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Material docente para la superación postgraduada 

del Licenciado en Cultura Física

 

*Profesora de Pedagogía de la Universidad

de Ciencias de la Cultura
Física y el Deporte

(Cuba)

MsC. María Elena Jiménez Arteaga*

MsC. Niurmi Coromina Pozo

MsC. Lilian López Flores

tmartinezb@scu.uccfd.cu

 

 

 

 

Resumen

          La instrucción, la educación y el desarrollo de las nuevas generaciones, en las universidades se logran a través de un complejo proceso que identificamos como proceso de formación de los profesionales que debe ser científicamente estudiados si queremos que éste se desarrolle de manera eficiente y eficaz, permitiendo el logro de los resultados, que no son otra cosa que los profesionales instruidos al nivel de su tiempo, educados de manera tal que estén comprometidos social y profesionalmente y que además sean capaces de transformar creativamente su tiempo. Es por ello que el presente trabajo va dirigido a la superación de los profesionales en ejercicio y parte de algunas dificultades constatadas en el desempeño de los mismos, relacionados con el diagnóstico, tanto en la Educación Física como en el Deporte y que inciden en la calidad del Proceso Docente Educativo y el Proceso de Entrenamiento Deportivo. Se aporta un material docente para la preparación del Licenciado en Cultura Física. Nos apoyamos en métodos y técnicas como el Análisis y Síntesis, la Entrevista, la Encuesta para fundamentar y diagnosticar el estado actual del problema.

          Palabras clave: Superación postgraduada. Material docente. Cultura Física.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 193 - Junio de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El Proceso de formación de los profesionales tiene un carácter esencialmente social y se desarrolla como un sistema en el que están comprendidos procesos tanto de carácter curricular como extracurricular en los que se instruyen, educa y desarrolla a los estudiantes, para formar en su sentido más amplio rasgos cognitivos, afectivos y volitivos de la personalidad como profesional y como ciudadano. Tal proceso no puede quedar a la espontaneidad y a la inspiración de quienes intervienen en él y mucho menos de quienes lo dirigen.

    Lo instructivo se identifica con la función que tiene el proceso de desarrollar el pensamiento de los estudiantes es decir, sus recursos cognitivos.

    La función educativa es más trascendente, por ubicar el proceso de aprendizaje en función de las necesidades sociales, influye en el desarrollo de los sentimientos, las valoraciones y contribuye al establecimiento de compromiso del sujeto con lo que realiza, con lo que adquiere para él un sentido, Este proceso desarrolla capacidades para sensibilizarse con la realidad que se está conociendo.

    La función desarrolladora apunta al desarrolla de capacidades creativas, con lo que no solo se compromete al sujeto que aprende con el propio proceso, sino que desarrolla sus potencialidades transformadoras en la sociedad en que vive; adquiriendo esto un nuevo sentido para los sujetos participantes, pues con la personalización del significado del proceso, se formarían hombres transformadores que desarrollen capacidades creadoras.

    El proceso de formación de los profesionales se desarrolla a través del pregrado y el postgrado .En este trabajo nos referiremos al proceso de formación de los profesionales en el postgrado.

    El postgrado es también un proceso docente educativo cuya función es la superación permanente de los profesionales en ejercicios, en él lo laboral, profesional y lo investigativo es más relevante que en proceso de formación de pregrado, incluyendo aspectos de la ciencia la tecnología y el arte necesarios para una cierta profesión con un carácter sistémico, profundo y creador que el proceso de pre-grado.

    Una diferencia entre el pre-grado y el postgrado radica en que el primero, lo laboral es llevado al estudiante en su proceso de formación, mientras que en el segundo, los propios estudiantes traen consigo los problemas profesionales que enfrentan y deben resolver, es la superación permanente de profesionales en ejercicio, por igual motivo, los componentes laboral e investigativo desempeñan un papel más significativo que en el nivel de pre-grado.

    La formación postgraduada de los egresados universitarios es una necesidad, dado los ritmos actuales de desarrollo de la ciencia, la técnica y el arte: mantenerse actualizados es imprescindible en un mundo globalizado y competitivo en el que el desempeño profesional de calidad es condición de importancia vital. (Fuentes y Mestre, 1997: 200)

    Lo anterior indica que la solución de los problemas a los que se enfrenta el profesional de nuestros días requiere de un alto nivel de competitividad por parte de este, que se manifiesta en la lógica de la profesión, de las ciencias y de la investigación científica.

    El proceso de postgrado ha ido ampliando su espacio dentro de los resultados universitarios dado el hecho de que las propias exigencias actuales de la ciencia, la tecnología y el arte, requieren de un profesional amplio, que una vez insertado en su actividad laboral transite por una formación para el puesto de trabajo y una determinada especialización, que al menos en los primeros años debe tener una fuerte tendencia escolarizada. Es este el hecho de que el proceso de formación de postgrado pretenda capacitar en primer lugar a los graduados universitarios para sus puestos de trabajo y posteriormente prepararlos de manera continua para el enfrentamiento de la creciente demanda de la sociedad.

    La educación de postgrado ha de desarrollar, en consecuencia, actitudes caracterizadas tanto por la apertura, como la anticipación de escenarios, pretendiendo que el egresado se prepare no solo para su puesto de trabajo, sino que sea creador y emprendedor de nuevos espacios, contribuyendo a definir nuevas necesidades, en condiciones nacionales e internacionales.

    A través de la educación de postgrado se posibilita de búsqueda de respuestas a los problemas de práctica profesional y laboral de los estudiantes promoviendo en ellos las propias necesidades de superación y formación en un campo específico convirtiéndolos en participantes activos de su propia formación.

    En este sentido, se pretende desarrollar la formación y superación postgraduada, relacionadas con el Diagnóstico Pedagógico Integral, aspectos de relevancia y significación, si se tiene en cuenta que permite identificar las deficiencias, necesidades y potencialidades, para alcanzar la calidad necesaria en el proceso de aprendizaje tanto de la Educación Física como en el deporte. Con la puesta en práctica del Plan D y con el objetivo de lograr una mejor formación de los profesionales de Cultura Física, se imparten asignaturas que preparan en cierta medida a estos profesionales en aspectos psicológicos y pedagógicos, pero se ha comprobado en la práctica que aun quedan muchos elementos que aportar, ya que no todos se llegan a profundizar con plenitud, como es el caso del Diagnóstico Pedagógico Integral.

    Es cierto también que las posibilidades de superación del Licenciado en Cultura Física, se han ampliado, con el acceso de estos a maestrías y doctorados; pero aun es limitada la preparación que se les brinda relacionada con temas que les posibiliten un mejor desempeño laboral.

    A pesar de los esfuerzos realizados en esta dirección las investigaciones han adolecido de un sistema de influencias coherentes, sistémicas y personológicas que atiendan las necesidades de los graduados de Cultura Física. Dada estas circunstancias no se satisfacen todas las expectativas planteadas por lo graduados, lo que se ha manifestado en un marco de insuficiencias que apuntan hacia los siguientes aspectos, tanto en directivos como en los graduados.

    Directivos:

  1. Pobre identificación por parte de los directivos de las necesidades de superación que presentan los profesionales en ejercicio.

  2. Escasas ofertas de superación relacionadas con el diagnóstico para los licenciados en Cultura Física.

  3. Insuficiente preparación de directivos que les permita extender la superación en diferentes niveles.

  4. Limitado vínculo en los centros de Cultura Física con el personal graduado perteneciente al INDER y a Educación.

  5. Limitadas ofertas de temas para la superación post-graduada.

    En los graduados:

  1. Escasos conocimientos de los profesionales de Cultura Física en ejercicio de elementos importantes relacionados con el diagnóstico pedagógico integral

  2. Limitada aplicación de los conocimientos psicológicos y pedagógicos recibidos durante la carrera.

  3. La mayoría de los graduados no ven el diagnóstico como algo inherente a su desempeño laboral.

    En relación con todo lo planteado se propone abordar como:

Problema científico: Insuficiencias de los graduados de los licenciados en Cultura Física para la aplicación del diagnóstico pedagógico integral.

Objetivo: Elaborar un material docente relacionado con el diagnóstico pedagógico integral para la superación post- graduada del profesional de Cultura Física.

    Se aplicaron los métodos y técnicas siguientes

Método teórico: Análisis y síntesis: para fundamentar el tema.

Empírico

  • Entrevistas: a los entrenadores y profesores de Educación física para constatar el conocimiento que poseen con relación al diagnóstico.

  • Encuestas a los directivos: para verificar qué tipo de superación post- graduada se oferta

Material docente para la superación postgraduada del Licenciado en Cultura Física

    Tema: El diagnóstico pedagógico integral como proceso

Objetivo: Contribuir a la preparación postgraduada del licenciado en

Cultura Física

Desarrollo

I.     Introducción

    Es un hecho inherente a la condición humana la existencia de diferencias en el proceso de aprendizaje. La existencia de estas diferencias hace difícil el proceso de enseñar. Que el alumno aprenda o no depende en gran medida del grado en que las ayudas del maestro estén ajustadas al nivel que muestra el alumno en cada tarea de aprendizaje. Tradicionalmente, las dificultades de aprendizaje se han visto como dificultades del; alumno, ubicando su origen en limitaciones o deficiencias personales.

    Es cierto que existen dificultades de aprendizaje asociadas a limitaciones físicas, sensoriales o intelectuales, pero ellas no explican por sí solas las posibilidades o limitaciones para aprender. Una enorme cantidad de esas dificultades puede compensarse e incluso prevenirse, gracias a una acción educativa que se ajuste o adapte a las posibilidades y necesidades de los alumnos.

II.     Fundamentación del concepto de diagnóstico

    Para determinar las acciones educativas a realizar en cada caso, lo que se necesita no es clasificar, "etiquetar" a los alumnos y atletas o centrarse en sus limitaciones o problemas, o sea, en lo que "no pueden hacer". Lo primero que se debe hacer es, por el contrario, lograr un acercamiento "ecológico" a las dificultades, es decir, tener en cuenta que estas no dependen exclusivamente de las dificultades del alumno, sino también de las estrategias instructivo - educativas.

    En síntesis, la caracterización, la evaluación, el diagnóstico del menor debe permitir sobre todo cuales son las necesidades del alumno del alumno y que cambios o adecuaciones debe experimentar el medio escolar y familiar (el contexto instructivo-educativo) para satisfacer esas necesidades.

    La aplicación de un adecuado programa de atención individualizada (que incluye transformaciones y adecuaciones en el entorno) genera a su vez cambios en las particularidades y nivel de desarrollo del alumno. El carácter dinámico de este proceso lleva a la necesidad de actualizar periódicamente la caracterización y a evaluar de forma constante la eficacia de la intervención, de manera que pueda ser precisado en cada etapa el continuo de necesidades educativas y de los elementos que componen el programa de atención individualizada.

    Así, el diagnóstico debe ser entendido como el proceso de toma de decisiones, concebidas sobre la base del análisis y valoración de un cúmulo de información conscientemente recopilado y cuyo objetivo es diseñar un programa de intervención que satisfaga las necesidades sociales y de aprendizaje. El conjunto inicial de decisiones posee un carácter tentativo y se va modificando en el proceso de intervención en la medida que se revelan nuevos hallazgos a través del seguimiento y la valoración de los resultados del programa inicialmente concebido y paulatinamente enriquecido, rectificado y perfeccionado en el proceso de su ejecución.

III.     Particularidades del proceso de diagnóstico

    El diagnóstico es una forma de evaluación que no puede ser identificad con la medición ni con la administración de pruebas. Estos pueden ser considerados solo como elementos aislados del proceso.

    Lo importante en el proceso de identificación es la precisión y caracterización de las necesidades específicas de cada individuo. Así, ante todo, el diagnóstico debe poseer un carácter individualizador, de manera que resulte funcional a los efectos de decidir sobre la concepción y ejecución de un programa que satisfaga las necesidades educativas del individuo de que se trate. Por ello, el diagnóstico no puede ser identificado con la categorización y la rotulación del defecto. Más que una abreviada síntesis del déficit, el diagnóstico debe constituir una caracterización lo más objetiva posible del individuo y su entorno que aspire a precisar tanto las áreas débiles como las fuertes que le son propias en el momento de la toma de decisiones y que se irá transformando, rectificando y enriqueciendo en la medida en la medida en que se produzcan nuevas constataciones, se enriquezca la información y se compruebe en el proceso instructivo-educativo la existencia de necesidades hasta entonces ignoradas o se produzca la corrección de, rehabilitación o compensación de la discapacidad inicialmente constatada.

    El diagnóstico debe realizarse como proceso en interrelación estrecha con la intervención y ser además, el producto lógico de un seguimiento inicial, a través del cual se comprueben o rectifiquen las hipótesis y se valore la eficiencia de los programas de intervención. El diagnóstico debe realizarse a través de la puesta en práctica de un modelo de evaluación intervención y no constituir el producto inacabado de un trabajo de mesa.

    La información técnicamente útil para la atención instructivo-educativa a los estudiantes y atletas con necesidades educativas especiales es precisamente aquella que nos facilita indicadores respecto a las pautas a seguir para mejorar las condiciones de ajuste social de la persona y aumentar sus perspectivas de realización persona, potenciando las posibilidades de desarrollo en todos los ámbitos. Por lo tanto, el diagnóstico que aparece debe ser, fundamentalmente, psicopedagógico y resultar el producto de la utilización de un modelo continuo de evaluación-intervención, aplicado, controlado y evaluado en la propia escuela por todas estas razones el diagnóstico no puede constituir una tarea exclusiva de ciertos profesionales, sino un proceso en el que toman parte activa, la escuela, la familia y los elementos claves de la comunidad.

IV.     La escuela, la familia y la comunidad como elementos activos del proceso de diagnóstico

    El carácter dialógico de estas relaciones se identifican de la siguiente forma:

  • Lograr un nivel de relación constructivo y colaborativo, donde las soluciones se busquen conjuntamente, realizando aportaciones desde perspectivas diferentes y complementarias.

  • Crear una relación de participación, implicación y corresponsabilización entre los elementos del proceso.

  • Lograr que las propuestas de cambio y modificaciones en los programas de intervención o atención individualizada, surjan desde dentro (desde la escuela y la familia) y estas las vayan incorporando progresivamente en estrategias que les permita avanzar y evolucionar, de manera que se incremente paulatinamente el grado de autonomía de estos elementos en la solución de los problemas.

    La relación del equipo de los participantes activos en el proceso de diagnóstico ha de estar basada en principios de colaboración e influencia reciproca, como condición para que este tipo de relación pueda revelar resultados relevantes para unos y otros.

    La creación de un ambiente de colaboración es un proceso de construcción gradual interactiva y dinámica, cuya finalidad última es conseguir una concepción compartida de lo que ha de ser el modelo de intervención y atención individualizada, en el que quedan claramente establecidos los ámbitos de actuación y compromisos mutuos.

    Incorporar a la familia al proceso de toma de decisiones en la prevención de las dificultades de aprendizaje y de adaptación social en general, constituye una tarea básica de la escuela.

    Los padres constituyen un elemento importante y decisivo en la tarea de evaluar sus dificultades, educarle y rehabilitarle, sin hablar ya de su papel protagónico en la prevención de muchas dificultades de origen social.

    La práctica ha demostrado que unos padres bien informados, optimistas y comprensivos influyen considerablemente y de la manera más positiva en la educación, el bienestar y la readaptación de sus hijos con dificultades y en la prevención de estas. Su influencia a la larga es mucho más eficaz y duradera que la del médico, el profesor, u otras de las numerosas personas que prestan ayuda a lo largo de la vida.

    Por todo esto, es de vital importancia que la escuela y la familia se esfuercen por lograr una cooperación recíprocamente útil con miras al desarrollo social, físico, psicológico y educativo del estudiante y atleta con dificultades.

    Las escuelas deben incorporar a los padres con mayor preparación a todo el trabajo de identificación y caracterización de los alumnos y a la determinación, ejecución, control y evaluación de la efectividad de los programas de intervención. A los padres menos preparados, los que aún no están en condiciones de participar de forma activa en la toma de decisiones, la escuela debe:

  • Proporcionarles información honesta, significativa y precisa sobre las condiciones físicas, emocionales e intelectuales de sus hijos.

  • Informarles de la manera más asequible posible acerca de los programas educativos, preventivos y de rehabilitación concebida y recomendada para sus hijos.

  • Explicarles de manera clara y comprensible como pueden ellos participar de forma activa en la atención preventiva, correctiva-compensatoria y habilitadora que precisan sus hijos y facilitarles los medios necesarios para evaluar la eficacia del programa de intervención en cada etapa de su aplicación.

  • Prepararles sistemática y paulatinamente para su incorporación activa al proceso de toma de decisiones.

    Estas son, en síntesis las acciones fundamentales a desarrollar y consolidar los vínculos entre la escuela y la comunidad. El trabajo del "defectólogo comunitario" puede ser de gran ayuda si esta inserta dentro de sus acciones el asesoramiento sobre el trabajo conjunto y la formación de un sistema de influencias escuela-familia-comunidad que responda verdaderamente a las necesidades de los menores. El médico de la familia y el Consejo Popular son dos estructuras comunitarias que no deben obviarse en este intento. Y no olvidar nunca que las escuelas en su mayoría quieren y conocen de la importancia del trabajo conjunto, pero precisan de orientación y ayuda para llevarlo a cabo.

V.     Principios básicos del diagnóstico

    Los Centros de diagnóstico y Orientación para el desarrollo exitoso del proceso de diagnóstico, deben velar por el cumplimiento de los siguientes principios básicos:

  • Principio del carácter dinámico, continuo y sistemático del diagnóstico: El diagnóstico es un proceso permanente de obtención de evidencias. Con la evolución del individuo, bajo la influencia beneficiadora de acciones preventivas y correctivo-compensatorias, el diagnóstico se modifica de forma continua, permitiendo con ello la adecuación del programa de intervención.

  • Principio del carácter individual y multilateral: cada sujeto es valorado en su individualidad, teniendo en cuenta no solo sus propias limitaciones, logros y posibilidades, sino también las del contexto escolar, familiar y comunitario donde se desarrolla.

  • Principio del carácter preventivo, retrolimentador y transformador: El diagnóstico en su calidad de proceso continuo y dinámico, permite constatar las transformaciones ocurridas en el individuo, sino también la eficiencia de las opciones educativas que le han sido facilitadas. De esta manera el diagnóstico facilita el perfeccionamiento continuo de las acciones de intervención de forma que se adecuen a las necesidades de cada momento y ejerza una acción preventiva, evitando el surgimiento de nuevas dificultades o el empeoramiento en áreas del aprendizaje y la conducta social.

  • Principio del carácter multi e interdisciplinario, colaborativo y participativo, la complejidad y variedad de los factores personales y del entorno que participan y determinan en la integración social del sujeto, exigen que el diagnóstico se realice con la participación de todos los elementos que inciden directa e indirectamente en el desarrollo multilateral del estudiante. Es por ello, que en el proceso del diagnóstico participan la escuela, la familia y elementos claves de la comunidad. La relación que se establezca entre estos elementos debe poseer un carácter colaborativo y de influencia mutua que permita establecer con claridad los ámbitos de actuación y las acciones que a cada cual compete realizar o facilitar.

    El cumplimiento de estos principios de estos principios constituye la condición esencial para lograr un diagnóstico pedagógico integral, a la vez que exige la ejecución de las siguientes acciones:

  1. Perfeccionar el trabajo de identificación de alumnos o atletas que precisan de intervención prevención, correctiva o habilitadora para lo cual se hace necesario lo siguiente:

    • Elevar la calidad del proceso de identificación de las dificultades en los estudiantes, a través de una mejor preparación del personal responsabilizado con esta tarea.

    • Ofrecer tanto a los centros de educación como del INDER la preparación para ejecución de la tarea.

    • Elevar la calidad en cuanto al uso de técnicas más precisas que permitan la realización de un diagnóstico integral.

  2. Sistematizar y enriquecer el trabajo de seguimiento de los estudiantes con dificultades en el aprendizaje o en su conducta de manera que las evidencias que de él resulten contribuyan a la realización de un diagnóstico más científico y objetivo.

  3. Incrementar el nivel de información y preparación de directivos del INDER y profesores en ejercicio en los aspectos básicos del Diagnóstico Psicopedagógico.

  4. Precisar las investigaciones sobre temas relacionados con modelos de clasificación con enfoque ecológico y basado en los servicios.

Conclusiones

    El material elaborado para la superación postgraduada del profesional de Cultura Física se sustenta en referentes teóricos con una concepción desarrolladora de la psicología y la pedagogía y fue elaborado teniendo en cuenta las condiciones y principales necesidades de los graduados.

    Los profesionales de la Cultura Física después de graduados no cuentan con todas las herramientas necesarias que le permitan desarrollar un diagnóstico certero; así como de ofertas de superación que les permitan la retroalimentación de estos conocimientos

Recomendaciones

  1. De hecho el trabajo constituye un material docente que puede ser utilizado en cursos de postgrado para estos profesionales de Cultura Física en ejercicio.

  2. Que se continúe ampliando lo propuesto en el material docente referido al Diagnóstico Pedagógico Integral.

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