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Propuesta para la construcción conjunta del deber ser

 

Licenciada en Economía Política. Especialista en Pensamiento Cubano y Latinoamericano

Máster en Temas interdisciplinarios de América Latina, el Caribe y Cuba

Diplomada en Agroecología y agricultura sostenible

MsC. María del Carmen Pérez González

maracar@inder.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El carácter desarrollador de la educación, que privilegia los valores, toma en cuenta a los estudiantes como protagonistas de su conocimiento. En ese sentido, el presente informe recoge la experiencia de una evaluación final, en la cual fueron empleados ejercicios propiciadores de reflexión. La intención comprende dos dimensiones: evaluar e identificar escenarios favorecedores para la formación de valores, así como de cualidades significativas, relativas al deber ser.

          Palabras clave: Valores. Formación de valores. Evaluación. Promotor deportivo. Escenarios.

 

Recepción: 02/06/2014 - Aceptación: 25/08/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 197, Octubre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En la formación de valores, la identificación de cualidades y aptitudes, donde los actores son protagonistas; adquiere relevancia. Con esa intención, fue diseñado un taller, conducido por el objetivo de identificar escenarios en los cuales se forman valores, así como los considerados más significativos en el nivel individual, de equipo y de grupo, a partir de las historias de vida de los participantes, mediante el desarrollo de ejercicios de introspección, reflexión, debate y exposición. Es también intención propiciar el trabajo en equipo.

    La experiencia se realizó en el marco de un curso de pos grado, ofrecido a un grupo de promotores deportivos venezolanos, susceptible de aplicaciòn, en la identificaciòn de los valores compartidos, de gran utilidad en la dirección de los diversos colectivos, especialmente en la docencia.

La formación en valores a través de la práctica de deportes

    La actividad deportiva, es una práctica social. Es también, un proceso pedagógico y, consecuentemente; formador en valores. Por ello, la elevación de la maestría deportiva no constituye un fin en sí mismo, antes bien, la interpretación de los principios y valores morales; constituyen el centro de atención de los profesores y promotores deportivos. De ahí la importancia de la superación de los conductores del deporte masivo comunitario, en la problemática axiológica.

    Está reconocido que la formación en valores a través de la actividad deportiva, debe estructurarse en un sistema, para que estos sean funcionales, flexibles, adaptados al contexto del cual dimanan (Mayra del Toro, 2006). El presente informe, recoge los resultados de un ejercicio de reflexión e introspección; de un grupo de promotores deportivos venezolanos, como actividad de culminación de estudios del curso de posgrado: “La formación de valores en el trabajo político ideológico”, en septiembre de 2013.

    La práctica masiva comunitaria del deporte, satisface necesidades afectivas y cognitivas que van desde la preparación física, hasta la formación moral de los practicantes. En ello intervienen aspectos económicos, sociales, emocionales, tanto como los relacionados con la práctica del deporte y la competencia. Por eso, la orientación metodológica hacia la formación de valores, de los promotores deportivos, resulta pertinente.

    Los valores y su formación, componentes del proceso educativo, transcurren en un contexto contradictorio, generado por la racionalidad capitalista, que pone en riesgo el sistema de valores heredados por los pueblos latinoamericanos. En oposición, la producción teórica en torno a su conceptualización y a la implementación de estrategias educativas, se abre paso en los medios académicos. Cuba y Venezuela; evidencian esta voluntad.

    La experiencia cubana, recoge estudios de instituciones académicas, como Instituto de Filosofía, el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría y la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el deporte. Igualmente se destacan autores, cuyas obras son de referencias, entre ellos: José Ramón Fabelo, Sánchez (1988), Rodríguez Ugidos (1989), Chacón y Ulloa (1988), García (1996); Rodríguez (2000) Álvarez de Zayas (2000), Chávez (2000), Báxter (2002), Chacón (2004); quienes han realizado aportes filosóficos y pedagógicos desde la cosmovisión marxista. Es esa, justamente, la perspectiva con que se orienta la presente indagación.

    Particular interés despierta la autora Del Toro (2007) por argumentar que los enfoques cosmovisivos y pedagógicos; constituyen los fundamentos de la actividad deportiva, en la formación de valores. Por tal razón, su estudio constituye uno de los sustentos teóricos de la presente investigación, aun cuando estuvo dirigido a atletas de alto rendimiento.

    Existe coincidencia en los autores al reconocer la actividad deportiva como formadora de valores. Precisamente por ello, una de las vías utilizadas en Venezuela para ese fin es: la práctica masiva del deporte.

    El proyecto emancipador venezolano, asentado el legado de la Pedagogía iniciada por Andrés Bello y Simón Rodríguez; comprende la formación de valores, sustentada en la Ley Orgánica de Educación del 13 de agosto de 2011, en sus artículos 14 y 54.

    La inclusión, una de las propuestas liberadora del proyecto venezolano, condujo a su masificación, proceso en el cual interviene la Misión Deportiva Cubana en diferentes programas: Alta Competencia y Barrio Adentro Deportivo. Por esa vía, se persigue el redimensionamiento del deporte, de instrumento de rentabilidad económica, a entidad formadora de valores acordes con el proceso en desarrollo. (Carta Magna, Capítulo VI, artículo 111, del 17 de noviembre de 1999)

    Orientado hacia esa dirección, el Instituto Nacional de Deportes de la República Bolivariana de Venezuela, solicitó un curso de formación en el tema de la formación de valores y el trabajo político ideológico, para cuarenta y un (41) promotores deportivos, de diversos estados.

    En la garantía del éxito del curso, es necesario tener en cuenta indicadores, factibles de constatar en diversos momentos. El primero es la conformación del programa, el cual antecede a la ejecución del curso, mientras en segundo corresponde a la impartición del curso. En este último se haya el objeto de estudio, concretamente en el ejercicio final evaluativo.

Conformación del programa

    La determinación de las necesidades de superación, constituye el eje central en torno al cual el Programa del curso fue diseñado. De ello depende que su impacto sea reflejado en el resultado en términos cuantitativos en el momento siguiente.

    En este primer momento, fueron empleadas las técnicas: entrevista, consulta a especialistas, y análisis de documentos. Aquí se trata de un impacto predictivo, sustentado en criterios tales como: el diagnóstico de necesidades de aprendizaje, diseño del Programa acorde con las exigencias del curso de posgrado, calidad del claustro, criterios de acceso y organización; a los cuales se hará referencia a continuación.

Adecuación del Programa al diagnóstico de necesidades de aprendizaje.

    Fue confeccionado un curso, adecuado al diagnóstico de necesidades de aprendizaje definido por los usuarios.

Adecuación de la estructura del Programa a los requerimientos de un curso de postgrado.

    Fue estructurado en tres temas: Básico, Básico Específico y Especializado. El primero cuenta con cuatro temáticas, con un total de diez (10) horas presenciales y veinte (20) para el estudio independiente. El segundo posee tres temáticas con seis (6) horas presenciales y doce (12) para el estudio independiente. Al tercero pertenecen cinco temas con catorce (14) horas presenciales y doce (12) para el estudio independiente. Al ejercicio integrador evaluativo, se le va a dedicar cuatro (4) horas.

    La duración total de Programa es de noventa y seis (96) horas, de ellas treinta y seis (36) presenciales y sesenta (60) de estudio independiente, y aporta 2 créditos; en correspondencia con las exigencias para la formación de pos grado.

    Su contenido temático, es particularmente propicio para el intercambio, a partir de las historias de vida de los cursistas, en la identificación de cualidades y aptitudes.

Calidad del claustro en cuanto a categoría docente y científica, así como a la experiencia profesional.

    El claustro que tuvo a su cargo la confección de programa y su impartición, está compuesto por especialistas, graduados de Licenciatura en el área del conocimiento de las ciencias sociales. Todos ellos poseen categoría científica de Máster o Doctor, y promedian quince años en la docencia.

Los criterios de acceso de los cursistas.

  • Ser promotor deportivo

  • Ser miembro del grupo de promotores deportivos del Convenio Cuba Venezuela.

La organización del curso.

    El curso fue organizado mediante un horario, en el cual se tuvo en cuenta la secuencia lógica de los contenidos, el fondo de tiempo, las técnicas a emplear, así como la evaluación de cada tema y de culminación. Es justamente, esta última la de interés en la presente investigación.

Evaluación

    Como evaluación final, se realizó un ejercicio integrador, consistente en el desarrollo de un taller para aplicar los conocimientos adquiridos en clase, interpretados a partir de sus experiencias vivenciales. Comprende trabajo en equipo, así como grupal, con el empleo de la introspección, reflexión, el debate y la exposición. Esos resultados constituyen el contenido del presente informe.

    El taller fue diseñado con el objetivo de que los cursistas identificaran los valores más significativos. Fue estructurado en 4 ejercicios, con una lógica que partió de los escenarios concretos en los cuales el individuo interacciona, seguido de la mención de valores significativos individualmente, de cada equipo y del grupo; en los cuales se puso de manifiesto el ideal de conducta en el imaginario del grupo. Posteriormente, se pasó a proyectar el ideal del deber ser en personas que encarnan los valores de mayor relevancia para ellos. Por último, se procedió al auto reconocimiento, hasta llegar a definir el valor que más los caracteriza.

    Inicialmente el profesor hizo una síntesis teórica de los valores, como parte de la orientación de la actividad.

Primer ejercicio. Tuvo como objetivos: Identificar escenarios en los que se forman valores. Para ellos se le propusieron: la familia, la comunidad, la escuela y la sociedad. Se les dio la posibilidad de que incluyeran instituciones además de las mencionadas.

    Las cuatro propuestas fueron consideradas, con énfasis en la familia y la práctica de deporte; por el 97% de los participantes. Ello puso de manifiesto el reconocimiento al rol de la familia, como escenario primigenio en la educación en valores. Se revela identificación del grupo con la práctica del deporte, actividad en la cual se desempeñan, especialmente por haber sido incluida por ellos. Seguidamente, la escuela con el 92%. La sociedad (31%), la comunidad (35), así como el trabajo (39%); fueron los menos seleccionados, al considerar que en esos espacios coexisten los antivalores junto a los valores.

Segundo ejercicio. Fue organizado en varios pasos:

  • Trabajo individual: Seleccionar los cinco valores más significativos para Ud.

  • Trabajo en equipo: Seleccionar los cinco valores más significativos para el equipo.

  • Relacionarlos en orden decreciente.

  • Presentarlos ante el auditorio, por uno de los miembros del equipo

  • Trabajo colectivo: Definición grupal

    En el trabajo individual, hubo variedad de respuestas, evidencia de la disímil construcción de significados, acorde al contexto socio histórico en que se forman. Mencionaron diecinueve (19) valores en total, de los cuales fueron seleccionados los más recurrentes: quince (15) señalaron la humildad, catorce (14) la solidaridad, trece (13) el respeto, once (11) el amor, mientras la tolerancia y la responsabilidad, fueron mencionados por siete (7) cursistas.

    El colectivo fue organizado en seis equipos de trabajo, para la realización de una dinámica. A partir de la actividad precedente, donde cada cursista había declarado los cinco valores de mayor significación, procedieron a confrontarlos con los integrantes del equipo, a fin de seleccionar, en virtud de la coincidencia; los cinco de mayor relevancia para ellos. Estos fueron relacionados en orden decreciente. Como resultado del intercambio, pudieron ser sintetizados los que comparten, dada la recurrencia en los diferentes colectivos: el 26% optó por la honestidad, el respeto y la solidaridad, en tanto el 11% se pronunció por el amor y el patriotismo.

Tercer ejercicio. Estuvo dirigido a identificar personas representativas de los valores más relevantes, tanto reales como imaginarias. A través de esta actividad, se logra una visión crítica de las personas, descubriendo en ellas, valores que usualmente forman parte del ideal y del deber ser, entre los cuales se produce una coincidencia.

    En este momento, es posible contrastar informaciones obtenidas con anterioridad, al evaluar los escenarios formadores de valores, pues fue dominante la mención de la familia, lo cual es congruente con la designación totalitaria de los padres como encarnación de los valores de mayor significación para ellos.

    Aunque no aparece declarado el valor patriotismo en los ejercicios precedentes, salvo entre los compartidos; se revela en este último, al ser mencionado Chávez por cuarenta (40) personas, y Bolívar por treinta y ocho (38); como ejemplos a seguir, por ser portadores de los valores más reconocidos por el grupo de cursistas. La religiosidad también es apreciada, pues treinta y cinco (35) eligieron a Cristo, tanto como la solidaridad en la elección del Comandante en Jefe Fidel Castro por veinte (20) participantes. La preponderancia del papel de los padres se puso en evidencia, ya que fueron declarados por el total de los integrantes del grupo.

Cuarto ejercicio. Tuvo por objetivo: Reconocer los valores de los cuales usted es portador. La reflexión es la habilidad fundamental, por eso fue orientada a través de preguntas, escalonadas, propiciadoras de auto reconocimiento, conducentes a la identificación de los valores que poseen:

  • ¿Cómo enfrento los desafíos que se me presentan?

  • ¿Con qué criterios selecciono mis relaciones?

  • ¿Cómo reacciono cuando cometo errores? ¿Y cuándo lo cometen los demás?

  • ¿Qué cualidades reconozco en las personas?

  • ¿Qué cualidades rechazo en las personas?

  • Los valores que me caracterizan son:

  • El valor que me distingue es:

    En el desarrollo del ejercicio, emergieron veintiuna (21) cualidades rechazadas por ellos, lo cual denota la pluralidad cultural entre los miembros del grupo. Los más reiterados fueron: engaño por el 90%, el egoísmo y envidia con el 85%, en tanto la intolerancia y la prepotencia, fueron mencionadas por el 60%.

    Al culminar el ejercicio, el 56% consideró el respeto y la solidaridad; entre los valores que lo caracterizan. Se aprecia correspondencia con las respuestas obtenidas en ejercicios anteriores, pues tanto en la identificación de los valores que estiman individualmente en las personas, como en el trabajo en equipo y grupal; el respeto ocupa un lugar destacado.

    El amor fue mencionado por el 53%, mientras el 43% se pronunció por la humildad; esa elección es consecuente, pues ambos valores se hallan también en las propuestas anteriores, en el nivel individual, colectivo y de grupo. La responsabilidad y la honestidad, fue seleccionada por el 24%, la primera forma parte de los valores más significativos en el plano individual, mientras el segundo lo es entre los compartidos.

    Tanto el amor como la solidaridad fueron reconocidos como los valores más característicos para la mayor parte del grupo, con un 48%. Con el respeto se identificó el 18%, la humildad con 17%, la comprensión con 16%, mientras la responsabilidad fue mencionada por el 9%.

    Luego de la culminación de la actividad, es posible comparar los valores aflorados en los diversos momentos de los ejercicios y así apreciar la coincidencia entre en el nivel individual, de equipo y de grupo. De esta forma, se presentan en escala descente, los valores comunes en las fases desarrolladas: respeto, solidaridad, y amor, estuvieron presentes en todos los ejercicios, mientras la hunildad y la responsabilidad; afloraron en tres de ellos.

    Varios cursistas, plasmaron en el documento en que realizaron sus anotaciones, espontáneamente, frases significativas, motivadas por el desarrollo del curso en general y por la actividad final en particular. Aunque no es objetivo la evaluación del programa del curso; esas expresiones manifiestan valoración y satisfacción.

    Frases:

  • Cuba: tierra de gente bella, amiga, humilde, y tanto para dar que te hace sentir como en casa. Siempre sonríe (Un dibujo con una cara sonriente).

  • “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.

  • El amor lo abarca todo.

  • ¡Chávez vive! ¡Chávez es Usted!

  • El error es parte del aprendizaje.

  • Ningún error es tan grande como para no superarlo.

Conclusiones

  • El contenido temático del curso, es propicio para identificar cualidades y aptitudes, a partir de las historias de vida de los cursistas.

  • El empleo de las habilidades introspección, reflexión, debate y exposición, facilitó el trabajo en equipo y del grupo.

  • Mediante las técnicas empleadas, fue posible identificar escenarios en los que se forman valores, los considerados más significativos en el nivel individual, de equipo y de grupo.

  • Al comparar los valores aflorados en los diversos momentos de los ejercicios, se puso de relieve la coincidencia entre en el nivel individual, de equipo y de grupo.

  • Esta técnica, puede ser aplicada, para identificar los valores compartidos, de gran utilidad en la dirección de los diversos colectivos, especialmente en la docencia.

Bibliografía

  • Arteaga, N. C. (1999). Formación de valores morales. La Habana: Academia.

  • Damiani, L., & Bolívar, O. (2007). Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Caracas: Universidad Bolivariana de Venezuela.

  • Fabelo, J. R. (1996). Retos al pensamiento en una epoca. La Habana: Academia.

  • Toro, M. D. (1995). Hacia una reflexión necesaria: La formación de valores en el sistema cubano de Cultura Física. Villa Clara: Facultad de Cultura Física.

  • Ulloa, H., & Chacón, N. (2001). Educación moral.

  • Zayas, C. M. (1994). Epistemología. La Habana.

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