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Perspectiva biomecánica del golpeo en fútbol:
una revisión a modo de recorrido histórico

   
Departamento de Educación Física y Deportiva
Universidad de Granada
(España)
 
 
Miguel Zabala Díaz
Luis Lozano Moreno

mikelzabala@yahoo.es 
 

 

 

 

 
Resumen
    En este artículo, pretendemos sintetizar el tratamiento que desde la perspectiva biomecánica se ha venido desarrollando respecto al golpeo en Fútbol en la historia reciente. Es evidente que este gesto es de vital importancia en este deporte, deporte en torno al cual se mueven tantos y tan variados intereses. Así, de cara a que tengamos una panorámica de los estudios más importantes al respecto, bien para extraer conclusiones para nuestra intervención como entrenadores o bien para tratar de enfocar y encauzar adecuadamente nuestras futuras investigaciones al respecto, resumimos las más importantes y rigurosas publicaciones con sus objetivos, metodología y principales conclusiones.
    Palabras clave: Fútbol. Golpeo. Biomecánica.
 
Abstract
    In this article we pretend to synthesize the treatment developed for the Football (Soccer) kick from the Biomechanics during the recent history. It is evident that this is a very important skill in this sport, sport in which we can notice many and different kind of interests. So, to have a panoramic point of view of the most recent and important studies according to this skill, to extract conclusions for the intervention as coaches or to direct future researches in this field, we summarize the most significant publications with their aims, methodology and more interesting conclusions.
    Keywords: Football. Soccer. Kicking. Biomechanics.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 45 - Febrero de 2002

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I. Introducción

    Desde una perspectiva multidisciplinar aunque fundamentalmente centrada en la biomecánica, numerosos estudios han tratado el golpeo de Fútbol en la historia reciente. Nosotros partimos del análisis de aquellos estudios que a propósito del golpeo y del lanzamiento de penalti en Fútbol se han realizado, para pasar a describir los aspectos más importantes de la relación de estudios desarrollados. Si bien cada trabajo tiene su sentido intrínseco, con su/s objetivo/s particular/es, metodología... casi todos ellos tienen en común alguna implicación cinemática, cinética... a estudiar del golpeo en Fútbol. De esta manera, realizaremos un recorrido histórico desde los primeros estudios destacables hasta los estudios más recientes, sin seguir otra estructura que la cronológica, para finalizar con una tabla resumen en la que mostramos cada estudio con su objetivo perseguido y alguna observación, fundamentalmente al respecto de la metodología empleada.


II. Un recorrido histórico a través de los estudios más relevantes
al respecto del golpeo en fútbol desde su perspectiva biomecánica

    Ya en 1974 Roberts y otros se centraron en comparar las fuerzas de reacción del suelo mediante la filmación cinematográfica, y calcularon la fuerza de reacción vertical mediante plataforma de fuerzas. Con un único sujeto, se basaron en el golpeo de puntera tras dos pasos de aproximación.

    Asami y otros (1976) utilizaron a 4 sujetos futbolistas divididos en noveles y expertos, para realizar 15 lanzamientos consecutivos a portería en intervalos de 10 segundos y con el objetivo de conocer la eficiencia energética en dichos golpeos. Midieron VO2 máx, energía neta consumida y energía cinética, para concluir que la eficiencia mecánica (energía cinética para un golpeo dividido por la energía neta consumida en el golpeo) puede ser utilizada como una escala razonable para evaluar objetivamente la destreza del movimiento físico, al haber encontrado diferencias significativas entre el grupo de futbolistas noveles y expertos.

    Popov (1980) analizó la técnica de golpeo en Fútbol en jugadores altamente cualificados. Utilizó la fotografía estroboscópica, electrogoniometría de múltiples planos y acelerografia. Durante la ejecución del golpeo se grabaron: el desplazamiento angular de los 3 segmentos de la extremidad inferior, además de la aceleración del muslo y de la pierna de la extremidad chutadora.

    Putnam (1983) trató de analizar la interacción entre el muslo y la pierna durante el golpeo de puntera; en concreto, trató de analizar el descenso de la velocidad angular del muslo que ocurre durante la parte final del movimiento de golpeo. Filmó dos lanzamientos de cada uno de los 18 sujetos futbolistas a 300 imágenes por segundo y concluyó que ese mencionado descenso de la velocidad angular del muslo en la parte final del movimiento no sirve para aumentar la velocidad angular de la pierna, si bien este descenso ocurre como resultado de la influencia del movimiento angular de la pierna respecto del muslo.

    Asami (1983) analizó la ejecución del golpeo máximo en Fútbol. Togari y otros (1972, citado por Asami) sugirieron que la rigidez del pie durante el impacto era un factor importante para conseguir un potente golpeo, así como la velocidad del pie. El objetivo del trabajo de Asami era el de tratar de cuantificar el fenómeno mecánico ocurrido durante el golpeo y analizar la velocidad y rigidez del pie en relación a la velocidad del balón. Para ello filmó a 4 sujetos a 100 imágenes por segundo y colocó una plataforma de fuerzas bajo el jugador y balón en el momento del golpeo. La velocidad máxima del balón fue de 34,0 m/s, levemente superior a las anteriormente descritas por Togari (1970, citado por Asami) de 32,8 m/s o por Plagenhoef (1971, citado por Asami) de 29,1 m/s. El ratio entre velocidad del balón y la velocidad del pie justo antes del contacto con el balón fue de 1,06, en consonancia con Togari pero menor que lo descrito por Plagenhoef de 1,25, y un poco menor que lo descrito por Shibukawa (1973, citado por Asami) de 1,16. La media del tiempo de impacto fue de 12,0 m, 15 m para Roberts y Metcalfe (1968, citados por Asami) y 8 m para Plagenhoef; este tiempo dependerá de la presión de inflado del balón, a más presión menor será el tiempo y viceversa.

    Robertson y Mosher (1985) querían comprobar la teoría de la "sumación de fuerzas" o de "sumación de las velocidades segmentarias" como fundamento para lograr una alta velocidad en el extremo distal de una extremidad y aplicarla al golpeo de Fútbol, examinando los patrones de trabajo y potencia ejercida por los músculos de la pierna durante el golpeo máximo a un balón parado. Utilizaron 7 sujetos que realizaron 3 intentos cada uno para ser filmados a 100 imágenes por segundo. Concluyeron: 1) que el principio de sumación de fuerzas se soportaba en la contracción muscular de la cadera en el golpeo de Fútbol, y no tanto en las contracciones de los músculos de la rodilla, 2) que los músculos de la cadera son los más importantes durante el golpeo de Fútbol, al aplicar un 90% del trabajo realizado por los músculos de la pierna y debido a que son los responsables tanto del movimiento del muslo como de la extensión de la rodilla y 3) que los tests y entrenamiento del golpeo en jugadores de Fútbol deben incluir la evaluación de los flexores de cadera y no necesariamente de los extensores de rodilla.

    Phillips (1985) se centró en observar la diferencia en la variabilidad del golpeo entre jugadores expertos y no expertos, mediante filmación entre 260 y 310 imágenes por segundo. Los jugadores expertos mostraron mucha mayor consistencia que los no expertos. Las diferencias parecen tener que ver con la velocidad de la carrera de aproximación y la posición del cuerpo en el momento del golpeo. Se sugirió que a una menor velocidad de aproximación mayor será la consistencia en los golpeos. Por último, el factor que más varió fue la distancia del pie de apoyo respecto al balón al realizar el golpeo, no oscilando apenas los parámetros temporales.

    Dos Anjos y Adrian (1986) estudiaron las fuerzas de reacción del suelo en la pierna de sustentación de 18 jugadores de Fútbol (9 entrenados y 9 principiantes) durante el golpeo. Se realizaron 2 grupos clasificados según edad, peso, altura y longitud de muslo y pierna. Los sujetos debían golpear con la máxima potencia un balón colocado en el extremo de una plataforma de fuerzas. Se calculó la velocidad del balón, siendo la velocidad media superior en los golpeos realizados por los jugadores entrenados (25,9 m/s), respecto a los principiantes (23,4 m/s). Las fuerzas de reacción del suelo en las direcciones vertical, horizontal (anteroposterior y lateral) fueron significativamente mayores en los jugadores entrenados. Éstos generaron fuerzas significativamente mayores en la pierna de apoyo que los jugadores principiantes. Se concluyó que las velocidades de balón superiores obtenidas por los jugadores entrenados eran en parte debidas a las mayores fuerzas generadas por estos sujetos.

    Narici y otros (1988) midieron los momentos de fuerza isocinéticos de los músculos extensores de la rodilla y los músculos flexores de la cadera. Se centraron en el instante en el que la velocidad angular era lo más cercana posible del movimiento balístico del golpeo descrito en Fútbol, y así correlacionar la información obtenida con la velocidad del balón conseguida en un potente golpeo. Tras medir a 11 sujetos, concluyeron que existía una alta correlación entre la velocidad del balón y el momento de fuerza isocinético producido por los músculos flexores de la cadera y extensores de la rodilla. Los músculos flexores de la cadera aparecían más importantes que los extensores de la rodilla por su aportación al gesto, con lo que sugirieron llevar a cabo un entrenamiento de fuerza especialmente enfocado a los músculos flexores de la cadera.

    Armstrong y otros (1988) quisieron observar la influencia de la presión de inflado del balón y la humedad del mismo en las características de impacto de 2 tipos de balones de Fútbol (piel y sintético), inflados a 6 psi, 9 psi y 12 psi. Concluyeron que a mayor humedad del balón, menor intensidad de impacto sobre el mismo, siendo esto más pronunciado en los balones de piel (cosidos) que en los sintéticos (moldeados); además, a mayor presión de inflado del balón, se conseguía una mayor intensidad de impacto, lo cual va en detrimento del tiempo de reacción del jugador, ante el golpeo de un adversario.

    De Proft y otros (1988) comprobaron la actividad muscular y la sincronización durante el movimiento de golpeo en Fútbol por medio de electromiografía (EMG) y filmación en vídeo. En 13 jugadores profesionales y 12 sujetos practicantes de otros deportes midieron las actividades de Vasto Lateral, Vasto Medial, Tibial Anterior, Glúteo Máximo, Semitendinoso y Bíceps Femoral. Los no futbolistas mostraron más actividad muscular porcentual que los futbolistas, siendo las diferencias significativas. Los futbolistas golpearon el balón mucho más lejos que los no futbolistas (52,5 + 2,7 m frente a 33,1 + 4,2 m respectivamente). Este hecho se atribuyó fundamentalmente a la técnica, pero los resultados reflejaron que la actividad muscular también juega un papel muy importante. Los músculos agonistas al igual que los antagonistas mostraron un alto nivel de actividad durante el golpeo. Los futbolistas golpearon el balón mucho más lejos, si bien tenían menos actividad muscular general aunque sí una mayor actividad antagonista. Se sugirió que los músculos antagonistas que actúan de sinergistas del movimiento a través de un trabajo excéntrico, son muy importantes de cara a definir y controlar el movimiento de golpeo en Fútbol. Este trabajo sinergista de los músculos antagonistas se observó no solamente una forma pasiva de permitir el movimiento, sino que envolvía una cooperación activa. Y fue por estos resultados en la acción excéntrica a través de lo cual los músculos podían crear una mayor fuerza que concéntricamente. Se sugirió que la cooperación agonista-antagonista no estaba sólo basada en la fuerza de los músculos agonistas y el grado de estiramiento de los antagonistas, pero sí en la sincronización de fuerza y flexibilidad tanto de agonistas como de antagonistas. Esto podría explicar la frecuente aparición de las paradójicas actividades musculares. De todo esto se dedujo la conveniencia de la aplicación al entrenamiento de un trabajo concéntrico de músculos agonistas y excéntrico de los antagonistas. En el momento del golpeo los músculos extensores de la rodilla y flexores de la cadera se observaron agonistas y se sugirió entrenarlos principalmente de forma concéntrica, aunque la fuerza excéntrica no se aconsejaba descuidarla ya que en otra fase del movimiento esos músculos eran antagonistas. Al mismo tiempo, los flexores de la rodilla y extensores de cadera aparecían antagonistas, sugiriendo un trabajo de éstos principalmente de manera excéntrica sin descuidar su trabajo de fuerza de forma concéntrica. Así, con un equilibrio de fuerza entre agonistas y antagonistas y con una combinación de trabajo concéntrico y excéntrico, se minimizarían las posibles lesiones, se mejoraría el patrón neuromuscular del golpeo y se optimizaría el rendimiento último del mismo.

    Por otro lado, Luhtanen (1988) estudió la velocidad de salida del balón en un golpeo máximo de empeine en jugadores de Fútbol Junior de diferentes edades, para tratar de explicar las fuerzas resultantes producidas y los movimientos de la cadera, rodilla y tobillo de la pierna chutadora, así como las fuerzas de reacción del suelo en la pierna de apoyo. Dividió a 29 sujetos en 3 grupos de edades comprendidas entre 9 y 11, 12 y 14, y 15 y 18 años. Las velocidades de salida del balón fueron de 14,9 + 1,7 m/s, 18,4 + 1,7 m/s y 22,2 + 2,3 m/s, desde el grupo de menor edad al de mayor edad respectivamente. Esta velocidad de salida del balón respecto a la regulación del tiempo tuvo la mayor correlación con los máximos momentos producidos en la flexión de cadera, extensión de rodilla y estabilización del tobillo de la pierna chutadora. Además, la correlación entre las fuerzas resultantes máximas de la pantorrilla y pierna y la velocidad de salida del balón fue alta. La correlación entre la velocidad de salida del balón y la edad fue alta pero menor que respecto del peso o la altura de los sujetos.

    Isokawa y Lees (1988) quisieron: 1) determinar la relación entre la información cinemática (velocidad de la punta del pie, tobillo, rodilla y cadera) y la velocidad del balón, con diferentes ángulos de aproximación en los pasos previos al golpeo y 2) determinar la relación entre la información cinética (fuerza de reacción del suelo) y la velocidad del balón en diferentes ángulos de aproximación en los pasos previos al golpeo. 6 sujetos realizaron 3 intentos para cada ángulo de aproximación de 0, 15, 30, 45, 60 y 90 grados y fueron filmadas 150 imágenes por segundo, a la vez que se les colocaba una plataforma de fuerzas para estudiar las variables cinéticas. Concluyeron que un ángulo de entre 30 y 60 grados aproximadamente era el más adecuado para producir una alta velocidad del balón a la vez que se reduciría el momento de fuerza aplicado al pie. El pico de fuerzas verticales e impulsos no se minimizarían y cambiarían poco. Las fuerzas de fricción horizontales serían mayores dentro de este rango de angulaciones de aproximación al golpeo.

    Opavsky (1988) pretendió establecer las características cinemáticas lineares y angulares del golpeo de Fútbol desde parado y en carrera, golpeando un balón con el empeine del pie. 6 sujetos fueron filmados a 60 imágenes por segundo, para acabar concluyendo que el golpeo en carrera producía una mayor velocidad linear y angular de la pierna que el golpeo desde parado. Sin embargo, éste último producía mayores aceleraciones, sugiriendo que se empleaba un mayor esfuerzo muscular. Así, los golpeos más indicados para lograr la máxima velocidad deberían ser precedidos de una carrera. También Opavsky (1990) realizó un estudio de los indicadores cinemáticos y goniométricos del golpeo en Fútbol, con el propósito de determinar la técnica de golpeo más adecuada, que pudiera ser utilizada como modelo de formación en categorías base y principiantes.

    Olson (1992) realizó un estudio centrándose en la longitud de pierna y las características de la carrera de aproximación en el golpeo a balón parado en Fútbol. Así, trató para determinar la relación entre la longitud de pierna y el análisis biomecánico de la distancia de separación de los pasos atrás para iniciar la aproximación al balón en el golpeo. Escogieron una muestra de 94 jugadores de distintos niveles, divididos en 4 grupos según la longitud de piernas, y los filmaron durante su aproximación y el recorrido de la pierna chutadora. Cada jugador realizó 3 golpeos, evaluándose: a) ángulo inicial; b) velocidad inicial; c) distancia máxima. Calcularon el valor medio de la longitud de piernas de acuerdo a la velocidad, trayectoria y distancia. El grupo 1, con la longitud de piernas más corta, obtuvo la menor velocidad de salida (79,1 pies/s) del balón, la trayectoria más baja (31,1º) y la distancia más corta (40,38 yardas). Los grupos 2, 4 y 3 obtuvieron medidas que incrementaron en el siguiente orden: el grupo 3 logró los valores más altos en las 3 categorías respectivamente (85,61 pies/s; 32,69º; 51,0 yardas). De acuerdo a los resultados de este estudio se recomienda una distancia de inicio de la aproximación, en condiciones de competición, de 4-5 pasos en 3 segundos, pero esto oscilará de acuerdo a la longitud de piernas.


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