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Consideraciones sobre la construcción de la masculinidad y la

feminidad, en estudiantes de carreras pedagógicas en Holguín

 

*Licenciada en Educación especialidad Marxismo e Historia. Profesora de la Universidad de Ciencias

Pedagógicas “José de la Luz y Caballero”. Labora en la facultad de Ciencias de la Educación

en el departamento de Pedagogía-Psicología. Doctora en Ciencias Pedagógicas

**Licenciada en Educación en la especialidad de Informática. Profesora de la Universidad de Ciencias

Pedagógicas “José de la Luz y Caballero”. En la actualidad cursa la Maestría de Orientación Educativa

***Estudiante de la carrera Pedagogía-Psicología, en su quinto año

en la Universidad de Ciencias Pedagógicas “José de la Luz y Caballero”

(Cuba)

Dra.C. Anabel Naranjo Paz*

anabell@ucp.ho.rimed.cu

Lic. Mirelis Rosales Labrada**

mirelisrl@ucp.ho.rimed.cu

Susana García Tandrón***

susanag@ucp.ho.rimed.cu

Esther María Lam Ochoa***

esther.lo@ucp.ho.rimed.cu

 

 

 

 

Resumen

          El sexismo en las escuelas constituye un microcosmo del sexismo en la sociedad. Los estudios revelan que puede manifestarse desde el lenguaje hasta las manifestaciones de autoridad, las relaciones que se establece entre alumnos-alumnas, profesor (ra)-alumna-alumno, en las expectativas de rendimiento, en lo académico y los esquemas de pensamiento aprehendido. Comprender por parte de los (as) profesionales de la educación en formación la esencia de la construcción de género y cómo se manifiesta externamente el fenómeno, les permite realizar una valoración de cómo se ha construido el género de manera individual en cada uno (a) de ellos y ellas, que elementos deben reconstruir o potenciar para el logro de un crecimiento personal donde aprendan a vivir consigo mismo, aprendan a convivir y aprendan a afrontar la vida, tributando en el desempeño de su rol profesional. El presente trabajo tiene como objetivo develar las características de la construcción de la masculinidad y la feminidad de estudiantes que se forman como educadores en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de Holguín “José de la Luz y Caballero”.

          Palabras clave: Enfoque de género. Aprendizajes para la equidad de género.

 

Recepción: 20/12/2014 - Aceptación: 12/02/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 202, Marzo de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

“(...) sólo en la educación reside la fuerza definitiva.

La escuela ha de equipar la mente para la faena diaria.” José Martí1

    La educación es un proceso continuo de incorporación y reconstrucción de nuevos saberes, que permiten la inserción del sujeto en la vida social, a través de ella se transmite el legado cultural de la humanidad a las nuevas generaciones.

    Al ser un reflejo de la sociedad, reproduce, legitima , multiplica y trasmite, conocimientos, valores y normas morales en un contexto histórico concreto basado en modelos sexuales estereotipados construidos sobre bases patriarcales y androcéntricas del ser y que hacer masculino y femenino, generadoras de inequidades y relaciones de poder que inciden en el ámbito social, económico y político de una nación.

    Es por ello que desde principios de la década del 90 del siglo XX, se revela la necesidad de desarrollar procesos educacionales que tributen a la equidad de género y a una pedagogía del respeto a la diversidad que contribuya al desarrollo humano desde una perspectiva de justicia social, surgiendo así desde las ciencias sociales el enfoque de género.

    El enfoque de género se concibe desde el paradigma histórico-crítico, el paradigma cultural del feminismo, los estudios sociológicos y psicológicos sobre género, mediante su sistematización en la Pedagogía de la Sexualidad. Surge como manera de entender las relaciones entre hombres y mujeres, sobre la base de las variables sexo y género y sus manifestaciones en el contexto, desde sus dimensiones geográficas, culturales, étnicas e históricas.

    Este enfoque se puede definir como un instrumento teórico-metodológico, que permite interpretar, identificar, las relaciones intra e intergenérica, desde una posición de equidad con el propósito de superar toda manifestación de discriminación por motivos de sexo y propiciar un desarrollo sustentado en las potencialidades y los valores del ser humano.2

    A diferencia de otros países donde el trabajo hacia la equidad no sólo se centra en el proceso de socialización y educacional, sino también, en los cambios que se debe realizar desde el estado con políticas equitativas, en Cuba y después del triunfo de la revolución se ha llevado adelante toda una política estatal de desarrollo que potencia la equidad entre los géneros.

    No obstante persiste en el imaginario social toda una construcción patriarcal que reproduce a nivel social, familiar y muchas veces escolar la visión del ser y quehacer masculino y femenino desde estereotipos sexuales inequitativos y sexistas.

    Estas limitaciones se corroboran a través de los problemas educativos que presentan una parte de los profesionales de la educación en formación. Por más de seis años a través del diagnóstico pedagógico integral que se le realiza a los estudiantes de carreras pedagógicas que ingresan en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de Holguín “José de la Luz y Caballero” se ha detectado problemas educativos en los que subsisten una ineficiente construcción de la masculinidad y feminidad, lo que incide en el desarrollo de sus personalidades; los más significativos según la frecuencia de aparición y su repercusión en el crecimiento profesional son:

  • Manifestaciones de violencia verbal, física y psicológica.

  • Prejuicios y estereotipos sexuales de uno y otro género.

  • Bajo desarrollo de las habilidades sociales para la convivencia.

  • Manifestaciones de relaciones de poder en las parejas y entre compañeros y compañeras.

  • Manifestaciones de poco desarrollo de los valores que sustentan la equidad de género: identidad, dignidad, solidaridad, tolerancia, responsabilidad, y honestidad.

Desarrollo

    Las instituciones educacionales, juegan un importante papel en la educación de la sexualidad y dentro de ella la educación de género, ellas continúan la influencia socializadora de la familia, legitimando y/o reproduciendo patrones sociales que llevan a una educación de género diferenciada, inequitativa y de relaciones de poder.

    Desde esta dos instituciones se establecen las bases para el cambio, el contenido comunicativo, la relación que se establece entre sujeto-sujeto, es muchas veces discriminatorio aunque no se realice este de manera consciente dado por el propio aprendizaje social. Se convierte la escuela en una institución mediadora entre la dimensión social y la individual.

    La relación entre lo biológico y lo social resulta indispensable para el desarrollo de la personalidad, lo biológico constituye una determinante en el devenir de la personalidad, es la base en la cual descansa para su ulterior desarrollo, desde el se aportan las premisas anátomo-fisiológicas, para el devenir, formación y desarrollo de la personalidad.

    Este desarrollo del ser humano no ocurre al margen de la sociedad, el devenir como ser social y personalidad transcurre a partir del proceso de socialización que tiene el individuo con el mundo que le rodea apropiándose de toda una experiencia histórica social que le ha antecedido. Lo social contiene no sólo lo histórico-cultural, sino además, lo individual. A través de este aprendizaje social se establece la interrelación sujeto-realidad en la cual lo social se configura e incorpora en la personalidad. Desde este punto de vista lo social no es algo externo, pasivo, adaptativo; sino elemento activo que se integra al desarrollo de la personalidad.

    Esta relación entre lo biológico y lo social, lo externo y lo interno puede llegar a convertirse en determinado momento en un freno en el desarrollo de la personalidad, como es el caso de la construcción del género. A partir de lo biológico (sexo) se ha determinado por lo social a lo largo del desarrollo de la humanidad la construcción de lo masculino y lo femenino. Se establecen pautas, estereotipos, prejuicios, cánones morales que influyen en la subjetividad del ser humano, en la formación y desarrollo de la personalidad.

    De esta asimilación se construye como parte de la conciencia social, el ser y quehacer femenino y masculino, incidiendo en la conciencia individual de cada ser humano, formando su identidad de género. Este sentimiento de pertenecer a uno u otro género transcurre en un primer plano a través de la elaboración histórica que la sociedad y la cultura han realizado de lo femenino y lo masculino a partir de esta construcción y como agente activo de su personalidad, el individuo va incorporando a su conciencia individual aquellos elementos que lo distinguirán del resto de los sujetos y que le permitirán expresar a través de los roles de género, su identidad de género.

    Atendiendo al carácter activo de la psiquis y a su naturaleza social cada ser humano realiza de manera peculiar la relación con el mundo que le rodea y con los demás sujetos, esta interacción dialéctica esta mediada por instrumentos socioculturales en un contexto histórico determinado. De esta manera cada región, nación, cultura, religión, etnia, en una época concreta establece normas, estereotipos para cada género, manifestadas a través de las relaciones personales, de las actividades establecidas para cada uno, de símbolos, que pueden llegar a generar desigualdades, inequidades y relaciones de poder, trasmitido de generación en generación

    Como proceso histórico social la construcción de género es perfectible de modificación y reinterpretación en la misma medida en que se enseñe, se asimile, a través de un aprendizaje desarrollador, una visión más humana del hecho de ser mujer u hombre, de aprender nuevos significados, valores, puntos de vista, actitudes, conocimientos, del ser y el quehacer femenino y masculino que le permita a cada uno individuo construir de forma personalizada su masculinidad o feminidad de un modo autodeterminado y enriquecedor que repercuta en su crecimiento personal desde la equidad de género.

    Estudios realizados a profesionales en formación de la educación demuestran una construcción de sus subjetividades masculina y femenina desde modelos sexuales estereotipados e inequitativo, exponente de las pautas sexistas en la sociedad cubana actual y que pueden convertirse en una barrera para el desarrollo de un proceso pedagógico equitativo y el cumplimiento de los principios de la política educacional cubana, al expresar a través del currículo oculto y el omitido aspectos discriminatorios para uno y otro género que incide en el crecimiento personal y el desarrollo humano del educando.

    El estudio a 90 estudiantes; (45 del género femenino y 45 del género masculino), permitió conocer las características de la masculinidad y la feminidad del estudiantado de la muestra, sus prejuicios, tabúes y estereotipos sexuales que persisten en la formación de sus personalidades. La aplicación de técnicas de evaluación y exploración arrojaron los siguientes resultados:

  • Se reveló la socialización diferenciada de hombres y mujeres, exponente de modelos sexuales tradicionales, lo que se evidencia en las cualidades que deben poseer mujeres y hombres:

    • Mujeres: delicada, tolerante, sensible, protectora, creativa, responsable, dulce, limpia, sencilla, conformista, honesta, trabajadora, inteligente, resistente, independiente, tierna.

    • Hombres: fuerte, inteligente, dominante, agresivo, responsable, resistente, independiente, decidido, tenaz, caballeroso, trabajador, delicados, tiernos, tolerante.

Cualidades personales consideradas para ambos géneros a partir del modelo sexual social

    Al realizar una valoración de estos aspectos se evidencia que aún cuando Cuba es considerado uno de los países progresistas en cuanto a los avances en la emancipación de la mujer y la búsqueda de equidades, subyace con un trasfondo patriarcal, una educación que a partir del sexo (biológico), construye modelos estereotipados del cómo debe ser el hombre y la mujer, con una concepción androcéntrica. Se socializan a nivel social, familiar y escolar modelos estereotipados que generan relaciones de poder.

    Estos elementos se evidenciaron al exponer la construcción diferenciada que la sociedad trasmite y realiza desde la etapa prenatal al hombre y a la mujer, distinguiéndose los símbolos trasmitidos de manera tradicional a través del color de la ropa, los juguetes, los espacios para el juego. Asignaron de forma diferenciada el espacio dónde ambos géneros despliegan sus actividades, “las niñas en los espacios internos y los niños en los externos”, lo que da referencia para la futura división sexual del trabajo establecida a nivel familiar, de escuela y muchas veces social.

  • La comunicación como categoría esencial en la formación y desarrollo de la personalidad, juega un importante papel en la socialización del individuo, a través de ella se expresan puntos de vista, sentimientos, modos de pensar, normas, pautas sociales, de un momento histórico-social concreto, que regulan el modo de actuación del sujeto. Pero también sirve la comunicación para condicionar determinados modos de actuación, prejuicios, tabúes, que inciden en la conformación de la identidad de género.

    Ante la pregunta ¿Qué se le dice a un niño o una niña ante un llanto o un golpe? Se constató la manera diferenciada que se trata a niños y niñas, al condicionar las manifestaciones de los sentimientos, reprimirlos en “él” y expresarlos espontáneamente en “ella”, en “ellos” potencia agresividad. Sólo 12 encuestados(as),- 3 hombres y 9 mujeres - manifestaron expresarles a través de besos, caricias y consejos a ambos géneros el consuelo ante el golpe o el llanto.

Niña

Niño

Ya mi niña linda, no llores.

No llores mi amor.

Le hablo con dulzura y le cantaría.

Cálmate, no pasa nada.

No llores que tú eres un hombre.

No llores que ya pasará.

Tú eres un varón.

No llores que es para crecer.

    Estos elementos demuestran la relación que se establece entre la condición-posición-relación de género, al pautar modos de conductas, valores sociales del ser y quehacer de hombres y mujeres al perpetuar casi de manera natural una ideología de la feminidad3 y la masculinidad4 sostenedora de inequidades y relaciones de poder.

  • La valoración de los elementos de las identidades de género y los roles de género, se realizó teniendo en cuenta: cualidades que poseen, actividades que consideran deben realizar, ventajas y desventajas por ser hombre / mujer, exigencia que consideran les hace la sociedad por ser hombre / mujer, cánones sociales que según sus criterios deben cambiar e inciden en la construcción de sus masculinidades y feminidades.

    El modelo estereotipado culturalmente, de cómo debe ser una mujer, femenina, marca la construcción de las identidades de las futuras egresadas de la educación, en su modo de actuación, en la comunicación, al expresarlo a través de sus roles de género en sus contextos de actuación. Las evidencias así lo demuestran:

  • Las cualidades que poseo son: “cariñosa, independiente, cuidadosa, paciente, dedicada, hermosa, sencilla”.

  • La mayor ventaja de ser mujer es: “poder ser madre”.

  • La mayor desventaja de ser mujer: “ser las que sufren, ser débil, estéril, recibe la mayor carga de trabajo”, y “las pautas de la sociedad no nos dan la libertad necesaria”.

  • Las actividades a realizar por ser mujer: “cocinar, decorar, estudiar, limpiar, actividades que no impliquen fuerza para que no sea tosca, fregar, leer”.

    La identidad masculina, erguida bajo preceptos patriarcales presenta características que la distinguen, si bien se puede decir que redunda una que otra vez en cualidades de independencia y fortaleza. Sin embargo, estas se convierten en consistentes y definitorias, con roles instrumentales proveedores, protectores, más racionales que emocionales, demostrado en este diagnóstico.

  • Las cualidades que poseen son: “agresivo, independiente, brusco, fuerte, trabajador, dominante, cuidadoso, cariñoso, paciente”.

  • La mayor ventaja de ser hombres es: “hacemos lo que queremos, tener varias mujeres, no parir, ser cabeza de hogar” y la mayor desventaja: “ser homosexual, feo, realizar trabajos forzados, ser estéril”.

  • Entre las actividades que consideran deben realizar por ser hombres están: “deporte, trabajos forzados, cooperar en algunas tareas del hogar”.

    De 81 encuestados(as) -41 hombres y 40 mujeres- plantean que por condición natural “el hombre debe ser dominante”; 87 encuestados(as) -43 hombres y 44 mujeres- que “los bebés necesitan más la cercanía de la madre que la del padre”; 45 encuestados(as) -35 hombres y 10 mujeres- consideran que se debe seguir la tradición de que la mujer dependa del hombre.

  • Como seres sociales la familia y la escuela inciden en la construcción de las identidades de género y la asunción de roles, este aspecto no es ajeno en la formación del futuro egresado y egresada.

    En el caso de los muchachos, 41 de los encuestados, exponen que reciben un tratamiento diferenciado por parte de sus padres – “me trata como hombre, un poco más rudo que a mi hermana-”y sus madres –“cariñosa, comunicativa, dulce-“; no así, en el caso de las muchachas (45) donde expresan tratarlas sin diferencia “-con mucha ternura, cariño, con más cuidado, con amor-”.

    Las actividades, asignadas en el seno del hogar, también están marcadas por la inequidad, sólo cinco de los encuestados, contestaron esta pregunta y exponen que “a veces ayudan, buscan agua, votan la basura”, dos de ellos, exponen que “limpian y cocinan”. En el caso de ellas bien delimitadas estas tareas: “lavar, limpiar, fregar”.

    Declaran que la escuela les asignan actividades atendiendo a su sexo, los estudiantes expusieron, “chapear, cargar agua, trabajos fuertes”; por su parte las estudiantes, exponen “limpiar, estudiar, barrer, acomodar el aula, arreglar el mural”.

    Los(as) profesionales en formación manifiestan que el sexo de su estudiante, puede influir en la relación profesor(a) –alumno(a), 81 (41 muchachos y 40 muchachas)- al alegar que la manera de comunicarse y el trato no es la misma con ellos y ellas, así como, los temas de conversación.

    Este último aspecto es un llamado de alerta en cuanto a las pautas sexistas que trasmitirán a través de su rol profesional a sus educandos incidiendo en la formación de sus personalidades y legitimando desde la escuela mecanismos de inequidades, no acordes con la política educacional de nuestro país y el proyecto social cubano. A este hecho debemos unir que la comunicación está marcada por códigos agresivos, irrespetuosos y violentos, no sólo entre ellos, sino que entre ellas los códigos también son “fuertes”.

    Los elementos antes expuestos, muestran la construcción de la masculinidad y la feminidad de los(as) profesionales en formación, queda bien marcadas que es ser femenino desde los roles asistenciales y que es ser masculino desde los roles instrumentales a partir de las cualidades que deben tener hasta la forma de comportarse.

    No obstante expresan los(as) 90 (100%) profesionales en formación, la necesidad del cambio ante aspectos como: igualdad de oportunidades en el ejercicio profesional para hombres y mujeres, en una mayor participación en las tareas del hogar por parte de los hombres, así como, en la crianza de los hijos e hijas, en la asunción de decisiones familiares asumidas de manera compartida.

    Las valoraciones realizadas de la situación actual de la educación de género en la formación y desarrollo de la personalidad de profesionales en formación de la educación, corroboraron las pautas sexistas existente en la sociedad, la familia y la escuela cubana actual, lo que revela la necesidad de búsqueda de procedimientos que permitan una modificación de la actitud, dirigida hacia una educación de la equidad y el crecimiento personal.

    Comprender por parte de los (as) profesionales de la educación en formación la esencia de la construcción de género y cómo se manifiesta externamente el fenómeno, les permite realizar una valoración de cómo se ha construido el género de manera individual en cada uno (a), que elementos deben reconstruir o potenciar para el logro de un crecimiento personal donde aprendan a vivir consigo mismo, aprendan a convivir y aprendan a afrontar la vida, tributando en el desempeño de su rol profesional.

    Se es del criterio, que el sistema de conocimientos que el ser humano adquiere, a través del aprendizaje social como escolar, es importante para el cambio de actitudes, específicamente en este caso hacia una educación de género que hasta el momento es portadora de una cultura patriarcal, potenciadora de educaciones diferenciadas entre los seres humanos, que toma sólo como punto de partida el sexo (biológico), al establecer inequidades y relaciones de poder que atentan contra el desarrollo armónico e integral de la personalidad.

    De modo que se habla de aprendizajes para la equidad como proceso de apropiación de contenidos, vivencias, valores y formas del ser y quehacer masculino y femenino, en un contexto histórico-social concreto, que le permita al ser humano, conocerse y aceptarse a sí mismo y a los demás, sobre bases de respeto, tolerancia y relaciones equitativas y le propicia su crecimiento personal y su desarrollo humano.5

    El análisis demuestra que dentro de las transformaciones que debe llevar adelante el magisterio cubano en la realidad educativa está lo concerniente a la educación de género desde modelos no sexistas, en correspondencia con los cambios sociales y el adelanto de las ciencias, de manera que le permita cumplir con uno de los desafíos que debe enfrentar en el ejercicio de su labor: atender la formación del ciudadano en la diversidad de la individualidad (…)6y los principios de la Política educacional Cubana “El principio del carácter masivo y con equidad de la educación” y “El principio de la coeducación y la escuela abierta a la diversidad”.

    Si el profesorado en su formación profesional se prepara desde un proceso pedagógico equitativo, podrá incidir en la formación de la personalidad de sus educandos e influir en contextos de actuación tan importantes como la familia, principal institución socializadora del individuo que reproduce patrones culturales patriarcales, tradiciones, prejuicios y tabúes en relación a la construcción del ser y el quehacer femenino y masculino , conllevando a la reproducción a nivel social de relaciones de poder y de inequidad entre los géneros.

Conclusiones

    Potenciar la equidad entre los géneros, no significa construir formas únicas del ser y quehacer femenino y masculino, no es establecer formas homogéneas de relación, sino propiciar el desarrollo integral del ser humano, a partir su crecimiento personal desde lo común y lo diverso.

    Desde esta mirada se hace necesario un replanteo de la teoría y la práctica educativa, a partir del cuestionamiento medular de los enfoques prevalecientes de la educación y de su connotada eficiencia, para dar respuesta a la necesidad de formar a un ser humano capaz de insertarse activa y críticamente en su contexto, así como, de contribuir al mismo tiempo al enriquecimiento de la calidad de vida individual, familiar y social, incidiendo en la equidad de los géneros.

    Es la conciencia de que todas y todos son sujetos actores de la realidad, y por lo tanto responsables de su perpetuación o de su transformación, lo que lleva a pensar en la educación desde un enfoque de género como una necesidad, ya que los procesos que puede promover resultan significativos para impulsar el cambio de valores y de normas socio-morales.

    Formar al profesional de la educación desde una concepción de equidad es uno de los grandes retos del magisterio cubano. Esto le permitirá, desde el punto de vista profesional llevar adelante la “dirección grupal e individual con un enfoque humanista del proceso de enseñanza –aprendizaje en atención al desarrollo de las potencialidades individuales de los educandos para lograr la equidad desde la atención a la diversidad.”7

    En lo referente a la educación de género para la equidad, lo que no se aprende, no se sensibilice, no se reconstruya en la personalidad del maestro, pasará a formar parte del currículo oculto y el omitido, legitimando las pautas sexistas de la sociedad.

Notas

  1. Diccionario del pensamiento Martiano, 2002. p 148.

  2. Naranjo Paz, Anabel (2010): La transversalización del enfoque de género en la formación de profesionales de la educación, desde las potencialidades de la disciplina formación pedagógica general, p 14.

  3. Distinción cultural, históricamente determinada que caracteriza a la mujer en sí misma y frente a la masculinidad del hombre. Lagarde. Distinción cultural, históricamente determinada que caracteriza, 1997. Capacitación en género y desarrollo humano. 2004. p 197.

  4. Distinción cultural, históricamente determinada que caracteriza al hombre en superioridad a la mujer. Ibídem. p 197.

  5. Naranjo Paz, Anabel (2010): La transversalización del enfoque de género en la formación de profesionales de la educación, desde las potencialidades de la disciplina formación pedagógica general, p. 30.

  6. Miranda, L. Teresita y Verena Páez. Ante los nuevos retos: cambios curriculares en la formación del profesional de la educación.2002. p. 6.

  7. Miranda. L, Teresita y Verena Páez: Ante los nuevos retos: cambios curriculares en la formación del profesional de la educación, 2002. p. 43.

Bibliografía

  • Álvarez, M. et al. Capacitación en género y desarrollo humano. Editorial. Ciencia y Técnica. La Habana. 2008.

  • Barrios. D. Resignificar lo masculino: guía de supervivencia para varones del siglo XXI. Vila Editores S.A, México, 2003.

  • Blanco, A. Introducción a la Sociología de la Educación. Editorial Pueblo y Educación, Cuba. 2001.

  • Carrillo, I. Género y educación en valores. Revista Otras Miradas, volumen 4 Nº 1, junio 2004. Mérida-Venezuela.

  • González Alicia, Castellano Beatriz: Sexualidad y género. Alternativas para su educación ante los retos del siglo XXI. Editorial. Científico Técnica. Ciudad de La Habana 2003.

  • Miranda. L, Teresita y Verena Páez: Ante los nuevos retos: cambios curriculares en la formación del profesional de la educación, La Habana, 2002.

  • Naranjo Paz, Anabel (2010): La transversalización del enfoque de género en la formación de profesionales de la educación, desde las potencialidades de la disciplina formación pedagógica general. Tesis en opción al título científico de doctora en ciencias pedagógicas. Cuba 2010.

  • __________________________: Educación: una mirada desde la transversalización del enfoque de género. La construcción de la Sexualidad y los géneros en tiempos de cambio. Ediciones Aurelia, Valencia, España 2010.

  • Schüssler, Renate: Cuaderno temático de género y educación. Editorial y Gráfica EBRA E.I.R.L. Perú 2007.

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