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El proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de 

Cuba en la escuela primaria. Definiciones y características

 

*Lic. en Cultura Física. Profesor del Combinado

Deportivo “Ignacio Agramonte”, Florida. Camagüey

**Profesor Titular Centro del Estudios Pedagógicos

Facultad de Cultura Física “Manuel Fajardo”. Camagüey

***Directora del Centro de Diagnóstico y Orientación. Profesora Titular Adjunta

Centro de Estudios Pedagógicos. Facultad de Cultura Física “Manuel Fajardo”. Camagüey

Lic. Lester Hidalgo Álvarez*

Dr. C. Angel Luis Gómez Cardoso**

Dra. C. Olga Lidia Núñez Rodríguez***

barny@enet.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          En síntesis el presente trabajo aborda aspectos relacionados con el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba en el nivel primario de modo que los mismos le faciliten la adquisición de conocimientos sobre la existencia y las ideas de las personalidades y hechos que han trascendido en la historia, las formas en que asumieron las necesidades de su tiempo y su contexto, así como el modo que enfrentaron las transformaciones para el logro de una sociedad mejor.

          Palabras clave: Enseñanza. Aprendizaje. Historia de Cuba. Escuela primaria.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La introducción de la historia en el currículo escolar en la enseñanza cubana data de finales del siglo XVIII a partir de la aplicación de diversos proyectos, pero no es hasta finales de la década del cuarenta del siglo XIX que se estableció la enseñanza de la Historia de España como asignatura para todo el sistema de educación de la colonia, cuyo objetivo era liquidar las bases ideológicas del movimiento independentista de principios de siglo y enaltecer los sentimientos hacia la metrópoli.

    Debido a diversos “factores” externos e internos de la metrópolis y su colonia, “…en la segunda mitad del siglo XIX entra en crisis el sistema esclavista implantado por la metrópoli y se inicia un fuerte movimiento hacia el progreso protagonizado por la burguesía criolla que pugnaba por cambios políticos, sociales y culturales en cuya raíz estaba la separación de España y los gérmenes de la cultura cubana.” (Chávez, 2001:11).

    José A. Caballero (1762-1835), Félix Varela (1788-1853), José de la Luz y Caballero (1800-1862), fueron los pensadores principales y punto de orientación para el surgimiento de los ideales de cubanía de las nuevas generaciones. “Estos iniciadores contribuyeron a preparar las conciencias para los cambios y se sirvieron de la educación como vehículo más idóneo.” (Ibídem, 11).

    Para Luz y Caballero resultaba de máxima prioridad crear un modelo educativo en el que la historia patria fuese impartida desde los estudios primarios expreso que: “Atendamos de preferencia a este semillero de plantas tiernas que reclama cultivo, si queremos ver algún día árboles robustos y frondosos, bajo cuya sombra pueda tranquila redimirse la Patria.” (Cortaza, 1989:71).

    Exalta además la importancia de dar a conocer las figuras y hechos relevantes de nuestro pueblo en aras de formar un nuevo individuo constituido por el ideario patrio: “…es sumamente interesante para la patria infundir a sus hijos con la leche materna un amor entusiasta por ella, no habiendo otro modo más propio de conseguir tan precioso fin, como el familiarizar a los niños con ciertos hechos de la historia peculiar de su pueblo nativo.” (Ibídem, 22).

    José Martí, el Apóstol de la independencia de Cuba, abogaba por que cada cubano contase con ejemplares de la historia de nuestra lucha por la independencia y del conocimiento del sacrificio de sus héroes en la construcción de la tan anhelada patria independiente, recordaba a su maestro, Rafael María de Mendive, cuando le impartía “…las clases de Historia que nos daba de gusto de enseñar” (Martí, 1963:251).

    Martí sobre la enseñanza de la Historia formuló la concepción siguiente: “Esta es una humanidad que se desenvuelve y se concentra en estaciones y en fases. Lo de hoy es necesario estudiar en algo los residuos de las sociedades que han vivido. Con sereno juicio, con desconfiado ánimo, con lógica rectitud, con habilidad y comparación y fino escrúpulo” (Martí, 1963:76).

    Durante toda la neo-república la tónica oficial del estado con respecto a la enseñanza de la Historia de Cuba estuvo marcada por el estigma de la sumisión y reconocimiento de falsos postulados impuestos por los Estados Unidos de América con el fin de borrar la memoria histórica de nuestro pueblo, es por ello que los maestros consagraron su mayor esfuerzo para impartir una “Historia de Cuba” alejada de las orientaciones oficiales según Guzmán de Armas (2001:25) “...su trabajo docente fue simiente imprescindible y fecunda preparación patriótica para las generaciones que asumirían los cambios revolucionarios que Cuba necesitaba. Esos maestros (…) siempre serán recordados con veneración.”

Desarrollo

    El papel de la escuela cubana en la enseñanza de la Historia fue reconocida por Fidel Castro en “La Historia me Absolverá” cuando dijo: “Vivimos orgullosos de la historia de nuestra Patria; la aprendimos en la escuela (...) Se nos enseñó a venerar desde temprano el ejemplo glorioso de nuestros héroes y de nuestros mártires, Céspedes, Agramante, Maceo y Gómez fueron los primeros nombres que se grabaron en nuestro cerebro (....) se nos enseñó que el 10 de octubre y el 24 de febrero son efemérides gloriosas y de regocijo patrio(…); se nos enseñó a querer y defender la hermosa bandera de la estrella solitaria y a cantar todas las tardes, un himno cuyos versos dicen que vivir en cadenas es vivir en afrentas y oprobios sumidos, y que morir por la Patria es vivir”. (Castro, 1967: 71-72).

    Con el triunfo revolucionario del 1 de Enero de 1959 la educación cubana sufre un cambio sustancial en las proyecciones y programas de enseñanza para las diferentes necesidades educativas, se crea una escuela de nuevo modelo en la que la formación político-ideológica juega un papel determinante y sin duda alguna la asignatura de Historia de Cuba jugaría un rol determinante en esta tarea, al respecto Fidel expresó: “La Historia de Cuba es una fuente inagotable de valores que deben y pueden ser transmitidos. En las luchas por su independencia pocos países tienen una historia tan hermosa como la Historia de Cuba. (Castro, 1992: 2).

    El Ministerio de Educación cubano, ha dado un carácter prioritario a la enseñanza de la Historia de Cuba a partir de la Resolución Ministerial 60 de 1996 que precisa como objetivo fundamental para su aprendizaje en el segundo ciclo de la escuela primaria: “caracterizar las etapas de la Historia de Cuba, reconocer los hechos y personalidades más relevantes de cada una de las etapas y garantizar la calidad en la impartición de las clases para lograr un alto grado de emotividad en los alumnos” (MINED, Resolución Ministerial 60 de 1996: 9).

    Con respecto a lo anteriormente planteado, Díaz Pendás (2004) considera que los niños desde los primeros grados, en correspondencia con sus niveles de desarrollo y a partir de las asignaturas que integran el currículo de primaria, deben adquirir conocimientos sobre la existencia y las ideas de las personalidades y hechos que han trascendido en la historia, las formas en que asumieron las necesidades de su tiempo y su contexto, así como el modo que enfrentaron las transformaciones para el logro de una sociedad mejor.

    Por supuesto, dicho estudio se realiza en el contexto de la aplicación del modelo de escuela primaria que se realiza desde el año 2001 y que postula la necesidad de “concebir el tiempo de los niños en la escuela como una unidad que trasciende la división hasta ahora existente de horario de clases y de actividades extraclases o complementarias” (MINED, sp).

    En la literatura del ámbito hispanoamericano existe consenso entre maestros, profesores e historiadores, al atribuirle al estudio de historia y sus personalidades más representativas un significativo valor para la formación de las nuevas generaciones, aunque concurren algunos matices como los de Prast (1999) de España y Carretero (2001) de México que alertan sobre manipulaciones políticas de la enseñanza de la Historia por gobiernos para mantener sus estatus. De igual manera, en Cuba, se le concede una gran importancia a la historia y a su enseñanza por su innegable valor formativo.

    La asignatura Historia de Cuba en quinto grado inicia el estudio de los elementos básicos de la historia de la Patria. Esta condición de curso inicial le confiere una particular importancia, por el hecho de que los niños se enfrentan por primera vez a la asignatura, y la metodología con que esta se trabaje, permitirá sentar las bases para estimular e interesar a los niños en el estudio de nuestro pasado histórico. Al propio tiempo extraerán los elementos que contribuyen a su educación político-ideológica, direcciones fundamentales en las que se ha concebido el programa.

    La Historia de Cuba tiene un gran potencial político-ideológico para la consecución de la formación de la personalidad comunista, que le viene dado, entre otros factores más relevantes personalidades, el antiimperialismo nacido del comportamiento histórico del imperialismo yanqui como nuestro principal enemigo, la continuidad de nuestro proceso de lucha por la independencia hasta llegar a la Revolución socialista. A partir de estos elementos podrá inculcarse en los niños el amor a la Patria, el orgullo de ser cubano, el respeto por los héroes, el deseo de imitarlos, el odio al imperialismo, entre otros sentimientos de gran connotación en la formación político-ideológica de las nuevas generaciones.

    Este curso abordará el estudio de la historia de Cuba entre los siglos XV y XIX, es decir, la comunidad primitiva y la época colonial en Cuba, que servirán de base para estudiar la etapa republicana y la Revolución cubana en sexto grado. Los antecedentes inmediatos a este curso son los elementos sistemáticos que sobre la historia patria adquieren los niños en el seno de la familia y la comunidad, en las instituciones preescolares; en temas relacionados con ella en asignaturas del primer ciclo de la enseñanza primaria y mediante la actividad pioneril.

    En el nivel básico se abordarán de nuevo estos períodos históricos con mayor riqueza de elementos, hechos y fenómenos del proceso histórico cubano, con un ordenamiento lineal y cronológico, en el que se tiene en cuenta el más amplio manejo de fuentes y el mayor nivel de desarrollo de habilidades en los niños. Por otra parte, es propio de este programa de quinto grado el tratamiento de los hechos y fenómenos históricos en sus elementos básicos, de manera atractiva, en la que se enfaticen aspectos anecdóticos y la valoración de personalidades, teniendo en cuenta la edad y las posibilidades de los niños de este grado.

    Esto obliga al maestro a trabajar por formar representaciones históricas en los niños, auxiliándose para ello de procedimientos tales como la narración, la descripción, el relato y de los materiales auxiliares que les permitan visualizar escenas históricas, y ubicarlas correctamente en espacio y tiempo. El programa está concebido en tres partes y siete unidades. Las partes expresan los rasgos más generales del proceso histórico que se estudia.

    Para lograr que los niños se interesen vivamente por la asignatura es necesario lograr una atmósfera agradable, vincular sus conocimientos con la vida diaria, con la historia de su localidad, que es su mundo más cercano, y todo ello depende en gran medida del interés, la preparación y la labor personal del maestro, quien debe estar convencido de que en el desarrollo de las habilidades y la adquisición de conocimientos acerca de la historia patria hay, además, una riquísima fuente de educación patriótica, moral e ideológica para la nueva generación.

    La asignatura cuenta con un total de 80 horas clase en el curso, distribuidas en cuatro períodos con 2 horas clase por semana. El tiempo de que dispone la asignatura debe traducirse en un adecuado nivel de conocimientos en los niños, de acuerdo con los objetivos del grado y en un desarrollo de las habilidades docentes generales cuya formación comenzó en grados anteriores, así como en las habilidades intelectuales generales y específicas a las que este programa debe contribuir prioritariamente, según aparece definido en sus objetivos.

Objetivos de la asignatura en el grado

  • Que los alumnos asimilen los conocimientos elementales de la historia de Cuba y desarrollen las habilidades directamente relacionadas con ellos, para lo cual deben:

  • Explicar los hechos y fenómenos más importantes de la historia de Cuba entre los siglos XV y XIX.

  • Identificar rasgos básicos de conceptos históricos generales tales como: comunidad primitiva, conquista, colonización, explotación colonial y guerra de independencia.

  • Describir y relatar situaciones, hechos, y elementos de la cultura material del período histórico que estudian.

  • Identificar la comunidad primitiva y la época colonial como etapas del proceso histórico cubano hasta el siglo XIX.

  • Ejemplificar hechos, procesos y actuaciones del período histórico estudiado.

  • Caracterizar algunos elementos representativos de un período histórico concreto.

  • Valorar, de forma sencilla, la actuación de personalidades y la significación de los hechos y fenómenos más importantes del período estudiado.

  • Comparar hechos, fenómenos y etapas significativas del proceso histórico que estudian.

  • Ordenar los acontecimientos históricos más trascendentes del período, en sucesión cronológica, y localizarlos en mapas.

  • Memorizar las fechas, lugares, hechos y personalidades más significativos del período histórico estudiado.

  • Identificar los hechos y personalidades específicos más significativos de la historia de su localidad en cada etapa.

  • Que los alumnos aprendan a localizar información histórica (datos, hechos, fechas o lugares) en las fuentes de conocimiento histórico, propias del trabajo de este grado: exposición del maestro, libro de texto, láminas, esquemas, mapas, cronologías, tarjas, monumentos, piezas museables, etcétera.

  • Extraer la información que les ofrecen las distintas fuentes del conocimiento histórico con las que trabajan.

  • Interpretar la información obtenida de las distintas fuentes.

  • Utilizar la información obtenida de las distintas fuentes para exponer en forma sencilla, oral, escrita o gráfica, el material histórico.

  • Contribuir a la formación, en los alumnos, de la concepción científica del mundo, mediante la creación de representaciones históricas que les sirvan de base para:

  • Valorar y ejemplificar el desarrollo progresivo de la sociedad cubana durante los siglos XV al XIX.

  • Identificar la relación causa-consecuencia en los hechos históricos más trascendentales del período estudiado.

  • Ejemplificar que la lucha de clases es la fuerza motriz de las sociedades explotadoras, con los elementos que le aporta este período de la historia de Cuba.

  • Ejemplificar con hechos y personalidades estudiadas la relación que existe entre las condiciones de vida de los hombres y su forma de pensar y actuar.

  • Valorar el papel de las masas populares y de la personalidad en el proceso histórico a partir de los casos concretos que se estudian en este período de nuestra historia.

  • Contribuir al desarrollo, en los alumnos, de elementos positivos de su personalidad sobre la base de:

  • Valorar el carácter injusto de la explotación a que fue sometido nuestro país, condenar las manifestaciones de dicha explotación y admirar la actuación de los que se enfrentaron a ella.

  • Valorar el patriotismo como actitud estrechamente vinculada a la lucha por la liberación nacional de nuestro pueblo y el progreso histórico de la patria.

  • Valorar a través de la actuación de las figuras más representativas de la historia patria, cualidades morales tales como: tenacidad, abnegación, desinterés, heroísmo, intransigencia revolucionaria, patriotismo, valentía y promover su decisión de imitarlas.

  • Incorporar elementos básicos en la formación de sentimientos e ideales estéticos en los alumnos, que se evidenciarán en:

  • Valorar la belleza de la actuación de figuras revolucionarias y de las masas en la lucha, y expresar sentimientos que les identifiquen con ellas.

  • Ejemplificar el desarrollo cultural en este período de la historia patria.

  • Describir monumentos, lugares históricos, obras arquitectónicas, piezas de museo u otras, relacionadas con el período histórico que estudian.

    Es de considerar que en el presente programa se aboga por la formación en el niño de los conocimientos históricos no solo en el aula sino en la comunidad y en el seno familiar, lo que obliga al profesor a trabajar por formar representaciones históricas auxiliándose para ello de la narración, la descripción, el relato y de materiales que de forma general permitan visualizar escenas históricas, vincular al estudiante con la historia de su localidades ,describir monumentos, lugares históricos, piezas de museo u otras, relacionadas con el período histórico que estudian.

    Muy relacionado con lo anterior se debate la correlación historia total e historia local. Según planteamientos de Torres Fumero (1995) la aspiración totalizadora está presente de una u otra forma en Natalie Zemón (1985), quien postula la necesidad de la relación entre la microhistoria y la macrohistoria, de forma que tenga una cierta correlación entre ellas. Bartolomé Bennsar (1945) se refiere a las particularidades que debían integrarse en la historia total.

    En su libro “Problemas de enseñanza y aprendizaje de la historia: ¿…y los maestros qué enseñamos por historia?” Salazar Sotelo (2004:6) propone estrategias alternativas y recursos didácticos concretos para mejorar la calidad de su enseñanza “…de manera que en el aula no solo se promueva el conocimiento, sino que lleven concretamente a los educandos hacia una postura en que ellos sean capaces de realizar una interpretación personal y crítica sobre los temas históricos, todo ello tomando en cuenta los saberes previos del alumno, sus habilidades y destrezas”.

    La asimilación de los cocimientos históricos no es el único fin de la enseñanza de la historia. Tanto en la apropiación del conocimiento del hecho histórico correcto, como de generalizaciones de conceptos que pudieran ambas llegar a integrar un sistema de conocimiento históricos, que tienen por objetivo en la escuela socialista, conducir a la comprensión marxista y martiana de la historia. Por lo que es innegable que los propios conceptos asimilados por los alumnos, sirven de arma para la compresión y análisis de hechos y fenómenos actuales de interpretación de la realidad social, les permite transmitir además los conocimientos acumulados y la experiencia de la vida de una generación a otra y el lógico procesamiento de estos.

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