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Reflexiones acerca del trabajo educativo actual en la enseñanza 

universitaria: premisa para la formación integral de los 

estudiantes de Cultura Física de la República de Cuba

Reflections about the updated educational work in the university teaching: premise 

for the integral formation of the Physical Culture students from the Cuban Republic

 

Filial Universitaria de Cabaiguán

Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez“

(Cuba)

MSc. Tamara Jiménez Padilla

Lic. Juan Antonio Peralta Cuellar

tamarajimenez@suss.co.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo hace referencia a algunas reflexiones relacionadas con el trabajo educativo actual, teniendo en cuenta toda la base teórica para el análisis del tema. Hoy constituye una necesidad este tipo de actividad en la enseñanza universitaria, específicamente para los estudiantes de cultura física ya que forma parte de los objetivos de trabajo de este nivel y carrera, por la necesidad de formar profesionales competentes desde el punto de vista integral, teniendo en cuenta que la labor coherente de la universidad con las demás fuerzas educativas es condición indispensable ya que el proceso educativo no se limita solo al ámbito de la escuela, sino que ha de constituir un proceso unificado, sistemático, integrado, gradual, atendiendo al nivel de desarrollo alcanzado en la educación de cada estudiante y de cada grupo, de acuerdo con las condiciones existentes en el centro y sociedad en un determinado momento. El trabajo educativo comprende la formación de hábitos y la asimilación de normas de conducta, sentimientos, cualidades, actitudes, de conceptos morales, de valores, principios, convicciones, de modo que el joven participe consecuentemente en el desarrollo del proceso histórico-social, de forma activa y creadora. La principal contribución científica radica en las reflexiones relacionadas en función de la temática partir del estudio minucioso de autores que refieren acerca de la misma, además de la conceptualización de algunos términos básicos en la dirección de del trabajo educativo, a la que arriban los autores a partir de los presupuestos teóricos analizados.

          Palabras clave: Trabajo educativo. Formación integral. Estudiantes de Cultura Física.

 

Abstract

          The present article refers to some reflections related with the current educational work, taking into account the entire theoretical basis for the theme analysis. Nowadays the use of this type of activity constitute a necessity for the university teaching, specifically for the students dealing with sports as a career, since it is part of the work objectives in this level and career, due to the need to form competent professionals from the integral point of view, keeping in mind that the coherent labour of the university together with the other educative forces is indispensable due to the fact that the teaching process is not just limited to the school environment but it must constitute a united, systematic, integrated and gradual process, according to the level of development achieved by the student and group. In accordance with the existent conditions in the institution and society in certain moment. The educational work includes behaviour, feelings, virtues, attitudes, moral concepts, values, principles, convictions so that the youngster participates consequently in the social-historical development in an active and creative way. The main scientific contribution lies in the related reflections linked to the topic from detailed study of authors who refer to the theme, besides the conceptualization of some terms in educational work management to which the authors arrives at from the analyzed theorical premises.

          Keywords: Educative work. Integral formation. Physical culture students.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El contexto internacional en los inicios del nuevo milenio, se caracteriza por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, enriqueciendo con los nuevos descubrimientos, las diferentes ramas del saber humano. En este marco mundial cambiante, donde cada vez se hacen más evidentes las diferencias entre lo países desarrollados y los subdesarrollados, se inserta Cuba, país bloqueado, luchando por el modelo social humanista socialista, fustigado por el imperio de la comunicación y sometida al influjo de la propaganda y los modelos foráneos. Por lo que Cuba, en medio de numerosas dificultades y contradicciones que afectan a todas las esferas de la vida social, se afana en un intenso proceso de búsqueda de caminos y soluciones a los problemas que plantea la necesidad del afianzamiento de las conquistas del socialismo y su perfeccionamiento.

    Ante esta situación, surge la necesidad de instrumentar cambios en el orden educativo, con la finalidad de formar ciudadanos cuyas potencialidades humanas le permitan promover el desarrollo sostenible de la sociedad con personas integralmente desarrolladas, con una preparación cognitiva instrumental acorde con el nivel de desarrollo científico y tecnológico contemporáneo, pero al mismo tiempo, con un nivel de comprometimiento con el socialismo, elevada ética y sensibilidad humana, que le permitan poner en práctica lo aprendido, de manera creativa. Teniendo en cuenta las ideas expresadas anteriormente se determina como objetivo: reflexionar acerca del trabajo educativo a desarrollar en la enseñanza universitaria actual, específicamente para con los estudiantes de la especialidad de cultura física.

Desarrollo

    Desde el surgimiento de la especie humana sobre el planeta, la supervivencia del hombre ha estado condicionada a su capacidad para trasmitir y asimilar la experiencia acumulada de una generación a otra. En ese sentido, la educación es una parte esencial de la vida, un componente de la práctica social, que permite no solo la consolidación y reproducción del conocimiento (expresado en las técnicas, procedimientos y habilidades para la producción de bienes materiales, a partir de los recursos que ofrece la naturaleza, sino también de las costumbres, los patrones, las normas y valores que caracterizan al sujeto como portador de una cultura específica, como representante de un pueblo o una nación.

    Se expresa que aún en los pueblos más primitivos se pueden distinguir las formas en que se realizaba esa transmisión y reproducción de los saberes acumulados. Generalmente los ancianos, portadores de la experiencia social, eran los encargados de conservar ese conocimiento y trasladarlo a los más jóvenes, mediante la comunicación oral directa, a veces adornada con leyendas y metáforas de gran imaginación, pero siempre con sentido práctico. La unidad entre el proceso de enseñanza y el de educación es el principio en el que se sustenta la labor educativa, es decir, se enseña y se educa en todo momento mediante la participación activa y consciente del educando en las diversas actividades (PONCE, 1961).

    La efectividad de la influencia educativa dependerá en gran medida también de la capacidad y habilidad del educador para dejar huellas positivas e imborrables, es decir, provocar en el alumno vivencias perdurables, lo cual se vincula estrechamente al conocimiento de sus intereses, debe acercarse a él, teniendo en cuenta sus necesidades y expectativas. O sea, que en el proceso de organización de la labor educativa, es importante tener en cuenta las características individuales y las propias diferencias regionales, sociales y de otro tipo, que se dan en la práctica.Se ha dicho con acierto que la educación es tarea de todos, pero se hace necesario que este postulado se interiorice cada vez más por todos los agentes que ejercen su influencia en la labor educativa. Toda sociedad cumple su función educativa socializadora, no obstante, es preciso que todas las influencias educativas se integren en un sistema coherente, que cada factor implicado, contribuya a la formación y desarrollo de la personalidad.

    Para referirse a la calidad de la educación, hay que partir de las características del proceso y de los resultados de la formación del hombre, condicionadas histórica y socialmente y que toman una expresión correcta a través de los paradigmas filosóficos, psicológicos y sociológicos imperantes en la sociedad de que se trate.

    De La Luz y Caballero, planteaba que la educación es el proceso y el resultado cuya función es formar al hombre para la vida (templar al alma para la vida), en toda su complejidad. De este modo, la formación integral es consecuencia del análisis en una proyección educativa (PÉREZ, 2001).

    Por otra parte se plantea que existe un proceso totalizador cuyo objetivo es preparar al hombre como ser social, que se denomina “de formación” y que agrupa, en una unidad dialéctica, los procesos educativo, desarrollador e instructivo. Como expresó el Apóstol, educar es preparar al hombre para la vida…, pues…. la educación es la habilitación de los hombres para obtener con desahogo y honradez los medios de vida indispensables en el tiempo en que existen, sin rebajar por eso las aspiraciones delicadas, superiores y espirituales de la mejor parte del ser humano (HORRUITINER, 2006).

    Martí consideraba que las cualidades “superiores” son las morales, las espirituales y esas también hay que asumirlas. Por tanto, la tecnología, el trabajo y la formación moral, no son fines en sí mismos, sino partes indispensables de un objetivo más alto: la preparación del hombre para la vida (ÁLVAREZ, 2000).

    Por su parte, se reconoce que la educación es el proceso organizado, dirigido y sistemático de formación y desarrollo del hombre, mediante la actividad y la comunicación que se establece en la transmisión de los conocimientos y experiencias acumuladas por la humanidad (LABARRERE, 1988).En este caso se define como el proceso y el resultado de formar en los hombres su espíritu: sentimientos, convicciones, voluntad, valores, vinculado, además, a su instrucción y capacitación. En tanto que Savin, la conceptualiza como “la dirección objetivamente orientada del desarrollo espiritual del hombre y de su preparación para la vida y el trabajo en la sociedad”. Según este autor hay que ver la educación en su sentido estricto (como labor objetivamente orientada hacia determinados propósitos), pero también en su sentido amplio (como todo el proceso de formación del individuo, incluyendo la influencia del modo de vida sobre el hombre (ÁLVAREZ, 1995).

    Se recuerda a Kalinin, quien consideraba a la educación como una influencia sistemática sobre la psicología del educando para inculcarle cualidades previamente concebidas (SAVIN, 1981).

    Se plantea, además que el trabajo educativo está relacionado con la categoría educación y con la naturaleza y fin de esta en cada etapa histórico-social concreta. Por lo que hay que concebirlo como “el conjunto de actividades sociopolíticas dirigidas a influir en la formación de la personalidad del hombre; en la escuela ha de entenderse como el conjunto de todas las actividades que allí se realizan (MINISTERIO DE EDUCACIÓN, 1982).

    En este sentido se expresa que la educación, como factor de la práctica social, se aborda en dos planos diferentes, aunque relacionados entre sí. En su sentido más amplio se entiende como el proceso de formación del sujeto para insertarse en una sociedad determinada, que no fue seleccionado por él, o sea, como formación para la vida en sociedad. En su sentido más limitado se entiende como el proceso de enseñanza y aprendizaje que se realiza en determinadas instituciones docentes, sujeto a normas preestablecidas y evaluaciones periódicas, que conduce a la obtención de una forma concreta de reconocimiento: título, grado, nivel (MARTÍNEZ y col., 2004).

    Desde estas connotaciones históricas y clasistas, la educación cumple determinadas funciones sociales que pueden clasificarse en tres grandes grupos: según su contenido, funciones económicas, políticas y culturales, según su intención: funciones de control, de selección y de distribución y según su resultado: función de conservación, de reconstrucción y de transformación.

    La función económica de la educación, se resume en la preparación del sujeto para insertarse en la vida productiva de la sociedad, como creador de bienes materiales y espirituales que le permiten la satisfacción de sus utilidades y la contribución a la sociedad. Esta función está condicionada por el grado de desarrollo socioeconómico y de la división social del trabajo y se denomina educación para el trabajo.La función ideológica se dirige a la preparación del sujeto, en su carácter de miembro activo de la sociedad, como portador de deberes y derechos que definen su lugar en la estructura social y en sus relaciones de clases y de grupo en las organizaciones sociales: educación para la ciudadanía.La función cultural puede resumirse como la preparación para el disfrute y enriquecimiento del patrimonio cultural acumulado, que tiene como fundamento la lengua nativa. Se extiende a toda la creación material y espiritual de la humanidad, desde la relación con el medio natural hasta los productos de la ciencia y el arte. La función de control consiste en asegurar el comportamiento de los sujetos según las normas de conducta socialmente aceptadas, para lo cual se educa a las nuevas generaciones en la adopción de patrones y valores seleccionados, que por lo general son los de la clase social dominante. La función de selección consiste en la identificación de los más aptos para el desempeño de una u otra actividad mediante mecanismos de evaluación de los resultados del aprendizaje.

    La función del aprendizaje es el efecto inmediato de las dos anteriores. De acuerdo con el grado en que sujeto asume los contenidos de la educación y ocupan un lugar determinado en la división social del trabajo, engrosa las filas de una clase, de un grupo, de un sector social determinado con el que se identifica y comparte valores, aspiraciones y necesidades. La función de conservación consiste en asegurar la permanencia de conocimientos, habilidades, normas y valores, que han ido adquiriendo y que son imprescindibles. La función de transformación consiste en la acción radical de la educación sobre aspectos concretos de la vida de la sociedad, sea en la esfera del conocimiento, de las habilidades o de los valores que conduce a la modificación del cuadro del mundo y la función de reconstrucción es propia de todos los modelos educativos, puesto que cada generación está obligada a reconsiderar los conocimientos acumulados por sus antecesores, así como reformular el sistema de valores que regula su vida cotidiana.

    A partir de las anteriores premisas, se hace necesario reflexionar en las siguientes direcciones:

  • ¿Qué tipo de hombre necesita la sociedad para transformarse hacia un nivel más alto de la humanidad?

  • ¿El sistema educativo responde a nuestra idiosincrasia?

  • ¿Qué se espera de la educación?

  • ¿Qué se reclama de ella?

  • ¿Qué soluciones educativas ofrecer a los problemas del mundo contemporáneo?

  • ¿Cómo es el ser y el debe ser de la educación?

    Cada docente trabaja con diferentes finalidades, trazadas por la política educacional del país, en el empeño de lograr la formación de las nuevas generaciones en la adquisición de valores, actitudes y decisiones, que lo integren como el ciudadano que el país necesita. Para ello debe tener presente las siguientes funciones: el desarrollo y autodesarrollo del hombre, la humanización del hombre, la formación de su personalidad integral, la socializadora y la creadora.

    ¿Qué es entonces el proceso educativo? El proceso educativo es el conjunto de actividades y procesos específicos que se desarrollan de manera consciente, tomando en consideración las condiciones en que tiene lugar la educación; las relaciones que se establecen entre el educador y el educando, la participación activa de este último en el proceso y se dirigen al logro de objetivos bien delimitados. Esta pedagoga lo considera como un proceso pedagógico de organización, que resulta fundamental en la formación y desarrollo de la personalidad (LABARRERE, 1988). Es también considerado como el proceso social que se desarrolla como sistema para influir en la formación de los educandos (ÁLVAREZ, 1995).

    Hasta aquí se han analizado los términos “educación” y “proceso educativo”, a partir de diversos criterios. Los autores del artículo lo definen de la siguiente manera:

  • Educar: es un proceso planificado, continuo, sistemático, de formación y desarrollo del hombre durante la vida.

  • Proceso educativo: proceso que se desarrolla en forma de sistema, a través de un conjunto de actividades para influir en la formación integral de la personalidad.

    El autor anteriormente mencionado manifiesta que existe un proceso mediante el cual se prepara a las generaciones, denominado “proceso de formación” que integra en uno solo la educación, la capacitación y la instrucción.El proceso formativo, además del proceso educativo, incluye otros:

  • Instrucción: es el proceso y el resultado que está dirigido a que el estudiante se apropie de la cultura que lo ha precedido y el modo de enriquecerla.

  • Capacitación: es el proceso y el resultado de formar en los estudiantes las potencialidades para su actuación, en el enfrentamiento a los problemas que se presentan en su actividad laboral y de vida en general (desarrollo del pensamiento).

  • Educativo: es el proceso social que se desarrolla como sistema para influir en la formación de de los rasgos más trascendentes de la personalidad de los miembros de la sociedad.

    ¿Qué es formación? Se plantea que la formación es un proceso que se desarrolla de manera permanente durante la vida del ser humano, tiene su dinámica que es personal y se va conformando por medio de los aprendizajes sistematizados en la escuela, los cotidianos en la familia y la comunidad y en general, el sistema de relaciones sociales que establece el sujeto (ÁLVAREZ, 1995).

    La formación es el proceso y el resultado cuya función es preparar al hombre en todos los aspectos de su personalidad. Es importante precisar que para que un individuo se considere preparado, es necesario que se haya apropiado de parte de la cultura que lo ha antecedido y consecuentemente, conozca una profesión, que sea instruido.Por otra parte se expresa que al proceso de formación de la personalidad y su perfeccionamiento en el transcurso de la vida y también como resultado del desarrollo y la educación, se ha dado en llamar formación (BOLDIRIEV, 1982).

    Hasta aquí se ha hecho referencia a algunas reflexiones sobre el trabajo educativo de forma general, donde ocupa un lugar cimero no solo conocer las características del estudiantado, sus necesidades y aspiraciones, sino utilizar métodos adecuados en su dirección, no de forma unilateral, sino de forma colectiva, para llegar al nivel deseado.Se manifiesta que el proceso de la educación no puede verse limitado en el tiempo, se realiza de forma constante y sistemática en las diferentes actividades donde la persona establece sus relaciones sociales, que son la base para la formación de las cualidades de la personalidad., señalaba que el proceso educativo se realiza de forma suave e imperceptible y en cada metro cuadrado de nuestro suelo (MAKARENKO, 1979).

    El educando es el objeto del proceso educativo y de acuerdo con la eficacia con que se organice, el estudiante se convertirá en un participante activo y consciente hasta llegar a su auto educación.En la actualidad se le atribuye una gran importancia al trabajo educativo como proceso que está orientado a la formación de cualidades positivas de la personalidad. En el proceso de la educación actúan muchos factores, es un proceso prolongado y continuo, sus resultados no son fácilmente observables, ni evaluables a corto plazo, lo cual no niega que se observen avances parciales.

    El desarrollo integral y multilateral de la personalidad de la joven generación es posible lograrla cuando el trabajo educativo se realiza sobre la base de un enfoque integral de los componentes de la educación, o sea, el enfoque de sistema, que significa combinar la educación político-ideológica, moral, intelectual, etcétera. La organización de este enfoque exige que el docente tenga plena conciencia de los objetivos que deben alcanzar con su trabajo, las diferentes tareas que se realizarán; no es posible que se desarrolle este trabajo según sus criterios personales ya que si estos difieren, pueden surgir contradicciones en el marco de esta labor. Se requiere que se tenga plena conciencia del papel que desempeñan en la labor educativa. Esto significa que cada uno de ellos cumpla, vele, y exija que se realicen con la calidad necesaria las tareas planificadas, lo cual determinará que sean sistemáticas y coherentes las influencias que los alumnos reciben.

    Se plantea que la actividad del maestro está dirigida a la formación de la personalidad del futuro y sus resultados se reflejan en el aspecto del educando, los rasgos de su personalidad, el carácter y la conducta. El objetivo de la educación transmite a la actividad de los educadores un carácter perspectivo y creador; donde no hay una comprensión clara y exacta del objetivo, no hay un empeño activo por perfeccionar la personalidad de los educandos, en tanto, que prospera la espontaneidad en la educación y el trabajo que se realiza tiene un carácter casual y se hace únicamente para cubrir el tiempo designado para el mismo; si no se conoce exactamente el objetivo y no se tiene en cuenta en la actividad educativa, no hay ni puede haber una educación integral (MINISTERIO DE EDUCACIÓN, 1982).

    El objetivo de la educación depende de las exigencias de la sociedad, las cuales a su vez, son determinadas por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y el carácter de las relaciones de producción entre los hombres, que se crean en la sociedad. El objetivo general de la educación debe comprenderse en concordancia con la lógica del proceso de enseñanza y la educación. Para organizar correctamente y con un fin determinado el proceso educativo, es importante tener no sólo un punto de referencia general, sino también objetivos pedagógicos precisos de la educación. Por eso la tarea de la pedagogía consiste en elaborar los objetivos de la educación y su concretización, de acuerdo con las particularidades de la persona.En cuanto a este aspecto se expresa que el proceso de la educación no puede verse limitado en el tiempo, se realiza de forma constante y sistemática en las diferentes actividades donde la persona establece sus relaciones sociales, que son la base para la formación de las cualidades de las personalidades (GONZÁLEZ, 1982).

    Se manifestaba que para desarrollar el trabajo educativo se requiere de métodos que permitan llevar a cabo esta labor. Los métodos educativos son procedimientos de influencia de los maestros sobre los alumnos, son las vías para organizar pedagógicamente la vida de los mismos, con el objetivo de inculcar en los educandos las cualidades del hombre nuevo; dependen de los objetivos y contenidos de la educación, están dirigidos a la formación y perfeccionamiento de la personalidad. Es condición indispensable en la efectividad de la utilización de los métodos, el nivel de desarrollo del educando y su utilización está en dependencia de la situación pedagógica concreta (SAVIN, 1981).

    La realización del trabajo educativo se efectúa de forma constante, sistemática y creadora, no existiendo recetas de cómo educar. La labor educativa requiere iniciativa y creatividad, de ahí que resulta incorrecto orientarse por formas y métodos de organización de los trabajos educativos únicos y obligatorios para todos los casos. Esto lleva a la necesidad de usar formas de organización y métodos de educación y enseñanza basados en la actividad conjunta de alumnos y maestros, en correspondencia con el nivel, las características de la edad, así como las condiciones históricas concretas de la sociedad en que vive y se desarrolla.Los métodos de educación constituyen las vías o procedimientos de influencia que los educadores utilizan para organizar pedagógicamente la vida de los estudiantes, con el objetivo de influir positivamente en el desarrollo de su personalidad en formación. La utilización de uno u otro método de educación está en dependencia de las situaciones pedagógicas específicas y de otras características y requerimientos que han de tenerse presentes siempre para lograr mayor efectividad educativa.

    En este sentido se plantea que los métodos generales pueden dividirse en dos grupos fundamentales: métodos de formación de la conducta social y la organización de las actividades de los escolares (MAKARENKO, 1979): adaptación y ejercitación, papel del ejemplo en la educación, el juego, encomiendas y emulación.

    Métodos de formación de la conciencia: charlas, la lectura, discusión sobre películas y estímulos y castigos. Los métodos y procedimientos fundamentales son (MINISTERIO DE EDUCACIÓN, 1982):

  1. Los dirigidos a actuar sobre la conciencia (conversación, charla ética, debates, informaciones políticas, conferencias, círculos de lectores, encuentros con personalidades, ejemplo de héroes, etcétera).

  2. A través de la actividad práctica (con sus procedimientos: trabajo socialmente útil, excursiones sociopolíticas con la población, actividades recreativas, etcétera).

  3. Los métodos de estimulación pedagógica (procedimientos: elogio, la sanción, la emulación).Por último, refiriéndose a la tarea del maestro se expresa que hay que educar con la palabra, educar con la acción, ese es el principal método educativo (VARONA, 1964).

Conclusión

    La labor coherente de la universidad con las demás fuerzas educativas es condición indispensable, ya que el proceso educativo no se limita solo al ámbito de la escuela, sino que ha de constituir un proceso unificado, sistemático, integrado, gradual, atendiendo al nivel de desarrollo alcanzado en la educación de cada estudiante y de cada grupo de esta especialidad y de acuerdo con las condiciones existentes en el centro y sociedad en un determinado momento.

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