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Las posiciones iniciales y los desplazamientos en defensa: su importancia para mejorar la anticipación y el tiempo de reacción en el voleibol

Initial positions and movements in defense: its importance to improve the anticipation and reaction time in volleyball

 

*Entrenador Nivel 3 de voleibol (Real Federación Española de Voleibol)

Diplomada en Magisterio de Educación Física (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)

Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Universidad Católica San Antonio de Murcia)

**Entrenador Nivel 3 de voleibol (Real Federación Española de Voleibol)

Licenciado en Historia (Universidad de Málaga)

www.voleyporelmundo.com

Ana María Vidal Bouza*

valal13@hotmail.com

Borja González Vicente**

borjagonzalez8@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El tiempo es un factor fundamental en el voleibol, donde las acciones tienen lugar en periodos muy cortos. La capacidad de reacción y la velocidad juegan un papel clave para defensa y por lo tanto se deben trabajar de manera consciente desde las etapas de iniciación para automatizar movimientos que permitan una ganancia de tiempo que mejore nuestras posiciones defensivas y nuestra efectividad. Al trabajo sobre los fundamentos técnicos en edades tempranas debe sumarse tanto las posiciones iniciales defensivas como los diferentes desplazamientos, enseñando los movimientos y situaciones adecuadas que nos llevarán a éxito en las acciones posteriores.

          Palabras clave: Entrenamiento. Voleibol. Iniciación. Toque de antebrazos. Desplazamientos. Posiciones iniciales.

 

Abstract

          Time is the fundamental factor in volleyball, where the actions take place in very short periods. The capacity of reaction and the speed, play a key role in defense and they should, therefore, be consciously developed from the initiation stages to automate movements that allow a time gain while improving our defensive positions and our effectiveness. Besides the work on the technical fundamentals at early ages, initial defensive positions and movements must be added to training, teaching the appropriate displacements and right situations that will lead us to success in the subsequent actions.

          Keywords: Training. Volleyball. Initiation. Forearm pass. Movements. Starting positions.

 

Recepción: 11/08/2015 - Aceptación: 11/09/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 208, Septiembre de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El voleibol es un deporte de acciones cíclicas que se desarrollan a gran velocidad y donde existe una gran incertidumbre dada la variedad de respuestas posibles ante las diferentes situaciones del juego. Esta característica va a condicionar que la capacidad de reacción y la velocidad del deportista jueguen un papel fundamental en el rendimiento. Además, la mayoría de las jugadas se realizan después de desplazamientos cortos, debido al reducido tamaño del terreno de juego, lo que va a dar si cabe más importancia a la velocidad y la rapidez de las acciones (Nuñez, 2011)

    El jugador debe tomar decisiones en espacios de tiempo muy breves, percibiendo y analizando la información de manera muy rápida, para posteriormente ejecutar la acción adecuada. La presión temporal que se asocia a un deporte como este va a suponer un conflicto para los deportistas (Carrasco, 2012), que deberán interpretar cada situación y ejecutar la respuesta correcta en un periodo de tiempo muy limitado.

    El conocimiento y dominio de las diferentes acciones técnicas se hace fundamental para que la respuesta del jugador ante situaciones de incertidumbre sea más rápido. Sin embargo, además del dominio de los diferentes gestos técnicos, un elemento realmente importante en el voleibol y que en ciertas ocasiones se obvia dentro del entrenamiento, son las posiciones iniciales y los desplazamientos, a pesar de que tienen una influencia trascendental en el rendimiento, especialmente en la defensa.

    Combinar la mejora de estos elementos de juego con un desarrollo de los fundamentos técnicos específicos va a tener una gran incidencia en el rendimiento de nuestros jugadores. La inclusión de este tipo de trabajo desde las primeras etapas formativas, va a condicionar mucho el desarrollo y evolución del jugador, por lo que es fundamental que comencemos a trabajarlo desde los niveles iniciales.

¿Por qué en iniciación?

    La defensa en voleibol presenta una gran complejidad perceptiva. Según Fotia (1995) “solamente estableciendo una progresión didáctica para las primeras etapas se podrá lograr un jugador talentoso para las acciones definitivas futuras”. La selección de la posición adecuada dentro del campo, así como la correcta orientación y posición del cuerpo ante el ataque del equipo rival, van a tener una gran incidencia en las posibilidades de éxito de nuestras acciones y serán un aspecto fundamental que deberemos desarrollar en las primeras etapas.

    En fases de iniciación será más fácil inculcar a nuestros deportistas una técnica correcta que se podrá aplicar de manera exitosa en el futuro. La corrección de errores en jugadores de más edad y con más experiencia implica una mayor complejidad y requiere un mayor tiempo de dedicación que en jugadores en etapas de desarrollo motriz.

    Por otra parte, a medida que el nivel de los deportistas aumenta, también lo hace la velocidad del móvil, lo que supone una reducción del tiempo para percibir e interpretar la información. En etapas más avanzadas se comienza a defender ataques potentes por lo que la anticipación será fundamental para realizar una defensa positiva (Fotia, 2003). Si trabajamos desde la base de manera correcta para inculcar estos movimientos y posiciones, el jugador podrá automatizarlos de forma que, cuando la velocidad de juego aumente, el tiempo requerido para reclamar estos conocimientos automatizados será menor. El dominio de la técnica sumado a la experiencia tendrán como resultado la anticipación a las acciones rivales.

El tiempo, factor relevante en la defensa.

    El tiempo juega un papel fundamental en voleibol. Una fracción de segundo puede suponer la diferencia entre una acción positiva o negativa. En este deporte existe un claro desequilibrio entre ataque y defensa, con un claro predominio del primero sobre el segundo (Moreno, Moreno, Julián, y Del Villar, 2005), donde la defensa muestra un gran déficit en el tiempo.

    Dado que hablamos del tiempo como un factor determinante del rendimiento, debemos considerar como elementos prioritarios todos aquellos que nos supongan una ganancia temporal. Destacamos varios aspectos fundamentales que convertirán a un jugador en más eficiente y efectivo en el campo ante la acción rival: la velocidad de reacción y de desplazamiento, la automatización de las diferentes acciones y movimientos y la posición del cuerpo.

    En relación con los dos primeros, se trata de aspectos que elementos desarrollar mediante el entrenamiento, ya sea de manera específico o integrada con otros elementos. Tanto la velocidad de reacción como de desplazamiento estarán condicionados por las características físicas del deportista en cuestión y su nivel de mejora estarán limitados a dichas características.

    Con respecto a la automatización de las diferentes técnicas, es un aspecto de gran relevancia. Durante las primeras fases de aprendizaje, el deportista debe mantener un gran nivel de consciencia para ejecutar la acción de manera adecuada. El trabajo de repetición permitirá una mecanización del movimiento y favorecerán una respuesta más rápida del jugador ante las distintas situaciones.

    Por último, es fundamental que el jugador mantenga una actitud defensiva adecuada, en una posición de base que permita unos desplazamientos y una reacción rápidos desde la misma. Esta posición inicial está condicionada por las exigencias de reacción ante situaciones de incertidumbre. Ya que resulta imposible cambiar la velocidad del balón que se dirige desde el campo contrario, debemos encontrar la forma de contrarrestar dicha velocidad a través de una técnica correcta.

Posición inicial defensiva

    Ureña (2006) establece una serie de características para una correcta posición base defensiva, desde la que es posible ejecutar los diferentes movimientos y técnicas derivadas de los distintos tipos y trayectorias del ataque:

    Por lo general, inculcar actitud defensiva en el deportista requerirá muchas horas y mucha insistencia, ya que los jóvenes normalmente mantienen posiciones bastante elevadas en los momentos previos al contacto con el balón, debido al desgaste muscular que supone mantener una posición correcta. Es importante incidir en la importancia de una posición adecuada durante el entrenamiento, que se traducirá en una mejor actitud en la pista y una mayor capacidad de reacción durante el juego.

    Asimismo, debemos fomentar una buena actitud defensiva ante todo tipo de ataques, incluyendo aquellos más complejos en los que es necesario un desplazamiento más largo o incluso la realización de una caída o plancha, que pueden resultar más complicados de aprender. La defensa en caída permitirá alcanzar ataques que mediante desplazamientos básicos no sería posible, por lo que es positivo incluirlos eventualmente como recurso del entrenamiento (Gutierrez y Franco, 2001), aunque siempre atendiendo a la correcta ejecución para no ocasionar daño físico o miedo en el jugador.

Progresión de ejercicios para la mejora de la posición inicial y los desplazamientos.

    El número de ejercicios que podemos realizar es prácticamente infinito, pero queremos mostrar unas sencillas progresiones que se puede realizar con cualquier tipo de jugadores que, por un lado, nos ayudarán a desarrollar la velocidad de reacción y, por otro lado, van a incidir en la mejora de la posición defensiva.

    Trabajaremos la posición inicial y la movilidad de las piernas, así como la velocidad de reacción ante balones con trayectorias cortas indeterminadas. Estos ejercicios están planteados para realizar como parte inicial de un entrenamiento. La siguiente progresión es para jugadores jóvenes en fase de iniciación:

Progresión 1: Velocidad de reacción

    Calentamiento:

1.     Tocar las rodillas: De manera individual, los jugadores se desplazan por el campo, tratando de tocar la rodilla de los compañeros y evitando ser tocados. Cada uno cuenta el número de veces que lo consigue.

2.     Tocar los pies. Se trata de una variante del anterior: Para bajar más la posición, ahora los jugadores deben tocar el pie de los compañeros.

    Parte principal:

3.     Con pelotas de tenis: Ejercicios de reacción por parejas:

a.     Un jugador se sitúa frente al compañero a una distancia de 1-2 metros (dependiendo de la edad de los jugadores). Uno de los jugadores sujeta la pelota de tenis con el brazo estirado y en paralelo al suelo. El compañero se coloca frente a él en posición baja. El jugador con la pelota debe dejarla caer y el compañero debe atraparla antes de que de un segundo bote.

b.     Similar al anterior, pero ahora con dos pelotas. Un jugador se sitúa con los brazos en cruz y debe dejar caer una de las dos para que el compañero la atrape antes del segundo bote. Es importante fomentar que en este ejercicio los jugadores den siempre el paso con la pierna más cercana a la pelota, y no cruzando, y que utilicen ambas manos para agarrarla.

4.     Con balón de voleibol:

a.     Similar al que hacíamos con una pelota de tenis, pero ahora el jugador realizará un toque de antebrazos antes del segundo bote. Debemos insistir en el cuerpo esté bajo en el momento del golpeo para que el balón se eleve lo suficiente.

b.     Igual que el anterior, pero con un balón en cada mano. Seguimos incidiendo en la importancia de no cruzar las piernas.

c.     Para evolucionar el ejercicio anterior, podemos eliminar el bote previo al golpeo. Esta evolución es más compleja y no siempre es necesario incluirla en la progresión. Es un buen ejercicio para trabajar las caídas laterales.

Progresión 2: Movilidad y velocidad de desplazamiento en parejas

    Calentamiento:

1.     Pases con pelotas de tenis: Los jugadores, en parejas, se sitúan frente a su compañero. Se pasarán la pelota el uno al otro con un bote. El objetivo es que el pase obligue al compañero a realzar un pequeño desplazamiento de ajuste, de manera que el jugador deba reaccionar con un movimiento rápido para atraparla. Es importante variar las trayectorias del pase para condicionar la utilización de ambas piernas.

    Parte principal: Con balón de voleibol

2.     Toques con un brazo con bote previo. El objetivo de este ejercicio no es el golpeo a una mano, sino fundamentalmente trabajar la movilidad de las piernas, tratando de minimizar el movimiento excesivo de los brazos de atrás adelante. Debemos incidir en que el jugador se debe posicionar detrás del balón antes del golpeo y utilizar las piernas para empujar el balón hacia delante, no los brazos.

3.     Toques de antebrazos con bote previo. Este ejercicio tiene un objetivo similar al anterior, pero introducimos el pase de antebrazos. Es importante, de nuevo, que el jugador se desplace y se posicione correctamente detrás del balón, para realizar un golpeo con una técnica correcta.

4.     Toques bajos de antebrazos continuos. Para este último ejercicio los dos jugadores se sitúan a una distancia menor y realizan toques sin que el balón se eleve demasiado. Para ello es importante que el golpeo se realice en una posición correcta y que el movimiento de brazos, sea mínimo, ya que esto provocaría que el balón se elevara.

    Esto son dos ejemplos de progresión que se puede utilizar para trabajar las posiciones de juego y la velocidad de reacción. Es importante tener en cuenta que este entrenamiento puede resultar fatigoso, por lo que debemos tener cuidado de no sobrecargar a los jugadores. Un número demasiado elevado de repeticiones puede conllevar un gran desgaste, especialmente si los deportistas no están acostumbrados.

Conclusiones de las progresiones de entrenamiento

    El objetivo principal que perseguimos a través de este trabajo es la mejora de la posición del cuerpo y la movilidad de piernas y, de manera secundaria, la ejecución de la técnica específica de la defensa. La razón por la que planteamos los objetivos de esta manera es que la posición de las piernas va a condicionar notablemente la efectividad y eficiencia en el toque. Como establece Muchaga (2006), “el trabajo sobre trayectorias o parábolas, exige un adecuado desarrollo de los desplazamientos, como elemento motor imprescindible para resolver las diferentes situaciones de juego que se plantean”. Si conseguimos unos desplazamientos y posición correctos en iniciación, incidiendo sólo en el dominio del cuerpo y no del móvil, lograremos mejorar la técnica en etapas posteriores. Por ello, en voleibol, si queremos lograr el máximo rendimiento, debemos inculcar a nuestros jugadores la importancia de estos dos fundamentos.

Bibliografía

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