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Influencia del nivel de desarrollo cognitivo en la toma de decisión
durante los juegos motores de situación
Fernando J. González

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 25 - Setiembre de 2000

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    La Tabla 4, permite comparar las frecuencias relativa y absoluta del uso del recurso táctico proyección para el frente, en la fase de ataque de los grupos pre-operatorio y operatorio.

Nivel Utilizó No utilizó Total
Pre-operatorio 7 41 48
15% 85% 100%
Operatorio 51 9 60
85% 15% 100%
Tabla 4 - Frecuencia relativa y absoluta del uso del recurso táctico “proyección para el frente en la fase de ataque”,
en los grupos pre-operatorio y operatorio.

    A partir de la tabla arriba, el chi-cuadrado encontrado para este el valor es 53,56. Siendo el chi-cuadrado tabulado para ( = .001, con el grado de libertad 1, igual a 10.82, Ho es desaprobada. Así, se puede afirmar que, a un nivel de significancia de .001, existe diferencia en el uso del recurso táctico proyección para el frente en la fase de ataque, entre los niveles de desarrollo cognitivo operatorio-concreto y pre-operatorio.


3.2. Discusión de los resultados

    Se puede observar en la Tabla 1 la acentuada diferencia en los porcentajes entre niños en el estadio operatorio (87,5%) y pre-operatorio (0%), que hicieran referencia, en la entrevista, a la elección del sector de la línea de fondo donde el oponente no se encontraba en condiciones de interrumpir la trayectoria de la pelota, en el momento de seleccionar la dirección del lanzamiento. Esta diferencia, entre los niños con un nivel de desarrollo cognitivo pre-operatorio y un nivel operatorio-concreto, queda claramente expuesta nuevamente, a través de la frecuencia con que los recursos tácticos son utilizados durante la ejecución del juego. Como muestra la Tabla 2, la elección del sector de la línea de fondo, donde el oponente no se encontraba, era un recurso muy poco utilizado por el grupo pre-operatorio (4%) y utilizado frecuentemente por el grupo operatorio (63%).

    Estos datos permiten inferir que estructuras operacionales diferenciadas, identificadas para estos estadios por Piaget (1986), o como afirma Almeida et al. (1989) las diferentes inteligencias de las que permite hablar esta perspectiva, influencian las posibilidades de reflexión y actuación en el juego de situación.

    Dos de los elementos más característicos del estadio de pensamiento pre-operatorio son el egocentrismo, manifestado por la imposibilidad de colocarse en una perspectiva diferente a la propia, y la incapacidad de conservación, caracterizada por la imposibilidad de observar más de un aspecto, de una situación problemática, al mismo tiempo. Esta incapacidad para descentralizar la atención tal vez tenga, a partir del evidenciado en los resultados de este estudio, significativas implicaciones en la posibilidad de programación motora.

    Payne y Isaacs (1991) destacan que, en este período de la vida de movimiento infantil, la incapacidad para considerar los múltiples aspectos de un problema, inhibe el esfuerzo infantil para participar de juegos o actividades que envuelven complejas estrategias o múltiples movimientos. Estos autores colocan como ejemplo, el hecho de observar comúnmente que niños pequeños, envueltos en un juego de fútbol, tiene su atención solamente focalizada en su objetivo de marcar un gol, y en el elemento que perceptivamente les es más relevante, la pelota. De esta forma ellos son insensibles a la posibilidad de dar un pase a un compañero de juego de equipo.

    Se puede, en este esfuerzo de interpretar la lógica de las tácticas del grupo pre-operatorio, tomar como relevante, en la tarea-juego de situación de este estudio, el hecho de que estos niños, en la fase de ataque, no consiguieran prestar atención al elemento más relevante de la cancha adversaria, el oponente, lo que llevó a lanzar constantemente para él, sin considerar otro elemento significativo de este sistema, la línea de fondo. En consecuencia de esto, se puede pensar que la imposibilidad de descentralización que el niño pre-operatorio manifiesta en las pruebas de conservación, también influye en el momento de la toma de decisión de las acciones motoras, o sea, en el momento de la anticipación subjetiva de la acción (Nitsch, 1978). También es justo pensar, a partir de la ausencia de referencias a estrategias de juego en las entrevistas del grupo pre-operatorio, en la imposibilidad de los niños de anticipar la acción. Se podría inferir de eso, la falta de un modelo interno de acción motora a nivel intelectual, quedando la acción bajo la dirección solamente de la idea de meta final y una recombinación de experiencias anteriores.

    Aproximadamente a los 6-7 años, parte de los individuos entra en el tercer estadio de desarrollo cognitivo de Piaget, el operatorio-concreto. En este nivel de desarrollo, los niños ganan la habilidad para conservar, colocando una de las mayores características de este estadio, la capacidad de descentralizar la atención de una única variable en una situación problema. De manera diferenciada al estadio pre-operatorio, esta habilidad para descentralizar la atención, propia del estadio operatorio, puede tener una importante implicación para el desarrollo motor, particularmente con referencia a los juegos de situación (Payne e Isaacs, 1991). También en este estadio de desarrollo, los niños gradualmente adquieren la habilidad para mentalmente modificar, organizar o revertir eventos en sus procesos de pensamiento, lo que permitiría la aparición de la anticipación de la anticipación de la anticipación, con el mayor nivel de intervención en las acciones motoras.

    Los datos de las entrevistas, expuestos en la Tabla 1, muestran que las ideas que orientan las acciones de los niños con un nivel de desarrollo cognitivo operatorio son claramente diferentes de aquellas que se encuentran en un nivel operatorio. Las primeras hacen referencia concreta al sistema de relaciones existente entre el oponente y la línea de fondo y, en consecuencia, consideran al compañero de juego en el momento de explicar en que había pensado para marcar el gol, o que pensaba para marcar el próximo, quedando apenas en una descripción de las acciones y/o de las caracterizaciones de las mismas (ej.: velocidad y potencia). Contrariamente, la actitud más frecuente en los sujetos operatorios, si considerando el recurso táctico de la elección, consistió en considerar los elementos línea de fondo y oponente. Por ejemplo:

A. (6 años y once meses - operatorio) ¿A dónde quisiste lanzar? - Allá donde está el cono. ¿Cómo?, ... el cono naranja.- Y ¿qué pasó? - Yo quise lanzar con mucha fuerza y la pelota se fue para allá. ¿Por qué querías lanzar ahí? - Porque Nacho estaba más al medio, y allá tenía mucho lugar y allá tenía poco y entonces quería lanzar allá.

    El grupo en transición, como se expuso en la Tabla 1, se asemeja al grupo operativo en las respuestas sobre el tipo de tácticas utilizadas durante el juego. Sin embargo, se notó que un mayor número de intervenciones transcurrieron hasta que las tácticas fuesen mencionadas. También se verificó una regresión en el uso de las descripciones de las acciones, en intervenciones posteriores a aquellas en las que habían sido explicados algunos elementos tácticos.

    El denominado período de transición, observado por Piaget y colaboradores, se caracteriza por presentar elementos del estadio precedente, en este caso el pre-operatorio, y del estadio al cual el desarrollo se dirige, el operatorio. Precisamente, los niños de este estudio, clasificados en esta condición, presentaron en un primer momento, conductas propias comunes a los niños del estadio pre-operatorio, o sea, lanzando en dirección al adversario, sin buscar los laterales de la cancha, permaneciendo fijos en el fondo de su campo y en las entrevistas se limitaron a las descripciones de las acciones y de los objetivos. Pero, en el transcurso del juego fue apareciendo el uso de algunos recursos tácticos, viendo como en las respuestas mezclaban las descripciones con referencias a las estrategias de juego. Estos datos permiten establecer nuevamente una aparente relación entre el pensamiento operatorio y una mayor capacidad de elaborar estrategias para operar en el juego de situación y, de esta manera, el carácter de pensamiento en transición permitiría presentar características tanto del nivel pre-operatorio como del operatorio.

    Otro elemento que permite identificar las diferencias en las estrategias entre los niveles de desarrollo cognitivo considerados, es reflejado por las frecuencias relativas de sujetos de cada grupo que hicieran referencia, en la entrevista, a la finta como recurso para conseguir la meta del juego. Siendo para el grupo en el estadio operatorio de 62% y para el pre-operatorio 0%. En esta sentido, la Tabla 3 muestra las frecuencias de uso del recurso táctico finta en la fase de ataque de los grupos con desarrollo cognitivo pre-operatorio y operatorio, permitiendo observar una marcada diferencia entre ambos grupos a favor del segundo.

    La finta es una clara medida de anticipación compleja de los juegos de situación, ya que el jugador se esfuerza constantemente para hacer que el adversario reconozca, lo más tarde posible, el resultado previsto y las acciones decisivas del juego. Como manifiestan Meinel y Schnabel:

    "...el atleta [y el niño F.G.] que finta, prevé en su acción como resultado final el alcance de una determinada colocación de objetivo táctico. Esta anticipación del objetivo presupone ya la anticipación de situación y el análisis de la situación tratada que normalmente incluye la comparación de varias variantes de las propias acciones motoras con las acciones y reacciones del adversario (1987, p.34).

    Sin embargo, los niños que fintan, están mostrando su capacidad de anticipar la situación y analizar la situación tratada. Como ejemplo se expone la conversación de un niño, describiendo su idea de finta:

M. (6, 7 años -operatorio): (el sujeto, en una intervención anterior, había dicho que utilizaba la finta) Me dice, ¿qué es una finta?-Bueno es lanzar, como lanzar una pelota parar y lanzar para el otro lado.- ¿Cómo hacés para pensar eso? - Y... me pregunto a mi mismo.- ¿Cómo? - ¿Qué cosas te preguntas? - Que voy a hacer un gol, que voy a conseguir hacer un gol, que voy a conseguir hacer una finta para el gol.- ¿Cómo pensas en eso? - Y, diciéndolo a mi mismo.

    Precisamente en el estadio operatorio-concreto, el niño al adquirir estos niveles de habilidad cognitiva es capaz de mentalmente representar objetos o una serie de eventos o acciones, y como indica Payne e Isaacs (1991, p. 29) “the child can facilitate many movement activitis by formulating strategies for or expectations about an opposing player’s or team’s possible intent”, tornándose de esta manera capaz de considerar mentalmente probables eventos o acciones, o en otras palabras, puede “anticipar” los resultados o calcular de forma adecuada las acciones de los oponentes.

    Meinel y Schnabel (1988) describen que, volviendo a los siete años, los niños manifiestan un aumento en su capacidad de anticipación, la cual puede ser percibida, a través de una mayor capacidad para combinar patrones motores básicos. Sin embargo, los autores mencionados no hacen referencia a una misma capacidad de anticipación para la actuación motora dentro de los juegos de situación.

    La Tabla 4 compara las frecuencias del uso del recurso táctico proyección al frente, en la fase de ataque, de los grupos pre-operatorio y operatorio, donde se observa una diferencia significativa, favorable al grupo operatorio. Las proyecciones hacia el frente dan claras ventajas para conseguir que una pelota sobrepase la línea de fondo, no obstante, apenas el grupo operatorio utiliza este recurso táctico durante el juego.

    La proyección al frente necesita ser coordinada en un plano de acción: lanzar corriendo, con el objetivo de que la pelota sobrepase la línea de fondo, y con el objetivo secundario de evitar que la pelota sea interceptada por el oponente. Para la coordinación de estos diferentes elementos, hace necesaria una estructura cognitiva capaz de atender a más de un elemento relevante, o sea descentralizada en el momento de la toma de decisión, que considere todos los elementos de la situación de juego (sector propio de la cancha, sector de la cancha del oponente, línea de fondo y posicionamiento del compañero de juego) en el mismo sistema.

    Kamii y Devries (1988), en la descripción de juegos en grupos con niños de la primera infancia, (por la edad posiblemente la mayoría pre-operatorio - 4 y 5 años), mencionan las dificultades de los niños para coordinar dos elementos dentro del mismo juego, centrando su atención en uno de los aspectos, afirmando “ no era normal que se centraran en los dos aspectos a la vez” (p.209). Más adelante, y refiriéndose a las estrategias, estas autoras relatan que los juegos desarrollados con los niños fueran mas caracterizados por las faltas de estrategias que por la presencia de ellas (KAMII y DEVRIES, 1988) .


4. Conclusiones

    El presente estudio tuvo como objetivo investigar los tipos de estrategias utilizadas en los juegos motores de situación, por niños en diferentes niveles de desarrollo cognitivo (pre-operatorio, transición e operatorio-concreto) permitió, a través del análisis y la discusión de sus resultados, que se llegase a las siguientes conclusiones básicas:

  • Los estadios de desarrollo operatorio, transición y pre-operatorio, dentro de la propuesta psicogenética, influyen en las posibilidades de reflexión sobre los juegos de situación, comparados con niños de la misma franja etaria.

  • Hay evidencias de que el desarrollo cognitivo sea un factor importante para resolver los problemas del juego de situación, siendo capaz de influenciar en las posibilidades de selección de los recursos tácticos en el transcurso del mismo.

  • El tipo de raciocinio evidenciado a través de los argumentos y de las acciones motoras, por los niños de los niveles operatorio, transición y pre-operatorio, presenta características de centralización y descentralización del desarrollo cognitivo identificados por el método clínico para estos estadios.

    En función de los resultados del presente estudio, teniendo en cuenta sus limitaciones, se sugiere:

  • El uso de la metodología clínica psicogenética y de la entrevista durante juegos como forma de conocer como los niños construyen su conocimiento sobre ellos, como también conocer como el desarrollo cognitivo afecta la posibilidad de construcción.

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