Psicología del Deporte, Vol.10, No.1, pp. 49-65. Barcelona, España 2001.

  • MORILLA, M. (1995). "Entrenamientos de la Atención y la Concentración en futbolistas jóvenes". Cuadernos técnicos de Fútbol. Nº 1.

  • MORILLA, M. y PÉREZ, E. (Coord.) (2002). Entrenamiento de la Atención y Concentración. Ejercicios para su mejora. Sevilla: Difusión Gráfica.

  • MORILLA, M; PÉREZ, E; GAMITO, J.M; GÓMEZ, M; SÁNCHEZ, J y VALIENTE, M. (2002). "Entrenamiento de la atención y concentración. Una propuesta para fútbol". Lecturas de Educación Física y Deportes, http://www.efdeportes.com/, Revista Digital. Buenos Aires, Año 8, Nº 51, Agosto de 2002.

  • NIDEFFER, R. M. (1980). "Attentional Focus-Self-Assessment". En Suinn, R. Psychology of Sports Methods and aplications. Burgess Publishing Company Mineapolis. Minesota, 281-290.

  • NIDEFFER, R. N. (1985). Athletes´Guides to Mental Training. Champaign: Human Kinetics.

  • NIDEFFER, R. N. (1989). "Adiestramiento del control de la atención". III Congreso Nacional de Psicología de la Actividad Física y del Deporte (Gobierno de Navarra), 17-50.

  • TOULOUSE, E.; PIÉRON, H. (1986) Manual Prueba Perceptiva y de Atención. TEA Ediciones S.A., Madrid. España.

  • URIONDO, L. F. (1997). La visión de juego en el futbolista. Barcelona. Editorial Paidotribo.

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revista digital · Año 9 · N° 60 | Buenos Aires, Mayo 2003  
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