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Contextualización científica del aspecto marcial del karate-do

   
Jefe de cátedra de Karate-do
Universidad de La Habana
(Cuba)
 
Roberto González Haramboure
(Ray Haramboure)
rayharamboure@yahoo.com

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 44 - Enero de 2002

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    En la mayoría de los casos, cuando le comunicamos a alguien que estamos practicando karate-do, a nuestro profano interlocutor le asalta la siguiente duda: ¿lo haces como deporte o como arte marcial? El punto es... ¿acaso son contradictorios? Como este carácter excluyente se basa en conceptos empíricos, lo abordaremos desde un enfoque científico.

    Al definir un sistema de pelea como un arte marcial, comúnmente se caracteriza por la disciplina, el respeto, la organización y la perfección en las ejecuciones entre otros aspectos. Lo erróneo de esta caracterización estriba en que, si bien es cierto que en las llamadas artes marciales todos estos aspectos están ponderados, por su parte absolutamente todos los deportes, en mayor o menor medida, tienen presentes estos aspectos, y en ninguno de los casos se definen como artes marciales. La solución, pues, hay que buscarla en otra dirección.

    Bien sabido es que, las artes marciales devenidas deportes de combate, han precisado una serie de aproximaciones sucesivas donde se ha delimitado tanto las técnicas a realizar como las zonas de ataque permisibles, así como la reglamentación espacio-temporal de las ejecuciones entre otros aspectos. Pero dichas variaciones no dan al traste, al menos no totalmente, con el aspecto marcial y tradicional del karate-do.

    En los tiempos modernos, de manera general, el practicante de karate-do en busca de un trofeo o cinturón de mejor color, trata de ser más rápido, fuerte, resistente y flexible; así como dominar un mayor número de técnicas y aplicarlas lo mejor posible. Eso, sin duda alguna, con buenos resultados, lo cataloga como un destacado deportista. Pero...¿cómo karateka también? Valoremos.

    Las artes marciales tuvieron su origen en el continente asiático en tiempos remotos, y en todos los casos han estado permeadas de un aspecto interno relacionado con diversos indicadores mentales como la visualización, respiración, concentración y energización entre otros, muy comúnmente tergiversados en la actualidad como místicos. Al comparar sobre esta base, al karate-do y el resto de las artes marciales, con los otros deportes, vemos que aquí sí estriba la diferencia erróneamente identificada con anterioridad.

    Al respecto hemos podido constatar que la mayoría de los sensei de karate-do insisten en mantener vivo el aspecto marcial del karate-do, pero esto no siempre es posible debido a la dificultad de articularlo en el contexto científico del entrenamiento deportivo moderno, escenario donde se materializa fundamentalmente el karate-do en la actualidad.

    En artículos nuestros anteriormente publicados en esta propia revista hemos hecho alusión a la necesidad de utilización de estos aspectos marciales en el proceso de preparación del karate-do, basados en autores considerados clásicos tanto en la metodología del entrenamiento deportivo moderno, como particularmente en el karate-do. En este trabajo, a manera de un paso más en esta línea de investigación, y partiendo desde los conceptos de las principales ciencias afines al entrenamiento deportivo, nos hemos dado a la tarea de describir la conformación de este aspecto marcial, así como su influencia. En el primero de los casos nos basamos en un profundo y prolongado estudio bibliográfico multifacético; y en el segundo de los casos, en la experiencia práctica constatada mediante los resultados obtenidos a consecuencia de la utilización de este aspecto en el entrenamiento deportivo de mis atletas.

    En la última versión del reglamento competitivo emitido por la Federación Mundial de Karate-do, se prevé en varios de sus artículos la utilización de aspectos que lo caracterizan como un arte marcial, debido a su importancia para considerarse competente en cada una de las modalidades competitivas. Uno de los aspectos referidos es el KIME, con el implícitamente incluido KI, razón por la cual los hemos seleccionado para este trabajo.

    Con el objeto de propiciar una mejor comprensión práctica, en lugar de extendernos en teorizaciones, optamos por mostrar la información de manera gráfica. Esperamos que esto pueda contribuir a concretar la contextualización del aspecto marcial del karate-do en la metodología del entrenamiento deportivo moderno, y consecuentemente favorecer la generalización de su utilización. Así, y solo así, se habrá cumplimentado nuestro objetivo.

Factores que conforman el nivel de preparación mental de las artes marciales (KI)


 

Factores que conforman el KIME


 

Ubicación de la influencia del KIME dentro de los niveles de maestría deportiva


Principal bibliografía consultada

  • Federación Mundial de Karate-do. Reglamento competitivo. 2001.

  • González Haramboure Roberto (Ray Haramboure)., "Propuesta de un programa de preparación integral, basado en contenidos de la Cultura Física Oriental, para el entrenamiento de karatekas juveniles." Tesis en opción al grado de Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo". Ciudad de La Habana, Cuba, 2001.

  • González Haramboure Roberto (Ray Haramboure)., "KIDO, el camino del espíritu." Ciudad de La Habana 1999.

  • González Haramboure Roberto (Ray Haramboure)., "El zen, de shaolin al olimpismo." Ciudad de La Habana 2000.

  • Matvéev L P., "Fundamentos del entrenamiento deportivo" Ed. Raduga 1983.

  • Nicol C. W. "Zen en movimiento". Ed Diana 1978.

  • Ozolin N G ., "Sistema contemporáneo de entrenamiento deportivo." Ed. Progreso1970

  • Ruiz Ariel., "Metodología de la Educación Física.". 1985.

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revista digital · Año 8 · N° 44 | Buenos Aires, Enero 2002  
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