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Desarrollo del autoconcepto desde el área de Educación Física

Development of self-concept from the area of Physical Education

 

Diplomado en Magisterio: especialidad Educación Física

Máster de Innovación e Investigación en la Educación Primaria

Graduado en Educación Primaria

Guillermo Garcerán García

guillegarcerangarcia@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          En la sociedad actual, el empeño por ofrecer una imagen externa favorable para el resto lleva a nuestros escolares a la formación de una imagen interna, subjetiva que conlleva problemas de autoestima y desfiguran su propio autoconcepto. Es importante, por tanto, educar en el desarrollo personal positivo desde el contexto escolar. La Educación física contribuye de modo directo, puesto que, la imagen corporal, la actividad física y la salud y el desarrollo positivo del autoconcepto se erigen como pilares básicos de nuestra materia.

          Palabras clave: Autoconcepto. Autoestima. Educación Primaria. Educación Física.

 

Abstract

          In today's society, the effort to provide a favorable external image for the rest of our school leads to the formation of a subjective internal image, self-esteem issues involved and disfigure their own self-concept. It is important, therefore, to educate in personal positive development from the school context. Physical education contributes directly, since, body image, physical activity and health and positive development self-concept stand as pillars of our stuff.

          Keywords: Self-concept. Self-esteem. Primary Education. Physical Education.

 

Recepción: 16/03/2016 - Aceptación: 07/05/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 21 - Nº 216 - Mayo de 2016. http://www.efdeportes.com/

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¿Qué entendemos por autoconcepto?

    Entendemos por autoconcepto la imagen privada e interna que cada individuo percibe sobre sí mismo a partir de sus experiencias propias y sus relaciones o imágenes que se derivan en el seno de la sociedad en la que vive.

    En este sentido, cuando hablamos de autoconcepto estamos considerando la construcción significativa e interna que es puramente subjetiva y que, por tanto, se puede proyectar a través de la conducta o modos de significar comportamientos externos.

    El autoconcepto no se ha concebir como una realidad estática, sino que, como decimos, es susceptible de sufrir variabilidad en el tiempo y en el espacio. El dinamismo en el constructo viene ligado a factores en ocasiones extra-personales, de la realidad externa o a factores propiamente personales, es decir, a la sucesión de experiencias vividas por el individuo.

    Dicho lo anterior, el lazo de unión entre la autoestima y el autoconcepto resulta evidente, puesto que está ampliamente comprobado que si la valoración hacia uno mismo se efectúa en términos positivos, el concepto personal propio que un individuo construye será favorable de igual modo.

¿Por qué el autoconcepto?

    El autoconcepto del individuo desde la Educación Física contribuye al desarrollo de la identidad personal de los alumnos y al logro, más concretamente, de una imagen positiva de sí mismo teniendo en cuenta la imagen corporal y desarrollo de un sentimiento de autoestima.

    La identidad personal se construye partiendo de las propias experiencias y de la interiorización que hacemos de las valoraciones de personas significativas, siendo el medio escolar un ámbito que influye eficazmente y que la propia persona va construyendo de forma progresiva.

    Resulta interesante el hecho de que los contenidos de esta línea deban aparecer en la formulación de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación de todas las asignaturas, siendo responsabilidad de todos que el alumno forme una identidad propia que tanta influencia va a tener en diferentes ámbitos de la vida cotidiana.

    Dentro de la etapa educativa de Educación Primaria, ya que los alumnos se encuentran en unas edades en las que están construyendo la autoestima y el concepto de imagen corporal, y dependiendo también de sus relaciones socio-afectivas que mantienen con su entorno, la autoestima puede tener carga negativa o positiva para el individuo. Por esta razón no podemos olvidarnos de trabajar este tema en la escuela, considerada la misma como el segundo ámbito después de la familia, en la que los alumnos están experimentando frecuentes relaciones interpersonales con los demás.

¿Por qué es importante el autoconcepto?

    La importancia del autoconcepto queda ampliamente justificada si tenemos en cuenta que se convierte en factor de suma importancia para el desarrollo de la personalidad del individuo, estando asociado con el correcto desarrollo de las funciones personales y sociales (Goñi y Zulaica, 2000; Esnaola, Goñi y Madariaga, 2008). Además, se considera que el autoconcepto supone un fuerte condicionamiento en el comportamiento conductual ya que aquellos que se sienten más competentes suelen actuar con una determinación mayor en la realización de las tareas (Oñate, 1989, citado por Reigal, Videra, Martín y Juárez, 2013).

    A la hora de concretar una definición, podemos afirmar que se han ido estableciendo diversas definiciones que quedan en torno a dos consideraciones fundamentales: el autoconcepto abarcando múltiples dimensiones o una sola. Si tenemos en cuenta las primeras aproximaciones hacia la definición de la naturaleza del autoconcepto, Harter (1999) citado por Guillén y Ramírez (2011) lo entiende como a las diferentes formas de percepción que tiene el individuo sobre sí mismo. Matizando la aportación anterior, Esnaola (2007), señala que este constructo hace referencia al conjunto de percepciones que una persona tiene de sí misma, generándose a partir de la experiencia y las interpretaciones que se hacen del contexto ambiental.

    Por tanto, a lo largo del tiempo se ha pasado de considerar el autoconcepto como un constructo de naturaleza unidimensional a considerarlo como un constructo cuya naturaleza es multidimimensional y jerárquica. En los años sesenta, la naturaleza que se atribuía al autoconcepto era unidimensional, es decir, era considerado un constructo unitario sugiriendo la existencia de un solo factor global formado por múltiples áreas asociadas a la experiencia, así en instrumentos como el Coopersmith Self-Esteem Inventory de Coopersmith (1967) citado por Guillén y Ramírez (2011) o el Rosenberg Sefl-esteem Scale de Rosenberg (1965) citado por Guillén y Ramírez (2011) en los que se recoge esa única dimensión.

    Sin embargo, es a finales de la década de los sesenta, tras las aportaciones de Shavelson, Hubner y Stanton (1976) citados por Guillen y Ramírez (2011), cuando los modelos multidimensionales comienzan a predominar sugiriendo la diversidad en las dimensiones del autoconcepto, de manera que, las mismas pueden estar referidas a los contextos familiares, sociales, emocionales, físicos o académicos del sujeto.

    Así, Rosenberg (1979) citado por García Cantó y García López (2011), entiende el autoconcepto como todas aquellas imágenes, pensamientos y sentimientos que un individuo percibe de sí mismo. Estos pensamientos permiten la diferenciación de los dos aspectos fundamentales: cognitivos y evaluativos.

    Las afirmaciones precedentes, nos llevan a establecer que el origen del autoconcepto está en la relación del concepto de uno mismo y la concepción que posee el resto de nosotros. En este sentido, nuestro autoconcepto se forma estableciendo como base nuestra imagen pero, también, a través de lo que la imagen que los otros construyen sobre nosotros, donde se hace importante al compararnos con otras personas. Esto explica que la auto-imagen de un alumno se pueda modificar con el cambio en el entorno sociofamiliar o escolar, de ahí la importancia de trabajarlo a estas edades.

    En íntima relación con lo anterior, el autoconcepto físico se ha ido relacionando con múltiples variables como las socioculturales (Ruiz de Azúa, Rodríguez y Goñi, 2005), práctica de actividad física (Moreno, Cervelló y Moreno, 2007), problemas asociados a la coordinación motriz (Ruiz, Mata y Moreno, 2008), o relacionados con la imagen del propio cuerpo (Esnaola, 2007) entre otras.

    Por otra parte, son muchos los autores que convergen en destacar la dimensión física como una de las más relevantes en la configuración del autoconcepto general (Fernández, Contreras, García y González, 2010). De esta manera, de acuerdo con Alvariñas y González (2004) partimos de la base de que la percepción de competencia personal se ve mejorada al tener un buen autoconcepto físico, lo que afecta de manera directa al incremento del sentimiento de satisfacción.

Presencia en el currículo

    La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa hace continuas referencias al desarrollo integral del individuo aludiendo a la configuración del autoconcepto, la autoestima y la personalidad:

    “La Educación Primaria es una etapa educativa determinante por cuanto se construyen en ella las bases del pleno desarrollo de la personalidad, así como el conjunto de conocimientos, recursos y herramientas de aprendizaje que capacitan a los alumnos para cumplir con éxito sus objetivos. Solo un sistema educativo de calidad, inclusivo, integrador y exigente, garantiza la igualdad de oportunidades y hace efectiva la posibilidad de que cada alumno o alumna desarrolle el máximo de sus potencialidades”.

    Esta misma Ley, menciona en su Capítulo XV el tratamiento de la personalidad en el ámbito educativo como contribuyente a la equidad:

    «b) La equidad, que garantice la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo de la personalidad a través de la educación”.

    También se alude a su importancia desde diferentes áreas y materias, así se sostiene:

    “El currículo del área de Valores Sociales y Cívicos se ha formulado con la pretensión de que cada alumno adquiera las competencias necesarias para construir un autoconcepto ajustado y una buena autoestima, para tomar iniciativas responsables y vivir con dignidad. Una vez elaborada su identidad personal, el niño es capaz de reconocer al otro y desarrollar la empatía, el respeto y la tolerancia de las otras personas, con lo que se propician las habilidades necesarias para relacionarse y actuar conforme a los derechos y deberes humanos fundamentales”.

    Además, se alude directamente al vínculo entre percepción subjetiva e interna y relación social o cívica:

    “En el momento que la persona es capaz de conocerse y aceptarse al mismo tiempo que comprende y respeta a los demás, está en condiciones de asumir la complejidad de la convivencia. Es entonces cuando se deben estimular actitudes que propicien la cooperación y la solidaridad de acuerdo con los valores, derechos y deberes de la Constitución española”.

    Por otra parte, en cuanto a las orientaciones metodológicas que sugieren a los docentes se alude directamente al fomento de la imagen positiva para la configuración de la personalidad de los escolares, así, en las orientaciones metodológicas de “Conocimiento aplicado” se indica:

    “Utilización de técnicas y estilos productivos, que generen un ambiente propicio para el desarrollo creativo y el espíritu emprendedor, para lo que es necesario un contexto que fomente la confianza, autoestima, etc. Otro punto a tener en cuenta, es procurar que las actividades y tareas planteadas no sean enfocadas a una respuesta única, sino abiertas”.

    Además de los anteriores, en cuanto a la tarea docente en la materia de Profundización en Lengua Castellana y Literatura se sostiene:

    “Utilización de técnicas y estilos productivos, que generen un ambiente propicio para el desarrollo creativo y el espíritu emprendedor, para lo que es necesario un contexto que fomente la confianza, autoestima, etc.

    Procurar que las actividades y tareas planteadas no sean enfocadas a una respuesta única, sino abiertas, fomentando el respeto a la diversidad de opinión de los alumnos.”

    Además, el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria, remarca la importancia de “garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas”.

    En su artículo 7, señala como uno de los objetivos de la Educación Primaria:

    “m) Desarrollar sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad y en sus relaciones con los demás”.

El autoconcepto y la autoestima desde el área de Educación Física

    El área de Educación Física tiene como elementos principales el cuerpo y el movimiento, los cuales se orientan hacia el desarrollo integral del individuo, de esta forma influyen en todos los ámbitos del alumno:

    A nivel cognitivo. Mediante la aceptación del propio cuerpo y las distintas realidades corporales que conforman el resto de compañeros de clase.

    Una buena imagen corporal será fundamental para prevenir enfermedades psíquicas relacionadas con el aspecto físico.

    A nivel afectivo. Mediante el intercambio comunicativo el alumno aprenderá de los demás y con los demás.

    Sentimientos como la empatía y la solidaridad mejorarán los niveles de autoestima entre iguales.

    A nivel motor. Mediante el desarrollo de la condición física.

    A nivel social. Mediante actividades cooperativas, donde la colaboración y la cooperación conformarán el lenguaje simbólico básico de nuestra propuesta de trabajo.

    Definitivamente, desde el área de Educación Física el tratamiento de la “Imagen y la Percepción” y la “actividad física y la salud” van a contribuir directamente al desarrollo de la imagen positiva o autoestima favorable, así como a la consecuencia derivada que supone unir el incremento de la confianza y la autonomía.

Nuestra propuesta de trabajo

    El desarrollo de esta propuesta está estructurado para llevarse a cabo durante el curso escolar, por tanto, la dividiremos en tres fases correspondientes a tres bloques diferentes. Posteriormente se llevará a cabo mediante un cronograma. En cada uno de los bloques se abordará lo siguiente.

Bloque 1: Desarrollo de la autonomía e independencia en tareas motrices.

Bloque 2: Trabajo de la autoestima y aceptación de la imagen corporal.

Bloque 3: Desarrollo de la condición física como medida para mejorar el autoconcepto.

Cronograma

Contenidos

Actividades

Recursos

Bloque 1

Autonomía e independencia en el desarrollo de la competencia motriz.

Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor

Desarrollando actividades que requieran la implicación motriz y la resolución de problemas de ámbito motor.

Materiales propios de las sesiones de motricidad.

Realizaremos un espacio virtual donde recogeremos todas las realidades corporales. Todas válidas.

Bloque 2

Concienciación del esquema corporal y reconocimiento de la imagen corporal, aceptación de las distintas realidades corporales.

En esta primera fase de la propuesta, se desarrollarán actividades que toman como referencia el cuerpo y la imagen corporal.

Los recursos necesarios consistirán en la proyección de videos de concienciación; y por otro lado el material propio del área que permitirá el trabajo de los contenidos.

Bloque 3

Desarrollo de la condición física.

Trabajo del autoconcepto.

Actividades que trabajen la actitud postural.

Actividades que desarrollen las habilidades motrices básicas

Actividades de reflexión.

Los recursos necesarios en estas actividades son:

- Humanos: el maestro. Los alumnos que realizarán una pequeña coevaluación.

- Objetos: balones, picas, cubos, conos, aros, colchonetas…

Conclusiones

    Creemos firmemente que como docentes tenemos la obligación de proporcionar a nuestro alumnado herramientas sociales y personales que favorezcan el desarrollo positivo de la personalidad de los escolares. Es, por tanto, fundamental formar a nuestros alumnos en la configuración de un autoconcepto apropiado encaminado a contribuir al incremento de la autoestima y la confianza.

    Además, si los escolares construyen una identidad basada en valores de desarrollo positivo obtendrán las raíces que serán cruciales para evitar la manipulación de factores externos arraigados en el seno de lo social. Esto conllevará a la formación de adultos críticos y capaces de ganar en autonomía en la toma de decisiones, adultos, por tanto, con capacidad de confiar en las decisiones tomadas desde la reflexión crítica y previa.

Bibliografía

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