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El cuerpo protagonista y el cuerpo espectador
en el marco de la actividad física institucionalizada

  Facultad de Ciencias de la Educación.
UNCo.
(Argentina)
Elías Rolando Schnaidler
rolosch@neunet.com.ar

 

 

 

 
    El objeto de la propuesta es plantear la discusión metodológica, y revisar críticamente los propósitos que dieron origen a la Educación Física como disciplina, fundados en los principios de las escuelas militares y la sociología del orden de principios de siglo, considerando que aquellos fundamentos, siguen aún hoy vigentes.
    Si entonces La necesidad de institucionalizar las prácticas de actividades físicas, estaban centradas en la homogeneización de grandes grupos humanos para la obtención de cuerpos saludables, higiénicos y obedientes en aquellos sectores sociales recién insertados en los procesos productivos, hoy los contextos donde la disciplina despliega su tarea son diferentes en su apariencia, los sistemas de represión y castigo para la obtención de cuerpos obedientes no dieron los resultados esperados, los principios de gobernabilidad se encuentran en peligro, es necesario mejorar los sistemas de vigilancia sobre las personas. Consideramos aquí que las prácticas de actividad física institucionalizada no escapan a este proceso y precisan ser reactualizadas, transformándose, en algunos casos, en agentes necesarios de los modelos de dominación y funcionales a sus propósitos.
    Si antes era fundamental contar con grupos humanos saludables física y mentalmente, contenidos en instituciones claramente delimitadas en sus principios civilizadores, fundamento de la formación de ciudadanos protagonistas, hoy, en clave de la preocupación de los sectores dominantes, deben ser educados buenos espectadores y consumidores de la actividad deportiva.
    Esta descripción abre paso a una serie de interrogantes que se relacionan con la concepción de juego, corporalidad, salud y estética, que la disciplina sustenta, y en cómo se articulan las necesidades de control y disciplinamiento sobre los cuerpos en el nuevo escenario de acción de la sociedad capitalista.

Trabajo presentado en el Primer Congreso de Investigación Educativa en el Comahue, 1999
 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 37 - Junio de 2001

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Perspectiva

    La intención es elaborar conjeturas acerca de cómo se actualizan en la práctica de actividades físicas escolares los principios disciplinamiento y control sobre el sujeto de aprendizaje.


La actividad corporal institucionalizada

    Una actualidad con diversas aristas y una dinámica particularmente caótica, dificultan la elaboración de definiciones acabadas acerca de las actividades culturales. Si nos referimos a una de estas actividades y ubicamos como centro de nuestras investigaciones al cuerpo, debemos concluir en reconocer que existe una cultura determinada acerca de lo que es la corporalidad y la educación de lo corporal que se organizan en un marco de "elaboraciones prácticas de vínculos significativos con el espacio, el tiempo, los objetos y los sujetos que determinan interpretaciones prácticas de esas situaciones" (Milstein-Mendes 1997).

    Es posible acordar con los autores citados que la vida social humana conviven factores de naturalización y normalización de los movimientos en general: gestos, posturas, acciones de cortesía y desagrado etc.; toda una serie de referentes no verbales inmersos en las posibilidades humanas de interpretar y generar la realidad integrados como convenciones que actúan como verdaderos códigos de comunicación corporal.

    Si focalizáramos aún más en el interior de este universo cultural y pudiésemos referirnos a los elementos propios de la conformación de una cultura física o educación de lo corporal, veríamos como se constituye una disciplina en particular, que reúne las nociones más características de la actividad física de los seres humanos: la Educación Física. De las aproximaciones teóricas existentes en la actualidad, se hace necesario referirse a dos de ellas en particular:

    El trabajo de recopilación e investigación realizado por Mariano Giraldes, quien acredita una extensa participación en programas de formación docente en los profesorados de la República Argentina, así como también, grupos de reflexión crítica acerca de la práctica docente. Se refiere a la Educación Física como a "un saber joven, a punto de constituirse en ciencia, que educa por y a partir del movimiento". También define a la disciplina como "la pedagogía de las conductas motrices". En este sentido, la preocupación principal de la Educación Física se expresa como la manera de "activar todos los elementos constitutivos de la función motora, a fin de que el ser humano pueda alcanzar un óptimo nivel de diferenciación corporal en un momento dado de su evolución". (Pag. 52)

    Dentro del marco de estas conceptualizaciones, Giraldes alerta sobre la acelerada modificación de las nociones actuales sobre actividad física, que obliga a los profesionales de la actividad a revisar concepciones tradicionales ante la necesidad de reconversión que actualmente opera sobre las diferentes ofertas de movimiento.

    Giraldes reconoce la existencia de dos instituciones que "presionan al maestro del cuerpo" en su quehacer cotidiano.

  • La escuela

  • El Club deportivo.

    En referencia al accionar del docente de Educación Física dentro de la Escuela, su mirada se centra en la conformación de una disciplina que recibe el mandato de satisfacer necesidades de esparcimiento que facilite a los niños a "sobrellevar mejor sus obligaciones escolares", y en el mejor de los casos "la utilización del movimiento como sustento de otros aprendizajes". (Pag. 55)

    La segunda institución, el Club, solicita que los docentes de Educación Física puedan seleccionar los adeptos más talentosos para proveer al Club de los "futuros integrantes de las divisiones superiores".

    Es apreciable el sentido crítico de estas reflexiones, pero lo que no entra en cuestión es la herramienta de contacto con la vida social que utiliza la Educación Física: La actividad física y el Deporte. En este sentido es llamativa la clasificación que elige Giraldes para referirse a los diferentes tipos de movimientos corporales:

  • Movimientos simbólicos, representados por el código gestual

  • Movimientos estéticos, propios de los bailes, las danzas, los juegos

  • Movimientos instrumentales, caracterizados por la búsqueda de la eficacia; Deportes, el trabajo y la motricidad cotidiana. (Pag. 58)

    Finalmente aclara que la Educación Física privilegia a los movimientos de tipo instrumental.

    Traer al interior de esta presentación estas conceptualizaciones, no contiene la intención de descalificar las reflexiones de Giraldes: Es ampliamente reconocida su autoridad en el ámbito de la disciplina y sus intenciones de mejorar la práctica y la teoría. Pero sus apreciaciones se realizan dentro del sistema, es apreciable la búsqueda de un equilibrio más o menos estable, de manera de sortear el conflicto que significaría centrar los análisis en las concepciones profundas de la Educación Física.

    En función de los objetivos que persigue esta investigación, es necesario contar con un marco que permita, desde una perspectiva crítica, situar a las instituciones responsables de transmitir los fundamentos de la cultura física o corporal en el espacio complejo de la acción hegemónica que condiciona al movimiento, naturaliza sus formas, y persigue objetivos de dominación de grupos o clases sobre otros, en una dinámica de concesiones y arrebatos a los que la disciplina no es ajena, ya sea como instrumento de esos arrebatos o sirviendo, en algunos casos, de sostén intelectual para justificar la represión y encauzamiento de los hombres en función de la adquisición de "los buenos modos del movimiento corporal". (Pedraz, M. 1997)

    La literatura que nutre la formación y la actualización de los docentes de Educación Física, las disposiciones y reglamentaciones de las instituciones de formación terciaria, y gran parte de sus docentes, no han podido escapar de los legados que identifican a la disciplina con los principios del juego limpio, la laicidad de la actividad física, la lucha caballeresca como principio de la práctica deportiva, los beneficios saludables del ejercicio metódico etc.. Todo un universo de enunciados de uso corriente en la disciplina acuñados en el contexto de la sociedad burguesa a los que ninguno de los profesionales formados, pueden dejar de referirse al momento de acreditar saberes sobre la Educación Física.

    Es así entonces, que realizar un estudio sobre la institucionalización de la actividad corporal, se transforma en una ardua tarea que consiste en revisar conceptos, y sus consecuencias en las naturalizaciones de movimientos del propio cuerpo y en las representaciones que el resto de la sociedad devuelve en términos de la adjudicación indiscutible de ser (los docentes de Educación Física) portadores de los movimientos saludables y "deseables".

    Es necesario buscar otra referencia para el análisis del marco institucional de las actividades físicas o corporales; en este caso las investigaciones realizadas por Miguel Vicente Pedraz, permiten un abordaje de la temática desde una concepción de Cultura Física cualitativamente diferente: "Formas adquiridas de relacionarse corporalmente con el exterior y consigo mismo, de las que no se puede excluir el propio cuerpo material en tanto que producto social". (Pedraz-Brozas Polo 1996).

    Las reflexiones de Pedraz revelan además la contradictoria enunciación de la cultura occidental en el sentido de ser definida como ajena a lo corporal, cuando en realidad es inevitable reconocer la presencia del cuerpo al ser "el eje desde el que se opera toda percepción (y racionalización) de la realidad". (Pag. 4)

    El autor nos ofrece entonces un punto de partida para nuestro análisis que involucra a la Educación Física en la dimensión política de su existencia, salvedad necesaria a la hora de realizar abordajes profundos acerca de las prácticas y el desempeño docente.

    "La correspondencia que se establece entre cultura y educación nos autoriza, en cualquier caso, a definir Educación Física como todos aquellos procesos más o menos intencionales y sistemáticos a través de los cuales se transmiten o reproducen los modelos de comportamiento y sensibilidad que se concretan en la adecuación a estos rasgos culturales con sus respectivos recursos técnicos, emocionales e ideológicos; es decir que se concretan en la inculcación de unos usos y representaciones del cuerpo, y según lo apuntado, en la propia construcción material del cuerpo". (Pedraz-Brozas Polo 1996).

    Sobre estos ejes articulan las ideas que ubican a la Cultura Física o Educación Física en el ámbito de las luchas por la dominación de determinados grupos sobre otros, es decir, de las maneras burguesas, deportivas, juveniles, masculinas, por sobre las maneras no burguesas, femeninas, de los adultos y de los viejos.

    Desde esta perspectiva, situarnos en los procesos de deportivización que hoy en día involucran a toda la vida social, desde diferentes grados de participación y consumo, plantea polémicas, ya que existen muy pocos estudios en la actualidad, y además, desde ningún foro de opinión masivo, es fácil poner en cuestión los beneficios que brinda la práctica y el consumo de los deportes conjuntamente con sus actividades complementarias, (Gimnasia de mantenimiento, aerobismos, gimnasia con sobrepeso, etc.) en las posibilidades de socialización y desarrollo integral de las personas.

    La Escuela, no es ajena a este proceso. Los espacios determinados para la práctica de la actividad física, los tiempos asignados y su periodicidad semanal, tomados originalmente de las secuencias pautadas por los principios del entrenamiento deportivo, se conjugan con los materiales seleccionados para estimular la práctica (pelotas, aros, sogas, colchonetas…). Si a esta descripción sumamos las valoraciones de las nociones de aptitud y actitud en relación con los parámetros del desarrollo motor, encontramos presencia clara de la actividad deportiva en la formación escolar.

    "El modelo deportivo del club está arraigado actualmente, con mucha presencia en la actividad física escolar. Esta versión tiene como meta al logro de una perfomance deportiva equis, para la cual, la adquisición de las técnicas del deporte en cuestión, constituye el objetivo central de la tarea. En función de esto el grupo de clase se divide, y se reorganizan destrezas específicas (…). Además este enfoque está fuertemente atravesado por las cuestiones del deporte federado-espectáculo, por ser una traslación de la escuelita deportiva del club al ámbito escolar". (A. Aisenstein, 1995)

    Ahora bien, de la manera como pensamos en la actualidad a la enseñanza de los deportes en las escuelas públicas argentinas, nos encontramos con una situación teñida de grandes dificultades en la incorporación de técnicas, reglas de juego y participación activa de los alumnos. Se impone el siguiente interrogante:

  • ¿Cual es el verdadero propósito que persigue el proceso de deportivización al interior de una institución fundamental en los procesos de reproducción ideológica de la sociedad capitalista?.


Las necesidades de disciplinamiento y control (Algo de historia)

    En lo relativo a los controles ejercidos sobre el cuerpo, es particularmente interesante la observación, a lo largo de la historia, de las estrategias de homogeneización y vigilancia sobre los cuerpos como una manera más de sostener las relaciones de dominación y gobernabilidad existentes. Si bien no es objeto de esta presentación, historizar sobre estas estrategias, es necesario buscar raíces de los actuales modos del control y el disciplinamiento en aquellos momentos en que grandes masas de personas se sumaban a los procesos de industrialización durante el siglo XIX y principios del XX.

    "La expansión económica que, como contrapartida, producía un ambiente urbano de creciente hacinamiento hizo de la aplicación y uso de las reglas ascéticas - reconvertidas en normas higiénicas y de salud - el emblema de la distancia entre la burguesía culta y sana y la desastrada clase obrera para la que, no obstante, se reclamaba el refinamiento corporal y de las pasiones como valor de la salud física de necesaria concurrencia con las condiciones de producción capitalista." (Pedraz M. V. 1997)

    Recordemos las dificultades que producía en el seno de la sociedad inglesa del siglo XIX, el tránsito de grandes masas de obreros industriales de las fábricas a los bares nocturnos.

    "Según señala Turner, sería este el contexto en que el ascetismo pietista, asociado con el régimen médico de la vida saludable, daría lugar a un código moral compatible con el interés capitalista de poseer una fuerza de trabajo disciplinada: el interés - siempre político - por la salud se cifraba antes que en la preocupación por atajar las enfermedades que podían aquejar a los miembros de la clase trabajadora, en la previsión de los efectos desastrosos que para la economía y el orden social podía acarrear el empobrecimiento físico de los proletarios" (Pedraz M. V. 1997).

    La práctica de los deportes permitía entonces satisfacer necesidades en los dos sentidos: contar con una clase obrera saludable y la que, a su vez, de manera práctica, incorporaba los valores reglamentados de la vida social y moral.

    Nuestro país no era ajeno a estos procesos. Vale entonces citar las reflexiones al respecto elaboradas por la Lic. Angela Aisenstein en relación con los orígenes de la práctica escolar de la Educación Física en nuestro país:

    "La moral, la higiene, la salud de los alumnos eran explícitamente responsabilidad de la Educación Física. En palabras del Dr. Enrique Romero Brest (1905), ésta debía orientarse hacia cuatro efectos: Higiénico, estético, económico y moral, dando idea de una integralidad en la concepción del sujeto y de la tarea educadora de la escuela, y la Educación Física, que no parecía dar lugar a la división de tareas o de los sujetos. Y en aquel momento histórico los pedagogos y maestros que sostenían a la Educación Física como actividad educadora (tanto en nuestro país como en Europa) formularon un corpus teórico y llevaron adelante prácticas que le dieron legitimidad como asignatura escolar" (Aisenstein A. 1997).

    La formación del ciudadano, educar al soberano "con la constitución bajo el brazo", al decir de la Prof. Hebe San Martín de Duprat. Constituir la joven nación precisaba de la efectiva socialización de las grandes masas de inmigrantes y de criollos que se hacinaban en los grandes centros urbanos, y que si se dedicaban a la colonización de nuestros campos, supieran a que identidad nacional pertenecían. Hombres protagonistas de la construcción nacional desde la asimilación de una historia oficial, una higiene oficial, una lengua oficial, maneras de comportarse oficiales, etc.


Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 7 · Nº 37   sigue Ü