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El alcance social de la recreación dirigida 

al adulto mayor institucionalizado

 

*Profesor Asistente. Licenciada en Español-Literatura y MSc. en Actividad Física en la Comunidad.

**Profesor Asistente. Licenciada en Geografía

Diplomada en Trabajo Social y MSc. en Actividad Física en la Comunidad

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte. Facultad de Granma.

(Cuba)

MSc. Marlene Landa Valverde*

MSc. María Magdalena León Llave*

MSc. Libia Matilde Frías Corona**

marlenelv@grm.uccfd.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo expone aspectos relacionados con el proceso de envejecimiento y la necesidad de garantizar, desde una dimensión multidisciplinaria la atención integral del adulto mayor, a partir de la identificación de factores objetivos y subjetivos que inciden en la consecución de estos propósitos. Se enfoca con marcada intencionalidad el alcance social de la recreación dirigida al adulto mayor institucionalizado y refiere supuestos teóricos sobre la recreación física, terapéutica y artístico cultural y su repercusión en la salud física y mental de este grupo etario; también se reflexiona sobre cómo con la efectiva y sistemática aplicación de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de las actividades recreativas se puede lograr la satisfacción de necesidades, gustos y preferencias de los ancianos, así como la socialización y el mejoramiento de la calidad de vida de ellos, en su entorno vivencial.

          Palabras clave: Envejecimiento. Adulto mayor institucionalizado. Recreación.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 195, Agosto de 2014. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    El desarrollo alcanzado por el mundo contemporáneo ha hecho que en muchos países la expectativa de vida al nacer se eleve cada vez más, por esto los problemas relacionados con la ancianidad se convierten hoy en un importante tema para investigar a escala Internacional.

    El último Censo de población y viviendas (septiembre 2012) hizo evidente que Cuba envejece vertiginosamente, y se estima que en el 2035 uno de cada tres cubanos habrá sobrepasado los 60 años. Esta situación es el resultado lógico de la evolución sociodemográfica del país; pero por la rapidez y magnitud que alcanza, incide en que el envejecimiento poblacional sea identificado como uno de los aspectos más relevantes a considerar dentro de las estrategias para el desarrollo socioeconómico del país.

    El periodista José Alejandro Rodríguez en su artículo “Las arrugas de las necesidades” (Periódico Juventud Rebelde, sept 2012) pone en consideración las interrogantes siguientes:”¿Estamos preparados para enfrentar el creciente “encanecimiento de la sociedad cubana?¿Es solo escasez de recurso o también escollo mental que frena el mejor desenvolvimiento de ese sector etario?¿podrá sopesarse el problema de cada “viejito”, desde las estadísticas globales?¿las cifras distinguen el rostro, las arrugas de sus necesidades, el oído atento y la mano en el hombro que requieren?¿no urge un observatorio sistemático desde el territorio y la comunidad, para detectar los “agujeros negros” y los segmentos vulnerables en la tercera edad?”.

    El anciano requiere de cuidados especializados, un cambio de actitud hacia él por parte de todo el personal que lo asiste y de la sociedad en conjunto, estimando que la Tercera Edad es el momento culminante de la madurez del ser humano y en esta etapa es necesario y saludable que la persona asuma una actitud positiva en la vida, y la primera de esas actitudes básicas es aprender a ser uno mismo, aprender a saber vivir consigo mismo, a conocerse tal y como es: con sus dimensiones reales, espaciales, temporales, corporales y espirituales; este criterio es abordado por Cagigal después de hacer referencia a los cambios anátomo-fisiológicos, psicológicos, sociales que se producen en el anciano.

    La medicina geriátrica no tiene como fin disminuir la morbilidad, sino mantener la autonomía y el validismo, ambos factores se relacionan con la medicina de salud del anciano.

    Más de 80% de la población mayor cubana vive con la familia, el 9% vive solo y alrededor de un 9% se encuentra institucionalizado, lo que evidencia que la finalidad fundamental del Estado es mantener al anciano en su domicilio bajo la protección familiar siempre que reúna condiciones arquitectónicas, higiénico sanitarias y en especial, las emocionales.

    Desde los años 50 en Cuba, existían ancianos agrupados en asilos, atendidos por instituciones religiosas y caritativas; con escasos recursos subsistían aproximadamente 20 de estas casas. En el período revolucionario se renueva la política y se establecen normas y leyes que favorecieron a todos los sectores de la población, el anciano en particular recibirá atención especializada en estos hogares cuyo Reglamento primero se dictó en el año 1962 con las indicaciones necesarias para su funcionamiento, desarrollando el principio de la seguridad y asistencia social.

    Por ser una institución de salud se concibe un sistema de control y de acciones con el adulto mayor de manera integrada, al favorecer que todo el personal asociado e interactuante con el anciano, incida positivamente en el mejoramiento de su calidad de vida y para ello se aplican los conocimientos y sustentos teóricos que aporta la ciencia en función de la más acertada aplicación de la tecnología con sus variadas aristas.

    La recreación como fenómeno sociocultural puede favorecer el cumplimiento de estos fines porque sus leyes y sus fundamentos científicos prueban la importancia que reviste para el adulto mayor institucionalizado, por constituir una población vulnerable para el aburrimiento, la depresión y la soledad por lo cual los hogares deben contar con las condiciones elementales para que el anciano identifique su nueva casa y tenga una vida placentera en colectividad.

    Resulta difícil motivar al adulto para participar en actividades culturales, deportivas y recreativas, en esta problemática inciden diversos factores objetivos y subjetivos que abarcan desde la no concepción de una planificación recreativa de acuerdo con un diagnóstico, hasta causas originadas por la no aplicación de lo establecido en los reglamentos e indicaciones, el débil trabajo del personal especializado, la falta de operatividad en las gestiones de carácter material y el consiguiente deterioro del proceso de socialización entre los ancianos, reflejado en las manifestaciones de convivencia en el Hogar; en este sentido fueron identificadas una serie de insuficiencias que influyen considerablemente en la vida de los sujetos referidos.

  • Se aprecia la tendencia a la pasividad y al aislamiento de algunos ancianos.

  • Inestabilidad en la aplicación de actividades físico- recreativas con fines terapéuticos y profilácticos de acuerdo con las patologías y las necesidades de los ancianos.

  • Resultan escasas las ofertas de las instituciones culturales, desarrolladas solo en eventos o fechas significativas.

  • Hay carencia de recursos materiales para el desarrollo de diversas actividades

  • No existe una proyección adecuada para el desarrollo individual de los ancianos, que parta de considerar el diagnóstico del estado actual de sus necesidades y potencialidades.

  • Las tareas a cumplir no están claramente delimitadas, predominando la espontaneidad, donde cada uno hace lo que le parece mejor con muy poco entusiasmo y motivación.

  • No se aplican iniciativas para que el grupo frecuentemente esté unido y las relaciones interpersonales entre los ancianos se hacen rutinarias, existe una débil estimulación por parte de los técnicos y especialistas para favorecerla.

    El reconocimiento de esas insuficiencias conduce a las autoras a reflexionar sobre la influencia social que ejerce la recreación dirigida al adulto mayor institucionalizado.

Desarrollo

    En Naciones Unidas se adoptó un Plan de Acción Internacional sobre el envejecimiento aprobado en la Asamblea Mundial sobre el tema (Viena, 1982) que responde a principios indispensables en favor de las personas de edad: fueron aprobados en 1991 y establecían normas universales para dichas personas en cinco ámbitos principales: Independencia, participación, atención, realización personal y dignidad.

    En Cuba se creó un Programa para el adulto mayor con un carácter integrador y multidisciplinario; consta de 6 subprogramas que contienen: atención institucional, comunitaria y hospitalaria.

    Cada uno de estos programas expone científica y metodológicamente cómo interactuar con el adulto mayor y cuántos factores objetivos y subjetivos deberán intervenir y tenerse en cuenta para desarrollar con efectividad lo concebido.

Objetivos del Programa

  1. Proveer la atención comunitaria de instrumentos, métodos y estructuras.

  2. Elevar la calidad de la atención institucional al anciano.

  3. Desarrollar la capacitación y preparación de los recursos humanos que atenderán al anciano.

  4. Promover la investigación que permita conocer las características, particularidades, necesidades de los ancianos, así como proponer soluciones.

  5. Diagnosticar los problemas y necesidades de los adultos mayores en la comunidad.

    Para dar cumplimiento a la atención institucional se estructura el programa para adultos mayores frágiles y vulnerables, adultos mayores con discapacidades físicas y mentales y adultos mayores con graves problemas sociales; para ellos fueron creados a nivel nacional los hogares de ancianos, que se definen como instituciones de convivencia permanente destinadas a la atención integral y cotidiana de los adultos mayores que por diversas causas no puedan mantener una vida independiente y autónoma y no pueden ser atendidos en su situación de dependencia por otros medios.

    Están concebidos para brindar atención médica, alimentaria, de vestuario y los servicios que se requieran; todo con la aplicación de una política consciente de la necesidad del apoyo y el mejoramiento de la calidad de vida de estos ancianos.

    En estos hogares se trabaja con 2 modalidades, ancianos internos y ancianos seminternos perteneciente al “Hogar de día”, para estos últimos se presta servicio de alimentación, cuidados de la salud e higiene general y programa recreativo de terapia ocupacional y social a ancianos carentes de familias que puedan atenderlo durante el día; para ellos también se definen deberes y derechos en el reglamento establecido.

    Las instituciones sociales requieren un análisis particular porque de acuerdo con los criterios de la OMS (Organización Mundial de Salud) y Sistema Nacional de Salud cubano, los adultos mayores deben permanecer el mayor tiempo posible en su comunidad; el hogar de ancianos es considerado por lo tanto, una institución a la cual se debe ingresar solamente cuando las demás opciones han fracasado o el anciano lo desea y lo expresa.

    Las autoras consideran que a pesar de estar concebido y programado un reglamento para la atención a las personas de la tercera edad con necesidades especiales, en estas instituciones no se aplica el tratamiento integral que ellas requieren, sobre todo en el plano material, social y afectivo, lo que se expresa en las insatisfacciones manifiestas tanto por los ancianos como por el personal que interactúa con ellos. En este sentido, es indispensable reconocer que la adaptación a la vejez es un proceso para el cual el hombre y la sociedad deben estar preparados y que el fracaso de dicho proceso lleva a innumerables desajustes de índole psicológico en el anciano. Mientras que el éxito lleva al desarrollo, bienestar, creatividad y a una relación armónica con la familia y la sociedad.

    Teniendo en cuenta la prioridad de la atención al adulto mayor, estudios realizados han valorado los costos en la atención geriátrica y refieren que en un trimestre en un hogar de ancianos, los gastos por concepto de servicio al adulto según el nivel de actividad sobrepasa el cuarto millón de pesos y en un año puede superar el millón y medio, esto indica el empeño del Estado Cubano por conservar a este grupo etario lo más sano, autónomo e independiente posible.

    Una categoría de entrañable valor desde el punto de vista psicosocial es la de apoyo social. El componente esencial del apoyo social tiene gran significación para la salud y el bienestar de los ancianos y está en consonancia con la idea de Leav (1983): “La red social son los lazos o ataduras que tiene un individuo con un determinado grupo de personas y el tipo de vínculos que desarrolla dentro de este grupo”.

    La soledad es tal vez la más evidente ausencia de apoyo social y la poca o ninguna realización de actividades que mantengan la vitalidad del anciano y por lo regular aparece relacionada con una mala salud psicológica, amargura, resentimiento, apatía, desesperanza o deterioro de la autoestima, los cuales repercuten fácilmente sobre la salud en su conjunto.

    Las red de apoyo de los ancianos del hogar está integrada por los siguientes factores en orden de prioridad para ellos: enfermera, doctora, trabajadora social, rehabilitadora-ergoterapeuta, asistentes, personal paramédico, director, familia y otras personas y la relación con ellos será efectiva de acuerdo con sus intereses necesidades y la profesionalidad con que se interactúe con ellos.

    Han sido diversos los materiales consultados en torno a la vida del adulto mayor en las instituciones; análisis de diferentes aristas de este asunto abordan especialistas en Camagüey, Matanzas, La Habana, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. En relación con Granma fue reconocido un análisis estadístico sobre la existencia de 7 hogares en la provincia, en los municipios de Manzanillo, Guisa, Bartolomé Masó, Bayamo, Veguitas, Media Luna y Niquero.

    La identificación de las insuficiencias en los hogares de ancianos en relación con la recreación, permite aseverar lo difícil que resulta establecer un sistemático plan que cumpla con los basamentos teóricos y prácticos que se requieren; por ello es necesario tener en cuenta algunas concepciones sobre la recreación tomadas de diversas fuentes.

Recreación

    Representa en sí un conjunto de conceptos etimológicos del latín Recreativo – restablecimiento, del Francés – diversión Descanso, cambio de acción.

    Según Carlos Núñez Hurtado otro concepto de gran consideración es el de participación “Es más que estar presente, más que movilizar, más que intercambiar criterios , más que opinar; participar es sensibilizarse, tomar parte, implicarse, decidir, actuar comprometidamente ejecutar y evaluar los procesos y sus proyectos.”

    Al hacer una valoración de las insuficiencias detectadas con la recreación, en el Hogar se evidencia la falta de conocimientos acerca de la aplicación eficiente de estrategias, métodos o técnicas que propicien la participación de los ancianos en las diversas actividades que con creatividad y recursos puedan desarrollarse.

    Para el adulto mayor la recreación es una alternativa de adaptación al cambio y pérdida sociales por la vejez; motivar y establecer nuevas metas, nuevos intereses y estilos de vida. Se trata de mejorar la calidad de vida mediante un desenvolvimiento en actividades estimulantes, creativas y de mucho significado a partir del reconocimiento de las necesidades y carencias de este grupo etario. La atención a los adultos mayores permite la aplicación de disciplinas científicas por los profesionales y el personal que trabaja directamente con ellos para ayudar a mejorar sus condiciones físicas y psíquicas.

    Las formas de las actividades recreativas para los ancianos pueden ser: Juegos, deportes, artesanías, músicas, bailes, lecturas, visitas, actividades recreativas de índole social, actividades especiales, actividades de servicio a la comunidad, actividades al aire libre y otras actividades de pasatiempo.

    Uno de los espacios recreativos que más aprecian los adultos mayores es el consumo de la música.

    La musicoterapia estudia e investiga la relación del ser humano con el sonido, la música y el ritmo. Aprovecha los recursos expresivos: música, silencio, la palabra, la voz, ruidos, gestos, movimientos corporales promoviendo la salud física y mental.

    La música actúa como disparador de nuevos pensamientos e ideas emocionantes y a partir del trabajo creativo la persona mayor puede rehacer, recuperar, reconstruir su mundo pasado y presente y edificar así su propia historia sonora; además, fortalece la motivación para desarrollar nuevas actividades, estimula la comunicación y promueve conductas e intercambios sociales que eliminan el aislamiento y hacen vivir momentos felices que amplían las perspectivas de los ancianos.

    Refiere Ceballos que la práctica corporal con música, proporciona un verdadero placer, refuerza el descubrimiento del cuerpo y su relación con otros cuerpos y objetos del entorno, ayudando a la persona mayor a ”vivenciar” el movimiento. Es además el lenguaje y una forma de comunicación y comprensión entre los seres humanos.

    El aporte de la música al bienestar de las personas y en especial a los adultos mayores permite que se insista en tener en cuenta esta modalidad recreativa para mantenerlos estimulados bajo un ambiente agradable, sugerente y movilizador de energías positivas que redundarán en calidad de salud.

    El juego como actividad libre, codificada, ficticia y espontánea provoca efectos positivos a quien lo práctica. La concepción de personas que juegan es más importante que la de personas que se mueven; se busca una actividad física, pero ante todo lúdica, esto permite una simplificación en lo que respecta a las reglas de juego, el material necesario al terreno de práctica.

    Según los investigadores con el juego se logra “canalizar nuestra creatividad, liberar tensiones y/o emociones, orientar positivamente las tensiones cotidianas, reflexionar, divertirnos, aumentar el número de actividades, comprometernos colectivamente, integrarnos y predisponernos a otros quehaceres de la vida”.

    Otros coinciden en afirmar que el juego en la tercera edad cumple una función social, cultural, que permite sentir el placer de compartir juntos una actividad común, satisfacer los ideales de expresión y socialización.

    A partir de esta concepción las investigadoras han tenido en cuenta la clasificación y tipos de juegos planteados por Pedro Fulleda Bandera y otros para demostrar su factible aplicación en los ancianos después de una selección y planificación acorde con las características, gustos y posibilidades individuales y colectivas de los usuarios.

    Merece especial atención, hacer referencia a la recreación relacionada con la actividad física. En este sentido se defiende la idea de Alejandro Ramos Rodríguez quien puntualiza: “La actividad física no solo debe entenderse como el movimiento del cuerpo, sino valorarse esta como el movimiento humano intencional que como unidad existencial busca el objetivo de desarrollar su naturaleza y potencialidades no sólo físicas, sino psicológicas y sociales en un contexto histórico determinado”. Debe considerarse entonces, que toda actividad movilizadora sea física, mental o espiritual constituye una “actividad física”.

    Todos los autores consultados consideran que la actividad física en la tercera edad contribuye al mejoramiento y activación del organismo, permite la socialización de estos con los demás miembros del grupo, puede ayudar a superar los problemas de aburrimiento y soledad que experimentan los ancianos; por ello es importante desarrollar las actividades físicas con un enfoque recreativo que a la vez provoque placer y disfrute en ellos y de esta manera se cumple con los lineamientos de la Recreación física por ser el campo de la recreación que transita por la práctica de actividades de contenido físico deportivo, turístico o terapéutico a los cuales el hombre se dedica voluntariamente en su tiempo libre, para el descanso activo, la diversión y el desarrollo individual.

    En los ancianos institucionalizados se hace imprescindible aplicar variantes recreativas teniendo en cuenta las áreas donde se concentran según su estado de salud o discapacidad; los programas que se elaboren deben estar en correspondencia con dichas clasificaciones, debe atenderse la diversidad de género y de salud.

    La ocupación ha sido una función central de la evolución humana, muchos autores consideran que tiene un lugar importante en la capacidad adaptativa de la especie y sus miembros individuales, que sin actividades ocupacionales los individuos sufrirían una regresión y se desorganizarían si sobrevivieran sin las contribuciones lúdicas y productivas de la vida cultural y social. La ocupación es tan fundamental para la adaptación que cuando está ausente o distorsionada en el individuo o la cultura, existe una causa importante de alarma, en este momento juega un papel importante la terapia ocupacional.

    Las autoras consideran que se deben tener en cuenta los siguientes criterios en torno a la terapia ocupacional y su utilidad para el adulto mayor.

    Para William Rush Dunton (1919) “…la ocupación es tan necesaria para la vida como la comida y la bebida”.

    Según Mary Reylli (2001): “El hombre mediante el uso de sus manos, potenciadas por la mente, podrá influir sobre el estado de su propia salud”.

    Además de concederle vital importancia a los criterios anteriores las autoras insisten en reconocer la estrecha relación entre la recreación y la terapia ocupacional por los beneficios que esta ejerce sobre la salud de los ancianos a partir del diagnóstico de los especialistas y el tipo de actividades que son recomendadas como tratamiento, que parten de trabajos manuales con fines rehabilitadores, hasta otras tareas que responden a necesidades , gustos y preferencias; aquí se incluyen trabajos en el huerto, la jardinería, repostería, artesanía , entre otras. Con esto se apoya el criterio de que quizás lo que para algunas personas constituye trabajo y agotamiento físico, para otras es un mecanismo de disfrute.

    Para lograr la efectividad deseada se necesita hacer sistemática la labor del rehabilitador y ergoterapeuta, del especialista de la Cultura Física y de la enfermera, quienes con sus conocimientos trazarían las acciones según el diagnóstico de los ancianos.

    Cada una de las variantes de actividad recreativa aplicada debe contar con la fundamentación científico metodológica y la valoración de la importancia para la salud física y mental del individuo a partir de sus motivaciones e intereses, lo que indica que serán seleccionadas en cada área e institución en dependencia del nivel de gestión y la proyección de programas teniendo en cuenta la intersectorialidad y el establecimiento de convenios de colaboración, relaciones de cooperación, cuestión esta que aún falta avanzar en la construcción de objetivos colectivos que permitan aunar esfuerzos y recursos

    Las autoras consideran que el profesional de la Cultura Física está preparado para mejorar la salud física y mental del hombre; y en este caso puede incidir favorablemente en la vida de los ancianos institucionalizados porque en su accionar contiene un conjunto de valores materiales y espirituales en las ramas de los deportes, la educación física y recreación por lo que debe considerar la magnitud social de este fenómeno y su repercusión en este grupo etario.

    Resulta medular para la investigadoras que se reconozca que la recreación para este grupo etario no debe verse solo desde la utilización del tiempo libre en actividades simples, sino hay que dar al participante el qué, cómo, cuándo, dónde y para qué se realizan, que valoren su utilidad en cada caso para fortalecer la comunicación e intercambios personales y en correspondencia, los especialistas planificarán las acciones según las condiciones medioambientales, personales y materiales de la institución.

    Después del estudio y de las valoraciones realizadas se demuestra el valor de la recreación, porque a través de su desarrollo se reconoce la naturaleza del hombre, su estructura anatómica, su inclinación psicológica, su capacidad de sentimientos y sus potencialidades para propiciar la socialización y el deseo de autoexpresión de los adultos mayores institucionalizados y se demuestra la aplicación de la ciencia y la tecnología con la atención a las demandas tecnológicas del INDER.

    Área Funcional de Recreación: Necesidad de Programas para el desarrollo de diferentes manifestaciones de la Recreación (Recreación física y Actividades recreativas en la naturaleza).

Conclusiones

  • Los fundamentos teóricos acerca del proceso de envejecimiento y de la recreación permiten reconocer la influencia social de esta en los adultos mayores institucionalizados y las potencialidades para contribuir a conservar la propia suficiencia física y psicológica de estos ancianos.

  • El desarrollo de la recreación con la aplicación eficiente de la ciencia y la tecnología en ancianos institucionalizados potencia un tratamiento integral ,a partir de la intervención multidisciplinaria y multisectorial.

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