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La regulación del comportamiento: reflexiones necesarias

 

*Psicólogo del Centro de Diagnóstico y Orientación. Camagüey

**Profesor Titular Centro de Estudios e Investigaciones Pedagógicos de la Cultura Física

y el Deporte. Facultad de Cultura Física “Manuel Fajardo”. Camagüey

***Profesora Titular Adjunta. Centro de Estudios e Investigaciones Pedagógicos de la Cultura Física y el Deporte. 

Directora del Centro de Diagnóstico y Orientación. Camagüey

Lic. Herizande Morales Miguel*

Dr.C. Ángel Luis Gómez Cardoso**

Dra.C. Olga Lidia Núñez Rodríguez***

barny@enet.cu

(Brasil)

 

 

 

 

Resumen

          En el presente artículo se expone la fundamentación teórica sobre la regulación del comportamiento, sus antecedentes y tendencias actuales, etiología y clasificación, así como el tratamiento para regular el comportamiento a escolares con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

          Palabras clave: Regulación. Comportamiento. Escolares. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 194 - Julio de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En su mayoría, los estudiosos de la personalidad como Sigmund Freud (1856-1939), Anna Freud (1895-1982), Adler (1870-1937), Skinner (1904-1989), Bandura (1925), Watson (1878-1958), Maslow (1916-1970), Rogers (1902), Allport (1897-1967), Luria (1902-1977) y Vygotski (1989) entre otros, han estado preocupados acerca del comportamiento humano, para poder predecir dicho comportamiento, ofrecer guías para la educación y desarrollo, precisar cuál sería la personalidad desarrollada y saludable y por último en ofrecer alternativas para la orientación psicológica y para la terapia.

    Estudiar la personalidad supone poder explicar el por qué del comportamiento humano toda vez que la personalidad interviene en la orientación, dirección y autorregulación del comportamiento, de modo estable, activo, integral y más complejo. El carácter sistémico de la personalidad, deriva de la disímil integración de los contenidos que la componen, en diversas configuraciones psicológicas de modo simultáneo. Son como puntos de integración de contenidos y funciones que en constante dinamismo, caracterizan las configuraciones esenciales en cada línea de expresión de la subjetividad.

    En primer lugar se debe definir lo que se entiende por comportamiento, aunque hay muchas definiciones quizás la más conocida es la que hizo Watson (1924, p. 15), según la cual “la conducta es lo que el organismo hace o dice tanto interna como externamente”. Este autor no reducía el comportamiento únicamente a la actividad motora, sino que admitía la existencia de otros tipos de actividad del organismo como la emocional.

    En cualquier caso el comportamiento es un fenómeno bastante complejo pero es importante sacar algunas conclusiones al respecto:

    A partir de este análisis se puede determinar qué comportamientos están regulados y cuáles deben considerarse como trastornos del comportamiento. Aunque el comportamiento se ha definido como una acción o interacción también se deben tener en cuenta otros parámetros (Nieto, 1986, p. 2), para calificar un comportamiento como alteración o trastorno. Entre estos parámetros se debe observar:

Desarrollo

    Profundizar en el conocimiento de estos parámetros es de suma importancia en la comprensión de la problemática existente, lo cual, permitirá desarrollar recursos psicoeducativos para que fluya el proceso de regulación del comportamiento de manera deseada. Según González (2001, p. 1), “un estudiante autorregulado es aquel que -desde los puntos de vista metacognitivo, motivacional y conductual- es un participante activo en su propio proceso de aprendizaje”.

    Entonces, la regulación implica la modulación del pensamiento, la motivación, la atención y el comportamiento, mediante el uso de mecanismos específicos y de estrategias de apoyo. González (2001, p.1) sostiene que sí, y que la autorregulación no se adquiere de una vez para siempre sino que pasa por distintas etapas, mediante una instrucción y práctica repetida, a través de múltiples experiencias que se suceden en diferentes contextos.

    A criterio del autor de la tesis, se hace necesario reflexionar sobre lo planteado por A. González, ya que todo comportamiento humano se encuentra inmerso en un proceso de aprendizaje, donde la regulación del comportamiento es uno de los aspectos más importantes ha alcanzar, por el simple hecho de que se vive en sociedad, la cual impone las normas, límites y censura todo aquel comportamiento que no se ajusta a las mismas.

    Para esto, Barkley (1997, p. 1) propuso justamente un modelo de autorregulación aplicado al trastorno por déficit de atención con hiperactividad en escolares. Se menciona que los escolares con TDAH no son capaces de realizar los tres procesos claves en la inhibición conductual: la capacidad para inhibir respuestas prepotentes, la capacidad para detener patrones de respuesta habituales y permitir una demora en la toma de decisión y la capacidad para proteger este período de demora y las respuestas auto dirigidas que interrumpen en eventos y respuestas competitivas (control de interferencia).

    A criterio del autor de esta investigación, la regulación del comportamiento transita tanto por componentes biológicos como psicológicos (desarrollo y formación de la psiquis) y sociales (influencias educativas y culturales). Aspectos estos, que influyen en la estructuración y formación de la personalidad, donde las estimulaciones de manera sistemática, flexibles, que aprovechen más las potencialidades y fortalezas de los sujetos, contribuyen a una mejor adaptación y aprendizaje.

    Para el autor de la presente tesis, en el proceso de regulación del comportamiento de estos trastornos, es fundamental la comprensión de los aspectos biológicos referido a la fisiopatología del mismo, para así entender su relación en su formación psicológica a través de las influencias sociales. Los estudios funcionales resaltan la disfunción de la transmisión noradrenérgica y dopaminérgica.

    Cada vez existen más datos convergentes de estudios de neuroimagen, mayoritariamente análisis morfométricos, neuropsicológicos, genéticos y neuroquímicos, que consistentemente involucran a la red frontoestriatal en la fisiopatología de este trastorno, en el cual estarían implicados el córtex prefrontal, el córtex cingulado dorsal anterior, el núcleo caudado y el putamen, pero un número creciente de estudios demuestra anomalías que afectan a otras áreas cerebrales, principalmente al cuerpo calloso y al cerebelo, lo que sugiere amplias reducciones en el volumen tanto del cerebro (córtex prefrontal, estriado, cuerpo calloso y córtex cingulado dorsal anterior) como del cerebelo.

    Al autor de esta investigación le gustaría sugerir las opiniones que Parvizi expone en su último trabajo, en el que sugiere que el punto de vista ‘corticocéntrico’ del cerebro humano es un punto de vista miópico que no deja ver que las funciones superiores del cerebro dependen de la integridad de las estructuras inferiores. Señala que actualmente se conserva, en cuanto a la funcionalidad del cerebro, el punto de vista jerárquico que dominó el siglo XIX, cuando el sistema nervioso se describía como un neuroeje vertical donde las estructuras más rostrales eran las adquiridas más recientemente (telencéfalo) y los lóbulos frontales se localizaron en la punta del telencéfalo, lo que representaba la cumbre de la evolución del cerebro. Opina que en neurociencia este problema es muy prevalente y que, según esta concepción, las conductas inadecuadas en patología neurológica y psiquiátrica se explican en términos de desinhibición por falta de control de los lóbulos frontales y liberación de las estructuras inferiores.

    Esta concepción también ha limitado el estudio de las estructuras subcorticales en la investigación. Su propuesta es que no existe una división entre el córtex y estructuras subcorticales (ganglios basales, tálamo, cerebelo, troncoencéfalo), sino una conectividad recíproca, y que la relación no es lineal o vertical de arriba abajo, sino circular, pero que actualmente no se tiene suficiente conocimiento sobre el modo en que estas estructuras subcorticales y entre ellas el cerebelo, en la regulación y el comportamiento, pero es significativa para el autor de esta investigación , ya que interpreta al cerebro como una unidad dialéctica.

    En Cuba, dadas las actuales circunstancias, la vida cotidiana, la práctica económico-social, escolar, científico-técnica, cultural, deportiva, etc., plantea a cada escolar desde la sociedad, múltiples y complejos problemas que exigen para su necesaria solución la inteligencia y creatividad tanto individual como colectiva. Es indudable que la solución eficaz de estos problemas no se garantiza solamente con la intervención de hombres y mujeres intelectualmente preparados, se requiere además que estos no solo sean capaces de proyectar, planificar las soluciones, sino que tengan también un alto grado de implicación con la realidad, así como la suficiente motivación y disposición para llevar a vías de éxito, enfrentando los posibles obstáculos, dichos planes y proyectos. Es decir, se requiere de hombres y mujeres con un adecuado desarrollo de la voluntad.

    Muchos científicos como González (2001), Barkley (1997), Skinner (1989), Bandura (1925), Smith, Barkley & Shapiro (2006), Brown (2005), Luria (1977) y Vygotski (1934), han abordado las posibilidades de un aprendizaje para una mejor adaptación y regulación del comportamiento, el valor de sus investigaciones reside en que demostraron las numerosas probabilidades de cambios en el proceso de maduración natural en los sistemas anatómicos y fisiológicos que posibilitan la asimilación de estímulos, movimientos, el lenguaje y la reestructuración viable a partir de ejercicios especialmente organizados. Uno de los científicos más relevante por sus aportes fue Vygotski (1934), quien tiene en cuenta lo que para muchos ha sido una de sus principales contribuciones y estas son:

    De la adecuada y oportuna acción preventiva de los especialistas de Educación Física dependerá que los escolares con TDAH alcancen a corto, mediano y largo plazo la estabilidad de las funciones neurofisiológicas y psíquicas superiores, el sueño regular, la disminución del estrés, menor ansiedad, las mejores respuestas a estímulos visuales y auditivas, la estabilidad de la concentración de oxígeno en sangre, la mayor fortaleza de los reflejo condicionados, entre otras, a fin de cuentas, implicaría menos fracasos en el aprendizaje y una mejor regulación del comportamiento, lo se traduciría en una mejor adaptación social.

    A criterio del autor de la presente investigación, al hacer referencia a la regulación del comportamiento desde la Educación Física, se debe considerar la práctica de la actividad física como una herramienta fundamental en la formación integral de la personalidad de los escolares y más aún con aquellos que presentan TDAH con el propósito de ajustar las acciones psicoeducativas a las características individuales de cada escolar y a las características propias del trastorno, ya que las nuevas concepciones abordadas por diferentes autores sobre la Educación Física, permiten apreciarla desde un enfoque integral físico-educativo, como sustento teórico-metodológico contemporáneo, López (2000, p. 43-44) y que se apoya en tres conceptos básicos: Integralidad, Variabilidad y Diversidad.

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