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Estudio de la lógica interna de la gimnasia artística masculina:
la relación del gimnasta con el espacio en el aparato suelo
Marco Antonio Coelho Bortoleto

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 51 - Agosto de 2002

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    Sobrepasar estas líneas en una perspectiva espacial 3D (Fig. 04), ya sea con el brazo, pierna o cualquier parte del cuerpo no comporta ninguna penalización, la despuntuación sólo ocurre en el caso que el gimnasta toque la superficie que se encuentra fuera de las líneas marcadas (zona de seguridad, Fig. 05, parte gris).

    La altura es la única dimensión que posee una cierto grado de variabilidad. Dicho de otro modo, existe un consenso internacional que propone que el espacio destinado para el Suelo debe tener como mínimo 5 metros de altura. De todas formas, este espacio en la gran mayoría de los casos sea en el entrenamiento o en competición, comparte la misma sala (pabellón o Gimnasio) con los demás aparatos, y este hecho origina que la altura se eleve aproximadamente para 8-10 metros.


Figura 04. Aparato Suelo Perspectiva 3D


Figura 05. Aparato Suelo Perspectiva 2D

    De manera general el CP orienta las intervenciones con la intención de que el gimnasta ocupe toda la superficie del aparato (FIG, 2001: 33), es decir, que pase como mínimo una vez por cada uno de los vértices: A, B, C y D. Pica (1988: 121) sugiere que los ejercicios de Suelo deban cubrir la mayor cantidad de superficie posible, principalmente considerando la característica artística (estética) de la GAM y mismo no existiendo una reglamentación específica para eso.

    Según Normile (1991: 42-43) el Suelo es el aparato que presenta el grande desafío en el momento de elaborar un ejercicio, pues las posibilidades de combinaciones y de utilizar el espacio son infinitas. Para el autor el ejercicio de Suelo debe entretener el público a través de una rutina original y artística y a la vez debe buscar demostrar toda la capacidad y talento (gimnástico, acrobático, físico, etc.) del gimnasta.

    Veamos a continuación, en la Fig. 06 algunos ejemplos de utilización del espacio en la GAM:


Figura 06 - Utilización del espacio pertinente de Suelo - Ejemplos adaptados de Kaneko (1980: 12)

    Analizando esos ejemplos que acabamos de presentar, podemos ver que en la representación A, el gimnasta no atendió al requisito del CP, de pasar por todos los vértices, y por lo tanto sería penalizado conforme normativas del CP; en las demás representaciones (ejemplos B, C y D) se cumple esta breve reglamentación sobre la utilización del espacio.

    Podemos intuir también que conforme el tipo de presentación que realiza un gimnasta (más acrobática o más gimnástica) la exploración o utilización del espacio tenderá a darse de manera distinta, es decir, se utilizarán más las diagonales en el caso de una presentación más acrobática (ejemplos B y C) y más las paralelas en el otro caso (ejemplo D).

    En este aparato está permitido, y por supuesto es posible, realizar desplazamientos en todas las direcciones. Varios son los tipos de desplazamiento, tales como carrera, saltos, giros, etc... Se observamos los saltos o vuelos en particular, podemos decir que cuanto más altos sean obviamente serán considerados más difíciles y más estéticos (mayor amplitud) y consecuentemente serán valorados con la mayor puntuación.

    Cuanto mayor es el número de rotaciones (giros), en cualquiera de los tres ejes, mayor será el valor del elemento. Así mismo la postura corporal (o posición) durante la ejecución del elemento también va a influenciar directamente en el valor del mismo, siendo más valorada la postura extendida o planchada y menos la agrupada.

    Los elementos pueden ser iniciados y finalizados con las manos o los pies (uno o dos) en cualquier dirección, sin embargo la presentación debe finalizarse con una secuencia acrobática, la cual debe terminar con una recepción realizada con los dos pies, estando prohibido terminar la presentación con una recepción lateral, con un sólo pie o con las manos.

    El Suelo es el aparato que presenta la superficie más elaborada o de mayor complejidad material entre los seis aparatos (Fig. 07). Su superficie semi-flexible está preparada para emitir un pequeño impulso como respuesta a cualquier tipo de presión ejercida sobre él (rebote), y esta flexibilidad del material también sirve para facilitar el proceso de aterrizaje, como amortiguador del impacto y para dar confianza al gimnasta. (Prestidge & Prestidge, 1981: 79)

    Conforme Stuart (1978: 15) la superficie standard de suelo, conocida internacionalmente como “System Reuther” consiste en tres camadas a partir del suelo: la primera formada por amortiguadores (muelles, tacos de goma, etc.) fijados en una madera, la segunda de espuma de alta densidad y con gran capacidad de absolver impacto y una alfombra gruesa (“nylon carpet”).


Figura 07 Perspectiva lateral del aparato Suelo - Composición material


3.2. Los sub-espacios de acción

    Los sub-espacios son partes importantes del espacio, utilizados con frecuencia y que marcan una referencia en el momento de planear la utilización del aparato.

    En Suelo tenemos 06 sub-espacios principales (Fig. 08):

  • Cuatro paralelas (AB, BC, CD, DA) con 12 x 2 m. aproximadamente;

  • Dos diagonales (AC y BD) con 17 x 3 m. aproximadamente.



Figura 08. Representación de los sub-espacios principales

    En el caso de pasar sólo una vez por un mismo segmento tendíamos seis posibilidades de utilizar el aparato, sin embargo como no hay límites en el reglamento sobre esta cuestión (el numero de veces que se debe pasar por un segmento espacial) las posibilidades se multiplican aumentando la posibilidad de elaborar presentaciones distintas en lo que es la utilización del aparato. En la fig. 09, destacamos otros muchos sub-espacios secundarios, o de transición conforme afirma Normile (1991: 42-43), y que según el autor constituyen espacios donde el gimnasta puede expresar sus características singulares.


Figura 09. Representación de los sub-espacios secundarios.

    Vale remarcar que la utilización de estos sub-espacios según el CP, debe obligatoriamente pasar por todos los vértices una vez como mínimo.

    Debido a sus dimensiones las diagonales lógicamente suelen ser utilizadas para realizar las secuencias acrobáticas (tumbling), principalmente las de mayor complejidad (dificultad) (Kaneko, 1980: 12), ya las paralelas para los ejercicios gimnásticos, de equilibrio, flexibilidad y/o de fuerza.


4. Consideraciones finales

    En estos momentos la Gimnasia en general y particularmente la GAM atraviesa una situación llena de reflexiones e inquietudes por hacer que esta práctica deportiva sea cada vez más atractiva tanto para el público como para los patrocinadores deportivos y gimnastas, conforme FIG (1986, 1991).

    El Gimnasio es el contexto específico de la GAM, donde se realizan los entrenamientos deportivos o la propia competición, y en la actualidad sigue manteniendo su hegemonía. No obstante en estos tiempos llenos de cambios, de avances tecnológicos y de nuevas ofertas deportivas, lúdicas y culturales, el espacio cerrado del Gimnasio no resulta siempre muy atractivo para los posibles protagonistas infantiles.

    Esta circunstancia suscita reflexiones y preguntas como si seria adecuado ajustar la práctica de la GAM a ambientes y espacios más característicos de la sociedad actual.

    Esto no significa que se niegue la conveniencia e idoneidad del Gimnasio como espacio destinado a la práctica e investigación de la GAM. Tan sólo evidencia la necesidad de superar las dificultades existentes para captar nuevos practicantes, aspecto que obliga a introducir novedades en este deporte.

    Obviamente la lógica interna de la Gimnasia Artística exige que para conseguir alcanzar un alto nivel de competición, los gimnastas deban entrenar diariamente en condiciones óptimas. No obstante para aquellos gimnastas que realizan miles de horas de entrenamiento, se podría plantear realizar uno o dos entrenamientos semanales fuera del Gimnasio, en espacios abiertos, con otro ambiente y estímulos motivacionales.


4.1. Consideraciones pedagógicas

    El propósito de este trabajo va dirigido a aportar conocimientos aplicados para los profesionales de esta práctica deportiva, y por supuesto que el estudio de la lógica interna de la GAM, concretamente en lo que se refiere a la forma en como el gimnasta se relaciona con el espacio de acción aporta importantes conocimientos de aplicación pedagógica.


4.1.1. Direcciones de los desplazamientos

    Los procesos de reproducción de estereotipos motores (automatización de las acciones motrices), el dominio para actuar ante cualquier pérdida del control del cuerpo, así como la capacidad para combinar distintas secuencias de “elementos” se pueden mejorar mediante el entrenamiento de las acciones atendiendo a las distintas formas de desplazamientos.

    Esta afirmación se basa en el principio de que cuanto más direcciones de desplazamientos dominar el gimnasta mayor será su posibilidad de aprender, de enlazar los elementos, y también mayor será su posibilidad de reaccionar en casos de perdida de control o incluso de adaptarse a diferentes superficies, sea en un entrenamiento o en una competición.


4.1.2. Postura corporal de los de desplazamientos

    La aplicación de la praxiología motriz a la GAM confirma los datos aportados por otras disciplinas como la biomecánica, al mostrar que las distintas posiciones corporales reglamentadas, en las cuales se pueden llevar a cabo las acciones motrices en GAM, poseen un orden de dificultad (o complejidad) que debe ser tomado en consideración cuando se plantean procesos educativos o de entrenamiento de estas acciones motrices.

    Según el criterio de postura corporal, la posición agrupada es la más “sencilla”, seguida de la carpada y por último (o más compleja) la planchada o estirada. Este orden suele ser utilizado como referencia en los planes de enseñanza.

    Insistimos en decir que el conocimiento de la biomecánica, de la fisiología y de otras disciplinas es importante para el desarrollo del deporte, sin embargo la praxiología aparece como una disciplina fundamental para el estudio específico de cualquier práctica motriz deportiva.


4.1.3. Modelos de ejercicios de Suelo

    Los ejemplos presentados en la Fig. 06 fueron elaborados en los años 80, por supuesto adaptados al CP vigente en aquellos momentos.

    Al objeto de comparar y también para poder ver la evolución histórica presentamos en la fig. 10 un ejemplo (A) elaborado y adecuado otra versión del CP, de casi 10 años más tarde, Pica (1988: 122), y otros tres ejemplos (B, C y D) propuestos por Normile (1991: 43) posteriormente.


Figura 10 - Ejemplos adaptados de Pica (1988: 122) y Normile (1991: 43)

    El ejemplo B de la fig. 10 realmente es muy similar a los B, C y D propuestos en la fig. 06, demostrando que no hubo ningún cambio significativo en este período de 10 años. Ya los ejemplos A, B y C demuestran una pequeña tendencia a buscar ejercicios originales en lo que se refiere a la utilización de los sub-espacios secundarios (ver Fig. 09 - Transiciones), pero sin demasiada diferencia.

    No debemos detenernos aquí, pues actualmente los ejercicios conservan estas mismas características. Eso se debe porque en las últimas 5 ediciones del CP, es decir, en los últimos 20 años, las reglas sobre la utilización del espacio en el aparato Suelo casi no se han modificado.

    Con estos datos podemos afirmar que se hace necesario introducir cambios en las reglas para que fomenten ejercicios más originales, pues tanto el público en general como los aficionados de la GAM parecen estar acusando la monotonía o la reproducción de situaciones ya conocidas, modelos estándares, que no deben ser siempre los mismos.

    Desde la óptica del rendimiento deportivo, conforme afirma Normile (1991) lo ideal es que un gimnasta mantenga la misma estructura del ejercicio durante varios años, implementando apenas los elementos de dificultad que va desarrollando a lo largo de ese período. Sin embargo, desde una perspectiva más pedagógica y que promueva la creatividad de los gimnastas, creemos que los gimnastas deben explorar y probar diferentes maneras de utilizar el espacio construyendo muchos ejercicios diferentes a lo largo de los primero años de entrenamiento. Es decir, intentar crear un gran variedad de posibilidades de utilización del espacio para que aumenten las posibilidades de que en el futuro el gimnasta pueda elaborar un ejercicio original.


4.1.4. Espacio mínimo para el entrenamiento

    Al estudiar el aparato Suelo, sus dimensiones y sub-espacios de juego podemos obtener respuestas a varios de los problemas que suelen aparecer en las discusiones esta modalidad, principalmente en el momento de construir un gimnasio.

    En este deporte uno de los problemas más clásicos concierne al dilema sobre la necesidad o no de disponer de una superficie de suelo con medidas oficiales (12 x 12 m) para poder realizar entrenamientos. Para tratar de responder a esta cuestión se va a proceder a analizar uno de los sub-espacios que ofrece el suelo, conocido popularmente con el término de diagonal.

    Como ya discutimos anteriormente el Suelo está dividido en varios sub-espacios, que permiten o no realizar determinadas acciones motrices, como vemos en la siguiente figura 11.

    Las diagonales representan la mayor distancia que un gimnasta puede recorrer en una presentación (participación), por tanto todas las acciones motrices (elementos) que se pueden realizar en las paralelas o en cualquier otro sub-espacio del suelo, también se pueden llevar a cabo en los diagonales.


Figura 11. Representación de los sub-espacios de juego en gimnasia artística, atendiendo al reglamento (código de puntuación).

    Esta simple apreciación permite asegurar que con un espacio (una pista representada por las líneas de puntos) de 3 x 17 metros, que es el tamaño de una diagonal aproximadamente, es posible realizar y por lo tanto entrenar todas las acciones motrices (elementos) o secuencias de elementos necesarios para una presentación de suelo. Esta afirmación confirma que las escuelas, gimnasios, clubes deportivos u otras entidades que no disponen de espacio o recursos para comprar una pista de suelo oficial (de 12 x 12 metros) pueden optar por adquirir una pista de tumbling de 3 x 17 metros.

    Respecto a la altura del espacio dedicado al aparato Suelo, podemos decir que su dimensión va a depender del nivel de gimnasia que se desee trabajar; es decir, para trabajos de iniciación una sala con 3-4 metros de altura es suficiente, sin embargo para alto nivel hace falta un espacio de 5-6 metros aproximadamente. No obstante como habíamos comentado anteriormente en espacio del Suelo suele compartir el mismo Gimnasio (o Sala) con los demás aparatos, así que la altura también va a depender de los demás aparatos se necesite instalar.

    La GAM, como afirma Straus (1978: 251) o incluso el CP de la FIG (2001), esforzarse por introducir ideas y aplicaciones originales. Nos parece que la utilización del espacio y por supuesto de los sub-espacios puede ser una gran fórmula para elaborar series originales. También nos parece sorprendente que los entrenadores sabiendo de estas muchas posibilidades de explorar el espacio sigan insistiendo en elaborar ejercicios iguales o muy semejantes, como se pudo comprobar en los últimos juegos olímpicos y mundiales.

    Así como las otras modalidades de gimnasia, la GAM ha evolucionado mucho en su primer siglo de existencia, principalmente en los últimos 20 años; sin embargo diverso autores como Smoleuskiy y Gaverdouskiy (s/f) afirman que este deporte no puede seguir evolucionando como hasta ahora, Se está cerca de los límites físicos de los gimnastas y a las prestaciones que ofrece los distintos aparatos.

    No obstante, dado que no hay límites ni fronteras en la capacidad imaginativa y creadora del ser humano, la exploración de todas las combinaciones posibles en el uso del espacio puede ser una alternativa a esta monotonía. La incorporación de formas originales de relacionarse con el espacio podría implicar cambios muy interesantes en este deporte sin la necesidad de que los gimnastas tuvieran que basar sus esfuerzos en buscar cada vez la máxima dificultad a sus acciones.

    Otra hipótesis posible, son los cambios espaciales (dimensiones y formas de los aparatos) y materiales, los cuales modificarían directamente la relación Gimnasta con los aparatos. Es decir, cambiando los rasgos pertinentes de la lógica interna, el espacio por ejemplo, estaríamos cambiando el orden interno de esa práctica concebida como sistema praxiológico.


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