efdeportes.com

Carlos Rivera Escobar: figura y leyenda del fútbol en Banes

Carlos Rivera Escobar: figure and legend of Banes’ soccer

 

*Profesor auxiliar. Máster en Ciencias en actividad física en la comunidad

Ingeniero bioquímico. Historiador del deporte

Miembro de la Asociación de base de la UNHIC de Banes

**Entrenador, narrador y comentarista deportivo

MSc. Liduvino Oscar Quiñones Ruiz*

Lic. Roger Alfredo Ballester Sánchez**

duby51@banes.hlg.sld.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          En Banes, como en muchas otras localidades de Cuba, el fútbol fue desplazado en la preferencia de los aficionados por el béisbol, por lo cual su práctica como deporte languideció y se extinguió. El reinicio de las prácticas del más universal de los deportes en Banes está estrechamente vinculado a la presencia en el término municipal del ciudadano guatemalteco Carlos Ernesto Rivera Escobar, a quién le correspondería .hacer renacer de nuevo lo que iniciaron y dejaron morir los emigrados españoles. El presente trabajo se propone contribuir al estudio de la biografía de este ciudadano extranjero por nacimiento, pero banense por adopción, que lideró esa obra de amor, en la cual tiene sus orígenes y su basamento el hecho de que el fútbol como deporte se haya convertido en un patrimonio intangible del municipio de Banes.

          Palabras clave: Historia. Deporte. Fútbol.

 

Abstract

          In Banes, like in many other towns of Cuba, the soccer was displaced in the preference of the fans by the baseball, reason why its practice as sport languished and it extinguished. The reboot of the practices of the most universal of the sports in Banes is closely tied to the presence in the municipal term of the Guatemalan citizen's: Carlos Ernesto Rivera Escobar, who correspond to reborn again those that the Spaniards emigrated beginning and them let to die. The present work intends to contribute to the study of this foreign citizen's for birth biography, but banense for adoption that led that work of love, in which has its origins and its basement the fact that the soccer like sport has become an intangible patrimony of the municipality of Banes.

          Keywords: History. Sport. Soccer.

 

Recepción: 23/02/2015 - Aceptación: 21/07/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 209, Octubre de 2015. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    Fueron los inmigrantes españoles y sus descendientes los que introdujeron en Banes la práctica del balompié y, como era de esperar, fueron también sus principales animadores y practicantes.

    En Banes, como en muchas otras localidades de Cuba, el fútbol fue desplazado en la preferencia de los aficionados por el béisbol, por lo cual su práctica como deporte languideció y se extinguió.

    El reinicio de las prácticas del más universal de los deportes en Banes está estrechamente vinculado a la presencia en el término municipal del ciudadano guatemalteco: Carlos Ernesto Rivera Escobar, a quién le correspondería .hacer renacer de nuevo lo que iniciaron y dejaron morir los emigrados españoles.

Foto 1. Carlos Rivera Escobar, a la derecha en la foto, junto al entrenador holguinero Bartolo en los terrenos deportivos del Estadio Jesús Feliú Leyva, 

en ocasión de un tope bilateral Banes- Holguín, pactado para efectuarse en el año 1964. (Foto del archivo personal de Liduvino Quiñones Ruiz)

Desarrollo

Los orígenes

    Carlos Ernesto Rivera Escobar nació en el Barrio la Democracia, en la capital departamental de Chiquimula (La Sierra), República de Guatemala, el 22 de noviembre de 1925.

    De origen muy humilde desde temprana edad se vinculó a las luchas revolucionarias, avivadas por Jacobo Arbenz en 1951.

    Al ser abortado el gobierno popular en 1954, Carlos Rivera se vio obligado a trasladarse por la frontera, junto a otros familiares, al vecino México y comenzar allí unos duros años de exilio.

    Atrás, en su amada Guatemala, habían quedado sus mejores sueños, entre ellos el de convertirse en jugador profesional de fútbol, el cual había practicado de niño y en el que llegó a sobresalir en la categoría juvenil.

    En esta etapa de su vida se enrola como tripulante en el carguero Copán, el cual se encontraba arrendado por la United Fruit Company, para el traslado de cargas generales y el transporte de azúcar. Durante el desarrollo de esas labores visita varios puertos cubanos, entre ellos el Puerto de Banes.

Foto 2. Carlos Rivera Escobar, al centro, en el Barrio Amarillo con los futbolistas holguineros Guillermo Coello (Marino), a su derecha, y Jesús Rodríguez Llauradó (Chuchi), a su izquierda, excelentes amigos y destacados jugadores, tempranamente fallecidos. La foto fue tomada en junio de 1965, en ocasión de celebrarse un partido amistoso entre los equipos de la EIDE de Oriente Sur, entrenado por Alberto Quiñones Ruiz, y el de Banes, entrenado por Carlos, que contaba entonces con 40 años de edad. (Foto del archivo personal de Liduvino Quiñones Ruiz)

Encuentro con el amor

    En el año 1959, encontrándose fondeado el Copán en el Puerto de Banes, una familia banense realiza una visita al barco y es atendida durante el desarrollo de la misma por el marino Carlos Rivera. Entre los integrantes de dicha familia se encontraba la bella joven Elsa Palacios Guerrero, de la cual el recio marino queda prendado.

    El 12 de noviembre de 1959, la unión matrimonial del exiliado político guatemalteco convertido en marinero y la bella joven banense quedaba formalizada.

Banes, los primeros pasos. El INDER

    En Banes echa anclas y forma familia el marino de 34 años, pero la suerte no lo acompaña del todo en esos tiempos iniciales.

    La situación de su economía doméstica se verá deteriorada pues al cesar los viajes a Cuba de los buques de la Gran Flota Blanca de la United Fruit Company, queda desempleado.

    El 24 de agosto de 1960 el e x-presidente guatemalteco Jacobo Arbenz visita a Banes, ocasión en la que Carlos logra conversar con el líder nacionalista guatemalteco y le plantea, su situación personal y familiar.

    En ese propio año de 1960 Carlos Rivera había comenzado a laborar en una brigada de la construcción. Un vecino suyo, Rogelio (Pucho) Vergara le viabiliza la incorporación a la misma. Durante los próximos meses, y gracias también a algunas gestiones encaminadas por el ex-presidente Arbenz, Carlos se mantiene laborando en la construcción de obras de carácter militar y también en obras sociales.

Foto 3. Carlos Rivera, de pie a la izquierda, junto al poste derecho de la portería, con una nueva hornada de 

futbolistas banenses en el Barrio Amarillo, en el año1966. (Foto del archivo personal de Liduvino Quiñones Ruiz)

    Estando inmerso en esas labores, en Cuba se produce un hecho que, dentro de un tiempo relativamente corto, dará un vuelco a su vida: la creación del Instituto Nacional de Deportes, Educación física y Recreación (INDER).

    En Banes se designa al compañero Isidro Gutiérrez Conrado como presidente del Primer Consejo voluntario deportivo (CVD).

    En uno de los bloques integrantes de ese Primer Consejo voluntario deportivo se encuentra emplantillado Alberto Francisco Quiñones Ruiz (Beto), el cual es designado posteriormente como secretario del CVD de Banes. El 1 ero de enero de 1962 Isidro Gutiérrez le presenta al exiliado político Carlos Rivera Escobar, quién desea colaborar en el desarrollo del deporte del balompié y lo designa expresamente, además, para colaborar con el en ese empeño.

    Realmente Carlos Rivera había manifestado con anterioridad a esa fecha sus deseos de colaborar de alguna forma en el empeño de desarrollar el deporte en el municipio, acudiendo en más de una ocasión a la sede del INDER municipal, acompañado por Rogelio (Pucho) Vergara. También Carlos le manifestó sus intenciones en este sentido al compañero Aris Chaveco Gavilán, integrante del CVD de Banes en el bloque de mantenimiento. Aris sostiene que el le dijo a Beto en una ocasión, refiriéndose a Carlos: "Albertico, este es le hombre que nos va desarrollar el balompié". Esa frase fue casi una profecía, que anunciaba, además, el nacimiento de una leyenda.

El maestro de balompié

    En abril de 1962 Carlos y Beto se encuentran de nuevo y deciden acudir a la recién creada Unión de Pioneros de Cuba y reunirse con los muchachos y sus guías, para captarlos como alumnos en su empeños de iniciar las prácticas de un nuevo deporte en Banes: el balompié. Esa reunión tuvo efecto el domingo 23 de abril de 1962, en la sede de la Unión de pioneros.

    Es natural que la curiosidad infantil innata despertara en los niños al observar al maestro que les presentan, como el que les enseñará a jugar balompié, un hombre bajito de unos cinco pies y cinco pulgadas, de fuerte complexión física, de piernas algo arqueadas, trigueño, de rostro duro y ojos pequeños de mirada penetrante; pero cuando les dirige la palabra, asombra aun más, si esto fuera posible, a los pequeños, pues su acento no es común entre ellos: habla Español, pero suena diferente.

    Analizado la luz de los conocimientos actuales este era un maestro con características muy particulares:

  • El balompié que va a enseñar es el que aprendió de adolescente en su añorada Chiquimula y que se mantiene corriendo por su sangre, pero en su enseñanza no observará un patrón metodológico, ni poseerá el dominio pedagógico necesario para explicarlo.

  • No se le han asignado los recursos necesarios para iniciar las prácticas de un deporte ya poco conocido en Banes, sólo cuenta con algunos balones de cuero y con el terreno del patio del antiguo Colegio Los Amigos.

  • Tendrá que empezar sus clases después de cumplir su jornada laboral en la construcción.

    No obstante, siendo ya en ese entonces un hombre forjado en el trabajo, de férrea voluntad, que ha aprendido a enfrentar los sufrimientos y a sacar sus mejores fuerzas en momentos difíciles, ese maestro y esos pioneros, a los cuáles se suman de forma muy rápida muchos otros niños, comienzan a impulsar en ese mes de abril de 1962 un a máquina llamada fútbol.

La pronta llegada de los primeros éxitos

    Carlos se incorpora de lleno, como era de esperar, a las tareas de la defensa de la joven Revolución cubana, aportando sus conocimientos y esfuerzos en la construcción de obras de carácter militar.

    Debido a ello, no puede estar presente físicamente en todos los momentos iniciales del desarrollo de las prácticas de balompié, `pero sus enseñanzas las continuará transmitiendo su colega de empeños Alberto Quiñones Ruiz, quién lo mantendrá informado por correspondencia de los acontecimientos que se van desarrollando: el primer campeonato organizado en julio de 1962 con tres equipos participantes: Rojos, Azules y verdes; la visita en agosto de 1962 del Equipo representativo de Cueto, reforzado con jugadores de Marcané, jugando contra el cual los muchachos de Banes logran un meritorio empate a un gol; la visita de un equipo de Banes a Cueto en septiembre de 1962, el cual derrota inobjetablemente a sus anfitriones en su propio terreno.

    La incorporación de nuevos alumnos a las prácticas de balompié continua en espiral progresiva y ya en los primeros meses de 1963 se desarrolla con éxito el Primer campeonato escolar municipal de balompié en Banes, con cinco equipos participantes.

    Como resultado lógico de toda esta actividad balompédica, la cual se ha desarrollado en el municipio en apenas un año y medio del reinicio de las prácticas del más universal de los deportes, como resultado de la semilla inicial sembrada por Carlos y como fruto directo de su enseñanzas, Banes obtiene la sede del Primer torneo de balompié escolar de la Provincia Oriente Norte, en el cual participan cuatro equipos: Manatí, Banes, Holguín y Mayarí. El segundo lugar obtenido por el equipo representativo de Banes, superado sólo por el fuerte conjunto manaticero, conformado por jugadores provenientes de una de la tradicionales plazas fuertes del fútbol oriental, puede considerarse , sin lugar a dudas, un meritorio éxito de los discípulos de Carlos, cuatro de los cuáles fueron seleccionados, además, como refuerzos del Equipo Campeón de Oriente, el cual representó exitosamente a la Provincia en el Torneo de fútbol de los I Juegos deportivos escolares de verano y obtuvo un bien merecido segundo lugar en la tabla final del mismo. En el colectivo de entrenadores de ese histórico equipo escolar oriental estuvo el ciudadano guatemalteco, ya en ese entonces banense por adopción, Carlos Ernesto Rivera Escobar.

El balompié amplia sus escenarios y Carlos multiplica su aportes

    En octubre de 1963 Banes es azotado por el poderoso Ciclón Flora y los terrenos del antiguo Colegio Los Amigos sufren los efectos de las intensas lluvias asociadas al evento meteorológico, por lo cual las prácticas de fútbol se trasladan temporalmente a los terrenos del Barrio Amarillo, en ese entonces tradicional plaza beisbolera, lo cual provocó el rechazo de una buena parte de los amantes de la pelota, deporte nacional cubano. Carlos enfrentó la situación con su tenacidad habitual y se dedicó de lleno ,además, a tareas tales como apoyar las labores de acondicionamiento de esos terrenos, para la realización de algunos eventos, entre ellos el torneo de fútbol, del Primer festival deportivo nacional de la Marina de guerra revolucionaria y la elaboración del proyecto de construcción del nuevo estadio beisbolero en Banes, obra cuya ejecución comenzó a hacerse realidad en el año 1964, obteniéndose así para las practicas de Fútbol los terrenos del Barrio Amarillo. A propuesta de Carlos, esos terrenos se convirtieron luego en la hoy muy reconocida nacionalmente Cancha futbolística Luís Augusto Turcios Lima.

Foto 4. Carlos Rivera Escobar posando junto a sus discípulos, ya constituidos en un fuerte conjunto futbolístico con resultados en el ámbito nacional. Se trata del conjunto de Banes, 

campeón provincial de Oriente en el año 1970 y que ocupó el 4º lugar en el Torneo nacional correspondiente a ese mismo año. (Foto del archivo personal de Liduvino Quiñones Ruiz)

    Ese espíritu de cooperación constructiva de Carlos y los chicos del fútbol se hizo extensivo también a otras obras concebidas en esos años iniciales del desarrollo deportivo del municipio: La construcción de las gradas de los terrenos de básquetbol del CVD Rubén López; las obras constructivas de la Cancha Paco Cabrera y de la Academia de ajedrez; el acondicionamiento del colchón para la práctica de deportes de combate y del área de Gimnasia rítmica, entre otras.

    Durante el año 1964 se funda la Escuela superior para profesores de educación física en La Habana y Carlos despliega una intensa labor de captación de alumnos con vistas a cursar estudios en la misma, tanto en los cursos regulares, como en los anexos. Realiza un entusiasta y original trabajo convenciendo a atletas, padres y hasta a algún que otro directivo con mente retrógrada. Al final de esas épicas jornadas el Municipio de Banes logró triplicar la cifra de alumnos a captar que le había sido fijada, constituyendo este hecho el basamento inicial para la formación de una importante fuerza técnica.

    Al fundarse la Escuela secundaria básica Conrado Benítez García, en la ejecución de cuya obra ha colaborado decisivamente, Carlos es nombrado como profesor de Educación física de dicha escuela, obteniendo así su primer nombramiento como trabajador del área del deporte, la educación física y la recreación. Su labor como entrenador de fútbol la continúa desarrollando en horas de la tarde.

    Durante los años 1964, 1965,1966, 1967 y 1968 los discípulos de Carlos, además, de dominar de forma absoluta en la Región Norte oriental las competencias calendariadas en el deporte escolar, son promovidos para las recién creadas Escuelas de iniciación deportiva escolar (EIDE) y algunos de ellos para la Escuela nacional de perfeccionamiento atlético (ESPA). También incursionan en las competencias de la categoría juvenil, de segunda categoría y hasta en las de primera categoría.

    Paralelamente, como parte integrante de la necesaria labor de organización y desarrollo del fútbol, que ha emprendido l Comisión provincial de este deporte, se impulsa el desarrollo del arbitraje y Carlos se entrega de lleno también a esta necesaria tarea, siendo Banes uno de lo municipios que mayor número de árbitros logra categorizar en los cursos para colegiados municipales y provinciales.

    En los meses finales del año 1969, a poco más de siete años de la reincorporación de Banes a la práctica del balompié, Carlos logra ensamblar un equipo de primera categoría. Este equipo se convirtió en Campeón provincial de Oriente, aunque no logró clasificar para el torneo nacional, pues no pudo imponerse en la serie triangular celebrada con estos fines.

    Este hazaña la repiten los muchachos de Carlos en el Torneo provincial de fútbol correspondiente al año 1970, superando, además, sus resultados anteriores, pues tras vencer a las selecciones A y B de la Región oriental en un torno triangular, participan en el Torneo nacional de ese año como Equipo campeón de Oriente, logrando obtener en el mismo un muy meritorio cuarto lugar.

    A manera de balance de toda esta primera etapa del trabajo de Carlos en la esfera del deporte se hace necesario hacer algunas consideraciones sobre las características principales de su labor y de su personalidad, que contribuyeron de manera fundamental a los éxitos obtenidos. La disciplina que le supo impregnar a toda tarea emprendida y que, a través, de su ejemplo personal, hizo extensiva a sus alumnos, le ganó el respeto y la admiración de los padres y demás familiares de estos, a los cuáles logró, además, incorporar a sus empeños, logrando así concretar un labor inédita en los anales del deporte banense de participación comunitaria. La sencillez y modestia que siempre le acompañaron le franquearon las puertas no sólo de las familias de los atletas, sino también de todas las instituciones banenses, que le brindaron su incondicional respaldo. Su capacidad de liderazgo le facilita aunar voluntades y contribuir a la cohesión de la familia del deporte banense. Manifiesta un alto espíritu de colaboración con los técnicos de otros deportes y coopera con ellos en la preparación de terrenos e infraestructuras deportivas, organización de eventos y competencias, y otras tareas similares. Su amor y consagración a las tareas lo convierten definitivamente en un hijo adoptivo del pueblo de Banes, en el seno del cual ya Carlos, “El Guatemalteco”, es una figura popular, querida y respetada por todos.

Santiago de Cuba en el horizonte

    Culminado el año 1969, la unión matrimonial de Carlos termina. Aquel hombre que tanto ha construido para los demás, se queda definitivamente sin lugar donde residir en Banes.

    Desde Santiago de Cuba le llega entonces el mensaje de aliento y la mano solidaria de su amigo personal y colega de empeños en el desarrollo del fútbol oriental Alberto Quiñones Ruiz, quién le propone irse a trabajar con el.

    Mucho esfuerzo debió costarle a Carlos aceptar la propuesta, aunque sabe que deja el fútbol banense en manos de una cátedra de profesores formados bajo su guía y tutela.

    En Santiago de Cuba se entrega con igual pasión al trabajo, inicialmente en la atención al fútbol escolar, llegando a ocupar el cargo de subdirector técnico de la EIDE Capitán Orestes Acosta y posteriormente en la organización y desarrollo de la ESPA provincial de Oriente, en la cual se desempeñó también como subdirector. Paralelamente a estas labores, colabora también en el desarrollo del fútbol en las categorías de mayores en zonas intrincadas como El Caney de las Mercedes y el Municipio Segundo Frente, logrando organizar en esta última localidad un torneo de fútbol, el cual llegó a convertirse en un evento de carácter internacional. Se suma al trabajo de asesoría llevado a cabo por el técnico húngaro Tibor Ivanics y llega a desempeñarse, luego de la división político-administrativa, como Comisionado provincial de fútbol de la Provincia Santiago de Cuba.

    En la región santiaguera Carlos fundó otra familia con Margarita Torné Ballester, ejemplar relación que duró treinta y tres años y que sólo pudo ser terminada por su desaparición física.

El patriota, el revolucionario integral

    Carlos Rivera nunca apartó de su corazón a su amada Guatemala. Desde fecha tan temprana como el año 1963 ha seguido con interés y entusiasmo el fortalecimiento del movimiento guerrillero en su lejana Patria, con la constitución de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR).

    En 1982, cuando se funda la Unidad Nacional Revolucionaria de Guatemala (UNRG), Carlos logra ver cumplido su anhelo de incorporarse de manera activa y directa a la lucha revolucionaria en su país natal, al convertirse en miembro y apasionado activista de dicha organización.

    La vida le proporciona a Carlos Rivera en la década de los noventa materializar una ansiada oportunidad: Entre 1990 y 1991 viaja a México y logra allí cumplir dos importantes objetivos: el reencuentro con parte de su familia y el fortalecimiento de los vínculos con dirigentes de la UNRG.

    Posteriormente logra viajar a su país de origen en el año 1996, permaneciendo allí por espacio de un año, período en el cual se dedicó a tareas vinculadas a la causa de la organización a la cual pertenecía.

    Para los que tuvimos el privilegio de vivir a su lado varios de los años de su prolongado exilio, no nos cuesta trabajo imaginar lo que significó para Carlos Ernesto Rivera Escobar aquel retorno a su país natal y la innumerables emociones que debieron sacudir en ese entonces su ya cansado corazón.

Foto 5. Imagen tomada la última vez que Carlos Rivera visitó la cancha Turcios Lima. En la fila de atrás, de izquierda a derecha, Carlos Henry Bracha, Carlos Rivera Escobar, 

Ricardo Hernández Torquemada y Alberto Fuentes. En primera fila, agachados y en el mismo orden, Luís Palacios, Alfredo Ballester Sánchez, Luís Romero Rivera y Aldo Pití Roldán

La despedida del Quetzal

    No obstante el fervoroso amor por su tierra natal, el Quetzal volvió a volar hacia su querida Cuba, a su Santiago. Aquí, en su país adoptivo, lo aguardaban los mejores logros de su laboriosa vida y su familia grande.

    El domingo 23 de enero del año 2000 presenció en Banes por última vez un partido oficial de fútbol correspondiente al Campeonato nacional de la primera división cubana, entre los equipos de Holguín y Santiago de Cuba. Lo que allí vio y, sobre todo, lo que sintió ese día, quedó plasmado en emotiva carta, la cual bien puede ser considerada como la despedida de sus discípulos del fútbol y de la gente ligada al deporte en general en el municipio Banes, a la cual corresponde el siguiente fragmento:

    Hace apenas horas o días pocos, hemos llenado nuestros corazones y vida de satisfacción, orgullo y a la vez tristeza, al escuchar las voces y, entre esos miles, nos pareció oír la conga de Juan Julián...Ya no son aquellas voces que nos decían: fuera de este terreno... ahora son miles y miles de voces, que majestuosamente hacen temblar este pedazo de tierra y vimos desfilar en el firmamento a los ausentes... a ellos en aquel bullicio de almas, dedicamos una lágrima, a ellos que tal vez desde algún lugar en aquella grada o con uniforme invisible estaban en la cancha, contemplando la obra a la cual contribuyeron.

    ¡Cuánta sensibilidad encerrada en el pecho de aquel hombre endurecido por los avatares del destino! ¡Cuánta satisfacción expresada en esas líneas, saboreando el fruto de un atrevido proyecto, el de echar a rodar un balón de fútbol un día, ante la mirada desconfiada de algunos escépticos y ver, 38 años después, a todo un pueblo embrujado por su magia!

A manera de epílogo

    El 9 de mayo del año 2003, a la edad de 78 años, fallece en Santiago de Cuba, Carlos Ernesto Rivera Escobar. Al morir era Vanguardia Nacional del INDER e Hijo Ilustre de la Ciudad de Banes.

Foto 6. Futbolistas de las primeras generaciones formadas por Carlos rinden postrer tributo a sus restos mortales

    El 9 de mayo del año 2005, al cumplirse el segundo aniversario de su deceso, se dio cumplimiento al deseo expreso del guatemalteco Carlos Rivera, de que sus restos mortales descansaran en Banes, pueblo al que amó y consideró como su patria chica.

    Esta destacada personalidad del deporte revolucionario cubano, que fue reconocido con la Distinción Mártires de Barbados del INDER; la Medalla 23 de agosto de la FMC; la Medalla Rafael María de Mendive, del Sindicato nacional de trabajadores de la educación; la Medalla como fundador del INDER, así como las medallas por el treinta, treinta y cinco y cuarenta aniversario del organismo deportivo, pertenece por méritos propios a la Historia del municipio, que un día lo vio emprender, con un balón de fútbol entre sus manos, el camino de los hombres imprescindibles: los que trabajan por la felicidad de los pueblos.

Foto 7. Futbolistas de las nuevas generaciones participan de la guardia de honor, organizada a la memoria de Carlos Rivera Escobar

Conclusiones

  • Se lograron precisar fechas y hechos históricos relacionados con la ejecutoria vital de la personalidad del deporte objeto de estudio

  • Los resultados obtenidos confirman el objetivo planteado y amplían la información científica sobre la historia del fútbol en el municipio Banes.

Bibliografía

  • Ballester Sánchez, A. (1994). Entrevista efectuada a Carlos Rivera Escobar. (Documento inédito). Santiago de Cuba.

  • Galich, M. (1968). Guatemala. La Habana: Instituto del libro.

  • Pérez González, F. (2001). Entrevista a Margarita Torné Ballester. (Documento inédito). Santiago de Cuba.

  • Quiñones Ruiz, A. (1962a) Carta a Carlos Rivera Escobar. (Documento inédito). Banes.

  • Quiñones Ruiz, A. (1962b). Síntesis de la historia del balompié en Banes. (Documento inédito). Banes.

  • Quiñones Ruiz, A. (2000). Entrevista a Carlos Rivera Escobar. (Documento inédito). Santiago de Cuba.

  • Quiñones Ruiz, L. (2011). Entrevista a Rogelio Vergara. (Documento inédito). Banes.

  • Quiñones Ruiz, L. (2013). Entrevista efectuada a Elsa Palacios Guerrero. (Documento inédito). Banes.

  • Rivera Escobar, C. (1963). Carta a Alberto Quiñones Ruiz. (Documento inédito). La Habana.

  • The editor (1948) Great white fleet. Unitfruitco, 8, 14-21. August-September.

  • Tricontinental (1968). Turcios Lima. La Habana: Colección Los Hombres. Instituto del libro. Torres Leyva, R. (1973). Breve historia del fútbol en Banes. Antorcha, 2.

Otros artículos sobre Historia

www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 209 | Buenos Aires, Octubre de 2015
Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2015 Derechos reservados