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El juego de bolos de Abades, patrimonio cultural y 

deportivo de Segovia (Deportes Autóctonos de Castilla y León)

 

Lcdo. CC. Actividad Física y del Deporte (UEM)

Máster Universitario oficial en Neurociencia y Neuropsicología

de la Educación (rama investigación) UNIR

Máster Universitario “Alto Rendimiento Deportivo” Comité Olímpico Español (COE)

y Universidad Autónoma de Madrid.

Máster Universitario “Preparación Física en Fútbol” UCLM (INEF Toledo)

RFEF (Real Federación Española Fútbol)

Máster Universitario “Entrenamiento personal / Personal Trainer” (INEF DE MADRID)

Universidad Politécnica Madrid

Máster Universitario “Pilates Matwork Stoott” (INEF-TOLEDO) Universidad Castilla la Mancha

Enrique Jiménez Vaquerizo

vakerizo.sportsalud@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El origen de este articulo de investigación es dar a conocer el inmenso patrimonio deportivo y cultural que encierra la tradición más profunda de nuestros pueblos castellanos, en este caso pasamos a presentar el juego de bolos de Abades como modalidad hegemónica del juego de bolos femenino de la provincia de Segovia y referencia por su variedad y riqueza reglamentaria a nivel de toda la cuenca mediterránea, incorporando al lanzamiento de la bola el lanzamiento del bolo en cuatro posiciones básicas de partida como cuadrado, rombo, triángulo y línea al que se le unen los retos en las denominadas boladas y a las que año tras años se suman más y más pueblos a su práctica en lo que se constituyen referencia creciente entre las mujeres de la provincia de Segovia.

          Palabras clave: Juego y deporte tradicional. Deportes autóctonos. Educación Física. Tradición. Cultura.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 186, Noviembre de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Desde el origen del hombre, los juegos de lanzamientos con piedras, maderos a objetos verticales tanto maderos como huesos o cuernos de reses formaba parte del instinto del hombre prehistórico en un intento de por poder dominar la destrezas para ser empleadas en la caza y que asegurase su supervivencia, la definición de espacios de práctica formas y normas se confunden entre la mitología lo religiosos y lo ritual forjando una variedad de creencias y formas de juegos diferentes según el contexto y el desarrollo de cada civilización.

    Parece ser que fue la civilización egipcia la que data su práctica de manera más evidente quedando constatada por el hallazgo en Naraga (unos 3000 años antes de Cristo) de una serie objetos de alabastro con forma de vaso y de cuatro bolas en pórfido blanco y negro así como de tres cubos de mármol blanco.

    La cultura helénica es rica en pintura en vasijas así como de esculturas que muestran la gran variedad y aceptación de los juegos que llevan implícito cierto componente de lanzamiento de objetos donde prima la distancia y la precisión.

    En La Odisea Homero narra como esperaban los pretendientes de Penélope jugando a juegos de bolos.

    Pero sin duda una hipótesis que puede tener gran aceptación en el origen del juego de bolos de abades es sin duda la tradición romana de provincia de Segovia el juego que lo denominaban Bochas, en este juego se denominaba bacillus a todo palo con cierto grosor que era utilizado en diferentes juegos de los denominados culorum ludus o juego de los tronquitos siendo estos la evidencia y porque no de la práctica de esta modalidad de juego ante las muchas horas que sin duda conllevó la construcción del acueducto romano de Segovia.

    Aunque hay constancia de la práctica del juego de bolos por parte de los Visigodos en la península sin duda la mayor fuerza en cuanto a difusión y reglas de juego como lo conocemos hoy en día hay que situarlo en el entorno de conventos abadías e iglesias del siglo IV en las tierras de cultura germánica asumiendo un práctica un don de juicio de razón ulterior, es decir se encomendaba al azar de la precisión del lanzamiento la divinidad de Dios, de tal forma que el Kegel o bolo enmarcaba lo maligno de tal forma que su derribo dentro de los claustros o pasillos centrales de las iglesias simbolizaban la caída de lo pagano de lo pecaminoso y en función del tanteo se dictaminaba si la persona era culpable de pecado.

    Ni que decir tiene que poco a poco pasó a ser un juego más trivial que venía a ocupar las largas horas de la vida monacal de los monjes modificando los cantos rodados de los proyectiles por esferas de madera que sin duda erosionaban en menor medida los suelos y las figuras cónicas en las que derivó los bolos.

    El origen del juego de bolo de Abades cabría situarlo en torno al origen del pueblo, se tiene constancia de la existencia de dicha localidad en 1116 en un manuscrito de donación al monasterio del aldea de Abbatibus y ya en 1247 ya se nombra Abbades, cuenta la tradición que en el año 1370, doña Elvira Martínez dona unas parcelas a la Orden de la Merced con el fin de crear un monasterio, posteriormente serviría dicho emplazamiento como lugar de reuniones y de convivencia del resto de abadías de la provincia siendo sin duda este hecho la principal hipótesis que se sostiene entre los investigadores de divulgación y origen del juego de bolos de Abades.

    El juego de bolos se extendió como la pólvora por todos los lugares del norte de la península ibérica a través del camino de Santiago y sin duda al resto de España por su red de cañadas reales y puntos de influencia mercantil de la lana con el norte.

    Como Anécdota cabe decir que a pesar de las más de 800 variedades de bolos estas, no se sabe por que razón no fueron registradas en lo que fue el libro más notorio como es el libro de los juegos (1251 – 1282) de Alfonso X el Sabio, quizás debido a la variedad de zonas y a la falta de reglamentación existente, así como por su tradición mística y pagana de la que siempre se ha visto envuelta su práctica.

    La edad media ennegreció su práctica por la connotación negativa del concepto de ocio y juego considerándose ociosa una persona de bajos instintos humanos y discutida moralidad, siendo prohibido su práctica en múltiples ocasiones.

    Fue en el siglo XV cuando Juan Luis Vives a través de su obra “Tradentis disciplinis”, dedica un apartado a la educación física señalando losas proezas y beneficios fisiológicos entre los adolescentes de las prácticas de actividad física prolongadas como largas marchas, carreras, juegos de pelota y bolos entre otras muchas… Sin duda pasó de ser un juego de ocio a un juego ocioso donde las apuestas dominaban en todos las boleras, castros o corros como queda reflejado en el tratado del juego de Fray Francisco Alcocer, en otros países cabe destacar 1308 Francia con Carlos I reguló su ordenanza de 23 de Mayo de 1369 donde se remplazarían su práctica por otras actividades relacionadas con el noble arte de la caza y la guerra como el tiro con arco, y otros países como Inglaterra estuvieron prohibidos desde 1511 en reinado de Enrique VIII hasta 1845 y ya en España con Carlos III (1759-1788) en sus Pragmáticas Reales quedarían reflejados el talante y los juegos que se regían en el siglo XVIII.

    El personaje histórico que popularizó su práctica fue sin duda Martín Lutero, gran defensor y aficionada que divulgó su práctica a la vez que se extendía su reforma protestante y quitaba la losa de vicio y pecado a los practicantes de cualquier juego, aportando como norma reglamentaria de juego la concreción de 9 bolos, hecho que hasta el momento era indiferente; el uso de bolas con agujeros para agarrar y además del tablón de deslizamiento.

    Si tenemos que ubicar en el tiempo una fecha sin duda tenemos que indicar el siglo XVIII y XIX como los periodos de más divulgación y riqueza del juego de bolos en España y como peculiaridad cabe decir que aunque su práctica es sobre todo masculina existen evidencias en ciertas localidades de Palencia y de Segovia, en la cabe destacar el Juego de bolos de Abades, Fuenterrebollo, Marugán, Valle de Tabladillo, Fresno de Cantespino, Cantimpalos y Sebúlcor entre otros…. Donde su práctica es realizada por las mujeres de la localidad.

    Sin duda el juego de bolos segoviano que sin duda, ha llegado a nuestro día con mayor arraigo autóctono así como de popularidad en cuanto al número de practicantes es sin duda el juego de bolos de Abades.

    La peculiaridad más destacada del juego son la continua y variada riqueza de formas o maneras de distribuir los bolos en las boladas, previo acuerdo de todas las practicantes en función de retos de más o menos destreza, quedando institucionalizado la normativa de tirar una vez con bola y otra vez con bolo en el derribo llamada esta última Saquibolo.

Reglas de juego

Elementos del juego.

    Los recursos materiales para su práctica constan de 8 bolos (de 50 a 60 cm de atura y 5 cm de diámetro), el bolo Gerardo o Miche (se diferencia por su mayor envergadura en altura unos 5 cm), 2 bolas de haya o encina y dos bolos de lanzar (con una longitud de 40 cm de altura y 13 cm de diámetro.

Terreno de juego

    El juego de bolos de abades solo requiere de una bolera o extensión de tierra plana y sin obstáculos que permita el correcto desplazamiento de las bolas y bolos, en la actualidad también se han incluido zonas pavimentadas dentro de las superficies de frontones, calles o plazas acondicionadas para dicha práctica.

    Dimensiones de la bolera: 15 metros de largo por 4 de ancho.

    La zona de lanzamiento se denomina Pate y se dispone de manera perpendicular al Castro o Caja situado a 8 metros del primer bolo, cabe decir que los bolos se encuentran delimitados en una superficie que comprende entre 135 cm de profundidad por 120 cm de anchura.

Número de participantes

    Puede ser por parejas (la más popular) o individual y el número máximo de participantes es indeterminado.

Distribución del bolo en la Caja o Castro

    Se parte de cuatro distribuciones básicas (cuadrado, rombo, triángulo y recta) a las que luego se añaden diferentes figuras o retos consensuados de antemano en función de la destreza u originalidad de las participantes, decir que en el modo federado solamente queda reducida a las cuatro posiciones que se describen a continuación.

Cuadrado: La distribución espacial responde a tres hileras de bolos correspondientes a un cuadrado de 60cm de lado.

Triángulo. Tipo Isósceles, que presenta una base de 120cm (Ubicada paralela al PATE en su parte más alejada) y una altura de 67.5 cm

Línea: los bolos se sitúan en una línea paralela al PATE con una distancia total de 120 cm y una distancia entre los 9 bolos uniforme.

De Rombo: La distribución espacial de los bolos muestra una diagonal de 20 cm (paralela a la Pate) y una diagonal mayor de 135 cm

Normativa común a las cuatro posiciones básicas

    El Miche o Gerardo siempre se coloca en el centro, excepto en la posición de triángulo que se sitúa en el vértice, al frente de la formación.

  • Tanto en la modalidad de juego es individual y por parejas el jugador deberá efectuar un doble lanzamiento desde el PATE primero con la bola y después de proceder a la colocación de los bolos de pie y en su sitio con el bolo, para dar paso al siguiente jugador u equipo.

  • El orden jerárquico posicional serás primero estructura de cuadrado, seguido de rombo al que le sigue el triángulo para terminar con la línea, si hubiere apuestas se pasaría al consenso de boladas o retos previamente concertados en forma y lugar.

  • El orden de losas tiradas de las jugadoras de cada equipo puede variar en función de elección o estrategias.

Puntuaciones

  • Todos los bolos derribados ya sean por bola, bolo de lanzamiento o bolo común de juego valdrán 1 punto, con la excepción del bolo Miche o Gerardo, que en la posición de triángulo puntúa con 5 puntos.

  • En la estructura de línea, se puntuará siempre que haya algún derribo de no ser así se considerará nula.

De las boladas

    En los entrenamientos y exhibiciones, además de las cuatro posiciones básicas, este juego contempla otras situaciones o jugadas, adoptadas o fijas que complementan un juego en continua evolución. Estas posiciones tienen sus propias reglas, variando la forma y distancia de lanzamiento y no sólo se busca la precisión en el lanzamiento (a derribar) buscan también enviar los bolos lo más lejos posible (como el saquibolo) una variante que consiste en golpear el bolo con una bola o bolo y sacarlo de la distancia marcada. La elección de cada bolada la determina el equipo perdedor de la anterior jugada, ajustándose así a la pericia de las jugadoras de su equipo y dando la opción de compensar la partida. Entre estas jugadas o boladas, citamos las siguientes:

  • Bolos separados con bolo.

  • Cinco bolos con bola.

  • Cinco bolos con bolo.

  • Tres bolos con bola,

  • Tres bolos con bolo.

  • Bolo solitario con bolas

  • Bolo solitario con bola.

  • El "pico" con bola.

  • El "pico" con bolo.

  • El "saquibolo" con la bola.

  • El "saquibolo" con el bolo.

  • El "saquibolo" con el pie.

  • La casita.

  • Pasar la bola/bolo por los bolos.

  • Bolos en círculo.

  • Bolada de espaldas.

  • Bolada bajo todo el equipo.

  • Bolada de la gallinita ciega.

El juego de bolos Abades. Análisis de su tradición, cultura y arraigo en el siglo XXI

    Actualmente en la provincia de Segovia, numerosos pueblos como Fresno de Cantespino, Sebúlcor, Miguel Ibáñez, San Pedro de Gaillos, Riaza, Fuenterrebollo, Fuentepelayo, Abades, etc. contemplan modalidades femeninas diferentes que conservan y practican con más o menos profusión. Entre estas modalidades destacan los bolos femeninos de Abades, objeto de este estudio, un fenómeno social que forma parte de la historia y tradición local y que en los últimos veinte años, por influencia de la Diputación Provincial de Segovia (Área de Asuntos Sociales y Deportes) de la Federación de Deportes Autóctonos de Castilla y León por medio de su Delegación en Segovia, así como de personas entregadas a su difusión a las nuevas generaciones como D. José de Lucas Gómez, han propagado a otros pueblos como Carbonero el Mayor, Villacastín, Sanchonuño, Juarros de Voltoya, Marazoleja, Lastras del Pozo, Trescasas, Brieva, Torrecaballeros, Cantimpalos, Santa María la Real de Nieva, Fuenterrebollo, Cabañas de Polendos, etc. estableciendo un activo o afición de varios cientos de mujeres.

    Este contexto hace que los Bolos Femeninos de Abades sea la modalidad actual hegemónica en la Provincia.

    En el propio pueblo, Abades, que se practicaban desde tiempo inmemorial, antiguamente todos los viernes de Cuaresma; en la actualidad, desde hace más de 30 años, disfrutan del juego varios días a la semana las integrantes de varios equipos, asociados a distintos barrios: la plaza mayor, la calle ancha, la calle del mercado, la calle del caño, etc.

    Esto unido a que en Segovia, capital los exhiben en sus estatutos como deporte principal en sus dos clubes: Las Segovianas y La Albuera y que numerosos pueblos de la Provincia los han adoptado e incorporado dentro de sus aficiones favoritas, es lógico presagiar que el fenómeno social que constituyen los bolos de Abades tienen ante sí un halagüeño futuro.

    Estos bolos que para facilitar la competición se sitúan en cuatro posiciones básicas en la zona de asentamiento o Castro: cuadrado, rombo, triángulo y línea, disponen de un variado y amplio repertorio de jugadas en evolución denominadas boladas, -combinaciones variadas o inventadas en el momento del juego-.

    Si son aceptadas por su gracia o dificultad, pasan a ser fijas. Lo más llamativo de las boladas es que se suelen jugar con bolo y bola por separado, se tira una vez con bola a derribar bolos, y otra con bolos a derribar bolos, esta última jugada se llama saquibolo.

    Aparte de las mujeres que son las verdaderas impulsoras de esta evidencia vinculada a la historia de Abades y que con su ejemplo han logrado traspasar los límites del pueblo, otras personas, cautivadas por esta bonita actividad, se han empeñado en estructurar una reglamentación sencilla para matizar y dar sentido de deporte moderno, atractivo y eficaz a esta manifestación deportiva.

    Entrevistas y Agradecimientos: José de Lucas Gómez, Club Deportes Autóctonos “Virgen de la Fuencisla”, Federación de Juegos Autóctonos de Segovia y al Excmo. Ayuntamiento de Abades.

Bibliografía

  • ENCUENTRO NACIONAL DE LOS DEPORTES AUTÓCTONOS DE CASTILLA Y LEÓN (1992). Medina del Campo (Castillo de la Mota) 15, 16 maig. Or. Junta de castilla y León. Consejería de Turismo.

  • JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN. Deportes Autóctonos en Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. Dirección General de Juventud y Deportes. (1985). Valladolid.

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