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Obesidad en el embarazo. Generalidades y ejercicios

 

Filial de Ciencias Médicas Baracoa Guantánamo

(Cuba)

Lic. Freddy Durán Montero

Erlinda Labañino Legra

fredd.gtm@infomed.sld.cu

 

 

 

 

Resumen

          La obesidad es el exceso de grasa en el cuerpo el cual se presenta, con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que aquellas que se utilizan. Entre los factores que pudieran inclinar el equilibrio se incluyen la constitución genética, el exceso de comer, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física. Ser obesa constituye un gran problema para una embarazada ya que aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades de mayor complicación, incluso puede provocar un incremento de la mortalidad materna y perinatal. Sin embargo para estos pacientes existe una excelente cura: una dieta balanceada y un adecuado sistema de ejercicios físicos.

          Palabras clave: Embarazo. Obesidad. Ejercicios físicos.

 

Recepción: 14/05/2014 - Aceptación: 03/08/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 198, Noviembre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El exceso de consumo de alimentos ricos en grasa o densos en calorías, unido al hábito de poca actividad física, asociados a factores: hereditarios, neurológicos, culturales y sociales, entre otros, pueden predisponer y condicionar en la persona un aumento de peso corporal a expensa de grasa de depósito.

    Este aumento de peso producido por los elementos antes expuestos, propician el síndrome endocrino metabólico de la obesidad, y constituye un factor de riesgo de gran significación e importancia en el desarrollo de afecciones que presentan elevadas tasas de morbilidad y mortalidad, como son: la hipertensión arterial, la diabetes mellitus tipo 2, la aterosclerosis, la enfermedad cerebro vascular, el hígado graso, las enfermedades de las vías biliares, la aparición de hernias abdominales, la marcada asociación con la insulinoresistencia, las afectaciones sobre el sistema osteomioarticular, el cáncer y las alteraciones en la esfera psicológica. En el tratamiento a las personas que presentan esta entidad multifactorial, los mejores resultados obtenidos se ponen de manifiesto en la modificación del estilo de vida, como son: los hábitos alimentarios, la incorporación a la actividad física y al ejercicio físico en su régimen de vida diario, el modo de enfrentamiento a los estresores, las horas dedicadas al sueño, la recreación física y los entretenimientos, entre otras actividades que conforman los elementos a tener presente en la calidad de vida.

    El estilo de vida no sedentario, tiene como fundamento, el aumento de la actividad física espontánea relacionada con las tareas laborales, y la práctica del ejercicio físico de baja a moderada intensidad, que se ajuste a las características individuales de las personas, con una duración entre cuarenta y cinco a noventa minutos de ejercitación, con una frecuencia de cinco sesiones en la semanas.

    En la actualidad los ejercicios físicos son utilizados con varios fines.

    Como terapia, entretenimiento, deportes, prevención, curación y rehabilitación de enfermedades, una de las afecciones en que más se utiliza este método es la obesidad, enfermedad que se hace más complicada durante el embarazo.

    El presente trabajo esta dedicado a los profesores Cultura Física y la salud que trabajan de conjunto con el médico de la familia en la comunidad o en hospitales y casas maternas en la atención a la mujer embarazada. El mismo es una guía metodológica donde se encontraran las actividades físicas generales y específicas que toda embarazada sana, puede realizar luego que su obstetra lo haya autorizado, también se encontraran los movimientos, posturas o acciones específicas a realizar en el momento del parto, así como otras indicaciones de interés sobre este importante tema.

    El embarazo es un proceso fisiológico que desarrolla la mujer y que tiene un tiempo de duración aproximada de 9 meses.

    Este proceso se caracteriza por el aumento de tamaño de los órganos sexuales, el útero pasa de un peso aproximado de 30 a 700 gramos, mientras que las mamas adquieren un tamaño aproximado doble del inicial. Al mismo tiempo la vagina crece y el introito se ensancha.

    El abdomen crece según van pasando las semanas de gestación, por lo tanto al cambiar el centro de gravedad del cuerpo, se ocasionan cambios posturales y también en la deambulación. Durante este tiempo la gestante aumenta de peso sobre todo en los últimos tres meses ya que es aquí donde aparece un gran apetito, el cual debe ser controlado, tratando de que la madre ingiera verdaderamente lo que necesita y que no aumente de peso desmedidamente, se ha comprobado científicamente que la practica actividades físicas especificas con las gestantes favorece el embarazo acorta el periodo de parto y la recuperación. Al incorporar a gestante a las clases de ejercicios físicos se deben tener en cuenta todos los cambios corporales, lograr que la misma realice plenamente los ejercicios, no para prepararse para una competencia sino para el bien de su salud y de su propio hijo.

    Los profesores de cultura física, que aplican este programa, deben ser pacientes ayudar si fuera necesario a las mujeres en los cambios de posiciones del cuerpo, velar por la ejecución adecuada de los movimientos y cuidar las posiciones iniciales de los ejercicios.

Objetivo

    Con este trabajo se debe identificar la relación existente entre la obesidad y las complicaciones en la gestación y enfatizar en la necesidad de que el personal de salud conozca la afección y desempeñe su papel primordial en la identificación oportuna de los factores de riesgo, para lograr que el médico de familia realice campañas dirigidas a mejorar los hábitos alimentarios de las mujeres embarazadas obesas.

Desarrollo

    Hipócrates dijo: “En tu alimentación esta la curación”.

    El exceso de consumo de alimentos ricos en grasas o densos en calorías, unido al hábito de poca actividad física, asociados a factores: hereditarios, neurológicos, culturales y sociales, entre otros pueden predisponer y condicionar en la persona un aumento de peso corporal a expensa de grasa de depósito. Así que una mujer embarazada obesa constituye un alto riesgo ya que pueden aparecer disímiles enfermedades afectando a su feto como son: la diabetes, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, entre otras.

    Por eso hoy en día la obesidad es considerada por la OMS, como una enfermedad.

    Actualmente más de un billón de personas en el mundo tienen un índice de masa corporal (IMC) mayor de >29 Kg/m², son considerados obesos. Solamente en EE.UU. la obesidad es causa de 400.000 muertes al año, lo cual representa una importante repercusión en los gastos de salud, el 7 % del total.

    Los trastornos producidos por esta enfermedad han influenciado cada vez más a mujeres en edad fértil, que están embarazadas o desean estarlo. A todo esto añadimos algunas creencias populares, de que una embarazada debe "comer por dos" o que la gordura es sinónimo de prosperidad, las cuales hacen que las mujeres se preocupen realmente poco por su aumento de peso durante el embarazo.

    Durante el 2010 el sobrepeso, escalón anterior a la obesidad, representaba en el país un 21,4 % de las mujeres al inicio de la gestación, y las obesas un 9 %, según datos emanados del Sistema de Vigilancia del Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos del Ministerio de Salud Pública, indicó a Granma el profesor Moisés Hernández Fernández.

    El tema es objeto de análisis en el XV Congreso de la Sociedad Cubana de Ginecología y Obstetricia, que con la asistencia de cerca de 500 delegados, donde el especialista en nutrición indicó que la obesidad, no es privativa de países del primer mundo como a veces se piensa, sino también de naciones en desarrollo. El exceso de peso es una "situación compleja" que tiene su origen en la interacción entre los antecedentes genéticos individuales, el metabolismo de las personas, los hábitos alimentarios en los que predominen los alimentos ricos en hidratos de carbono, las grasas y un estilo de vida con muy poca actividad física (sedentarismo).

    Señala el doctor Hernández, Profesor Titular y Consultante del Instituto de Nutrición, que la etapa del embarazo no es el momento adecuado para indicar la disminución del peso corporal mediante el empleo de dietas restrictivas, aunque sí para orientar una dieta adecuada a su estado nutricional.

    La obesidad repercute de manera adversa sobre el embarazo, produciendo en el primer trimestre abortos espontáneos y anomalías congénitas. En etapas avanzadas las complicaciones más comunes son hipertensión, preeclampsia, diabetes gestacional, enfermedades hepáticas no alcohólicas, trastornos tromboembólicos venosos y más dramáticas complicaciones, como el síndrome de Hellp. La repercusión fetal incluye macrosomía fetal, distress respiratorio y bebé bajo peso para su edad gestacional, como consecuencias de complicaciones maternas.

    En la actualidad el número de mujeres que conciben una gestación con IMC superiores a 29 Kg/m se ha incrementado, aparejado esto al incremento de la edad materna, en nuestra área de salud también nos enfrentamos a esta problemática de connotación mundial y nos decidimos a estudiarla para identificar la relación existente entre la obesidad y las complicaciones en la gestación.

    Lo más importante para la mujer en edad fértil es la prevención de la obesidad antes del inicio del embarazo, mediante una dieta saludable y ejercicios físicos, orientaciones que deben emanar del personal de salud en la atención primaria.

    Según un estudio que publicó la revista Pediátrica se dice que las mujeres que son obesas tienen más probabilidades de tener hijos con trastornos como el autismo u otros retrasos de desarrollo.

    Una gran cantidad de estudios asociaron la diabetes tipo 2, un trastorno relacionado con la obesidad, con un mayor riesgo de malformaciones en el feto. El nuevo estudio, realizado entre 42.000 mujeres que tuvieron un hijo entre 1991 y el 2004, no halló una relación entre la obesidad materna y el riesgo de malformaciones graves. Sin embargo, el equipo sí encontró una asociación con la diabetes.

    El estudio de obesidad y gestación está siendo abordado constantemente por las complicaciones que presentan durante el embarazo y el parto, 1-9 esta investigación que estudia la morbilidad durante el embarazo de un grupo de obesas comparándola con un grupo de estudio (normo peso) refleja alta incidencia de enfermedad hipertensiva gravídica con 17 pacientes, infección urinaria, 11 pacientes, signo de más 7 pacientes, CIUR 4 pacientes, Polihidramnio 2 pacientes y Diabetes Mellitus Gestacional 1 paciente. El grupo de estudio presentó discreto aumento de anemia y embarazos prolongados.

    Como se aprecia la obesidad está muy relacionada con la enfermedad hipertensiva gravídica, aun más si se asocia con embarazo en edades tardías, constatándose además aumento en el índice de bajo peso.

    Cuando se compara el incremento medio de peso a las 30 y 40 semanales de gestación se observa en el grupo de obesas a las 30 semanales un exceso de peso de 2,2 Kg y a las 40 semanales 3 Kg de peso, asociado esto representativamente con enfermedad hipertensiva gravídica (principal morbilidad del estudio), el grupo control elevó su peso alrededor del percentil 50.

    Queda implícito que la obesidad requiere de seguimiento nutricional para balancear adecuadamente el peso durante el embarazo. El incremento escaso de peso (percentil 25 o menos) no se asoció con morbilidad representativa.

    Se debe insistir en los trastornos metabólicos, en especial en la Diabetes Mellitus Gestacional.

    Entre 1991 y 1994, el 0,4% de los bebés nació con una anormalidad congénita grave, como defectos en el corazón, la columna, el cerebro, los pulmones o el sistema digestivo. Esa tasa pasó al 0,8% entre el 2000 y el 2004. Al mismo tiempo, la prevalencia de la obesidad aumentó del 29% al 41%, mientras que la diabetes pregestacional pasó del 1% al 3% de todas las participantes. Finalmente, entre las mujeres obesas y diabéticas en el período 2000-2004, la diabetes fue responsable de tres cuartos del riesgo de que los bebés desarrollaran malformaciones.

    Aunque los ejercicios prenatales se promueven en todas las áreas de salud, todavía esta importante práctica demanda mayor cultura. Elio González Miranda, director del Palacio de la maternidad, en la ciudad de Cienfuegos manifiesta que muchas veces llegan a la institución muchas pacientes que desde la base no le han prestado la debida atención a esta actividad. Luego han tenido que emprender desde cero esta labor del ejercicio en las embarazadas, por lo que sugiere una mayor compresión de toda la familia para esta labor del médico de la familia desde cada consultorio médico del barrio.

Reglas básicas sobre el orden de los ejercicios

    La actividad física con obesas embarazadas, como bien se dice, tiene que ser bien planificada, por tandas, repeticiones, complejidades y disfrute donde existan muchos movimientos para que sea bien estimulante tanto para el organismo, como para la psiquis de la paciente, siempre teniendo en cuenta de que la intensidad del ejercicio y la cantidad debe ser menor que la de una embarazada normal, cuidando siempre de la salud de la madre y el niño.

    El orden con que se realizan los ejercicios en las clases es muy importante, y aunque pueden ser variables deberemos de respetar algunos principios de forma taxativa.

  1. Intenta seguir una secuencia lógica

  2. Evita a los alumnos tener que levantarse y sentarse en el suelo repetidas veces, ya que esto rompe la dinámica de las secuencias de ejercicios.

  3. La clase siempre debe empezar con un calentamiento.

  4. Tras el segundo aeróbico debe haber un periodo de enfriamiento

  5. La clase siempre debe terminar con ejercicios de relajación.

Principios a seguir

    Intentar mantener un ritmo constante y regular de respiración.

    Como regla en general, seguiremos los siguientes principios.

  1. Inspira: en las distensiones, extensiones y relajaciones.

  2. Espira: al realizar los esfuerzos en las contracciones y en las flexiones.

Sistema de ejercicios para obesas embarazadas

Ejercicios para mejorarla circulación

  1. Caminar en punta de pies haciendo respiraciones profundas.

  2. Apoyada sobre el respaldo de una silla, realizar elevación de los talones inspirando, y volver a la posición inicial expirando.

  3. Sentada con las piernas extendidas y unidas, realizar círculos de tobillos.

Ejercicios posturales

  1. Parada, sentada o acostada, retener la respiración, contraer el ano, como contando el movimiento de los intestinos.

Ejercicios generales con silla

  1. Sentada en la silla, manos sobre los muslos, realizar (1-2) cabeza al frente (3-4) cabeza atrás.

  2. Sentada, manos entrelazadas, realizar (1-2) círculo de muñecas al frente, (3-4) extensión de los brazos arriba de la cabeza.

  3. Sentada, brazos a los lados del cuerpo, realizar (1-2) elevaciones laterales de los brazos, (3-4) volver a la posición inicial.

Con la pareja

  1. Parada la mujer y su pareja detrás de ella, manos entrelazadas, realizar elevación de brazos por los laterales arriba, inspirando y expirando al volver a la posición inicial.

  2. Sentados en el piso, espalda con espalda, brazos entrelazados, realizar (1-2) abrir piernas, rozando el piso (3-4) volver a la posición inicial.

    Se deben incluir, además, ejercicios respiratorios, marchas ligeras, observando estrictamente la dosificación de las cargas aplicadas. La combinación de la dieta debe ser adecuada para constitución y la vida de la embarazada obesa donde pueda prevenir enfermedades asociadas, y las que ya existen aliviarlas hasta el máximo. La dieta debe tener en cuenta la abundancia de vegetales, leche y otros alimentos bajos en azúcar y grasa, y la disminución de estas dos últimas. Además debe ser una dieta completa, adecuada y variada a la vez.

    Para lograr resultados favorables es necesario tomar medidas serias de educación nutricional que impliquen cambios en la conducta ante la ingestión de alimentos, tratamientos dietéticos y un paso muy importante: el psicológico.

    Un manejo adecuado de los trastornos alimentarios por parte de los trabajadores de la salud durante la etapa preconcepcional, para convencer a las futuras madres a conservar su peso ideal, no solo será beneficioso para su salud sino que involucra también la salud del bebé durante la gestación y el parto.

Conclusiones

    La incidencia de obesidad y embarazo aumenta considerablemente con diferencias circunstanciales por año. Por lo que podemos decir que el aumento de peso en las pacientes obesas excede la media recomendada, teniendo en cuenta la estrecha relación para causar morbilidad obstétrica que esta guarda.

    A demás se sugiere trabajar en el riesgo reproductivo en el balance nutricional durante la gestación. Cambiar estilo de vida, hábitos alimenticios adecuados y la sistematización de ejercicios físicos.

Bibliografía

  • Folletos complementarios de obesidad y embarazo.

  • Leyva, C. Con la ayuda de la fisioterapeuta.

  • Wikipedia, La enciclopedia libre.

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