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El entrenador y su papel en la preparación

psicológica: en busca de un enfoque

The coach and his role in the psychological preparation: looking for an approach

 

*Psicólogo. Instituto de Medicina del Deporte

**Psicóloga. Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte ‘Manuel Fajardo’

(Cuba)

Dr.C. René Barrios Duarte*

Dr.C. Liliana María del Monte del Monte**

rebarriosdu@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          El propósito del artículo es profundizar en la labor del entrenador y su importante papel en la preparación psicológica. Se aprecia que estos profesionales no han sido suficientemente capacitados para dirigir este tipo de preparación ni para enfrentar los problemas que se presentan durante la misma, ya sean vinculados a las exigencias de la propia actividad o provenientes de las características de los deportistas, de ahí que se asuma como criterio la necesidad de elevar su capacitación para que puedan accionar con mayor autonomía, capacidad crítica y adecuados recursos de enfrentamiento a dichas problemáticas. Se consideró pertinente definir un enfoque capaz de guiar los esfuerzos del entrenador y profundizar en las acciones de naturaleza psicológica que les resulta posible realizar. En su indagación al respecto, los autores han partido de conocimientos provenientes de la Psicología del Deporte, de investigaciones y experiencias en la asistencia psicológica a entrenadores y deportistas en contextos infantiles, juveniles y adultos en Cuba, México, Ecuador y Venezuela, donde han trabajado con fines de perfeccionamiento deportivo y/o alta competición.

          Palabras clave: Psicología del deporte. Preparación psicológica. Capacitación de entrenadores.

 

Abstract

          The purpose of the article is to deepen in the trainer's work and its important paper in the psychological preparation. It is appreciated that these professionals have not been sufficiently qualified to direct this preparation type, neither to face the problems that are presented during the same one, be already linked to the demands of the own activity or those coming from the characteristics of the sportsmen, with the result that it is assumed as approach the necessity to elevate the training from the psychological point of view, so that they can work with more autonomy, capacity critical and appropriate confrontation resources to this problems. It was considered pertinent to define a focus able to guide their efforts and to deepen in the actions of psychological nature that they find possible to carry out. In their inquiry in this respect, the authors have left of knowledge coming from the Psychology of the Sport, of investigations and experiences in the psychological attendance to trainers and sportsmen in infantile, juvenile contexts and adults in Cuba, Mexico, Ecuador and Venezuela, where they have worked the sport with ends of improvement and/or high competition.

          Keywords: Sport psychology. Psychological preparation. Training of coach.

 

Recepción: 06/03/2016 - Aceptación: 22/04/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 21 - Nº 216 - Mayo de 2016. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La Psicología disfruta de un reconocido papel dentro de las ciencias aplicadas al deporte. Las funciones del psicólogo especializado resultan conocidas y se aprecia su contribución en la preparación de los deportistas, sobre todo de aquellos que pertenecen a la pirámide del alto rendimiento. Como profesionales, están encargados de la evaluación e intervención psicológicas, sin embargo, sus servicios solo se prestan en determinadas instituciones y no se encuentran al alcance de la mayoría de los entrenadores, de quienes sin embargo se reconoce el importante papel que desempeñan en la preparación psicológica a cualquier nivel.

    En el contexto latinoamericano se ha constatado que los entrenadores no han recibido conocimientos o desarrollado habilidades suficientes para dirigir la preparación psicológica y enfrentar los problemas de esta índole que se presentan durante la práctica deportiva - ya sean derivados de las demandas de la propia actividad o de las características de los practicantes en su adecuación a la misma - por lo tanto, no se encuentran suficientemente preparados para desempeñar con eficacia su papel.

    Asumimos como criterio la necesidad de elevar la formación psicológica de los entrenadores, profundizando en conocimientos y habilidades que les permitan accionar con mayor autonomía y capacidad crítica, tomar en cuenta las necesidades y características de los practicantes, potenciar sus fortalezas, generar bienestar y aprovechar la práctica del deporte como fuente de desarrollo personal, incluyendo valores, lo cual constituye una necesidad, pues nos encontramos en un momento histórico-social donde el deporte adquiere cada vez un papel más relevante en la vida de los ciudadanos como instrumento de educación, salud y recreación, y donde también se aprecian influencias negativas derivadas de la profesionalización, mercantilización y manipulación mediática de que es objeto.

    Asumir este punto de vista no contradice la necesidad de intervención psicológica especializada, pues se parte del criterio de que una mayor concientización de las problemáticas psicológicas por parte de los entrenadores determinarán, por el contrario, mayores demandas de dichos servicios. Para la instrumentación de los criterios en torno al papel del entrenador en la preparación psicológica se requiere definir y argumentar un enfoque capaz de guiar sus esfuerzos, profundizar en el conocimiento de las funciones de naturaleza psicológica que puede cumplir y determinar los métodos que puede emplear. De este modo se podrían proponer los objetivos básicos, los contenidos y los métodos de los cursos de formación y/o actualización, por supuesto tomando en consideración las características específicas del contexto social al cual respondan.

    Para el presente artículo - que pretende abordar el problema desde la óptica de psicólogos vinculados de manera cotidiana con entrenadores deportivos - se ha partido de los conocimientos desarrollados por la Psicología del Deporte, de investigaciones y de experiencias propias en la asistencia psicológica a entrenadores y deportistas que se desempeñan con propósitos de perfeccionamiento y/o alta competición en contextos infantiles, juveniles y adultos en Cuba, México, Ecuador y Venezuela.

Algunas precisiones conceptuales.

    ¿De qué se ocupa la Psicología del Deporte?

    Cuando se aborda el término Psicología del Deporte, también se hace referencia al ejercicio en sus diversas manifestaciones. Ella asume como objetos de estudio básicos, de un lado, el conocimiento de las características de la actividad, y de otro, las características de la persona o grupo que la practica (García Ucha, 1997; Weinberg y Gould, 1996; Rudik, 1988; Puni, 1970) y por supuesto, la interrelación entre ambos componentes. Reconocidas instituciones como la Federación Europea de Psicología del Deporte enfatizan que el foco de interés psicológico en este campo puede hallarse en las dimensiones afectiva, cognitiva, motivacional o sensorio-motora. Para la División de Psicología del Ejercicio y el Deporte de la Asociación Americana de Psicología (APA), los profesionales de esta ciencia se interesan en dos objetivos principales: ayudar a utilizar principios psicológicos para mejorar el rendimiento, y comprender cómo la participación en el deporte y el ejercicio influencian el desarrollo psicológico del individuo, su salud y bienestar. De acuerdo con estas definiciones, resulta de interés psicológico no solo conocer cómo el practicante aprende y perfecciona los hábitos y habilidades motoras, sino también cómo percibe y enfrenta las exigencias que le plantea practicar la actividad.

    ¿Qué se entiende por preparación psicológica?

    A la preparación psicológica se le denomina de diferentes formas. Dosil (2004) le llama entrenamiento mental y consiste -según su definición- en dotar a los deportistas de una serie de estrategias psicológicas para que adquieran la habilidad de poder enfrentarse a los entrenamientos y las competiciones de la mejor forma posible, es decir, es un trabajo específico para aumentar el rendimiento y el bienestar del deportista o cualquier persona del contexto del deporte. Gould (2009) le denomina preparación mental y la define como las estrategias cognitivas, emocionales y conductuales que emplean los deportistas y equipos para alcanzar un estado ideal de ejecución que se relaciona con estados psicológicos óptimos y alto rendimiento en la competición o la práctica. Para Rudik, psicólogo ruso y uno de los padres de esta ciencia, la preparación psicológica es el desarrollo del conjunto de cualidades y propiedades psíquicas del deportista de las que depende la realización perfecta y confiable de la actividad deportiva en las condiciones extremas de los entrenamientos y las competencias.

    Las definiciones apuntadas plantean como denominador común el desarrollo de un conjunto de acciones que tienen como propósito influenciar el estado psicológico y/o desarrollar conocimientos y habilidades en el practicante para que enfrente con eficacia las demandas y obtenga satisfacción o beneficios, de acuerdo a los fines que se persigan con la práctica de la actividad física.

    La preparación psicológica ocupa un lugar junto al resto de las preparaciones que conforman el proceso pedagógico en el deporte: física, técnica, táctica. Tiene la particularidad de realizarse simultáneamente con cada una de ellas, por lo tanto mantiene una indisoluble relación con las mismas. Pero a su vez presenta sus propias particularidades y una relativa autonomía, que viene dada por la influencia de otros factores sociopsicológicos, incluso ajenos a la propia preparación, pero vinculados al ser humano que constituye el deportista y al entorno social donde se desenvuelve.

    ¿Cuál es el papel del entrenador en la preparación psicológica?

    Los entrenadores, a través del desempeño de su labor pedagógica en el deporte, a nuestro juicio cumplen también las siguientes funciones de preparación psicológica:

  1. Fomentar un clima psicológico, que debe ser positivo, dentro y fuera de la sesión de entrenamiento y competición, capaz de estimular el interés por la actividad, obtener satisfacción y propiciar el desarrollo de las potencialidades del deportista.

  2. Preparar al deportista para enfrentar las diferentes contingencias que genera el entrenamiento y la competición, sobre todo cuando se practica con fines de perfeccionamiento y /o alta competición.

  3. Contribuir al incremento de la motivación a través de su labor como consejero en metas de aprendizaje y rendimiento, conduciendo a los deportistas hacia el logro de sus aspiraciones.

  4. Influenciar sobre la autoconfianza y la regulación emocional durante la ejecución de las tareas de entrenamiento y competición.

  5. Fomentar valores y vivencias positivas en los deportistas.

    El entrenador establece estrechas relaciones con los deportistas y puede alcanzar una apreciable capacidad de influencia profesional y personal sobre los mismos. Conscientes del papel que desempeñan, derivamos la necesidad de aprovecharlo y potenciarlo. El entrenador debe enfrentar su responsabilidad de máximo responsable de la preparación deportiva, incluida la preparación psicológica, de manera consciente, positiva y con conocimientos suficientes, ya que también con frecuencia se aprecian actitudes y comportamientos que generan climas psicológicos e influencias desfavorables, debidos entre otras causas a un inadecuado manejo de la comunicación o de los recursos para estimular la motivación, la regulación emocional o la confianza en sí mismos.

    La labor de preparación psicológica, según el criterio de diferentes autores, posee tres niveles:

  • El primer nivel es de solución de problemas. Pueden ser conflictos, interferencias desfavorables de la familia, pérdida de interés por la actividad, ausencias reiteradas, abandono, percepciones y enfrentamientos inadecuados de las tareas y demandas correspondientes a las diferentes etapas del proceso de preparación, prejuicios y otras.

  • El segundo nivel es de entrenamiento mental básico, el cual incluye estrategias para rendir mejor, cómo regular las emociones, visualizar acciones, concentrarse y otras.

  • El tercer nivel es de entrenamiento especializado en habilidades psicológicas.

    Consideramos que el trabajo de preparación psicológica que desempeñan los entrenadores se desenvuelve esencialmente en el primero y segundo nivel. La preparación para enfrentar potenciales dificultades se realiza a través del modelado de condiciones de competición, en las cuales también debe prestar atención a las habilidades de manejo emocional ante situaciones imprevistas, errores, fracasos, fatiga y otras condiciones adversas. Ante ellas se valora la conveniencia de que el entrenador pueda recibir la orientación de un especialista, pues resulta pertinente esclarecer que esta tarea presenta complejidades dadas por la diversidad de propósitos de actividades y practicantes, condicionantes de edad, sexo y características de personalidad, las cuales necesitan la individualización de los enfoques y procedimientos a emplear. De ahí la necesidad de elevar tanto la capacitación del entrenador como la conveniencia de una orientación especializada. En el tercer nivel, su ejecución sin dudas pertenece a especialistas en el campo de la psicología del deporte.

La búsqueda de un enfoque para la labor de preparación psicológica

    En el mundo occidental, los pioneros de la Psicología del Deporte fueron psicólogos académicos provenientes de la educación o la clínica, entre los cuales predominó la tendencia a adoptar y aplicar teorías desarrolladas en dichos contextos. En la antigua Unión Soviética, que contribuyó de manera decisiva en el desarrollo de esta ciencia, sus cultivadores provenían en su mayoría del campo pedagógico en el deporte, enfoque que resultó predominante. En la actualidad, los conocimientos que se aplican en el deporte pertenecen a diversas ramas de la psicología, con un alto nivel de adecuación al contexto deportivo.

    Un problema esencial, más allá del aprendizaje y/o perfeccionamiento de hábitos y habilidades motoras es la atención al ser humano que constituye el deportista, por lo cual resulta imprescindible conocer sus necesidades y aspiraciones, sus temores, sus dudas, sus preocupaciones; descubrir sus fortalezas no solo deportivas, sino como ser humano y tomar en cuenta sus vivencias. Ante este conocimiento, se debe prestar atención pedagógica y humana acorde a las características individuales, grupales y sociodemográficas. Abordar lo psicológico en el deporte es comprender y saber aprovechar la subjetividad y la individualidad de los deportistas, estimular su participación activa y favorecer el desarrollo de sus potencialidades.

    Este enfoque centrado en el ser humano resulta válido en cualquier modalidad de actividad, ya sea con fines de educación, salud, recreación, perfeccionamiento o alta competición, incluso cuando otros propósitos constituyan el lado más visible de dicha práctica. En torno a dicha concepción centrada en el ser humano, se pueden emplear métodos y procedimientos provenientes de diferentes concepciones psicológicas de probada adecuación. Pueden ser aportes de naturaleza conductista como las teorías de reforzamiento conductual; cognitivo-conductuales como los automandatos y el establecimiento de metas; o del enfoque histórico-cultural como la zona de desarrollo próximo, es decir, ayudar a alcanzar el escalón de desarrollo situado más adelante, la concientización de dificultades y fortalezas o el fomento de la participación activa del deportista en su propio desarrollo. La aplicación de un enfoque centrado en el ser humano supone que el entrenador asuma de manera consciente su papel de preparador psicológico.

Precisiones de carácter metodológico en la labor del entrenador como preparador psicológico.

    ¿Qué principios debe tener en cuenta el entrenador en su papel de preparador psicológico?

  1. El establecimiento de una estrecha comunicación entrenador-deportista, basada en principios de respeto, empatía y sinceridad.

  2. Considerar al deportista como persona integral, en términos de su identidad como persona y no solo desde la óptica de su actividad en el deporte.

  3. Tomar en cuenta sus vivencias. Concebir que poseen necesidades y experiencias que es necesario aprovechar para potenciar el perfeccionamiento y el rendimiento.

  4. Reconocer y estimular todo comportamiento que marche en dirección de la persistencia, el enfrentamiento a las dificultades y el mejoramiento de índices vinculados no solo a la aptitud física o técnico-táctica, sino también de la confianza en sí mismos, la regulación emocional, el disfrute de la actividad u otros que constituyan expresión de crecimiento humano.

  5. No enjuiciar. Si determinados comportamientos necesitan modificación, invitar a la reflexión, hacerlo con respeto, en la forma, momento y lugar apropiados, movilizando su participación activa en el proceso de modificación conductual.

  6. Un principio inviolable es la confidencialidad de la información personal que se obtiene a través de la comunicación con el deportista, la familia o la utilización de cuestionarios, entrevistas u otros instrumentos.

    ¿Qué habilidades psicológicas debe desarrollar el entrenador en sus deportistas?

    Se puede necesitar el desarrollo de numerosas habilidades, dadas entre otros factores por el tipo de deporte, la etapa de desarrollo en que se encuentra, la etapa de preparación y las características de los deportistas. De manera general se podrían considerar como imprescindibles:

  • Ser capaz de establecerse objetivos a largo, mediano y corto plazo.

  • Mantener actitudes mentales positivas ante cada etapa de desarrollo o dificultad en el proceso de preparación.

  • Saber autorregularse en entrenamientos y en competición.

  • Mantener la confianza en sí mismo en todo momento.

  • Encontrar soluciones para cada tarea que se plantee.

  • Saber plantearse autoafirmaciones, autoinstrucciones y autorrefuerzos.

  • Saber mantener la concentración y cómo recuperarla.

  • Representarse mentalmente sus acciones, metas, emociones.

    ¿Qué métodos psicológicos pueden emplear los entrenadores?

    La Psicología del Deporte se caracteriza por un pluralismo metodológico (Lavallee, 2004) que incluye un amplio rango de recursos para evaluar, interpretar y modificar la conducta humana. Pueden citarse la observación sistemática, métodos experimentales (laboratorio, naturales o de terreno), métodos no experimentales (investigación de archivo, estudio de casos, entrevistas, encuestas, test, análisis de resultados de la actividad) y métodos estadísticos.

    De acuerdo al objetivo que nos proponemos, para el entrenador resulta imprescindible utilizar como método el pensamiento crítico, de modo que lo ayude a plantearse interrogantes ante cada observación del comportamiento, la valoración del sujeto o los resultados de la actividad. El análisis debe permitirle definir las causas y delimitar cuales resultan de naturaleza objetiva y/o subjetiva, pertenecientes al medio, al entrenador o al propio deportista. Debe permitirle también que los problemas sean convertidos en interrogantes generadoras de nuevos modos de enfrentamiento, luego transmitidos al deportista con el fin de motivar su reflexión. El entrenador, mediante el análisis, debe también percatarse cuándo debe escuchar y no opinar. Ha de tener también la precaución de triangular la información de un problema, es decir, confrontar sus análisis con otras fuentes, ya sea consultando bibliografía, consultando con los propios deportistas, con los familiares, colegas o especialistas de acuerdo a la naturaleza de la problemática.

    En la labor de transformación de la realidad existente, el entrenador puede emplear una variedad de métodos y técnicas en dependencia de la naturaleza de los problemas, características de los deportistas y habilidades para su aplicación:

  • La conversación respetuosa, sincera y participativa con deportistas y familiares.

  • La charla instructiva individual o grupal.

  • El modelado o simulación de situaciones que favorezcan la concientización o desarrollen habilidades en el manejo de las contingencias.

  • La retroalimentación y el reforzamiento de conductas deseadas.

  • El planteamiento de metas alcanzables a corto plazo.

  • La sugerencia de auto-instrucciones o auto-mandatos.

  • Orientaciones que favorezcan la regulación emocional.

  • Orientaciones que favorezcan la autoestima y la confianza en sí mismos.

  • Orientaciones que favorezcan la concentración y la representación mental de acciones motoras.

    ¿Cuáles son las condiciones básicas para el desempeño de la labor de preparación psicológica por parte del entrenador?

    Para realizar la labor de preparación psicológica se requieren tres condiciones básicas: conocimientos técnicos y organizativos del deporte, conocimiento de las exigencias psicológicas del deporte y conocimiento de las características y factores psicológicos que influencian el comportamiento del deportista.

    En las dos primeras condiciones el entrenador cuenta con los conocimientos o puede acceder a ellos. En la tercera condición es necesario no solo observar sino también profundizar con la ayuda de instrumentos de diagnóstico, lo cual requiere la participación de un profesional de la Psicología.

    Pero el entrenador necesita y puede acceder a un mínimo de información perteneciente a la tercera condición dada su permanente vinculación con el deportista y el conocimiento del desempeño que va alcanzando éste. Para ello debe desarrollar la capacidad de observación y de análisis. De manera imprescindible necesita conocer: los objetivos que persigue el deportista; las características sociodemográficas (edad, nivel cultural, nivel socioeconómico, características del medio familiar); aspectos sobresalientes de su historia académica, personal, familiar y deportiva.

    A partir del conocimiento anterior es posible construir las acciones de intervención. Todo ello ha de constituir parte del proceso pedagógico que dirige el entrenador.

Conclusiones

    El trabajo ha perseguido como propósito profundizar en la función de preparación psicológica que realiza el entrenador. Se ha valorado que existen insuficiencias en el conocimiento y el desarrollo de habilidades para enfrentar con eficacia los problemas psicológicos derivados de la propia actividad o de las características de los deportistas.

    Además se ha determinado la necesidad de definir una postura al respecto y se ha planteado que lo más importante es la atención al ser humano, es decir, asumiendo una postura centrada en el ser humano.

    A manera de conclusión nos planteamos la siguiente interrogante: ¿Qué objetivos debería proponerse un programa de formación o perfeccionamiento de los profesionales de la cultura física en lo referente a su dimensión psicológica? La respuesta la sintetizamos en cuatro direcciones:

  1. Profundizar en conocimientos y habilidades psicológicas básicas para el manejo de la comunicación, la motivación, la regulación emocional, la autoconfianza, el reforzamiento y la modificación conductual, la educación de cualidades volitivas y el manejo de la dinámica grupal, las cuales resultan de mucha importancia en la labor de preparación psicológica.

  2. Profundizar en las problemáticas psicológicas que con mayor frecuencia se presentan en la práctica de las actividades físicas, sus causas y posibles modos de enfrentamiento.

  3. Contribuir al desarrollo de un profesional capaz de valorar y aprovechar de manera crítica las corrientes de pensamiento y aportes psicológicos existentes a nivel mundial y latinoamericano, de acuerdo a las necesidades y características del contexto social y de la actividad en que se desenvuelve.

  4. Incentivar el interés investigativo hacia la problemática psicológica en el contexto universitario de la formación de especialistas de la cultura física y el deporte.

    Encontrar respuestas efectivas para la problemática del papel del entrenador como preparador psicológico transita por el cultivo de una actitud crítica y de búsqueda no solo teórica, sino también empírica en la labor diaria del profesional de la cultura física.

Bibliografía

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 21 · N° 216 | Buenos Aires, Mayo de 2016  
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