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La táctica como instrumento de mejora de la velocidad
de reacción en los deportes de combate

   
*Licenciado en Educación Física.
Doctorando en Educación Física.
 
**Doctor en Educación Física.
Profesor Titular de Esgrima en el Instituto Nacional de Educación Física
Universidad Politécnica de Madrid.
 
I.N.E.F. - U.P.M., Madrid.
 
 
Óscar Martínez de Quel Pérez*
Francisco Saucedo Morales**

odequel@inef.upm.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El presente trabajo estudia los procesos que lleva a cabo el sujeto previamente a la ejecución motriz, en los deportes de combate de distancia de guardia reducida y media.
    Se analizan los diferentes procesos o puntos de vistas que se han estudiado en la literatura científica como son: el tiempo de reacción simple y electiva, la anticipación, la intercepción o anticipación coincidente y la estrategia visual. El estudio de cada uno de estos procesos nos sirve de ayuda de diferente modo tanto en la investigación como en el entrenamiento y la competición. Su utilidad varía desde el desarrollo de la técnica al conocimiento de las habilidades de búsqueda visual.
    El sujeto debe utilizar la mayor cantidad posible de información relevante previa a un acontecimiento para poder preverlo y anticiparse a él. Así, la praxiología ayuda en el entrenamiento de la táctica y la estrategia, que darán lugar a una serie de acciones más frecuentes o probables en función de las circunstancias. Después de haber entrenado las diferentes situaciones tácticas, el sujeto será capaz de utilizar esta información en su beneficio, procesando los datos relevantes de modo rápido y eficaz. Sus respuestas serán más apropiadas y utilizarán menos tiempo para su elaboración.
    Palabras clave: Anticipación. Táctica. Deportes de combate. Velocidad de reacción. Tiempo de reacción. Percepción.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 53 - Octubre de 2002

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1. Introducción

    En una situación de interacción deportiva, desde que se produce un estímulo o un conjunto de estímulos hasta que el sujeto da una respuesta o una parte de respuesta transcurre un tiempo. Este tiempo será mayor o menor en función de diversas circunstancias. En ciertas ocasiones, para obtener el éxito en una determinada acción deportiva, es fundamental que sea lo más corto posible.

    El tiempo que un sujeto tarda en reaccionar ante la gran cantidad de estímulos que se producen en una situación de interacción deportiva es de suma importancia en los deportes en los que un adversario intenta minimizar el éxito de nuestras acciones. En estos deportes, que incluyen a los de equipo y a los de combate entre otros, es vital poseer una gran velocidad tanto en la ejecución de los gestos deportivos como en las reacciones a un determinado conjunto de estímulos.

    Por lo general, en este tipo de deportes no es habitual esperar a que se produzca un estímulo para iniciar la respuesta sino que ésta se inicia, aunque sea parcialmente, con anterioridad, basándose en señales previas. Debido a la gran velocidad con la que se ejecutan las técnicas en este tipo de deportes, no hay tiempo suficiente para reaccionar si se espera a la ejecución técnica por parte del adversario.

    La mayoría de los deportistas serían capaces de acertar en sus decisiones si se les diera el tiempo necesario para meditarlas. Pero las decisiones se deben tomar en función del ritmo que imponga el adversario, beneficiándose aquel que las tome más rápidamente y que ejecute los movimientos correctos en el momento apropiado.

    El presente estudio trata de los deportes de distancia de guardia reducida -v.g. karate- y de los de distancia de guardia media -v.g. esgrima-, según la clasificación de P. Parlebás (clasificación citada en: Amador, 1997). El tiempo de reacción ha tenido menor importancia en los deportes de combate en los que predominan estímulos táctiles como el judo o la lucha, deportes de distancia de guardia casi nula según el criterio de P. Parlebás, por ello no los trataremos en este trabajo.

    En estos deportes, el conocimiento de los aspectos tácticos que estudia la praxiología puede ser determinante para optimizar el entrenamiento y minimizar el tiempo que el sujeto tarda en dar una respuesta adecuada en una situación de combate, por medio del conocimiento de los acontecimientos más comunes que suceden en una situación determinada.


2. Procesos previos a la ejecución motriz

    Este estudio trata de conocer aquellos procesos que el sujeto lleva a cabo desde que se produce una situación estimular determinada hasta que inicia la respuesta motriz a esta situación. Estos procesos pertenecen a las fases percepción y toma de decisión.

    Por lo general, en estos deportes no se parte de una posición estática desde la cual se debe reaccionar; sino que la posición inicial, bien sea la guardia o el final de una acción anterior, suele ser dinámica. Ello no quiere decir que no se pueda dividir el combate en unidades menores con el fin de poder analizarlas en profundidad. En estas unidades habrá un conjunto de estímulos, una solución mental y una ejecución motriz, siempre teniendo en cuenta que estas unidades se relacionan entre sí.

    Los estudios sobre tiempo de reacción, anticipación y percepción en los deportes de combate han tratado de obtener conclusiones que se puedan aplicar al entrenamiento y a la competición. Por lo general, se ha intentado ver qué es lo que diferencia a los expertos en un deporte de aquellos que no lo son, para posteriormente intentar mejorar esas características por medio del entrenamiento.

    Todos estos procesos perceptivo-decisionales están interrelacionados de modo que a veces resulta difícil medir uno sin que se vea afectado por el otro. A continuación vamos a estudiarlos separadamente tal y como aparecen en los estudios citados. De todos modos, se deberá intentar integrarlos para tener una perspectiva global del tema.


2.1. Tipos de tiempo de reacción y aplicación a los deportes de combate

    El tiempo de reacción1 no es una cualidad única de los sujetos sino que éste depende del tipo de estímulo que se utilice para elicitar la respuesta, del tipo de respuesta solicitada, del número de alternativas y otras características de la tarea. Por ello Roca (1983), hace una clasificación en la que distingue 4 tipos de tiempo de reacción: tiempo de reacción simple, tiempo de reacción electiva, anticipación e intercepción o anticipación-coincidencia.

    El tiempo de reacción simple2 no es una tarea específica de los deportes de combate dado que los estímulos no son discretos -v.g. una luz- sino continuos -v.g. un sujeto en movimiento- y existen varias alternativas de respuesta en lugar de una sola. Estas tareas pueden tener utilidad en los deportes de combate:

  1. Como forma de medición de una cualidad en la que intervienen un sistema sensorial determinado, uno transmisor del impulso nervioso, otro muscular, etc.;

  2. Para la evaluación y mejora de la técnica, teniendo en cuenta no sólo el tiempo de reacción sino también el de movimiento hasta que se termina de ejecutar un determinado gesto. Como ejemplo, el instrumento de Roosen (1999), que nos puede servir para mejorar la técnica y la velocidad de reacción -sin ser específica del karate- y de ejecución. Este instrumento consiste en un saco que emite un sonido a la vez que se enciende un cronómetro, deteniéndose cuando el sujeto golpea el saco.

    El tiempo de reacción electiva3 mejora algo en especificidad respecto al simple, ahora existen varias alternativas de respuesta en función del estímulo, al igual que en los deportes de combate. Sin embargo los estímulos son discretos mientras que en nuestros deportes son continuos.

    El término anticipación es muy utilizado en el entrenamiento deportivo, con diferentes significados, por ello volveremos sobre él para estudiarlo en profundidad.

    La intercepción o anticipación coincidente4 conlleva procesos más complejos que los anteriores y es el que mejor se adapta a los requerimientos de los deportes de combate dado que el estímulo es móvil y continuo, por ejemplo, el pie del adversario en taekwondo.

    Los estudios que han medido el tiempo de reacción con estímulos específicos de estos deportes de combate (Oehsen, 1987; Ripoll et al., 1995) han concluido que los expertos no inician la respuesta más rápido que los novatos, lo que hacen es utilizar mejor ese tiempo hasta la reacción para utilizar más información y no cometer errores.

    Por el contrario, si se han utilizado estímulos no específicos -v.g. una luz- y respuestas específicas -v.g. golpe recto con fondo en esgrima- se ha comprobado que los deportistas expertos eran más rápidos que los novatos tanto en tiempo de reacción como en tiempo de movimiento (v.g. Williams et al., 2000).


2.2. Percepción en los deportes de combate

    En los deportes de combate que tratamos de estudiar, que son los de distancia de guardia media y reducida, la modalidad sensorial predominante es la visual. Es por esta razón por la que nos centraremos en la percepción a partir de estímulos visuales para estudiar este proceso.

    La percepción, al contrario de lo que se puede pensar, no es un proceso pasivo que se limita a que los estímulos penetren en el sujeto para que éste posteriormente los utilice. En esta situación el individuo sólo debería preocuparse por tener los ojos bien abiertos. Sin embargo, la percepción desde el primer momento es una conducta, un proceso activo en el que se debe hacer una selección de los elementos a percibir, a partir de la gran cantidad de estímulos que nos rodean.

    Esta conducta debe ser aprendida de manera específica en cada deporte, dado que cada uno tiene sus características estimulares y en cada uno es fundamental una determinada información visual.

    La forma actual de medir y analizar esta conducta es el registro del lugar a donde mira el sujeto en cada instante, o en otras palabras, la localización de las fijaciones visuales y la duración de éstas.

    Esta cualidad ha sido denominada estrategia visual (Ripoll et al., 1995) o estrategia de búsqueda visual (Williams et al., 1999), y además se han incluido otros términos relacionados y no fácilmente diferenciables experimentalmente como procesamiento de la información, toma de decisión, y otros. En los estudios que han medido esta variable se han encontrado diferencias entre expertos y novatos de cada deporte.

    En este campo debemos destacar el trabajo en boxeo francés de Ripoll et al. (1995), que grabaron la duración y localización de las fijaciones oculares -a dónde mira el sujeto-. Pudieron comprobar que existen diferencias entre expertos y novatos en el lugar donde fijan sus miradas, en número, frecuencia y duración de estas fijaciones y la trayectoria seguida al cambiar de una a otra fijación. Por lo general, los expertos mantienen la mayor parte del tiempo la mirada fija en el pecho y cabeza del adversario, cambiándola verticalmente. Los novatos dedican más tiempo que los expertos a mirar las extremidades y tienen una estrategia visual más desorganizada.

    Williams et al. (1999) han profundizado más en el tema, incluyendo la ansiedad como variable que pudiera afectar a la estrategia visual. En situaciones de alta ansiedad, como podría suceder en competición, se produce un estrechamiento de la visión periférica y un aumenta el número de fijaciones visuales en las zonas periféricas, como las extremidades.


2.3. Anticipación en los deportes de combate

    El primer problema que nos encontramos al estudiar la anticipación es terminológico, dado que el término anticipación puede designar a varios conceptos diferentes en función del contexto en el que se utilice:

  1. El significado más difundido es el que se utiliza en el lenguaje cotidiano, en los estudios de Comportamiento Motor y en las Ciencias del Deporte en general. A partir de la consulta de varios autores podemos concluir que se llama anticipación a: la emisión de una respuesta a un determinado estímulo antes de que éste tenga lugar.

  2. En los laboratorios de reacciometría -medición del tiempo de reacción- las situaciones de “Anticipación” son similares a las de Tiempo de Reacción excepto en que “el anteperíodo5 se mantiene constante”, siendo esta una situación cualitativamente diferente a la de Tiempo de Reacción (Roca, 1983, pp. 43-44). De ahí se derivan situaciones en las que la reacción no es lo importante sino que lo fundamental es intuir el momento en el que el estímulo aparecerá y ejecutar la respuesta en ese momento o un poco posteriormente. Por otro lado, en los estudios de Tiempo de Reacción en laboratorio se produce una anticipación cuando el sujeto emite la respuesta antes de que se produzca el estímulo, contabilizándose como un error o como un Tiempo de Reacción excesivamente bajo.

  3. En algunos deportes como el karate, el término anticipación es equiparable a lo que en otros deportes, como la esgrima, se llama contraataque. Designa a una acción ofensiva que se ejecuta cuando el adversario ha iniciado un ataque o una acción previa al ataque como desplazamientos, fintas u otras.

    En nuestro trabajo, mientras no se diga lo contrario, nos guiaremos por el primer significado (a) dado que es el más general y difundido.

    La capacidad de anticipación no ha sido muy estudiada empíricamente pese a que en gran cantidad de trabajos ha sido subrayada su importancia. Esto es debido a la dificultad de parametrizar esta variable y a la dificultad de crear instrumentos de medida específicos. La dificultad de parametrizar la anticipación viene de que ésta no es una cualidad única sino depende de la actividad fisico-deportiva, pudiendo tener un deportista una gran capacidad de anticipación para su deporte pero no para otros.

    Los trabajos de Choi (1977) e Iranyi (1973) midieron la duración de las técnicas de ataque propias del taekwondo y la esgrima respectivamente. Pudieron comprobar cómo la duración de estas técnicas era menor que el tiempo necesario para defenderlas o esquivarlas, formado por el tiempo de reacción más el tiempo de movimiento de la defensa o esquiva. De este modo, una técnica de ataque efectuada en la distancia y el momento apropiado es imposible de defender por el adversario, si éste espera a ver esa técnica para responder. Se debe anticipar el momento y la técnica que el adversario va a ejecutar basándose en estímulos previos como gestos faciales, desplazamientos y otros. Iranyi (1973) propone que se debe asociar una única respuesta para cada estímulo con el fin de reducir el tiempo de reacción ya que de otro modo el sujeto deberá decidir cuáles de las alternativas posibles efectuará.

    Alain y Proteau afirman que, en deportes de raqueta, se mejora la eficacia de las acciones “cuando se actúa basándose en las probabilidades subjetivas de que un acontecimiento vaya a suceder” (Alain y Proteau 1980; en Ruiz y Sánchez, 1997, p. 70). Esta afirmación se podría aplicar a los deportes de combate. Ejemplo: si un boxeador realiza casi siempre dos golpes directos seguidos con derecha e izquierda, el adversario al ver el primer golpe buscará evitar ambos y adoptar una posición favorable para la respuesta. Otro ejemplo, teniendo en cuenta el marcador y el tiempo cronométrico: sabemos que conforme se acerque el final del asalto aumentará la probabilidad de que el contrincante que va perdiendo ejecute una acción ofensiva.


3. Propuesta de trabajo

    Hemos visto hasta ahora la importancia de que un buen competidor tenga la capacidad para reaccionar adecuadamente y en el momento preciso a las distintas circunstancias que acontecen durante el combate. Por ello, es fundamental que este deportista conozca las redundancias que se suceden durante el transcurso de los combates.


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