efdeportes.com

Fútbol y prensa en los años veinte: Natalio Botana, presidente de la
Asociación Argentina de Football (febrero-agosto de 1926)
Sylvia Saitta

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 50 - Julio de 2002

2 / 3


    En su corta gestión, desde el 27 de febrero al 11 de agosto de 1926, los problemas que afronta Botana como presidente de la Asociación Argentina son varios. El primero y principal, es que no logra la fusión. Los motivos son, además de cuestiones políticas no explícitas, desacuerdos en la conformación del Consejo Directivo unificado. Mientras la Asociación Amateurs sostiene que el Consejo Directivo debe estar formado por dos delegados de los clubes con cancha propia y un solo delegado de los clubes que no la tienen, la Asociación Argentina sostiene que todos los clubes deben estar representados por dos delegados. Tampoco acuerdan en cómo debe realizarse la elección de esos delegados.

    El segundo problema que enfrenta la gestión de Botana, es una huelga de árbitros producida por la decisión de la Asociación Argentina de dar una amnistía general a todos los jugadores que se encontraban suspendidos o expulsados por diversas razones. Como muchos de ellos estaban suspendidos o expulsados por agresiones a los árbitros, éstos no aceptan la amnistía y se declaran en huelga.

    El tercer problema que enfrenta Botana es el conflicto que se produce entre los clubes Boca Juniors y Huracán, por la definición del Campeonato de 1925. El Consejo Directivo de la Asociación había resuelto que el Campeonato de 1925 se definiera entre los clubes Boca Juniors, Huracán y Nueva Chicago. Huracán amenaza entonces retirarse de la competencia porque sostiene que a Boca no le corresponde participar de la definición del Campeonato por no haber completado el fixture de partidos del año anterior ya que se encontraba de gira por Europa. Además, y como modo de presión, Huracán advierte que ha resuelto desafiliarse de la Asociación Argentina. Ante el estado de cosas, el consejo directivo, presidido por Natalio Botana, modifica la resolución de quiénes debían disputar el campeonato de 1925: la Asociación Argentina declara a Boca Juniors “Campeón de Honor de la temporada 1925”, y comunica que el campeonato será resuelto entre los clubes de Huracán y Nueva Chicago el 15 de agosto de 1926, día en que, finalmente, saldrá Campeón de 1925 el club de Huracán. Mientras el consejo directivo de la Asociación Argentina toma estas medidas institucionales, Natalio Botana, por su parte, y como presidente de la Asociación Argentina pero también como director del diario Crítica, crea la Copa Diógenes Taborda, con la intención de intervenir en el litigio surgido entre los tres clubes finalistas. En el documento que pone a consideración del consejo directivo solicitando su aprobación, se sostiene que “El ganador del match a que se refiere el artículo anterior , disputará con el equipo del Club Boca Juniors el trofeo donado por el señor Presidente de la Asociación, D. Natalio Botana, denominada Copa Diógenes Taborda”.12 Natalio Botana entonces instituye la Copa Diógenes Taborda en tanto director de Crítica y presidente de la Asociación Argentina de Football: se trata de un homenaje a un notable y conocido periodista del diario Crítica que había muerto el 3 de junio de ese año y, a su vez, el intento de intervenir en el litigio sobre el final del Campeonato de 1925 entre los clubes finalistas.

    La creación de la Copa Diógenes Taborda en julio de 1926 señala la primera mezcla de intereses entre Natalio Botana, presidente de la Asociación Argentina de Football, y Natalio Botana, director del diario Crítica. Hasta este entonces, el diario había acompañado muy de cerca la gestión de Botana sin una intromisión directa. Esa cercanía había comenzado el mismo día en que Botana fue elegido presidente: el 28 de febrero de 1926, Crítica informa en la nota central de la sección de deportes que Natalio Botana fue elegido presidente de la Asociación Argentina, y en una gran foto, en el centro de la página, muestra a Botana rodeado de dirigentes y delegados de la Asociación Argentina de Football que fueron a felicitarlo al local del diario después de finalizada la asamblea. Dice la nota: “El candidato triunfante fue felicitado efusivamente por los visitantes y agradeció a los mismos la distinción de que había sido objeto al ser propuesto por los mismo para la presidencia de la Asociación Argentina (...) Al beberse el champán, se brindó por la prosperidad de la Asociación Argentina, por la fusión del football y por el progreso del más popular de los deportes argentinos”.13 En esa ocasión, y al igual que en la cobertura de otros casos donde el protagonismo de Crítica es alto, el diario reproduce los comentarios que la prensa argentina y extranjera hizo de la elección de Botana. Publica entonces, con títulos llamativos que sostienen, por ejemplo, que “La prensa argentina y los aficionados continúan elogiando la designación del nuevo presidente asociacionista”,14 además de cartas personales de hinchas de fútbol, los comentarios publicados en los diarios La Acción (Buenos Aires), Crónica (Rosario), El Diario (Montevideo), Ideales (Córdoba), Los Andes (Mendoza), El Litoral y La Provincia (Santa Fe), El Diario (Concordia), La Región (Tres Arroyos), El Orden y La Gaceta (Tucumán), El Diario (Paraná). La publicación de estos comentarios cubren la página de deportes desde el 3 al 6 de marzo.

    La elección de Botana modifica el modo en que Crítica informa qué sucede en el fútbol, ya que dedica la nota central a lo que pasa en la Asociación Argentina, y muy marginalmente informa lo que sucede en la Asociación Amateurs. Por ejemplo, el 4 de marzo informa que comenzaron las sesiones en las dos asociaciones; mientras que a la amateur le dedica una columna, a la Asociación Argentina le dedica cuatro columnas centrales, con las fotos del secretario y del vicepresidente. Si bien el contenido de la información es el mismo para las dos ligas, la mayor cantidad de información, el uso de la fotografía, el tamaño de los títulos y la jerarquía que tienen las notas dedicadas a la Asociación Argentina en la sección deportiva, revelan explícitamente cuál es la preferencia del diario. Asimismo, desde la asunción de Botana, el diario transcribe las sesiones del consejo directivo en su totalidad, opinando sobre los resultados de las votaciones y mostrando acuerdos y discrepancias con las decisiones que allí se toman.

    Muy pronto, como se señaló, las propuestas de la Asociación Argentina de Football y del diario Crítica comienzan a borrar sus límites. La primera señal es la invitación que hace el diario a una actividad propuesta por la Asociación Argentina en abril de 1926. En efecto, el 1 de abril de 1926 se juega un partido de fútbol organizado por la Asociación Argentina en beneficio del capitán Luis Candelaria, que se encontraba muy enfermo. Candelaria era el primer aviador que había cruzado en un avión la Cordillera de los Andes el 13 de abril de 1918, con sólo 26 años, pocos meses después de que había egresado de la Escuela de Aviación Militar. El vuelo se había realizado desde Neuquen y el objetivo había sido hacer una serie de reconocimientos en el sur del país; el cruce se realizó a bordo de un monoplano, el Morane Salnier, en un viaje muy difícil pues al no tener protección tuvo que soportar el viento y las bajísimas temperaturas. A su vuelta a Buenos Aires, fue recibido como un héroe; sin embargo, en poco tiempo su nombre fue olvidado. En abril de 1926, llegan las noticias de que Candelaria estaba gravemente enfermo. Entonces, la Asociación Argentina resuelve organizar un partido de fútbol entre un equipo formado por jugadores pertenecientes a varios clubes de la Asociación Argentina y un combinado de la Liga Rosarina, para reunir fondos en beneficio de Candelaria. En ese momento, Crítica hace suya la invitación a asistir al partido que se jugará en la cancha del Sportivo Barracas: “Crítica, que se precia de ser leída por la mayoría de los aficionados de esta gran ciudad, invita a todos ellos a contribuir a la noble obra que realiza la Asociación Argentina”.15

    El segundo caso que señala que los límites entre la Asociación Argentina y el diario Crítica son poco claros, se produce a finales de mayo de 1926 cuando Boca Juniors juega el primer partido por la Copa Chevalier Boutell, enfrentando a un equipo paraguayo. A raíz del encuentro, informa Crítica que: “El representante de las famosas pelotas Webbro ha donado a nuestro diario una de éstas, a fin de que Crítica la ofrezca a los paraguayos para el match de mañana. Los visitantes han aceptado esta nueva pelota, que por primera vez va a ser usada en nuestros fields. Se trata de un nuevo invento, ya que no tienen cordones ni válvula, pues valiéndose de un impositivo especial confeccionado con el cuero de la misma pelota, no ofrece ninguna distorsión, tal como la que presentaba en las viejas pelotas, el sitio por donde se introduce la cámara de goma”.16

    El tercer caso es la ya mencionada creación de la Copa Diógenes Taborda en julio de 1926. Y el último caso, que ocasionará el enfrentamiento directo entre los miembros del consejo directivo de la Asociación Argentina y su presidente, seguido de la renuncia de Natalio Botana, se produce en agosto de 1926, cuando es el diario Crítica el que organiza un partido de fútbol y pide -o exige- el apoyo del consejo directivo de la Asociación Argentina. La excusa de la organización del partido de fútbol fue la recaudación de fondos en beneficio del Capitán Eduardo Olivero, en un ciclo de homenajes que comprendía también la organización de un festival teatral y un gran festival de boxeo. Eduardo Olivero era un aviador que, junto a otros dos aviadores, Bernando Duggan y Ernesto Campanelli, intentaron unir Nueva York con Buenos Aires, en un viaje que comenzó el 24 de mayo de 1926. Cuatro días después llegaron a La Habana, pero en Brasil debieron interrumpir el raid sin llegar a Buenos Aires.

    En este caso, los límites entre institución deportiva y periódico dejan de existir ya que Natalio Botana, presidente de la Asociación Argentina y director del diario Crítica, unifica, en la organización del partido de fútbol, ambas funciones: Botana organiza un partido de fútbol entre equipos pertenecientes a las dos ligas, en tanto director del diario y no como presidente de la Asociación Argentina, porque sabe, de antemano, que el consejo directivo de la Asociación no aprobaría su moción. Por lo tanto, se coloca a sí mismo por fuera de la institución para presionar, desde el diario, una votación que sabía perdida.

    La organización del partido de fútbol en beneficio del capitán Olivero desencadena muy rápidamente la polémica entre los miembros del consejo directivo de la Asociación Argentina, ya que Crítica organiza un partido de fútbol que intentaba, al mismo tiempo -y de acuerdo a los objetivos fusionistas de Botana-, unir a las dos ligas: el partido se jugaría entre Racing, club amateur, y un combinado de Colegiales, club asociacionista el 5 de agosto en la cancha de Sportivo Barracas. Como todo lo organizado por Crítica, el partido es efusivamente anunciado por el diario, que enfatiza en la realización del partido, más que el dinero en beneficio de Olivero, el encuentro entre las dos ligas: “¿Dónde radica la superioridad de nuestro football: en la Amateurs o en la Asociación Argentina? -se preguntaba Crítica el día anterior al partido-. Mañana podrá tenerse una idea al respecto”.17 Los móviles de la organización del encuentro eran claros y así, por ejemplo, lo denuncia la Federación Gráfica Bonaerense desde las páginas de La Vanguardia, que sostiene que “el señor Botana apeló al recurso de activar ante las instituciones deportivas para concertar partidos de fútbol que le proporcionarán además de pingües entradas, la oportunidad tan ansiada de congraciarse con el pueblo, buena parte del cual toma parte con su presencia en el éxito de las fiestas deportivas. Es así como concertó un partido entre equipos de dos instituciones rivales con tan mala suerte que le produjo la casi expulsión de presidente de la Asociación Argentina de Fútbol, ya que no renunció sino que lo renunciaron por la unanimidad de los miembros de consejo directivo”.18

    En efecto, el tan anunciado partido no se lleva a cabo porque el consejo directivo de la Asociación Argentina sostiene que “Crítica había organizado un partido al margen de las reglamentaciones internacionales”, en una posición encabezada por los delegados del Club Boca Juniors. En esa misma sesión, y aprovechando la ausencia de Natalio Botana, se pidió el voto de censura al presidente de la Asociación Argentina, a instancias de los delegados de Boca Juniors. Como era previsible, Crítica no sólo se indigna con la medida, sino que denuncia que los dirigentes de Boca Juniors han formado una camarilla con la cual pretenden erigirse “en amos y señores” de la Asociación Argentina:

La resolución antipática del Consejo Directivo de la Asociación Argentina corresponde al club Boca Juniors, que la gestó y la propuso. Esta entidad que ha mendigado de Crítica sueltos favorables para sus actividades deportivas, se puso contra la iniciativa de Crítica por simple espíritu de ruindad y envidia. Crítica había ofrecido la realización del encuentro al club boquense, quien por boca de su presidente, había aceptado en principio la proposición quedando en que se le enviaría una carta confirmando el pedido verbal. Cuando fue la carta, Boca Juniors comenzó a excusarse, hasta finalizar negándose a jugar con Racing, pero en cambio, pedía que Crítica le concertase un partido con el Real Deportivo Español -que él no había podido conseguir por impolítico- y entonces entregaría para el beneficio de Olivero, el porcentaje que le correspondía. Los españoles no aceptaron y por su parte Boca Juniors no aceptó el temperamento propuesto de dejar a sus jugadores en libertad de comprometerse a jugar dicho partido, sin que el club tomara la menor ingerencia en su organización. Los dirigentes de Boca Juniors se negaron terminantemente a permitir que sus jugadores tomaran parte en partido alguno a beneficio de Olivero. Entonces Crítica organizó el match contando para ello con la cooperación desinteresada y patriótica de los jugadores de Colegiales, quienes aceptaban enfrentarse a Racing a beneficio de Olivero. Pero entonces Boca Juniors se dedicó a trabajar de lleno para evitar la realización del encuentro, queriendo malograr la iniciativa. (...) Boca Juniors ha formado dentro del Consejo Directivo de la Asociación Argentina, una verdadera camarilla con el propósito de imponer poco a poco todos sus caprichos y manejar la institución. (...) El Consejo Directivo asociacionista se ha alarmado porque Crítica había organizado un partido al margen de las reglamentaciones internacionales. Pero, ¿quién de los consejeros que votaron la resolución que comentamos ha podido arrojar la primera piedra sin sentir que la vergüenza le enrojecía el rostro? Nadie”.19

    Seis días después de este incidente, y sobre todo del voto de censura votado por el consejo directivo de la Asociación Argentina de Football, el 11 de agosto de 1926, Natalio Botana presenta su renuncia al consejo directivo, en una carta dirigida al vicepresidente, Dr. Lascano. En esa carta, Natalio Botana expone las causas que le llevan a presentar la renuncia indeclinable al cargo de presidente. Sostiene entonces que el único propósito de su gestión había sido lograr “la unión del football nacional” y que no podría permanecer en el cargo “trabajando por ese alto propósito desde que no tengo ya la seguridad de que quienes me autorizaron con sus firmas, no me desmentirán mañana con sus palabras. No podría seguir un momento más en una entidad cuyos dirigentes para satisfacer pequeños deseos personales, no vacilan en comprometer el prestigio de la institución, con actitudes que ostentan el sello inconfundible de las malas intenciones. Personalmente, me sería profundamente ingrato el contacto con hombres que tienen un concepto tan escaso de ciertas normas caballerescas, que suelen regir en todas las asociaciones de gentes de bien”. Luego puntualiza que no renuncia por el voto de censura sino por haber comprobado, en la organización del partido a favor del capitán Olivero, que todo esfuerzo por lograr la fusión resultaría inútil: “el consejo de la Asociación Argentina creyó conveniente esgrimir olvidadas preocupaciones reglamentaristas para evitar un partido de football que iba a ser, por lo demás, el primer paso feliz hacia la fusión del football argentino. Esa sola actitud bastaría para determinar mi alejamiento de la Asociación que he presidido hasta ayer. Ninguna esperanza de éxito para la gestión fusionista que me llevó a ella podía acariciar en lo sucesivo, conociendo tan definitiva expresión de sus sentimientos”.20

    Si bien Natalio Botana renuncia a su cargo de presidente de la Asociación Argentina, por afuera de la institución, continúa con la organización del partido de fútbol para recaudar fondos para el Capitán Olivero. Después de la renuncia, Crítica publica durante varios días las cartas recibidas en adhesión a Natalio Botana, y sobre todo, informa que varios jugadores pertenecientes a clubes asociacionistas se han presentado en el local del diario para ofrecerse a conformar el equipo para jugar el partido de fútbol contra Racing organizado por Crítica: “Crítica no puede aún aceptar tan simpáticos gestos. En el día de hoy debe llegar la respuesta definitiva de los jugadores de Colegiales y mientras éstos sigan dispuestos como lo estaban el mismo día en que se debió jugar el match, a pesar de la resolución de Consejo, no será posible pensar en la organización de otro partido distinto”.21 Finalmente, el club Colegiales continúa con la propuesta de jugar el partido contra Racing. Crítica desvía los términos de la discusión, convirtiendo al episodio en una cuestión nacional que coloca a la discusión en términos de patriotismo. Bajo el título “Once patriotas jugarán por y para Olivero” informa que “Se ha producido lo que debía producirse. No podía faltar entre los footballers el sentimiento nacional que ha estado ausente del grupo que actualmente quiere mandar dentro de la Asociación Argentina de Football. (...) No es el equipo de Colegiales el que enfrentará a Racing el jueves de la semana próxima, porque si Colegiales jugara ese partido patriótico, la Asociación Argentina trataría de hundir al club Colegiales. No son tampoco los jugadores de Colegiales los que van a realizar el match por su propia cuenta, desoyendo la prohibición de su comisión directiva, conminada por el consejo asociacionista: son once patriotas, once argentinos, que nada tienen que ver ni con el club Colegiales ni con la Asociación Argentina, para este acto que está fuera de la jurisdicción de aquellos. Son los once muchachos que van a poner al servicio de una iniciativa simpática, la habilidad de sus pies, el vigor de su juventud y los sentimientos de su espíritu”.22

    Los premios que se disputan en el partido son: una copa de gran valor que “el Trust Joyero Relojero ha ofrecido espontáneamente a Crítica para ese efecto” y una copa donada por la Casa Escasany destinada al equipo perdedor. Además, “para estimular a los jugadores”, Crítica hace confeccionar once medallas de oro, que serán entregadas a los jugadores triunfantes.23 El partido se realizará en la cancha del Club Sportivo Barracas, a pesar de las prohibiciones de la Asociación Argentina para que cedan la cancha. Asistirán al partido Eduardo Olivero, Bernando Duggan y Ernesto Campanelli. Duggan dará el puntapié inicial del partido “testimoniando así su gratitud y admiración hacia el valeroso compañero de peripecias, que fuera el capitán Olivero”.24 Pero ese jueves 19 de agosto el partido se suspende por lluvia y se juega el martes siguiente.


Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 8 · Nº 50   sigue Ü