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Progresión para la iniciación
al Baloncesto en Silla de Ruedas

   
*Doctorando en Educación Física INEF Madrid.
Entrenador Superior de Baloncesto.
Entrenador de Baloncesto en Silla de Ruedas.
Técnico del CD Fundosa ONCE de Baloncesto en Silla de Ruedas
Master Europeo en Actividad Física Adaptada
 
**Doctor en Educación Física
Jefe de la Unidad Departamental “Deportes de Asociación y Combate”.
INEF Madrid - UPM.
 
 
Javier Pérez Tejero*
Javier Sanpedro**

jperez@inef.upm.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El presente trabajo presenta una progresión metodológica para la enseñanza / aprendizaje del Baloncesto en Silla de Ruedas (BSR) desde una perspectiva eminentemente práctica. Tras una introducción, se presentan las reglas más determinantes a tener en cuenta en las etapas iniciales, seguidas de unas recomendaciones para el responsable de la actividad o docente que vaya a llevar a cabo la práctica. Cada ejercicio es fundamentado y descrito siguiendo una estructura de presentación, incidiendo en los aspectos fundamentales del aprendizaje o consideraciones metodológicas (“flash educativo”). Finalmente en el glosario se explican sucintamente varios términos relacionados con la discapacidad física.
    Palabras clave: Baloncesto en silla de ruedas. Iniciación. Progresión metodológica.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 57 - Febrero de 2003

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1. Introducción

    El Baloncesto en Silla de Ruedas (BSR) es un deporte adaptado que nace del propio baloncesto a pie, cuando personas con discapacidad física se sintieron animadas a participar en su tiempo libre. Quizá es el deporte adaptado más popular, ya que es un deporte de equipo y las diferencias a nivel reglamentario con el baloncesto a pie son mínimas. El BSR ya fue incluido en el programa de los primeros Juegos Paraolímpicos, en 1960, aunque se jugaba ya desde algunos años antes.

    En España actualmente existen unos 42 equipos y son unas 800 personas en todo el país las que se animan a jugar en estos equipos. Con la presente propuesta lo que queremos es que te inicies en este espectacular y apasionante deporte y descubras todas tus posibilidades a través de él.

    El único requisito para jugar a BSR es usar una silla de ruedas. Generalmente son personas con discapacidad física las que, por usar una silla de ruedas en sus desplazamientos diarios, se sienten motivados a jugar en su tiempo libre. A nivel de competición, sólo pueden participar personas con una discapacidad física consolidada, como puede ser lesión medular, espina bífida, poliomielitis, amputación y otras. Sin embargo, a nivel recreativo, tanto personas con como sin discapacidad pueden acceder a su práctica, sentándose en la silla para experimentar nuevas sensaciones mientras juegan a BSR con sus amigos.

    En todo momento y como todo deporte, el BSR supone un reto personal y de equipo a la hora de su práctica. Lo que aquí incluimos son una serie de ejercicios de iniciación y familiarización, los cuales supongan un primer paso para lograr una práctica educativa, lúdica y sobretodo divertida. ¡Os animamos a todos a probar!


2. Algunas reglas...

    Esta es otra versión del baloncesto a pie, por lo que la mayoría de los elementos tácticos, técnicos y reglamentarios proceden de aquel. Las principales modificaciones se refieren al uso de la silla y las más importantes son:

  • La silla es parte del jugador, por lo que el contacto explícito con la silla no esta permitido (es falta personal).

  • No está permitido dar más de dos impulsos (o contactos) sobre las ruedas sin botar el balón, esto supondría “pasos”.

  • No existe el “doble regate”, se puede botar el balón y cogerlo con dos manos cuantas veces se desee.

  • Las medidas del campo, la altura de la canasta y las reglas temporales son las mismas que en baloncesto a pie.


3. Consideraciones para el responsable de la actividad

    Los ejercicios que a continuación son presentados pretenden facilitar una práctica lúdica a la vez que suponen un aprendizaje progresivo de las destrezas básicas de este deporte. Son presentados en orden incremental, de menor a mayor dificultad, y para cada uno de ellos se indica su nombre, introducción, objetivo principal (pueden trabajarse otros a la vez, pero focalizamos en uno), material necesario, organización, su desarrollo, gráficos explicativos, sus posibles variantes, así como sugerencias metodológicas (“flash educativo”) para su presentación y adecuación a las potencialidades y motivaciones de los participantes, así como los puntos en los que incidir si es necesario corregir. Será el responsable de la actividad el que finalmente ajuste las diferentes tareas y ejercicios al nivel y objetivos del participante.

    Los ejercicios están basados en los requerimientos básicos del BSR, que se resumen en manejo de silla, manejo de silla y balón, destrezas técnicas (pase, tiro, bote) así como iniciación a la táctica individual (en ataque y defensa) y táctica colectiva (ataque y defensa). Podemos decir que el uso de la silla de ruedas condicionará la técnica y la táctica individual, ya que, por un lado, no es posible realizar desplazamientos laterales con ella y por otro, la silla ocupa más espacio que un jugador a pie, por lo que la ocupación y distribución del espacio en función del juego es determinante.

    El deporte para personas con minusvalía es un medio ideal para facilitar la mejora de la competencia motriz, la condición física, el conocimiento de uno mismo y las habilidades sociales. Los niños y niñas con discapacidad tienen el mismo derecho que el resto a disfrutar de ellos, porque antes que nada son eso, niños y niñas. Ellos también necesitan vivir experiencias motivadoras, sentirse capaces y útiles en un entorno saludable de práctica con sus compañeros/as. Al mismo tiempo, niños/as con la misma discapacidad pueden tener diferentes necesidades, dependiendo de sus habilidades, nivel de destreza, experiencias previas y las propias actitudes hacia la práctica del BSR. Consultar si es necesario el glosario, donde muy sucintamente se explican las discapacidades físicas más usuales.

    El responsable de la actividad debe focalizar la atención en las potencialidades y motivaciones del jugador, más que en la propia minusvalía como tal (que debe tenerse en cuenta, por supuesto, ya que condicionará la práctica). Para tal fin, aquí presentamos este programa, que es sólo una propuesta y no debe seguirse al pie de la letra, sino que deben ser adaptados en cada caso y situación. Las reglas u organización de los ejercicios pueden y deben ser modificados en un determinado momento para favorecer una determinada situación de aprendizaje o lograr un determinado objetivo, adaptando la tarea a los requerimientos del jugador. Para cada ejercicio se presenta una serie de variantes posibles para ello, pero son sólo sugerencias. Para hacerlas significativas y motivantes para el jugador, será el responsable el que deba modificarlas (o no), por lo que es pieza clave en la consecución de los objetivos del programa propuesto.


4. Propuesta de progresión

Ejercicio 1: “Movernos con la silla”.

Introducción: para jugar, hemos de usar la silla, por lo que manejarla bien es fundamental. En este ejercicio se incluyen sprints, frenadas, giros y aceleraciones, que harán que tu silla te obedezca durante el juego.

Objetivo principal: familiarización con la silla de ruedas, diferentes desplazamientos con la misma.

Material: conos o similar, cuerdas o bancos suecos.

Organización: desde el punto de salida, los participantes van saliendo uno a uno, a los 5 - 7 segundos sale el siguiente.

Desarrollo: sobre un diseño predeterminado (circuito, ver esquema) el participante debe recorrer el circuito dispuesto según se indica. Las primeras veces debemos realizarlo despacio (¡salvo los sprints!) poniendo atención en como la silla reacciona en cada momento y como sentimos la silla en una situación de movimiento (ver gráfico para descripción). Tras la salida tenemos una zona en zig - zag seguida de sprint hasta la esquina, donde debemos frenar y desplazarnos de espaldas hasta el siguiente cono, otro sprint hasta el siguiente cono, donde debemos realizar un giro en el sitio de 360º frente a él e irnos al siguiente (hay tres más, G en el gráfico), tras el último, nos espera un pasillo estrecho de cuerdas (o bancos suecos, 80 cm. de ancho), que tenemos que atravesar sin tocarlas!, tras ello, hay una cuerda que tenemos que rodear longitudinalmente, para acabar en otro pasillo de cuerdas la línea de fondo, esta vez con forma curva. Acabamos en la línea de fondo.

Participantes: máximo 10 -12.

Gráfico explicativo:

Variantes:

  • Cronometrar el recorrido individual e intentar mejorarlo la siguiente vez.

  • Persecución: el compañero que sale tras nosotros ha de alcanzarnos durante el recorrido del circuito, pero sale 5 - 7 segundos después que nosotros.

  • Realizar el mismo circuito pero con un balón por persona, botándolo a la vez que nos desplazamos (¡¡sin hacer pasos!!).

  • Buscar nuevas alternativas de desplazamiento sobre este circuito, o cambiar la configuración del circuito según se desee.



Ejercicio 2: “Tu la llevas”.

Introducción: el típico ejercicio de persecución, en el que tendrás que manejar la silla bien para no quedártela. ¡Que no te pillen!

Objetivo principal: familiarización con el manejo de la silla de ruedas, coordinación, correcta utilización del espacio.

Material: ninguno (depende de las variantes).

Organización: medio campo de baloncesto.

Desarrollo: los participantes se distribuyen libremente por el espacio. Uno de ellos “se la queda” y tendrá que ir a tocar al resto de los compañeros, que tendrán que huir de él. Si uno de ellos tocado por el perseguidor, ese participante es el que ahora tendrá que perseguir al resto. Debe ponerse el acento en la ocupación del espacio libre, lejos del perseguidor.

Participantes: máximo 10 - 12.

Gráfico explicativo:

Variantes: podemos modificar la dificultad del ejercicio proponiendo:

  • Número limitado de impulsos (contactos) para propulsar la silla (por ejemplo sólo 5 ó 6) ¡has de utilizarlos bien!

  • Usar más de un perseguidor (2 ó 3).

  • Aumentar (a toda la cancha) o reducir el espacio (por ejemplo a un cuarto de cancha).

  • Desplazarse con un balón en el regazo a la vez que se impulsa, y el perseguidor ha de tocar el balón en vez del jugador o la silla (esta vez no hay “pasos”!!).

  • Proponer áreas de “salvación” (por ejemplo, dentro del semicírculo exterior de la zona).

  • Desplazarse con la silla hacia atrás (de espaldas) solamente.

  • Usar sólo una mano para impulsar la silla.

  • Todos los participantes con un balón, han de botarlo a la vez que se desplazan por el espacio. El perseguidor usa la mano libre para tocar al resto.



Ejercicio 3: “Bota el balón e impulsa”.

Introducción: ¡empezamos con el balón!, esto significa que controlamos mínimamente la silla...¿es así?. Para encestar has de acercarte a la canasta, por lo que tenemos que aprender como avanzar con el balón controlado, sin perder control sobre él.

Objetivo principal: progresar con el balón controlado sin cometer “pasos”, botando a cada lado de la silla.

Material: un balón por jugador.

Organización: cada jugador con balón, a la altura de una de las líneas de fondo.

Desarrollo: desplazarnos botado el balón en línea recta a lo largo de la cancha. Desde parados y con el balón en el regazo (sobre los muslos) realizamos dos impulsos simultáneos, y ya en movimiento botamos tres veces el balón a un lado de la silla. Volvemos a colocarlo en el regazo y otros dos impulsos simultáneos, y tras ellos, botar el balón ahora en el lado contrario al anterior. El bote debe realizarse ligeramente adelantado, por delante de la rueda trasera del lado en el que botamos. Debemos imprimir un ligero efecto hacia atrás al balón, flexionando la muñeca al final de la acción de bote. ¡Intentamos no mirar el balón mientras lo botamos!. No debemos dar más de dos impulsos sin botar (serían “pasos”). Al llegar a la línea de fondo, girar y realizarlo en el otro sentido.

Participantes: máximo 10 - 12.

Gráfico explicativo:

Variantes: disminuir o incrementar la dificultad del ejercicio mediante:

  • Si existen dificultades, realizar el bote desde una posición estática a un lado y otro de la silla, pasando por el regazo, simulando la impulsión.

  • Reduciendo el número de impulsos y aumentando el número de botes.

  • Eliminando la fase en la que la pelota está en el regazo, lo que obliga a cambiar de mano directamente. La máxima dificultad sería impulsar con una mano unilateralmente (que hace cambiar ligeramente de dirección) a la vez que con la otra mano se bota el balón, cambiándolo de mano.

  • Modificando la trayectoria recta del desplazamiento, colocando conos u otro material que suponga pequeños cambios de dirección sobre el trazado longitudinal del campo (obligando a frenar ligeramente sobre una rueda, la que está próxima al obstáculo, ¡¡pero sin perder mucha velocidad!!).

  • Conectar este ejercicio con otros, como puede ser acabar en un pase a un compañero, frenar en seco con el balón controlado, o realizando una entrada a canasta.



Ejercicio 4: “Levanta el balón”.

Introducción: para ir al ataque en baloncesto en silla necesitamos el balón. ¿Qué pasa si éste esta en el suelo y nosotros en la silla?. ¡Recordamos que no esta permitido bajarse de ella durante el juego!. Te explicamos como hacerlo sin casi despeinarte.

Objetivo principal: hacerse con el control del balón (recuperarlo) cuando está en el suelo desde una situación de movimiento.

Material: un balón por pareja.

Organización: el balón está en el suelo estático a la altura de la línea de tres puntos (paralelo a la línea de fondo). Uno de la pareja delante del otro, a la altura de una de la línea de fondo de esa media pista. El primero ejecuta el ejercicio, da media vuelta en la línea de medio campo y vuelve a dejar el balón en su sitio. Cuando éste cruza la línea de fondo, sale el compañero. Alternar la captura desde el suelo del balón con la mano derecha y la izquierda.

Desarrollo: hemos de desplazarnos en línea recta hacia el balón, pero ofreciéndole un lado de la silla (generalmente nuestro lado dominante, el derecho si soy diestro), es decir, no voy con la silla de frente al balón.

Fases:

  • Inclinarnos hacia el lado del balón y ofrecerle la palma de la mano (dedos mirando al suelo). Si es necesario, podemos equilibrarnos con el brazo que no va al balón (si soy diestro, el izquierdo) asiéndonos al respaldo, en caso de que tengamos dificultades con el control del tronco. Ver grafico 4, 1.

  • Cuando el balón contacta con nuestra mano, inmediatamente hemos de “pegarlo” a nuestra rueda, que como está en movimiento, elevará la pelota por la parte posterior de la misma contra nuestra mano, hasta que llegue a la altura de nuestra cadera, donde lo cogemos ya con dos manos. Ver gráfico 4,2.

  • A partir de aquí, igual que el ejercicio anterior (2 impulsos, 3 botes) hasta que lleguemos a medio campo, donde nos damos la vuelta (giro 180º) y vuelvo por donde vine, dejo el balón cuidadosamente donde lo recogí (debe quedar quieto), ya que mi compañero vendrá a recogerlo cuando yo atraviese la línea de fondo. Ver gráfico 4, 3.

Importante: pegar bien el balón a la rueda llevando velocidad suficiente, y tratar de no perder la trayectoria recta de la silla tras controlarlo.

Participantes: máximo 10 - 12, por parejas.

Gráfico explicativo:

Variantes:

  • Incluir este ejercicio dentro de otros, como puede ser la entrada a canasta tras recoger el balón, o realizar un determinado pase.

  • Realizar relevos entre las parejas (o un mayor número de integrantes), por ejemplo, a ver quien realiza antes 6 idas y venidas hasta medio campo (o hasta la canasta contraria, donde entramos a canasta y cojemos nuestro rebote).

  • Recoger el balón en movimiento en vez de estático, pudiéndolo lanzar rodando el compañero o nosotros mismos.

  • Tras recoger el balón, no lo agarramos con dos manos, sino que directamente lo lanzamos hacia delante y lo botamos con la misma mano con la que lo recogimos.



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