efdeportes.com
Mujer y deporte en Medellín
y su área metropolitana

   
Universidad de Antioquía.
Instituto Universitario de Educación Física. Medellín
(Colombia)
 
 
Luz Elena Gallo Cadavid
Julia Adriana Castro Carvajal
Olga Lucia Monsalve Tamayo
Verónica Ochoa Patiño

lucepareja@epm.net.co
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002

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Introducción

    Preguntarse por los factores socioculturales que afectan la participación de las mujeres en el deporte en Medellín y su Área Metropolitana a través de un estudio descriptivo como el que aquí se presenta, es el comienzo de una exploración sobre un asunto que desde la educación física requiere ser abordado para complementar los estudios realizados por diversos sectores sociales y académicos dirigidos a comprender la situación de las mujeres colombianas, con el fin de promover cambios y posibilitar la toma de conciencia individual y colectiva sobre la dinámica particular de las mujeres en nuestro tiempo.

    En Colombia se han venido desarrollado diferentes investigaciones sobre las mujeres, principalmente ligadas con categorías sociales como la familia, el trabajo, la educación, la participación política, la violencia, la salud, entre otros. Sin embargo, no se encuentran publicaciones científicas que traten directamente el problema del deporte femenino como objeto de estudio científico, por lo tanto, los resultados de esta investigación son útiles en el sentido que abren un abanico de nuevos supuestos o hipótesis para futuras investigaciones, además de advertir sobre la necesidad de incorporar en el discurso emancipador de las mujeres colombianas al deporte como categoría social portadora de significados sociales.

    El siglo XX aparece como la época donde se han producido los cambios más significativos relacionados con la participación social de las mujeres. La nueva condición femenina ha permitido el advenimiento de la mujer sujeto, la cual se resignifica poco a poco a medida que su mundo deja de ser determinado por el orden social establecido y se encamina más hacia el libre gobierno individual. A medida que las luchas feministas han contribuido a ampliar el ejercicio de la libertad, la democracia, la igualdad y la equidad de las mujeres, muchos de los lugares y atribuciones de lo femenino se desvanecen, pero paradójicamente, también perduran en la sociedad un conjunto de actitudes e imaginarios tradicionales. Según Lipovetsky (1999, 12) “si bien la modernidad trata de disminuir las diferenciaciones sociales de los sexos, no por ello prepara su confluencia; aunque actualmente todo lo que un género hace resulta accesible al otro, continúa reciclándose la separación estructural entre lo masculino/femenino, la época de la mujer sujeto conjuga discontinuidad y continuidad, determinismo e impredictibilidad, igualdad y diferencia”.

    Precisamente, este estudio es un ejemplo de la mencionada paradoja, al encontrarse simultáneamente comportamientos emancipadores con actitudes tradicionales, demostrándose que aún la ruta por la identidad de género posee laberintos no resueltos.

    Para efectos del estudio, el concepto de deporte se concibe no solamente en la dimensión competitiva, sino también desde un abanico más amplio de actividades motrices cuyas finalidades pueden abarcar aspectos hedonistas, profilácticos, recreativos, estéticos, entre otros. Con este punto de partida, se abordó la pregunta ¿Cuáles son los factores socioculturales que influyen para la participación de las mujeres en el deporte en Medellín y su Área Metropolitana?

    Es un estudio con un enfoque empírico-analítico. El diseño es no experimental transeccional y correlacional que describe y relaciona los factores socioculturales influyentes en la participación de las mujeres en el deporte.

    Respecto a la población, se define como universo a todas las mujeres de Medellín y su Área Metropolitana (Copacabana, Envigado, Bello, Sabaneta y San Cristóbal). El criterio para conformar el grupo de deportistas fue la práctica con regularidad (1 hora semana o más) de algún tipo de actividad física o deporte. Para el grupo de no deportistas se tuvo en cuenta que fueran personas sedentarias. Los sitios elegidos para definir la muestra fueron: En las deportistas ligas, cajas de compensación y universidades; en las no deportistas Universidades y colegios.

    De forma aleatoria se conformo la unidad de trabajo con 300 mujeres quienes tenian un rango de edad entre 15 y 40 años, de las cuales 150 eran mujeres deportistas y 150 no deportistas

    Para la recolección de información se utilizo la encuesta diseñada por A. Tschap Bock en 1983, denominada "Deporte de mujeres y sociedad" (Ahrensburg, Alemania), la cual fue también aplicada y validada en otros países latinoamericanos que hace parte del macroproyecto de investigación Deporte Femenino en Latinoamérica1. Esta encuesta contiene preguntas relacionadas con aspectos demográficos y socioculturales.

    El desarrollo de la investigación se realizó en varios momentos abarcando el periodo 1998 - 2000:

    En el primer momento se hizo una prueba piloto de la encuesta con 30 mujeres deportistas y no deportistas de Medellín, con el fin de validar desde el aspecto semántico y cultural el instrumento de recolección elegido.

    El segundo momento consistió en la recolección de información y la codificación de los datos utilizando el programa estadístico SPSS.

    El tercer momento correspondió al análisis descriptivo inicial, en el cual se abordaron las variables cuantitativas utilizando medidas de tendencia central y de dispersión, mientras que para las variables cualitativas se utilizaron porcentajes. Luego, se hizo el análisis bivariado buscando relaciones entre los subconjuntos con variables como la edad, el nivel educativo de las mismas mujeres, del padre y de la madre y el estado civil. Para el análisis bivariado entre variables cualitativas se utilizó la prueba del chi cuadrado de una cola o en su defecto el test exacto de Fischer. Para la relación entre una variable cualitativa con una cuantitativa se uso la prueba T - prueba paramétrica - y la relación entre dos variables cualitativas se hizo con la prueba de Mann Whitney Test - prueba no paramétrica -.

    Posteriormente, se organizaron subconjuntos de información que obedecieron a criterios de complementariedad, exclusión y exhaustividad con el fin de ampliar el análisis hacia un nivel categorial.

    Finalmente se hizo la validación de los resultados, optando por dos estrategias: la presentación de los resultados a un grupo de mujeres deportistas y no deportistas y la triangulación con expertos.


Resultados

1. La familia y la escuela como agentes de iniciación para la práctica deportiva femenina

    Según González (1996, 251) "la socialización es el proceso a través del cual la persona aprende e interioriza los diversos elementos de la cultura en la cual se halla inmerso como valores, normas, códigos, símbolos y reglas de conducta, integrándolos a su personalidad con el fin de adaptarse en un contexto social determinado". Es así como la socialización actúa en juego con la individuación y está cruzada por múltiples interacciones, lenguajes, imágenes y experiencias que determinan la forma como se comprende y se vive en el mundo. El deporte, como lugar privilegiado de interacción social, se convierte en un medio para introyectar la realidad y reproducir los significados socialmente establecidos.

    En el ser humano, el proceso de socialización depende inicialmente de la familia y de la escuela, estos escenarios inciden desfavorablemente en la práctica deportiva femenina en la medida en que se observa poco estímulo por parte de sus agentes socializadores para motivar el ingreso a prácticas deportivas.

    Es así como de 141 mujeres deportistas el 61% declaran que nadie las motivó a practicar deporte, mientras 40% reconocen haber sido motivadas por alguna persona entre los cuales se destaca un 16% correspondiente a los amigos; mientras que las figuras familiares se distribuyen así: 7.0% el padre, 6.0% los hermanos, 5.0% la madre y el 1.4% al novio / esposo. Por su parte, otras personas relacionadas con instituciones educativas parecen ejercer menor influencia, entre los cuales se encuentran los profesores con un 1.4%, los entrenadores con 1.4% y el equipo con 0.7%.

    Estos datos indican la débil función iniciadora de la práctica deportiva por parte de los agentes de socialización primarios, al parecer por la reproducción de imágenes tradicionales que impiden el acceso de las mujeres al deporte, mientras que los imaginarios que ofrece el grupo de pares o amigos permiten mayor motivación para el ingreso de prácticas deportivas femeninas.

    Es importante destacar el hecho que el 61% de mujeres deportistas no son motivadas por nadie para la práctica deportiva, lo que devela un nivel de autonomía, demostrado en la capacidad de elegir y decidir sobre sus propias acciones.

    Relacionando los datos anteriores con la edad (Tabla 1) se encuentran diferencias significativas (P= 0.007) entre las mujeres que declararon que nadie las motiva a practicar deporte y las que señalan a algún miembro de la familia. Dadas las características del medio sociocultural de Medellín y su Área Metropolitana la permanencia de la mujer bajo el influjo familiar es bastante prolongada, es por esto por lo cual quienes declaran haber sido motivadas para practicar deporte por una persona de la familia tienen un promedio de edad de 21 +5, mientras quienes no son motivadas por nadie tienen un promedio de edad de 25 + 8, periodo en el cual se da generalmente el comienzo de la independencia de la familia.

    Además, se observan diferencias significativas (P = 0.028) entre el grupo de mujeres jóvenes motivadas por algún miembro de la familia y las que son motivadas por personas pertenecientes a otras instituciones distintas (clubes, asociaciones, ligas, escenarios laborales, grupos estudiantiles, etc.) quienes cuentan con una edad promedio de 27+ 7, momento en el cual se consolida la inserción a otras esferas institucionales distintas a la familia.

Tabla 1. Relación entre los agentes de socialización y la edad en 141 deportistas

    Cuando se les pide que valoren en términos de preferencia las personas con las cuales les gusta practicar deporte de 131 mujeres deportistas el 91% refieren a los amigos y el 89% a los compañeros de grupo, mientras que las personas relacionadas con su ámbito familiar tienen un porcentaje menor, incluso un grupo de estas mujeres deportistas expresan disgusto cuando se trata de practicar deporte con miembros de la familia (Tabla 2).

Tabla 2. Personas con las que prefieren realizar deporte las mujeres deportistas

    Al indagar acerca de la opinión que tenía el padre sobre la práctica deportiva de sus hijas cuando ellas eran niñas y adolescentes se observa un porcentaje favorable tanto para las mujeres deportistas como para las mujeres no deportistas (Tabla 3). Sin embargo, también se encuentran opiniones de indiferencia y en contra sobre la práctica deportiva de sus hijas, lo que hace suponer que aún hay presencia de imaginarios desfavorecedores para la práctica deportiva femenina en edades tempranas.

Tabla 3. Opinión del padre frente a la práctica deportiva de las hijas en la niñez y en la adolescencia

    Al relacionar en ambos grupos de la muestra el nivel de formación académica del padre y su opinión frente a la práctica deportiva de sus hijas existe asociación (P=0.002) al hallarse una clara diferencia de posición en el grupo de padres poseedores de un nivel de formación superior (pregrado y posgrado), con un 81% a favor y 19% en contra; mientras que los padres que tienen un nivel de formación básico (primaria, secundaria y técnica) no demuestran gran diferencia; un 53% están a favor y un 47% en contra. Estos datos indican que el nivel educativo de los padres incide en las posibilidades de interacción social de las mujeres, ya que los padres con un mayor nivel educativo parecen compartir la resignificación de los roles de lo masculino y de lo femenino, en tanto consideran favorable que las mujeres desde la niñez desarrollen su motricidad y con ello otras esferas humanas.

    En cuanto a la opinión que tiene la madre sobre la práctica deportiva de sus hijas cuando éstas eran niñas y adolescentes también se encuentra que es mayor el porcentaje sobre la opinión a favor tanto para las mujeres deportistas como para las mujeres no deportistas (Tabla 4). Sin embargo, aparece un número de opiniones significativas, tanto de indiferencia como en contra, correspondiente a un 34% en 143 deportistas y a un 35% en 146 mujeres no deportistas.

Tabla 4. Opinión de la madres sobre la práctica deportiva de sus hijas en la niñez y en la adolescencia

    Lo anterior puede explicarse si se tiene en cuenta que tanto el padre como la madre de las mujeres encuestadas, son generacionalmente de mediados del siglo XX, cuando apenas se empezaban a generar cambios en los roles de género y en las formas de participación social de las mujeres.

    En el grupo de las mujeres deportistas como en las mujeres no deportistas se encuentra asociación (P= 0.048) entre la formación académica de la madre y su opinión sobre la práctica deportiva de sus hijas, observándose que de 164 mujeres con un nivel educativo básico, el 62% están a favor, mientras que de 91 mujeres el 38% están en contra. Esta diferencia se acentúa cuando se analiza el grupo de madres con un nivel educativo superior, quienes el 81% tienen una opinión a favor y solamente el 19% están en contra de que sus hijas practicaran deporte en la niñez y en la adolescencia.

    Los datos anteriores indican que el acceso a la educación de la madre, y más aún, a la educación superior, permite que los procesos de socialización primaria de las hijas se den dentro de un espectro más amplio en cuanto a los imaginarios sobre lo femenino y lo masculino.

    Con respecto a la escuela, la clase de educación física, "espacio que no escapa a la asignación cultural de los roles y por el contrario es una vitrina muy acertada de éstos" (Motta, 2000), fue en ambos grupos vivida predominantemente con gusto, correspondiendo al 88% de 151 deportistas y a un 78% de 149 no deportistas. Se observa, sin embargo, un grado de indiferencia y descontento con la clase de educación física que recibieron las mujeres encuestadas, lo cual puede haber influido posteriormente en la motivación y en la actitud hacia la práctica del deporte.


2. Eventos que favorecen o limitan la práctica deportiva femenina

    Existen una serie de factores que afectan la práctica deportiva de las mujeres en Medellín y su Área Metropolitana, entre los cuales se encuentra: el nivel de los éxitos deportivos y el momento de vida en que se logran, la edad, el estado civil, el tiempo libre y el nivel educativo.

    Teniendo en cuenta el nivel y la edad del mayor éxito deportivo obtenido se observa que de 85 deportistas el 69% obtuvo su mayor éxito a nivel nacional e internacional entre los 8 y 18 años, disminuyendo significativamente al 31 % entre los 19 y 35 años. De otro lado, el 85% de 34 mujeres no deportistas, declaran haber obtenido su mayor éxito deportivo a nivel local entre los 11 y 18 años, desapareciendo su actividad deportiva después de los 19 años. Estos datos permiten suponer que el hecho de haber participado en competencias de alto nivel durante la niñez y la adolescencia, aumenta la posibilidad de continuar la práctica deportiva durante la etapa adulta. Es posible, entonces, que al mismo tiempo hayan sido potenciadas actitudes ligadas al deporte como independencia, autodeterminación, autonomía, afirmación, reconocimiento, entre otros.

    El mito existente sobre la falta de interés de las niñas hacia el deporte se desvanece al observar que el 65% de 150 mujeres deportistas como el 76% de 150 no deportistas expresen que el deporte jugó un papel muy importante durante su infancia y adolescencia, situación que cambia drásticamente después de los 19 años en ambos grupos, cuando disminuye o desaparece la práctica deportiva en sus vidas, lo que permite suponer que los múltiples roles sociales que asume la mujer cuando deja de ser niña, desfavorece su permanencia y desarrollo en actividades deportivas.

    El cambio de lugar del deporte en las vida de las mujeres cuando llegan a su edad adulta se observa en el grupo de las no deportistas, al relacionar el papel que juega el deporte en su vida actual con la edad, encontrándose que quienes tienen una edad promedio de 19 + 5 años todavía tienen el deporte como una actividad importante en su cotidianidad, así no sean practicantes constantes, mientras que quienes tienen una edad promedio de 25 + 7 años lo tienen como una actividad poco importante en sus vidas.

    Del mismo modo, cuando se analiza la relación existente entre el papel que cumple el deporte en la vida actual y el nivel educativo se encuentra en las mujeres no deportistas una asociación (P= 0.00), la cual indica que a medida que la mujer gana terreno a nivel educativo disminuye la posibilidad de dejar al deporte un lugar importante en su vida diaria (Tabla 5).

Tabla 5. Relación entre el papel que cumple el deporte en la vida actual y la formación académica

    En relación con el tiempo disponible para el deporte, se encuentra en el grupo de 146 mujeres deportistas, que un 58% invierten semanalmente 6 horas o menos y un 42% más de 6 horas. En parte se puede explicar este asunto por la diferencia significativa (P= 0.035) resultante de relacionar las horas de dedicación semanal y la edad, ya que el promedio de edad en las mujeres que invierten semanalmente 6 horas o menos es de 25 + 8 años, mientras que las que dedican más de 6 horas tienen un promedio de edad de 22 + 5 años. Esto señala la adopción de nuevos roles que limitan la práctica del deporte en las mujeres adultas como el cambio en el estado civil.


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