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Evaluación electroencefalográfica a los futbolistas de 

la preselección nacional cubana categoría sub-20

Electroencephalographic evaluation of the player in the Cuban national preselection sub-20

 

*Doctor en Medicina

Especialista en Medicina General Integral (Medicina Familiar)

Profesor Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM)

Especialista en Medicina Deportiva (Médico Deportólogo)

**Decano de la facultad de Cultura Física

Universidad Central del Ecuador

Magister en Cultura Física y Deportologia

***Especialista de 1er grado en Fisiología Normal y Patológica (Neurofisiología)

Msc. Atención Integral a la mujer

(Cuba)

Dr. Raúl Herminio Chang Acosta*

raulhchanga1980@yahoo.es

Msc. Milton Fernando Rosero Duque**

Dra. Amparo Cruz Oñoz***

ferchoferos@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          La investigación se enfoca en la evaluación Electroencefalográfica de los Futbolista de la Preselección Nacional Cubana en la categoría sub-20 persigue determinar las alteraciones producidas en los atletas como resultado de los golpes repetidos en la cabeza.

          Palabras clave: Electroencefalográfica. Objetivo. Fútbol. Cabeceo.

 

Abstract

          The research focuses on electroencephalographic evaluation of Footballer of the Cuban National preselection in the sub-20 category pursues determine alterations in athletes as a result of repeated blows to the head.

          Keywords: Electroencephalographic. Target. Football. Pitching.

 

Recepción: 06/09/2015 - Aceptación: 24/10/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 210, Noviembre de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El fútbol es el deporte de equipo practicado por dos conjuntos de once jugadores con una pelota esférica.

    Su aceptación y masividad data del siglo VII cuando los japoneses tuvieron una forma de fútbol llamada kemari; según el sitio web “Profesores en Línea” al referirse a la Historia del Futbol, ya en el siglo XIV se disputaba en Florencia un juego llamado calcio (giuoco del calcio, ‘juego de la patada’), que se jugaba por equipos de 27 jugadores con seis árbitros. Este juego permitía usar tanto las manos como los pies.

    La literatura recoge información fidedigna que no es hasta el siglo XII que se encuentran evidencias de algún tipo de fútbol, al respecto se plantea que en la edad media se conocieron varios tipos de fútbol que tenía lugar entre fracciones o grupos rivales en villas y ciudades y también entre pueblos y parroquias (Sitio Web Profesores en Línea, s/f).

    En relación a la organización de este deporte el propio sitio apunta que en 1846 se realizó el primer intento de establecer un reglamento, promovido por Winton y Thring en la Universidad de Cambridge, estos llegaron a formular diez acuerdos conocidas como ‘las reglas de Cambridge’ y que Thring describió como juego sencillo.

    En Cuba las primeras manifestaciones del futbol datan del 1907, su aceptación resultó ser evidente dentro de la población al igual que su desarrollo, el cual se subordinó a las exigencias internacionales con el propósito de lograr su inserción en dicho contexto.

    Desde sus comienzos este juego hizo plantearse diversas interrogantes, una de estas se centra fundamentalmente en el nivel de impacto de la intensidad del juego y su incidencia en la dimensión corporal.

    Cabe destacar que los esquemas tácticos que se han venido potenciando como parte de la dinámica del juego a lo largo de los años, conllevan al empleo de acciones técnicas que implican la utilización de segmentos corporales como la cabeza para gestionar el gol. Sin desear desvirtuar el empleo de la técnica nos asiste la necesidad de posicionarnos al respecto en relación a las lesiones atribuida al empleo reiterado del golpeo del balón con la cabeza.

    En cuba resultan limitados los estudios en relación con las lesiones cerebrales atribuidas al cabeceo del balón. Al respecto resulta importante señalar que la configuración del cerebro no está concebida para ser expuesta a impactos externos de forma reiterada, pues conllevar de forma inevitable a la lesión del órgano; aunque es cierto que está protegido por el cráneo, ello no basta, pues cuando este es golpeado por una pelota de medio kilo a una velocidad de 120 km. por hora, pueden ocasionar lesiones cerebrales crónicas, cada golpe hace rebotar a la pelota lo que repercute en su delicada estructura, por las características del cabeceo los futbolistas no quedan al margen de este daño.

    En concordancia con lo expresado se corrobora que los daños se intensifican con el tiempo, generando lesiones importantes como los hematomas subdural, con presencia indistinta de síntomas de conmoción leve, como mareos, cefaleas, irritabilidad, cervicalgía, trastornos auditivos y de conductas.

    Se ha podido observar que mientras mayor es el nivel competitivo alcanzado por el jugador, mayor es el daño, desde esta perspectiva se ha demostrado que las lesiones histológicas del cerebro son semejantes a las de los boxeadores, en tal caso el cerebro de los pacientes afectados con demencia pugilística muestra ovillos neurofibrilares similares a los de la enfermedad de Alzheimer, pero en diferentes lugares en el cerebro.

    Otros hallazgos derivados de estudios brutos e histológicos declaran la presencia de hidrocefalia o la ampliación de los espacios llamados ventrículos del cerebro, lesión axonal difusa y lesiones del cerebelo, que pueden expresarse y cursar con una Encefalopatía Traumática Crónica (CTE).

    El fútbol contiene dentro de su arsenal técnico el cabeceo, este constituye un elemento muy empleado por su grado de efectividad, sin embargo, se presenta como contradicción, que por su uso reiterado ha llegado a ser catalogado como un factor de riesgo inherente a la conmoción cerebral, como resultado se deriva de la afección una encefalopatía traumática crónica tal y como se describe en la literatura consultada.

    La afección derivada del cabeceo ha llamado la atención de una gama importante de investigadores de gran prestigio, dentro de los que se destaca Matthews (1975) el cual realiza la primera descripción sobre las lesiones derivadas del empleo de la técnica del cabeceo, dentro de estas el autor destaca la presencia de migraña en el futbolista, en el contexto que describe el autor, esta se le atribuye al empelo de la pelota de cuero.

    Otro estudio importante en relación al tema y que constituye el soporte investigativo de muchos otros es el de Tysvaer et al. (1981) los que examinaron secuelas neurológicas y neurosicológicas en jugadores activos y retirados dirigiendo los estudios a deficiencias neurológicas en los jugadores de fútbol.

    El informe emitido recogida datos de importancia de 192 jugadores de la primera división de la liga profesional, donde el promedio de edad era de 25 años, con múltiples partidos profesionales, al considerar la internacional, de deciden centrar el estudio en solo 128 jugadores.

    Devela el informe que 77 tuvieron un examen neurológico completo, el 50% de ellos hicieron referencia a síntomas relacionados con el cabeceo, entre los que destacaron la desorientación, cefaleas y náuseas.

    Sin embargo el estudio declara que 7 jugadores sufrieron pérdida de la conciencia y 3 fueron hospitalizados como resultado del empleo reiterado de la técnica, es de destacar que los mecanismos de la lesión cerebral en este estudio no fueron informados, lo que a nuestra consideración constituye una limitación del estudio, ya que no nos permite hacer un diagnóstico definitivo, evidenciando y/o ilustrando la etiología, que demuestre o no, que el cabeceo constante del balón en los futbolistas, constituye un factor de riesgos para la aparición de lesiones cerebrales agudas y crónicas.

    Dada la fecha de publicación, la edad y experiencia de estos jugadores se debería asumir que la temporalización del estudio enmarca la época donde la retención de agua por la pelota se consideró un fuerte factor de impacto o un factor de riesgo cerebral.

    Otro estudio de incuestionable valía fue el desarrollado por Tysvaer (1991), el cual con el objetivo de constatar el nivel de riesgo cerebral que se genera del empleo de la técnica de cabeceo, evaluó a 37 exjugadores de la selección nacional de Noruega de forma individual a partir de la aplicación de una batería de test psicológicos. El examen neuropsicológico demostró déficit moderados a severos con respecto a la atención, concentración memoria y juicio en un 81 % de los jugadores. El autor concluye que puede indicar algún grado de lesión orgánica permanente probablemente como resultado de repetidos traumas al cabecear la pelota.

    En relación al tema objeto de análisis Jordan (1996) designó un estudio para determinar si encefalopatía crónica ocurría en jugadores activos y de elite en el fútbol como resultado de cabeceos repetitivos de la pelota. 20 jugadores del seleccionado nacional de fútbol con un promedio de 24.9 años de edad y 17,7 años de actividad completaron un cuestionario sobre síntomas de lesiones cerebrales y se les realizó una RNM de cerebro fueron comparados con 20 atletas de campo de elite. También se les preguntó sobre antecedentes de lesiones cerebrales agudas y el uso de alcohol.

    Los resultados no mostraron diferencias estadísticas significativas entre los dos grupos. Sí se encontró en los jugadores de fútbol mayor antecedentes de lesiones agudas. Los autores sugieren que cualquier evidencia de encefalopatía en los futbolistas se relaciona más con las lesiones agudas que con lesiones por traumatismos repetitivos.

    En el año 2009, la Universidad de Florida, partiendo de la hipótesis que el fútbol provoca discapacidad neurosicológica en jugadores experimentados y aún sin conocer si el riesgo estaba asociado a la conmoción cerebral o golpes sub conmociónales provocados por el cabeceo de la pelota o alguna combinación de ambos, para corroborar la hipótesis planteada aplicaron un test de rendimiento neurosicológico a un grupo de 32 jugadores de fútbol (26 universitarios y 6 profesionales) y a 29 nadadores (22 universitarios y 7 masters), todos con menos 4 años de actividad en su deporte.

    Todos los participantes tomaron test neurosicológicos que evaluaban velocidad motora, atención, concentración, tiempo de reacción y conceptos de pensamientos, como resultado se corroboró en el estudio, que la cantidad de años en la práctica del fútbol era directamente proporcional a la presencia de conmociones cerebrales, por tanto se infiere que los riesgos están asociados al empleo reiterado de la técnica a lo largo de la vida activa.

    Adrienne, Witol & Webbe (2003), realizaron un estudio que investigó la presencia de déficit neurosicológicos asociados a la acción de cabecear la pelota al jugar al fútbol. Una batería de test neuro cognoscitivos fueron realizados a 60 jugadores de fútbol de nivel amateur, profesional y de escuela secundaria y 12 participantes no jugadores como grupo de control. Examinaron los efectos de cabecear en la actualidad como la experiencia de cabecear a lo largo de sus vidas en los test efectuados.

    Los jugadores con la más alta acumulación de cabeceos en sus vidas tuvieron resultados más pobres en los test que evalúan atención, concentración, flexibilidad cognoscitiva y función intelectual general. En los jugadores que cabeceaban en la actualidad era menos predecible el nivel neurocognoscitivo.

    Al comparar los resultados individuales con normas apropiadas a cada edad revelaron mayor probabilidad de niveles clínicos de déficit los jugadores con mayor frecuencia de cabeceo en sus vidas.

    Otros de los antecedentes que justifican la pertinencia del estudio es la investigación realizada a 33 exjugadores de fútbol del seleccionado nacional de Noruega a quienes se les realizó una tomografía axial computada de cerebro con el propósito de evaluar la atrofia cerebral de forma visual y con mediciones lineares comparadas con material normal; como resultado se corrobora que un tercio de los jugadores presentaban atrofia cerebral central, se concluye que la probable causa se subordinaba a pequeñas lesiones por traumatismos repetitivos en la cabeza durante los partidos de fútbol, relacionados fundamentalmente con la técnica del cabeceo.

    Otros de los estudios que sobresale en relación con el estudio de la problemática es el Hospital Central de Rogaland de Noruega, cuando se decide incluir en el año 1992 a 69 futbolistas activos y 37 jugadores del equipo nacional noruego para un estudio neurológico y electroencefalográfico con el propósito de investigar la incidencia de las lesiones en la cabeza, causadas por cabecear el balón.

    Por su parte el Sitio Web “El espectador “ (s/f), describe en un artículo relacionado con el cerebro y sus cuidado en el Futbol el resultado de una investigación realizada al 3% de los jugadores activos y 30% de los jugadores del equipo adolecían de problemas permanentes tales como dolores de cabeza, mareos, irritabilidad, deficiencias en la memoria y dolores de cuello; el 35% de los jugadores activos y el 32% de los jugadores del equipo tenían electroencefalogramas desde ligeramente anormales a anormales, comparados con 13 y 11% del grupo control, respectivamente. Definitivamente había menor cantidad de cambios anormales en el electroencefalograma (EEG) (10% vs 27%) entre los que no cabeceaban el balón que entre los que sí lo hacían.

    Los jugadores del equipo Noruego también fueron objeto de una tomografía computarizada al cerebro, un examen neuropsicológico, y un examen radiológico de la región cervical. A un tercio de los jugadores se les encontró una atrofia central del cerebro y al 81% una discapacidad neuropsicológica de moderada a severa. El examen radiológico de la región cervical arrojó una incidencia y grado significativamente mayor de cambios degenerativos que en el grupo control.

    Al respecto concordamos con las investigaciones que consideran que el cabeceo intencional conlleva a la aparición de lesiones cerebrales crónica, situación problèmica que nos conduce a la necesidad de caracterizar mediante técnicas Neurofisiológicas a los Futbolistas de la preselección nacional Cubana Categoría sub 20, con el propósito de corroborar la presencia de alteraciones de la actividad eléctrica cerebral; dicho resultado permitió evaluar las alteraciones del electroencefalograma; sobre la base de los resultados se realizó un análisis correlacionar entre los resultados que se derivaron de las pruebas y la edad deportiva.

    Considerando los antecedentes antes expuesto. La presente investigación se basa en un estudio de campo, la cual se enfoca en la evaluación electroencefalográfica a Futbolista de la Preselección Nacional Cubana, categoría sub-20.

    Se parte de un estudio diagnóstico, para el cual fue necesario aplicar diferentes métodos y técnicas dentro de las que se encuentran, la entrevista, técnicas neurofisiológicas y exámenes neurológicos, al respecto la información recopilada sirvió de referente para los estudios de casos realizados, en los que se consideró como información preliminar los antecedentes patológicos personales y familiares de epilepsia, trastornos psiquiátricos y alteraciones del Sistema Nervioso, por otra parte fue necesario recopilar datos generales de cada atleta: edad cronológica, deportiva y posición en el juego como soporte básico para el estudio.

    Para inducir la idea de lo que persigue la investigación rresulta importante destacar que la neurofisiología es la parte de la fisiología que se dedica al estudio del sistema nervioso, constituye la ciencia biológica que estudia la dinámica de la actividad bioeléctrica del sistema nervioso.

    Entre sus técnicas más usadas encontramos el Electroencefalograma, que es el registro de la actividad eléctrica cerebral a través de electrodos colocados en la superficie del cuero cabelludo. Este tipo de registro se conoce en la actualidad como EEG convencional.

    Con la aparición de las computadoras y el avance de la cibernética, los registros que se realizaban a través de equipos analógicos y se inscribían en papel mediante plumillas conectados a un galvanómetro, hoy día se pueden realizar transformando esta señal continua en digital y analizarse en una pantalla o monitor, técnica que se conoce como EEG digital, que facilita el manejo y almacenamiento de la información, así como la diversidad de procedimientos y facilidades en el análisis de la señal, como cambios de la sensibilidad y el montaje, en un mismo período de tiempo de registro.

    Permite realizar un procedimiento conocido como EEG cuantitativo, que no es más que a través de la aplicación de procedimientos matemáticos y estadísticos, realizar un análisis de las frecuencias contenidas en esta señal y obtener mapas topográficos de las distribuciones de estas frecuencias Mapeo Cerebral, lo que nos permitirá un análisis más minucioso de la actividad electroencefalográfica.

    El EEG es el registro de la actividad eléctrica cerebral a través de electrodos colocados en la superficie del cuero cabelludo.

    Este tipo de registro se conoce en la actualidad como EEG convencional, el cual constituye un método no invasivo que ayuda a orientar sobre la localización de anormalidades estructurales cerebrales focales tales como traumatismos craneoencefálicos.

    Se realizó a todos un EEG convencional, para valorar las alteraciones provocadas por el efecto de los golpes del balón sobre la cabeza del jugador.

    La actividad electroencefalográfica se registró con un equipo, Modelo Medicid 5, de 19 canales, de fabricación nacional (Neuronic SA), siendo utilizados electrodos de superficie, para la recogida de la actividad eléctrica cerebral, y electrocardiograma (ECG).

    Las condiciones del registro electroencefalográfico fueron los siguientes: paciente en vigilia, con los ojos cerrados en reposo físico y mental, acostado con bajo nivel de intensidad luminosa, y de ruido ambiental y con una temperatura de aproximadamente 23 ºC.

    La recogida del EEG se realizó, con una ganancia de 10 00, el filtraje de la señal se realizó entre 0,5 y 50 Hz, con filtro “notch “para los 60 Hz, período de muestreo de 5 ms, nivel de ruido 2 mv RMS.

    La impedancia de la interfase electrodo-piel se obtuvo por debajo de los 10 kΩ. El electrodo de tierra se ubica en la frente al nivel de la línea media, tomando como referencia ambas mastoides cortocircuitadas, con montaje monopolar, con una duración total del registro que no sobrepasará de 30 minutos, obteniéndose los siguientes estados funcionales; Ojos Cerrados (OC), 10:00 minutos, Ojos Abiertos (OA) 4:00 minutos, Hiperventilación (HPV) 3:00 minutos, dividiéndola en primer minuto HPV1 (C), Recuperación (F) 2:00 minutos y Fotoestimulación (G) se sitúa el estroboscopio a 30 cms del punto cefalométrico que se localiza en el área facial y que corresponde a la unión del hueso frontal con los propios de la nariz, en la línea media (nasion), simétrico a los dos ojos se estimula con un protocolo de estimulación luminosa a flash en trenes de diferentes frecuencias (5,10,15,20,25 y 30 Hz de 10 seg de duración y 5 seg. entre trenes de frecuencias) y apertura de los ojos entre dichos trenes, terminando con 3 min de registro basal con OC.

    Análisis del EEG. Estimación de las fuentes de corriente (Bosch…) para RMN de Cerebro promedio.

    El análisis convencional por inspección visual del EEG se realizó utilizando montajes monopolares y bipolares (longitudinal y transverso) por parte de un especialista en Neurofisiología Clínica buscando alteraciones o variantes fisiológicas en la actividad eléctrica cerebral.

    Los rangos de frecuencias que utilizaremos para definir las bandas son:

    Se aplicaron estudios neurofisiológicos, consistentes en Electroencefalograma (EEG) de 19 canales en un equipo Fenix Medicid para determinar las alteraciones producidas en los atletas como resultado de los golpes repetidos en la cabeza.

    El EEG en su mayoría arrojó resultados normales, y en algunos casos signos de irritabilidad y sufrimiento cortical focal.

    Se estudiaron un total de 19 atletas pertenecientes a la Preselección Nacional Cubana de Fútbol Categoría Sub - 20. El valor promedio de edad cronológica fue de 18,5 años mientras que la edad deportiva tuvo una media de 8,6 años con desviación estándar de 2,6.

    A los 19 atletas se les realizó Electroencefalograma. El 63,2% resultó normal con 12 atletas. Llama la atención que en VII atletas (36,8%) el electroencefalograma estuvo alterado: en V atletas (26,3%) se encontró irritabilidad cortical focal, un atleta (5,3%) tuvo sufrimiento cortical focal y un atleta (5,3%) tuvo otras alteraciones dadas por signos de pobre maduración cerebral.

    Aunque existe un número significativo de futbolistas con resultados de electroencefalograma normales, el cabeceo del balón tal como indica la bibliografía revisada, ocasiona cambios anormales, que van desde un electroencefalograma ligeramente anormal, hasta un electroencefalograma muy anormal, estos resultados encontrados aunque difieren de los ya descritos por algunos autores podemos atribuirlos a la escasa muestra estudiada, solo 19 atletas de la preselección sub-20.

    Los resultados anormales encontrados, coinciden con los resultados descritos, signos de irritabilidad y sufrimiento cortical focal en su mayoría.

    Al relacionar la edad deportiva de los atletas con los resultados encontrados en el electroencefalograma, vemos que, aunque se encontraron diferencias evidentes en la edad deportiva entre los 12 atletas cuyo electroencefalograma resultó normal, con un promedio de 8,0 años ± 2,6 y los atletas con alteraciones electroencefalográficas, cuya edad deportiva fue 1,7 años más como promedio (9,7 ± 2,4 años); estos resultados no resultaron estadísticamente significativos, al igual que en los resultados del EEG, podemos atribuirlo a la escasa muestra estudiada, ya que la edad deportiva, es un elemento que puede llevar a producir daños de la actividad eléctrica cerebral, por el constante cabeceo del balón.

Conclusiones

    El EEG de los atletas de la Preselección Nacional Categoría Sub-20 estudiados, fueron en su mayoría normales, existiendo algunos resultados que arrojan signos de irritabilidad y sufrimiento cortical focal, pudiendo corroborar, aunque con una muestra pequeña de los atletas estudiados, que el empleo reiterado de la técnica de cabeceo sea identificado como un posible factor de riesgo para los atletas del futbol.

Bibliografía

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