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Aguas y palabras.
Entrevista a María Inés Mato.
Segunda Parte

  Especialista en Historia del Deporte
Integrante del Area Interdisciplinaria de Estudios del Deporte
SEUBE - FFyL - UBA
(Argentina)
Julio Frydenberg
alaju@speedy.com.ar

 

 

 

 
    María Inés Mato cruzó el Canal de la Mancha en 1997. En esta segunda parte narra su vuelta a la natación en 1992, su enamoramiento de las aguas abiertas y el encuentro con su entrenador. El relato muestra cómo su mente y sus sentidos enhebraron el proyecto del Cruce del Canal de la Mancha y cómo se inició la búsqueda de los apoyos institucionales necesarios. Nos cuenta la historia del Cruce del Canal así como su propia experiencia al cruzarlo. Finalmente, las reflexiones intentan aproximarse a una definición de lo que entiende por "deporte".
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 36 - Mayo de 2001

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El encuentro con las aguas abiertas

    Comentaste en alguna entrevista1, que en 1992, en Mar del Plata, un amigo tuyo vinculado a la natación, Gabriel Decunto, que te dijo viéndote nadar en el mar: "vos estás para más"... Quisiera conocer que sucedió entre aquel hecho y 1995 cuando armaste el proyecto de hacer el Cruce del Canal de la mancha y entraste en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento, Buenos Aires)

    En 1992 fui a Mar del Plata con la intención de volver a nadar. En ese momento no estaba nadando. Ahí me encontré con Gabriel que me dijo que yo estaba para otras cosas, que estaba preparada para cruzar el Canal de la Mancha.

    Eso te sonó.

    Se registró algo en mí. Mi primera respuesta fue pensar que era una locura. Volví lentamente a nadar, era lo que yo necesitaba; hacerlo sin ninguna finalidad. Me empecé a sentir bien. Y apareció la influencia de lo que tiene que ver con el "habitus": Ese ambiente, que era mi ambiente y que yo reconocía, en el que me sentía muy bien. Pensaba en como era posible articularlo con la vida cotidiana....con las expectativas de uno y las de los demás...Me refiero a las expectativas sobre lo que se debe hacer a determinada edad y en determinado contexto social inclusive. Esa demanda sobre que es lo que uno va a hacer, cuales son los proyectos. En ese momento se dio esa recuperación de esas sensaciones mías y por otro lado esas demandas. Yo tenía un futuro abierto. Lo que aprendí en todo esto son las falacias de las programaciones, las trampas de las programaciones, de pautar el tiempo de vida de cada uno.

    Siempre fui muy itinerante en los lugares donde he nadado... nunca fui socia de ningún club, nunca pague ninguna pileta. Conseguía por la propia actividad mía y por engancharme con la gente siempre tenía donde nadar. En ese momento iba a nadar al club Comunicaciones. Y ahí me conecté con alguna gente que hacia actividades subacuáticas, deportes con aletas, hacían buceo. A mí me hubiera gustado hacer buceo... pero yo tengo un problema en el oído, tengo una perforación en el tímpano que me impide bucear.

    Esta gente que conocí en el '92 y '93 me invitaron a unas carreritas cortitas en el Río Paraná, por la zona de San Pedro y que a mí por un lado me gustaba, era un ambiente muy cómodo, pero no me enganchaba mucho nadar con patas de rana...pero bueno, era en el río, y yo nunca había nadado en el río. Esa fue mi primera experiencia de nadar en el Río Paraná. Era una carrerita de unos 8 km, media hora. Ahí yo tuve un enganche muy fuerte con nadar en el río. Esas cosas que tienen que ver con epifanías. Una sensación de vitalidad y de conexión con la naturaleza muy fuerte.

    En ese estar en el agua yo me dije... "esto es lo que quiero hacer... yo quiero hacer esto". Yo quiero volver acá, lo único que me puede interesar es volver a nadar al río. Entonces me planteé que puedo hacer para que me posibilite venir a nadar al río. Me dije que si me proyectaba para adelante con algo importante en aguas abiertas seguramente iba a tener la posibilidad de venir a nadar en el río. Y así fue. Ahí apareció todo el tema del Canal de la Mancha. Es decir, fue todo un proceso interno que siguió madurando. Yo acepté el juego, pero pasaron un par de años. Es más, cuando yo estaba segura de que me iba a embarcar en el tema... todavía no tenía entrenador. Lo que a mí me interesaba era el camino, caminar eso de las aguas abiertas, hacer la experiencia de nadar mucha distancia, en el tiempo, las salidas al río, al mar. imaginaba que iba a tener la oportunidad de ir a nadar a muchos lugares....y eso era lo que yo quería ....ese fue el proceso de maduración interno

    Cómo se dio el encuentro con tu entrenador? (hay más datos sobre su entrenador en la primera parte)

    Cuando todo eso termino de madurar volví a verlo a Gabriel, en marzo de 1995 en Mar del Plata, y le dije: "fue idea tuya, yo confío en lo que vos me decís, ¿puedo cruzar el Canal de la Mancha o no?". De acuerdo a la respuesta iba a tomar un camino u otro, caminos que no sabia muy bien cuales eran, ese era un punto de definición. Él me dijo: "todo lo que te propongas lo vas a poder hacer". Ante eso mi pregunta fue: "que tengo que hacer... yo me embarco". Entonces fuimos a ver a Claudio Plit, Gabriel era muy amigo de Claudio... y así se entablo la relación con mi entrenador.

    Con una decisión y una ignorancia nos reunimos los tres. MI decisión de encarar la aventura del cruce y mi ignorancia sobre todo lo demás: su geografía, sus riesgos, una lógica de entrenamientos similar a la del armado de un rompecabezas, sus costos y también su magia. Pocas veces vi "brillar" a una persona. Era Claudio hablando, después de haber desplegado la carta náutica del "English Channel", sobre lo que él denomina "la batalla contra el dragón". En esa conversación supe que las mareas de ese lugar son las de mayor rango en el mundo, que había que acumular con paciencia cientos de kilómetros de nado, ganar experiencia y después registrarla en la memoria del cuerpo. Hasta el 25 de agosto de 1997 (día de mi cruce), fueron dos años y medio de compartir durísimas sesiones de entrenamiento, las dificultades propias de los apoyos necesarios para su realización.

    Fue todo un tiempo de construcción de una convicción... es mucho más difícil convencerse uno mismo que convencer a los otros. Sobre todo en el tener certezas, poder decir que esto es realmente lo que querés y podés hacer.

    Yo intuía por la experiencia del entrenamiento y de los logros, que la claridad en las imágenes de aquello que vos querés hacer, de anticiparte imaginariamente a aquello que querés hacer es lo que garantiza que lo realices. Es el principio de la esperanza de Bloch... es un pensamiento fuerte.

    ¿Te sucedió contrastar toda esa energía con opiniones derrotistas, que dudaran de la posibilidad de hacerlo? Alguien te ha dicho: mejor no lo hagas...

    Yo no compartí con mucha gente estos proyectos. Empecé a trabajar para hacerlo. Ni siquiera lo compartí con mi familia. Creo que ellos lo supieron poco antes de irme. Yo pongo mucha distancia. Parece una actitud muy antipática, pero creo que tiene que ver con un mecanismo de defensa en relación con eso que vos decís. De hecho la realidad te está desalentando permanentemente. La indiferencia te desalienta. Hay un espacio que vas construyendo en ese tiempo, que tiene que ver con la reafirmación de estas imágenes. Yo visualizaba todas las noches el Cruce del Canal... todas las noches... y en los contextos más terribles cuando todo parecía que era imposible hacerlo, viajar, conseguir la plata... Pero yo iba, sentía que estaba ahí, que lo estaba haciendo. Es lo que sigo haciendo. Es lo que me ha permitido hacer todo lo que he hecho después, sin ninguna duda.

    Volviendo a tu relación con Claudio Plit, alguna vez contaste que una historia curiosa entre ustedes...

    Sí. Tiene que ver con la amputación de mi pierna. En las dos primeras entrevistas que tuve con Claudio, ese tema nunca fue considerado porque lo tematizado fue la natación, la acción de nadar, y como esa acción de nadar no implica en mis condiciones ninguna diferencia, no era algo puesto en juego en ningún momento. Es más, Claudio decidió entrenarme a mí sin siquiera haberme visto nadar. Habíamos hablado mucho sobre el significado de nadar para cada uno. De hecho tengo un primer entrenamiento con él a los dos meses de conocernos, y fue todo bárbaro, una muy buena evaluación técnica.

    En esos primeros tiempos de entrenar con él, los primeros dos meses, que yo iba a Mar del Plata cada quince días para que él me viera, era la única manera de testear el trabajo, iba con el auto y volvía, iba los fines de semana y en uno de esos entrenamientos me dijo que él venia a Buenos Aires por cuestiones de trabajo, y me pidió si podía llevarlo. Así que viajamos juntos. En ese camino tuvimos otro tipo de comunicación, que a veces aparece en ese espacio de viaje en ruta. Él puso en el tapete un tema que a mí en un primer momento me llamó la atención... me dijo: "mira que a mí el tema de la prótesis no me molesta en absoluto, vos sabes que mi papá le faltaba una pierna como a vos, y en realidad el mayor recuerdo que tengo de él es justamente su prótesis". El padre de Claudio fue un médico muy conocido de la ciudad de Rosario. Había tenido un accidente muy similar al que había tenido yo, una situación de juego en la calle. Murió cuando Claudio era muy chico, tenía tres años... y Claudio me dijo que lo que más recordaba era la prótesis que había quedado de su padre en su casa, y con su hermano, que es un poco mayor que él y que siguió la carrera de médico, jugaban con la prótesis del padre.

    Cuando él me relató esto, le dije: "lo único que te pido es que no te pongas a jugar con la mía... (risas). Después comentábamos que era un punto de experiencias comunes desde una historia personal absolutamente diferente, pero un punto de encuentro muy especial. Apareció el tema del juego, de resignificar algo que esta siempre connotado muy negativamente e integrarlo en la vida y en la experiencia del propio cuerpo en el juego.


El Canal de la Mancha

    ¿Podrías comentarme algo acerca de la historia del cruce del Canal de la Mancha?

    En principio en toda buena Enciclopedia del Mar, si uno busca por Canal de la Mancha, aparece un apartado que dice o bien Cruce a nado del Canal de la Mancha, o Matthew Web, que fue la primera persona que cruzó el canal de la mancha en 1875. El tema tiene una entrada histórica, una entrada geográfica, y una entrada por el lado de la natación. Esta persona fue un pionero. Todavía no estaba desarrollado el estilo croll tal como se lo conoce ahora. Nosotros tenemos la imagen muy naturalizada de que el ser humano nada los estilos actuales desde siempre y para siempre, y no es así. De los registros históricos que hay siempre se nadó un estilo pecho que es el que tiene más visibilidad, es más sencillo en función de la respiración, la cabeza está hacia arriba. O se ha podido complejizar hacia un tipo estilo "over", que combina pecho con una brazada que puede abarcar más agua y dar más velocidad, lo que implica que da mucha posibilidad de tomar aire. Durante miles de años se ha nadado así, según parece. Es cierto que existen algunos registros de tribus de la Polinesia y la Melanesia que han desarrollado este estilo over de manera mucho mas hidrodinámica, que mueven un brazo o el otro.

    El estilo croll que nosotros conocemos que es el que establece los grandes récords fue desarrollado por los norteamericanos durante la Primera Guerra Mundial. En ese período no hubo Juegos Olímpicos y ellos se preparaban para la siguiente olimpíada, mejoraron el over, incorporaron la segunda brazada. A partir de las olimpíadas de la década del `20 se empieza a nadar como lo hacemos nosotros.

    Matthew Web no era nadador sino que era un marinero de la flota mercante inglesa. Parece que iba observando en sus viajes por el Pacífico cómo los habitantes nadaban, buceaban y se puso a nadar y fue incorporando alguno de esos patrones en el agua. La anécdota es que en un viaje a EEUU hubo una gran tormenta y hay varios marineros se cayeron al agua y Web, por confiar en su propia habilidad en el agua se tiró a rescatarlos, parece que no los pudo rescatar pero fue visto como un gesto heroico, de gran arrojo. Lo condecoraron, se hizo muy popular, parece que él elaboró toda esa experiencia y se puso a nadar, y empezó a construir toda esa idea de cruzar el Canal de la Mancha, una idea muy loca. Por otro lado, se preparo, buscó su método de entrenamiento. Ni siquiera había métodos de entrenamiento de pileta en esa época. Hay un registro de esa historia, de cómo el se fue entrenando en las orillas del Canal o iba a hacer diferentes tipos de distancias en el Támesis, las tiradas largas. Así fue construyendo su experiencia y su confianza como para tirarse después a una distancia tan larga. Lo promociona el periódico Daily News, es un evento público, mediático. Intenta un primer cruce. Fracasa porque intenta cruzar desde Dover hasta el punto más cercano en línea recta. Obligado a hacer ese trayecto fracasó porque el Canal de la Mancha tiene las mareas más altas del mundo, es imposible nadar en línea recta. Vuelve y resuelve aceptar que no se podía ir en línea recta y que era necesario tener una deriva por las mareas. En función de ese aprendizaje un 21 de agosto, logra hacer el primero en cruzar el Canal de la Mancha en un poco más de 21 horas.

    

    Tuvo una gran repercusión pública. La reina lo condecoró y pasó a dedicarse a las travesías y locuras de este tipo. Se va a EEUU. Y terminó su vida desgraciadamente. Lo contrató una compañía de trenes para hacer unos posters para una presentación de una nueva línea y tenía que cruzar un punto el Río Niagara. Se tiró al río y pegó su cabeza contra las rocas y desapareció. Encontraron su cuerpo tres días después. Ese fue el destino de quien abrió la puerta al Canal de la Mancha. En realidad abrió la historia de la natación moderna, a partir de ese evento tan popular, la natación pasó a desarrollarse enormemente en Inglaterra. Es un hito en cuanto al desarrollo del deporte y punto de partida para lo que sería aguas abiertas.

    De hecho pasaron muchos años hasta que otras personas intentaran el cruce del Canal. Hubo intentos fracasados. Es una ruta muy difícil y en esa época no tenían los elementos de navegación de la actualidad, que te pueden predecir el estado del mar, de las mareas, para variar la ruta que conviene tomar. Sobre todo si haces la ruta Inglaterra - Francia. En la zona francesa podés haber cruzado casi todo el Canal, pero es muy difícil. Es una costa de 90º, con corrientes muy cruzadas. En realidad es la zona en la que fracasan muchos intentos, casi llegando. El segundo cruce es en 1926, una nadadora norteamericana, Gertrude Ederle, que bajó el tiempo y también se convierte en una heroína. La reciben en Nueva York con los papelitos en las calles, esa imagen de los recibimientos a los héroes.

    De ahí en más se constituye una Asociación del Canal de la Mancha, inglesa, con sede en Dover, y que regula los cruces. Se habilita un libro de récords, se escribe un reglamento, se habilita a una serie de barcos y pilotos idóneos para guiar a los nadadores. Digamos que desde los primeros años tuvo un marco institucional muy fuerte que es el que permitió contener la demanda de tanta gente que quiso ir a hacer el cruce. De hecho históricamente desde entonces hasta ahora ha registrados 6.000 intentos con el 9% de logros. Estos últimos años el porcentaje tiende a cambiar porque para poder ser aspirante a cruzar el canal, para que te acepten como aspirante, tenés que demostrar experiencia en maratones acuáticas y experiencia en haber nadado en agua fría. Obviamente si lo haces solo no vas a figurar en ningún libro. No vas a formar parte de esa tradición. Y además es muy difícil, porque esos barcos que acompañan tienen la gente con más experiencia. De hecho la figura del piloto del barco es la figura decisiva en el éxito. Es importante el entrenador, el nadador, pero el piloto es decisivo, es el que determina primero cuando salir, después es el que tiene el poder de evaluar si las condiciones no se dan levantar a un nadador, por sobre las decisiones del entrenador y del propio nadador. Si dice que las condiciones son malas, nos vamos, hay que bajar la cabeza y volver.

    En cuanto al trayecto, ¿hay un plan?

    Sí. Las rutas habilitadas son las de Inglaterra a Francia. Que es el trayecto que se llama en la historia del Canal, hard way, el camino difícil, por lo que comenté sobre la costa francesa y las mareas. La ruta de Francia a Inglaterra es más fácil y la llaman easy way. La costa inglesa es una línea y no tiene problemas para llegar. Pero los franceses no habilitan para hacer ese cruce, y ahí intervienen elementos que tienen que ver con la regulación de la navegación, y donde los franceses sostienen que ese es un evento organizado por una asociación inglesa, salen de allá y no autorizan otra cosa. Son barcos ingleses que tendrían que llegar a puertos franceses y eso no es posible.

    Hay un punto de salida fijo que es Dover en una playa que se llama Shakespeare Beach, el punto de llegada es abierto. El punto ideal de llegada es el Cabo de Greene, que es un acantilado con un faro arriba. Si uno pudo llegar ahí es que pudo hacer la menor distancia. Pero es difícil llegar ahí en el momento preciso, antes de que cambie la marea, y sino, casi seguro que perdés el cruce. Muy cerca de la costa francesa se entra en una zona en la que son vitales las decisiones del piloto, que tienen que ver con las mareas, él puede decir que si se encara para algún lugar y cambian las mareas te vas al diablo y no volvés. Una marea tiene una fuerza impresionante ..... o tenés que aguantar 6 horas de aguantar nadando en algún lugar hasta que nuevamente cambie la marea.

    Según esta Asociación ¿cuando se considera cumplido el cruce, el objetivo?

    Tenés que llegar a tierra, tenés que pararte en tierra. La Asociación pone un fiscal que acompaña todo el cruce y que elabora un informe en el que se da cuenta de todo lo que pasa, desde lo climático hasta lo que come el nadador, cuantas brazadas, la temperatura del agua. Es decir, la descripción exhaustiva de todo, hasta de los barcos que se cruzan.

    ¿En cuanto a la alimentación hay normas?

    Por supuesto. Hay todo un reglamento. No está reglamentado lo que tenés que comer. Si bien existe la posibilidad de que la Asociación, de acuerdo a lo que observe el fiscal, pueda pedir un examen antidoping. Si ve algo raro, como que el nadador este en una muy mala condición en algún momento y de repente revive, puede suponer que hubo algo raro. La reglamentación no tiene que ver con lo qué comes, pero sí tiene que ver con el cómo comes. Es la reglamentación de aguas abiertas, el nadador siempre está nadando, nunca puede estar en contacto con algo externo. No se puede tomar del barco, ni de un bote, ni de la mano del entrenador. Se le alcanza el vaso con su alimentación, el nadador lo toma y sigue nadando.


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