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El comandante Ernesto Che Guevara en el deporte

 

*Profesor asistente de la filial universitaria Simón Bolívar

Jefe de departamento de Contabilidad y finanzas

**Profesor auxiliar de la filial universitaria Simón Bolívar

Jefe de departamento de Humanidades

***Profesor auxiliar del Instituto Superior Pedagógico Capitán Silverio Blanco Núñez

****Periodista de la Agencia Cubana de Noticias

FUM Simón Bolívar. Municipio Yaguajay. Provincia Sancti Spíritus

(Cuba)

MSc. Freddy Alfonso Sosa

freddy@suss.co.cu

MSc. Ivania García Viamonte**

ivania@suss.co.cu

Dr. Daniel Aurelio Águila Ayala***

daguilayala@ucp.ss.rimed.cu

Lic. Oscar Alfonso Sosa****

osalfon@enet.cu

 

 

 

 

Resumen

          Este trabajo forma parte de una recopilación de datos que sobre Ernesto Che Guevara se tuviera en cuenta para el estudio de la personalidad del mismo en su periplo por Cuba y otras partes del mundo. Es de meritoria consideración no solo mostrar la obra del guerrillero como luchador incansable por América Latina en especial por Cuba y Argentina, sino mostrar otra visión que conforma la personalidad completa e inconfundible del héroe verdadero. El deporte fue para Guevara un atributo que acompañó su existencia y que sirvió de arma contra su deteriorada salud. Téngase entonces algunas anécdotas de quienes lo conocieron de cerca y supieron cuán verdadero era su amor por el deporte, en especial el ajedrez.

          Palabras clave: Deporte. Che Guevara. Anécdotas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 188, Enero de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Desarrollo

    En su libro El tigre azul y otros relatos, el poeta y escritor uruguayo Eduardo Galeano aporta el testimonio de Celia de la Serna al valorar el carácter de su hijo: “Celia de la Serna me dijo hace años, en Montevideo, que su hijo había vivido siempre demostrándose a sí mismo que podía hacer todo lo que podía hacer, y que así había ido puliendo su asombrosa voluntad”.

Monumento al Che Guevara en Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina

    A la edad de dos años el niño Ernestico sufrió un enfermedad que le dejó como secuela un padecimiento de asma que presuponía tendría una vida con limitaciones en su desarrollo físico, esta hipótesis fue desmoronándose al paso de los años frente a su fuerza de voluntad y perseverancia para alcanzar todas la metas con las que sueñan los niños. Cierto es que su asma le obligó a estar quieto en períodos de tiempo que muy bien aprovechó para leer y de forma autodidacta prepararse.

    Autores como Emilio Salgari, Stevenson, Julio Verne y Alejandro Dumas, libros de aventuras, de novelas, de viajes cuyos personajes audaces, fuertes y valientes, que despiertan la admiración de todos los niños también ejercieron ese impacto el niño Ernestico, que unido a su inteligencia natural y su perseverancia le fueron permitiendo en el transcurso de su vida alcanzar metas y triunfos que hipotéticamente le parecían vedadas.

    Grandes caminatas, exploración y recorridos a campo traviesa se muestran al estudiar su vida, que lo van relacionando ya de alguna manera con el deporte. Practicó entre otros, natación, Fútbol, rugby, ciclismo, ajedrez, clavado, alpinismo, atletismo, golf, tiro deportivo, Sóftbol.

    En 1947 siendo ya estudiante de Medicina, se destacó por su calidad en el club de fútbol. Logró incluirse como deportista en la Primera Olimpiada Universitaria en ajedrez y atletismo, de su actuación en esta lid se sabe que registró 2,80m en Salto con pértiga.

    En el año 1955 mientras hacía su segundo viaje por América y trabajando en México como redactor y fotógrafo de la Agencia Latina tuvo estrecha vinculación con el deporte cubriendo los segundos Juegos Panamericanos, que se realizaron en ese país.

Placa al pie del monumento al Che Guevara

    De su perseverancia y decisión por alcanzar las metas, su padre Ernesto Guevara Lynch testimonia: ...Ernestico comenzaba a caminar. Como a nosotros nos gustaba el mate, lo mandábamos hasta la cocina, distante unos 20 metros de la casa […] entre la cocina y la casa, una pequeña zanjita ocultaba un caño. Allí tropezaba siempre el crío y caía con el mate entre sus manitas, se levantaba enojado y cuando volvía con una nueva cebada, de nuevo volvía a caer. Empecinado siguió trayendo el mate una y otra vez, hasta que aprendió a saltar la zanja.

    Este fue el primer salto de un futuro luchador y deportista que años más tarde lo haría de nuevo en todos los escenarios y competencias.

    En su testimonio continúa exponiendo Ernesto Guevara Lynch…Tomaba lecciones de un gran nadador de aquella época, el campeón argentino de estilo mariposa, que se llamaba Carlos Espejo. A este le había caído en gracia el chico y le enseñaba gratis… Sin duda alguna la natación le hacía mucho bien para su asma, siempre que lo hiciese moderadamente. Le daba mayor capacidad torácica ensanchándole los pulmones; pero los médicos me habían recomendado que no le permitiera excederse porque ello significaría esforzar su corazón y es sabido que los asmáticos deben cuidar bien este órgano, porque el asma lo obliga a trabajar mucho…

    …Pero lo que yo ignoraba era que Ernesto, desde mucho tiempo atrás, venía entrenando más de dos horas diarias. Cuando iba a la pileta con ellos, no me retiraba hasta que el último no hubiera salido del agua; siempre estaba cuidándolos, pero lo que no sabía que a la tarde se escapaban e iban a entrenar. Yo, muy ingenuo, creía que debía estar en la pileta por si alguno corría peligro, sacarlo del agua. Lo cierto es que si esto hubiera ocurrido, lo probable es que ellos hubieran tenido que sacarme a mí…

    …Estando una tarde en mi casa, alguien que llegaba del Sierras Hotel me comentó que Ernesto hacía más de una hora y media que estaba entrenado en la pileta.

    -¿Cómo en la pileta -dije-, si yo no le he dado permiso para ir allí?

    Y cuando pensé que ya llevaba más de una hora y media nadando, me alarmé. Su asma no le permitía hacer esas cosas.

    Fui inmediatamente al Sierras Hotel y pude ver cómo un montón de chiquilines que oficiaban de ayudantes del “futuro campeón” -reloj en mano- controlaban los tiempos mientras discutían entre ellos si tardaría tanto o cuánto en hacer sus cien piletas.

    Recuerda su amigo Alberto Granado: Nos conocimos en el año 1941, tenía 13 años. Era más joven que yo, pero había leído tanto como yo, eso lo teníamos en común. Quería jugar en un equipo de fútbol. Yo lo apoyé frente a los que opinaban que no debía hacerlo por su asma y se convirtió en un gran futbolista

Mural en homenaje al Che Guevara copia de un dibujo de Ricardo 

Carpani, a pocas cuadras de la casa donde vivió Rosario

    En el año 1950 el joven Ernesto Guevara realizó un recorrido mezcla de excursión y deporte por las provincias del norte de su país natal, para ello utilizó una bicicleta a la que se le había adicionado un pequeño motor, haciendo un total de más de 4.500 km. Llegó al lugar conocido como San Francisco del Chahar, cerca de Córdoba, allí su amigo Alberto Granado le esperó sostuvieron conversaciones sobre el viaje.

    En sus anotaciones que luego se convirtieron en costumbre resume críticamente Ernesto: "Por lo menos no me nutro con las mismas formas que los turistas y me extraña ver en los mapas de propaganda de Jujuy, por ejemplo: el Altar de la Patria, la catedral donde se bendijo la enseña patria, la joya del púlpito y la milagrosa virgencita de Río Blanco y Pompeya... No, no se conoce así un pueblo, una forma y una interpretación de la vida."

    Al regresar a Buenos Aires y conociendo la empresa que patentizaba el motor utilizado le ofreció al joven deportista realizar publicidad sobre él mismo, dentro de lo cual se incluyó su fotografía en la bicicleta y una carta del ciclista donde decía: "Ha funcionado a la perfección durante mi largo viaje y solo observé que hacia el final perdía compresión, razón por la cual la envío a usted para reparación". Este aviso quedó plasmado en la publicación de la revista deportiva El Gráfico en la página 49 de la edición del 19 de mayo de 1950.

    Por diversas razones su familia cambió de lugar de residencia en varias ocasiones y el inquieto joven aprovechaba cada lugar para incursionar en el deporte que más a su alcance encontraba, así fue como en la Ciudad de Alta Gracia se involucró en el boxeo. Practicó tenis al mudarse a Córdoba y vivir en la proximidades del Lawn Tennis de la ciudad.

El Che y el futbol

    Su inicio como futbolista fue una lucha frente al asma y la familia, ambas parecían obligarlo a permanecer inactivo, pero los enfrentó y venció y se ubicó en la posición de portero. Así tenía intervalos de descanso y su medicamento a mano y podía mantenerse como jugador activo, desde allí, enérgico y rebelde se movía hasta adelantarse y estar más activo y animar con sus gritos a sus compañeros de equipo.

    Sobre sus inicios en el Rugby refiere su amigo Alberto Granados… “En Septiembre u Octubre de 1942, vino Ernesto y me dijo que quería jugar al rugby. Había un problema. El tenía asma y la gente tenía miedo de que juegue porque varias veces se nos quedó duro en medio del campo. Pero como yo también había sido muy discriminado en el rugby porque era petiso y flaco, le dije 'te voy a enseñar"-, acá el examen de ingreso consiste en saltar por arriba de un palo y caer con el hombro. Los que vienen al rugby para hacer pinta no se animan. Los que quieren jugar pasan la prueba. Ahora te toca a vos"… "Si no le digo basta, todavía se está tirando...".

    Granados rememora: “Le gustaba el rugby y a pesar de exigirle un gran esfuerzo físico lo practicó y al residir de nuevo en Buenos Aires, se asoció al San Isidro Club, pasando luego al club Atalaya".

    Las vivencias hasta este momento desde sus caminatas, ciclismo y deporte le crearon preocupaciones que lo llevarían desde aquí a entusiasmarse por el verdadero conocimiento de la antropología del continente americano, a lo que se dispuso otra vez, mezcla de excursión y deporte acompañando al amigo Granados y viajando en el periplo inicial en una motocicleta a la que apodaron “La Poderosa”, y luego en largas jornadas donde fue frecuente caminar grandes distancias, y además, entre sus actividades de algunas formas jugó fútbol.

    El 29 de diciembre del año 1951 se inició desde el Sur de su país siguiendo hacia el Norte, pasando por Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela, desde aquí siguió en avión a Miami, el recorrido lo acercó y enfrentó a la cruel realidad que padecía América Latina, De su paso por estos países dejó plasmadas sus impresiones, en esos escritos se muestra su quehacer deportivo compartido con el pobre pueblo latinoamericano.

    …El sábado 14 de junio de 1952 cumplió 24 años mientras visitaba y trabajaba como médico voluntario en el sanatorio de San Paulo, sobre las vivencias del día escribió un relato al que tituló “El día de San Guevara”. En él dejó plasmado: …Tempranito me fui al río repetir suerte con los pescados, pero este deporte es como el juego: el que empieza ganando va perdiendo. Por la tarde jugamos un partido de fútbol en el que ocupé mi habitual plaza de arquero con mejores resultados que las veces anteriores.”

    En la continuación de su recorrido visitaron Bogotá el 2 de julio, de esta visita en sus anotaciones expone:… Ayer por la tarde, cuando caminábamos por los prados que rodean las residencias estudiantiles, encontramos a un grupo de jóvenes jugando fútbol. Pedimos participar y jugamos un rato, la altura del lugar me cayó encima como una aplanadora. Prácticamente no podía correr sin ahogarme… Por la noche nos fue a visitar un dirigente del club de fútbol Independiente Sporting para preguntarnos qué sueldo queríamos por entrenar a su equipo. Le contestamos que no podíamos fijar sueldo, pues no sabemos cuánto tiempo nos vamos a quedar, que mañana iremos a la cancha, y que de acuerdo con lo que hagamos y cómo lo hagamos, ellos nos paguen lo que crean que merecemos…

    En el libro "El Che Guevara" el periodista y escritor argentino Hugo Gambini habla de cómo se inicia el Joven Ernesto en el fútbol sobre lo cual resume:

    Leía las crónicas deportivas para informarse sobre los campeonatos profesionales de fútbol, siguiendo todos los clubes y partidos.

    La mayoría de los amigos eran amantes de los mismos clubes, entre ellos: El Boca Juniors, River Plate, Ernesto quiso elegir uno distinto cuando descubre la existencia de Rosario Central, un club de la ciudad donde él había nacido. A partir de ese momento le encantó que le preguntaran "¿De qué cuadro sos?" y respondía con cierto orgullo: "De Rosario, de Rosario Central. Yo soy rosarino'".

    Alberto Granados afirmó que Ernesto siempre fue simpatizante del Central porque nació en Rosario y porque simpatizaba con Chueco García. En el Museo del Che de La Habana se encuentra la camiseta azul y oro de Rosario Central.

    En el año 1963 el club deportivo Mudeira de Brasil visitó a Cuba, desarrollaron encuentros con equipos locales y en uno de estos partidos tuvieron la presencia especial del Comandante Che Guevara. A cincuenta años de este acontecimiento este club ha colocado en su uniforme la imagen del sencillo e inmenso Guerrillero Heroico, un homenaje, además, por su afición al deporte y también por su influencia en su práctica que ha traspasando las fronteras de la isla.

    No es Brasil el único país que rinde homenaje al guerrillero heroico, figuras de altísimo nivel en el mundo futbolístico como el argentino Diego Armando Maradona han llevado su figura en banderas y camisetas y algunos clubes de diferentes categorías lo han homenajeado llevándolo en sus uniformes, e incluso plasmando el lema "Hasta la Victoria Siempre". Así tenemos al Club Social Atlético y Deportivo Ernesto Che Guevara, radicado en la localidad de Jesús María, provincia de Córdoba.

Che y el ajedrez

    No solo en el deporte en Cuba tuvo y tiene aun la influencia del pensamiento y la actuación del Che dentro del movimiento deportivo, lamentablemente en su patria caribeña no pudo disponer del tiempo que requería para la práctica, aun así es impresionante su participación directa e indirecta en el ajedrez sobre todo y alguna actuación aunque más discreta en otras disciplinas deportivas.

    En este escenario también fue un ejemplo que trazó el camino y lo anduvo junto al naciente movimiento deportivo revolucionario, grandes maestros y maestros internacionales son frutos de esta labor del comandante deportista, y para más reafirmación en su acción educativa popular, con algunos de ellos ganó y perdió magníficas partidas en campeonato oficiales. En el mundo del juego ciencia universalmente tendrá vigencia eterna la presencia del Che.

    El Ajedrez ocupó un lugar dentro de sus deportes favoritos, asistió en condición de espectador en la Olimpiada de Buenos Aires, en esta participa el cubano José Raúl Capablanca ganador de esta lid y por el cual sintió desde esos momentos una gran admiración. Así, además, el ajedrez le hizo conocer que existía una isla en algún lugar del Caribe llamada Cuba.

    En su estancia en México vinculado ya a las actividades revolucionarias con los futuros expedicionarios del Granma, practicaba ajedrez, ya en la lucha en la Sierra Maestra se cuenta que entre sus atuendos se encontraba un rústico juego de ajedrez que era utilizado en los escasos momentos de descanso. Al triunfar la Revolución dentro de las múltiples tareas oficiales y de recreación por iniciativa propia se encuentra su disposición y materialización al impulso del juego ciencia sobre todo en niños y jóvenes.

    Su afición alcanzó entusiasmarlo tanto que llegó a incluirse en torneos clasificatorios del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), y jugó desde la base hasta la primera categoría, en ocasiones no pudo continuar en la competencia porque sus funciones le llevaron a realizar viajes de trabajo .

    Como en su formación intelectual también en el ajedrez fue un poco autodidacta, aunque en su niñez recibió la ayuda de una familia de origen español que como consecuencia de la dictadura franquista se refugiaron en Argentina y la familia Guevara de la Serna, que siempre apoyaron a los republicanos simpatizaron con los exiliados, y desde esa amistad hicieron que Ernestico conociera y aprendiera las reglas del juego ciencia y le dieron la oportunidad de jugar la primeras partidas de un deporte que lo acompañaría en todo los escenarios de su actuación.

    No poseía el domino de la técnica apoyada en la teoría y el estudio del juego de los grandes ajedrecistas, jugaba por intuición y organizando movimientos tácticos y muy agresivos, luchaba por la victoria de forma temeraria sin tomar en cuenta la calidad y reconocimiento del contrario. En una simultánea con el maestro argentino Miguel Najdorf, este le propone acordar tablas, a lo que le comandante le responde rápido y decidido que años atrás, en una simultaneas había perdido y ahora estaba dispuesto a luchar hasta el final por la victoria o prefería perder de nuevo.

    Desarrolló una labor importante dirigida a la celebración de los torneos Capablanca In Memoriam y su presencia en ello constituyó una regularidad. Sobre la importancia que le concedió al juego ciencia expuso el Che. “Naturalmente que el Ajedrez es un pasatiempo, pero es además un educador del raciocinio y los países que tienen grandes equipos de ajedrecistas, marchan también a la cabeza del mundo en las esferas más importantes

    Haciendo un resumen de los resultados del Comandante Che Guevara como competidor en el ajedrez tenemos:

  • En simultánea en el mes de Junio de 1962, juega con el maestro nacional Rogelio Ortega, y logra vencerlo.

  • En simultánea en el mes Agosto de 1962, juega con el Gran Maestro Miroslav Filip, y la partida resulta tablas.

  • En simultánea en el mes Septiembre de 1962, juega con el Gran Maestro Mijail Tal, quedando tablas la partida.

  • En simultánea en Junio de 1963, juega con el Maestro Internacional Eleazar Jiménez, y acuerdan tablas.

  • En los meses de junio-agosto del año 1963 obtiene el subcampeonato en el torneo del Ministerio de Industrias, juega 24 partidas, gana 20, y acuerda dos tablas y sufre dos derrotas resumiendo un total de 21 puntos.

  • Torneo formación de equipos del Ministerio de Industrias del 18 de noviembre al 16 de diciembre de 1963. Sistema suizo. Queda en segundo lugar con 10 partidas jugadas de ellas 7 ganadas y 3 tablas, acumulando 8,5 puntos.

  • Enfrentó en simultáneas a consagrados ajedrecistas entre los que se destacan los Grandes Maestros (GM): Mijail Tal, Víctor Korchonoi, Miroslav Filip. y Miguel Najdorf, al Maestro Internacional (MI) Eleazar Jiménez y al Maestro Nacional Rogelio Ortega al cual venció.

  • A partir del año 1964 clasifica en los torneos de tercera y segunda categoría del INDER.

  • El 29 de mayo de 1964, durante la visita del equipo mexicano a esta ciudad, jugó en una simultánea en la que le ganó al Maestro Nacional azteca Armando Acevedo.

    Sobre las cualidades del Che como ajedrecista el periodista italiano Gianni Minà, preguntó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a lo que este respondió comentándole que el Che sabía más porque había estudiado algo del ajedrez y que era un poco guerrillero, que aunque le había ganado algunas partidas, él ganaba la mayor parte porque realmente sabía y también le gustaba más.

    El Instituto Nacional de deportes educación Física y recreación (INDER) y el Instituto Latinoamericano de Ajedrez (ISLA) reconocieron la labor realizada por el comandante Che Guevara en el impulso al estudio y la práctica del ajedrez y le concedieron, el excelentísimo título de Caballero de la FIDE en el año 2009.

    El Maestro Internacional Eleazar Jiménez fue uno de los jóvenes cubanos que tras el impulso de la práctica masiva del juego ciencia en Cuba alcanzó el título de campeón nacional y se consagró como maestro internacional, sobre la calidad del Che como ajedrecista aseveró:

    "A veces uno lo veía compitiendo en los torneos de los centros de trabajo y en las simultáneas y pensaba que era uno más, que no conocía profundamente el juego ciencia. Pero nada más alejado de la realidad; era un jugador fuerte, que conocía mucha teoría y la aplicaba bastante bien en la práctica."

El monumento de bronce en homenaje a los 80 años del nacimiento del Che es obra del artista

plástico Andrés Zerneri. Tiene cuatro metros de altura y 1,5 toneladas de peso

El Che, Cuba y el béisbol

    Nacido en Argentina donde el Fútbol desborda la pasión deportiva con una larga historia de competencias de alto nivel y resultados en todas las categorías, el Che siente que en el pueblo cubano este deporte no alcance esa popularidad y calidad, situación contraria al béisbol.

    Al relacionarse con los cubanos desde Guatemala y México se acerca también al béisbol y de alguna manera continúa practicando en la Sierra Maestra. Pablo Cabrera Piloto miembro de la columna del Che, testimonia al respecto: "Se encontraban Che, Camilo y otros compañeros; Camilo se había agenciado unos guantes y una pelota de béisbol y organizaron en el área del secadero de café un juego de pelota con dos bases… "Los equipos eran de seis jugadores: receptor, pitcher, primera, segunda y dos jardineros, capitaneados por Che y Camilo Cienfuegos, los dos lanzadores".

    Luego del triunfo de la Revolución no continuó practicando con sistematicidad el deporte nacional cubano, pero sí acompañaba al Comandante en Jefe Fidel Castro para presenciar los juegos de la Liga Nacional Cubana.

Conclusiones

    La figura del Che ante el mundo tiene las aristas del hombre guerrillero, internacionalista, humano, honesto, pero dentro de las grandes virtudes expresa su inmenso amor por Cuba y por el deporte, el cual sin saber lo ayudó a sobreponer su débil salud ante todos los obstáculos que la vida le impuso.

    Hoy el ajedrez constituye un juego dentro del deporte que sin lugar a dudas forma una poderosa herramienta para desarrollar el pensamiento humano en creativo, perspicaz, oportuno y que sería el Che unos de sus precursores más genuinos. Por tanto a la hora de estudiar al guerrillero en su totalidad el deporte es una arista muy interesante dentro de su efímera vida.

Bibliografía

  • Cupúll, A. y González, F. (1997). Testimonio de Familia. Santiago de Cuba: Editorial Oriente.

  • Granado Jiménez, A. (2005). Con el Che por Suramérica: Casa Editorial Abril.

  • Guevara de la Serna, E. (2000). Otra Vez. Ciudad de La Habana: Casa Editora Abril.

  • Guevara Lynch, E. (1988). Mi hijo el Che. La Habana: Editorial Arte y Literatura.

  • Scher, A. (1996) Ernesto Guevara, La aventura del deporte. En “La Patria Deportista", Editorial Planeta, Buenos Aires.

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