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La actividad de extensión escolar. Una concepción 

alternativa a la actividad extracurricular

School outreach activity. An alternative conception to extracurricular activity

 

Jefe de la Comisión de Superación

Sexto Dan de la Federación Cubana de Taekwondo

Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte “Manuel Fajardo” de La Habana

Dr.C. Roberto Fernández Fonseca

fernandez262@yahoo.es

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo trae a discusión la utilización del término de actividad extracurricular en el nuevo contexto en que se desarrollan las actividades postcurriculares en las escuelas, su importancia y la necesidad de abordar concepciones alternativas que destaquen las verdaderas dimensiones de esas actividades en el aprovechamiento productivo del tiempo libre de nuestros estudiantes.

          Palabras clave: Actividad extracurricular. Extensión escolar. Postcurricular.

 

Abstract

          This article is about the extracurricular activity concept in the new context where the postcurricular activities are developed at school, as well its importance and the necessity to address other conceptions that project the real dimensions of those activities, during the productive use of free time by our students.

          Keywords: Extracurricular activity. School extension. Postcurricular.

 

Recepción: 24/09/2015 - Aceptación: 19/02/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 21 - Nº 216 - Mayo de 2016. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Hoy en día resulta una verdadera preocupación para los padres y la sociedad, conocer cómo los estudiantes de las edades escolares emplean su tiempo libre. Esto está dado al incremento de las diversiones con acciones antisociales, el uso de las drogas, el alcohol, así como los medios tecnológicos audio-visuales recreativos, cuyo no pocos juegos promueven la violencia, el robo, la discriminación racial y de género, incluso el asesinato premeditado.

    Esta triste realidad ha llegado a afectar la salud de niños, adolescentes y jóvenes en el orden de la comunicación, el lenguaje, el aprendizaje y otros problemas afectivos que han tenido serias implicaciones sociales en muchas partes del mundo, tales como la delincuencia, el rechazo y el abandono de la escuela y hasta de la familia.

    Todas esas situaciones que van en aumento, hace que sea sumamente importante para la escuela, la familia y la sociedad indagar qué hacen, cómo se sienten nuestros estudiantes después de las clases; es un feedback que nos permitiría comprender el comportamiento de ellos y conocer cómo andan en el camino de la vida que recién comienzan nuestros hijos.

    Por esos motivos cada vez son más las instituciones escolares y sociales que han desarrollado actividades alternativas para que los estudiantes empleen de forma fructífera su tiempo libre bajo la denominación de actividades extracurriculares, incluso existen publicaciones de investigaciones que destacan el impacto positivo de las actividades extracurriculares en las escuelas. En este sentido el Dr. Brown (2009), especialista del Área del Departamento de Niños, Jóvenes y Familias de la Universidad de Nevada, menciona algunas opiniones de diversos autores sobre este tema y que consideramos oportuno reproducir.

    Según Holland & Andre (1987), “…los jóvenes que participan en estas actividades aprenden diferentes técnicas que les ayudan en otros aspectos de su vida diaria, por ejemplo, cómo trabajar unidos o en equipo y cómo dirigir”.

    Para Carnegie (1992), “…solamente el hecho de tomarse el tiempo de tomar parte en estas actividades extracurriculares les quita la oportunidad de que se envuelvan en problemas de conducta”.

    Según Sickmund, Snyder & Poe-Yamagata (1997), “…se ha comprobado que los jóvenes que están envueltos en actividades prosociales desde las 2 de la tarde a las 8 de la noche son menos propensos a cometer un crimen o ser víctima de uno”.

    Para Marsh (1992): “…cuando los jóvenes participan en actividades extracurriculares éstos son influenciados por la cultura de la actividad y por las experiencias obtenidas a causa de esa actividad”.

    Otros estudios realizados por el autor de este trabajo (2014), por medio de observaciones directas, entrevistas e intercambios personales con los estudiantes y familiares, sobre la influencia de las actividades postcurriculares deportivas en el proceso evolutivo de los estudiantes primarios y secundarios que para el caso de este estudio fueron el taekwondo, kickball, voleibol, futbol, aerobics, juegos tradicionales y otros juegos deportivos opcionales en estudiantes correspondientes a los niveles de enseñanza primario, secundario y bachillerato, arrojaron los siguientes resultados.

    Los estudiantes que tienen problemas de comunicación con el medio exterior, mejoran en gran medida la relación con sus compañeros y profesores, demostrando mayor interés en la participación colectiva de las actividades.

    Los estudiantes que se sienten perdedores, elevan su autoestima debido a que las actividades deportivas recreativas no tienen la rigurosidad exclusiva de ganar y perder, sino de participar, siendo el esfuerzo el principal estimulo que se premia. Generalmente el estudiante no se siente presionado ni excluido socialmente de su colectivo.

    Muchos de los estudiantes que tienen problemas de conducta, la mejoran paulatinamente porque la motivación por el juego es tan importante que no les conviene quedarse fuera del colectivo, es decir, sin jugar, por lo que casi siempre adoptan la estrategia de cumplir las normas.

    También se ha comprobado que los estudiantes que participan en las actividades deportivas postcurriculares, prefieren quedarse más tiempo en la escuela desarrollando dichas actividades”.

    Los estudiantes que no han obtenido la aceptación o el reconocimiento social entre sus semejantes, utilizan las actividades deportivas y recreativas como medio para lograr ese objetivo, ya sea incorporándose a un grupo determinado o haciendo su propio grupo para insertarse o realizar sus actividades.

Desarrollo

    A pesar de los estudios mencionados, hemos podido comprobar que aunque abundan ofertas de programas extracurriculares, no sucede así con publicaciones sobre los fundamentos teóricos y metodológicos inherentes a la dirección, planificación, organización y control de esas actividades que ya no son tan extra, debido a que en muchas instituciones escolares se han convertido en actividades habituales que enriquecen el tiempo libre de nuestros estudiantes en el ámbito escolar.

    Pensamos que una dirección y atención pedagógica para una actividad que tiene sus propias características, aumentaría la calidad de esas importantes actividades postcurriculares. Es por ello que en el presente artículo se abordan algunas consideraciones e ideas sobre este tema desde un punto de vista más pedagógico, las que partieron de concepciones ya establecidas y otras experiencias profesionales del autor.

Reflexiones sobre el término actividad extracurricular

    El término de actividad extracurricular es muy utilizado para identificar las diferentes actividades intelectuales, culturales, deportivas, recreativas y otras de tipo lúdicas que se realizan después del horario docente. Sin embargo no todas las actividades postcurriculares son actividades extracurriculares, debido a que depende de la forma en que se organicen y desarrollen.

    Para fundamentar esta idea asumiremos y analizaremos inicialmente el siguiente concepto de actividad extracurricular:

    Según Holland & Andre, 1987, citado por el Dr. Brown (2009), “las actividades extracurriculares son programas que satisfacen dos condiciones básicas: 1) no son parte del programa curricular regular de la escuela y 2) tienen cierta estructura (no sólo para socializar sino también para tratar de realizar una misión o meta social). Las actividades extracurriculares pueden incluir la participación en clubs, gobierno estudiantil, grupos juveniles, etc. Algunos ejemplos son: banda musical escolar, grupos juveniles de la iglesia, equipo de baloncesto, club francés, equipo de voleibol, club de karate, club de patinar, etc.”

    El concepto anterior destaca el impacto positivo que socialmente tienen esas actividades en el tiempo libre de los estudiantes, aspecto sumamente importante de su finalidad, pero no se aprecia explícitamente otros aspectos muy característicos de su proceso como son el instructivo, el educativo y el afectivo, no obstante asumimos que dichos aspectos estén dado por entendidos en esta concepción, por los ejemplos de actividades deportivas y culturales que posteriormente expone el autor.

    En este sentido queremos enfatizar que en la actualidad son muchas las instituciones escolares que ofertan programas después del tiempo curricular en las cuales se ofertan una serie de actividades intelectuales, deportivas, culturales, recreativas y otras que además de socializar llevan a cabo procesos de enseñanza-aprendizajes postcurriculares dentro del ámbito escolar, donde los estudiantes complementan su socialización con la adquisición y el desarrollo de conocimientos y habilidades. Estos programas aunque no pertenecen al plan de estudio curricular, forman parte del paquete académico escolar ofertado, por lo que esas actividades responden más bien a una extensión de la actividad escolar.

    La concepción anterior no es una idea aislada del autor, sino que parte de la experiencia universitaria cubana como la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) “Manuel Fajardo”, donde la cátedra de extensión universitaria elabora, dirige y apoya innumerables proyectos instructivos, culturales, deportivos, educativos y sociales encaminados a enriquecer los conocimientos de los estudiantes y los profesores de la universidad, incluso con actividades que se extienden a la comunidad en la cual está situada la institución universitaria.

    Se conoce también que esas cátedras organizan y apoyan diferentes actividades como los campismos, las fiestas estudiantiles, encuentros deportivos y otras actividades similares que los propios estudiantes organizan. No obstante su principal función es la de extender conocimiento, cultura y educación durante el tiempo libre de sus estudiantes.

    El proceso de dirección de las cátedras de extensión universitaria tiene un carácter pedagógico, por lo que los aspectos administrativos se supeditan al trabajo formativo que incluye por supuesto a todo el proceso educativo, didáctico y metodológico requerido.

    Los fundamentos anteriores, más los estudios mencionados, así como las experiencias docentes y administrativas de este tipo de actividad, nos ha hecho pensar que la denominación o definición de “actividad extracurricular” que se utiliza en las instituciones escolares para identificar las actividades postcurriculares que ofertan a sus estudiantes en el ámbito escolar, ha alcanzado una dimensión tal, cuya denominación se queda estrecha ante la concepción de los programas que actualmente se organizan en muchas de esas instituciones del nivel preescolar, primario, secundario y bachillerato.

    Lo anterior se asume, debido a que el significado etimológico del adjetivo extracurricular no recoge la verdadera esencia de todo lo que se involucra en esas actividades postcurriculares en función del desarrollo evolutivo de los estudiantes, las cuales presentan sus particularidades docentes y participativas. Para hacernos entender mejor exponemos brevemente el siguiente análisis.

    Según el diccionario Larousse (2003) la palabra extracurricular se refiere a “aquellos estudios que no pertenecen a un currículo”, este a su vez se define como “historial académico o profesional”, por lo que se deja por sentado que es un adjetivo que califica a aquella actividad que se realiza fuera de un marco académico o profesional.

    Por otro lado, consideramos no menos importante referirnos a la categoría actividad que por su trascendencia, preferimos abordarla con una concepción a fin al contexto pedagógico que es lo que más nos interesa en este artículo. Tal es la noción de los pedagogos Ginoris, Addine y Turcaz (2006) que definen la categoría actividad como “aquellos procesos mediante los cuales el individuo respondiendo a sus necesidades, se relaciona con la realidad adoptando determinadas actitudes hacia la misma”.

    Los autores Ginoris, Addine y Turcaz (2006) también destacan que “la actividad del hombre es guiada por una representación anticipada de lo que espera alcanzar con dicho proceso, constituyendo el objetivo general o el fin que se propone lograr. Los autores afirman además que toda actividad requiere de un conjunto de acciones conscientes, cada una de las cuales posee su propio objetivo o fin parcial”.

    Visto así, entendemos que es en ese punto donde la actividad se identifica reflejando su propia esencia, debido a que van a ser las acciones que conscientemente se planifiquen para la misma, las que fundamentaran realmente el tipo de actividad que se esté desarrollando; es decir, solo el conjunto de acciones que se manifiesten en la actividad identificaran su verdadero adjetivo.

    Como conclusión de este análisis preliminar, tenemos el criterio que según la definición etimológica, lo extracurricular al quedar fuera del control del estudio curricular, adquiere una responsabilidad más individual y no se apoya necesariamente en actividades rectoras cuyos fines sean la producción organizada y sistemática de conocimientos y/o habilidades.

    Sin embargo, bajo la denominación de actividad extracurricular sucede todo lo contrario en las escuelas, donde se ofertan programas totalmente estructurados que aunque tienen características diferentes a la docencia curricular, no dejan de ser actividades que son sistemáticamente recreativas, opcionales, pero también docentes y educativas muy serias e importantes tanto para la escuela como para la familia.

    Por todo ello, tenemos la convicción que aunque no son actividades curriculares, si son y deben ser pedagógicas en toda su extensión. Por nuestra experiencia hemos sido testigos de cómo la ausencia de los aspectos pedagógicos más elementales durante una actividad de este tipo por sencilla que sea, la convierte en una actividad vacía y pasiva desde el punto de vista productivo.

    Con relación al término de actividad, nos alineamos totalmente a los criterios de los pedagogos mencionados, parafraseando que “la actividad del hombre es una acción consciente que cumple un objetivo acorde a sus necesidades en la relación con su entorno, aún cuando sus consecuencias no sean tan conscientes”. Por ejemplo, la necesidad de divertirse produce un tipo de actividad cuyas acciones pueden resultar negativas o positivas en dependencia de la selección y la actitud consciente de las mismas.

    Un modelo muy sencillo de la idea anterior sería: si durante un juego nuestro alumno/a decide por si mismo ayudar a un compañero en una situación dada, además de divertirse está aprendiendo a relacionarse con su entorno aunque no esté muy consciente de ello; momento educativo ideal para destacar, fijar, concientizar esa actitud positiva o en caso contrario criticarla y rectificarla. Pero para ello el profesor o el entrenador debe tener incorporado el desarrollo de estos valores en la concepción de la actividad, sino ambas situaciones pasan inadvertidas.

    A partir de los razonamientos anteriores elaboramos la definición de un concepto para la actividad extracurricular que pudiera utilizarse en el proceso pedagógico de forma tal que refleje sus cualidades generales y esenciales a acorde a su significado etimológico y finalidad.

    Asimismo, proponemos una definición con una denominación alternativa para las actividades postcurriculares que se planifican, organizan y dirigen desde las instituciones escolares con el fin de ocupar productivamente el tiempo libre de los estudiantes correspondientes a los niveles de preescolar, primario, secundario y bachillerato.

Definición de Actividad Extracurricular

    Son aquellas acciones intelectuales, docentes, deportivas, recreativas, lúdicas y otras que no pertenecen a un plan curricular u otro habitual, pero llegan a desarrollarse esporádicamente tanto fuera como dentro del ámbito escolar, las cuales responden principalmente a las necesidades educativas, afectivas y sociales de los estudiantes y la escuela en su relación psico-social con la realidad.

    Las actividades extracurriculares, aunque pueden y deben ser guiadas y supervisadas profesionalmente, no pertenecen a un paquete académico regular escolar, sino que surgen espontáneamente por necesidades o situaciones de un momento dado, ora por la iniciativa del profesor, ora por la del estudiante o la familia en pos del desarrollo individual y colectivo, las que pueden tener un carácter educativo, instructivo, recreativo o espiritual. Siendo su máxima expresión la recreación sana, recuperativa y enriquecedora desde el punto de vista cognitivo, afectivo, educativo y social de los estudiantes.

    Por lo tanto, no vemos la actividad extracurricular como una mera diversión, sino como una oportunidad agradable, espontánea y diferente para contribuir positivamente a la educación de nuestros hijos.

    Una visita a un museo de ciencias o al teatro son actividades que aportan conocimientos, cultura y diversión; la organización de una acampada familiar, cuyo fin sea la toma de consciencia sobre la necesidad del cuidado del medio ambiente, despierta el amor por la naturaleza; los encuentros deportivos, las excursiones ocasionales y los cursos de verano organizados por los estudiantes y los profesores de la escuela, son ejemplos de actividades extracurriculares.

    Sería imperdonable que dejáramos de comentar la importancia que tiene una actividad extracurricular para que en un momento oportuno contribuya a enriquecer una clase curricular, lo que haremos a través de la siguiente experiencia: Estábamos explicándole a los estudiantes de la especialidad de taekwondo de la UCCFD “Manuel Fajardo” en La Habana, en qué consistía y cómo funcionaba el nuevo sistema de arbitraje electrónico, cuando nos llegó la información de que el fin de semana siguiente, el equipo nacional iba a hacer una competencia de exhibición con los petos electrónicos contra un equipo inglés, por lo que aprovechando esa oportunidad organizamos una visita al Coliseo de la Ciudad Deportiva de la Habana, donde los estudiantes pudieron disfrutar, observar y aclarar en vivo y con su profesor las dudas sobre esta novedad tecnológica. Esta actividad extracurricular que no estaba programada que no era habitual y que surgió espontáneamente por una idea, dada la oportunidad del momento, contribuyó en gran medida a la comprensión de los estudiantes sobre un tema curricular.

    Una vez expuesta nuestras consideraciones sobre la definición alternativa de actividad extracurricular y sus ejemplos, nos quedó entonces definir un concepto que de igual manera lo pudiéramos emplear en el marco pedagógico, pero para aquellas actividades que se imparten en las instituciones escolares después de los estudios curriculares, las cuales aunque son opcionales forman parte del paquete académico escolar regular que se oferta a los estudiantes.

Definición de Actividad de Extensión Escolar

    Son aquellas acciones intelectuales, docentes, deportivas, recreativas, lúdicas y otras que se realizan regularmente programadas fuera del plan de estudio curricular, pero dentro del ámbito escolar, cuyas finalidades son ampliar, incrementar y expandir el desarrollo cognoscitivo, afectivo, físico, educativo y social de los estudiantes durante el tiempo libre escolar que brinda la escuela. Las actividades extensionistas escolares aunque no son parte del plan de estudio curricular, forman parte del paquete escolar que oferta la escuela, la cual garantiza con sus profesores el proceso y los medios necesarios para su realización.

    Las actividades extensionistas escolares deben responder tanto a las necesidades individuales y colectivas de los estudiantes como y sobre todo a las misiones educativas de la escuela en su relación psico-social con la realidad que promueve y construye, por lo que deben estar bajo la supervisión pedagógica de la institución escolar.

Conclusiones

    La actividad extensionista escolar tiene sus propias características y modos de actuación pedagógica que con el tiempo y su desarrollo va a crear su propio fundamento didáctico, el cual no será muy diferente a las actividades curriculares, pero si tendrá concepciones pedagógicas muy específicas de su actividad y control; de hecho ya existen publicaciones que destacan la importancia de la actividad productiva durante el tiempo libre, algunas de ellas citadas en este trabajo, que aunque no son suficientes ya comienzan a llamar la atención de los especialistas.

    No tenemos la menor duda que la actividad de extensión escolar, más temprano que tarde se le reconocerá el verdadero valor profesional y pedagógico que tiene para la escuela y la sociedad.

    “Los profesores postcurriculares no somos menos, somos más”.

Bibliografía

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 21 · N° 216 | Buenos Aires, Mayo de 2016  
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