REBOTES DE IDENTIDAD. EL BASQUET EN LA CULTURA URBANA DEL INTERIOR
Gastón Gil (Mar del Plata, Argentina)
jmgil@mdp.edu.ar

Segunda parte
Peñarol - Quilmes: identidad y rivalidad en el básquet marplatense

La rivalidad entre los dos equipos marplatenses de Liga Nacional se fue gestando a lo largo del desarrollo de la Liga nacional aún antes de que estos dos equipos se enfrentaran deportivamente. Este trabajo se centra en los procesos, hechos y protagonistas que incidieron de manera fundamental en la determinación de lo que hoy significa ser de Peñarol (milrrayita) o ser de Quilmes (cervecero). Para demostrar la manera en que se fue gestando la rivalidad entre los dos equipos de Mar del Plata se opta por un análisis de las publicaciones escritas del Diario "La Capital" de Mar del Plata y por el trabajo con informantes (periodistas, hinchas). La profundización sobre aspectos históricos de los dos clubes (aún antes de su ingreso en la Liga) nos permite visualizar como la rivalidad fue "creada" principalmente por ciertos acontecimientos clave que sembraron el conflicto en una relación que no era, en los inicios de la liga, nada problemática ni, muchos menos, violenta. Así, se intenta demostrar como cada identidad fue tomando su rumbo particular hasta confuir en dos posiciones enfrentadas radicalamente, donde se juegan cuestiones de estilo, estereotipos y hasta enfrentamientos de clase.


Un caso muy particular

"¡Y qué te digo «esos días»! ¡Desde semanas antes ya se venía hablando del partido y la ciudad era una caldera, porque eso era lo que era la ciudad!"
Roberto Fontanarrosa, "19 de noviembre de 1971".

Los enfrentamientos en la Liga Nacional de básquet son predominantemente regionales, creados todos ellos por condiciones históricas que dieron lugar al nacimiento de un especial encono entre algunos equipos. En los inicios de la Liga, un triunfo frente al prestigioso Ferro Carril Oeste sí significaba un hito especial, pero hoy esa contraposición desde el punto de vista deportivo ha pasado a un segundo plano.

Probablemente sólo Atenas sea el continuador del tradicional rival para cualquier equipo en todo el país, concretamente para los equipos de punta1 que siempre tienen al conjunto mediterráneo como uno de los principales adversarios2 . Para Olimpia de Venado Tuerto, el rival es Atenas, y todo lo que provenga de allí será visto con desprecio ("el que no salta es cordobés"). Algo similar sucedía en San Luis y ahora en General Pico y La Rioja, además de Mar del Plata con sus equipos de punta, aunque aquí la rivalidad está centrada en lo intralocal.

Los equipos de Buenos Aires (ni siquiera Boca Juniors) no son vistos como los enemigos deportivos, más allá de los tradicionales insultos que en cualquier lugar del interior se les profieren a los representantes de la capital argentina, o a quienes provengan de un lugar que se asocie a lo porteño3 .


Conquistar la ciudad: Mar del Plata y la rivalidad local

"Sólo te pido
que mi espacio llenes con tu luz"
Pablo Milanés, "Yo no te pido".
Además de este proceso de identificación regional, se dan mecanismos diferentes en ciudades como Mar del Plata y General Pico4 que tienen la posibilidad de disfrutar de dos equipos en el máximo nivel. Se intentará probar que la conformación de las identidades relativas a los dos equipos de Mar del Plata es una construcción que fue moldeándose con la misma historia de la Liga Nacional. Ser "milrrayitas"5 (de Peñarol) o ser "cervecero"6 (de Quilmes) no significa lo mismo en 1996 que en 1987. Cada identidad se fue conformando con el correr de los enfrentamientos, en la misma Liga Nacional A, y con las rivalidades institucionales que le dieron forma original.

Los clásicos del básquet marplatense constituyen uno de los espectáculos deportivos de mayor trascendencia en el interior del país. El marco que es posible lograr gracias al Polideportivo Panamericano7 permite vivir en las tribunas un espectáculo difícilmente repetible en otros lugares del país.

Este clásico es el único evento deportivo complemente marplatense que arrastra una amplia cobertura de los medios de comunicación nacionales. El encuentro disputado en enero de 1996 mostró un Polideportivo con su capacidad sobrepasada (ni siquiera las espaciosas escaleras permitieron divisar claros en la estructura de cemento) y las revistas nacionales cubriendo el evento, junto con un hasta ahora jamás repetido despliegue del canal de deportes TyC Sports. El programa "Fuera de Juego", que transmitía desde Mar del Plata en toda la temporada veraniega, le dedicó varios minutos por emisión en los días previos al clásico y hasta sus conductores tomaron partido por uno de los dos equipos. Casi todos los jugadores de los dos cuadros fueron entrevistados en la semana anterior al choque en la señal de cable más cara y de las más vistas de todo el país8 .

En el básquet marplatense, estos dos conjuntos no tienen una larga tradición de enfrentamientos. La naciente Liga Nacional allá por 1984 encontró a Peñarol aprovechando la nueva estructuración del básquet argentino. Un proyecto que rápidamente se encaminó con posibilidades de éxito y que se asentó definitivamente en 1986, cuando luego de salvarse del descenso de la "B", Peñarol armó un equipo con pretensiones de llegar a la máxima categoría, en base a un plantel en donde descollaba uno de los hombres, por aquel entonces, más representativos del básquet argentino: Adolfo "Gurí" Perazzo, hombre récord de presencias ininterrumpidas en la selección nacional. En ese 1986 quedó a un paso del ascenso, pero al año siguiente Peñarol consiguió el hito revolucionario para el básquet marplatense: la llegada a la máxima categoría, a la par que Quilmes podía por fin superar los regionales y acceder a la "B" de la cual le costaría salir 4 ediciones más tarde.

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Lecturas: Educación Física y Deportes. Año 2, Nº 6. Buenos Aires. Agosto 1997