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Martí en perspectivas

 

*Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte. Facultad Holguín

**Universidad de Ciencias Médicas, Holguín

***Venezuela. Universidad de Ciencias Médicas: Holguín

****Cuba. Universidad de Ciencias Médicas: Holguín

*****Cuba. Universidad: “Oscar Lucero Moya” Holguín

(Cuba)

MSc. Carlos Viltre Calderón*

MSc. Angeles Leticia Quesada Castillo** (Bolivia)

aquesada@banes.hlg.sld.cu

Lic. Joel Garcell Suárez*** (Venezuela)

MSc. José Valdés Jardines****

Ing. Mileidis Nieves Calzadilla****

isuayerom@vru.uho.edu.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo elaborado en conmemoración al 161 aniversario del más universal de los cubanos, aborda los elementos relacionados con las diferentes perspectivas que valoran la grandeza del apóstol indiscutible del proceso emancipatorio cubano. En este trabajo se destacan las apreciaciones de los que conocieron a Martí, las valoraciones de los historiadores y estudiosos de la biografía del apóstol, así como una síntesis de la dimensión, ética, humana, política y otras imprescindibles para llegar a un conocimiento cotidiano y renovado de José Julián Martí Pérez.

          Palabras clave: Martí. Perspectiva. Personalidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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“José Martí es un misterio que nos acompaña”.

José Lezama Lima

Introducción

    Abordar una de las personalidades más estudiadas en los últimos cien años, parece una redundancia histórica. Sin embargo, cuando nos enfrentamos al reto de la preservación, promoción, estudio y divulgación de la vida y obra del más universal de todos los cubanos, la redundancia se renueva de forma dialéctica, para dar como resultado un intercambio abierto, un debate enriquecedor, que permite recrear en nuestra espiritualidad la presencia del apóstol.

    El principal objetivo de esta ponencia constituye la de interactuar con la vida y obra martiana, desde las perspectivas que nos ofrecen personalidades que dejaron testimonio de su encuentro con el Héroe Nacional, y estudiosos de la impronta martiana, lo que constituirá una fuente más cercana, fidedigna y actualizada del Martí que todos debemos concebir, desde una perspectiva integral e individual.

    Es por ello que como elementos principales de este análisis que se presenta, se recurren a las valoraciones y juicios críticos aportados por quienes dejaron testimonio gráfico y oral de su encuentro con el organizador innegable de la Guerra Necesaria: Juan Gualberto Gómez, Enrique Collazo, Máximo Gómez, entre otros.

    La caracterización y perspectiva de personalidades de la cultura, la investigación historiográfica e intelectuales del siglo XX y XXI: Armando Hart Dávalos, Eusebio Leal Spengler, y Cintio Vitier. Para culminar el análisis, en una connotación que concreta, la que se opina es la correcta perspectiva que cada cubano debe tener de la personalidad de Martí, en función de una concepción propia, cercana a la veracidad de su pensamiento, obra y accionar en tantos ámbitos de la vida.

Desarrollo

Nos acostumbramos a ver a Martí…

    El estudio y encuentro con Martí es cosa de la cotidianeidad. Cada escuela, cuadra e institución, guarda relación ineludible con el busto inerte y frío de José Julián Martí Pérez. Es esta quizás, una perspectiva mediata, pero errada de lo que constituye tamaña figura en la historia cubana y latinoamericana. Bien lo vaticina en sus versos inigualables Jesús Orta Ruiz, El Indio Naborí, ¡Ya yo estaba cansado! Cansado de ser piedra (…) Y ya soy más que piedra, ahora estoy vivo y haciendo.

    Luego, haciendo consciente el estudio de conocimientos llegados a través de diferentes formas curriculares en la primaria, nivel medio y educación superior, esta visión se perfila en la de enrumbar el conocimiento de la obra martiana como algo sagrado, dado a la obligatoriedad. Repetimos en tantas ocasiones una serie de datos que son de dominio público y común, que si de alguna manera fortalece el conocimiento general que sobre el insomne pensador de la libertad y unión latinoamericana se tiene, se aleja cada vez más de la verdadera intención de espacios como este, en el que se presenta la ponencia Martí en perspectivas.

    Constituye entonces un reto de cada cubano comprometido con su tierra, el sistemático estudio de la vida y obra martiana, como legajo insoslayable de la patria, como encumbramiento de esa Ley primera de la República que sólo un hombre como él fuera capaz de concedernos en vida.

    En las consideraciones de tantas personas, Martí se multiplica a la vez que es uno, en cuerpo, alma, espíritu; ser, pensamiento y acción. Quizás, esta sea una de las personalidades en la historia de la humanidad conocida hasta nuestros días, más coherentes en estos aspectos tan coexistentes como contradictorios.

    Es por ello que en ese ir y venir, de cada actividad, artículo periodístico, spot de televisión y hasta poesía declamada por una pionera, se aprecia un Martí al que nos acostumbramos, aún cuando el apóstol puede ser otro que conocemos y a la vez estamos por descubrir.

El Martí que conocí

    Para llegar a una acertada visión de Martí, hay que recurrir a un racimo de testimonios personales de los que se codearon con él en su accionar diario y diverso, por los años de su vitalidad puesta a tenor de la Revolución, la literatura, el arte, el periodismo y otras facetas de su vida.

    Hoy cuando es una incógnita de la historiografía martiana el lugar exacto donde nació1 el Héroe Nacional, tenemos dispersos en un sinnúmero de materiales y juicios de valor, sobre el Martí que varias personalidades conocieron y que sirven de fundamento a la concepción martiana que se quiere lograr en la actualidad.

Juan Gualberto Gómez: poeta y revolucionario2

    Tras la consideración de un patriota que conocía los problemas que acarreaba nacer negro y esclavo de una época marcada por prejuicios raciales, vemos la valoración que este matancero, uno de los revolucionarios más cercanos a Martí aporta desde su visión.

    El electo miembro de la Asamblea Constituyente en la República Neocolonial, en uno de sus discursos publicados en el diario “La Fraternidad”, espacio que dedicó a la acusación directa contra el régimen opresor español declara: “sólo un hombre ha logrado tamaña hazaña con lustros de desvelo y amor a su patria, sólo con esas verdades ese hombre al que todos debemos respeto, ha logrado impulsar nuevamente y con mayores bríos la búsqueda de la libertad perdida por Cuba”.

Rubén Darío: escritor de mil generaciones

    Maestro ¿qué haz hecho? Fue el lamento de Rubén Darío al conocer la caída de Martí en su primer combate de la guerra, que había convocado y organizado, y a la que se incorporó a pesar de no ser un guerrero. Pero baste escuchar al escritor nicaragüense, renovador de las letras hispanas con su best seller “Azul”, en esta exclamación de Maestro al referirse a Martí. Aseverara el crítico social y “embajador del modernismo” reconoció en el apóstol a uno de los más importantes prosistas de la lengua castellana de su época. Cubano que resultó capaz de detallar con las más finas y certeras armas del idioma escenas tan complejas y particulares como el crecimiento científico-técnico y económico-político del imperialismo de norte América.

    De Darío conocemos que “admiraba altamente el vigor general de aquel escritor único, a quien había conocido por aquellas formidables y líricas correspondencias que enviaba a diarios hispanoamericanos, como “La Opinión Nacional”, de Caracas, “El partido Liberal”, de México y, sobre todo, “La Nación”, de Buenos Aires. Escribía en prosa profusa, llena de vitalidad y color, llena de plasticidad y música. Pero encontrarlo en un cuarto lleno de luz, un hombre pequeño de cuerpo, rostro iluminado, voz dulce y dominadora al mismo tiempo que me decía una única palabra ¡Hijo! Allí escuché por largo tiempo su conversación. Nunca he encontrado un conversador tan admirable. Era armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa memoria, ágil y pronto para la cita, para la reminiscencia, para el dato, para la imagen. Pasé con él momentos inolvidables, luego me despedí. Nunca más le volví a ver”.3

Enrique Collazo: fiel caracterizador del Apóstol

    Para ahondar en las características físicas y humanas del Héroe Nacional recurrimos a las consideraciones y perspectiva de Enrique Collazo. Este desde su encuentro con el maestro lo percibe como: “pequeño de cuerpo, delgado; tenía encarnado en su ser el movimiento, era vario y grande de talento; veía pronto y alcanzaba mucho su cerebro; fino por temperamento, luchador, inteligente, tenaz, conocedor del mundo y los hombre; siendo excesivamente irascible, y absolutista; dominaba siempre su carácter siendo un hombre amable, cariñoso, atento, dispuesto siempre a sufrir por los demás; lograba de tal forma este dominio que en muchas ocasiones sus sentimientos estaban en contraposición con sus hechos; apoyó al débil, maestro del ignorante, protector y padre generoso de los que sufrían; aristócrata por sus gustos, hábitos y costumbres; llevó su democracia hasta el límite”.4

    Más adelante en su caracterización declara que “Martí era un hombre ardilla; quería andar tan de prisa como su pensamiento, lo que no le era posible; pero cansaba a cualquiera. Subía y bajaba escaleras como quien no tiene pulmones. Vivía errante, sin casa, sin baúl, sin ropa; dormía en el hotel más cercano del punto donde lo cogía el sueño; comía donde fuera mejor y más barato, ordenaba una comida como nadie y comía poco o casi nada; días enteros pasaba con vino Mariani, conocía a los Estados Unidos como ningún cubano, quería agradar a todos y aparecía con todos compasivo y benévolo. Era un hombre de gran corazón que necesitaba un rincón donde querer y ser querido. Tratándole se le cobraba cariño, a pesar de ser extraordinariamente absorbente. Martí lo era todo y ese fue su error, porque por más que se multiplicaba era imposible que lo hiciera todo él solo”.5

Máximo Gómez Báez: el generalísimo

    Y a quien Martí le ofreció como recompensa al enrolarse en la Guerra Necesaria: la probada ingratitud de los hombres, se le confiere como valoración del héroe que. “Fue Martí muy poco conocido de sus compatriotas, los cubanos, en el verdadero, esplendoroso apogeo de su gloria”.6 Esto devela que Martí en una buena medida solo fue comprendido en su totalidad posterior a su muerte, aún cuando su presencia y arenga febril impulsara a la masa heterogénea y multigeneracional, a revindicar el futuro de la patria. Del orador en Martí destaca Gómez: “fue admirado en la tribuna, donde flageló siempre a la tiranía y se hizo amar del pueblo, cuyos derechos defendía con tesón incansable. Desde allí, al decir de muchos criollos y foráneos se hizo un hombre notable”.7

Enrique José Varona: patriota intelectual o intelectual y patriota

    En este último aspecto sobre la oratoria martiana, las impresiones de Enrique José Varona son las más reveladoras al comentar que: “nunca olvidaré el embeleso en que estuve todo el tiempo que habló Martí, la cadencia de sus periodos, a que solo parecía faltar la rima para ser verso, era un arrullo continuado que me producía en vez de somnolencia, deslumbramiento. No tuve oportunidad de escuchar de Martí algún discurso político. Pero me doy cuenta del efecto maravilloso que debió producir, sobre tantos emigrados soñadores anhelosos de esperanzas, su palabra de vidente, desatada en torbellino de su fe patriótica”. 8

    Pero su apreciación también abarcó la caracterización física y humana, al momento de declarar que lo recuerda: “en el comedor de un hotel, adelantarse rápidamente hacia mí con los brazos abiertos, un hombre de andar nervioso y ojos chispeantes, que me llamaba por mi nombre, con acento regocijado. Ese era Martí, que desde ese momento me acompañó con frecuencia, siempre hablando de Cuba. De la plática mano a mano, en la efusión espontánea de su pensamiento ardoroso, que brotaba de sus labios, los ojos y los ademanes, podía decirse con verdad que pertenece a la más noble de las castas humanas; es un vivificador”.9

Entonces ¿cómo concebir la personalidad del Apóstol?

    El historiador y premio de Ciencias Sociales 2009, Pedro Pablo Rodríguez considera que en sus más de veinte años de estudio, compilación y publicación de la obra martiana, una de las primordiales conclusiones está en revelar que: “Martí fue un hombre enciclopédico en saberes y no solo tuvo una cultura hispánica y latinoamericana, sino, una cultura universal”.10 Sobre otra de sus facetas, el Martí cronista del periodismo, resalta: “Recomendaría como pautas tomadas por Martí a la actual generación de periodistas, que en primer lugar está el elemento ético, Martí nunca escribió de un tema, sin que aparezca, aunque no lo haga explícito, una lección de ética. Y por otra parte mantener lo genuino, lo autóctono, lo propio; uno tiene que tratar de escribir desde uno mismo, puede haber múltiples influencias pero siempre tienes que ser tu”.11

    Una de las personalidades de finales del siglo XX y lo que va del XXI, que más ha estudiado la personalidad, vida y obra de Martí es Armando Hart Dávalos, por lo que es indispensable su percepción. Entre sus valoraciones se cuenta con las aportadas al Periódico Granma en la que destaca que: “Para promover una interpretación acertada de esa figura excepcional de nuestra historia y de América que fue José Martí, resulta imprescindible destacar todo lo que se integró en el crisol de ideas del apóstol.

    Martí sintetiza de modo ejemplar una larga legión de héroes, próceres y pensadores de un siglo de hechos e ideas reveladoras de carácter singular del proceso independentista cubano. Habiendo vivido solo cuarenta y dos años, dejó una obra impresionante y se ganó la admiración y los más grandes elogios como escritor y poeta, organizador político y revolucionario, es de los más profundos pensadores, y sólida y universal cultura”.12

    En una de las obras de consulta obligatoria sobre la caracterización de personalidades “Perfiles”, entre la que se destaca la de Martí, se fundamenta que “no se trata como han dicho o sugerido algunos, que Martí tuviera una vocación suicida; no es que buscase conscientemente la muerte. El valor de su decisión heroica está en que ella constituía una exigencia de la tarea política y revolucionaria que se había planteado”, como bien él propio Martí dijera en su momento: “el hombre de actos, solo respeta al hombre de actos. ¡La razón si quiere guiar tiene que entrar en la caballería!, y morir, para que la respeten los que saben morir”.13

    En el campo de la política resulta la ética martiana una contribución de incalculable valor, “la política concebida como un arte regido por principios éticos es el aporte más original de Martí a la historia de las ideas y se resume en el principio de superar radicalmente el “divide y vencerás” de la tradición conservadora y reaccionaria, para establecer el postulado de “unir para vencer”.14

    Sin embargo, dentro del accionar político de Martí se encuentra una perspectiva interesante fundamentada desde la formación científica y marxista de Julio Antonio Mella, cuando este apunta a la necesidad de descubrir el misterio de su programa ultra democrático. “Consiste en el caso de Martí y de la Revolución, tomados únicamente como ejemplo, en ver el interés económico-social que creó al apóstol, sus poemas de rebeldía, su acción continental y revolucionaria: estudiar el juego fatal de las fuerzas históricas, el rompimiento de un antiguo equilibrio de fuerzas sociales”.15

    No obstante, de estas miradas a la complejidad de martí en uno y todos sus aspectos, se une la mirada y voz autorizada de Eusebio Leal Spengler, este define al Héroe Nacional como “la fuerza salvadora porque es el pensamiento más coherente. Sus ideas, su fuente, son punto de partida e inspiración; su visión del mundo futuro, de Cuba, de América y de su sentido del internacionalismo, son los dos pilares del arco sobre el cual se sostiene la esperanza de nuestra nación”.16

    En su valoración de la grandeza multiversa de Martí no lo adoniza, sino que lo engrandece al reconocer su humanidad. Leal plantea: “lo más hermoso de Martí es su sufrimiento agonal por la patria, la incomprensión familiar, su fracaso matrimonial, y sus problemas de salud, los que supo enfrentar aunque a veces fueron avasalladores. A pesar de que algún contemporáneo ha señalado que era de un carácter impositivo, absolutista, irascible; pero es que para dirigir un pueblo como el cubano en aquellas terribles circunstancias ¿hasta que punto tenía que ser así? No podemos por el contrario imaginarlo desvanecido, oliendo el perfume de una rosa. Tenemos que verlo siendo así y a la vez expresando las más nobles emociones en su poesía sentimental y amorosa”.17

    Cintio Vitier, reconocido intelectual cubano dedica una perspectiva literaria e historiográfica del Maestro cuando reconoce que: “la nómina de autores y artistas que pasaron por la palabra de Martí es pasmosa. Ningún crítico cubano se le acerca si quiera en la cantidad de nombres, obras y temas barajados.” 18 Justa observación, pues en cada uno de sus escritos sobre temas de tal magnitud, comienza ubicando al lector en el momento histórico concreto en que se producen los hechos, y realiza una virtuosa labor crítica, y no es el caso de una atención ocasional o de pasada, pues salta a la vista el dominio que tenía de todos y cada uno de los temas que abordó.

    Gabriela Mistral, esa imprescindible figura de la poesía y prosa cubana en su valoración sobre la lírica martiana y específicamente de los versos sencillos dice que: “parece que Martí, no supo ni mucho ni poco que esa zona de su labor era a la vez, la más consumada y la más homogénea de su territorio poético. Son los Versos sencillos, donde tengo mi festín con el poeta. Yo diría que en los versos sencillos está el milagro de la semilla genuina del ser de Martí, donde el poeta se desenvuelve a sí mismo, o se reduce a sí mismo”.19

    La poetisa enfatiza en la sencillez, elemento que desbordó la personalidad de Martí. “La sencillez de Martí no es nunca primarismo, es decir, facilidad del primer plano y ahorro de hondura. La sencillez de Martí parece ser aquella en la que se disuelve por una operación del alma que carece de receta, una experiencia grande del mundo, un buceo de la vida en cuatro dimensiones. La sencillez de Martí viene ya hecha de las honduras del ser; él no la logra desde afuera, él no la confecciona como los que deciden ser sencillos. Esta sencillez hace un bloque con su espontaneidad maravillosa y con naturalidad clásica. Parece que no se puede aislar la sencillez de Martí, como quien saca la rama de su follaje entrevero”. 20

Conclusiones

    ¿Cuál es la correcta perspectiva a tener de la personalidad de Martí?

    La perspectiva más acertada de la personalidad, vida y obra del más universal de los cubanos comprende entonces una visión universal de su pensamiento, una mirada profunda de su accionar, una concepción unánime de su multifuncionalidad y miltufacético actuar, así como la ineludible fuente de muchas otras valoraciones y juicios que nos acerquen de manera sucesiva a un Martí, en perspectivas.

Referencias bibliográficas

  1. Hernández Serrano, L. (2013). Incógnita histórica ¿Martí nació en La Cabaña? Tomado del Diario Juventud Rebelde, Domingo 3 de marzo de 2013.

  2. AIN (2013). Juan Gualberto Gómez: poeta y revolucionario. Tomado del Diario Granma, Martes 5 de marzo de 2013.

  3. Autobiografía (1934). Testimonio de Rubén Darío: impresión de José Martí. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  4. Cuba Independiente (1900). Testimonio de Enrique Collazo. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  5. Cuba Independiente (1900). Testimonio de Enrique Collazo. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  6. Revista bimestre cubana (1933). Testimonio de Máximo Gómez sobre el Martí que yo conocí. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  7. Revista bimestre cubana (1933). Testimonio de Máximo Gómez sobre el Martí que yo conocí. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  8. Fígaro (1905). Testimonio de Enrique José Varona: Mis recuerdos de Martí. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  9. Fígaro (1905). Testimonio de Enrique José Varona: Mis recuerdos de Martí. Tomado de Revista: Bohemia, 24 de enero de 2003.

  10. Sautié Rodríguez, M. (2013). Martí nos unifica. Tomado del Diario Granma, Lunes 11 de febrero de 2013.

  11. Sautié Rodríguez, M. (2013). Martí nos unifica. Tomado del Diario Granma, Lunes 11 de febrero de 2013.

  12. Hart Dávalos, A. (2013). José Martí, nuestra América y el equilibrio del mundo. Tomado del Diario Granma, Viernes 4 de enero de 2013.

  13. Hart Dávalos, A. (2008). Perfiles. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana.

  14. Hart Dávalos, A. (2009). Un aporte a la cultura política y filosófica. Tomado de Revista: Bohemia, 20 de noviembre de 2009.

  15. Hart Dávalos, A. (2008). El misterio de Cuba. Tomado del Diario Granma, Viernes 20 de junio de 2008.

  16. Galán García y Romeo Matos (2013). Eusebio Leal habla del maestro: Martí es la fuerza salvadora. Tomado del Diario Granma, Sábado 26 de enero de 2013.

  17. Galán García y Romeo Matos (2013). Eusebio Leal habla del maestro: Martí es la fuerza salvadora. Tomado del Diario Granma, Sábado 26 de enero de 2013.

  18. Infante Ramírez, I. (2009). Martí: crítica a historiadores y sus obras, un certero estudio de Manuel López Díaz. Tomado del suplemento informativo: Historiador, 6 de febrero de 2009.

  19. Cairo Ballester, A. (2007). José Martí valoración Múltiple. Fondo editorial Casa de las Américas. La Habana.

  20. Cairo Ballester, A. (2007). José Martí valoración Múltiple. Fondo editorial Casa de las Américas. La Habana.

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